QUE ES LA
JUSTICIA
Es la sacrosanta decisión de los órganos que
gestionan y administran el Poder Judicial. La
justicia fue definida en la época Imperial Romana por él Jurisconsulto
ULPIANO, como el deber que tienen los órganos que la administran en: “DARLE A
CADA QUIEN LO QUE LE CORRESPONDE, VIVIR HONESTAMENTE Y NO DAÑAR A NADIE”. Este
concepto ha prevalecido a través del tiempo, sin embargo, en nuestro País la
justicia clama a diario por sus principios rectores, por su orden sacramental,
su transparencia, por la probidad de los que administran y gestionan. El
ciudadano no entiende y no aprueba que se designen en estos cargos personas con
filiación política del partido que gobierna. Esta designación tiene que tener
como requisito fundamental el conocimiento y los meritos de los designados, tal
imperativo lo plasmó el Legislador Patrio consciente de estos fundamentos, en
la Constitución Nacional en su artículo Nº (255) el siguiente mandato que determina: “El ingreso a la carrera Judicial
y el ascenso de los jueces y juezas se hará por concursos de oposición Públicos
que aseguren la idoneidad y excelencia de los participantes y serán
seleccionados o seleccionadas por los jurados de los circuitos Judiciales, en
la forma y condición que establezca la ley. El nombramiento y el juramento de
los jueces o juezas corresponderán al Tribunal Supremo de Justicia. La ley
garantizará la participación ciudadana en el procedimiento de selección y
designación de los jueces. Los jueces o juezas sólo podrán ser removidos o
suspendidos de sus cargos por los procedimientos establecidos por la ley. La
ley propenderá la profesionalización de los jueces, las Universidades
colaborarán con este propósito, organizando en los estudios Universitarios de derecho
las especializaciones judiciales correspondientes. Los jueces o juezas son
personalmente responsables en los términos que determina las leyes, por los
errores, retardos u omisiones injustificadas, por la inobservancia sustancial
de las normas procesales por los delitos de denegar Justicia, por la
parcialidad y por los delitos de cohecho y prevaricación en que incurran en el
desempeño de sus funciones.”
Como
se observa en lo planteado, el ciudadano que aspire a una designación de Juez
debe saber y conocer el perfil profesional que debe tener, su record académico,
su experiencia profesional, su honestidad, las limitaciones que le impone el
ejercicio de la Sacrosanta Administración de Justicia. A tales efectos el
Legislador Patrio estableció el mandato constitucional expresado en el artículo
Nº (256) que determina: “Con la
finalidad de garantizar la imparcialidad y la independencia en el ejercicio de
sus funciones, los magistrados o las magistradas, los jueces, los fiscales del
Ministerio Público y los defensores públicos desde la fecha de su nombramiento
y hasta su salida del cargo respectivo, no podrán, salvo el ejercicio del voto,
llevar a cabo el activismo político, gremial, sindical o de índole semejante,
ni realizar actividades privadas lucrativas incompatibles con su función, ni
por sí, ni por interpuestas personas, ni ejercer ninguna otra función a
excepción de actividades educativas”.
Ante lo expuesto, el ciudadano se pregunta
¿Por qué el Poder Judicial en el país es Inoperante? Esa pregunta retumba en la
conciencia de cada venezolano como una clarinada basada en el imperativo que
evidencia la existencia de un Poder Judicial sometido al garrote vil del dueño
de la discrecionalidad del Poder Público, quien sin espaviento al tomar el
poder eliminó el principio de la Separación de los Poderes Públicos, suponiendo
el criterio de la despersonalización del Poder Público su difusión orgánica y
con ello la fijación de un límite y la concreción del viejo anhelo del
constitucionalista americano que se tradujo tiempos más tarde en la expresión
acuñada en Europa del estado de derecho, es decir, el gobierno de las leyes y
no de los hombres tracaleros y mafioso que imponen sus mandatos descabellados a
los integrantes de una sociedad.
