BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

viernes, 19 de septiembre de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, A LOS JÓVENES ANTICAPITALISTAS,

Los he visto y escuchado en televisión hablando pestes del capitalismo, en reuniones promovidas por el gobierno comunista de los chavistas para indoctrinarlos,  con una serie de ideas prefabricadas que ustedes repiten sin pensarlo mucho, como que todo lo malo que sucede en el mundo y en nuestro país es culpa del capitalismo, y por el contrario, todo lo bueno, lo asumen, es obra del bendito socialismo o comunismo o revolución bolivariana, que es lo mismo.

Como pienso que no tuvieron oportunidad para que alguien les explicara lo que es el capitalismo, les invito a que me den la oportunidad de hacerlo; no porque pueda convencerlos, ya que estoy seguro de consideran las ideas que les han inculcado como la verdad verdadera, pero con esta lectura pondrían poner a prueba la inefabilidad de sus ideas y lo fácil que es derrotar éstas  a punta de dialéctica marxista.
Vamos a empezar con unas palabras de Ludwig Von Mises, uno de los estudiosos del capitalismo: “Lo  característico  del  capitalismo  es  producir  bienes  en masa  para  el  consumo  de  la  masa,
provocando,  de  esta suerte,  una  tendencia  a  la  elevación  del  nivel  de  vida  en general y  al progresivo enriquecimiento de  los grupos mayoritarios.  El  capitalismo  “desproletariza”  a  los  trabajadores, “ aburguesándolos”,  a  base  de  bienes  y  servicios.”
¿Qué significa aburguesar al proletariado? Muy simple, sacarlos de su miseria, de las necesidades que lo acogotan y no lo dejan dormir, hacerle la vida más fácil, llevarle prosperidad a sus vidas ¿Cómo? Permitiéndole obtener en el mercado las cosas que requiere para su alimentación, vestuario, educación, profesionalización, pero también servicios, como salud, electricidad, seguridad… permitir que su sueldo, que lo gana trabajando, le rinda para adquirir, por precios económicos, lo que todos queremos y necesitamos.
Para ustedes, los socialistas, eso no puede ser; al trabajador hay que conservarlo en la miseria, en la necesidad, y lo que no pueda obtener por su trabajo, que se lo regale el Estado, o se lo quite a los que tienen.
Las economía nacionales que se basan en el libre mercado se sostienen porque existen empresas muy grandes que producen bienes de consumo masivo, bienes a precios populares, para que todos puedan comprarlos; las empresas que producen mercancías de lujo son pocas y no hacen mucho peso en las cuentas de un país, justamente porque son muy pocos los que pueden comprarlas.
Fíjense ustedes cuáles son las empresas más grandes del mundo y se darán cuenta de que todas tienen que ver con el consumo de las masas: energía, alimentos, transporte, viviendas, etc.
Y en una economía de mercado, el consumidor es Rey, y no es una broma, es el consumidor, comprando un producto o dejándolo de comprar, quien decide si una empresa prospera o tiene que cerrar; no es un ministro ni otro funcionario público, no es la Guardia Nacional o un decreto los que deciden, en la economía, quién tiene posibilidades de crecer, competir, ser exitoso… y, por lo general, el consumidor compra lo que quiere entre muchas ofertas, porque hay gran cantidad de empresas trabajando para darle lo que necesita a diferentes precios, calidades, presentaciones.
No es como en el socialismo bolivariano - que posiblemente es lo único que ustedes conocen, digo, por la edad - donde apenas hay dos o tres empresas, vigiladas por la policía, controladas por los sindicatos, reguladas por el Estado, que sólo pueden vender a un único precio, y se consigue una sola presentación de un producto, cuando hay.
Von Mises nos dice: “La  economía  basada  en  el  lucro hace  prosperar a quienes,  en cada momento,  por  una  razón u  otra,  logran  satisfacer  las  necesidades  de  las  gentes  del modo mejor  y más  barato posible. Quien está complaciendo a  los  consumidores  progresa.”  Y quien progresa, es porque se arriesga a invertir, a crear nuevas empresas, a producir más bienes y servicios, sin que nadie lo obligue ni le diga cómo hacerlo; si al empresario le va bien, se asocia con otros para montar nuevas industrias, le pide prestado al banco para conseguir el capital y abrir nuevos mercados… ¿y adivinen qué? Se abren nuevos puestos de trabajo, le dan la oportunidad a la gente para que se gane la vida, para que produzca, para que no exista miseria y puedan superarse en la vida.
Y entonces llegamos al primer escollo. Los socialistas, convenientemente, piensan que el lucro es malo, que ser rico es un pecado; les han dicho que los empresarios son unos ladrones, pues le quitan a sus trabajadores una “plus-valía” a la que tienen derecho porque es su trabajo, que sacan unas cuentas raras y le asignan valores fantasmas a los productos y a las cosas que son transformadas por el trabajo; todavía peor, le asignan valores morales y humanos a esas transformaciones y, al final, los capitalistas no sólo roban a los trabajadores, sino que los alienan, los vuelven locos y les quitan la vida.
Pero no contentos con esto, han inventado unas “empresas socialistas”, de empresarios y personas que se arriesgan a invertir su dinero por amor, por pura solidaridad, que creen que los trabajadores son capaces de unirse y crear, mantener y hacer exitosas unas industrias que producen de acuerdo a la necesidad de la gente, o a lo que ustedes, o el gobierno socialista cree que la gente quiere.
De acuerdo a esta tesis, si la gente no puede pagar sus productos se los pueden regalar, no importa que las industrias quiebren, que es lo que siempre sucede - porque una empresa o produce, o muere.
Lo que sucede en socialismo es que las empresas de producción social cuentan con el “papá” Estado para que las ayude y mantenga, el Estado obliga a la gente a pagar impuestos con los cuales mantienen a las empresas socialistas abiertas y produciendo perdidas.
Pero la cosa no es tan sencilla, desde el momento en que el estado interviene una economía, regulándola, poniéndole trabas a los empresarios privados, aplicando multas, negándole los recursos para que pueda trabajar, sembrándola de sindicatos políticos para que intervengan en la gerencia, dictando los precios, inventarios, inspeccionando, amenazando con cierres, llamando ladrones a los dueños de la empresas, en ese momento, el consumidor deja de ser soberano, la economía deja de ser libre, y el país se atrasa.
Hay personas como el profesor Giordani, el fracasado ex-ministro de planificación chavista, principal genio de la gran quiebra del país (un país rico en petróleo), que cree que el Estado puede y debe controlar cada uno de los aspectos y detalles de la economía (algo imposible de lograr y hacer), aplicando las recetas del socialismo.
Logró lo que parecía un imposible, arruino a un estado petrolero y multiplicó la pobreza, ¿Como lo hizo? Permitiendo que el Estado fuera conformado por ineptos y socialistas como él, que creían que podían prescindir de la empresa privada y de las libertades económicas, y por medio de la fuerza implantó un sistema de corrupción robándoles a todos los venezolanos el futuro. 
La gran diferencia entre capitalismo y socialismo es que el capitalismo necesita confianza y prospera cuando la sociedad es libre, el capitalismo necesita el concurso de toda la sociedad; en socialismo, todos desconfían de todo el mundo, se ve ladrones hasta en la sopa, y por ende, la tentación de controlar y castigar es apremiante.
El socialismo, con la excusa del amor, somete a los pueblos eslavizándolos, con la promesa de la igualdad arruina a muchos y enriquece a unos pocos.
El gobierno chavista a tratar de embaucarlos en algo que ellos llaman comunas, los van a organizar en grupos como si fueran una gran familia, van a jugar con sus sentimientos y necesidad de tener amigos, vecinos, padrinos preocupados por su bienestar, pero ¡mosca! fíjense bien, detrás del juego de camaradas y hermanos hay planteada una estructura de poder que tiene un jefe, una política y un guión, nada es inocente, allí hay personas inescrupulosas que quieren posesionarse de sus mentes y de su alma con fines de dominio y de guerra, trabajan como una secta, les dan trabajo y dinero y a cambio les piden su lealtad incondicional, los van a indoctrinar y los van a vigilar, una vez que entras, es muy difícil salir.
El trabajo de las comunas consiste fundamentalmente en cambiar tus prioridades de vida, van a tratar de que ustedes renuncien a su vida personal, a sus sueños, a sus propios intereses a cambio de los intereses, la vida y los sueños del grupo, un mal negocio, quieren convertirlos en animales de manada, en vez de personas, usarlos, quitarles responsabilidades para que se disuelvan en la comuna, robándoles lo más preciado que tiene el ser humano, la libertad. 
Es muy probable que ustedes muchachos que hoy se dicen socialistas, o revolucionarios, o “ñángaras”, con el pasar del tiempo se den cuenta de la trampa en que están metidos y rectifiquen, si no, lo más probable es que terminen presos por ladrones o buscados por violentos –
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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ROBERTO GIUSTI, LAS DESVENTURAS DE UN HIPERTENSO

