BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

sábado, 28 de enero de 2012

IGNACIO GAINZARAIN: LA 4TA, LA 5TA Y LA VENEZUELA DE PRIMERA. “TODOS PARA ARRIBA”

Luego de estas semanas de debates y alianzas, uno siente que han ido emergiendo 3 bloques en el sector de la oposición democrática.
La jugada de Leopoldo López es de libreto. Luego de las palabras irreverentes y valientes de María Corina en la Asamblea Nacional, Leopoldo quedó claramente desplazado hacia abajo. Esto no lo han querido reconocer las encuestadoras, probablemente por los intereses que hay en juego, desde los financieros, hasta los políticos.  Las cifras colocaron a una María Corina en un empate en el segundo lugar, contando a su favor un elemento inercial, que le garantizará  que en breve estará en capacidad de retar a Henrique. De allí, que un Leopoldo y sus financistas jugaran a sacarse la foto con un antiguo rival, para no quedar descolocados en la recta final, ahora que pareciera darse por descontado el triunfo de Henrique.
Algunos factores mediáticos y políticos han promovido un falso dilema en las Primarias: “los candidatos no pueden atacar el discurso de sus pares”. Y ese falso dilema es el que ha tenido en el primer lugar a Henrique, el que al decir de la gente, tiene el más bajo desempeño en la comunicación corporal.
Por su lado Pablo Pérez, cuyo lanzamiento en un video del Sr. Rosales fue realmente vergonzoso, pareciera que se contenta con encarnar la posibilidad de ser “el mejor gobierno a la 4ta”. Su declaración sobre el CNE (Yo si creo en el CNE) dejó claro que no tiene un planteamiento serio de batalla electoral. Basar una campaña en la No Reelección y la tarjeta única deja muchas incógnitas sobre qué cambios de fondo pueden impulsar Pablo y sus aliados. Y claro, los actores que lo acompañan en la imagen, evocan no lo mejor de la 4ta sino lo peor de ella. Esa apuesta por más seria que sea, pareciera condenada a fracasar.
Henrique por su lado, transpira un planteamiento de “cohabitación” con la 5ta, que podríamos resumir en la aspiración, legítima por cierto, a ser el cuarto gobierno de la 5ta República, y en positivo, el primer gobierno bueno de la 5ta R. Sin negar su trabajo disciplinado, su última alianza no resuelve esta sombra “quintorepublicana”, porque en ningún momento Leopoldo planteó cambios profundos en el balance de poder en el sistema político-institucional actual. Henrique se negó a sacarse la foto con AD y Copei, porque sabía perfectamente el efecto “submarino” de esa imagen. Pero, con todo y que fue un “preso del ComaAndante”, no ha planteado ningún juego estratégico ni táctico que permita suponer que, al tomar el poder, exigirá en forma inmediata la relegitimación del sistema político-institucional. ¿O es que acaso, desde el momento en que la oposición democrática es mayoría en votos, no debería poner en tres y dos al régimen militar? 
Los efectos de este “síndorme de estocolmo” es que siendo el 52% de los votos en las elecciones de diputados, apenas tenemos el 39% de los diputados, y más triste aún, solo presidimos el 27% de las comisiones de la Asamblea Nacional (4 de 15).
Queda un tercer bloque que podría emerger en los próximos días: el bloque del cambio político-institucional, el grupo que plantee claramente el nacimiento de un nuevo pacto político que sustituya al Pacto Militar del Samán de Güere. Allí ubicamos a 3 candidatos de orígenes distintos, pero claros en que debe producirse una actualización del sistema político y sus reglas básicas, cara a crear las condiciones de una “gobernabilidad civil de la era poschavista”.
María Corina sin duda está a la cabeza de este grupo, en cuando a intención del voto nos referimos. También tiene un elemento muy original: es la única mujer en la contienda. Ella tiene el reto de negociar alianzas en esta recta final. No le será fácil, porque Diego ha planteado que no tiene nada que hablar con los candidatos que firmaron el plan de la MUD. Sin embargo, Diego sabe que está muy bajo en las encuestas, y que su “experiencia y relaciones” podrían ser de un valor estratégico clave un bloque liderizado por María Corina. Pablo Medina por su lado, podría ser su gran operador en el mundo laboral, y en las relaciones con muchas organizaciones del “chiripero” que llevó al militar al poder en el 98. Porque eso del “capitalismo popular” sirve para intentar canalizar al mundo de la informalidad económica en su camino a la formalidad, pero poco dice de lo que hay que hacer en el mundo de la economía formal de hoy, y en particular, en la relación con la excesiva burocracia gubernamental.
María Corina a su vez, es la que puso en evidencia la valentía y audacia, en los lugares oportunos y en el momento pertinente. No es que los otros candidatos estén con las “bolas a la baja”, sino que estiman que no hay que acudir a ellas para demostrar que si tienen capacidad de ganar y cobrar.
Por su lado, María Corina es la única que puede sacar de sus casillas al ComaAndante. Y eso es importante. Y ahora viene una fecha para demostrar audacia con valentía: el 4F, fecha en que el gorilaje ha prometido el mayor desfile militar de nuestra historia, ésa que tiene como realidad la mayor cantidad de muertos civiles desde las guerras de liberación de los españoles.

