LA ENERGÍA CONVERTIDA EN OSCURIDAD
Ciertamente que anteriormente en Venezuela, habíamos experimentado algunas crisis eléctricas. La de mas reciente data, la recordamos a principios de la década de los noventa relacionadas con las insuficientes inversiones realizadas, en aquel entonces, por CADAFE para dar solución estructural a la crisis.
Sin embargo, no es menos cierto que, durante la década perdida de la involución nacional que comenzó en 1999, la concepción estatista, desconociendo la Ley Eléctrica formulada precisamente a finales de ese mismo ano, han llevado la situación eléctrica del país al borde de un abismo que podría sumirnos en una oscuridad real y prolongada. La manifiesta e indiscutible ineficiencia de los gobernantes de turno y su absoluta carencia de una visión correcta del futuro, han mantenido al sector eléctrico dentro de una desinversión recurrente año tras año.
En el punto actual, la situación es realmente grave, una demanda creciente y una generación que se reduce, una red de distribución en crisis y sin ningún plan acertado para corregirla.
Como colofón a esta crisis eléctrica, se prometen nuevas inversiones y se anuncian descubrimientos de gas y el desarrollo de la energía nuclear para solucionar la situación. Lamentablemente, ninguna de las dos opciones representan verdaderas soluciones de corto plazo y, la crisis podría tener connotaciones de tragedia nacional mucho más pronto de lo que muchos imaginan.
La opción de la energía nuclear, además de representar toda una problemática geopolítica de grandes proporciones, requiere de cuantiosísimas inversiones que, obviamente, el Estado venezolano no está en capacidad de asumir. Vale decir, la energía eléctrica generada a partir de la energía nuclear, no representa una solución en el término del corto plazo.
Con relación a la opción del gas como combustibles de plantas de generación eléctrica enfrenta dos problemas no resueltos, en primer término el precio al cual se valora el gas en el mercado local y, en segundo término, la correcta evaluación de las reservas de gas disponibles, ciertas, comprobadas y certificadas. Una cosa son la declaraciones irresponsables y sólo con una connotación político-comunicacional y otra, es la realidad.
Es imprescindible saber con cuantas reservas de gas libre podemos contar en los “cacareados” campos de la Plataforma Deltana, Proyecto Mariscal Sucre (ex Cristóbal Colón) y Rafael Urdaneta. Además, sus posibilidades reales de materialización. Esto, tomando en cuenta que el mega gasoducto del sur, también contaba con esos mismos pies cúbicos de gas que nadie termina de certificar de una manera seria y responsable.
Entre tanto, las plantas termoeléctricas tendrán que seguir alimentándose con combustibles líquidos que dejaran de ser exportados, contando con cada vez menos gas en constante disputa con los requerimientos de los yacimientos, las necesidades petroquímicas y la demanda industrial.
No podemos y no queremos dejar de recordar que también estos señores se encargaron de asesinar un proyecto alternativo para la generación eléctrica, de concepción nacional con recursos propios e inversiones racionales: La Orimulsión. Sin duda que, en algún momento en el futuro, tendremos que escribir con pruebas en mano, la historia de un asesinato empresarial en detrimento del patrimonio y la soberanía nacional, en función de importantes comisiones provenientes de las industrias del carbón y el gas.
Mientras tanto que sigua el “show petrolero” en Maracaibo, cuyas luces se prenden con gas colombiano y que continúen los apagones nacionales que se alimentan de la ineficiencia, la desidia y la corrupción, males incrustados en el tuétano del hueso estatal.
ELECCIONES EN LA FUTPV, ¿EL LÍDER O LOS TRABAJADORES?
El pasado jueves 1ro de octubre y luego de haber sido postergadas en unas ocho oportunidades, los trabajadores de PDVSA celebraron al fin sus elecciones sindicales, para elegir la Directiva de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), en un clima de fuerte tensión, con una clara intervención parcializada de PDVSA usando todos los recursos disponibles, con la determinante participación de las fuerzas policiales regionales y municipales, unidas con la Guardia Nacional y, para colmo, “monitoreadas” por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Al final de la jornada, para sorpresa de unos pocos, el resultado favoreció a la Plancha Nro. 7 encabezada por Will Rangel, otrora militante de Acción Democrática, hoy convertido (¿convenido?) en furibundo admirador del “comandante” Chávez y absoluto favorito y protegido de Rafael Ramírez. La plancha Nro. 7, diríamos mejor la plancha patronal, obtuvo 15.000 votos (54.7%) obteniendo 7 de los 12 puestos de la directiva de la Federación.