El Poder Judicial, en efecto, es la garantía
del funcionamiento de los regímenes democráticos, pero para ello, ese poder
Judicial debe ser independiente del gobierno y autónomo en sus decisiones,
sujeto sólo a la Constitución y la Ley. Sin embargo, en nuestro país lamentablemente,
hemos sido testigos de los más variados atentados a la autonomía del Poder
Judicial por las nefastas intervenciones del Poder Ejecutivo de manera
mancomunada, con una intervención política aberrante que utilizan
organizaciones políticas que colocan en estos cargos públicos a mercaderes de
la sacrosanta justicia. Este síndrome administrativo ha venido afectando el Poder Público Venezolano y en particular
el Poder Judicial, cuya sintomatología lo evidencian algunos indicadores o
variables, de los cuales me permito citar algunas hechos de notoriedad Judicial
como son la delincuencia organizada, la inseguridad pública desatada, la
atorrante corrupción, el homicidio por encargo, la escasez de productos de
primera necesidad, la hambruna social, la insalubridad pública, la devastación
Urbanística, la delincuencia carcelaria.
Todas estas ocurrencias sin sujetos activos investigados ni presos. (Sin
chinito de RECADI preso) Hechos que
evidencian que el Poder Judicial no está
cumpliendo con su misión. Ante esta inacción surge la pregunta ¿Cómo
debería operar está maquinaria?
Esta pregunta es sumamente compleja de responder porque las estadísticas
criminales demuestran que esta maquinaria no funciona, ya que su esquema de
operaciones a la ocurrencia de un hecho
criminal y tener que activarse el nivel que
investiga e instruye él mismo permanece en reposo, lo que le permite al
sujeto activo del delito actuar a sus ancha con toda libertad de maniobra e
imponer su agenda criminal y los escasos hechos que son investigados e instruidos y son puesto en
manos de las autoridades que
administran Justicia en nombre de la República y Autoridad de la Ley, no son
sentenciados. Estos factores que se han
conjugado en una colosal delincuencia y una atorrante impunidad.
Lo más
grave de lo planteado es que, los ciudadanos, los familiares de las
víctimas no reclaman, callan y con su silencio se convierte en masoquistas
sociales y coautores de estos hechos criminales. Los agraviados deben saber que
tienen que reclamar, los derechos se reclaman, no importa que los que
administran Justicia, en nombre de la República y por Autoridad de la Ley no
actúen, usted si tiene que hacerlo, para cuando retorne al País el estado de
derecho y estos Funcionarios sean emplazados, rindan cuenta de sus tenebrosas
y macabras gestiones, usted sea indemnizado.
QUE
ES LA IMPUNIDAD
La impunidad, es un delito calificado, por el
sujeto activo que lo comete, que consiste en dejar un crimen sin castigo. La
sola lectura de la acepción dice su importancia en relación a la Jurisdicción
Penal. El ilustre doctrinario CARRARA, establece que la impunidad es “la falta
de castigo, esto es la libertad que un delincuente logra, de la pena que le
corresponde, por el delito que ha cometido y que debe cumplir” El típico caso
de los PRANES de las cárceles venezolanas y el funcionario verde oliva que no
ve el tráfico de armas de guerra que se mueve desde las fabricas hasta las mafias carcelarias.
Como se observa en lo planteado, los motivos y
circunstancias que pueden llevar a esa situación son razones de naturaleza
políticas, por ser este factor del Poder el elemento de mayor incidencia en
la sensibilidad colectiva, en el ámbito
social venezolano y se pueden ilustrar “Con aquellos casos en que han estado
implicados funcionarios Públicos, que siendo culpables de hechos punibles de
Notoriedad Pública, conocidos por la opinión pública nacional e internacional
los sujetos activos de los delitos, son liberados de manera tácita de la responsabilidad
criminal y en algunas oportunidades premiados,
no se les persigue, no se les castiga
por razones de orden político, desviando así la discrecionalidad del
Poder Público, creando con ese accionar la sensación abusiva propia del Estado,
el abuso del Poder Público en un ámbito social, donde la libertad ha sido
cercenada, la prensa amordazada, los tribunales destruidos operativamente y el
poder secuestrado en manos de una minoría sostenida por la coacción, el
miedo y la cobardía de la mayor parte de
la sociedad”.
