Prometieron
y prometieron… pero las ansias de poder, de dinero, el odio y la incapacidad de
los dirigentes acabaron con la revolución bolivariana.
Se
sabía que duraría mientras alcanzara el dinero para comprar votos y voluntades,
lo que descubrimos ahora, es que en 15 años lograron arruinar a uno de los
países petroleros con más reservas probadas.
Con
un Presidente sin ideas, títere de gobiernos extranjeros y asesores franceses,
no se podía pensar que gobernaría para los venezolanos.
Era
un viejo proyecto de Castro, quien al fracasar en su intentona por invadir
Venezuela y apoderarse de su petróleo, se decidió por el largo camino diseñado
en el Foro de Sao Paulo, allí se integraron los renegados, los comunistas,
guerrilleros, políticos frustrados y peligrosos grupos terroristas. Todos en
espera de momentos mejores, esperando la ocasión que el desgaste lógico que
presentan periódicamente la democracias, las crisis económicas y los errores
humanos, se convertirían en terreno propicio para llegar al poder.
De
esta manera lo fueron implementando en los distintos países latinoamericanos.
Inmediatamente después de obtener una victoria electoral, ejecutan el mismo
proceso: apoderarse de todos los poderes del estado, promover la reelección de
por vida, desmoralizar, eliminar o imputar a los oponentes, censurar la prensa
y con el control de los organismos electorales, simular un derroche de elecciones
dudosas.
El
resto es lo mismo de siempre, campañas de promesas populistas, manipulación de
los más débiles, aprovechar la problemática social y hay que decirlo, apoyarse
en el desinterés que hubo de las clases políticas tradicionales, por los que
poseen menos. La estrategia se completa con un derroche de recursos para
obtener apoyos internacionales: compras de armas, asesores internacionales,
financiamiento de campañas electorales en otros países, venta de petróleo
barato y regalos millonarios.
La
receta resulta para ganar elecciones y obtener “inmunidad internacional”, luego
será otra cosa, la realidad demuestra que Venezuela esta arruinada, que el
venezolano no encuentra que comer, que empresas solidas están en la ruina y se
perdieron miles de fuentes de trabajo. Que las fincas expropiadas no producen
nada, que estamos endeudados por las próximas décadas, que esa deuda fue para
buscar dinero rápido que permitiera comprar conciencias y no para preparar un
futuro digno.
Por
eso el futuro de rojo se puso negro, sin comida, sin producción, sin divisas y
sin poder importar. A esto súmele que no pagamos la deuda que tenemos y pronto
seremos declarados en bancarrota, agréguele que la ciudad la controla la
delincuencia y que al menor descuido, usted será una más de las 200.000
víctimas impunes.
Piense
en los cortes de luz y agua, en las carreteras intransitables, en la comida
podrida, en el adoctrinamiento comunista que les están dando a sus hijos, copia
del utilizado en la Habana.
Visualice
los jerarcas del régimen, sus relojes, los yates y aviones privados, los viajes
a Paris, Miami, New York, de los representantes del gobierno. Las hijas del
difunto en la Casona y dentro de los aviones del estado o con deportistas y
cantantes, ¡la buena vida pues! No se olvide de las fotos con botellas de wisky
añejo y armas, aquellas con desnudos dentro de los salones de la Residencia
Oficial.
Entérese
de quienes obtuvieron divisas con empresas chimbas de maletín, quienes están
enchufados, quienes poseen fincas y caballos de lujo en el Imperio.
Averigüe
por que defendían al terrorista Carlos, porque se le dio dinero a la guerrilla
colombiana, de qué manera y quienes permiten que grupos extremistas islámicos
hagan vida y recolecten fondos dentro del territorio nacional.
No
se ha preguntado ¿Cuáles razones tenía Chávez para ser el mejor amigo de Sadam
Hussein, de Gadafi, de los Ayatolas y de cuanto dictador pululaba en el mundo?
Entre
tanto escuche a su alrededor para que se entere ¿Cuantos de sus conocidos han
perdido seres queridos, o cuantos han perdido el trabajo? Si visita una entidad
pública intente reconocer los acentos extranjeros.
Así
entenderá porque en el título de estos comentarios, los califico de ¡Traidores!
Los procónsules castristas dirigen y controlan los puestos claves: seguridad,
defensa, comunicaciones, identificación y próximamente la educación. Los que
permitieron esto deberán pagar.
Reflexione
todo esto, si puede haga una lista de lo que sucede, agregue tantas otras cosas
que el espacio de un artículo no me permite, sáquele copia, distribúyala en las
colas para conseguir un litro de leche por persona, y de vez en cuando un kilo
de harina.
Converse,
no discuta, escuche, razone, comprenda, proponga, explique por qué un país,
solo puede avanzar unido, promoviendo inversiones, atrayendo recursos e
inversiones. Con seguridad jurídica, respetando los derechos humanos, la
libertad de prensa y el régimen democrático.
Respetando
a los otros se promueven los valores humanos necesarios para que te respeten,
participando todos se involucra al país entero para salir adelante, creando
conciencia nos educamos para la libertad y el progreso.
Agarre
su lista de realidades y proposiciones, péguela en las entradas de los
hospitales y en las urgencias, déjelo rodar en las ventas de repuestos y en las
farmacias, distribúyala entre amigos y conocidos, si es preciso ruégueles que
hagan los mismo.
Recuerde
a los estudiantes, los heridos, los presos, los familiares de los que se
fueron. Apoye, sosténgalos, no olvide que luchan por usted.
Por
muy triste que sea, las cárceles, las morgues, las funerarias, los cementerios
están llenos de familiares con los que se tendría que analizar lo que aquí
sucede.
Utilice
de estas ideas lo que le parezca, cambie, corrija, modifique. Los tiempos
cambian para todos los gobiernos, sobre todo para los que traicionan, para los
que fingen ser una cosa pero son otra, aquellos formados por falsos patriotas,
que mienten descaradamente, los que se lanzan con discursos interminables que
no coinciden con la terrible realidad.
Esa
realidad de promesas incumplidas, donde el hambre, la escases, la inseguridad
conforman la vida cotidiana de los venezolanos. Es la hora de pedir cuentas, de
exigir responsabilidades por los millones despilfarrados, el momento es
propicio para una salida distinta.
La
tempestad se perfila en el horizonte, otras cartas vendrán… otras denuncias
saldrán a la luz pública, cada quien tratando de justificarse, servirán para
mostrar la verdadera cara del régimen.
Hay
que estar preparados a mas represión, la típica de los regímenes moribundos,
pero no tenga miedo… haga algo… por la Patria, esa que dicen que tenemos.
Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
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