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sábado, 25 de junio de 2011

SUHELIS TEJERO PUNTES: EMPRESAS ESTATIZADAS TIENEN UN DÉFICIT FINANCIERO CRÓNICO. FALTA DE RENTABILIDAD PROVOCÓ FRACASO DEL MODELO DE COGESTIÓN

El déficit de recursos ha sido crónico para un grupo de 16 empresas estatales -la mayoría de ellas expropiadas- cuyos casos fueron estudiados por investigadores del Instituto de Estudios Avanzados de Administración (IESA).

Esta situación les ha obligado a depender de subsidios del Gobierno nacional, lo que ha reducido los incentivos para los trabajadores y, por lo tanto, la productividad. Así quedó reflejado en el libro "Gestión en rojo: Evaluación de desempeño de 16 empresas estatales y resultados generales del modelo productivo socialista".

Uno de sus autores, Richard Obuchi, señaló que la forma en que operan estas empresas no es sustentable porque atienden a criterios políticos y la generación de utilidades quedó en un segundo plano.

Las experiencias analizadas fueron las de las empresas Invepal, Inveval, los centrales azucareros Sucre y Trujillo, UPS Pedraza, procesadora de cítricos Roberto Bastardo, Rialca, Cargill, Fama de América, zona industrial de Barquisimeto I, Enlandes, tomatera La Caicareña, centro pesquero Leander Barinas, Venirauto, procesadora de maíz Juana La Avanzadora y la empaquetadora del mismo nombre.

Pero más allá de estas 16 experiencias, los datos macro indican, según detalló Obuchi, que el intento de definir un modelo socialista que permita la independencia económica del país ha sido infructuoso.

En el caso de Invepal, una de las primeras industrias expropiadas, la producción era de 12% de su capacidad instalada en septiembre del año pasado, mientras que un año antes era de 15%. Se proyectaban 30 millones de cuadernos producidos y la realidad apunta más a 5 millones de cuadernos.

Otra de las situaciones más evidentes en Invepal fue el fracaso del modelo de cogestión. Una vez expropiada, la participación de la cooperativa conformada por los trabajadores era de 49% del paquete accionario, mientras que el 51% restante estaba en manos del Estado. Actualmente la participación estatal es de 82,7%, mientras que la cooperativa detenta 17,3% de las acciones.

Cogestión olvidada

El revés en el caso de la cogestión estuvo en este y en otros casos promovido por la falta de incentivos y los bajos resultados financieros de las empresas.

Bárbara Lira, coautora del libro "Gestión en rojo" explicó que la reducción en la participación accionaria de los trabajadores obedeció a que las cooperativas estaban asumiendo deudas insostenibles.

"Eso cambió la percepción de los trabajadores quienes prefirieron convertirse en empleados públicos", dijo.

Pero además, en términos generales la evolución de las nóminas no fue positiva. Lira manifestó que en los mejores casos el número de trabajadores se mantuvo sin mayores cambios, aunque en otros casos se redujo.

Otro de los resultados más desfavorables registrados con las empresas ahora en manos estatales es el de la antigua Lácteos Los Andes, ahora llamada Enlandes. La industria pasó de controlar 35% del mercado cuando fue expropiada a representar un año más tarde alrededor de 2,5% de la demanda de leche líquida nacional.

stejero@eluniversal.comEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿CUÁNDO APRENDEREMOS LA LECCIÓN?. RONNY PADRÓN

Me refiero a la lección sobre la conveniencia de un régimen democrático de libertades y su contrario, el socialismo. Mientras al primero se le identifica perfectamente con la evolución sociopolítica de los pueblos, el otro representa la involución de los mismos hasta lograr su ruina total, verbigracia: La República de Cuba y La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte).

Porque esta lección implica no solo el disfrutar de los beneficios derivados de las libertades democráticas, sino también y de la mayor importancia, significa el asumir los esfuerzos y sacrificios insitos a cabal su logro y consolidación. Es allí donde parece ser que la lección se encuentra aún lejos de ser aprobada.

Basta con revisar las propuestas programáticas de la Mesa de la Unidad Democrática presentadas el 22 de abril de 2.010, para comprender el meollo de la cuestión. Entre las 100 propuestas que integran tan denso documento solo es destacable el estilo retórico, el mismo que dio lugar al presente horror socialista: La superposición de las formas sobre el fondo.

El perfecto reflejo de una dirigencia demócrata que a sabiendas de los nuevos paradigmas necesarios al país, se resiste aún a los cambios anhelados por quienes confiaron en el hoy tirano Hugo Chávez, y que continúan esperando por una alternativa válida ante el presente caos.

La anterior afirmación podemos precisarla de la siguiente manera: ¿Dónde está el cambio de paradigma en materia económica propuesto por la MUD? ¿Dónde el nuevo paradigma en materia de servicios públicos? ¿Cuál es el nuevo paradigma en Seguridad Social o bien en cuanto a la administración de justicia? y así continuar en todos y cada uno de los aspectos cruciales que conforman el abanico de inquietudes del venezolano de hoy.