Estoy seguro, que un bloque formado por María Corina, Diego y Pablo Medina, colocaría la discusión política en su justa dimensión: Retar al CNE en la batalla electoral sin la cual no se puede ganar, y en paralelo, forjar el nuevo pacto político que de paso a una institucionalidad que garantice en primerísimo lugar la vida de los venezolanos, seguido de un avance serio en el marco de la justicia, la senda del crecimiento económico, el regreso de todos los militares activos a los cuarteles, el orden interno, y la reconfiguración de las relaciones internacionales de Venezuela.
El rostro de mujer, de  madre que está entrando a la madurez, comunicará mucho más que el rostro de los jóvenes, que con todo el derecho del mundo aspiran, pero que no tienen la estatura para el desafío de las batallas que vienen.
Esta Transición pasa por una mujer.  La Venezuela de Primera, esa del “Todos para Arriba”, la promueve hoy un palo de mujer. 

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

EZIO SERRANO*: LÓPEZ Y CAPRILES: CASTIGADOS POR EL TIEMPO

Del tiempo que pasa  y la identidad que perdura,  podría decirse de la política y una de sus expresiones más benévolas. Nos referimos a los acuerdos, a los pactos y alianzas. Estas expresiones de la política y lo político recogen algo inherente a los humanos: la posibilidad del entendimiento, del diálogo  por oposición a la guerra o la confrontación abierta. De manera que, el acuerdo López-Capriles no tendría nada de extraño ni debería generar suspicacia alguna de no ser por el éxito que ha tenido en este país el discurso de la confrontación y la anti política, es decir, la anti democracia.

Pero resulta que este dúo dinámico ha venido montando un discurso de supuesta ruptura con el pasado, de creación de formas novedosas revestidas de un grado de pureza tal que, en ellos no sería posible hallar traza del pasado, nada que pueda vincularlos con esa cosa fea y degradada que fue la etapa democrática forjada por los partidos tradicionales. Atrapados en semejante dislate, el dueto se acerca peligrosamente al discurso triunfante en 1998, tiempo en el cual los venezolanos se auto suicidaron buscando caras nuevas, no contaminadas de pasado, sin trazas de contagio puntofijista. Nos hartamos de los políticos y sus pactos, la hora de los milicos había llegado.

El malhadado puntofijismo, llegó a ser para los venezolanos aferrados al caudillo victorioso en 1998, una suerte de purgante. Un vomitivo tan desagradable como la política y los políticos. Es decir, se estigmatizaba rabiosamente el acuerdo, la alianza de partidos y gremios que logró 40 años de estabilidad democrática para los venezolanos. El empeño de Capriles y López en deslastrase significa que no han aprendido la lección. Capriles se hace el creativo al afirmar  que somos un país con más futuro que pasado, vaya bolsería. El otro creó un partido para demostrar formas novedosas y las prácticas puras de la democracia que no pacta, que no se lía con los acuerdos cupulares. Exactamente lo que hoy nos muestran como preciada diadema democrática.

Y no es que la lengua castigue al cuerpo, pues  luce excelente que se produzcan acuerdos, alianzas y pactos. Pero la manida idea de liberarse del pasado sigue denunciando inmadurez. Líderes inmaduros aptos ciertamente para dirigir pueblos inmaduros. De eso hemos alcanzado  el hartazgo. Porque liberarse del pasado es la renuncia al tiempo vivido, o como diría Borges, la vida está hecha de tiempo y el pasado es la sustancia de que el tiempo está hecho. Cierto que podemos hallar cosas buenas y malas en el pasado, pero ambas han nutrido nuestra existencia. Ya va siendo hora de madurar y esto bien podría ser entendido como la aceptación de nuestro bien y nuestro mal. ¿Cómo asomarse al futuro sin esta digresión?

