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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
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miércoles, 11 de enero de 2012

ENRIQUE PEREIRA: ESTE ES EL AÑO.

No quede duda alguna, comenzamos el año más importante de nuestra historia democrática.
Muchos venezolanos tenemos por delante dos grandes decisiones durante este año. En febrero elegiremos al candidato que representará a las fuerzas de oposición en las elecciones y en octubre escogeremos al presidente que nos gobernará por los próximos 6 años.
Darle continuidad de gobierno al chavismo representará haberles otorgado la posibilidad de gobernar al país por no menos de veinte años. Hacer ganar a la opción de oposición significaría la oportunidad de ser gobernados por una opción diferente a lo vivido en los últimos 13 años.
Venezuela está en nuestras manos, en manos de todos los venezolanos que acudiremos a las urnas y expresaremos con votos nuestra manera de pensar, nuestro sueño de país y nuestra genuina posición ante el futuro de la patria. Esto no lo resuelve el imperialismo, el fidelismo ni ninguna de las instancias internacionales que nos observan. A Venezuela sólo le podemos dar el rumbo los venezolanos.
Somos los venezolanos los que resolveremos nuestro futuro en pleno uso de nuestra herramienta de decisión representada por los votos. Somos nosotros, habiendo abandonado una actitud apática, los que lograremos darle rumbo a nuestro manejo político para que encaminemos a esta sociedad a logros superiores.
En febrero tendremos la ocasión de demostrar la fortaleza de nuestra opción, llenando masivamente los centros de votación, para demostrarnos a nosotros mismos, de que tamaño es nuestra voluntad de cambio. Cada voto cuenta, cada ciudadano en una cola de votación es una encuesta viviente. El gobierno obligará a los empleados públicos a marchar, concentrarse o asistir a algún lugar, para asegurarse de que no asistan a votar. Al resultado de ese día, sumaremos esos votos contenidos por las vías de la autocracia gobiernera.
En octubre asistiremos a las urnas para fijar posición sobre los que queremos para nuestros hijos. No se deje impresionar por la propaganda oficial, las acciones envolventes del gobierno, los gritos y el despliegue de recursos. Debajo de cada piedra hay una madre que perdió un hijo, un trabajador que perdió su puesto y un ciudadano indignado de ver a un funcionario derrochando dinero. Debajo de cada piedra hay uno de los votos que lograron el 52% en las elecciones de la Asamblea. 
Ya estamos tarde para incorporarnos al trabajo activo que requeriremos para promover el cambio. No pregunte qué hacer, busque puesto en algún lugar y comience desde ya a trabajar para garantizar que cada unos de nosotros suma a favor de nuestra opción. Tenemos todas las oportunidades de lograr el cambio, pero necesitamos trabajar activamente para asegurarlo.
Este es el año Venezuela.
vienegrande@yahoo.es
@pereiralibre

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sábado, 19 de noviembre de 2011

EDITORIAL DE ANALÍTICA PREMIUM: LO QUE NO NOS ESTÁN CONTANDO DE 2013. VIERNES, 18 DE NOVIEMBRE DE 2011

Ningún candidato, ningún partido, ningún político, está hablando del monstruo que el actual Gobierno ha venido creando y sigue desarrollando; el monstruo de la deuda.

Un problema de la economía y las finanzas es que suelen ser explicadas en términos fáciles de comprender para los economistas y altos gerentes, pero casi imposibles de entender para las personas comunes y corrientes; es decir, las amas de casa, los padres y madres de familia, el pequeño comerciante o industrial, los electores. Son por eso elementos poco usados en las campañas electorales. Pero resulta que son tremendamente importantes para esos electores, aunque no los entiendan, ni los lean.
Los candidatos de la oposición están hablando, y es lógico que lo hagan, de empleos, seguridad, una Venezuela de inclusión, de unión entre todos y de olvidar el pasado. Todo muy bien, mensajes positivos, de esperanza y de contraste con lo actual, nuevas promesas e ilusiones. Pero ningún candidato, ningún partido, ningún político, está hablando del monstruo que el actual Gobierno ha venido creando y sigue desarrollando; el monstruo de la deuda.
Alguien debe levantar esa bandera de alarmante advertencia. Esa deuda que el presidente Chávez, su Ministro de Finanzas, su Ministro de Petróleo y su presidente del Banco Central mencionan como una muestra de fuerza y progreso, escondiendo una tragedia para cada venezolano que pulverizará los sueldos y salarios, que aumentará el desempleo, que incrementará los impuestos. Que algún candidato de la oposición saque la cuenta y le revele a los electores cuánto debe ya cada uno porque el Gobierno utiliza el endeudarse como una máquina voraz y sin frenos sólo para buscar los votos. Y cuánto estará debiendo cada venezolano, cuantos bolívares perderá de su salario y cuántos empleos adicionales se perderán para poder simplemente pagar los intereses de esa deuda brutal e irresponsable.
Envíe sus comentarios a editor@analitica.com
analiticapremium@gmail.com
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martes, 14 de junio de 2011

NARCISO GUARAMATO PARRA: LA DEUDA PUBLICA [ECONOMIA AL ALCANCE DE TODOS]

Como todos los años, se esta discutiendo la conveniencia o no de los niveles en que se estima que el gobierno nacional se va a endeudar. La pregunta es ¿por qué hay que endeudarse cuando se prevé percibir un flujo apreciable de ingresos por concepto de la venta de petróleo?. La respuesta es muy fácil, para que las cuentas cuadren.