Tales silencios no son casuales. Son típicos de una dirigencia negada a aprender una lección. La lección de interpretar que el pueblo venezolano merece algo mejor que el populismo ramplón, ese del estatismo petrolero; que no se conformará con la simple promesa de una Pdvsa eficiente una vez restauremos la Constitución. No. Es tiempo de hablar claro.

¿Por qué insistir en el estatismo petrolero cuando se sabe que la empresa privada es más eficiente y produce a menor costo? ¿Quién se beneficia realmente del estatismo petrolero? Son preguntas aún sin respuesta por parte de nuestros dirigentes demócratas, no solo paralizados ante el avance de la tiranía por el muy humano temor a perder la libertad, algo lógico ante regímenes de esta naturaleza; es que también va ganando terreno una primera conclusión: Nuestra dirigencia demócrata deja ver su desconfianza ante los cambios políticos desde hace tanto esperados.

Sino por qué habrían de mantener el silencio sobre: La necesidad de eliminar desde ya y para siempre el control de cambio monetario, la imperativa privatización de todas las empresas mercantiles gerenciadas por el Estado, comenzando por Pdvsa y siguiendo con la CVG; el otorgamiento en concesión a empresas privadas especializadas de la prestación de los servicios públicos básicos de: electricidad, agua potable, gas doméstico si de veras pretendemos contar algún día con servicios públicos de primera. Aunado a lo anterior por qué la reticencia a debatir públicamente sobre el deber moral de juzgar en territorio patrio y de conformidad con la Constitución a todos los responsables de la actual catástrofe gubernativa encabezada por el teniente coronel Hugo Chávez, ello a contracorriente de quienes pretenden brindarle "puente de plata" para un escape como en aquel 12 de abril.

El pasado 26 de septiembre la mayoría electoral en Venezuela brindó una nueva demostración sobre su anhelo de cambiar, va siendo hora que nuestra dirigencia demócrata haga otro tanto y demuestre su voluntad de avanzar. No creo sea mucho pedir que quienes pretendan dirigirnos en esta lucha brinden también ejemplo de valentía y autoridad moral en medio de una tiranía a la debemos reiterar: Doblegarán nuestros huesos pero nuestro espíritu jamás. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

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domingo, 28 de noviembre de 2010

THE ECONOMIST: HACIA EL SOCIALISMO DE ESTADO. OLA DE NACIONALIZACIÓN PRESAGIA ESCASEZ Y DECLIVE. EL UNIVERSAL. DOMINGO 21 DE NOVIEMBRE DE 2010

Dueños de bienes inmuebles, grandes o pequeños, duermen intranquilos en Venezuela por estos días. Luego de que la oposición ganara estrechamente una mayoría del voto en las elecciones legislativas en septiembre, Hugo Chávez, el presidente izquierdista del país, ha emprendido una arremetida de nacionalización, al confiscar todo lo que se le atreviese, desde empresas en la industria siderúrgica pasando por embotelladoras hasta inmobiliarias. Cuando los trabajadores protestan, les lanza la Guardia Nacional. El gobierno ha justificado las confiscaciones con el argumento de que estaba rompiendo con monopolios o poniendo punto final al incumplimiento de reglas laborales o ambientales. Pero el objetivo pareciera enrumbarse contundentemente contra lo que Chávez denomina "la oligarquía" antes de que el nuevo parlamento, que tiene una marcada minoría de oposición, entre en sesiones en enero.

El 25 de octubre, la subsidiaria venezolana de la Owens-Illinois, fabricante estadounidense de envases de vidrio, pasó a ser la 200ª empresa nacionalizada en lo que va de año. Como es costumbre, los gerentes y trabajadores conocieron su destino durante una alocución televisada en vivo del presidente. Acusó a la empresa de explotar a sus trabajadores y causar grandes daños a los bosques. Pero el decreto de expropiación, publicado al día siguiente, no hizo mención de estos supuestos delitos, y en su lugar acusó a la empresa de aprovecharse de su posición dominante en el mercado.

Según los cálculos del mismo gobierno, se han confiscado unas 3.000 hectáreas de tierras y se propone confiscar otras 450.000 hectáreas el año entrante. Aunque la Constitución de 1999 garantiza los derechos de propiedad, los cambios sucesivos a la Ley de Tierras le han dado la potestad de apoderarse de la finca que le plazca, en muchos casos con poca o ninguna compensación.

No han salido mejor parados la industria y el comercio. Según la organización empresarial Fedecámaras, desde que Chávez asumió la presidencia en 1999, casi 400 empresas han sido nacionalizadas, la vasta mayoría en los dos últimos años. La Cámara Venezolano-Americana de Comercio informa que se pagó compensación a los dueños de apenas nueve de 44 compañías integrantes de la Cámara que fueron tomadas este año. La Constitución establece que no puede haber expropiación sin el veredicto final de los tribunales y sin una compensación justa. En la práctica, un plumazo del presidente es todo lo que hace falta.