No se trata solo del comunismo sino, más bien, de consumismo, es decir, de los hábitos de consumo porque casi sin darnos cuenta los venezolanos hemos venido perdiendo "derechos adquiridos" en un aspecto tan importante como el de la alimentación, aun cuando la situación también se manifiesta en la adquisición de bienes y servicios no comestibles. 

En realidad el asunto no se refiere solo a la imposibilidad de acceder a los bienes de primera necesidad sino, también, a la pérdida progresiva de hábitos, muchas veces por prescripción médica, ante un suministro espasmódico, caprichoso e irregular de determinados productos. 

Esto sin considerar otros factores como la bajísima calidad de artículos que, en ocasiones, nos vemos forzados a adquirir porque hace tiempo perdimos otro derecho, en este caso, el de escoger entre diversas opciones, teniendo a nuestra disposición la potestad de elegir sobre la base de precio, cantidad, composición y procedencia del bien.

Así, por ejemplo, enfrentar un mal tan frecuente como la hipertensión en Venezuela adquiere ribetes trágicos. En primer lugar por la escasez de los medicamentos, en otros países de acceso inmediato y permanente. Luego, si el médico te recomendó, como medida elemental, no estresarte porque eso sube la tensión, ya de por sí alta, el solo hecho de ir de farmacia en farmacia, con el récipe, en la mano, clamando por el remedio o, al menos, un sustituto parecido, es un factor que te acerca aún más al temido infarto. Considera, también, que debes modificar totalmente la dieta y tu estilo de vida: dejar el cigarrillo, no beber alcohol en exceso, eliminar grasas y fritangas, reducir el azúcar, controlar los carbohidratos, privarte de  harinas (arepas, pasta, pan blanco) y consumir, de preferencia, alimentos saludables como frutas y legumbres, además de hacer ejercicios tan simples como caminar.

Pues bien, lo de reducir es posible  porque la harina no se consigue, el azúcar mucho menos. No se diga el aceite y si debes olvidarte de la copa de vino, no hay problema porque el precio de un chileno, común y corriente, sobre pasa los 500 bolívares. En eso sí ayudan la escasez o la carestía. 

Pero trata de sustituir el cochino frito por un róbalo al vapor, un cartón de leche completa por uno bajo en grasa o la galleta achocolatada por un pedazo de patilla, el queso madurado uruguayo por la cuajada criolla y te toparás con el muro de lo imposible. 

No se diga caminar de noche, por una calle caraqueña, para cumplir la orden médica. A semejanza de los países del socialismo real tendrás que enfrentarte con la triste realidad: No consigues lo que buscas. Se consigue pero se trata de un sucedáneo de baja calidad. O se consigue pero el precio es tan alto que está fuera de tu alcance. 

Entonces comprendes que debe bajarte de la nube, consumir lo que haya y si no te gusta, te niegas o reniegas, no te vayas a morir; hay escasez de urnas.

Roberto Giusti
rgiusti@gmail.com
@rgiustia

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PAULINA GAMUS, LA VIDA DE NOSOTROS

La justicia revolucionaria ha dado a luz delitos que no existen en ninguna legislación y cuya supuesta comisión no requiere de testigos o pruebas

Así ironizaron los cubanos con el título de la memorable película alemana “La vida de los otros”, del director Florian Henckel von Donnersmarck quien también fue el guionista. La trama se desarrolla en Alemania oriental -la cínicamente llamada República Democrática Alemana- en los casi estertores del régimen comunista. El tema es la persecución de la temible policía política -la Stasi- a cualquier disidencia especialmente la de los intelectuales. ¿El método? La grabación de las conversaciones mediante dispositivos colocados en sus viviendas. La Stasi tenía alrededor de 300 mil funcionarios, entre agentes e informantes, dedicados a la tarea de sembrar el terror mediante delaciones que conducían a la cárcel sin fecha de salida.

Los comunistas alemanes no inventaron esa manera de utilizar el miedo para doblegar a la gente, su escuela fue la soviética. En los tiempos de la URSS había un chiste muy difundido por quienes visitaban ese país, incluidos los comunistas de otras tierras. Decían que en los hoteles había el siguiente letrero de advertencia: “no ponerle agua al florero porque se oxida el micrófono”. El régimen castrista, como buen discípulo del estalinismo, hizo otro tanto en Cuba: reclutó a miles de soplones que controlaban (y controlan) las vidas de sus vecinos e incluso de sus familias, para denunciarlos ante la menor manifestación de descontento o crítica al gobierno.

Grabar las conversaciones telefónicas de los ciudadanos ha sido un vicio de casi todos los gobiernos, valga recordar que en el famoso caso Watergate, los agentes de la CIA que violentaron las oficinas del Partido Demócrata, no solo buscaban robar documentos sino también colocar dispositivos en los teléfonos para realizar grabaciones. Los regímenes autoritarios modernos pueden prescindir de tan numeroso personal y de métodos que ahora lucen rudimentarios como la instalación de micrófonos con cableados y otras complicaciones. Las modernas tecnologías permiten intervenir teléfonos a distancia y piratear correos electrónicos. Y las cámaras de video graban los movimientos de las personas a quienes se quiere imputar algún delito. Como compensación o contrapartida a los abusos militares y policiales, cada poseedor de un teléfono móvil es un testigo de cargo cuando filma las violaciones de los derechos humanos en que aquellos incurren.

