El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Aristóteles
1. LA SOBERBIA NO ES BUENA CONSEJERA. OMAR PÉREZ
2. EL CHAVISMO COMO PARTE DEL PASADO RECIENTE DE AMÉRICA LATINA. MANUEL MALAVER
3. ESTEBAN: UNA VISITA A LAS CARPAS. ENRIQUE PEREIRA
4. UN NEGOCIO CHUECO LLAMADO ALBA…PARA LOS VENEZOLANOS. EMILIO NOUEL V.
La Fuerza de la esperanza se mueve. Esfuérzate, anímate y trabaja. Solo faltan 683 días. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucional.- @raulamiel
LA SOBERBIA NO ES BUENA CONSEJERA. OMAR PÉREZ
La parte más sensible de un país es el estudiantado y cuando este sector abandona las aulas y levanta la voz para denunciar la violación de elementales derechos consagrados en la Constitución, cuando asume la representación de personas perseguidas o encarceladas y expresa su protesta en manifestaciones que llenan calles y avenidas o se concentra a las puertas de las embajadas de países amigos o ante la sede de la Organización de Estados Americanos e inicia una huelga de hambre, no es algo que deba verse de manera tan despectiva como la ha visto el canciller Maduro ni tan cínica y cruel como la comentó el embajador Chaderton. Se trata de jóvenes universitarios, hombres y mujeres en cuyas manos habrá de quedar el país en el futuro, tan pronto como concluyan el cultivo de sus conocimientos en las diversas áreas de la cultura, las ciencias o las artes, que expresan su molestia y su rechazo a la situación que vive el país. No merecen ninguna descalificación de las autoridades por el solo hecho de que sus posiciones difieran de las que han tenido desde hace más de una década los hombres que ahora ocupan posiciones de gobierno.
Fueron estudiantes universitarios quienes en el año 1928 del siglo pasado irrumpieron contra la oprobiosa dictadura de Juan Vicente Gómez. Ese es el ejemplo. El déspota encarceló a cuatro de quienes convirtieron un carnaval en la mayor proeza política de aquel año. Y en gesto magnífico de solidaridad y valentía, más de 400 compañeros se entregaron a las autoridades para correr su misma suerte. Los enviaron al Castillo Libertador, en Puerto Cabello, y al grupo al que atribuyeron mayor radicalización, por la firmeza de sus planteamientos, lo condenó a trabajos forzados, abriendo carreteras en los llanos infectados por el paludismo. Fue el llamado grupo de Palenque, prácticamente condenado a muerte.
Descalificación ni persecución son panaceas de regímenes arbitrarios. ¡Oído al tambor. Que no hay peor sordo que quien no quiere oír!.. .!Algo anda mal, muy mal! Como decía Hamlet, el príncipe de Dinamarca.
EL CHAVISMO COMO PARTE DEL PASADO RECIENTE DE AMÉRICA LATINA. MANUEL MALAVER
Dos políticos del continente, Arturo Valenzuela en Washington y Teodoro Petkoff en Caracas, coincidieron a comienzos de semana en que el chavismo como fenómeno político regional, no solo vive sus días crepusculares, sino que hasta es posible que esté reclamando con urgencia el santo sacramento de la extremaunción.
No creo que Petkoff y Valenzuela se conozcan personalmente, ni mucho menos que coincidan en ideas en cuanto aspectos de los quehaceres políticos en que se desempeñan actualmente (el primero es Subsecretario para Asuntos Hemisféricos de la Administración Obama y el segundo es un político venezolano de larga experiencia y honda penetración en sectores de la izquierda y la centro derecha de dentro y fuera del país, al frente de dos medios: el diario “Tal Cual”, y el programa se televisión “Con Teodoro”), pero en lo que no hay dudas es en su calidad como intérpretes (“analistas”, también se les dice) de la tragedia venezolana de la última década, en su capacidad para llegar a conclusiones sobre todos, o alguno de sus ciclos en particular.