*Opinión de Ezio Serrano, Dr. en Historia, Director del BOLIVARIUM de la USB y conferencista del Diplomado de Historia Contemporánea de Venezuela de UPEL-FRB y autor del N°8 de la serie de HCV de esta Fundación en proceso de ediciónEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

EDITORIAL ANALÍTICA: ¡UNIDAD, UNIDAD Y MÁS UNIDAD!

Sólo la verdadera unidad tiene posibilidades de triunfar y aún así la tarea no será fácil. Así, dejemos de lado los comentarios mordaces, las pretendidas diferencias ideológicas y preparemos desde ya los equipos necesarios para defender y proteger el voto.

Ganar las elecciones del 7 de octubre es esencial para salir del caos al que nos ha conducido el actual régimen, sin embargo, la tarea no se presenta fácil, son demasiadas las ventajas que tiene en sus manos el gobierno a pesar que su popularidad ha venido cayendo sistemáticamente.

Por un lado Chávez tiene importantes reservas monetarias en los diversos fondos extra presupuestarios que maneja a discreción, pero si eso no fuera suficiente para sazonar la campaña con dádivas de todo tipo, cuenta con un obsecuente CNE que hasta ahora se ha negado a entregar el REP a los partidos de la oposición, mientras que si dispone del mismo el PSUV.

El CNE debe asegurar la igualdad entre los contendientes por lo tanto el REP debe ser entregado al candidato seleccionado el 12 de febrero y lo lógico fuera antes a la MUD.

Además, en la mecánica orquestada para atemorizar a los votantes que, de una u otra manera dependen del gobierno para vivir, anuncian la barbaridad que van a colocar las capta huellas al lado de la máquina de votación. Eso no se hace en ningún país en el mundo.

La oposición debe dejar de lado la estéril polémica sobre las alianzas entre los precandidatos y las pretendidas diferencias ideológicas entre uno y otro grupo de partidos políticos que los apoyen. ¿O es que acaso esa diferencia afecta la unidad perfecta para vencer a Chávez? ¿No existen ya unos lineamientos programáticos de la MUD aceptados por la mayoría de los precandidatos?


La pelea no es entre Capriles, Pablo Pérez y María Corina, cualquiera de ellos pudiera a justo título ser el abanderado de la oposición. Lo fundamental es que sea quien sea que gane las primarias, se solidifique la unión de todos para superar el ventajismo del gobierno, reclamar y movilizar a la población para exigir elecciones limpias y que el CNE cumpla con lo que la ley le exige. Todos unidos deben denunciar y reclamar que se pretenda abusivamente colocar las capta huellas en las mesas de votación y exigirle al CNE que se detengan las abusivas cadenas presidenciales.

La campaña electoral después del 12 de febrero no será un encuentro amistoso de softball, será un juego de pelota arreada. Si todos los precandidatos que no hayan logrado ganar las primarias no se unen con sinceridad y entusiasmo a apoyar al que en buena lid triunfó, las posibilidades de vencer el 7 de octubre serán remotas para no decir imposibles. Sólo la verdadera unidad tiene posibilidades de triunfar y aún así la tarea no será fácil. Así, dejemos de lado los comentarios mordaces, las pretendidas diferencias ideológicas y preparemos desde ya los equipos necesarios para defender y proteger el voto en todas las mesas electorales de Venezuela y para que eso se logre todos sin excepción somos necesarios.

Viva la unidad, dejemos de lado el sectarismo.
Envíe sus comentarios a editor@analitica.com
informes.premium@analitica.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

ELIDES J. ROJAS L: YA NO GOBIERNA (SOBRE LA MARCHA)

Hace tiempo que micomandantepresidente dejó de ser un presidente en el mejor sentido de la palabra; es decir en el sentido más exacto del término. Tal vez en los primeros años le metió un poco a eso de ser primer mandatario de un país, pero con el pasar de los años (y mire que son muchos) se le coleó bien coleado Fidel Castro y asumió en algunos casos de manera indirecta y, en muchos más de manera directa el mando y control de la nación, no necesariamente las riendas del país. Hace rato que esto está fuera de control. De allí la afirmación: Chávez ya no es presidente. Y los signos están por todas partes.