En los 80 fue tan abusivo en Venezuela el uso de grabaciones telefónicas para extorsionar o desacreditar a personas con alguna figuración pública, que el Congreso sancionó en diciembre de 1991, la Ley de Protección a la Privacidad de las Comunicaciones. Cometía delito quien grababa y quien divulgaba el contenido de las grabaciones. Los policías solo podían grabar en los casos de delitos contra la seguridad o independencia del Estado, corrupción, drogas, secuestro y extorsión. En cualquier otra circunstancia, debían pedir autorización de un tribunal para realizar las grabaciones. La mencionada ley jamás fue derogada, continúa vigente pero como casi todas incluyendo la máxima -la Constitución de la República-ha sido letra muerta para el gobierno del desaparecido Hugo Chávez y para el actual de Nicolás Maduro.

¿Qué graban los policías del régimen fascista, seudo marxista y militar de Maduro y su camorra? ¿Acaso se interesan por descubrir a los miles de delincuentes que mantienen aterrorizada y bajo toque de queda autoimpuesto a la población? ¿Persiguen a los secuestradores, sicarios, homicidas que descuartizan a sus víctimas, narcotraficantes, contrabandistas de uniforme que trafican con alimentos, gasolina y cabillas hasta la vecina Colombia? ¿Tienen controlados a los pranes que reinan en las cárceles de todo el país y que desde allí ordenan, por sus teléfonos móviles, asesinatos, secuestros y extorsiones? En absoluto, los criminales pueden continuar con sus actividades con la seguridad de que al gobierno poco le importa lo que hagan y deshagan. Las grabaciones del régimen sirven solo para perseguir y encarcelar a dirigentes políticos de oposición y para que la gente común tenga miedo de hablar por teléfono.

Pero ya hasta las grabaciones comienzan a ser prescindibles, la justicia revolucionaria ha dado a luz delitos que no existen en ninguna legislación y cuya supuesta comisión no requiere de testigos o pruebas. Dos alcaldes de oposición, Enzo Scarano, de San Diego, Estado Carabobo y Daniel Ceballos, de San Cristóbal, capital del estado Táchira, fueron destituidos y encarcelados por desacato a una notificación judicial publicada en la prensa. En el caso de Ceballos, el agravante fueron sus conversaciones telefónicas en las que trazaba estrategias políticas con partidarios. El dirigente político y ex alcalde Leopoldo López, está en la cárcel por los delitos de instigación pública, daños a la propiedad e incendio, ambos en grado de determinador. Pero además por tráfico de influencias, lo que se deriva de sus conversaciones telefónicas. Esas singulares imputaciones, sin necesidad de pruebas, han sido fabricadas por la Fiscal general más abyecta en la historia de Venezuela, se merece que la llamen fiscala.

La tapa del frasco ha sido el delito inventando por un diputado ágrafo que gracias a la meritocracia revolucionaria, ocupa la vicepresidencia de la Asamblea Nacional. El nuevo crimen es vandalismo lingüístico y el criminal es el presidente del gremio médico del estado Aragua. Cometió ese neodelito al denunciar ocho extrañas muertes por una epidemia indeterminada en esa región. En un país en el que cada día es más difícil encontrar medicinas y la gente acude al Twitter para suplicar por ellas, en que los hospitales carecen de los mínimos recursos para diagnósticos y tratamientos, en que las clínicas privadas han debido reducir al mínimo las intervenciones quirúrgicas por falta de recursos, hasta de anestesia; el delito es revelar que hay gente muriendo por una epidemia ignota e incontrolada. Hay que agradecer al altísimo que a estas tierras no haya llegado el ébola, la mortandad sería de cientos de miles y las cárceles no alcanzarían para recluir a quienes mencionen la soga en la casa del ahorcado, aunque sea por teléfono.

Paulina Gamus
gamus.paulina@gmail.com
@Paugamus

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FROILAN ALEJANDRO BARRIOS NIEVES, ¿ADONDE VA EL NUEVO ESTADO SOCIALISTA?

Es pública y notoria la rabiosa terquedad informativa de los voceros oficialistas en remarcarnos diariamente que vamos al estadio de la felicidad suprema desconocido por los venezolanos y la desaparición del estado burgués. Como un Leviatán increpan  al atribulado ciudadano, al imponer el camino inexorable al nuevo mundo descubierto para nosotros, descalificando lo jurídico, cultural y reescribiendo la historia, todo a partir del viejo lema “el fin justifica los medios”.

No dudamos de esas intenciones al percatarnos de lo evidente, aún cuando el mandatario nacional mimetiza el librito azul, el Plan de la Patria es hoy la verdadera constitución nacional, derrotado  en el referendo de la reforma el 2-D 2007 y aplicado hoy por el manifiesto abuso de poder.

En la orgía ideológica oficialista no hay límites, en la diversidad de la fauna que se expresa en los medios de comunicación adquiridos con recursos estatales, resaltan antiguos socialcristianos de misas de domingo y de golpes de pecho, socialdemócratas exegetas, librepensadores de todo pelaje, cuya única característica común, es su descarado oportunismo al manifestar hoy haber descubierto el marxismo en el invierno de su vida.  Y por tanto no podía faltar una izquierda ramplona formada a la sombra de un chinchorro, la botella de ron y la lectura manoseada del marxismo de los manuales de Georges Politzer de la universidad obrera de París.

El trillado discurso oficialista criollo no es nada novedoso, aparecía recurrentemente en la prensa del PCUS el Pravda (irónicamente La Verdad), las revistas Izvestia, Spútnik, donde rollizas damas rusas manifestaban su eterna felicidad por la victoriosa revolución de octubre, a pesar de que a mediados de los 60 luego de haber caído Kruschev, los signos de crisis de la economía soviética eran evidentes y la posterior causa de su derrumbe.

A tal extremo que Mijail Gorbachov sentenciara en la década de los 80 que en la URSS nunca existió el socialismo y luego Putin en pleno siglo XXI manifestara que la experiencia soviética fue la peor tragedia en la historia del siglo XX, marcando el retorno del capitalismo a la actual Rusia.

¿Que destino puede deparar entonces a Venezuela esta cúpula que nos gobierna? Lo que está a la vista no necesita ayuda visual, ni científica, simplemente el desastre que ya sufrimos, como consecuencia de ser gobernados por militantes  formados algunos de ellos en cursos de pioneritos cubanos, otros en los cursos de la gerontocracia de la isla de “hágase revolucionario en 1 semestre”.

Por tanto a la pregunta ¿adonde va el Estado Socialista propuesto por el discurso oficialista? La respuesta hay que buscarla en los archivos del Banco Central de Venezuela (BCV), cuyas cifras son tan penosas y alarmantes que han decidido ocultar sus vergüenzas, escondiéndolas o manipulándolas para propagandizar ante el mundo que los venezolanos vivimos el máximo estadio de la felicidad, es decir vivir las consecuencias de un gobierno, cuya única escuela es el reconcomio y el resentimiento para mantenerse en el poder

Froilan Barrios
fbarriosnieves@gmail.com
@froilanbarrios

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PEDRO RAFAÉL GARCÍA M., ¿“HAY EN EL PAÍS COHERENCIA EN LIDERAZGO POLÍTICO ENTRE LA “MORAL FORMULADA” EN SU ÉTICA Y LA “MORAL VIVIDA?”.