La segunda Plancha, favorecida por los votos de los trabajadores fue la representada por José Bodas que obtuvo 7.500 votos (27%) y que ha mantenido, en los últimos tiempos, una fuerte oposición a las políticas de Ramírez, actuando a favor de los intereses de los trabajadores. Esto le significó, 4 puestos en la Directiva de la Federación incluyendo la Secretaria General, el segundo cargo en importancia.
A nuestro modo de ver las cosas, lo que parece una victoria oficial, no es otra cosa que una derrota para el dúo Ramírez-Iglesias. Ambos Ministros, recalcitrantes enemigos del sindicalismo, trataron por todos los medios posibles de abortar las elecciones de la Federación y se negaban a discutir la Convención Colectiva con una representación sindical plural. Pero el resultado fue otro, las elecciones se realizaron, hay representación plural y con ellos deberá discutirse la Convención Colectiva.
Todo esto a pesar del grotesco y desproporcionado intervencionismo parcializado de Ramírez-Iglesias, en apoyo a Will Rangel, cuyas primeras declaraciones, por cierto, nos revelan a quien representa este dirigente y presagian, su nefasto futuro como líder sindical. Veamos: "… el único líder que existe, el único líder que ganó en este proceso fue el presidente Chávez". Más claro imposible.
Finalmente, la plancha Nro. 1 ganó las elecciones en el Centro Refinador de Paraguaná, en la Refinería El Palito, en la Refinería de Puerto la Cruz, en las Plantas de llenado de Carenero y Guatire y en La Campiña, centro del poder del edulcorado Ministro. Entonces reflexione usted mismo ¿Quién ganó?
Horacio Medina
Ciertamente que anteriormente en Venezuela, habíamos experimentado algunas crisis eléctricas. La de mas reciente data, la recordamos a principios de la década de los noventa relacionadas con las insuficientes inversiones realizadas, en aquel entonces, por CADAFE para dar solución estructural a la crisis.
Sin embargo, no es menos cierto que, durante la década perdida de la involución nacional que comenzó en 1999, la concepción estatista, desconociendo la Ley Eléctrica formulada precisamente a finales de ese mismo ano, han llevado la situación eléctrica del país al borde de un abismo que podría sumirnos en una oscuridad real y prolongada. La manifiesta e indiscutible ineficiencia de los gobernantes de turno y su absoluta carencia de una visión correcta del futuro, han mantenido al sector eléctrico dentro de una desinversión recurrente año tras año.
En el punto actual, la situación es realmente grave, una demanda creciente y una generación que se reduce, una red de distribución en crisis y sin ningún plan acertado para corregirla.
Como colofón a esta crisis eléctrica, se prometen nuevas inversiones y se anuncian descubrimientos de gas y el desarrollo de la energía nuclear para solucionar la situación. Lamentablemente, ninguna de las dos opciones representan verdaderas soluciones de corto plazo y, la crisis podría tener connotaciones de tragedia nacional mucho más pronto de lo que muchos imaginan.
La opción de la energía nuclear, además de representar toda una problemática geopolítica de grandes proporciones, requiere de cuantiosísimas inversiones que, obviamente, el Estado venezolano no está en capacidad de asumir. Vale decir, la energía eléctrica generada a partir de la energía nuclear, no representa una solución en el término del corto plazo.
Con relación a la opción del gas como combustibles de plantas de generación eléctrica enfrenta dos problemas no resueltos, en primer término el precio al cual se valora el gas en el mercado local y, en segundo término, la correcta evaluación de las reservas de gas disponibles, ciertas, comprobadas y certificadas. Una cosa son la declaraciones irresponsables y sólo con una connotación político-comunicacional y otra, es la realidad.