El del último año, por ejemplo-o para ser más precisos: el que comienza en la última mitad del 2009 cuando Chávez pierde la “batalla de Honduras”, y la primera del 2010 cuando, Juan Manuel Santos, es electo presidente de Colombia, hitos que determinan sus repliegue “a la patriecita” -a la que según Bolívar estaba hecha a la medida de caudillos locales como Páez-, para olvidarse de delirios como el de emerger como el nuevo Fidel Castro que llegaba con la misión entre histórica y religiosa de restaurar el socialismo y “salvar a la Humanidad”.
El del último año, por ejemplo-o para ser más precisos: el que comienza en la última mitad del 2009 cuando Chávez pierde la “batalla de Honduras”, y la primera del 2010 cuando, Juan Manuel Santos, es electo presidente de Colombia, hitos que determinan sus repliegue “a la patriecita” -a la que según Bolívar estaba hecha a la medida de caudillos locales como Páez-, para olvidarse de delirios como el de emerger como el nuevo Fidel Castro que llegaba con la misión entre histórica y religiosa de restaurar el socialismo y “salvar a la Humanidad”.
Son también los casi 365 días en que se desploman los precios del crudo de 122 dólares el barril en que situaron el 22 de julio del 2008, para situarse en menos de 70 a mediados del 2009, acontecimiento decisivo para que la famosa chequera chavista comenzara a desinflarse, el flujo de petrodólares líquidos o en créditos, ayudas o compra de bonos basura, proyectos faraónicos o importaciones sin control ni medidas se vaporicen y Chávez emprenda el aprendizaje doloroso de que es un presidente venezolano más, otro de los tantos que abundan en la crónica de la picaresca nacional, uno al cual se le toleran fantasías, chambonadas y ridiculeces porque tiene con que pagarlas.
O sea, que hay que regresar al país y empezar a ocuparse de él, prácticamente a conocerlo o reconocerlo, sobre todo en circunstancias de que tiene en frente un desafío político fundamental, como es ganar la mayoría absoluta en las elecciones para la renovación de los diputados a la Asamblea Nacional pautadas para el 26 de septiembre del 2010, y perdidas las cuales, no es solo que se asilará en Venezuela para averiguar y tratar de remediar las causas de la derrota, pues después de la misma, su salida del poder en las presidenciales del 2012 puede darse por segura.
Y en eso se ha empleado, a eso le ha ofrendado sus últimos días, trajinando con cifras, maquillando resultados, mintiendo, desmintiéndose y volviendo a mentir, trastocando la realidad en otra que soñó en las horas y días en que viajaba en el Air Bus de uno a otro continente y tratando de darse ánimos ante una evidencia que ya cría polvo en la memoria de Venezuela y del extranjero: es un perdedor.
Hay, sin embargo, hechos que lo han sacudido, chocado, electrocutado, descoyuntado, como es enterarse de que en Venezuela la delincuencia cobra 150 vidas al año como producto de la inseguridad que cunde de uno a otro rincón, que hay un déficit habitacional de casi 3 millones de viviendas, que la inflación pasa del 30 por ciento anual, que solo con cifras maquilladas vamos a crecer el 1 por ciento este año en un continente donde la media será del 6 por eciento, que somos un país monoproductor y monoexportador de petróleo puesto que el 85 por ciento de las divisas provienen de este rubro, que el desabastecimiento y la carestía arrecian sobre los hogares venezolanos ahora que los precios de los alimentos crecen sin parar y los del petróleo no terminan de estabilizarse y que la infraestructura física del país ha caído a niveles de la de los países del África subsahariana.
Y sin hablar de la corrupción que, según organismos de medición independientes internacionales, está entre las más altas del mundo, la caída de la productividad en la agricultura y en la industria como sequela de las invasiones y las expropiaciones que la reduce a su nivel más bajo desde la época prepetrolera, la inversión extranjera directa casi en cero y el desempleo y el subempleo que pueden llegar a más del 15 por ciento disfrazados con subvenciones de hambre que se reparten en los programas de la llamada política social.