A lo planteado sólo cabría agregar que, la
posibilidad que opere así, es, por la ceguera de uno del los Poderes Públicos
que ha creado la tentativa del mantenimiento de la impunidad de los delitos, al
darle a este accionar la posibilidad a una infraestructura criminal que le
sirve de soporte a sus intereses, manteniéndose en el poder de manera
inconstitucional.
Estos esquemas crean la existencia de sistemas
políticos con poca estabilidad. Estas situaciones muy practicadas en aquellos Países donde el
Poder Ejecutivo concentra todo el Poder Público. En este orden de ideas
concluyen los doctrinarios y estudiosos de la impunidad, que esta puede ser de
hecho y de derecho, entendiéndose y la de hecho, como aquellos crímenes que
ocurren y ocurrirán siempre, más o manos desconocidos a los ojos de los que
administran Justicia, por no haber sido determinada su autoría o por no haber
sido aprehendidos sus autores que son ampliamente conocidos, que actúan a
mansalva, porque no se les persigue, ni se castiga, simple y llanamente por
los cargo Públicos que ocupan la
filiación al partido que gobierna en
determinado tiempo y Países. El presente caso lo podemos ilustrar con el ejemplo
del funcionario que realiza expropiaciones con una pistola de alto calibre en
el cincho con franela con una foto del sanguinario Che Guevara en el pecho y
cuarenta melandro armado hasta los dientes
escoltando a este conciliador funcionario para apoderase de tierras productivas.
Este escrito fue posible por los soporte documentales
de Notoriedad Pública que rielan a diario en los medios de comunicación, los
partes de guerra que publican las Morgues del País, las estadísticas que llevan
las Universidades, las organizaciones civiles que han permitido formular el
presente Clamor de Justicia de los sin voces, de una gran cantidad de hermanos
ciudadanos Venezolanos que han sido víctimas de sujetos activos del crimen que
actúan como verdadero VERDUGOS, de los
patrocinadores de la Inseguridad Pública y de la Impunidad.
Ante tales ocurrencias algunos funcionarios
del Poder Ejecutivo, viven a diario amenazando a la sociedad, a través de un
discurso incitador, vacio, hueco, sin contenido, sin propuesta para atender o
plantear soluciones a los problemas grave por donde han conducido al país, se
han burlado de la ocurrencia de estos hechos criminales, se ríen, se mofan de
la inteligencia de un conglomerado bastante representativo de venezolanos,
estos funcionarios públicos no tiene patente de corso para vivir insultado con
arenga de guerra al colectivo ni vivir incitando al colectivo de que hay
preparase para la guerra madre, guerra,
escaramuzas, que solo existe en mente enfermas de algunos de los
integrantes de la logia de pelaje rojo, estos funcionarios deben evitar estar
encadenándose para incitar al colectivo a actos de violencia y que deben
revisar con bastante detenimiento la Constitución Nacional y con especial
atención las decisiones que han venido tomando. Deben recordar que el “ESTATUTO
DE ROMA” DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL, está vigente y tiene cuatro grandes
Supuestos, que tiene como característica principal que esos supuestos no
prescriben. Los ciudadanos que sufren los perjuicios y daños irreparables que
acaban con la estabilidad de sus familias y de los que claman en el desierto
social pidiendo Justicia deben reclamar los daños irreparables que han sufrido,
aunque los representantes de los Niveles que Administran la justicia en nombre
de la República y por Autoridad de la ley, permanecen tranquilos, inmutables,
disfrutando de los privilegios y mieles del Poder y de sus escoceses de varios
años de maduración como Auténticos Mercaderes de la JUSTICIA; como Nerón cuando
incendio a Roma, y este orate se extasiaba al ver su obra maestra cómo se
destruía la ciudad y el Imperio, consecuencia del fuego que había ordenado este
cavernícola romano. Algo parecido a los Salta Talanquera que incurren en
delitos de vender su moral, su ética, la confianza de sus electores a cambio de
una olla podrida que se llevan en sus conciencias al seno familiar donde
cohabitan y se mueren de la risa cuando los identifican públicamente en actos
públicos como “chupa metra” algo parecido al chupa cabra del Municipio Sucre. A
sabiendas estos mercaderes de conciencias que los delitos de corrupción en que
incurren como mercaderes de la carroña,
no prescriben.