Está trabajando, aun en medio de la enfermedad, con la mira puesta en quedarse en el poder. Nada más. Su objetivo es llegar a octubre, ganar las elecciones de la manera que sea y pararse en lo que alguna vez fue el balcón del pueblo y gritar ¡ganamos!, ¡se los dije, no volverán! Y ya está. Dos cosas pueden ocurrir a partir de ese momento. Primero: o se retira a tratar se sacarse de encima la mortal enfermedad, cuya existencia se le niega al país a cuenta de estar curado y con la misma manía de estar arriba del coroto, solo por estar montado porque gobernando no está. Segundo: o, en efecto, era mentira lo del cáncer y asume por enésima vez el poder para seguir en la misma guachafita en que ha estado durante estos 13 años.

En ambos casos, otra vez ganador, con trampa o sin trampa, la suerte del país estará echada. La ruina, el caos y la absoluta irresponsabilidad que rueda por estos días en la Administración Pública será la marca de lo que viene, o mejor dicho, seguirá en lo mismo. No puede haber variación en un proyecto que se vende como socialista y que apenas está comenzando. No puede haber variación si apenas estamos en el año 13 de unos 50 años más, tipo Fidel en Cuba. No puede haber variación cuando bajo este esquema hay mucha gente chavista y no chavista haciendo real como locos. Y si, además, el hombre no gobierna, mejor para todo el mundo.

No gobierna. Es una afirmación no sujeta a prueba en contrario. Es así. Es un hecho notorio, todo el mundo lo ve y palpa a diario por sus efectos y por las cadenas cada vez más esporádicas y repetitivas. Además, ese siempre fue el trabajo. Televisión y más televisión.

La rutina, en estos momentos en que está curado, pero sigue con un aspecto contrario a lo que normalmente se entiende como una persona sana, en plena capacidad, Pero bueno, en principio, eso es importante para el país, pero aparentemente no les importa un pito ni a ellos mismos. Si está en tratamiento o no, no cambia el panorama de un país sin gobierno en el que los malandros están secuestrando y matando y si acaso uno o dos irán presos. Tan no está gobernado que hasta sus órdenes, muy al estilo militar son desacatadas por todos los ministros y demás amanuenses. Lanza una ley para proteger a los discapacitados y nada, un decreto para regular a los vándalos (la mayoría, hay sus excepciones) en dos ruedas llamados motorizados y nada. Le ordena a la inflación que se rinda y nada. A menos chavismo gobernando más cubano está el país. Es lo que se nota.

Y el abanico de dólares también. No solo el de la foto. Está por todos lados.

Twitter: @ejrl
erojas@eluniversal.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

LUIS MANUEL AGUANA: EL LIMBO DEMOCRÁTICO: ANTI POLÍTICA Y SOCIEDAD CIVIL

Es difícil entrarle a un tema que podría catalogarse como escabroso y difícil en la actualidad. ¿Y porque difícil? Porque en las actuales circunstancias podría distinguirse como anti político que los ciudadanos le reclamen a los partidos políticos acciones y responsabilidades que en cualquier sociedad democrática civilizada del mundo sería de lo más común y hasta considerado como un deber e incluso un derecho.

Sin embargo, es importante hacer previamente algunas apreciaciones. Desde antes de asumir Hugo Chávez como Presidente de la República se desató en la Venezuela contemporánea un feroz ataque a los partidos políticos por parte de muchos sectores considerados como de la “sociedad civil”, los medios de comunicación, personalidades influyentes provenientes de los más diversos círculos, académicos, culturales e intelectuales. Inclusive, uno de los líderes de la democracia puntofijista, Rafael Caldera, hizo como Saturno devorando a sus hijos, cavando así la fosa de su partido político, a favor de lo que el mismo llamó “el chiripero”, que no era otra cosa que una masa descontenta del actuar de los partidos aglutinada alrededor de este liderazgo que fue precisamente el último de la democracia cuartorepublicana.

¿Que nos dejó esta actuación? La terrible herencia del actual régimen, cuyos inicios se sustentaron en la eliminación de toda estructura partidista en el país. La gente no votó por Chávez en 1998, votó en contra del actuar de los partidos que habían socavado todo rasgo de institucionalidad. La reconstrucción del tejido partidista ha sido una labor muy difícil dada la pérdida de la necesaria credibilidad y el error de la población que no supo que al matar la alternativa partidista estaba también matando la democracia. El remedio llamado Hugo Chávez fue peor que la enfermedad.