El presupuesto nacional, básicamente es una descripción de los gastos que se van a realizar para el año, los cuales están en función del conjunto de políticas públicas que estén planteadas para el crecimiento económico del país. Por ejemplo en el presupuesto para el año 2011, debe haber una partida (apartado para un determinado gasto) para los problemas de electricidad y vivienda que se están presentando.

El presupuesto público venezolano es por programas, todo gasto debe tener una partida específica. El art. 314 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es clara al establecer: “No se hará ningún tipo de gasto que no se haya previsto en la ley de presupuesto…”. Cualquier violación a este principio, sin cumplir los pasos previstos por la misma ley, aunque sea para fines muy nobles, es un delito, que se conoce como malversación de fondos.

¿En que gasta el gobierno? Los componentes más importantes son el pago de sueldos y salarios, el Situado Constitucional (SC) y el servicio de la Deuda Pública Nacional (DPN). Cada vez que se expropia y se nacionaliza una empresa, crece la nómina pública. El SC es la transferencia que se le realiza a los estados y que es un monto fijo, 20% de los ingresos ordinarios, y el servicio de la DPN, capital más intereses, están fijados por las condiciones con las cuales se contrata la deuda.

Como vemos los gastos son bastante rígidos, por esta razón cuando hay que recortar gastos, lo primero que se ven afectados son los proyectos y programas de inversión.

Establecidos los gastos, la siguiente tarea es ver como financiamos los gastos. En primer lugar, se toman los ingresos ordinarios: impuestos por la venta del petróleo (este es el más importante), sobre la renta y el IVA (al igual que el gasto, cada vez que una empresa pasa a ser propiedad del Estado, se percibe una menor cuantía por impuesto, el cual no seta garantizado por los dividendos que se generen); también tenemos las tasas y aranceles que son los ingresos que cobra el Estado por los servicios prestados (aduanas, correo, etc.). Y finalmente, si no alcanzan los ingresos ordinarios para cubrir los gastos hay que endeudarse. Por ejemplo: si los gastos son 100 y los ingresos ordinarios son 80, hay que endeudarse en 20 (100 – 80 = 20), como ven, la deuda es simplemente la cuenta de cuadre. Ni más ni menos.

Hay unos cuantos mitos sobre el presupuesto, veamos algunos de los más importantes: 

i) hay que ser prudentes con los gastos, En Venezuela con unos gastos tan rígidos y con una inflación constante de aproximadamente 20% anual, esta parte es casi imposible. El que ha hecho un presupuesto, inclusive en el sector privado, sabe que lo que se hace usualmente es incrementar los gastos al menos en el porcentaje de la inflación estimada por el gobierno. Ser prudente con los gastos (G), simplemente es mantener el monto del presupuesto del año anterior más cierto porcentaje, menor a la inflación y no incluir ningún programa nuevo; 

ii) Hay que subestimar los ingresos. Como ya se ha señalado lo que no podemos financiar mediante los Ingresos ordinarios (IO), se financia mediante la emisión de más deuda (G = IO + DPN). Esto se agrava si tenemos en cuenta que los Estados tienen como fuente de ingreso fundamental el Situado, el cual está atado al los ingresos ordinarios. Subestimar los ingresos, simplemente es menor ingreso para TODOS los Estados y una mayor contratación de deuda.

¿Qué pasa con los ingresos extraordinarios?. Como su denominación lo indica, son extraordinarios, no corrientes, no recurrentes, circunstanciales. Por lo tanto, son para pagar gastos extraordinarios

Finalmente debemos señalar que la posibilidad de contratar deuda no es infinita, a medida que esta crece, o que baje el precio del petróleo, crece el “riesgo país” o la posibilidad de que no se pueda pagar la deuda. Lo cual encarece el servicio, es decir, hay que pagar una tasa de interés mayor.


nguaramato@gmail.com
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martes, 29 de marzo de 2011

MILICIA SOMOS TODOS. VIRGINIA CONTRERAS

El pasado 21 de marzo, fue publicada la reforma de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (LOFANB), dictada por el Presidente Hugo Chávez, de acuerdo a la Ley Habilitante del  20 de diciembre 2010, “…En el ámbito de la atención sistematizada y continua a las necesidades humanas vitales y urgentes derivadas de las condiciones sociales de pobreza y de las lluvias, derrumbes, inundaciones y otros eventos producidos por la problemática ambiental” (numeral 1. del Artículo 1.- de la Ley Habilitante)

Si bien esta reforma contempla varias novedades, el aspecto que ha llamado más la atención de la opinión pública es el referido a la “Milicia Nacional Bolivariana” (MNB), concepto éste que trastoca el regular funcionamiento, y los principios fundamentales por los cuales se ha regido la fuerza armada venezolana, de acuerdo a la Constitución de la República y leyes militares.