Estos Funcionarios se olvidan de la máxima
que afirma, que el Poder es muy bueno pero no es eterno y que “Verdugo es Verdugo y que Verdugo no pide
clemencia.” Estos cuando les llegue el momento de rendir cuenta muere con la Carroña en el Buche.
QUÉ
SON LOS TIRANOS
Que es un Tirano: Es un ciudadano de una
nación que llega al Poder Público por la
fuerza, pisoteando la Constitución y las Leyes que el mismo promulga, formulada
a su medida y que le aplica de manera rigorosa y sin espaviento a los
ciudadanos que piensan diferente a su ideología. El prototipo de este ciudadano
se caracteriza por ser un resentido social, amante de las zalamerías y la
adulancia, es un excepcional ego-centrista embriagado de poder y enfermo por
pasar a la historia con delirios de grandeza, la historia registra muchos
personajes de este perfil de los cuales me permito citar: Al maléfico ADOLFO
HITLER, y su trapecistas testicular JOSEPHER GOEBBELS. Y en nuestro país
resalta con luz propia cavernícola JUAN VICENTE GÓMEZ, y su trapecista y chupa
media favorito el sargento TARAZONA, que
no era que jalaba sino que
en guindaba.
Las
afirmaciones expuestas son tan
reales que se puede ilustrar con el caso que reseña la historia de los últimos
días de la caída del DANTE ADOLFO HITLER, cuando uno de sus edecanes se le
acerca al “ SANGUINARIO LOBO” para infórmale que la guerra estaba perdida y que
ya venían por él, ante esta información, esta bestia humana le ordenó al
edecán, con gran estupor y tranquilidad, TOME NOTA,
“SI LA GUERRA ESTA PERDIDA, NO ME IMPORTA QUE MI PUEBLO SUFRA, NO
DERRAMERE UNA SOLA LAGRIMA POR EL, NO MERECE NADA MEJOR” ADOLFO HITLER, tres horas más tarde, sus
edecanes estaban depositando los restos de este DANTE en una fosa, tal como fue
el deseo del EL SANGUINARIO LOBO, quien
después de dejar esa macabra máxima en la conciencia del pueblo alemán,
procedió a suicidarse y una vez
depositado en las fosas, por sus edecanes, le vaciaron dos barriles de
gasolina, como él había ordenado, para que sus enemigos no consiguieran sus
restos ni sus cenizas y así seguir disfrutando del las mieles del poder y
seguir gobernando desde la
tinieblas del más allá.
En este orden de ideas cada ciudadano debe
recordar el contenido filosófico de la máxima: “Que en la guerra una parte de
la información es contradictoria, otra es falsa y la mayor parte dudosa”.
SUN-ZI EL ARTE DE LA GUERRA. Y que todo
ciudadano tiene el derecho Constitucional de estar informado de conformidad con
la Constitución Nacional artículo Nº (58). Y todo funcionario público no puede
actuar fuera de ella.
edison2015@hotmail.com
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