BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

jueves, 27 de noviembre de 2014

R@f@el, RAFAEL RIOS, CARICATURAS, FORMA ESPECIAL DE OPINAR, RECOPILACION, MAS RECIENTES, VENEZUELA



 

 

 







R@f@el
Rafael Rios
rariga2@gmail.com
@rariga


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TRINO MÁRQUEZ, TIBY Y LA PROVOCACIÓN DE LOS ROJOS

TRINO MÁRQUEZ
Tibisay Lucena, presidenta del CNE desde 2006, ha sido una pieza clave en el andamiaje electoral montado por el régimen rojo para darle un revestimiento legal al modelo hegemónico construido a lo largo de dieciséis años. Tibisay ha permitido todos los abusos de poder, peculados de uso, excesos e intimidaciones que Hugo Chávez y el PSUV cometieron, y que continuaron en una escala mayor con  Nicolás Maduro. La máxima autoridad de un poder constitucional realmente independiente, jamás habría permitido que se cometiesen tantos desmanes contra la legalidad, los candidatos y partidos opositores y los votantes. La pérdida de legitimidad y prestigio del CNE está asociada a su deleznable  comportamiento al frente de ese ese organismo colegiado.

         El período de Lucena, inicialmente de siete años, expiró en abril de 2013. Cuando se habla de cambios en el CNE inmediatamente se piensa en la su salida y sustitución por una persona equilibrada, capaz de actuar como juez imparcial en la conducción del órgano que planifica, organiza y dirige la elección, mecanismo que legitima el sistema democrático, de las autoridades del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo..
         La Presidenta del CNE, por lo visto, no piensa lo mismo. Se considera eterna e imprescindible. Decidió postularse de nuevo como rectora del órgano electoral. Esta postulación, junto a la de Sandra Oblitas, no es casual. Ambos personajes están demasiado atadas a la estructura de poder construida por el régimen, para adoptar una iniciativa como esa por cuenta propia. No conozco los detalles de los acuerdos, pero puedo suponer que la postulación de las dos rectoras en ejercicio forma parte de una estrategia concebida por los rojos para  sembrar desconfianza, incertidumbre y desazón entre los electores de la oposición. Se busca desestimular la concurrencia a las elecciones legislativas de 2015.
         Todos los números desfavorecen al Gobierno, a Maduro y al PSUV. A la consulta interna del PSUV del domingo 23 de noviembre no acudió nadie. Al Gobierno no le sirvió la hegemonía comunicacional ni siquiera para movilizar a sus electores, población que mantiene cautiva y chantajeada a través de distintos empadronamientos: las misiones, las UBCh, las Salas de Batalla Electoral, las pensiones. Con todo el control que poseen, apenas lograron movilizar menos de 8% de supuestos militantes del partido. La abstención fue la protagonista de esa cita.
         El desplome del régimen no logran ocultarlo la propaganda abusiva, ni la continuas y latosas cadenas que ordena Maduro. La grave situación creada por la inflación, la escasez, el desabastecimiento y la devaluación acelerada del bolívar frente al dólar,  desbordaron la capacidad de manipulación del Gobierno. Si la oposición se concentrara en las elecciones del año entrante, los pronósticos que auguran una derrota segura del oficialismo en las elecciones de la Asamblea Nacional, se cumplirían.  La nomenclatura oficialista está frente al dilema de realizar esos comicios o suspenderlos. Como esta segunda opción tendría un costo político muy levado en el plano internacional, seguramente optarán por avanzar hacia esas elecciones.
         La pregunta crucial pasa a ser: ¿cómo avanzar? La respuesta me parece obvia: creando la mayor cantidad de sospechas y dudas acerca de la posibilidad de que la oposición, que cuenta con un sólido respaldo en los sondeos de opinión, triunfe en 2015 y obtenga la mayoría de los escaños que le corresponderían. Se impone, por lo tanto, desestimular la concurrencia a esas elecciones por parte de los simpatizantes de opositores. Hay que consolidar la imagen de que esos comicios estarán rodeados del abuso y la parcialización del árbitro electoral, como en los sufragios realizados después de 1999.
         Tibisay Lucena calza perfectamente en ese esquema. Los rojos aspiran que la gente la imagine bajando una vez más la famosa escalera del CNE y anunciado los resultados de los comicios legislativos. Con esa imagen tenebrosa, que ahuyenta a muchos demócratas sugestionables, juega el Gobierno.
         El antídoto ante ese proyecto que fomenta la desesperanza reside en prepararse  para asistir a las elecciones legislativas con los mejores candidatos y programas y la más sólida estructura operativa.
Contra ese fármaco no existe artificio que valga.
Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc        

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SAÚL GODOY GÓMEZ, EL PROBLEMA CONSTITUCIONAL EN VENEZUELA

SAÚL GODOY GÓMEZ
En lo personal, no creo que nuestra actual Constitución Nacional, promulgada en el año 2000, sea la mejor del mundo, como pretende la propaganda oficialista; creo que es una constitución sesgada y a favor de un modelo ideológico socialista, peor aun, justifica y perpetúa un modelo de Estado presidencialista, centralista, autoritario e interventor.