En puridad de verdad, el tema de la Milicia no es ninguna novedad. La LOFANB de 2009, aún cuando no lo establecía expresamente, ya contemplaba prácticamente esa figura como un quinto componente militar, cuya dependencia directa del Presidente de la República demostraba el interés de éste, de destinarla a “trabajos mayores”. No es que los cuatro componentes militares, reconocidos con exclusividad en la Constitución de la República, no dependieran operativamente del Presidente Chávez en dicha Ley, sino que la normativa actual, dictada por el gobernante para regular la actuación de la MNB, demuestra con claridad que las Milicias, para Hugo Chávez, son la “Niña de sus ojos”.  No podría ser de otra manera, si consideramos que el proyecto político del gobernante bolivariano conlleva inexorablemente la unificación del  ejército, pueblo y Estado, para la “reconquista de la soberanía de la Patria Grande”, a los fines de contribuir todos en la “Defensa integral de la Nación”.

¿Que si con esta reforma se le otorgan las armas que le corresponden a la República, a civiles inexpertos, que no son miembros de la FANB?

¿Que si se establece toda una organización vertical de la Milicia, dependiente del presidente de la República, y que con esto se constata la existencia de un ejército personal del gobernante?

¿Qué si se desvanece la institucionalidad de la FANB, para ponérsele a competir con un cuerpo no profesional, como es la Milicia, destruyendo sus pilares fundamentales como lo son la disciplina, la obediencia y la subordinación?

Todos estos argumentos son ciertos. No obstante, existen elementos de fondo, fundamentales para entender el sentido de la reforma, así como el destino que como ciudadanos nos espera, los cuales vale la pena mencionar. 

Empecemos por recordar ciertos principios incorporados en la Constitución de la República (C.R.), sancionada en 1999, dirigidos hacia el objetivo último para el cual los venezolanos hemos sido asignados (Artículos 322 y 326), respecto a la corresponsabilidad de la defensa de la Nación “de los venezolanos y venezolanas; también de las personas naturales y jurídicas, tanto de derecho público como de derecho privado, que se encuentren en el espacio geográfico nacional”.  

La defensa integral que tomamos como punto esencial, ha sido definida en el Artículo 3 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, como: “el conjunto de sistemas, métodos, medidas y acciones de defensa, cualesquiera sean su naturaleza e intensidad, que en forma activa formule, coordine y ejecute el Estado con la participación de las instituciones públicas y privadas, y las personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, con el objeto de salvaguardar la independencia, la libertad, la democracia, la soberanía, la integridad territorial y el desarrollo integral de la Nación”.

El Artículo 20 de dicha Ley incorpora junto a la Fuerza Armada Nacional,  a la sociedad venezolana, a los fines de coadyuvar en la “Defensa integral de la Nación, organizada por el Estado para conducir su defensa militar”. 

La defensa integral de la Nación, como lo ha manifestado el jefe de Estado, y según lo incorporó en la “Exposición de Motivos de la LOFANB” de 2009, no es más que la “adecuación de las normas jurídicas que la rige…a las nuevas exigencias, con una visión geopolítica que transita el sendero hacia la estructuración del Estado Social…” “El modelo de democracia social, participativa y protagónica…hacen aparecer al principio de corresponsabilidad, lo que quiere decir, que no sólo es la FANB la misionada para la defensa y la integridad territorial, sino la sociedad en su conjunto…” (Sic)

Comparando los conceptos transcritos, con la normativa incluida en la reforma de la LOFANB de 2011, verificaremos que esa idea de “Estado Social”, a la que hace referencia la LOFANB, corresponde, no a la definición originaria establecida en la Constitución de la República, (Estado democrático y social de Derecho y de justicia, Art. 2. C.R.), sino a lo que ha sido considerado como “un socialismo revolucionario”, de acuerdo a la doctrina de Heinz Dieterich, uno de los más importantes ideólogos de la revolución bolivariana, cuyos conceptos económicos y filosóficos coinciden con el Marxismo.

Entendiendo que uno de los fines del proceso bolivariano, es la conjunción del pueblo y su fuerza armada, dirigido hacia la defensa integral de la Nación, comprenderemos el porqué, de un plumazo, el presidente venezolano no ha visto ningún obstáculo en precisar la nueva figura de la Milicia Bolivariana, como un antecedente de lo que en un futuro será la conducta exigida a  toda la sociedad.