Pero hubo otro subproducto macabro de ese fenómeno: el temor irracional a que la sociedad civil ponga en tela de juicio la actuación de los partidos y sus desviaciones. O dicho de otro modo: la falsa creencia que la crítica fundamentada a la actuación de los partidos por su comportamiento, puede perpetuar el régimen, o peor aún, acallar a aquellos quienes reclamamos comportamientos como los que precisamente nos llevaron a él. Entonces nos encontramos en el peor de los dos mundos: aquellos quienes no pertenecemos a ningún partido y que como sociedad civil organizada exigimos una mejor y más transparente actuación de los partidos políticos, no podemos levantar la voz porque nos señalan como destructores de la democracia y favorecedores del régimen. De acuerdo a ese criterio no nos encontramos en ninguno de los dos bandos. Es decir, nos encontramos en lo que llamo un Limbo Democrático.

Esta condición hace que los partidos políticos ignoren completamente muchas exigencias consideradas justas por un grueso segmento de la población, concediéndoles una clara patente de corso para realizar cualquier cosa que ellos consideren conveniente a sus intereses. Y en algunos muy importantes casos, muy distantes de los de la mayoría. Un ejemplo claro de esta situación es la que se está presentando con la transparencia exigida en el venidero proceso electoral del 7 de Octubre. Organizaciones de la sociedad civil especializadas en el tema electoral, como ESDATA, han señalado con conocimiento de causa y respaldo técnico la existencia de graves discrepancias en el Registro Electoral. Se ha denunciado la presencia en el RE de más de 5 millones de votos “virtuales” que estarían listos para ser puestos al servicio del régimen castrochavista para su perpetuación. ¿Y los partidos políticos? Bien gracias. Cero exigencias a la depuración del REP, serias irregularidades denunciadas en relación a los representantes de la MUD en el CNE
(ver Informe Guácharo en http://venezuelavetada.blogspot.com/2011/11/ludwin-moreno-informe-guacharo.html), desconocimiento del país acerca del nuevo sistema electoral, su contratación e implicaciones técnicas. 

La política del aquí no pasa nada y después resolvemos, ha privado en los partidos, con el grave riesgo de que el candidato que resulte de las primarias del 12F, quien quiera que este sea, le levante la mano a Hugo Chávez como vencedor, como sucedió en las anteriores elecciones del 2006. Esto nos ha llevado a muchos muy justamente a pensar en la existencia de intereses subterráneos muy fuertes que involucran a los partidos en una conveniencia para ellos de la continuidad del régimen que actualmente azota a los venezolanos, más allá de lo que indican públicamente.

Desde aquí no levantamos las banderas de la anti política. Los partidos son necesarios para que la democracia funcione. Pero necesitamos más y mejores partidos, porque ya es imposible acallar la urgencia de la gente que estos no vuelvan a sus viejas prácticas y a las andadas del pasado. La gente desea un cambio verdadero. Sin embargo ya existe el convencimiento general que los partidos no cambiarán solos y seguirán sus prácticas pasadas si no existe una fuerza desde adentro y desde afuera que los haga cambiar.

Participo, como muchos otros, de la creencia que una sociedad civil muy fuerte es capaz de cambiar el curso de la historia. Lo demostró el 11 de Abril de 2002 cuando puso su sangre en las calles, pero fue manipulada por intereses subalternos. Lo está demostrando el Movimiento de los Indignados en Europa, obstinado de que la claque institucionalizada siga ignorando sus necesidades. Desde este momento la sociedad civil ha aprendido que además de fuerte debe estar organizada y luchar por sus intereses sectoriales para poder tener éxito en sus exigencias sociales. Los estudiantes, los médicos, los maestros, los comerciantes informales, los gremios profesionales en general, solo por mencionar algunos, ya desde hace mucho rato se convencieron que los partidos políticos no resolverán sus problemas. Lo harán ellos mismos haciendo la presión social necesaria, eligiendo naturalmente a sus propios liderazgos. Esto ha traído como consecuencia que a esa lucha se sumen los partidos de acuerdo a sus intereses. Pero en esta oportunidad, las condiciones no las impondrán ellos. Y esto no es un fenómeno que terminará con el régimen de Hugo Chávez. Seguirá consistentemente y con más razón para cualquier cosa que venga para el futuro, ya bien sea que Chávez se quede o se vaya. El único anticuerpo que ha demostrado tener la democracia para protegerse de los desmanes del poder es una sociedad civil fuerte y organizada.