En el transcurso de los años, ha cambiado la motivación oficial para la nacionalización. Las primeras adquisiciones forzosas se justificaron sobre la base de que la empresa (o finca) era improductiva. Luego el gobierno decidió que las áreas "estratégicas" de la economía debían pasar a manos del Estado. Así, en 2007 y 2008, asumió el control de empresas petroleras y eléctricas del sector privado, así como de compañías de telecomunicaciones, la industria del cemento y Sidor, la siderúrgica que fuera privatizada en la década de 1990.

Además, ahora el gobierno controla la cuarta parte del sistema bancario. Chávez señaló recientemente que cualquier banco que declinara "cooperar con el desarrollo nacional" al asignar créditos conforme a las prioridades gubernamentales también sería expropiado. Hoy día, los funcionarios declaran abiertamente que su objetivo consiste en implantar una economía socialista.

Paradójicamente, pese a las adquisiciones forzosas, la participación estatal en el PIB sigue estando alrededor del 30%, igual que en 1998. Esto se debe en parte a que el sector privado se expandió rápidamente durante el boom petrolero de 2004 a 2008. Pero también es porque muchas compañías nacionalizadas ahora producen menos de lo que producían cuando estaban en manos privadas. Gran parte de la industria alimentaria ha sido confiscada a fin de "garantizar la soberanía alimentaria". Pero el resultado ha sido un abrupto incremento en las importaciones. A principios de año, más de 130.000 toneladas de alimentos descompuestos importados por Pdval, un brazo de la compañía petrolera estatal, se hallaron en puertos y terrenos baldíos.

Hay una o dos excepciones. Los funcionarios alegan que la producción en Enlandes, una fábrica de lácteos nacionalizada, se ha elevado en 50% en dos años. El Ministro de Ciencias manifestó recientemente que la Cantv, la principal compañía de telecomunicaciones, cuenta con 65% más clientes desde su nacionalización, aunque no dio mayores detalles. Pero lo más típico es que una vez que las compañías pasan a manos del Estado, aumentan sus nóminas de empleados, los precios caen y se tornan más dependientes de los subsidios gubernamentales, a decir de Richard Obuchi del IESA, una escuela de negocios en Caracas. Adicionalmente, tienden a producir menos gama de productos.

La industria de la construcción ha sido duramente golpeada por la nacionalización. El cemento y las cabillas escasean (en ambas ha medrado el mercado negro). Sidor produjo 4,3 millones de toneladas de acero en su último año de administración privada; este año aspira alcanzar dos millones de toneladas. Otra razón por la que las constructoras se han ralentizado o detenido es que el gobierno les ha prohibido que ajusten los precios según la inflación, que está por encima de 30%. A principios de noviembre, Chávez expropió seis urbanizaciones en construcción, para el horror de la mayoría de los compradores. Los constructores, señala el presidente, son "bandidos" que no recibirán ninguna compensación por la medida.

La historia se repite en casi todas las áreas donde ha incursionado el gobierno. La nacionalización de la electricidad contribuyó a la escasez del suministro eléctrico, en presencia de un severo racionamiento a principios de año y constantes apagones en todo el país. La industria petrolera, gran parte de la cual ya era propiedad del Estado, ha visto decaer la producción del crudo y de los productos refinados (en cuánto, eso es materia objeto de debate).

Las encuestas sugieren que la mayoría de los venezolanos desaprueba las nacionalizaciones y respalda firmemente la propiedad privada. Pero Chávez al parecer sigue el consejo de Alan Woods, un trotskista galés devenido en asesor informal. Woods, más conocido en Caracas que Cardiff, la capital de Gales, exhortó públicamente al presidente a que respondiera ante su revés electoral "acelerando el proceso revolucionario", expropiando tierras, bancos y las principales industrias. Más les vale a los venezolanos prepararse para más nacionalización, escasez y declive económico.

Traducción: Conchita Delgado
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domingo, 21 de noviembre de 2010

"EL DERECHO A LA PROPIEDAD SE REDUJO A UNA CONCESIÓN DEL ESTADO". JORGE BOTTI. DECLARACIONES EN EL DIARIO EL NACIONAL

Jorge Botti es Presidente de la Comisión de Economía de Fedecámaras, Director De Cedice y Ex Presidente De Consecomercio

El empresario cuestiona a quienes piensan que no se llegará al año 2012. "Lo haremos, así como llegamos al 26-S, día en que se demostró que sí hay capacidad para el cambio". Advierte que la Constitución ha sido suplantada por el proyecto socialista

Jorge Botti cree que los próximos dos años serán un "invierno crudo" para el país. El ritmo de las expropiaciones, de continuar, dejará un cuerpo empresarial desvencijado. Aun así, dice, el empresariado debe salir de las cuatro paredes entre las cuales está encerrado, dejar de gritar que "viene el comunismo" y conectar con los trabajadores. "La respuesta la estamos construyendo, pero implica ir más allá que decir que estamos unidos.