Recordemos que la MNB no es una organización que vino de la nada, ni se agota en su reconocimiento expreso en la LOFANB. Tiempo antes de su creación oficial, ya existían organizaciones paramilitares, a favor del gobierno revolucionario, entre las que podemos mencionar a los “Círculos Bolivarianos”. Estos, si bien en teoría eran definidos como “grupos organizados, conformados por el pueblo…, los cuales se reúnen para discutir los problemas de la comunidad y canalizarlos…para buscar su pronta solución…” (Página oficial del gobierno bolivariano “Gobierno en Línea”), en la práctica correspondían a verdaderas agrupaciones violentas, cuya impunidad se encontraba garantizada por ciertos sectores del gobierno bolivariano.   

Denunciados los Círculos Bolivarianos por los atropellos en contra de sectores de la sociedad democrática venezolana, y dada la pésima imagen que adquirió, en abril de 2005, según decreto presidencial Nº 3560 se establece la figura de la Reserva Militar, con funciones específicas, a cargo del Comando General de la Reserva Territorial y de la Movilización Nacional, dependiente jerárquicamente del presidente de la República. Bueno es recordar que en la LOFANB de 2008 se establecía que la MNB estaba formada por la reserva militar, las "milicias territoriales" y los "cuerpos combatientes", circunstancia que fue modificada en la reforma a la Ley del año siguiente, en la cual la reserva quedó nuevamente inserta dentro de los componentes de la Fuerza Armada.

En la actualidad, indistintamente de su definición legal, las MNB pueden ser cualquier cosa que el jefe de Estado disponga. De hecho, las mismas podrían compararse con algunas de las conocidas organizaciones paramilitares creadas por gobiernos no democráticos a lo largo de la historia, como la fuerza paramilitar fundada por órdenes del ayatolá Jomeini en 1979 (“Basij”); o la conocida milicia nacional alemana, creada en los últimos días del Tercer Reich, bajo las órdenes de Joseph Goebbels (el “Volkssturm”).  Podríamos asimilarlas a las “Camisas Negras”, milicias voluntarias para la seguridad nacional, organizadas por Benito Mussolini como un cuerpo paramilitar en la Italia fascista, y que posteriormente se convirtieron en una organización militar. O tal vez con las Milicias Populares Sandinistas (MPS), surgidas voluntariamente en Nicaragua, para reforzar la lucha armada urbana contra la dictadura somocista y que luego del triunfo de la revolución, fueron oficializadas; y por supuesto, las “Milicias Nacionales Revolucionarias”, creadas en 1959 en Cuba, como una institución en la cual el pueblo se organizó en batallones y unidades, en todo el territorio, para prepararse a enfrentar la reacción interna en contra de la revolución cubana, así como defenderse ante posibles agresiones del exterior.

Cualquiera sea la figura con la cual queramos identificarla, la MNB resulta un importante avance de lo que será la participación, con carácter obligatorio, de toda la sociedad venezolana en la defensa integral de la Nación. Distintos hechos lo confirman.
Ante los lineamientos establecidos por Heinz Dieterich dentro de la “Doctrina Militar de la Revolución Venezolana” (21/01/2005), en donde establece como tercera línea estratégica de trabajo, la necesidad de “lograr la participación popular masiva en la Defensa Integral de la Nación”, se le une el experimento incluido en la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar de 2009, la cual estableció el Registro Militar Obligatorio, incluyendo un lapso perentorio en donde los ciudadanos debían inscribirse, bajo la amenaza de todo un régimen sancionatorio. Solo por la reacción de la colectividad ante tal circunstancia, la misma fue modificada en noviembre de 2010, dejándose sin efecto el lapso límite para inscribirse en el Registro Militar, así como el régimen sancionatorio para quien incumpliera dicha obligación. Dicha Ley, si bien se refería a la obligación del registro militar, y no a la conscripción obligatoria, -ésta última prohibida por la Constitución de la República-, puede considerarse como una importante advertencia respecto a lo que en un futuro, no muy lejano, será una realidad.

Esta circunstancia viene a materializar lo que años antes el gobierno revolucionario ha venido reconociendo de manera expresa, si bien con poca notoriedad. Tanto es así que para el 2004, el director del Frente Cívico Militar Bolivariano, Héctor Herrera Jiménez, en declaración en el programa “En confianza”, conducido por el periodista Ernesto Villegas, por “Venezolana de Televisión”, señalaba que “la defensa integral de la Nación nos corresponde a todos, y no se limita a la creación de más batallones de reserva”. Agregando que la necesidad de actuación de la sociedad venezolana en esta materia, sería igual a lo que sucede en “países como Suiza e Israel, en donde la mayor parte de la población está entrenada como soldados, independientemente de las actividades a las cuales se dediquen en su vida cotidiana”.

