Betancourt hizo más por Venezuela
que Bolívar…” así habló una dama con altos
éxitos, si tales éxitos se miden por los cargos, puestos, funciones que se alcanzan; en ese entonces,
ella era decana de una importante facultad de LUZ, y yo el mismo que ahora soy,
sin mas, por lo cual sigo en mi reconocimiento a esa gente, no se si los
envidio, no se, admiro a los alcaldes, gobernadores, rectores, decanos,
por cuanto pueden hacer y suelo detestar lo que hacen y desconozco
si me impulsan muchos más instintos,
pero profeso casi adoración a esos gerentes que sembraron su existencia
en la memoria imborrable de bellas damas, en gozosa, placentera emulación
sexófila a David o Salomón repletos sus
dominios de jardines de bellísimas
féminas o a Picasso en la plenitud de su
reino dionisíaco y me asomo a mis espacios vacíos y concluyo que no he tenido éxitos, y tal como mi psiquiatra
sentencia, a esos seres, a unos mas que a otros, los veo de esa manera, por mis
frustraciones, pues jamás pude ser como
son ellos, y me refugio en la realidad,
presumo que para consolarme, y la realidad es mas rica que las todas teorías,
así entonces, qué mejor éxito que el de
Maduro, presidente y qué fracaso el de
Uslar que no alcanzó su proyecto de sembrar el petróleo y para ello más
que ser presidente necesitaba la
consciencia de todos y, sobre todo, un
algo de razón en el Poder; cuánto el éxito el de Franco y qué fracaso el de Miguel
Hernández, Lorca o Machado, pues
bien, ante mi cara de sorpresa,
aturdimiento, porque yo hasta ese día creía, como me enseñaran mis padres, la
abuela y mi maestro Don Rafael, que el
tal Bolívar era alguien de alguna
trascendencia, loco tal vez, pero en fin loco bueno, que piensa siempre hacer
el bien y arriesga todo por hacerlo, quizá se fijó en mis ojos de escéptico pero, con la prudencia de quien
como yo tiene mucho respeto, admiración por quienes por sus méritos han llegado
muy lejos, me retiré, di un beso en la
mejilla con la timidez que provoca tocar lo inalcanzable. Digo mejor, con el
temor de besar a un ser con éxito y uno
se consuela contemplándolo y en el anhelo de, como ellos, alcanzar el éxito.
Iba
concluyendo un Padre Nuestro, qué
imbécil había sido yo hasta ese
momento. Bueno, perdone lector mi
insinceridad, la constante prosigue
y, apenas me decidía a entonar
el Credo, era lo único que quedaba de mis dogmas espirituales y
probablemente sin caer en cuenta, seguía
sin mirar atrás, no quería que mi historia me convirtiera en estatua de sal,
como ocurrió a la mujer de Lot, castigada por Dios para que no se llevara el
vil pasado en su conciencia, cuando la clarinada de su voz me detuvo, “un dato
más, a Betancourt debemos las mujeres el derecho al voto, mucho antes de que
los suizos lo permitieran, y, ponga buena atención, Betancourt fue quien por decreto devolvió al Zulia a su
universidad, cerrada por la barbarie gocha”. Y enfática concluyó, “eso es parte
de la gloria inmarcesible de la más imperante revolución que ha habido en
Venezuela, en toda América: la Revolución del 18 de Octubre”
Convencido
de tanto saber de esa dama y de contemplador de tan bella anatomía eché a andar
alegre, no rezaba, cantaba el himno de
Acción Democrática. Dos ilustres maestros lo
crearon para que nunca se fuera, aun cuando pudiera desaparecer el partido, tal cual parece que
ocurrió cuando se fueron ellos,
Andrés Eloy Blanco y Inocente Carreño. Yo solía traicionar la melodía con la
Marsellesa, que me la enseñaron unos
curas eruditos eudistas,
probablemente comprometidos con los curas obreros de Paris y alguno de entre
ellos profeta del venidero mundo gay, lo amargo
cruel del celibato, lo dubitable del aborto y la eutanasia y la
comprensión del adulterio, no del
típico, de ese que se esconde desnudo bajo las sombras del ocultamiento, jugando
entre las piernas hasta alcanzar el monte de Venus como poemas que
vuelan de la cimas inhiestas de los Andes hasta el solaz del arrullo de la mar
en conticinio sino del general, según lo
anunciado por el verbo adulterar que, en
definitiva, no es mas ni menos que deformar,
tergiversar, engañar mediante la manipulación de la verdad y unas
traiciones más, inconfesables para evitar divorcios, crímenes y mentirle a
Dios.