Es decir, que la única realidad política venezolana auténtica y de verdad verdad, es la de la protuberancia de un estado paternalista, populista, concentracionario, caudillesco, dictatorial y neototalitario que, vía la incautación de la libertad de expresión a través de guerras sin tregua contra los medios y los comunicadores, y de la liquidación de la independencia de los poderes, ha dejado a Venezuela en manos de un cacique precolombino, o virrey colonial, que trata de manipular a la población con la añagaza de que su poder personal es el poder de todos los venezolanos, y muy en particular, el de los más pobres.
Por el contrario, son los pobres quienes más sufren con los rigores de la demagogia chavista, pues es entre ellos donde se acusa el más alto déficit de viviendas, donde la inseguridad cobra el mayor número de víctimas, donde menos llegan los servicios de luz, agua y limpieza, y a quienes, si se les alfabetiza y escolariza, es para insuflarse filosofías decimonónicas como el marxismo, formarlos en el culto a los caudillos y los hombres fuertes, ofrecerles versiones trucadas de la historia venezolana y rebanarles la individualidad y los derechos constitucionales con los aprenderían a comportarse como ciudadanos y no como súbditos.
En definitiva, que aparte de sus derrotas en el ámbito regional y global, los latinoamericanos conocen que también en Venezuela las metas hacia donde condujeron los caminos de la restauración del comunismo marxista, stalinista y fidelista, no fueron diferentes a los clásicos, a los ortodoxos, aun cuando Chávez pretendió vestirlos de otros ropajes y disfraces, colocándole, por ejemplo, la etiqueta de “siglo XXI”, con las que había logrado construir factorías en Nicaragua, Ecuador y Bolivia.
Hoy de la entente en que, con ayuda de Cuba, las agrupó, el ALBA, queda apenas el nombre, un adefesio amasado con los petrodólares de la exportaciones de crudo venezolano, que, en cuanto estas mermaron, le quitaron todo piso a la “unión” o cruzada.
Pero, igualmente, el deslinde de la izquierda racional y moderna de la región con el chavismo ultramontano no se hizo esperar, y los países y gobiernos que alguna vez mantuvieron vínculos con la neodictadura, se le han alejado, en la medida que perciben que no es sino una nueva fórmula para el regreso de los gobiernos de fuerza autoritarios y populistas del subcontinente.
Como también lo hacen partidos y movimientos políticos de la izquierda radical que creyeron que Chávez veía más allá de los intereses de su propia dictadura, y se han distanciado del comandante-presidente que cada día luce más como otro militar cuartelario de América latina que como un “revolucionario y socialista” del Siglo XXI.
De ahí que tengan razón Arturo Valenzuela y Teodoro Petkoff: Chávez está reducido a un producto nacional y local, a un fenómeno que más allá del radio de acción donde pone en marcha una de las políticas clientelares más agresivas que se recuerden en la historia del subcontinente, es un nombre que se borra, una grafía que se olvida y pronto no será sino una mención que provoca miedo pronunciar.
ESTEBAN: UNA VISITA A LAS CARPAS. ENRIQUE PEREIRA
Ese silencio infantil me recuerda otras circunstancias. Tal como el avestruz entierras tu cabeza en la tierra, para no enfrentar lo que debes enfrentar. Toda Venezuela se llena de muchachos ejerciendo la formula más avanzada y radical de la protesta pacífica; la huelga de hambre. No sólo hay estudiantes, también obreros petroleros que ya casi llegan al mes. No quieres entender la gravedad del asunto. Metes tu cabeza en un hueco y sigues dedicado a lo único que llena tu agenda, mantenerte en el poder.
Al frente envías al canciller Maduro para que vocifere que esto es una conspiración del imperio, para desestabilizar al gobierno, financiada por Eligio Cedeño. La hermana del fiscal Anderson también aparece de nuevo, para pedir que no excarcelen a los hermanos Guevara, pues quedó demostrada en el juicio su culpabilidad. Me refiero al juicio del testigo estrella que nunca terminó de aclararse. No entiendes que tienes un grupo de personas privadas de libertad, bajo conceptos que ninguna legislación o tribunal serio pudiese entender. Aquí se han violado a mansalva los códigos de enjuiciamiento para mantener retenidas a personas que le han sido molestas al régimen. Ya ni siquiera Interpol cree en tus órdenes de captura. Mala señal.