Indistintamente de la realidad distorsionada que el entrevistado haya demostrado en relación a las políticas de seguridad y defensa de ambos países, -las cuales son entre sí diametralmente opuestas, y diferentes a la nuestra-, para nadie es un secreto la obligatoriedad del servicio militar en el Estado de Israel, cuya sociedad militarizada circunda su vida alrededor de la guerra, hecho que nos facilita a entender a qué nos quiere reducir la revolución bonita.

Muchos dudarán respecto a la posibilidad de que en un futuro todos los venezolanos, y no una parcialidad de una Milicia, tengamos que cumplir estos roles. Divagarán, como lo hicieron cuando hace ocho años anunciábamos la reelección indefinida para el presidente de la República, mientras el gobierno negaba rotundamente tal posibilidad. Sospecharán como lo hacen, cuando infinidad de personalidades y organizaciones de carácter técnico advierten repetidamente en relación con el sistema electoral fraudulento. Por muchas dudas que se tengan, éstas no pueden ser obstáculo para no incluir la discusión en todos los sectores de la sociedad venezolana, más aún cuando los líderes políticos se aprestan para participar en un proceso de selección del candidato presidencial.

Hoy estamos libres y nos quejamos, mañana quién sabe. Pero debemos recordar que en Venezuela, la Milicia somos todos

trinitron208@aol.com

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miércoles, 23 de febrero de 2011

EL FALSO DILEMA DE LOS MILITARES. ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL

Si no escucharon a Rangel Silva, debieron hacer lo mismo con Chávez el 5 de enero

Sumidos en el debate sobre cómo afrontar al Gobierno la oposición y sus críticos descuidan no sólo su capacidad de generar iniciativas propias, ahora que tienen presencia en el foro legislativo, sino de ir al fondo de las cosas. Así, ambos bandos, que están del mismo lado, debaten acerca de las formas de encarar el discurso del general Rangel en Ciudad Bolívar y el dilema se reduce a ir o no ir, cuando la cuestión está en el fondo de un tema crucial, cual es el papel de las Fuerzas Armadas en la lucha política.

Privado así de una explicación que vaya a la nuez del asunto, el país (incluyendo los uniformados) accede con mayor facilidad, a la tesis oficial según la cual la dirigencia opositora manifiesta un rechazo visceral y estructural hacia los militares, quienes serían desplazados y perseguidos en un Gobierno distinto al chavista, cuando en realidad esto no es así ni podrá serlo.

Pero la situación grave (y muy pocos dirigentes de oposición la asumen) porque por un lado se está creando un falso dilema a los uniformados: o se deciden a morir con este régimen o apoyan a la oposición en la misma tesitura, cuando en cualquier sistema democrático ellos, liberados de asumir posiciones políticas y mucho menos partidistas, sólo deben cuadrarse con su misión de hacer cumplir la Constitución, es decir, garantizar la existencia de un régimen democrático.

Es difícil el asunto porque esquemas tan básicos y universales como ese han sido sustituidos por una doctrina que convierte a las Fuerzas Armadas en garantes de un régimen personalista, justificado en una presunta doctrina nacionalista y justiciera, a cambio de una cuota de poder (y esto implica responsabilidad) y privilegios que no tendrían si no gobierna uno de los suyos.

Más allá de que la advertencia golpista de Rangel, (su "matrimonio" con el régimen llegaría hasta el desconocimiento de una derrota electoral), se pueda hacer realidad, lo cierto es que él se limitó a parafrasear una advertencia de Chávez, unos días antes de su famosa declaración de noviembre, quien además lo premió con un ascenso por reproducir su opinión. De modo que si se decidió hacer mutis en su caso, la bancada de oposición debió haber hecho lo mismo (y con más razón) cuando el Presidente acudió al legislativo para rendir cuentas el pasado 5 de enero.

Pero la amenaza de usar la fuerza para someter la disidencia demuestra no sólo la debilidad de un Gobierno que se vanagloriaba de su respaldo popular, sino la vuelta al país violento y rural donde se impone quien tiene el poder de las armas. Nos encontramos a unos cuantos centímetros de la barbarie y sobre todo porque los militares deben estar tan polarizados como los civiles. Sólo que, al final, terminan inclinándose por la mayoría.

 rgiusti@eluniversal.com

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lunes, 1 de noviembre de 2010

LA INMORALIDAD DEL ENDEUDAMIENTO PUBLICO.JUAN RAMON RALLO

Desde hace algún tiempo hemos venido sosteniendo la idea de la inmoralidad del endeudamiento público y de cómo los políticos socialistas (de todos los partidos, como diría Hayek) abusan de el.