Una
revolución era algo único, un hecho histórico, aprendí a decir sin saber qué es
eso pero suena bien, pues, me dijeron que cambiaba, superaba lo que constituía
un obstáculo para el buen vivir o un límite muy serio a la libertad, como son
las dictaduras y los dogmas, a manera de sencillo ejemplo. Sabía, por mi bien
oír a mi maestro, Don Rafael, que eso de
llamar revolución científica o industrial era, mas que momentos, procesos que
cambiaban la historia, la visión y concepción del mundo y, quizá, sin
proponérselo, cambiaban al hombre y lo hacían otro, siendo mucho del mismo. Y
mi maestro se solazaba, la revolución copernicana, galileo newtoniana… la
revolución industrial, la revolución francesa, las revoluciones en el arte, la
independencia de los Estados Unidos, y
mas y más ejemplos, que yo aún no podía
vislumbrar su sentido y que ahora he
querido entender para comprender esto que, a esta altura, me pesa más que pasa,
la revolución del chavemadurismo en manos de los mazazos de Diosdado.
Cosa distinta son las reformas, decía, y
citaba la Reforma que intentó
Lutero. Las reformas no cambian las
sustancias, las esencias, los
fundamentos, por eso duran y perduran, pueden seguir haciéndose per omnia saecula saeculorum y nunca pasa nada. La mujer y los políticos
viven en constante reforma, pero nunca cambian, las primeras se reforman en función de la belleza para
mejor poder y los políticos para alcanzar y mantenerse en el Poder. Y el Poder y la Mujer son idénticos… todo lo
que el varón y algún barón hacen
motivado e impelido está a conquistar a la mujer y a hacerse del Poder. Hablaba
así mi maestro Don Rafael!
Todo
iba para mí bien, con las
enseñanzas que, en síntesis, quedaron delatadas arriba, hasta que llegó Chávez Frías.
Ya mi ignorancia estaba colmada de sabiduría con la definición de
revolución y reforma y sus analogías y
distinciones, pero… Ay! Chávez, con él me pasó lo que tanto me emocionaba con
las narraciones de Papaito Candal, Y
Mañana! tal mi amor por el futbol no
dormía pensando en el juego que
vendrá. Y qué hiciste papaíto, cuando se perdía un gol y vino
Hugo Rafael, anunciado, no duden, por algún profeta o muchos, todo
cambió. Anunció al mundo una
revolución originaria, lo cual comprendí por las lecciones aclaratorias de JVR,
que así tenía que ser porque su origen era de
estas tierras paradisiacas antes de Colón. Y por si faltase algún
detalle para la identificación, añadía, indoamericana.
Me gustaba la definición de originaria…tanto
que en este continente, antes de Colón, y no es cuento difamatorio sino
documentación infalible, había canibalismo.
Premonitoria esa caracterización. Piense usted en esta escasez y vea que esta revolución bien haría posible que
nalgas apoteósicas de esas caderas grandes que embelesaban al poeta Rafael Rincón González -y a mi
también- constituyesen plato de exquisitez,
no como problema propio de la voracidad de un enfermo glotón,
sádico, sátiro, sino que con objetividad
de tener verificable, medible, mensurable masa, en la definición
de la fisca, que encantaría al mejor banquete al bocacciano estilo. Volver,
pues, al socialismo originario o traerlo hasta hoy es uno de esos magnos milagros de la
esta revolución. Se preferirá el crudo a
lo cocido, por la ausencia de aceite, de
gas, de agua, electricidad, de carbón. Virginal como lo primitivo.
Ah! Pero siempre hay un pero. En
los tiempos que aún faltan por llegar,
el canibalismo tendría que desaparecer,
no por cuestiones culturales, religiosas, legales, ni porque todo lo que había lo devoró ya la
revolución, sino por consecuencia de la
exagerada producción de NADA y de NO
HAY!, pues las bellas caderas son grasas
especiales que la abundancia ha acumulado en siglos de bienestar, del buen
comer y del mejor amar… Pero, Dios
proveerá, bien nos enviará el maná
suficiente como dio a los judíos en el desierto bien multiplicará los panes como en
el Nuevo Testamento y quiera su
misericordia, si halla agua, brindarnos un buen vino, el mejor, como lo hizo
para coronar con alegría las insaciables ganas de beber cuando no hay, en las bodas
de Canaán. O quien sabe, si no aparecerá al final el dios vengador
apocalíptico según anuncian los Testigos de Jehová y se alcance el socialismo
del XXI según el rigor de los buenos escogidos que, con prudencia, han
resguardado su avío en la banca suiza.