“Un cielo tan sucio no se aclara sin una tempestad”. (William Shakespeare)

“Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, eslóganes, membretes y falsas ocurrencias.
Por fin el hombre supo que había llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del país, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café. Vengo a venderle sus últimas palabras dijo el hombre. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Traducí lo que dice mando el tiranuelo a su interprete. Habla en argentino, Excelencia. ¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? Usted ha entendido muy bien dijo el hombre. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.
El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. Es lástima dijo el hombre mientras se lo llevaban. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotar por primera vez y naturalmente, usted no podrá decirlas. ¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café. Porque el miedo no lo dejará dijo tristemente el hombre. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frío, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.
Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba pálido como la muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.
Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegándole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.
Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.
Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas. (Cuento sin Moraleja, de Julio Cortazar).
Ubicando algunas pistas…
¿En Venezuela el tramposo vive más felizmente que el hombre íntegro?
¿Es vedad que los criminales al morir se van al infierno y los virtuosos al cielo para compensar esta injusticia? Con este y algunos otras inferencias se condensa prácticamente toda la historia escatológica de la humanidad, y teniendo en cuenta que cada cultura difiere en su interpretación de lo que es el cielo o el infierno, pero nunca lo hacen  en asociar al cielo con algo placentero y al infierno con los dolores. Lamentablemente para la salud de los sistemas religiosos basados en este principio, y afortunadamente para todos nosotros, seamos criminales o honrados, un análisis detallado de los placeres y dolores experimentados en toda la historia de la humanidad por individuos de buen o mal talante parece decirnos que, al revés de lo que muchos suponen, los buenos tienden a ser más felices que los malos. La ilusión de que ocurre lo contrario se debe, según mi punto de vista, a que para evaluar si un hombre es más feliz que otro tendemos a la ecuación Haar los placeres y dolores de cada uno según nuestro propio gusto y no según una escala objetiva. Si, por ejemplo, a nosotros nos agradan por demás los bienes materiales, tenderemos a creer que cuanto más rico es un hombre más feliz vive, y como es a todas luces evidente que las personas adineradas no son muy compasivas que digamos, sacamos de aquí la errónea conclusión de que los malos tienden a ser felices cuando en realidad deberíamos concluir sencillamente que los malos tienden a ser ricos, o al menos a desear la riqueza. Y así con cualquier otro placer subjetivizado. Es evidente que a muchos nos fascina tomar sol; y muchas veces, viendo en una templada mañana la figura de un gato asoleándose sin preocupaciones en el techo de una casa vecina, nos hubiese asaltado la idea de que el felino era el ser más feliz del mundo en ese momento; no comprendiendo yo que hay cosas (aunque no muchas) más placenteras que esa, y que aunque tomar sol sea gratificante, no es correcto suponer que lo que yo siento tomándolo es algo parecido a lo que sienten los gatos, por más ronroneo que produzcan. Ellos podrán sentir cierto goce al tomar sol, pero hasta ahí llegan, no pasa de ser algo puramente sensitivo; para convertirlo en felicidad se necesita espiritualismo, o sea pasión y razón, cosas éstas que ellos tienen en forma muy precaria, por lo que no pueden sentir lo que yo cuando tomo sol. Asimismo, quien ama lo material, y por más que opinen lo contrario los opulentos de la new age, quien lo hace se aleja proporcionalmente de lo místico, y entonces la fruición que se puede apreciar en la riqueza es ínfimo comparado con los placeres que descubren los que viven y desean vivir en equilibrio. Pero los placeres sensitivos se dejan ver por los demás, y los placeres que derivan de la posesión de objetos, si bien no se dejan ver tan fácilmente, se deducen por la visión de los objetos mismos, mientras que los placeres espirituales suelen esconderse a la vista de los extraños de modo que éstos pueden llegar a suponer su inexistencia en tal o cual individuo. Primero vemos a un hombre comiendo y bebiendo hasta saturarse con los más refinados platos y bebidas espirituosas, y encima acompañado de una voluptuosa señorita y con un Land Rover esperándolo en la calle; luego vemos a un latero que sonríe. Nos parecerá obvio que el primer sujeto es más feliz que el segundo, y esto es así porque en el primero percibimos claras señales de que está gozando de sus sentidos y de sus posesiones, mientras que al segundo sólo le contamos una tibia sonrisa que poco nos informa de su condición. Y aunque ni siquiera esté sonriendo, aunque lo veamos serio y con la mirada fija, ¿no podría suceder que nuestro vago este justo en medio de un éxtasis espiritual tan placentero como mil orgasmos superpuestos en una única relación sexual? Podría suceder, pero nosotros no lo advertimos, y entonces seguimos pensando que el personaje de la Land Rover es más dichoso que aquel trastornado vestido con harapos. Así es como ha razonado siempre la humanidad; y a este juicio incompleto, como toda especulación que utilice sólo la observación y la experiencia para fundamentarse, a esta reflexión debemos la alterada conclusión de que los malos son más felices que los buenos aquí en la tierra. Pero ¿no será mucho una eternidad de tormentos en castigo de unas cuantas décadas de mala conducta? El ojo por ojo y diente por diente, que ya de por sí nos parece inhumano, es el colmo de la caridad comparado con la justicia infernal. No hay teólogo que pueda defender este punto oscurecido de la teoría escolástica. Nota añadida el 11/6/3.) El astuto Voltaire anduvo errado en muchísimas de sus apreciaciones, pero en este punto supo ver más allá de las inelegantes apariencias. En un diálogo suyo titulado Sofrónimo y Adelo, uno de los personajes afirma: "He conocido a muchos hombres malos, a muchos hombres infames, pero ninguno que viviese feliz. No es cosa de ponerse a enumerar aquí todo el pormenor de sus torturas, de sus espantosos recuerdos, de sus constantes errores, de los recelos que los atormentaban con respecto a sus criados, a sus mujeres y a sus propios hijos. Y si así se castiga el crimen, la virtud es recompensada, no en los Campos Elíseos, con los ingenuos esparcimientos de un cuerpo que ya no existe, sino en esta misma vida, con la satisfacción interior que da la conciencia del deber cumplido, con la paz del espíritu, el aplauso del mundo y la amistad de los hombres honrados. Así pensaban Cicerón, Catón, Marco Aurelio y Epicteto; así pensamos algunos de nosotros. No es que estos hombres afirmen que la dignidad hace al hombre perfectamente dichoso. Cicerón confiesa que semejante dicha no puede ser nunca pura, ya que nada lo es en la tierra. Pero debemos dar gracias al Señor de la naturaleza humana por haber supeditado a la justicia la cantidad de dicha de que es capaz la naturaleza" (citado por David Strauss en Voltaire, p. 190). Del mismo modo Denis Diderot, uno de los fundadores de la Enciclopedia para la cual Voltaire redactó algunos artículos, es autor de una Conversación de un filósofo y una generala en la que su alter ego, el señor Crudeli, está persuadido de que "para la propia felicidad en este mundo vale más ser un hombre de honor que un vivo". Y ahora que descubrimos esto lo adiciono que hasta el mismísimo Aristóteles  coincide con esas premisas: "La vida es por sí misma buena y agradable (lo cual se comprueba por el hecho de que todos la desean, y sobre todo los justos y capaces, para quienes la vida es lo más exquisito, y su existencia la más feliz);  la vida es apetecible, y distintamente para los buenos (porque para ellos la existencia es buena y agradable, puesto que reciben placer de la conciencia de estar presente en ellos algo bueno en sí mismo)" (Ética nicomaquea, libro IX, cap. IX). ¡Qué pena que la Iglesia Católica!, tan devota del estagirita en algunas cuestiones oscuras o irrelevantes, no revele que hay indigentes que desean la riqueza material tanto o más que los ricos, y con ello demuestran ser tan irónicos como el más poderoso accionista, con el agravante de que además de estar muy limitados para alcanzar lo que desean. Para ser bueno y dichoso la pobreza es una condición necesaria, pero no suficiente. Existen placeres espirituales tan o más escondidos que los del inestable y que sin embargo son inmorales (la vanidad, la petulancia, la crueldad), pero esto no invalida algunos razonamientos, sólo nos induce a ser aún más discretos al juzgar hedónicamente a una persona, a la vez que nos aclara que no todos los placeres espirituales son preferibles a los sensitivos, pues es mejor ser un sibarita irremediable que un resentido vengativo.
Pedro R. Garcia M.
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GIOCONDA SAN BLAS, LA PATRIA EN EL EXILIO, AL COMPÁS DE LA CIENCIA