Falta capturar la emoción del país. Tenemos que ver cómo hacer para que los tiempos políticos y económicos coincidan", afirma.

--Usted ha dicho en varias ocasiones que los empresarios deben apuntar el discurso hacia los trabajadores. ¿Por qué?
--La estrategia de confrontación del sector empresarial de los últimos años está agotada porque no hemos conectado con gran parte de la sociedad para crear vínculos afectivos que comuniquen el riesgo que significa para un país la desaparición de la empresa privada y la necesidad de evitar que el proyecto de país del Gobierno se consolide. Llegó el momento de pintar un futuro distinto y dejar de gritar que esto es comunismo.

--¿Cuáles son los pasos para eso?
--Lo primero es dejar de engañarnos. El hecho de que las encuestas digan que 80% de la población defiende la propiedad privada y rechaza las expropiaciones y el modelo cubano, no significa que sea consciente de que se está mermando la propiedad. Esas mismas encuestas señalan que entre 48% y 50% de las personas no siente que vamos a un esquema comunista. Eso significa que tenemos que hacer algo más. Desde hace mucho tiempo se le está pidiendo al sector empresarial que salga y hable con el país; que conecte con la sociedad. Eso implica que el sector empresarial organizado debe salir de las cuatro paredes en las que está encerrado.

--¿Y cómo se plantea usted hacer ese diálogo con los trabajadores?
--Hay que conectarse y hablar con ellos. No se trata de hablarles del comunismo soviético, sino de lo mal que estamos y de lo mejor que podríamos estar. Y que se les haga sentir con el ejemplo que empresa y trabajador son una misma cosa.

--Hace algunos años el país estaba liderado por organizaciones de la sociedad civil. Ahora los partidos retoman la batuta política. ¿Qué reflexión ha hecho el sector empresarial sobre el papel que asumió en años anteriores y el que le corresponde?
--Cada sector está llegando a un reposicionamiento. En los últimos años quedó muy claro que las instituciones empresariales no están diseñadas para ejercer el poder. Hay que reconocer los errores del pasado que, aunque fueron muy personales, dieron al traste con lo que debía ser una organización empresarial. Nuestro mayor deseo es influir en un diseño de país que sea distinto del que tenemos hoy y del que tuvimos en el pasado, porque no todo lo que había anteriormente era mejor.

--¿Cuál es el papel de un empresario en una sociedad como la nuestra, que pareciera estar en cola para que le corten la cabeza?
--Los empresarios tienen que dedicarse a prevalecer. Eso es importantísimo: impactar la realidad de forma que se haga imposible la destrucción de la empresa. Para eso planteo dos estrategias empresariales.

Primero, lograr la excelencia, sin importar el tamaño de la empresa. Eso pasa por cumplir a cabalidad con todas las regulaciones estatales, por más absurdas que parezcan. La segunda tarea es establecer una vinculación afectiva y efectiva con los trabajadores y la comunidad que la rodea. En estos momentos estoy sintiendo mucha angustia entre los empresarios, que con frecuencia dicen: "No llegamos a 2012". Pensar eso es peligrosísimo. Creo que sí llegamos a 2012, así como sí llegamos al 26-S. Ese día se demostró cómo somos capaces de cambiar la realidad.

--El domingo pasado, el presidente Chávez dijo, en el contexto del problema con las constructoras, que debía haber "empresas confiscadas". ¿Con qué cuerpo empresarial se llegará a 2012?
--Si continúa el ritmo de las confiscaciones y las apropiaciones indebidas, llegaremos a 2012 con un aparato productivo desvencijado. El sector ha perdido alrededor de 10% de importancia en la composición del PIB. Antes producíamos entre 75% y 85% del PIB.
Sin embargo, el Gobierno va por la conquista del millón de votos adicionales y para eso aumentará el nivel de gasto público y frenará el decrecimiento de la economía. Eso lo empezaremos a ver en 2011.

--¿No hay riesgo de que las voces extremas comiencen a descollar en protagonismo de aquí a 2012? Es el fantasma recurrente de 2001 y 2002...
--Esa es la estrategia del Presidente de la República. Cada día nos tienta más, y nos va a seguir tentando con todo lo que tiene. También está tentando a la Fuerza Armada Nacional, a los partidos políticos y a la sociedad. Pero la forma de atornillarlo más en el poder es respondiendo con conflicto. Hasta ahora hemos sabido aguantar. Pero, a la vez, la sociedad debe dar demostraciones de que está molesta con lo que está sucediendo, más allá de la beligerancia verbal. Por eso tenemos que prepararnos para salir a la calle, como está pautado para el 27 de noviembre. Se ha demostrado que el Gobierno retrocede ante una presión. Hay espacios de resistencia que podemos ejercer y cada campo de batalla es una empresa, por pequeña que sea.