Esta actitud de despreocupación por el futuro la analiza Hans Hermann Hoppe y la explica producto de la alta preferencia temporal que estos (los políticos estatistas) tienen en la ejecución de sus cargos públicos. Y eso no importa en el país que sea, desarrollados o no.

Comparto con ustedes el más reciente artículo de Juan Ramón Rallo acerca del tema.

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En más de una ocasión hemos hablado de las enormes virtudes de la capitalización, "la fuerza más poderosa del universo", en palabras de Einstein. Eso de que los intereses generen intereses, de que nuestra riqueza sea capaz de generar una renta con la que podamos crear nuevas fuentes de riqueza productoras de renta, es lo que ha permitido que los seres humanos hayamos dejado de recolectar frutas de los árboles para dominar la tierra, el mar, el aire y, en un futuro, el universo.

Sin embargo, el mismo principio que lleva al ahorrador individual a enriquecerse multiplicando su capital, también conduce al despilfarrador a la bancarrota dividiendo sus pertenencias. Si en lugar de convertir nuestros ahorros en patrimonio productivo dilapidamos nuestro patrimonio productivo para estirar un poco más nuestro insostenible consumo, estaremos viviendo unos años por encima de nuestras posibilidades para pasar a malvivir durante décadas muy por debajo. Porque lo peor de talar el árbol que nos da sustento con sus frutos no es que la leña que gastemos hoy no la podremos emplear mañana, sino que al cortar el árbol nos quedaremos sin todos sus frutos futuros.

El anatocismo –pagar intereses por los intereses pendientes de pago– no es más que eso: una progresiva tala de todos los recursos productivos de una economía. Robert Kiyosaki lo llamó la carrera de la rata: en lugar de poner el dinero a trabajar por nosotros, nos ponemos nosotros a trabajar por el dinero. Es lo que tiene querer vivir como un rico sin serlo: que en lugar de ahorrar para invertir y disfrutar de las rentas, nos endeudamos para consumir y ser aplastados por los intereses.

Zapatero ha convertido a todos los españoles en ratas que no pueden dejar de dar vueltas en la rueda de su deuda. En 2011 los intereses de los bonos del Tesoro español ascenderán a 27.500 millones de euros, el 2,5% del PIB. "Poca cosa", pensará alguno, "todavía nos quedan cientos de miles de millones de los que ir tirando. Bueno, quizá cambiemos de perspectiva si decimos que esa cantidad equivale al 23% de todos los ingresos tributarios del Estado central para 2011 y a casi el 20% de todos los impuestos que recaudaron el conjunto de las Administraciones Públicas el año pasado. Es decir, un quinto de todos los impuestos que ya estamos pagando van directos a cubrir la irresponsabilidad socialista de nuestros gobernantes.

¿Le sigue pareciendo poco? Pues espere unos años. Porque el anatocismo es lo que tiene: mientras no eliminemos el déficit público y nadie sensato prevé que vaya a desaparecer en el próximo lustro seguiremos pagando estos asfixiantes intereses mediante la emisión de nueva deuda. Intereses generan intereses, y mayores impuestos presentes cercenan nuestra riqueza futura. Lástima que nuestros políticos no hayan entendido ni el poder explosivo de la capitalización del ahorro de los presupuestos austeros y de los impuestos bajos ni el poder destructivo del anatocismo de la deuda de los presupuestos descuadrados y de los impuestos confiscatorios. O quizá sí lo hayan entendido y les dé igual; los intereses de los intereses de sus juergas los pagamos nosotros, no ellos. ¿Para qué apretarse el cinturón?
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sábado, 25 de septiembre de 2010

IMPERDONABLE, DIEGO BAUTISTA URBANEJA (LA VOCACIÓN DEL CONTINUISMO)

Tenemos la ocasión de dar grandes pasos hacia la salida democrática de este callejón sin salida.

Lo que tenemos por delante este domingo es un capítulo crucial de esta larga lucha por la democracia venezolana. Es un episodio clave para que se acentúe el camino de declive que, a mi juicio, de manera inequívoca está transitando desde hace un tiempo la "revolución bolivariana".

No voy a entrar en pronósticos ni tampoco a definir lo que habrá que considerar "victoria" en las elecciones que están en puertas. Me limito a constatar que los números pintan muy bien para las fuerzas democráticas.

La gran condición para obtener un resultado positivo será que la ciudadanía democrática dé un paso al frente, y salga al encuentro del inmenso esfuerzo que han hecho las fuerzas políticas para construir una propuesta única y convincente. Se sabe que ese esfuerzo ha tenido imperfecciones, pero también hay que reconocer que, dentro de las condiciones reales en las que se ha desarrollado, se ha llegado verdaderamente lejos. Por sí mismo, ese esfuerzo merece que sea reconocido y recompensado, a lo cual hay que añadir como cosa de más peso el hecho de que allí está la alternativa política que permitirá detener el avance del proyecto ruinoso y opresivo que se nos quiere imponer.