"Añoro mi gente, las playas, el queso guayanés; una gran nostalgia acompaña mi existencia", me dice un querido amigo, aventado por voluntad ajena hacia el norte en busca de un destino más promisorio en lo profesional y seguro en lo personal. 

En las últimas semanas, dos jóvenes recién graduados en ciencias vinieron a despedirse. Y otros amigos se marcharon, en mudanza familiar sin retorno. Hace años, hijos y sobrinos se residenciaron fuera y allá han fundado sus familias, achicando las posibilidades de compartir vida y abrazos.

Despedir a nuestros afectos se ha vuelto una triste rutina para quienes nos quedamos. Es una sangría sin precedentes que arrastra a los jóvenes mejor formados, una hemorragia de talentos de imposible sustitución en el corto plazo, que ahonda la decadencia a la que el régimen nos empuja desde hace 15 años.

Iván de la Vega (USB), estudioso del tema migratorio, estima en 1,2 millones los venezolanos residenciados en 65 países. Hay 260 mil nacionales en USA, 200 mil en España, 150 mil en Italia y en la lejana Australia, 10 mil. De ellos, 38% tiene títulos de Maestría o Doctorado y 20% es menor de 18 años, la población en edad productiva o formativa. La pérdida para Venezuela ha sido ganancia gratuita para otros.

Sobran las razones para emigrar: inseguridad, precariedad laboral, crisis política. "Las universidades bajo acoso no generan conocimiento", comenta I. Rodríguez Iturbe (U. Princeton). Dándole la razón, las cátedras universitarias se vacían: 35% del profesorado de la USB y 63% del plantel de la Escuela de Química UCV han renunciado en los últimos 3 años, con lo cual Venezuela pierde no sólo los 25 o más años de inversión en formación sino la generación de relevo.

Explorar las intenciones de emigrar de estudiantes universitarios es un ejercicio sombrío. De la UCAB, 82% sueña con irse; de la UCV, 66%; de la UNIMET, 74%. Venezuela expulsa a la juventud mejor capacitada, ávida de horizontes más fértiles para el desarrollo de sus habilidades intelectuales.

El documental "La pérdida" (2009; Javier Angulo y Enrique Gabriel) recoge las vivencias del exilio de científicos argentinos a partir de 1976. "Me sacaron el piso de debajo de los pies", Cora Sadoski, matemática; "luego de 20 años acá aún sentimos que vivimos de paso", Daniel Goldstein, biólogo; "nos fuimos porque no se podía pensar ni escribir y porque el temor era muy grande", Liliana de Riz, socióloga; "yo creía en la ley y las instituciones y así empezó un viaje hacia las penumbras", Juan Carlos Chachques, cardiólogo.

Muchos volvieron al terminar la pesadilla dictatorial; otros se radicaron en sus países de adopción. Pero de una u otra manera, retornan a través de intercambios académicos, en ánimo de cerrar la brecha abierta por la oprobiosa dictadura del pasado.

Así también será en Venezuela cuando las sombras den paso al horizonte luminoso, que llegará no por dádiva de la fortuna ni por benevolencia del régimen sino por el esfuerzo colectivo en conquistarlo.

Gioconda San Blas
gioconda.sanblas@gmail.com
@daVinci1412

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ALBERTO JIMÉNEZ URE, EL TOTALITARISMO VENEZOLANO ES UN AGUJERO NEGRO

«[…] Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser informados e informadas oportuna y verazmente por la Administración Pública, sobre el estado en las actuaciones en que estén directamente interesados e interesadas, y a conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre el particular. Asimismo, tienen acceso a los registros y archivos administrativos […]» (Art. 143 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999)

Siempre recuerdo los comportamientos y actos protestatarios que caracterizaban a los adherentes de la (zurda) «siniestra» cuando no ejercían el «poder del mando» en Venezuela. Según ellos, luchaban a favor del respeto por las libertades  fundamentales (consagradas en las constituciones nacionales de 1961 y 1999) que hoy premeditada y alevosamente violan en funciones de «Gobierno Totalitario». Me sobrevienen los discursos mediante los cuales exigían «auditorias»  en pro de imponer la «transparencia», en materia Política-Administrativa, en todas las instituciones que conformaban esa ya extinta república. Igual evoco la todavía vigente «Metodología de Lucha Asimétrica» (con la piedra, bomba molotov, fonda  y capucha). Legitimada virtud a tantos y abominables acontecimientos políticos que padecemos, los protestatarios de la actualidad la emplean en la contienda por re-establecer el «Estado de Derecho».
Cierto que abundaban esos instrumentos de combate desigual entre jóvenes estudiantes y «esbirros antimotines». En «Tribulaciones de Radio, Televisión y Multimedia», hoy varios han admitido (desde los altares que edificó el «Pontifex Maximus Facho del Totalitarismo Venezolano») que orgullosos se encapuchaban porque eran «insurgentes» y estaban decididos a provocar una «rebelión cívico-militar» para instaurar un «gobierno revolucionario» que acabase con los estigmas de la «Democracia Representativa»: la corrupción, represión a las protestas, desigualdad social, tráfico de influencias, injerencia del Poder Ejecutivo en el Judicial, cárceles inhumanas, el hostigamiento y asfixia presupuestaria a las universidades autónomas, desapariciones, torturas, la persecución a la disidencia, presos políticos, ataques a los medios de comunicación independientes, el malestar por la Libertad de Expresión y las inadmisibles partidas secretas presidenciales que socavaban las finanzas de la Nación Venezolana.
En el curso de la Década de los Años 80/S. XX, en el Edificio Administrativo de la Universidad de Los Andes, fui testigo cuando irrumpió un contestatario e iracundo grupo de personas: integrado por estudiantes, obreros, empleados  y profesores solicitándole a las autoridades de nuestra Alma Mater que publicasen los «estados financieros» de la institución académica. Según ellos, el Rector, los vicerrectores y el Secretario cometían actos de corrupción al represar los presupuestos en bancos que les pagaban «millonarias comisiones».
Excepto los muy cuestionados protagonistas del suceso que experimentábamos, ninguno de nosotros desestimó esa legítima petición. En su defensa, las autoridades universitarias expresaron que «el carácter autonómico» les impedía hacer público los «estados financieros» de la casa de estudios superiores: lo cual era, indiscutiblemente, falso. 
Empero, en la actualidad, la Tesorería Nacional de Venezuela está en manos de quienes (tras manipular y pervertir al Consejo Nacional Electoral) usurparon funciones de gobierno en nuestro país. Las mujelleras y miasmas al mando de las instituciones judiciales han blindado, por presuntas «Razones de Seguridad y Defensa de la Nación»,  el «Secretismo Administrativo» y permitieron que El Totalitarismo Venezolano se transformara en un «agujero negro» que absorbe todas las riquezas del país. Por exportaciones petroleras y elevadísimos impuestos (no olvidemos al IVA) a esa que fue nuestra «Tesorería Nacional» ingresan miles de millones de próceres impresos cuyo destino nadie conoce porque no publican «estados financieros» (es decir: no «rinden cuentas» a los ciudadanos). 
Las consecuencias ya son inocultables e imposibles de maquillar: Venezuela está arruinada, desabastecida, con ignominiosas fallas en los servicios públicos y tiene sus «llagas administrativas» abiertas ante la perpleja mirada del Mundo. 
Alberto Jimenez Ure
jimenezure@hotmail.com
@jurescritor