--Usted ha dicho que el Gobierno no tiene un plan de expropiaciones, sino que avanza al azar. ¿Por qué?
--Cuando se expropiaron las cementeras, en 2008, se pensó que había una estrategia de dominar sectores completos de la economía por la vía de la toma de los suministros de cada sector. Pero si eso fue así, ¿por qué ahora el Gobierno la agarra con las constructoras? Aquí no hay ningún plan. Lo que hay es una estrategia deliberada de cumplir lo que se establece en el Plan Simón Bolívar 2007-2013, que ha sustituido a la Constitución.

--Ese plan habla claramente de cómo tiene que disminuir la propiedad privada...
--Es un concepto que se ha ido desdibujando. En Venezuela tenemos el reto de ampliar los derechos de propiedad.
Aunque el concepto está muy arraigado en el venezolano, la propiedad es precaria. Aquí hay una enorme cantidad de ciudadanos que creen que son propietarios porque son dueños de cuatro peroles y una platabanda. Eso no es ser propietario. El reto es hacer que ese señor entre en la economía formal: se bancarice y sea dueño de la casa que fue capaz de construir con su esfuerzo.

--Hábilmente, el Gobierno introduce el concepto de propiedad familiar, y le asegura a la gente que seguirá siendo dueña de cosas.
--Exactamente. Cuando el Gobierno dice que garantiza la propiedad, está hablando de las propiedades personales de los individuos. Creer en esa garantía es caer en la trampa.
Tenemos que entender que la propiedad privada no necesita ser abolida por decreto para que desaparezca. La propiedad como derecho, tal como está establecida en el artículo 115, ha sido sustituida por la propiedad como concesión del Estado. Hay que entender que si la propiedad de los medios de producción pasa a manos del Estado bajo el eufemismo de "propiedad social", tendremos escasez permanente de bienes y servicios y se habrá destruido el mercado. Lo que quede sea su panadería o los corotos de su casa pierde valor y no puede ser transado sino a escala de trueque, como hacen los cubanos, que intercambian un apartamento por una nevera y un automóvil viejo. El peligro es que el valor de la propiedad se extingue entre nuestras manos.
No caigamos en la trampa de creer que la propiedad de los pequeños se respetará y que la de los grandes debe desaparecer. Cada vez que desaparece una empresa grande, desaparece un pedazo de la suya, de la pequeña, porque está perdiendo valor.

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domingo, 17 de octubre de 2010

EN OCTUBRE VAN AGROISLEÑA Y FERTINITRO. TIRANÍA: 2 MUD: 0. RONNY PADRÓN

La planta de Fertilizantes Nitrogenados de Venezuela (Fertinitro) en el Criogénico José Antonio Anzoátegui, fue tomada. En esos términos va esta guerra por la libertad en Venezuela, y en específico para nuestra zona sur. Luego de 11 años de eufemismos, simulaciones, cesiones inmorales y demás, es lo que vamos mereciendo.

En palabras del propio ministro socialista de energía y petróleo, mientras el Estado socialista produce 380 mil toneladas de fertilizantes al año, esa planta de la empresa privada, recién ocupada, tiene capacidad para el millón y medio. He allí la explicación.

Está demás la retórica del precitado funcionario cuando refiere las presuntas conversaciones con las empresas trasnacionales (Koch y Snamprogetti) propietarias de Fertinitro, pretendiendo que se adaptaran a los requerimientos socialistas en el marco del plan de desarrollo nacional; obviamente sin resultados. Como no lo ha tenido ni lo tendrá ninguna conversación fundamentada en razones distintas a la fuerza popular de quienes conformando la mayoría electoral certificada el 26-S, apoyamos la libre empresa al tiempo que repudiamos al redivivo capitalismo de Estado.

Vendría luego el clásico discurso de cierre por boca del mismo ministro: ¨… con Fertinitro y Agropatria (antes Agroisleña), "ahora contamos con la cadena completa" para abastecer el sector campesino. "A medida que tengamos todos los insumos controlados, evitaremos la especulación y habrá alimentos seguros y a bajo precio para los venezolanos". Aderezado cuándo no, por declaraciones del secretario general del Sindicato Unitario de Obreros y Empleados Químicos de Fertinitro, quien por supuesto aplaudió la precitada medida. El mismo guión de PDVSA, SIDOR, CANTV, etc., etc., etc.; resultaría ocioso profundizar sobre la libre manifestación de voluntad presente en el ejercicio de esa clase de sindicalismo.

Lo referiamos en nuestro anterior artículo: En la Venezuela socialista, basta con el éxito económico de una empresa privada para hallarnos en presencia de una firme candidata a la confiscación. Porque la seguridad alimentaria, la especulación, el monopolio, el oligopolio, la posición de dominio y demás conceptos oportunos a la ocasión, carecen del fundamento jurídico necesario para legitimar una expropiación. En tal sentido, y para contribuir en la descripción de la realidad jurídica actual, solo agregaremos que la Carta Magna de 1.999 y la ley de expropiación por causa de utilidad pública o social, siguen vigentes.