Pensando en lo que viene, hay que tener claro que después de este domingo la lucha continúa, pues, sean cuales sean los resultados, este Gobierno no se va a quedar quieto en su proyecto de eternizarse en la posesión de un poder cada vez más absoluto.

Las fuerzas democráticas quedarán embocadas hacia un triunfo en las elecciones del 2012 y con grandes posibilidades de contar ya con un poder parlamentario que sirva de control al enloquecido Poder Ejecutivo que actualmente tenemos. Pero es previsible que el Gobierno intente usar los recursos con que cuenta para avanzar por un camino que la sociedad rechaza de forma cada día más clara. De modo que será necesario hacer el uso más efectivo posible de los resultados de estas elecciones

Para eso será esencial preservar el mayor bien con que en este momento cuentan los demócratas venezolanos: la unidad. Unidad política, unidad parlamentaria. Habrá sin duda que revisar y renovar sus términos, para fortalecerla y profundizarla. Ya quedó atrás el agotador ejercicio que significó la elaboración de una oferta parlamentaria unitaria, que tan dificultosa fue y que tanto se prestó a críticas de toda especie. Para lo que viene, tanto las fuerzas políticas como todo lo que actúa en el terreno más amplio de la sociedad, tendrán que actuar con conciencia de que el logro unitario no puede ser puesto en cuestión ni en riesgo, así como de que los procedimientos usados hasta ahora en las fuerzas democráticas necesitan refrescarse.

En tal renovación tendrá que haber audacia en los partidos políticos. Hemos dicho que para obtener el triunfo de este domingo es necesario que la población que no está vinculada a partidos dé un paso al frente, tienda la mano al esfuerzo político que se ha hecho. Del mismo modo decimos ahora que las fuerzas políticas tendrán también que dar su paso al frente, para salir al encuentro de muchas quejas y observaciones que están pendientes, y que deberán ser atendidas para que la unidad de las fuerzas democráticas acceda a un estadio superior de calidad y consistencia, como el que se necesitará para llevar a la tan deseada reconciliación de los venezolanos y para la reconducción de este país hacia caminos de prosperidad personal, familiar y colectiva.

Decíamos al comienzo que la dirección que lleva el Gobierno apunta inequívocamente a su declive. Sólo un permanente maniobrar, un permanente correr la arruga, le permite al Gobierno mantener a flote una nave que está haciendo agua por todos lados, usando como base de operaciones un no desdeñable respaldo popular a Chávez y una masa importante de dinero. Sería muy triste que por indecisión, por apatía, por temor, por remilgos, los venezolanos le diéramos a este Gobierno un respiro artificial, que le dé justificaciones para redoblar sus esfuerzos en realizar un proyecto empobrecedor y para aducir al efecto "mandatos populares" que todo el mundo sabe que son falsos, alargándose así el enorme costo que este país ha pagado.

Así que este domingo tenemos en nuestras manos una gran ocasión de dar grandes pasos hacia la salida democrática de este callejón sin salida en que Hugo Chávez se ha empeñado en meter al país, con fórceps desde hace ya tiempo. De veras que se trata de una brillante oportunidad, con grandes perspectivas de futuro. Sería imperdonable que la perdiéramos.

dburbaneja@gmail.com
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lunes, 5 de julio de 2010

HUGO CHAVEZ UN ESTIGMA ELECTORAL PARA QUIENES LO DEFIENDEN, CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL

El analista político internacional y Director del Centro de Estudios Latinoamericanos del Hudson Institute en Washington D. C., Jaime Darenblum, ha escrito un artículo titulado “La sombra de Chávez” en el nos describe los fracasos electorales que han tenido una serie de candidatos a la presidencia de diferentes países de nuestra región por haber apoyado de una u otra forma al presidente venezolano Hugo Chávez.

http://www.nacion.com/2010-07-01/Opinion/PaginaQuince/Opinion2430251.aspx

Nos señala el señor Darenblum que la última víctima de estos fracasos fue el candidato colombiano Antanas Mockus, y que anteriormente habían padecido el mismo problema el mexicano Manuel López Obrador y el peruano Ollanta Humala, yo añado a esto que en Costa Rica aunque no era clara la postura del candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), el presidente del partido don Alberto Cañas mencionó antes de la campaña de febrero del 2010 que los chavistas se habían “colado” en su partido y el PAC como tal se derrumbó.
http://carlosvilcheznavamuel.blogspot.com/2009/07/el-pac-confirma-que-hay-chavistas-en.html

Y en Honduras aunque no era candidato, si no su presidente, Manuel Zelaya apostó a Chávez, quien quiso hacer trampa en su patria y se quedó sin país que gobernar.