De esta manera la anti política del pasado la convertimos en un movimiento positivo, no en un instrumento para acabar con los partidos, como en el pasado, sino para reconducir su comportamiento a favor de lo que en realidad son las aspiraciones de la mayoría. Si los partidos creen que las críticas que hacemos desde la sociedad civil están dirigidas a desmontar el sistema de partidos, desde ya les digo que están equivocados; así como también lo están si creen que nos quedaremos tranquilos ante su indiferencia. No deseamos estar en un Limbo Democrático, lo que deseamos es más y mejor democracia, representatividad y transparencia de parte de ellos. Que exigimos respeto y que se oigan seriamente los planteamientos en relación a la cuestión electoral y se den los correctivos necesarios. En la medida que la sociedad civil y los partidos estén sintonizados en relación a las exigencias sociales, mayor será la probabilidad de salir con bien de este régimen oprobioso. Pero lo contrario es peor y muy valido también: en la medida en que estemos más alejados no saldremos del atolladero. En todo caso, para cualquier decisión que tomen, encontrarán a una sociedad civil fortalecida y consciente del momento histórico en que nos encontramos.

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA: PRIMARIAS, VOTOS Y ENCUESTAS

Por lo mismo aconsejo al ciudadano que ejerza su sagrado derecho a elegir el 12 F votando, masiva, entusiasta, multitudinariamente, por quien crea corresponde hacerlo de la manera más fiel y fidedigna según sus propias consideraciones. Si así hiciéramos, quien gane estará seguro de que lo hizo en buena lid. Y quienes pierdan, podrán sumarse sin rencores ni mezquindades a la cruzada del vencedor. De la generosidad y grandeza de unos y otros depende nuestro futuro. La victoria del 7 de octubre de 2012.
1
Junto con experimentar el extraño giro de opinión de los dirigentes más destacados de nuestros más importantes partidos políticos, quienes asumieron sus decisiones según dictaban las encuestas y hoy, dado que les son adversas al escogido, les restan toda credibilidad, experimento la sorprendente constatación de que muchos electores no votarán en estas Primarias por quien consideran el o la mejor, sino por quien o quienes, según las encuestas, las encabezan. El desconcierto que dejan entrever me trae a la memoria el viejo refrán castellano: palos porque remas y palos porque no remas.

            Que un partido haya decidido dejar la elección de su abanderado en manos de las encuestas, y pueda salir con las tablas en la cabeza según permiten colegir esas mismas encuestas, o quien quisiera votar por Diego Arria, por María Corina Machado o por Pablo Medina desista de hacerlo, aunque sus discursos les parezcan los más coherentes, sólidos y cónsonos con lo que demanda la circunstancia histórica que vivimos porque según las encuestas ganarán Henrique Capriles o Pablo Pérez, es, por decir lo menos, asunto muy lamentable. El sentido de las Primarias radica precisamente en la sana y muy razonable voluntad de escapar al influjo extra político, mercantilista y manipulador de los mecanismos de marketing comercial. Y permitir que la voluntad del elector fluya y se exprese de la manera más diáfana posible, según permita su propia experiencia y reflexión. Sin secuestros mediatizadores. Fue por cierto la reflexión que condujo a desestimar el recurso de las encuestas y decidir por la realización de Primarias.

            Me he negado a aceptar desde siempre la voluntad distorsionadora, manipuladora, interesada y mercantil de las encuestas porque se anteponen y tuercen la libre voluntad del elector. A lo hora de decidir mi sagrado derecho a elegir, no les reconozco méritos, sean favorables o desfavorables a mis criterios electivos. Pues por lo menos en Venezuela, inducen los resultados tanto en el muestreo como en el análisis según los intereses de quien la encarga, diseña y financia. Dicho en criollo: le aseguran al cliente que pague y se dé el vuelto. Con la perversidad adicional de que algunos inescrupulosos – los conocemos por nombre y apellidos - trabajan tanto para la izquierda, como para la derecha, o siguiendo la consigna de El Camaleón: por una cantidad con el gobierno, y por otra cantidad y simultáneamente con la oposición.