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CARLOS RONDÓN ÁVILA, EN POLÍTICA NADA ES AL AZAR

Al margen de la diatriba política está la gente, que según el IVAD es un 68,5 por ciento que padece los problemas de la escasez, la inflación (41,9%) y la inseguridad (72,3%)

Para la oposición, la política es blanco o negra, no acepta matices, siempre es maniqueista y por lo tanto todo lo que viene del Gobierno es malo. Basta que el Gobierno dé un paso atrás y creen que están ganando terreno, porque no han entendido aquello de que el fin justifica los medios o que para alcanzar ciertos objetivos a veces hay que avanzar en zigzag. Para esta ilusa oposición el Gobierno actúa de manera improvisada, con visión cortoplacista y sin proyecto político. Más bien pareciera que el único grupo político con un proyecto de país es precisamente el Gobierno, lo ha manifestado públicamente, ha presentado documentación al respecto, y ha sido consecuente con la ejecución del mismo. 

Más allá de los desaciertos que hayan podido acumular en este tiempo, y de las torpezas con las que algunas acciones parecieran llevarse a cabo, el balance general para el Gobierno no ha sido malo; todo esto si consideramos como fundamento básico de que el único proyecto importante es mantenerse en el poder, y toda la realidad y sus acciones políticas para modelarla están en detrimento de ese objetivo perpetuo. La oposición, en cambio, no tiene nada; luce desarticulada y ahogada en sus intereses, muchos de ellos con rabos de paja, y con una cultura política escasa o premoderna; lo que les impide, no sólo entender la realidad, sino ofrecer una respuesta oportuna ante la crisis.

Al margen de la diatriba política está la gente, que según el IVAD es un 68,5 por ciento que padece los problemas de la escasez, la inflación (41,9%) y la inseguridad (72,3%), y que no los mueve ninguna idea política sino la necesidad de sobrevivir y el principio de conservación, gente que no entiende de izquierdas ni de derechas, sino de aumentos de precio y de cronogramas de racionamiento eléctrico.
Según el Gobierno, las colas de gente esperando para comprar productos básicos son alentadas por la oposición con el fin de desestabilizar y crear caos, y para la oposición, el aumento de la gasolina es un punto de honor con el cual cumplirán sus profecías, y mientras tanto desatienden el aumento de otros productos básicos cuyo impacto es igual o mayor. Tanto la oposición como el Gobierno piensan que todo el país está pendiente de lo que hacen y dicen, cuando las encuestas demuestran que la desafección política (para todos los bandos) es cada vez mayor.
Carlos Rondón Ávila
rondoncarlos@gmail.com
@phronimos

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MILOS ALCALAY, FRENAR LA TERCERA GUERRA MUNDIAL, BRÚJULA DIPLOMÁTICA

“Estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial. No es de golpe, es a pedazos y es un peligro para la Humanidad”. 


Esta aterradora y lucida advertencia no proviene de un politólogo o de un analista internacional sino de Su Santidad el Papa Francisco al recibir en su residencia a los representantes del Congreso Judío Latinoamericano quienes lo visitaron en vísperas de las festividades hebreas para conmemorar el año 5775.

El Sumo Pontífice sigue con su predica por la Paz en un momento en que es más necesaria que nunca por el auge del extremismo en el Mundo. El  éxito alcanzado al reunir en Roma a los Presidentes Shimon Peres y Mahmoud Abbas por la Paz, junto a los máximos conductores de las religiones monoteístas, quedó borrado con las acciones de los fundamentalistas del Hamas, al igual que en el pasado los cultores del odio y la guerra lograron descarrilar otros dos grandes momentos de esperanza alcanzados para promover la Paz  a raíz de los Acuerdos de Camp David I y algunos años después de Camp David II con los magnicidios en Egipto de uno de los firmantes: el Presidente Anwar Sadat y algunas décadas después en Israel con el magnicidio de Yitzhak Rabin.
La desesperación e impotencia mundial por el genocidio que viven los Sirios, solo se aumenta con el avance brutal del Califato y la aparición de su Guerra Santa Medioeval al producir una masacre brutal contra todos aquellos que consideran “infieles”. Los cristianos en el Medio Oriente están más desprotegidos que nunca. Pero a ellos se suman todos los que no siguen el ritual impuesto por los nuevos inquisidores equipados con las armas más sofisticadas.
En otras regiones la situación genera igualmente un clima de desesperación. El drama de la barbarie en Ucrania por los separatistas rusófilos, ha llegado al extremo de lanzar un misil para acabar con la vida de 300 viajeros en pleno vuelo; o la pesadilla del secuestro en Nigeria de 200 niñas estudiantes para someterlas  a la esclavitud y a la humillación por el islamista Boko Haram; o las escenas de los periodistas decapitados como advertencia en Irak, son solo algunas muestras del terror que ha lanzado a millones de ciudadanos a refugiarse de un lado a otro del planeta, sin encontrar una solución al drama existencial.
Sin llegar a esos extremos, no es menos preocupante constatar en otras regiones que vuelven a destaparse situaciones que recuerdan la I Guerra Mundial con el desmembramiento de los Imperios Austro-Hungaro y Turco-Otomano; o de la II Guerra Mundial con la búsqueda del “espacio vital” de los nazis y la defensa de las minorías germánicas en toda Europa.  Acaso la exacerbación de las nuevas modalidades de “independencia” que se votan en Escocia, Cataluña, País Vasco, no podría constituir un grave precedente para la dispersión de otras realidades? Por qué no aspirar a la independencia de los walones, flamencos, bretones, corsos, y en fin todas las minorías europeas, cuyas diferencias y especificidades fueron inteligentemente solucionadas al crearse la Europa de las Regiones al lado de la Europa Supra nacional? Qué decir de la tentación totalitaria en América Latina de los Presidentes eternos y su acción para aplastar a los disidentes por el simple hecho de criticar a los Gobiernos con deseos de permanencia eterna y que pude generar una grave explosión social sin precedentes? Por ello la plegaria propuesta por el Papa Francisco es un llamado de Paz y Esperanza
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym

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GERÓNIMO FIGUEROA FIGUERA, CRITICAS NO PUEDEN GENERAR PIEL DE GALLINA, NUESTRA OPTICA

La Democracia no es otra cosa que diversidad. Criticar lo que consideramos incorrecto, es un acto de soberanía personal y nunca puede ser considerado como un ataque a los demás. 