Dónde queda el amor al pueblo, cuando permites que unos muchachos, que son hijos de venezolanos, permanezcan en una situación de peligro, por semanas enteras. No son dos, no tres, son ochenta de nuestros hijos. Es qué tu no entiendes que aquí afuera del palacio y de las barandas que te separan de la realidad, hay un pueblo que no está de acuerdo con lo que haces, con la ineficiencia, con la corrupción y con el bendito modelo socialista que nos quieres imponer. Es qué no caes en cuenta que por actitudes cómo las que insistes en sostener, unos pueblos removieron de la silla a sus gobernantes y otros están a punto de salir corriendo con todo y silla. Es qué acaso tú no te vas a dignar a hacer ciertas tus palabras de promover un dialogo, un verdadero diálogo entre los venezolanos que te siguen y los que nos oponemos a lo que estás haciendo.
Con el mismo ánimo que visitaras la carpa de Gadafi en Margarita, en ocasión de la cumbre africana, deberías visitar las carpas de los huelguistas y estar dispuesto a escucharlos con empatía, con sinceridad profunda, con amor de presidente. No los dejes morir Esteban. No les envíes los ejércitos de hablanchines que desprecian un acto de valentía similar al que hizo fallecer a Brito hace escasos meses.
Tú no eres presidente solamente de tus rojos seguidores, tú eres presidente de todos los venezolanos, te adversen o te sigan. Sí no terminas de entenderlo, alguien lo hará por ti y terminarás con un final parecido al que otros pueblos le han reservado a sus sordos gobernantes.
Cada día que pasa te alejas más de la realidad. La realidad yace debajo de esas improvisadas carpas, al frente de muchas embajadas de otros países. Son un simple llamado a tu atención, la misma que mantienes ocupada en otras cosas fatuas. Despierta Esteban.
Cada día que pasa te alejas más de la realidad. La realidad yace debajo de esas improvisadas carpas, al frente de muchas embajadas de otros países. Son un simple llamado a tu atención, la misma que mantienes ocupada en otras cosas fatuas. Despierta Esteban.
UN NEGOCIO CHUECO LLAMADO ALBA…PARA LOS VENEZOLANOS. EMILIO NOUEL V.
Cualquier país pequeño o grande que se precie, persigue, por sobre todas las cosas, promover sus intereses económicos en el ámbito internacional. Esta verdad de Perogrullo, sin embargo, al gobierno venezolano le rueda. Su conducta internacional está dirigida a objetivos más trascendentes: ¡la revolución mundial contra el capitalismo¡ y construir el cielo en la tierra. Una política exterior en provecho del pueblo venezolano sería un despropósito al lado de tan excelsos fines.
Un ejemplo patente de este proceder absurdo y antinacional lo tenemos en un grupo que llaman ALBA, el cual, de acuerdo con la retórica gubernamental, sería una iniciativa de naturaleza integracionista.
La integración económica internacional, como la conocemos, busca conectar las economías mediante el establecimiento o incremento de relaciones comerciales, con el propósito de crear espacios económicos más amplios, eliminando obstáculos y discriminaciones entre las economías que se integran. Lo que se procura, en definitiva, es crear progresivamente un área común en la que los bienes se intercambien, las políticas se armonicen, las leyes se uniformen, los transportes y las comunicaciones faciliten, las inversiones y capitales fluyan libremente y los trabajadores puedan circular sin restricciones, todo con vista, en algunos casos, a integraciones políticas supranacionales.
De lo que se trata, en fin, es de instituir y solidificar lazos materiales que vayan haciéndose permanentes, irreversibles, no porque lo diga una teoría comercial o lo haya soñado un visionario, sino también porque a los países les conviene para el crecimiento, desarrollo y el bienestar de sus ciudadanos.