En este contexto, los próximos candidatos de la región deberán de ser más cuidadosos porque según lo hemos visto el chavismo no da buenos dividendos -al contrario- se convierte en un estigma electoral para quienes lo defienden. Si no veamos la forma de actuar de la presidenta de Argentina Cristina Kirchner y de su esposo Ernesto Kirchner, actual candidato para la presidencia, ambos amigos incondicionales del presidente venezolano, quienes últimamente han dado algunas muestras de querer alejarse del otrora golpista de 1992.

http://cadenaazulyblanca.com/index.php?option=com_content&view=article&id=33775:los-kirchner-se-alejan-de-hugo-chavez&catid=85:nacionales&Itemid=116

Por otro lado pareciera que Hugo Chávez y su revolución tocaron techo y no tiene donde más apostar, hasta los periodistas internacionales han dejado de considerarlo noticia por las atípicas y acostumbradas declaraciones que nos ofrece. Se ha quedado solo con sus seguidores y con sus satélites Morales, Ortega y Correa quienes representan la típica imagen de gobernantes tercer mundistas.

En Venezuela las últimas encuestas nos dicen que el apoyo a Hugo Chávez ha disminuido considerablemente, el faltante de agua, las fallas en electricidad y las perdidas de mas de 150.000 toneladas de alimentos no lo dejan muy bien parado en la opinión de los venezolanos y demuestran una vez mas que el presidente venezolano está “cuesta abajo”

Para terminar y como estamos en época futbolera mundialista podríamos agregar que el presidente venezolano además del estigma político que carga, tiene mala suerte o como dicen los venezolanos el presidente es una persona “pavosa” porque primero se puso la camiseta de Brasil y este fue eliminado, luego apoyó a los dirigidos de Maradona y los resultados fueron estrepitosos, los dos equipos están fuera del mundial.

carlosvilcheznavamuel@gmail.com
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domingo, 11 de abril de 2010

HAGAMOS LA LUZ ENTRE TODOS. MIKEL LAS HERAS

Cuando los amigos me ven defender a capa y espada, reconozco que a veces me pongo hasta fastidioso, a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), caen a veces en el error de acusarme de defender a “los partidos políticos”. Y no es así. La MUD, más allá de una estructura que, no cabe duda, está principalmente conformada por los más importantes partidos políticos que hacen oposición al actual estado de las cosas, es un ente que está dotando de conducción política al movimiento opositor. Conducción que por cierto, sobra decirlo, ha estado ausente en años recientes.

Si bien es cierto que en las últimas décadas los partidos políticos tradicionales se agotaron y se vieron obligados a renovarse unos, a reinventarse otros, o a “invernar” a la espera de mejores tiempos otros más, también lo es el hecho que diferentes organizaciones y personalidades de la mal llamada “sociedad civil” hicieron vida activa en la política venezolana de finales del siglo pasado, bajo la etiqueta de “independientes” y, por cierto, han seguido “activos”. Empresarios, banqueros, artistas, dueños de medios de comunicación, periodistas y hasta modelos fueron candidatos presidenciales y a otros cargos de elección popular, y conformaron organizaciones que tenían su tarjeta inscrita en el Consejo Supremo Electoral de la época.

Era los tiempos de -la llamamos ahora despreciativamente “la Cuarta”- donde si bien es cierto reinaba el bipartidismo, también lo es el hecho que se respetaba y reconocía a las minorías, se podía “sacar gente de la cárcel” con el voto ¿verdad David Nieves?, existían tribus judiciales pero se destituían presidentes de la República, había corrupción pero había alternancia en el poder.

El “antipartidismo” se transforma en “antipolítica” cuando irrumpe en la escena política venezolana un personaje ajeno al mundo civil. Un militar que intenta dar un Golpe de Estado en 1992. A partir de los siguientes carnavales, comenzamos a ver a los carajitos disfrazados de militares con boinas rojas. El resto es historia.

Tras más de una década de “era chavista”, un presidente constitucional, pero militar, ha hecho lo que le viene en gana, sin que la llamada oposición, así, en singular, haya podido contraponer políticas de manera coherente y efectiva, debido entre otras cosas a la ausencia de conducción política.

En los primeros años de está ya larga y negra década, vimos a “la sociedad civil”, a “la gente”, a “los independientes que no quieren nada con los partidos”, etc, dirigir la política de oposición. Los resultados saltan a la vista.

Hace un tiempo, cuando se formó la MUD, en un artículo pedimos un voto de confianza a ella. Hoy lo renovamos. Es con política y políticas que podremos cambiar las cosas. Los partidos garantizan, además de conducción, pluralidad e inclusión, ingredientes indispensables para los que pensamos en la reconstrucción -tan necesaria- de la democracia en Venezuela. Son tiempos de oscuridad. Hagamos la luz entre todos.

Este y otros artícules en
http://conflictove.wordpress.com/aqui-opinan/ , https://sites.google.com/site/mikellasheras/
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