Cuando mis hijos consideran  que hago algo incorrecto me lo hacen saber y cuando ellos hacen algo que a mi no parece bien, también se los hago saber, y eso no quiere decir que estemos enfrentados ni que estemos atacándonos entre sí, ni mucho menos que estemos conspirando contra la unidad de la familia. Tenemos visiones diferentes, pero en las chiquitas somos una familia muy unida y enfrentamos los problemas entre todos para resolverlos.

En estos tiempos de crisis que vivimos la mayoría de los venezolanos desde hace 15 años, se han ensayado muchas cosas para enfrentarlas y buscarle soluciones, unas regulares en aciertos y otras no tan acertadas. Habido críticas negativas y constructivas, pero hemos seguido echándole bolas para ver como terminamos con esta horrible pesadilla. Cuando nos han convocado para los procesos electorales siempre hemos respondido, aunque no hayamos estado muy conforme con el comportamiento de ciertos dirigentes, porque en definitiva, el país es mucho mas grande que el patrón de conducta de algunas individualidades que se desvían de los objetivos, los cuales tendrán que rendir cuentas al pueblo cuando termine la pesadilla.
En los últimos tiempos hemos visto en las redes sociales y en algunos periódicos y televisoras, críticas contra ciertos dirigentes de la oposición. Algunos son señalados como radicales y otros como blandengues, ambos tienen todo el derecho a defenderse, y decir que no son nada de lo que se les señala, pero no tienen ningún derecho a descalificar la denuncia con adjetivos ni descalificaciones personales a quienes hacen las críticas, señalándolos de vendidos al gobierno o de traidores a la causa, porque esa vaina es inaceptable, es el mismo lenguaje que utiliza el régimen chavista para descalificar a quienes pensamos distinto. 
En una democracia todos tenemos derecho a expresar las diferencias que podamos o creer, y quienes se autodenominan dirigentes no deben tener la piel de gallina sino de caimán para aceptarlas de manera democrática. Tengo amigos, incluso familiares, que en algunos procesos electorales me han manifestado estar molestos por la forma como fue seleccionado el candidato de la Unidad Democrática por el circuito donde les toca votar, lo han hecho con rabia, y me han dicho que votaron a favor del nuestro para evitar que el chavismo gane, que en definitiva es el enemigo de todos nosotros.
Tengo criterios propios, no acepto que nadie me diga como debo pensar ni que me obliguen a vestir franelas de un color determinado porque no soy borrego de nadie, nunca he estado ni estaré en un proyecto autoritario como el que en este momento están imponiendo en nuestro país. Soy un demócrata por convicción y por formación, defensor de la libertad y la diversidad. Todos los días y en los escenarios que sean necesarios, lucho para que donde vivan y se críen mis hijos y mis nietos, sea un país libre y preñado de oportunidades para todos por igual, donde no sean obligados a pensar como los que gobiernan o tengan que humillarse para recibir dádivas.
En esta lucha contra el régimen todos somos necesarios, nadie puede sentirse ni creerse mas que otro, por muy importante que sea el cargo que ejerza de manera transitorio. 
En los procesos electorales el voto de un gobernador, un alcalde, un concejal, un diputado nacional o regional, es igualito al de un militante de base de cualquier partido político, de cualquier estudiante, de cualquier obrero o campesino, de cualquier ama de casa o madre de familia. En fin, todos somos iguales y así como tenemos la obligación de votar, también tenemos derecho a disentir.

Gerónimo Figueroa Figuera
geron2ff@hotmail.com
@lodicetodo  
CNP:569

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NESTOR SOLANO, ¡JUAN MANUEL SANTOS ES CAPAZ DE CUALQUIER VAINA!, CASO COLOMBIA

Luego del resultado electoral en las pasadas elecciones presidenciales en Colombia quien puede dudar ¿De qué es capaz Santos?, 


El porqué de la sorpresa, indignación, alarma y desconcierto, de la mayor parte de la gente tanto dentro como fuera del país, que se preguntaba, ¿Cómo pudieron cambiar de opinión en 25 días un millón y pico de colombianos votando en la segunda vuelta por el candidato con mayor rechazo según afirmaron todas las encuestas?. 

La mejor respuesta a esta interrogante no la dieron los más agudos analistas políticos nacionales ni internacionales, sino un taxista que cubre la ruta Cúcuta-San Cristóbal en Venezuela, quien afirmó: "Ese Santos es capaz de cualquier vaina".

Y claro que lo es, por eso en Venezuela nos preguntamos con asombro ¿Será que los Colombianos no ven de que es capaz Santos?, porque nosotros la estamos pasando muy mal con el Castro-chavismo, pero vemos como en nuestra hermana República el gobierno los está llevando al desastre que representa brindarle participación política, y gubernamental a los mayores responsables de la ruina, el desmembramiento y el crimen contra toda la población, un presidente que es capaz de tolerar de sus compañeros y nuevos aliados de las FARC, todo tipo de abusos, delitos, violaciones y les garantiza impunidad, mientras la población no goza de ninguna protección frente a estos delincuentes, y ahora aplica el mismo método de la barbarie roja en Venezuela, le siembran armas y uniformes camuflados para justificar su extradición a estudiantes perseguidos del régimen de Maduro, y luego se los entrega en bandeja de plata a sus verdugos.

Un Presidente que tiene al Fiscal General de la República a su servicio para perseguir a sus adversarios políticos, que elimina el equilibrio y autonomía de los poderes, que no defiende los derechos humanos de todos los ciudadanos, que usa los recursos fiscales que no le pertenecen para comprar conciencias y respaldos políticos, que no corrige los graves errores que existen en el sistema de salud de la Nación, que no le brinda respaldo al agro ni a la industria, que tiene abandonados a los caficultores, lecheros, ganaderos y arroceros, que requieren con urgencia del respaldo oficial para hacerle frente a la competencia internacional, ese es capaz de cualquier vaina.

Santos ha sido capaz de llevar a su pueblo a atravesar una crisis humanitaria sin precedentes, con la más alta tasa de desplazamiento, con una guerrilla ahora oxigenada y fortalecida, produciendo ejecuciones, torturas, retenes, detenciones masivas, ametrallamiento y bombardeos sobre comunidades desguarnecidas, violando el derecho internacional humanitario, incrementando el desempleo, los salarios indignos, el sub-empleo, la agresión y el genocidio contra el campesinado, la discriminación y violencia, el espionaje estatal, las interceptaciones telefónicas, y los perseguidos e investigados por agencias de inteligencia del Palacio de Nariño, todo esto dice, de que es capaz Juan Manuel Santos.