Luego de tales precisiones, pasemos entonces a nuestro más grave problema: ¿Dónde están nuestros representes políticos? ¿Puede aceptarse, que luego de 11 años de socialismo, nuestra dirigencia demócrata se dedique a celebrar un triunfo electoral en tanto el régimen continúa su ejercicio del poder en violación de la Constitución?

¿No bastaron las lecciones del 11 de abril, del Paro Cívico Nacional, del RR, las presidenciales del 2.006, el referendo de reforma de 2.007 y el ejemplo más emblemático: Las regionales de 2.008 con el expediente ¨Alcaldía Metropolitana¨, para comprender de una buena vez, que a esta tiranía con disfraz de democracia, para vencerla con votos no bastará con ganar sino hay también que ¨cobrar¨.

Cobrar. La explicación de ese ¨cobrar¨ en Venezuela es muy sencilla, más difícil resulta su concreción. Acá, los demócratas podríamos ganar toda elección, con la diferencia de votos que se nos antoje, pero nada lograríamos mientras seamos incapaces de imponer en la praxis el cumplimiento de la voluntad popular.

Tal cumplimiento, como inicialmente esbozamos, pasa por demostrar de facto que se posee el mandato popular expresado en votos, es decir capacidad de organizar y coordinar manifestaciones populares de naturaleza voluntaria, en proporciones cónsonas con aquel sufragio y en el sentido de darle un cabal cumplimiento. Bajo un régimen democrático de libertades, tales demostraciones fácticas sobran, en el entendido que en esos sistemas políticos, el resultado electoral oficial equivale a un título ¨ejecutivo¨ con la plena aceptación.

En la Venezuela socialista no. Al efecto, la experiencia de Antonio Ledezma a partir de su elección en 2.008 nos puede servir de mucho. Sin embargo, al parecer nuestra dirigencia demócrata no entiende la cuestión. El mandato popular mayoritario a nivel nacional, y en específico el de la zona sur de Anzoátegui, no fue precisamente para que los diputados recién electos cumplieran con la formalidad democrática tan necesaria al socialismo para su permanencia en el tiempo. No. Ese mandato trata sobre la restauración de la constitucionalidad democrática, conculcada desde aquel 11 de abril de 2.002, y les fue otorgado en ejercicio de procedimientos democráticos que el régimen debió cumplir por cuanto aspira conservar la fachada antedicha.

Pero de allí a que nuestros dirigentes demócratas pretendan un correcto accionar constitucional por parte del socialismo en gobierno, no es precisamente por torpeza. Seria de provecho para todos, que ese liderazgo, en especial nuestros representantes sureños recién electos, entiendan muy bien lo que esperamos de ellos quienes como nosotros depositamos un voto de confianza por el solo acatamiento al principio de la unidad.

Porque la historia del parlamento electo el 30 de julio de 2000, aún está muy fresca. En aquel entonces el Bloque por la Autonomía Parlamentaria integrado por 79 diputados demócratas nada pudo hacer más allá de las mediáticas palabras (aún con el apoyo de Venevisión, RCTV, Televen y Globovisión) frente a un Bloque Parlamentario del Cambio con sus 86 delegados socialistas.

La inutilidad política de aquella bancada demócrata, dio lugar en 2.005 a la ya histórica megabstención. Para aquel entonces la postura de nuestra dirigencia, que era la de ¨no votar¨ también ganó, pero tampoco ¨cobró¨. ¿Vamos a permitir que se repita la historia y con el mismo vencedor? Son muchos los compatriotas hoy día prisioneros políticos, quienes certifican con su entereza y dignidad el alto costo ha pagar por la libertad nacional. ¿Serán nuestros dirigentes demócratas ajenos a esa verdad? ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

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domingo, 21 de septiembre de 2008

*OPINIONES DE AMÉRICO MARTIN: EMPRESAS NACIONALIZADAS SON DECLARADAS SOCIALISTAS Y EXPRIMIDAS POR LA NEOBURGUESÍA


*OPINIONES DE AMÉRICO MARTIN: EMPRESAS NACIONALIZADAS SON DECLARADAS SOCIALISTAS Y EXPRIMIDAS POR LA NEOBURGUESÍA

21 de Septiembre de 2008 Referencia: Referencia: 2001

El reconocido analista económico y político Américo Martín, en el marco actual de la economía nacional, consideró que el Gobierno Nacional ha querido promover un sector socialista en áreas marginales y no estratégicas por lo tanto ha fracasado.

Américo Martín explicó que se ha dicho tradicionalmente que por su enorme sector público, en Venezuela hay un sistema capitalista de Estado. Este sistema es un híbrido por cuanto la propiedad de las empresas más importantes y muchas "no tanto" pertenece hoy al Estado, pero internamente esas empresas se organizan como capitalistas, no socialistas.