Esa es precisamente la idea de la integración. La retórica rimbombante y los discursos estridentes no sirven para este propósito. Porque todo pasa por poner en práctica mecanismos concretos y permanentes.
Decir que lo que se persigue es “la integración de los pueblos” es palabrerío demagógico e inútil si no se pone en obra los instrumentos prácticos que llevarán a la deseada integración.
La ALBA no dispone de un solo mecanismo concreto. No existe en sus documentos una norma que regule materia alguna de integración. Busque el lector en ellos una mención de tarifas arancelarias, listas de productos a comerciar o negociar, normas de origen, salvaguardias comerciales, competencia desleal, un régimen de inversiones reciprocas y/o extranjeras, plazos, o a cualquiera otra materia relativa al tema. Perderá su tiempo porque no la va a encontrar.
La ALBA es un tinglado político clientelista inventado por Chávez para repartir entre países cuyos gobernantes le son afines ideológicos, fondos provenientes del petróleo que le aseguren apoyos internacionales. Es eso y nada más. Pero lo peor de todo es que nada aporta a los intereses de nuestro país.
Veamos con cifras duras 3 ejemplos de este mal negocio para Venezuela. Tomemos los casos de Cuba, Bolivia y Nicaragua.
¿Qué hacen estos países con lo que les damos, y que puertas adentro escatimamos cuando de nuestras propias necesidades se trata? ¿Cuáles y cuántos productos de nuestros industriales o agricultores adquieren? Y de lo que nos compran ¿Cuánto pagan?
CUBA
Este país, en 1999, compró al nuestro productos por el orden de los 460 millones de dólares, y en 2009, sólo 167 millones. Al mismo tiempo, Cuba exportó a Venezuela en 1999, 13.3 millones de dólares y en el 2009, 522 millones (Cifras de SICEX, ALADI).
Por otro lado, en el período 2005-2010, fue anunciado por el gobierno venezolano un gasto de 34.400 millones de dólares para Cuba. (Cifras de CIECA)
La forma como este país paga a Venezuela es mediante trueque, y se desconoce la fórmula para establecer el valor de los servicios que ejecuta en nuestro país.
BOLIVIA
En el caso de este país, en 1999, compró al nuestro 21 millones de dólares; en el año 2008, 252 y en el 2009, 310 millones. En estos años, Bolivia exportó a Venezuela, 19 millones de dólares, 264 y 290, respectivamente. (Cifras de SICEX, ALADI).
Para el periodo 2005-2010, el gobierno bolivariano ha anunciado gastos por el orden de los 8.859 millones de dólares en Bolivia. (Cifras de CIECA)
NICARAGUA
Este país adquirió de Venezuela en el 1999, bienes por el orden de 6 millones de dólares; en 2008, 14 millones, y en 2009, 33 millones. Exportó al nuestro país en las mismas fechas, 98, 7 y 480 millones, respectivamente. (Cifras de SICEX, ALADI).
Para Nicaragua, el gobierno de Venezuela ha anunciado gastos durante el periodo 2007-2010, por la cantidad de 7.920 millones de dólares, (Cifras de CIECA)
El total de gasto anunciado por el gobierno en ALBA es de 62.633 millones. En el 2005 el gasto para todos los que conforman ALBA fue de 2.122 millones, siendo CUBA, prácticamente, la única beneficiaria, con 1.879 millones de dólares (Cifras de CIECA)
Las cifras señaladas no pueden ser más elocuentes. El desbalance es pasmoso. La sangría de nuestro país, a cualquier observador tiene que sobrecoger.
La carga en términos comerciales y financieros que se ha echado encima el gobierno venezolano es injustificada, antinacional y perversa; la deuda que tienen estos países con el nuestro, ni siquiera es honrada debidamente, a pesar de las facilidades que se les han conferido. Definitivamente, estos vínculos político-ideológicos significan para nuestro país un peso muerto inaceptable.
RAULAMIEL@GMAIL.COM
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