Fue una Constitución elaborada en el calor de un momento de exaltación del triunfo electoral del candidato Hugo Rafael Chávez Frías, jefe de una Revolución Socialista Bolivariana llevada al poder por aclamación popular y que con el paso del tiempo, se convertiría en una dictadura militar, sostenida por injerencias extranjeras, letales para nuestra soberanía e independencia.
No fue una constitución pensada y ponderada que pusiera como norte los intereses del país nacional, fue el resultado de una enorme presión política para ajustarla a un gobierno que prometía  un relanzamiento de la República y la creación de un hombre nuevo, un traje casi a la medida de una facción que se hizo con el poder en la cresta de un enorme movimiento popular, que creía en los cambios, que anunciaba unos ideales que finalmente fueron traicionados.
Se incorporaron algunas reformas que venían siendo estudiadas en el seno del antiguo Congreso, pero que en su mayor parte correspondían a exigencias de programas de la izquierda revolucionaria que deducía “su momento” para ajustar la Carta Magna  a sus intereses.
Afortunadamente, no pudieron hacer el trabajo profundo para introducir los basamentos que se necesitaría una vez que los cuadros del partido, lenta pero inexorablemente, sustituyera la burocracia estatal de gobierno por sus fichas, hasta lograr hacer del Estado un órgano al servicio del partido.
Quedaron pues algunas instituciones y modalidades democráticas intactas, que luego se convertirían en la piedra en el zapato de una revolución “chucuta” y fragmentaria.
Desde el día uno de la entrada en vigencia de la nueva Constitución, el gobierno socialista bolivariano se dio a la tarea de interpretar la letra de la Constitución a su manera, haciendo uso de una libérrima hermenéutica, tratando a la Carta Magna como si se tratara de un palimpsesto que tuviera una escritura escondida y que sólo la Sala Constitucional del pérfido Tribunal Supremo de Justicia, fuera capaz de descifrar… siempre a favor del régimen.
Bajo estas circunstancias, la Constitución del año 2000 jamás fue un limite al poder político, nunca determinó la “forma del Estado”, menos aún la “forma de gobierno”, ni regulo la producción jurídica que, según algunos expertos, son los pilares de toda constitución.
Por ello tenemos los bodrios de las leyes habilitantes, el intento fallido de meter de contrabando la comuna y el estado socialista, y por supuesto, el totalitarismo avasallante al mejor estilo habanero, con milicias y colectivos incorporados, en fin,  una suma de equivocaciones y errores que sólo apuntan al desconocimiento constitucional.
De allí surgieron las figuras de presos políticos que son inconstitucionales, la hegemonía comunicacional que es inconstitucional, unas fuerzas armadas politizadas expresamente prohibidas por la constitución, reelecciones presidenciales para violar explícitamente la alternabilidad del poder, un CNE rojo rojito que viola la independencia del organismo, la elaboración de listas de enemigos políticos del régimen y el criminal apartheid cimentado en el odio que vivimos, candidatos a la Presidencia de la Republica que no son venezolanos, la negación al debido proceso, el espionaje a los ciudadanos, la exhibicionista práctica del nepotismo, las invasiones y el robo de la propiedad privada, la intromisión de gobiernos extranjeros en áreas sensibles del gobierno, los presupuestos paralelos, la prohibición a la protesta pacífica, el saboteo del derecho de los ciudadanos a estar informados, el escamoteo del derecho de los ciudadanos al libre transito y a una identidad, el innegable deterioro al derecho a la salud y a la alimentación… la lista de irregularidades y violaciones a la constitución se hace larguísima.
Vale destacar que el irrespeto de uno de sus mas publicitados logros constitucionales, como es la inclusión de un capítulo sobre los Derechos Humanos, nos ha llevado a que el gobierno socialista bolivariano haya sido obligado a responder en la Organización de las Naciones Unidas por torturas y otras violaciones graves a los Derechos Humanos. ¿Qué indica todo esto? Algo tan simple y evidente como es que, en el gobierno Bolivariano Socialista de Venezuela, la Constitución Nacional es manejada con carácter oportunista y pragmático, que no hay una intención real de cumplirla ni hacerla cumplir, que el primer violador de la Constitución, y en flagrancia, es el mismo gobierno, que cuando le conviene la impone a los ciudadanos y, cuando no, se limpia el rabo con ella.
Cuando un Tribunal Supremo de Justicia se pronuncia por negar la existencia de la separación de poderes como centro de la concepción de un estado de derecho, y convalida la existencia de un solo y único gobierno, dueño y señor de todas las instancias e instituciones democráticas del país, entonces, ni tenemos estado de derecho, ni hay democracia.
Podemos decir que existe una constitución que no cumple el principal actor político de la Republica, que es el gobierno y el partido político que lo sustenta y que dice estar apoyado por una mayoría del pueblo.
Hay una oposición cuyos actores políticos se aferran a la letra de la Carta Magna para reclamar sus derechos, hacer sus denuncias y exigir del gobierno un comportamiento apegado a la ley, a pesar de que todos los caminos constitucionales indicados para restituir el orden constitucional están aparentemente cerrados, y no existen instituciones ni instancias posibles para esos fines.
Las Fuerzas Armadas, que son las garantes del orden constitucional y las encargadas de restituirlo encaso de perderlo, son cómplices activos en esta tarea de destrucción.
El mismo soberano, el pueblo, que en última instancia sería el encargado de restituir el imperio de la constitución en el territorio venezolano, no parece darse por enterado y acepta con pasmosa mansedumbre las reiteradas violaciones de sus derechos colectivos e individuales.
Visto este estado de cosas ¿En qué situación se encuentra la institucionalidad en Venezuela?
La Constitución no ha sido efectiva para garantizar nuestros derechos fundamentales, el chavismo-madurismo hace lo que le da la gana y viola sin restricciones la Carta Magna, no hay seguridad jurídica en el país, la justicia es una burla constante, no hay instituciones que soporten y hagan valer la ley, pero nos piden acatar la Constitución para supuestamente mantener un estado de derecho; los chavistas la usan para proteger sus fueros y abusos, convirtiéndola en un instrumento de opresión y garantía de las mafias para perpetuarse en el poder.
Hay aquí algo que no está bien, una lógica muy turbia de quienes, a pesar del desastre en que han convertido el país, pretenden continuar en este teatro del absurdo, haciendo de la Constitución un fetiche, una excusa para no actuar como lo requieren las circunstancias.
Mi opinión es que hace tiempo la Constitución ya no es el contrato social que suscribió el pueblo de Venezuela en el año 1999, no funciona, no hay quien la haga valer, excepto para sostener a grupos de interés (los partidos políticos) en sus mezquinas esperanzas de cohabitar en el gobierno con una horda de ladrones, asesinos y torturadores.
Hay una parte importante de la oposición política venezolana que opina que sí tenemos Constitución, y que todavía contamos con instituciones democráticas, que renunciar a esta idea sería dar un paso hacia la anomia social; basados en esta apreciación, ellos han planificado una estrategia para convertir la unidad de partidos políticos de oposición en una oferta electoral, que atraiga a esa parte de los votantes, que todavía tienen fe y apoyan al chavismo-madurismo como opción de gobierno, apostando, a pesar de todas las condiciones adversas, a que es posible un triunfo en las urnas electorales efectivo para cambiar de gobierno.
Pero tienen un problema grave, y es que esta unidad, sus acciones, planes e ideología, son vistos por buena parte de los venezolanos, que no estamos de acuerdo con este gobierno, como colaboradores del régimen; su ineficacia política y su incapacidad para cambiar los designios del régimen los ha situado en la posición desesperada de negociar, pactar y asociarse con el gobierno para buscar su propia sobrevivencia como organizaciones políticas.
Esta percepción está basada en varias conductas tolerantes con acciones tomadas por el régimen contra dirigentes políticos, organizaciones y líderes comunitarios, identificados como “molestos” al régimen, y a los cuales se les ha violado sus derechos civiles y políticos sin provocar una reacción o posición clara y contundente en defensa de estos factores de la oposición.
De igual manera, es reiterado el llamamiento de esta unidad política a la calma y a deponer actitudes combativas y de reclamo en la calle por parte de la ciudadanía, cansada de la tiranía y la opresión del régimen; estos llamados a la paz han dado como resultado el debilitamiento de jornadas de protestas, acciones organizadas de manifestaciones públicas de rechazo al régimen y exposición a los medios internacionales de una situación de violación masiva y continua de derechos humanos. Eso, en definitiva, favorece al régimen y sus intereses y emascula el sentido de resistencia del pueblo.
Esta unidad política pareciera ver en otros voceros y representantes de los diferentes intereses de la sociedad venezolana, a enemigos o “competencia” por la atención mediática y de opinión que pretende acaparar como derecho adquirido, en detrimento de la diversidad de pensamiento y acción.
Por último y no menos notorio, los voceros de esa unidad se han mostrado como adalides del fortalecimiento de la legalidad del régimen, aceptando sin discusión los momentos, condiciones y temas para reunirse con el gobierno, apuntalando un supuesto “diálogo” que ha resultado en la legitimidad y lustre de un régimen oprobioso, auspiciando con esa actitud la inhibición de medidas y sanciones en su contra por parte de actores internacionales.
Es de resaltar que el argumento de fajar a la oposición en la camisa de fuerza de la constitución, mientras el gobierno la viola a voluntad, ha resultado en un estado de desintegración grave, en donde actuamos como si estuviéramos en democracia, cuando la verdad es que continuamente se violan nuestros derechos fundamentales y el gobierno se afianza en la fuerza y el terror.
Creo que ha llegado el momento de pedir cuentas a la MUD, de sentar a sus líderes en el banquillo de la contraloría para que respondan por lo que ha sido su desempeño en estos aciagos tiempos, la Asamblea Nacional no ha tenido el desempeño que muchos de estos parlamentarios prometieron cuando nos pidieron los votos, ellos sabían que había que luchar muy duro en contra de la mafia allí instalada, que no iba a ser fácil, muchos se dedicaron a fomentar sus intereses partidistas en detrimento de los interés sagrados de la nación, otros prefirieron callar.
Cuando los estudiantes decidieron actuar no pocos de nuestros parlamentarios escogieron mirar para el otro lado, casi ninguno los acompañó en su lucha, el silencio cómplice de la bancada oposicionista al momento que los muchachos eran reprimidos con salvajismo, lo que hiso fue alimentar el estado de indefensión en que se encontraban, las calles de Venezuela se llenaron de muertos y heridos, las cárceles de presos y torturados porque, entre otras cosas, nuestros parlamentarios prefirieron enterrar las cabezas en la tierra, algunos hasta se aunaron a llamarlos “guarimberos”, término despectivo con el que se refirieron a nuestros jóvenes que se negaron a bajar a los infiernos con la boca cerrada y esperando por la próxima elección amañada; no se hiso nada por reivindicar nuestro derecho de restituir el orden democrático, a resistir un régimen que ellos, la MUD, consideran democrático “con insuficiencias”, al que nunca han tratado ni lo han descrito como lo que es, una dictadura de siete suelas.
Los responsables de las actuaciones antipatrióticas de la MUD, todos aquellos que han servido como judas en contra de la democracia, y les han entregado a los esbirros nuestro más preciado tesoro, que es nuestra juventud, en algún momento también rendirán cuentas al país. La historia los juzgara como lo que son y no como lo que pretenden ser.
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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SIXTO MEDINA, MANIPULACIÓN A IZQUIERDA Y DERECHA