En este sentido señaló que el Gobierno ha querido promover un sector socialista en áreas marginales y no estratégicas, por lo tanto "ha fracasado". Dijo que el propio presidente confesó sentirse desencantado de las cooperativas, que tanto impulsó y tan fabulosos recursos consumieron.

Tampoco dieron resultado las Empresas de Producción Social y, en tanto que promotores del desarrollo y decisión sobre inversiones, ya se aprecia que los Consejos Comunales seguirán por el mismo camino, señaló Américo Martín, pero lo grave no es tanto que existan empresas de propiedad estatal, sino que han habido varias e incluso en Venezuela, que han funcionado bien y el ejemplo más notorio es el de la industria petrolera antes de caer en manos de Alí Rodríguez Araque y de Rafael Ramírez.

Dijo que en los países dirigidos por gobiernos socialistas radicales, se confunde el capitalismo de Estado con el Socialismo. En este sentido acotó: "Donde gobiernan partidos socialistas racionales o social demócratas, esa ilusión se desvaneció hace mucho tiempo, cuando las nacionalizaciones estuvieron a punto de hundir a Inglaterra"

Explicó el jurista Martín que en Cuba, se ha abierto una polémica grave y profunda autorizada por el presidente Raúl Castro. Se critica muy duramente y con razón a la burocracia formada en la administración pública y en la gestión de la economía.

Asimismo esa burocracia se ha enriquecido y se convirtió en neoburguesía. Resaltó los que condenan fuertes personalidades del Partido Comunista Cubano es el error de confundir estatizaciones con socialismo, cuando el efecto de las nacionalizaciones es exactamente el contrario, "mientras más estatizaciones más burocracia y mientras más burocracia, menos socialismo, menos democracia y menos eficacia"


VERDADERA REVOLUCIÓN

En Venezuela es la pueril equivocación del presidente Chávez, quien no parece saber en absoluto que todas las revoluciones leninistas y otras análogas, la ecuación ha sido la siguiente: "Los revolucionarios toman el poder con las armas o con los votos, nacionalizan masivamente empresas, crean así una macroburocracia que administra los bienes de las empresas nacionalizadas".

Recordó Martín que esa regresión pronto hace estallar la revoluciones, como ocurrió en la URSS y el este europeo, o se transforman en su contrario como en China y Vietnam, países más capitalistas hoy que los que se jactan de serlo.


FUGA DE CEREBROS Y CAPITALES

De igual manera indicó Américo Martín que el entorno bajo el cual se configuran en Venezuela las empresas nacionalizadas es cada vez "más hostil contra los inversionistas privados extranjeros y nacionales". Eso ha producido una fuga masiva de capitales y de cerebros y una parálisis de la inversión.

Expresó que el país se hace más improductivo, pero como "el presidente gasta el dinero como niño rico", la demanda solvente ha crecido mucho frente a una oferta claramente insuficiente. Por eso Venezuela se ha convertido en colonia comercial de otros países, pero como la oferta sigue siendo insuficiente el país, por tercera vez consecutiva, alcanzará la tasa de inflación más alta del hemisferio y una de las más elevadas del mundo.

También resaltó el jurista Martín que Venezuela está en el área del dólar. Y el control de cambio sobrevalúa el bolívar y eso estimula más todavía las importaciones. "Vamos directo a una gran devaluación que castigará cruelmente a la mayoría empobrecida, esto será una tragedia y el testimonio más claro lo traduce este Gobierno"


INGRESOS HOY

Asimismo señaló el analista político que es difícil saber a adónde fueron a parar esos ingresos. En Venezuela el INE no se atreve a decir la verdad, la Contraloría no existe y el Banco Central ha sido despojado de su función tradicional de recibir con exclusividad las divisas que ingresan y por lo tanto ya no puede garantizar la estabilidad de la moneda, que es una de sus funciones básicas.

Por otra parte, el dinero sin control se pierde en los bruscos cambios de ánimo del presidente, y en el extranjero. ¿Cuánto se dilapidó, por ejemplo, en cooperativas, Consejos Comunales y empresas que nunca funcionaron? "Cuánto ha fluido al extranjero sin que lo sepamos. El Gobierno cacarea mucho pero no pone huevos"

Corroboró que "muy personalmente identifico tres presupuestos tales como, el formal, aprobado como ley presupuestaria anual, el que se relaciona por la vía de las leyes de crédito público que es una gran mentira a conciencia, el de Fonden que sólo lo sabe el Gobierno. Y el de la gran partida secreta sin control previo, concomitante o posterior.

Consideró Martín que a la hora de elaborar los proyectos de presupuesto el Gobierno lo calcula sobre ingresos ostensiblemente insuficientes, y la Asamblea Nacional se presta "dócilmente al juego". Pero cuando hay que ejecutar el presupuesto no hay cómo hacerlo sin sacar más dinero a través de leyes de crédito público.


