jueves, abril 17, 2008
Calamitoso el actual ambiente político venezolano. Por un lado, la oposición con su total carencia de olfato político, desorientación, falta de sintonía y desconexión con los anhelos del pueblo en un momento crucial para el destino del país. Chávez por su parte, con total control de lo sustantivo, no pierde la perspectiva, está claro en sus objetivos, no escatima en el uso de los recursos disponibles, independientemente que sus métodos y procedimientos caigan dentro del campo de lo ilegitimo e ilegal.
La oposición bobalicona abandonó las calles, decidió pasar la hoja sobre los resultados definitivos del referendo del 2D y de los escándalos cotidianos que involucran al gobierno en toda clase de fechorías, dedicándose por entero a las candidaturas para las inciertas elecciones del venidero mes de noviembre. Sin embargo, éste comportamiento errático y sin sentido, ha servido para concienciar al pueblo sobre la mediocridad de ese liderazgo mentecato y colaboracionista, al cual ha decidido no continuar acompañando. Los resultados arrojados en las últimas encuestas son contundentes, más del 50% de los encuestados no quiere saber nada de la oposición, a pesar que más del 60% rechaza a Chávez y todo lo que éste representa.
Einstein dijo que sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, aunque decía no estar seguro de lo primero. La oposición fiel a esta sentencia, abandonó las protestas, dejando el terreno libre a Chávez, quién se ha dedicado a montar las emboscadas necesarias para auto garantizarse su perpetuación en el poder. La aprobación del nuevo sistema educativo, que anulará la efervescencia del estudiantado; la incorporación de la reserva militar como guardia pretoriana de Chávez, que reprimirá al pueblo; y la ley que roba parte importante del situado constitucional que le corresponde a los estados por concepto de ingreso petrolero, para ahondar en la política clientelar y anular las fuerzas opositoras en las regiones, prácticamente cubre todas las debilidades y desventajas estratégicas que dieron al traste con la aprobación del adefesio constitucional rojo rojito del 2D.
Las cartas están echadas. La oposición nuevamente ha fallado, demostrando que no son los políticos necesarios para estos tiempos y que por sus faltas, culpas y omisiones, estamos quedando, para desgracia de la patria, a merced de Chávez y sus compinches.