2
La irrupción del marketing político ha ido acompañado, para mayor desgracia, por el más nefasto de los fenómenos de la modernidad: la conversión de la política en espectáculo. Una realidad entrevista en los albores de los grandes fenómenos políticos propiamente masivos: el fascismo y el nazismo, asumida a plenitud por sus contrapartes, el estalinismo, el maoísmo, el castrismo. Y hecho norma del debate en las sociedades capitalistas mediante la industria cultural, los medios masivos de comunicación y su pavoroso resultado: el estrangulamiento del metabolismo político y la entrega de las grandes decisiones de control político a la veleidad y capricho del inmediatismo. Una sola aparición pública de algunos segundos en la pequeña pantalla puede montar un mito o derrumbar una leyenda. Sin la televisión, ni Obama sería presidente de los Estados Unidos ni Chávez autócrata de Venezuela.

Para nuestro caso, el resultado de la farandulización del debate público ya nos ha costado la devastación económica, el descalabro político, casi doscientos mil muertos y la ruina y hundimiento de una democracia trabajosa, denodadamente construida. No ha sido ninguna casualidad que de entre los cuatro comandantes felones que traicionaron el juramento de lealtad a la Constitución y cubrieron de sangre la realidad política del país, se haya apoderado del Estado el más histriónico, el más desenfadado, el más circense, el más escandaloso y el más inescrupuloso de ellos. Siguiendo un guión prefijado en su momento por Adolfo Hitler, el primer político en comprender la necesidad de doblegar la voluntad de las masas mediante el escándalo, las poses estudiadas, el irrespeto y la escenificación de grandes espectáculos de masas. Desde el lenguaje soez y estrepitoso, el recurso a los ídolos y símbolos del pasado y hasta el abuso del color rojo y la violencia callejera: todos los elementos del nazismo han sido calcados al detalle por el habilidoso entertainer que ha hecho de la política venezolana un remedo del circo romano. Hundiendo su hocico con la misma animal sagacidad en el cuerpo putrefacto de las élites.

El envenenamiento sistemático de la opinión pública, el desorden, el caos y la inseguridad, son todos elementos que han apuntado a pervertir en su esencia moral el comportamiento de las masas. Y hacerlas fácil presa del espectáculo permanente. Del que ni siquiera se salva una dolencia de obligado íntimo recogimiento. Si en función de ese uso sistemático del escándalo como instrumento de dominación, hipnosis y sometimiento, Chávez tuviera que desnudarse y exhibir sus desnudeces, no dudaría en hacerlo. Es el clásico caudillo prostibulario al servicio de un proyecto totalitario.

¿Era imaginable, en ese contexto, que las encuestas pudieran servir de instrumento serio, sensible, científicamente comprobado para decidir la figura encargada de encabezar la necesaria cruzada moral y política que deberá ponerse en práctica para desplazar del poder a la camarilla gansteril que hoy lo usurpa?

3
El mecanismo alterno, la realización de un proceso de Primarias, pareció por ello el mejor y más calificado expediente para resolver la difícil escogencia del personaje. Aunque experiencias históricas semejantes desechaban ambos mecanismos de selección, recomendando a cambio la discusión de los factores más decisorios de la sociedad hasta llegar por consenso al personaje que mejor cumpliera con las necesidades de la tarea. Fue lo que hicieron los chilenos, que optaron con gran sabiduría por el nombre de Patricio Aylwin. 

Fue lo que hicieron los españoles, inclinándose por don Adolfo Suárez. Fue lo que nos recomendó Felipe González, cuando en una conversación privada señalara que “de un tirano no se sale por Primarias. Ni por encuestas. Se sale por el consenso de los mejores”.

 En Venezuela optamos por Primarias, pero dejamos la malsana y pervertida actuación de encuestadores, asesores y manipuladores de opinión al libre albedrío de quienes tenían los medios y los respaldos para imponerlos. Pienso por ello, en este sentido, que la oposición venezolana ha incurrido en un error de lesa política al permitir que el proceso de Primarias, que debió constituir un acto de alta pedagogía política y un adelanto en la práctica real de la sociedad del futuro a que aspiramos, se viera distorsionado por el influjo de las encuestas. Y creo, en consecuencia, que la sagrada libertad del acto comicial – una papeleta en una urna – no debiera verse empañada por ninguno de aquellos vicios del pasado, como “el voto castigo”, “la economía del voto” y otras taras de una democracia farandulizada que se extravió en el laberinto del canibalismo político antes de alcanzar su plena madurez.