SIXTO MEDINA
Cuando era estudiante en la Facultad de Derecho, solía un profesor decirme  que todo estudiante de abogacía era un prófugo de las matemáticas que terminaba cautivo. Huía de la precisión de los números pero caía, forzosamente, en una trampa que el mundo jurídico siempre tiene abierta: el rigor de su terminología. En los códigos, en las normas legales, no se puede vivir en los arrabales de la precisión. Ellos también tienen su “matemática”, y esa matemática indica que no es lo mismo “derecho” que garantía, “robo que hurto”, “violación” que “estupro”. Ese rigor hace a la esencia del derecho, porque el derecho-todo derecho- es un intento de amparo, de protección. Los términos vagos, imprecisos, brumosos, pueden servir a la poesía, pero no al mundo jurídico.

Pero la necesidad de ser claros, de tener que manejar términos con la mayor certeza posible, no es sólo un imperativo categórico del mundo legal, sino una necesidad imperiosa para una vida política y social sana. Es lo que nos está faltando a nosotros los venezolanos. El problema desde luego, no es gramatical. Es un hecho el enfrentamiento político entre quienes desde el poder pretenden imponer un sistema totalitario y quienes desde la oposición nos negamos a ello,  porque creemos en la democracia y en la unidad de toda la nación. El común-pero no el común de la calle o de la multitud, sino de los que están en el alto gobierno, y las de sus seguidores comentaristas, analistas o periodistas- que por razones obvias de oficio, debería tener nociones claras, generaliza de forma irresponsable sobre izquierdas y derechas. Reparten la calificación sin miramientos. Cualquiera es de derecha y cualquiera es de izquierda. Y así, a fuerza de reiterar estas denominaciones nada queda en claro. Apuntan a eso, a manipular, a ocultar la verdad o contar los hechos no como suceden sino como les conviene. 

Tanto el fascismo como el comunismo no tienen nada que ver con la derecha y la izquierda. El termino izquierda política y derecha política, tienen su origen en la votación  del 11 de septiembre de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución Francesa.  Al fin y al cabo la noción de la izquierda y la de derecha está siendo corrompida desde hace menos de cien años. Ser de izquierda es oponerse al poder político sin control, al abuso, al privilegio irritante, a los dogmas paralizantes. Tampoco hay izquierda donde los déspotas se eternizan, limitan la actividad política, ni defensa mínima de la dignidad humana. Tampoco hay derecha en los regímenes despóticos donde el gobierno de turno todo lo puede y el ciudadano común nada importa. La derecha y la izquierda, que todavía subsisten y gozan de buena salud, tienen que ver, como lo tuvieron siempre, con los criterios que se sostienen sobre el ámbito público y el ámbito privado.

Hoy en el alto gobierno hay una gruesa capa de aprovechadores de la confusión. Los intereses creados de estos malabaristas de la verdad levantan cotidianamente polvareda para impedir la claridad y la verdad. La izquierda y la derecha no tienen nada que ver con el crimen abyecto, institucionalizado, de todos los sistemas despóticos que la mala fe o la ignorancia califican de izquierda o de derecha.

Sixto Medina
sxmed@hotmail.com

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ORLANDO VIERA-BLANCO, UN PATRONAZGO QUE ACABÓ CON VENEZUELA

 ORLANDO VIERA-BLANCO
"En Venezuela  perdió el sentido de mérito; de  respeto, mística y gratitud.  ¿Pero acaso alguna vez lo hemos tenido?"

Me llamó la atención un programa de TV de raíz anglo llamado "Undercover Boss" o Jefe encubierto.  Es un reality show que coloca a un dueño de empresa en la misma posición de su personal, disfrazándole de un trabajador que ha sido reclutado por la compañía. Así de manera encubierta "el contratado" comienza interactuar con sus empleados, conociendo de las deficiencias y dramas personales. Al final el encubierto despierta a otras realidades; rectifica, acomoda, corrige y premia el mérito de su gente. De pronto me dije: ¿Cómo sería una versión venezolana de "Undercover Boss"?  ¿Con qué se encontraría el dueño venezolano? ¿Cuáles serían las reacciones o comentarios de sus empleados?

La serie in comento es un reality norteamericano que tiene sus versiones en Austria, Australia, Canadá, Italia, Noruega, Alemania, Israel  y España (primer mundo). El común denominador (España incluida), es la sana disposición del empleador de conocer a fondo el clima laboral de su empresa, sentándose a comer con sus empleados como uno más. Amén de un guión cursilón de edición romanticona, en términos de cultura grupal, la dinámica es elocuente. 

Durante cada episodio se respira un ambiente confraterno, educado, urbano, afable. Los empleados enseñan a su patrono (sin saber que lo es) a limpiar pisos, empaquetar, lavar baños, mezclar concentrados; conducir camiones; cargar bultos, tratar  clientes, ordenar mostradores, hacer inventarios, lidiar con supervisores; rendir cuentas, pasar informes, tolerar reproches y, en fin, sudar la gota gorda -como  ellos- en medio de condiciones que el empleador se sorprende conocer. 