RESERVAS INTERNACIONALES

En otro sentido agregó Américo Martín que cuando se habla de reservas internacionales se piensa en divisas, oro y otros instrumentos depositados en el Banco Central y que se aproximan a los US$ 40 mil millones, pero se deja de lado las de Fonden, que algunos han calculado en un monto similar al del instituto emisor, sumadas unas y otras se tienen reservas bien altas.

"Lo que no se entiende entonces es por qué se mantiene el control de cambios, por qué hay un crónico y creciente déficit en las cuentas fiscales, por qué se arbitran nuevos impuestos para cubrir ese déficit y por qué la inflación es tan alta e incontenible", acotó Martín.

Indicó que el actual Gobierno no es viable, no se puede salir adelante, no tiene opciones. Seguidamente resaltó "cuántas veces los ministros de Finanzas han tratado de abatir la inflación e incluso con medidas de esas que algunos llaman neoliberales, como los bonos y las absurdas notas estructuradas, todo para recoger dinero redundante.

Ante esta afirmación dedujo: "Pero nada han logrado como no sea endeudar más a Venezuela y fomentar la corrupción de alto nivel".

Además dijo Martín que es muy difícil por no decir imposible regresar al patrón oro. Recordó que durante el gobierno de De Gaulle, en vista de que el dólar estaba muy sobrevaluado, se quiso prescindir de la divisa norteamericana para sincerar el comercio mundial. De Gaulle, era "muy inteligente" y "muy duro" y en esos momentos anunció que Francia daría ese paso, pero no dio.

No obstante, el comercio ha crecido prodigiosamente desde entonces y no hay suficiente oro monetario para que sustituya al dólar, el yen, y el euro.
"Pero no me queda la menor duda que vamos hacia un nuevo sistema monetario mundial que no descanse en una sola divisa", dijo.


ORO Y AMBIENTE SUSTENTABLE

También se refirió el especialista económico Américo Martín al potencial aurífero venezolano, situado en Guayana y parte en Amazonas afirmando que es muy alto y que está entre 2.000 y 12.000 toneladas de reservas probables, "lo que significaría un 10% del stock mundial, con valor actual de mercado de 140 mil millones de dólares"

Además dijo que es oro de alto tenor su rendimiento puede ser de 16 gramos por tonelada, superior a la de por ejemplo Sudáfrica. Y "pocos gobiernos venezolanos han sabido qué hacer con el oro". El gran problema es el ambiental. La política aurífera tiene que ser sustentable y amorosa con el ambiente. Se ubica en Guayana, que cuenta con una biodiversidad admirable. En ese sentido Venezuela es el cuarto país del mundo. Pero "no se ven pistas ni indicios de que eso pueda lograrse en el corto o mediano plazo".


VENEZUELA RICA

Dijo Américo Martín que Venezuela tiene enormes riquezas minerales, diamantíferas, de uranio, de titanio, vanadio, berilio. En Venezuela los distritos diamantíferos están en el Roraima. No existe diamante de veta o manto, sino aluvional. Y en el país lo que predomina es la naturaleza tales como los lechos de los ríos y quebradas del escudo guayanés.

Aseguró que uno de los problemas que tiene Venezuela radica en "absoluta dejadez por parte del Gobierno y también por el grueso de los diamantes venezolanos que sale por vía de contrabandos. Finalmente se dirige a Israel e Irán.

"Podría rendirle mucho a nuestro país y a los pequeños mineros que se regulara con eficacia la actividad, pero no tengo esperanzas de que así será".

Indicó que el otro problema que presenta el país tiene que ver con el uranio, "como esa actividad, por su importancia estratégica, está militarizada no se sabe con exactitud el monto de las reservas probables".

Explicó Martín que Julio César Pineda hace unos dos años se hicieron prospecciones que permitieron hacer un estimado de 50.000 toneladas. Israel está muy pendiente de eso por las buenas relaciones de Chávez con Ahmadenijad.

Igualmente dijo que no hay sino que recordar que en el 2005 Venezuela firmó un convenio con Irán sobre minería estratégica y uranio e Irán está desafiando al mundo con su nueva Industria nuclear, hay razón para preocuparse por el tema y por el secretismo que lo rodea.

Además las computadoras de Reyes revelaron un incidente sorprendente sobre la comercialización de uranio por las FARC. Y, caramba, ni Colombia ni Ecuador tienen uranio, mientras que Venezuela tiene un alto potencial. "Es como para preocuparse seriamente".

Finalizó Américo Martín que el "Gobierno juega con los recursos minerales y de hidrocarburos pero evidenciando una extraña combinación de ignorancia, incompetencia e improvisación. El resultado ya lo estamos viendo y, por cierto, también lo están sintiendo en el pellejo los decenas de miles de indígenas de las etnias Pemón, Yanomani, Piaroa y casi veinte más, que representan cerca del 90% de las etnias de Venezuela".