Poco
a poco voy abriendo mis ojos para que llegue la verdad. Betancourt,
mas grande que Bolívar, padre de la
democracia y la democracia es lo mas perfecto y lo mejor que hay. Si
injusticias, errores, corrupción,… hubiere, son propios del hombre. No de la democracia, ella es perfecta y como
Dios ubicua. Como dios, buena, intachable, perfecta…La cuestión somos todos los
demás que capaces somos de pervertir a la democracia y engañar a
dios. Lo primero con gran éxito, lo segundo quien sabe si perfecto
según la elección que a bien o a mal
hagamos y cuanto soporte Dios y los demás. Digo es un decir, la democracia es
dios y se hace carne en la libertad de mercado y este, su sacro templo. Pero, como en todo, siempre hay un pero.
Llegó Jesús y sacó a los mercaderes del
templo, previo haber cubierto el paso
del diálogo con los sacerdotes y haber comprobado, demostrado, su desapego, desprecio a la verdad.…
Ay!,
pero Hugo, que hiciste Hugo Rafael.
Después de la creación, Nadie, nadie que yo sepa, ha logrado hacer lo que Tú has hecho; cierto que no recibiste el paraíso tal cual prodigó dios
inmediatamente después de haber inventado
a Adán y a Eva, para que vivieran sin hacer NADA, nada
absolutamente nada, como lo mas sublime de su política social, con una
sola prohibición, que no se fuesen a encaramarse al árbol del conocimiento y
Eva salió voraz de sabiduría. Como bien sabes, alguna de esas tribus
espirituales, desde la santería, el vudú y las sectas cristianas te habría repetido lo que dijo Eva, que fue
la serpiente que la sedujo para que fuese como son los dioses, sabios y
supremos y eternos. Perdóname este
excurso, pero son cualidades que tú tendrías en grado sumo
y una de mayor trascendencia, has
logrado poder estar vivo después de muerto sin resurrección, como es de fácil
inferencia y tú lo has logrado, según
dice Diosdado, Maduro y demás sacerdotes de tu templo. Chávez vive! No
hallaste esos cuatro ríos pícolos que lo limitaban y adornaban, pero, aquí encontraste gratis una excelente proporción de carne, huevos, leche, caraotas, yema,
tajá, que casi todo se hacía o producía aquí, y con pocos cobres, pues, como sabes, el
petróleo estaba en tan pésimos precios
que era imposible crear y mantener cuentas en la banca suiza y en el imperio.
Luego, sin mas detalles, para que mas fáciles se abrieran tus manos, se
multiplicó hasta el infinito el precio del petróleo. Y se gastaron todos esos cobres, dólares y
hay que ver cuán grande es tu revolución, nadie sabe en qué, salvo las
informaciones de Giordani y las otras de no menos valor sobre la tal
boliburguesia y mas y mas…
Creo
que me extravié, pero volvamos al camino.
Tú acabaste con todo esto. Sembraste
de odio y se recogen crímenes.
Siembras ignorancia y recoges esclavos. Siembras terror para cosechar
abulia y ataraxia. Esa fue tu mejor inversión. Pero, apenas ayer descubrí la causa de que tú te hayas echado a perder, corromper, pudrir,
todo… casi todo, los dueños del PSUV se encargan de completar tu revolución.
Muchas cosas de las que dijiste sonaban bien. Acabar con la corrupción,
minimizar el estado, potenciar las
inversiones privadas, no allanar
universidades, acabar con la guardia nacional, y jamás ser comunista, si el
señor Jaime Bayly, creo que se llama así, no te hizo montaje a tus entrevistas,
pues tal como son los capitalistas,
imperialistas, quizá te buscó un doble perfecto, como si estuvieses
momificado en un panteón y tú quien sabe
si te fuiste a la Habana y no volviste mas, como decía una vieja guaracha,
creo, “yo me voy pa` la habana y no vuelvo mas…” pues bien, yo se quien te tocó
para que te encaramaras en su palo, y
fueras mas que dios, Fidel.
Tú eres, como Eva, víctima pero como ella disfrutaste el placer
del poder. Convencido te fuiste de que
había algo incompleto para el exterminio del paraíso, dejaste a Maduro, paisano
de Pastrana y pana de Samper, según confesión de cada quien.
Ayer me encontré por casualidad
con Raül, sí, sí, Raül Castro, estaba en
el programa “unas son de rojas y otras son de
arenas” en la ciudad mas limpia y
la mejor de Venezuela Y él dijo, como el gran tema de su
entrevista, que se va de esta Habana y no vuelve más. Hizo las paces con el imperialismo jankee y
en breve Cuba será un estado libre asociado de la Unión. Y esto se me parece a una revolución, según decía mi
maestro Don Rafael.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
@americogollo
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