Poco a poco el flamante CEO de empresas de altísimo nivel (Starbucks, Second Cup, Tim Horton's, Canadian Tires) u otras de menor rango (estaciones de servicio, retails, pequeñas fabricas o granjas) vive en carne propia  los sacrificios que hacen sus "camaradas de oficio" para cumplir sus jornales. Cómo rendir un detergente en una limpieza industrial. Cómo llegar temprano al trabajo teniendo que dejar hijos en guarderías, preparar comida la noche anterior o bregando con la temperatura o el servicio público. 

Cómo es descontado el día o llamada la atención, amén de cualquier calamidad. A pesar de las injusticias el jefe con peluquín, barba y/o gafas de apariencia, nota la lealtad y tesón de sus empleados. Cómo resuelven positivamente. Cómo conducen un camión-rompe columnas, para completar la ruta. Cómo sin implementos adecuados, se las arreglan para restregar y desinfectar pisos y paredes. Cómo evitan desechos innecesarios y optimizan la producción. 

Y cómo el salario no sube mientras prevalece la queja inclemente del empleador. En cada edición los sentimientos del trabajador quedan al descubierto. El ataviado jefe comparte los sueños de sus empleados. Sus deseos de viajar, de educarse más o ser parte de una banda de música. Y también sus frustraciones por no poder ayudar con una prótesis a su madre, dar un juguete a sus hijos, una operación a su padre o pasar más tiempo en familia. Al final los empleados son citados al despacho del jefe encubierto y son sorprendidos que su compañero de faena, era el dueño. 

El jefe comienza a hacerles concesiones, conmovido por sus revelaciones. Acuerda becas, viajes, ayuda médica.  Moderniza equipos, unidades de transporte. Mejora procesos y, en fin, se hace empático y más humano en medio de las tremendas emociones compartidas. Es la otredad en pleno desarrollo.

¿Cuál sería el resultado de un encuentro encubierto entre un empresario venezolano y sus empleados? Aquí es donde opera la "cultura comparada". De entrada: el locus de control externo.  Nada de lo que mal-ocurra en la empresa, será culpa del trabajador. Pero tampoco nada de lo que omita el patrono, será su responsabilidad. "Yo no fui. Yo no pude. Se me hizo tarde, se me perdió la cartera, se me dañó el reloj, se me cayó el café, se volteo un camión en la carretera... "Muchos dirán de la codicia del jefe (quien es más un enemigo que un aliado). "Cómo viaja, viste y come bien ese señor, mientras somos explotados miserablemente".  Y si el patrono decide dar regalías (becas, vacaciones o insumos), la respuesta más común será, "déme más o déme la plata". El jefe criollo (con aires de mantuano), replicará: "Son unos ignorantes. No merecen, ni valoran nada".  En Venezuela  perdió el sentido de mérito; de  respeto, mística y gratitud.  ¿Pero acaso lo hemos tenido? ¿El desprecio mutuo es de ahora o es de siempre? ¿Cuántas empresas podemos contar donde sus empleados quieran y valoren a sus patronos y viceversa? Y os digo que en las que ello ocurre, su eficiencia y rendimiento, es brutal.

Venezuela es como una empresa. Quienes están en el poder (o lo apetecen) conforman el patronato político y sus ciudadanos, son sus operarios. Pero nadie confía en nadie. Un "patronazgo" llamado chavismo acabó con una empresa llamada Venezuela. Y no hay "jefe" que hoy ni mañana, pueda encubrirse sin ser reconocido. Tanta destrucción jamás será olvidada. Sin embargo: usted y yo, amigo lector: ¿De algo somos responsables?

Orlando Viera-Blanco
vierablanco@gmail.com      
@ovierablanco

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LEANDRO AREA PEREIRA, LA MOMIA DEMOCRÁTICA

LEANDRO AREA PEREIRA
A primera vista daría la impresión de estar viva, al menos eso se comenta en los pasillos. Se ha hecho de una existencia distante y presuntuosa. Nos mira desde su lejanía de sarcófago profanado y en su misterio mudo se comunica con nosotros a través de mensajes de telepatía encriptada que cada quien traduce a su manera. 

Parece aún respirar por el vaho que le inventamos a su silencio de urna y si uno se acerca al vidrioso cajón que nos separa, diera la impresión, a la luz de sus linos roídos, dientes inmensos, mechones encrespados y uñas larguísimas, de que come de más o mal, pues se la encuentra barrigona y propensa al bocio.

Reposa allí, entre los muebles que la costumbre ha hecho propios, y da órdenes sin que nadie a ciencia cierta la oiga, sobre deberes, sumisiones y límites, no sólo para guardar las apariencias sino además para que nos mantengamos limpios ante tanta mundana ingratitud. Posee también el oculto poder de castigarnos si cometemos deslices que la conciencia reclama como culpa. Su nombre es casi ya nuestro tatuaje y apellido. Los perros de la casa ya ni siquiera le ladran.

Cuando salimos a la calle, oímos hablar de ella por doquier: que si la democracia esto, que si la democracia aquello. La leemos en los titulares de prensa, oímos de sus cuitas, de sus fastuosos y tanta veces engorrosos trámites electorales en cuanto rincón del mundo se permiten, porque también, hay que decirlo, vive evadiendo acérrimos enemigos que pretenden destruir su castillo de naipes encantados, cuyos custodios no son más, ni menos, que emplumados ángeles cruzados que enarbolan ajedrezados estandartes en los que se representa la libertad, la justicia, la paz y demás virtudes teologales frente a un mundo voraz y caribe de dardos y curares.

La democracia de hoy, y no solo en estos rincones aceitosos, se ha convertido en un cuento de hadas, cajita de música guardada en la memoria de la computadora con cuya melodía solemos arrullar a niños y ciudadanos llorones que despiertan a cada rato en busca de sustento y caricias. En esa cancioncilla dormilona se cuenta que la democracia es un unicornio azul, un obsequio de la casualidad afortunda de una rifa, una hamburguesa gratis en cajita feliz para merendar en nuestro ingrato y escaso mercadeo.

Como si ella fuera simplonamente un método de repartición de regalías, corrupción incluida, cesta ticket vacacional, y no la lucha cotidiana, la hemos dejado envilecer, envileciéndonos por falta de pasión y de fé; por ausencia, errores o traspiés, de acumuladores sociales de energía dispersa, líderes, agrupaciones, partidos políticos los llamábamos antes; por la dejadez que ha entregado a los otros, no los mejores por supuesto, se encarguen de lo que debería ser cuestión de dignidad, de honor personalísimo, hígado, corazón y pensamiento, que implican a cada quien antes que a nadie más, ya que el nosotros es un yo posterior, plural, multiplicado.

Creo entender en el mensaje recogido en el silencio petrificado de las momias que lo que no quieren es que las miren disecadas, lo que desean es vivir y por ello su sueño es despertar para morir de nuevo, si fuera el caso, por un ideal de carne y hueso.

