LA GRAN FÁBRICA DE MENTIRAS. ENRIQUE PEREIRAUNA FÁBRICA DE ESTADÍSTICAS. MÁS BIEN UNA CONSTRUCTORA DE MENTIRAS

Una mega valla en la Autopista Regional del Centro afirma que café Fama de América -ahora un centro de producción socialista- subió su producción en 23%. Mejor no les cuento cuánto cuesta esa montaña de plástico, con esa falsedad impresa encima. Deberían organizarse mejor para mentir, pues hasta en eso se pisan los pies ellos mismos.

Café Fama de América fue intervenida y posteriormente nacionalizada a finales del año 2009. Para cuando estaba en manos de sus dueños originales, Fama de América, producía a tres turnos, unas mil seiscientas toneladas mensuales. Eso cuando no se dañaba alguna máquina.

Unas declaraciones de sus nuevos conductores, señalan que están produciendo mil cuatrocientas toneladas y que en agosto, llegaron a mil quinientas. Alguien me puede explicar qué clase de aumento es esa disminución. La verdad es que fuentes internas señalan que no pasa de mil doscientas toneladas. El socialismo construye mentiras para seguir en pie.

Hace rato que este gobierno está “maquillando” la información para tapar los eventos que no le convienen. Traspasa y convierte reservas monetarias en fondos, que luego pasa de dólares a bolívares y termina registrando como reservas, lo que convierte en gasto y en utilidades del Banco Central, para retirarlas como único “accionista”. Así de complicado y de poco veraz es la forma como lo describo pero también la forma como lo manejan. Las cifras de educandos no tienen soporte alguno.

Se llenaron de gloria hablando de los millones de personas que enseñaron a leer y escribir y por debajo de las alfombras, más tarde, conocimos que las cifras fueron manipuladas. Es fácil hacer unos cuatro actos en el Poliedro, con no más de ocho mil personas, para convertirlas en un millón y medio de nuevos alfabetizados. Se habla del crecimiento de la producción de carne en Venezuela, pero uno cada día ve con más frecuencia carne argentina y uruguaya en los automercados. Yo no recuerdo de esas importaciones en la cuarta republica, tampoco importábamos pollos brasileros. Un país sin números, pierde su libertad.

Ocultan las cifras de violencia, o nos engañan con cifras de descenso. Esconden los números de la decreciente producción petrolera y pronto comenzaran a ocultar las pérdidas masivas de la industria del cemento, del hierro y del aluminio. Las cifras de producción agrícola ya no existen y millones de hectáreas que antes estaban en producción, ahora sólo producen monte y culebras.

Nos engañan con la cantidad de enfermos de dengue y en general con cualquier estadística que les sea adversa. Aquí la única industria que prospera es la del “maquillaje” de cifras.

El socialismo no ha sido capaz de mejorar nada de lo que toca. La única cifra que no pudieron ocultar es la que señala que más de la mitad de los venezolanos –y creciendo- ya no cree en esta gran fábrica de mentiras.

Enrique Pereira @pereiralibre
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