Es imprescindible saber con cuantas reservas de gas libre podemos contar en los “cacareados” campos de la Plataforma Deltana, Proyecto Mariscal Sucre (ex Cristóbal Colón) y Rafael Urdaneta. Además, sus posibilidades reales de materialización. Esto, tomando en cuenta que el mega gasoducto del sur, también contaba con esos mismos pies cúbicos de gas que nadie termina de certificar de una manera seria y responsable.
Entre tanto, las plantas termoeléctricas tendrán que seguir alimentándose con combustibles líquidos que dejaran de ser exportados, contando con cada vez menos gas en constante disputa con los requerimientos de los yacimientos, las necesidades petroquímicas y la demanda industrial.
No podemos y no queremos dejar de recordar que también estos señores se encargaron de asesinar un proyecto alternativo para la generación eléctrica, de concepción nacional con recursos propios e inversiones racionales: La Orimulsión. Sin duda que, en algún momento en el futuro, tendremos que escribir con pruebas en mano, la historia de un asesinato empresarial en detrimento del patrimonio y la soberanía nacional, en función de importantes comisiones provenientes de las industrias del carbón y el gas.
Mientras tanto que sigua el “show petrolero” en Maracaibo, cuyas luces se prenden con gas colombiano y que continúen los apagones nacionales que se alimentan de la ineficiencia, la desidia y la corrupción, males incrustados en el tuétano del hueso estatal.
ELECCIONES EN LA FUTPV, ¿EL LÍDER O LOS TRABAJADORES?
El pasado jueves 1ro de octubre y luego de haber sido postergadas en unas ocho oportunidades, los trabajadores de PDVSA celebraron al fin sus elecciones sindicales, para elegir la Directiva de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), en un clima de fuerte tensión, con una clara intervención parcializada de PDVSA usando todos los recursos disponibles, con la determinante participación de las fuerzas policiales regionales y municipales, unidas con la Guardia Nacional y, para colmo, “monitoreadas” por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Al final de la jornada, para sorpresa de unos pocos, el resultado favoreció a la Plancha Nro. 7 encabezada por Will Rangel, otrora militante de Acción Democrática, hoy convertido (¿convenido?) en furibundo admirador del “comandante” Chávez y absoluto favorito y protegido de Rafael Ramírez. La plancha Nro. 7, diríamos mejor la plancha patronal, obtuvo 15.000 votos (54.7%) obteniendo 7 de los 12 puestos de la directiva de la Federación.
La segunda Plancha, favorecida por los votos de los trabajadores fue la representada por José Bodas que obtuvo 7.500 votos (27%) y que ha mantenido, en los últimos tiempos, una fuerte oposición a las políticas de Ramírez, actuando a favor de los intereses de los trabajadores. Esto le significó, 4 puestos en la Directiva de la Federación incluyendo la Secretaria General, el segundo cargo en importancia.
A nuestro modo de ver las cosas, lo que parece una victoria oficial, no es otra cosa que una derrota para el dúo Ramírez-Iglesias. Ambos Ministros, recalcitrantes enemigos del sindicalismo, trataron por todos los medios posibles de abortar las elecciones de la Federación y se negaban a discutir la Convención Colectiva con una representación sindical plural. Pero el resultado fue otro, las elecciones se realizaron, hay representación plural y con ellos deberá discutirse la Convención Colectiva.
Todo esto a pesar del grotesco y desproporcionado intervencionismo parcializado de Ramírez-Iglesias, en apoyo a Will Rangel, cuyas primeras declaraciones, por cierto, nos revelan a quien representa este dirigente y presagian, su nefasto futuro como líder sindical. Veamos: "… el único líder que existe, el único líder que ganó en este proceso fue el presidente Chávez". Más claro imposible.
Finalmente, la plancha Nro. 1 ganó las elecciones en el Centro Refinador de Paraguaná, en la Refinería El Palito, en la Refinería de Puerto la Cruz, en las Plantas de llenado de Carenero y Guatire y en La Campiña, centro del poder del edulcorado Ministro. Entonces reflexione usted mismo ¿Quién ganó?
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