No le demos más vueltas a la pirámide de nuestras cavilaciones intentando encontrar al culpable, pues aquí no hay más desperdicios que los propios. Desierto es lo que sobra y lo que falta es paso para hacer el camino que la democracia extravió sin los partidos, los políticos digo, que sin ser querubines de inocencia, al menos ejercían y distribuían la ambición de poder con más equidad que los de ahora y nos daban sentido y pertenencia. Hoy lo que somos es selva que nos traga.

Leandro Area Pereira
leandro.area@gmail.com
@leandroarea

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NARCISO GUARAMATO PARRA, 2015, AÑO COMPLICADO

NARCISO GUARAMATO PARRA
Todo parece indicar que el próximo año, 2015 va a ser bastante complicado desde el punto de vista económico y parte fundamental del problema se debe a la caída del precio del petróleo.

La política económica del gobierno, hasta los momentos, se ha basado en el gasto social (misiones) financiado por continuos déficits fiscales y aportes de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Se está haciendo costumbre utilizar premisas ultra conservadoras en especial el precio del petróleo para la elaboración del presupuesto, para finales de año aprobar, para su uso discrecional, créditos extraordinarios.

El presupuesto 2015 está realizado con un precio de 60 U$/barril.  Esta semana, el precio cerró en 68,97 US$/ b  con una clara tendencia a la baja. De mantenerse este comportamiento para el próximo año, sería casi imposible la continuación de la aprobación de créditos extraordinarios. Por lo que a finales del 2015 es de  esperarse que no haya dinero suficiente para el pago de los compromisos contractuales del gobierno (deuda, nómina, etc.). El gobierno estaría tentado a acudir al financiamiento por parte del Banco Central de Venezuela para solventar esta situación en el corto plazo. Este financiamiento por parte del BCV aumentaría la liquidez, generando presiones inflacionarias.

Las exportaciones petroleras representan un 95% de nuestras exportaciones por lo tanto disminuiría sensiblemente la generación de divisas necesarias para el pago de la deuda y las importaciones, así como suplir las necesidades de moneda extranjera del sector privado, lo que obligará a seleccionar a que sectores  se les otorgará divisas, lo que provocará una caída en las importaciones, provocando una recesión. Al no tener insumos, la producción de bienes y servicios disminuirá, con lo que se agravará la escases. Esta caída en la oferta presionará al alza de los precios. La escases de productos más la inflación será tentación para el contrabando, la especulación y el acaparamiento. El gobierno tendrá la disyuntiva de devaluar para restablecer el equilibrio en el sector externo o mantenerse sin hacer nada, aumentando de esta forma el desequilibrio.

Adicionalmente, el 2015 un año electoral y el gobierno hará todo lo posible para ganar las elecciones a la Asamblea, así sea difiriendo medidas,  aumentando el gasto público tapando con paños calientes (como son los aumentos en los impuestos) y/o lanzando acusaciones a la derecha de una profundización de la guerra económica.

Como se puede ver el año 2015, de mantenerse la caída del precio de la cesta petrolera, será un año de alta inflación, recesión, escases y malestar social, es decir se avizora un panorama bastante complicado para Venezuela, a menos que se revierta el comportamiento de los precios del petróleo.

Narciso Guaramato Parra
guaranatoparra@gmail.com
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EDDIE A. RAMÍREZ S., ASESINATOS POLÍTICOS: ¿CUÁNDO, CUÁNTOS Y QUIÉNES?

EDDIE A. RAMÍREZ S.
El régimen vende  mentiras  y algunos opositores las compran. Preguntas tales como cuándo empezaron los enfrentamientos en las calles    y  cuántos  ciudadanos fueron asesinados  este año por motivos políticos tienen  respuestas contundentes. 

Quiénes fueron los asesinos es algo complejo porque   algunos presuntos  causantes de las muertes no han sido sentenciados y  otros  todavía no están identificados. 

Las agresiones a los estudiantes y la  respuesta  de estos  con  trancas de calles  se iniciaron  antes  del 12 de febrero. Efectivamente, el 4 de febrero los estudiantes de la Universidad de Los Andes, núcleo San Cristóbal,  protestaron por la inseguridad y en respuesta los policías destruyeron una garita, rompieron un cajero automático y detuvieron dos jóvenes. Al  día siguiente protestaron  cursantes  de la Universidad del Zulia. El día 10 detuvieron a cuatro estudiantes y a una dama en San Cristóbal e integrantes  de las universidades de Anzoátegui se sumaron a las protestas. Es decir que las mismas no las inició Leopoldo.

Después del 12 de febrero fueron asesinados 14  ciudadanos identificados con la oposición, trece de ellos por disparos y uno por golpes.  Como supuestos responsables el ministerio público señaló que uno  de ellos fue  por disparos  de guardias nacionales, tres por funcionarios públicos (uno del Sebin, otro del CICPC y un  empleado ministerio). Nueve fueron asesinados por paramilitares rojos y existen pruebas de que  uno de los asesinatos fue por golpes de  guardias nacionales. A la cifra anterior pareciera  razonable incluir las muertes de  dos ciudadanos arrollados expresamente por vehículos conducidos por  oficialistas  molestos  por la interrupción de la calle.

De los partidarios del oficialismo  fueron asesinados   once ciudadanos, de ellos seis de la guardia nacional  y dos de la policía nacional. No se incluye en esta cifra el  caso especial  de  Juancho Montoya, dirigente de un colectivo armado,  quien según la fiscalía fue asesinado por un compañero de fechorías.  

Hay otro caso de un aparente partidario del oficialismo también asesinado pero en circunstancias dudosas.   Llama la atención que en ninguno de estos casos se han identificado  posibles asesinos, ¿dispararon paramilitares rojos contra los guardias o fueron opositores radicales?

En resumen, fueron asesinados 14 ciudadanos opositores  por paramilitares rojos, guardias nacionales y funcionarios policiales. Del lado del oficialismo fueron asesinados   doce ciudadanos, uno de ellos por un funcionario policial y once supuestamente por gente relacionada con la oposición. 

En total  26 venezolanos fueron  asesinados como consecuencia del inicio de la violencia por parte del régimen.  Cabe destacar que, con excepción de Montoya, que como se mencionó fue supuestamente asesinado por un compañero, entre el 12  y el 21 de febrero  fueron asesinados  solo ciudadanos identificados con la oposición.  Queda claro que el régimen inició la violencia.

Otros caídos: No se incluyen entre los anteriores el caso  de  Adriana Urquiola, asesinada  por disparos  de un malandro  Comisionado de la Policía.     Tampoco se incluye la muerte de un joven opositor que acosado por la guardia nacional cayó de un tejado. Hubo seis    muertes que se achacan a las barricadas. El único caso evidente es el del motorizado  que pereció  como consecuencia de una guaya colocada  para impedir el paso de posibles agresores.  Los otros  parecieran menos claros. Uno se estrelló contra un árbol, otro cayó en hueco de alcantarilla, otro patinó en aceite y dos  se estrellaron  contra la barricada.  También el gobierno achaca el fallecimiento de dos personas por demora en llegar a hospital como consecuencia de las trancas.  Estos casos   deben ser investigados para determinar si fueron accidentes u homicidios culposos. 