Un gobernante que le dice al país que ya está alcanzando el arreglo de paz con las FARC, y los propios guerrilleros desde La Habana lo desmienten ante el mundo, señalando que ellos son comunistas, que no entregarán las armas, que la única paz posible en Colombia es cuando se reduzcan las fuerzas militares y los guerrilleros formen parte de esos ejércitos, desaparezca el capitalismo y toda propiedad privada y mientras tanto siguen con sus ataques a la población civil, asesinando policías y miembros de las fuerzas militares, sin que observemos respuestas contundentes y claras desde el gobierno, lo que nos demuestra de que es capaz Santos.

Santos fue capaz de controlar los medios de comunicación suministrándoles mucho dinero para las pautas publicitarias, además tiene periodistas, columnistas y directores tarifados, también tiene a la delincuencia desatada en todas las ciudades del país, pero pareciera ser que a él lo que más le preocupa es saber: Que son capaces de hacer los Colombianos por él y por las FARC, y tiene al país entero entretenido con una multimillonaria publicidad engañosa, para tapar de lo que él ha sido o no capaz de hacer.

Santos fue capaz de traicionar a sus electores de hace 4 años pues no cumplió el programa de gobierno con el cual se hizo elegir, también traicionó a Fernando Balda, un ecuatoriano que en el 2008 lo protegió del proceso penal que se le seguía en Ecuador por orden de Rafael Correa, y luego en el 2012 cuando Balda estando en Colombia le pidió asilo territorial por una denuncia de injuria que tenía en Ecuador, Santos lo entregó al Presidente Correa, Santos fue capaz de imponer a Samper como presidente de UNASUR que es el instrumento Suramericano de la Internacional comunista, Santos no cumplió el "Plan de Desarrollo y Prosperidad Para Todos 2010 - 2014", Santos se infiltró en el uribismo haciéndose pasar como amigo, para luego apropiarse de los triunfos de Uribe frente a la guerrilla a los que tomó como suyos para engañar a los electores, Santos fue desleal con su primo el ex vicepresidente Francisco Santos, también fue capaz Santos de apoderarse fraudulentamente del partido de la "U" que fundó el Presidente Álvaro Uribe, Santos traicionó a sus compañeros de gabinete, Santos olvidó los valores democráticos que defendía en sus columnas del diario El Tiempo, Santos fue capaz de simular ser enemigo del difunto Chávez para que los Colombianos le dieran el voto, y al ganar las elecciones hace 4 años, lo primero que hizo fue entregarse al Castro- chavismo, Santos se ganó el diploma como el traidor mayor de Colombia, al traicionar al Presidente: Álvaro Uribe Vélez ahora Senador de la República, a quien le debe gratitud eterna, pues le tendió la mano, le brindo amistad sincera, lo hizo ministro de su gabinete, lo hizo jefe político, y lo catapultó hacia la Presidencia de la Republica de Colombia, por eso ante la pregunta: ¿ De qué es capaz Juan Manuel Santos? la respuesta la tienen millones de Colombianos a flor de labios, ¡Santos es capaz de cualquier vaina!

Nestor Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep

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PEDRO PALMA, REVOLUCIONES FATÍDICAS

El politólogo Samuel Huntington, profesor de la Universidad de Harvard ya fallecido, escribió un famoso libro titulado Political order in changing societies (Harvard University, 1968), en el que identificaba una serie de fenómenos que caracterizaban a todas las revoluciones, basando su estudio en las investigaciones que había hecho de varias revoluciones, entre ellas la francesa, la rusa, la mexicana y la cubana.

La historia es recurrente. Corsi e RicorsiGiambattista Vico
Sostenía Huntington que el objetivo central de toda revolución no es alcanzar el bienestar económico, sino cambiar rápidamente los valores de la sociedad en los que se han basado los sistemas políticos anteriores, los cuales, de acuerdo con los nuevos líderes, deben ser abolidos.
Normalmente, esos cambios de valores generan destrucción de la estructura económica tradicional, traduciéndose ello en caídas de la producción y de la inversión, desabastecimiento, ineficiencia, descalabros fiscales, desempleo e inflación, es decir, penuria económica.

Sin embargo, los líderes revolucionarios sostienen que ese es el precio que hay que pagar por el triunfo del nuevo sistema político, que busca la igualdad, la equidad y la fraternidad de los ciudadanos, objetivos que son permanentemente vendidos a la gran masa poblacional que tradicionalmente se ha sentido excluida en el pasado, con la finalidad de captar adeptos incondicionales a la revolución, por más fatídica que ella sea.

Sostiene Huntington que, en consecuencia, el éxito económico no es prioritario para las revoluciones. Por el contrario, las privaciones y penurias pueden ser muy útiles para consolidar los procesos revolucionarios.

Eso puede explicar lo que para muchos nos resulta incomprensible, cuando hemos escuchado a altos voceros gubernamentales decir que la revolución necesita a los pobres para su consolidación, razón por la que hay que mantenerlos en esa condición, pero dándoles esperanzas
de que superarán su precaria condición, objetivo para el cual está luchando denodadamente la revolución.

En otras palabras, hay que mantener la miseria, pues ella crea dependencia del Estado y abona el terreno para el clientelismo político, asegurándose el apoyo incondicional de una amplia masa poblacional a través de la manipulación informativa y de la explotación descarada de su ignorancia y buena fe.

Eso, a su vez, facilita el logro de uno de los objetivos buscados, cual es la eliminación de la vieja oligarquía del anterior sistema político, para substituirla por otra, pero revolucionaria.

Dice Huntington que las revoluciones limitan la libertad, pero generan identidad de la masa con el nuevo sistema y una ilusión de igualdad, lo
cual lleva a buena parte de la población, principalmente a la más desposeída, a aceptar la escasez y las cargas materiales propias de esos procesos políticos. Quizá esa sea la razón por la que el gobierno se niega obstinadamente a implementar los necesarios ajustes y reformas para afrontar los profundos desequilibrios y problemas que padece nuestra economía, prefiriendo no hacer nada para que nada cambie, o profundizar en sus erradas y fracasadas políticas del pasado, asegurando de esta forma la profundización de la crisis, sin importarle que esa irresponsable actitud a lo que llevará es a una mayor penuria y depauperación, particularmente de la población de menores ingresos.

Posiblemente eso responda a un consejo que le pudiera haber dado Fidel Castro a nuestro presidente durante su último viaje a La Habana, ya que después de 55 años de miseria a la que ha sido sometido el pueblo cubano, el viejo dictador debe estar plenamente convencido de que las crisis económicas no tumban gobiernos revolucionarios, recomendándole a nuestro bisoño e indeciso gobernante que en vez de implementar incómodas y dolorosas medidas de ajuste, deje todo igual, o incluso profundice en las abyectas políticas de controles y privaciones tradicionales, para que nada cambie, sin importar las dramáticas consecuencias que ello acarrearía.

Sin embargo, esto lleva al caos y a la destrucción de la institucionalidad, aniquilándose una de las condiciones de base para la perdurabilidad, consolidación y estabilidad de los sistemas políticos, razones por las cuales las revoluciones tienden a ser breves, pues la debilidad e inoperatividad institucional que ellas crean las condenan a desaparecer.

Luego viene el largo, prolongado y difícil período de reconstrucción, necesario para corregir el caos dejado por la fatídica revolución, echándose las bases institucionales, políticas, económicas y sociales sobre las que se fundamentará el nuevo orden político, que permitirá avanzar en el deseado proceso de desarrollo sustentable.

Pedro Palma
palma.pa1@gmail.com
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