Achacar estas lamentables muertes a los llamados de Leopoldo, María Corina y Ledezma a realizar acciones pacificas de calle es una canallada  del régimen y es colaboracionista quien descalifique a estos dirigentes.  Exigimos justicia para todos y ello solo se logrará con la intervención de organismos internacionales de derechos humanos.

Como en botica: Felicitaciones a Marco Tulio Bruni-Celli por su  libro sobre el 18 de octubre. También a Carlos Oteyza por su  documental   sobre el petróleo. El Reventón III es excelente al igual que los anteriores.  Los rojos quieren destruir al IVIC, pero confiamos  no les dé tiempo. Evidenciado el perjurio de los testigos, todo el mundo se pregunta quién asesinó a Anderson y por qué siguen presos los Guevara.  Por populistas no aumentan el precio de la cerveza y por comunistas quieren ahogar a la educación privada y a  las universidades autónomas. Repudiamos  las torturas a los presos políticos Raúl Baduel y  Alexander Tirado.  Por inocente y por  razones humanitarias  Miguel Ángel Nieto debe ser puesto en libertad.  ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

Eddie A. Ramírez S.
eddiearamirez@hotmail.com
@eddieAramirez


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SALVATORE GIARDULLO RUSSO, RODILLA EN TIERRA

SALVATORE GIARDULLO RUSSO
El socialismo se ha convertido en el nuevo mito y su precursor, el comandante eterno, en el nuevo libertador del pueblo. Pero todo es un montaje cargado de mentiras y engaños, arropados en su hegemonía comunicacional y a la vez, controlando con leyes draconianas, los medios de información privados. Esto es con el fin de generar una sola línea de pensamiento, que en el fondo es una palabrería hueca, repetidora de consignas, como si fuera una fórmula para alcanzar el éxito, pero que en el fondo no tiene sentido ni dirección. Con la censura, quieren esconder su debilidad.

Se enfatiza en la defensa de la nación y en la independencia de la patria, contra los intereses de los oligarcas y el expansionismo del imperialismo yanqui. Pero el fin de toda esta patraña, es reforzar el poder absolutista del Estado, con tintes militaristas, junto a un culto a la personalidad del gran líder bolivariano. Quieren convertir al venezolano en un seguidor de órdenes, que sea obediente a las directrices revolucionarias, mermando cada vez más su capacidad de análisis y prohibiendo su derecho a disentir.

Justifican la grave situación social y económica mediante las misiones, donde lo que han logrado es convertir el trabajo en algo precario, con sueldos de hambre, sin ningún tipo de beneficios sociales. Chantajean con despidos a quienes no acepten y practiquen, rodilla en tierra, los preceptos del bolivarianismo; al mismo tiempo, han violado las contrataciones colectivas.


Los logros de esta revolución en salud, son distracciones para ocultar el grave problema de sanidad nacional, con el brote de dengue y chikungunya, sumado a la escasez de medicamentos para combatirlos. En educación pasa lo mismo, donde se destaca la mala calidad de los programas, con una alta dosis de ideologización, con maestros y profesores mal pagados, que han provocado una gran deserción escolar, mutilando los sueños de muchos jóvenes.

Han estafado al país con su supuesta democracia participativa y protagónica, llenando todos los rincones de Venezuela de grupos que han degenerado muchos de ellos en colectivos armados, usados como bandas de choque para enfrentar manifestaciones pacíficas.

De nada valió expropiar tierras y nacionalizar empresas, porque hasta ahora siguen bajo el control estatal y no se prevé en un futuro inmediato, que sean los trabajadores en administrarlas, porque lo que les interesa es la justificación ideológica y así dominar todo el aparato productivo.

El populismo golpea el estómago de la sociedad, con la escasez, devaluación e inflación. El régimen lo que busca es mantenernos en la ignorancia, para poder así adoctrinar y mermar la capacidad de comparación para no confrontar la realidad. Son ya casi 16 años de historias tristes y de penurias, de estrechez y necesidades. Por lo visto, esta manera de gobernar seguirá a toda máquina hacia ninguna parte, o mejor dicho, hacia la catástrofe.

Enviado a nuestros correos por
Alberto Rodriguez Barrera
albrobar@gmail.com
@albrobar

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JUAN JOSÉ MONSANT ARISTIMUÑO, LA ESPAÑA QUE SE PRETENDE (II), CASO PODEMOS,

JUAN JOSÉ MONSANT ARISTIMUÑO
Leopoldo Fernández Pujals, un empresario español de origen cubano, quien también porta la ciudadanía estadounidense y sirvió con honores en la Guerra de Viet Nam, en un momento de su vida decidió dejar su ascendente carrera en Procter & Gamble, instalarse en Madrid y fundar un pizzería con entrega por teléfono. Eso fue en la década de los ochenta, para finales de los noventa tenía unas 200 de ese estilo sembradas por toda España, incluyendo a Cataluña (para esa época Arthur Mas  no tenía la pretensión de independizarla).

Pujals, luego de vender todas sus acciones de Telepizza, incursionó en informática y compró Jazztel, servidora, entre otras ofertas, de banda ancha de internet. Hoy quiere dejar la dirección de sus negocios a sus hijos, la nueva generación, según afirma, y dedicarse a enseñar.
El caso es que, a una pregunta sobre las propuestas de Pablo Iglesias, convertido ya en flamante Secretario General (dejó de ser el portavoz, como le gustaba calificarse) del partido Podemos, declaró: “Suena exactamente igual al expresidente cubano Fidel Castro, en 1959”; y continuó: “Fidel dijo que era comunista cuando tenía el sartén agarrado por el mango, no lo dijo en el 59”. Por lo pronto hasta que se despeje el panorama no invertiré un euro en España, sentenció con cierto dolor.
La semana anterior, Fabiola Osborne, la esposa venezolana del presentador y cantante Bertin Osborne, ante una pregunta que le hizo la periodista de ABC sobre Podemos y su relación con el chavismo venezolano, afirmó:”El discurso que Podemos le transmite hoy a los españoles, es el mismo que le oía a Hugo Chavez. Aquella situación de la Venezuela de los finales de los 90, en parte me recuerda a la que se está viviendo aquí ahora. Hasta yo misma creí en Chávez en su día. Es muy fácil decir lo que todo el mundo quiere oír, pero explicar de verdad cómo se van a solucionar los problemas no es tan sencillo. Cuando llegan al poder, todo es diferente”.
Los totalitarismos de derecha o  izquierda son una aberración de la sociedad y una humillación para el hombre. De allí que nos llame la atención que un país que nos es tan nuestro como España, que llevamos en los genes sus virtudes y defectos, en pleno siglo XXI, miembro de la Europa moderna, desprejuiciada, que tocó el futuro, se encuentre ahora alborotada ante la presencia de un demagogo marxista, que la embelesa con su lenguaje sibilino de castigo, y promesas de un ensueño de república semejante a la de Platón, o quizás a la Corea de Kim Jong-un, o la Zimbabue de Mugabe.
Pablo Iglesias y sus más cercanos colaboradores son comunistas de formación y militancia, lo cual no tiene nada malo para ellos, pero si intentan imponérselo a la sociedad es inaceptable, porque fracasó, allí doquiera que se instaló. Arrastrando tras de sí la esencia del ser humano, su libertad, dignidad, alegrías, esperanzas, y la posibilidad de equivocarse y enmendarse.
¿Cómo no estar preocupados por lo que pueda suceder en España? Lo estamos porque sufrimos Venezuela. Un país acostumbrado a la libertad, la crítica, el desplazamiento, la solidaridad, la chanza y hasta el buen vivir, de repente se olvidó del fin y objetivo del hombre en sociedad. Sus líderes públicos y privados obviaron que la comunidad es para el disfrute de todos; y bajaron la moral, se corrompieron, los partidos fueron electoreros, sin programas a cumplir, el poder por el poder. Y surgió la corrupción, la separación, el desencanto, el rencor y la desesperanza, para terminar en manos de un soldado aventurero y amoral, con la patria destruida, partida, desvencijada, diluida, y sin gentilicio definido.
¿Y qué ofrece Pablo Iglesias, Juan Carlos Mercado, Iñigo Errejón y Luis Alegre? Lo mismo que Chavez y Fidel: constituyente, fin del bipartidismo, de ricos y oligarcas, la corrupción y un nuevo modelo económico. 
Todos de los arriba nombrados han pasado por Venezuela como asesores ideológicos de la dictadura. El último, Luis Alegre, fue llamado de ese país donde dirigía el Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), para encargarse de la campaña electoral al Parlamento Europeo, donde él mismo fue electo. ¿Tiene raíces o influencia Podemos en Centroamérica? No lo sabemos. Pero hay que seguirles la pista porque pudieran estar sentados en la misma mesa del Consejo de Seguridad de la ONU, junto a Venezuela, y ya vimos que no considera  la larga dictadura de Corea del Norte como un régimen que viola los Derechos Humanos.
Juan Jose Monsant Aristimuño
jjmonsant@gmail.com
@jjmonsant

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VALENTÍN ARENAS AMIGO, LA DEMOCRACIA COMO CARETA

VALENTÍN ARENAS AMIGO
Este desastre que llaman revolución empezó engañando al pueblo cuando la publicitaron como una “democracia participativa” para no tener que enfrentar a la cultura democrática de cuarenta años del venezolano.  Pero esta careta se  cayó cuando en estos quince años ejercieron el poder violando  la Constitución, dejando sin autonomía a todos los poderes del Estado que pasaron a ser simples “secretarías” del poder único, como sucede en toda dictadura  y apropiándose, además, de los medios de comunicación para poder vender con la propaganda como verdades las mentiras de la revolución. La careta democrática le fue sugerida por Castro, entre otras muchas cosas, a cambio del petróleo que tanto  necesitaba. Fue así como Venezuela vendió su soberanía  y regaló su petróleo para contar con la asesoría  de una revolución que tiene cincuenta años destruyendo ese país. El poder y no el pueblo es lo que les interesa.          

Durante estos quince años el régimen ha intentado mantener esa careta democrática controlando los medios de comunicación, los poderes todos del Estado, CNE incluido, y por supuesto los ingresos  del petróleo que manejó para comprar la simpatía no solo de Cuba sino de todas las naciones que integran PETROCARIBE. Fue así como la revolución, escondida tras la “democracia participativa” hizo elecciones que siempre ganaba por el control del CNE. Las consultas al Soberano se convirtieron así en una “simulación de democracia” de lo que fue y es una autocracia auténtica. Es curioso observar como cuando quien simulaba  consultar la voluntad del pueblo era candidato, el REP subía previamente sin que se aceptara nunca auditarlo, negativa esta que confirma la parcialidad del árbitro cuya función no fue que se conociera la voluntad mayoritaria del pueblo sino demostrar que existía una democracia,  lo que no era cierto porque en las autocracias quien  manda es el autócrata y no el pueblo  único soberano. Una simulación.

La supuesta ventaja mínima que obtuvo Maduro sobre Capriles, la negativa a  una auditoría, el haberse agravado la  situación del país desde  el 2013 –inseguridad, inflación, falta de alimentos y medicinas, la critica situación de Pdvsa, etc,-explica la fuerte caída de respaldo popular a Maduro como lo confirman todas las encuestadoras  al extremo que ya se habla de una posible renuncia.

La grave situación del país y la fuerte caída en la popularidad de quien ejerce el Poder Ejecutivo justifica, ahora mas que nunca  antes, que cuente el soberano pueblo con un árbitro electoral imparcial para que al conocerse lo que el pueblo decida esa decisión sea respetada y acatada sus consecuencias regresando así Venezuela a la “democracia participativa” que hasta ahora es solo propaganda a una democracia auténtica donde quien escoja a sus gobernantes sea el pueblo y no el autócrata a través de un árbitro parcializado que es lo que  ha  venido sucediendo en estos quince años. Venezuela quiere que se rescate la soberanía popular y sea Presidente quien escoja el pueblo lo que exige que la voluntad  popular sea respetada. Entonces la alternativa es bien clara: o contamos en el 2015 con un árbitro imparcial o expresamos la voluntad popular en las calles como permite el artículo 350 de la Constitución. El régimen está ahora en tres y dos. La soberanía será expresada en las urnas electoralmente  si el nuevo CNE es confiable o en las calles de Venezuela masivamente  si no lo es. Ya basta de tener democracia como careta.

http://porlaconciencia.com/
Valentín Arenas Amigó
alenri@gmail.com

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JUAN CARLOS SOSA AZPÚRUA, FESTIVAL DE CUENTOS FALSOS E HISTORIAS REALES

JUAN CARLOS SOSA AZPÚRUA
Cuando sucedieron los acontecimientos de principios de año, me convencí a mi mismo que el proceso sería irreversible. Sentí la calle como nunca antes, el pavimento sacó brazos y atrapó a nuestro país con su fuerza. Miles y miles de jóvenes suspendieron su juventud para conectarse con la tragedia de una nación que va olvidando lo que significa la libertad. 

El valor, la dignidad, el optimismo fueron valores protagónicos, sembrándose en cada rincón de Venezuela. En los eternos dieciséis años que lleva el apocalipsis chavista, nunca se había presenciado un nivel de arrojo y valentía semejante. Aquí las premisas de la lucha dejaron de sustentarse en asuntos coyunturales, gremiales, partidistas... para concentrarse en el sentimiento que mueve a la historia universal: el impulso de vida que lucha por su futuro.

La juventud venezolana asomó el rostro para mostrarnos facciones curtidas en una época de privaciones, de traiciones y desesperanza; un rostro demasiado sabio para ser portado por cuerpos primaverales; pero allí estaban, firmes, ejemplares, decididos a entregar la vida por sus ideales, por el sueño de libertad. 

Nada fue más inspirador que esos meses, porque siempre es motivo de alegría que salga el sol cuando se tiene una eternidad padeciendo las penumbras. Y esos muchachos irradiaron la luz y el calor de nuestra estrella orbital, porque bastaba acercarse a ellos para impregnarse de energía vital, colmándonos de esperanza. Tanto fue su influencia, que muchos de nosotros volvimos a apostarlo todo a Venezuela, porque se hizo palpable que una juventud de ese calibre es una garantía fiel que hace que la historia no termine, instando a tomar la pluma para escribir las páginas en blanco de nuestro porvenir nacional.

Porvenir que luce para los tiranos y sus cómplices como un libro insoportable, prohibido, que debe quemarse contra viento y marea. Los tanques, fusiles, bombas y escudos no se hicieron esperar, tampoco las estrategias para borrar sutilmente las pocas letras genuinas que comenzaban a leerse. 

La tinta que se escogió para tacharlo todo fue roja, y para hacerlo lo más cruel que un régimen como este puede concebir, el rojo fue sangre, la savia que corría por las venas de nuestros héroes imberbes, esos maestros que nos enseñaron con sus sacrificios que la lucha es algo serio, que las tiranías se confrontan con los más sagrado, porque es lo más preciado lo que está en riesgo de perderse. 

Cuando el rojo tiñó las calles con el DNA de nuestra juventud, y las lágrimas de sus deudos taparon las cañerías, las botas salpicadas de carne y sangre se acuartelaron, para darle paso a los borradores sutiles de nuestro destino, los asistentes escultóricos de este infierno. Se trata del universo político y mediático que se ha empeñado en imponer su cuento de ilusiones dentro de la más cruda de las realidades. Son estos personajes los artistas de lo "ecuánime", narradores fantásticos de pretensiones mágicas,  que además son escultores, porque tercamente insisten en amasar el estiércol dictatorial para darle forma democrática.

Y así pasaron los meses. Entre diálogos, asambleas y viajes, shows y más shows, los brazos de la calle fueron encadenados y la retórica de la mentira clavó su mágico cincel en el nuevo mundo de la esperanza, con un plan perversamente cruel: convertir a nuestros jóvenes guerreros en malandrines encapuchados; y su gesta heroica en un vulgar atajo alocado de cuatro gatos conspiradores. 

Mucho esfuerzo y dinero se invirtió en este viejo truco.  Activaron su radar y cambiaron máscaras, esta vez buscando imprimirle la palabra "barrio" al nuevo capítulo de su cuento.  Afinaron el cincel convertido en pluma, y rescataron a los sospechosos habituales, sus personajes favoritos de la política, el periodismo, los gremios, la farándula y el espectáculo, para hacer que su historia fantástica fuera leída por todos.  Y así sutilmente primero, cínicamente después,  el libro de la realidad fue encerrado, y con candado, en el cuarto más oscuro de la consciencia.  El régimen y sus botas podían descansar en paz porque sus asistentes camuflados hicieron el trabajo completo, mejor que cualquier maestro. 

Los rostros de nuestros muchachos sacrificados se volvieron extraños; sus ojos y sonrisas, inmortalizados en fotos que rompen corazones,  incomodaban cada día más, y tenían que borrarse, como sea, pero la orden era borrarlos. 

Y nada borra mejor la verdad que una mentira repetida infinitas veces.  Por eso el infame carrusel electoral comenzó a dar vueltas otra vez, y su música se puso al máximo nivel. El parque de la fantasía no solo se escribía, tenía que verse como auténtico, y así el cuento escapó del libro para volverse realidad, una pretensión de normalidad que se coló por todas las alcantarillas, hasta explotarlas con su presión terca, una compulsión atávica que "sisíficamente" materializa la tesis del eterno retorno.

Los personajes del cuento se vuelven a encaramar en sus palestras y agudizan sus sentidos para que no se les escape nada. La historia no se escribe en piedras porque se manipula a voluntad, y eso lo tienen como premisa inolvidable los escritores de este cuento fantástico, que persiguen con su insistencia irritar nuestros ojos hasta volvernos ciegos.

Ayer lo vimos representado en una metáfora maldita.  Se organizó un festival para rendirle honor a la lectura, y nada más enaltecedor que la celebración de la cultura y el ingenio.  Durante una semana la plaza de la Libertad - que es como merecidamente se bautizó a la de Altamira - se vistió de literatura, para recordarnos que el libro es un artículo de primera necesidad, aún en los tiempos más duros.  

Pese unas ventas acordes con las crisis, el evento respiraba saludablemente y qué bien que así fue. Pero acercándose el ocaso de la feria, de la alcantarilla que esconde a los escultores mágicos se escaparon unos duendes, con la tarea de cerrar el evento con un acto final que lo cubriera todo con las páginas de su cuento.  

Y convocaron para el espectáculo a lo mejor de sus dos mundos: las botas ensangrentadas del régimen salieron de los cuarteles para hacer presencia; en perfecta sintonía con sus extensiones light, asistentes sutiles que tan servilmente les acompañan en su misión dictatorial, los alquimistas del estiércol.
  
La excusa que consiguieron para esta aparición repentina fue una manifestación pacífica de las voces que hablan el idioma de los héroes.  Sucedió entonces la repetición en segundos de una triste historia de traición.

Como feria al fin que era, se logró representar como si se tratara de un parque temático los acontecimientos vividos durante el año en curso.  Para el éxito de su misión, aprovecharon que un grupo de jóvenes se acercó a la plaza para honrar la memoria de los rostros que estos cuentistas desean que olvidemos.  Se trataba de muchachos sanos, portando banderas y símbolos de libertad, dignos representantes de esa juventud que nos regresó la esperanza.

El régimen tiránico y sus colaboradores (entre ellos los tontos útiles que nada ganan) no podían despreciar el momento para encerrarlo en el cuarto oscuro, allí donde la verdad se esconde con candado, y mantener la escena controlada con las letras hegemónicas de su cuento. 

Ordenaron desalojo de la plaza, y activaron sus matrices de opinión, dándole vueltas a la rueda de su eterno retorno.  La alquimia infernal, esa magia escultórica transformada en narrativa cuentística, inundó las redes sociales con sus trilladas historias tergiversadas, usando para ello a sus protagonistas estelares, a los mejores vendedores de sus cuentos de camino, las sirenas mágicas que cantan democracia en los mares dictatoriales. 

Y así volvieron a "encapuchar" a los héroes, insistiendo que sus rostros de dignos guerreros libertarios pertenecen a malandrines descerebrados.  Cerraron el festival de lectura con su cuento fantástico, porque hasta el mejor homenaje a la inmortalidad de los sacrificios juveniles tenía que ser convertido por ellos en una mentira, un capítulo más en su cuento de camino.

Pero tapar el sol con un dedo es siempre un ejercicio fútil. Y como dijimos, nuestros jóvenes libertarios irradian luz y transmiten calor. Venezuela está golpeada, muy herida. Gracias a estos muchachos, ayer la calle asomó otra vez sus manos, como si los brazos estuvieran otra vez a punto de salir y hacer mutar al pavimento. 

Nuestros jóvenes han entregado la vida en esta lucha, y ese es el único libro que al final se leerá; por eso estamos agradecidos, y nos sentimos comprometidos. No habrá cuento que borre estas letras, que sí se sellarán en piedra.

Ahora toca ponerle el título a la obra y este libro tendrá que llamarse Libertad... porque nada menos merecen los héroes de nuestra historia venezolana.

Juan Carlos Sosa Azpurua
venezuelafenix@gmail.com
@jcsosazpurua


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