Cuando escucho que mi interlocutor votaría por tal o cual candidato, por ser el mejor, pero que consciente del resultado que arrojan las encuestas y urgido por la “economía del voto” votará por el que goza aparentemente de las preferencias del marketing, no puedo menos que descorazonarme. ¿Voto castigo o economía del voto? ¿A quién se castigará en las Primarias? ¿Economía de qué voto y de acuerdo a qué criterios, si la verdadera justa recién comienza el 13 y el adversario, por ahora, se llama Hugo Chávez? Suficientemente reciclada a diario y de manera inclemente por comunicadores ignaros, inescrupulosos y estúpidos – también ellos favorecidos por el rating del espectáculo – una lamentable matriz de opinión llevó a que los más capacitados y experimentados políticos venezolanos se hayan visto en la obligación de dejarle la contienda a quienes se blindaron con bien pagados encuestadores. Con un resultado que podría ser fatal para el futuro de nuestra malherida democracia. Y de los mismo partidos que no resistieron el embate y la presión de la demoscopia.

            Nunca es tarde para aprovechar cada circunstancia y hacer de ella lo mejor a nuestro alcance. Por lo mismo aconsejo al ciudadano que ejerza su sagrado derecho a elegir el 12 F votando, masiva, entusiasta, multitudinariamente por quien crea corresponde hacerlo de la manera más fiel y fidedigna de acuerdo a sus propios criterios. Votemos por quienes consideramos los mejores. No los más graciosos o populares. Si así hiciéramos, quien gane estará seguro de que lo hizo en buena lid. Y quienes pierdan, podrán sumarse sin rencores ni mezquindades a la cruzada del vencedor. De la generosidad y grandeza de unos y otros depende nuestro futuro. La victoria del 7 de octubre de 2012.

sanchezgarciacaracas@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

viernes, 27 de enero de 2012

ESTE 12 DE FEBRERO EN LAS ELECCIONES PRIMARIAS DE LA UNIDAD DEMOCRÁTICA:

Este 12 de Febrero en las Elecciones Primarias de la Unidad Democrática:


- NO habrá capta huella.
- La tinta NO es obligatoria.
- Los Cuadernos de Votación serán destruidos a las 24 horas (no hay forma de que el gobierno sepa quienes votaron).

- ¿Sabes donde VOTAS en las Primarias de la Unidad?

- Recuerda que los centros de votación están nucleados y puedes revisar donde votas por esta vía:



http://bit.ly/Azy2yX

Cliquea aquí en el link de abajo: está toda la información de la UNIDAD DEMOCRÁTICA: Tarjetón, mapa de Venezuela, estado por estado quienes son los candidatos a primarias: presidenciales, gobernadores, alcaldes y toda la información:






Desde tu celular podrás conocer donde votas en las Primarias de la Unidad:
1) Envía un mensaje de texto SMS al 212.
2) Escribe tu numero de cédula.
3) Seguidamente escribe VOTA
EJEMPLO: 123456789VOTA
El sistema te responderá donde votarás.



Si cumples 18 años antes del 7 de octubre de 2.012 y no te has inscrito en el Registro Electoral Permanente (REP) del Consejo Nacional Electoral (CNE), o no actualizaste tu domicilio aun.

Dalee ... Apurate ... !!!

Inscribete o actualizate ... !!!

Renvía este mensaje a todos tus contactos para que utilicen esta gran ayuda !!!



Se parte de este proceso HISTÓRICO... VOTA por un nuevo Presidente !!!



Moviliza a tus familiares y amigos a votar en las primarias de la Unidad el próximo 12 de febrero !!!


Juntos, decididos, unidos y sin miedo haremos el cambio que nuestra amada Venezuela necesita !!!

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

GERARDO BLYDE: MIEDO AL CAOS


Miren el país que tenemos y verán que es a esta realidad a la que debe tenérsele miedo
Ha comenzado la campaña electoral para octubre de este año. No estamos solos en el patio quienes vamos a participar en nuestras primarias el próximo 12 de febrero para elegir a nuestros candidatos unitarios a Presidente, gobernadores y alcaldes. La artillería oficial e incluso el propio presidente-candidato Chávez no cesan de referirse a nuestros candidatos, a sus propuestas y a nuestro proceso. Ello señala a las claras que, cuando la Mesa de Unidad Democrática decidió convocar a este inédito proceso de primarias, tenía completa razón. La oposición ha puesto todos estos últimos meses la agenda nacional a la que el chavismo ha tenido que salirle al paso. Se han invertido los papeles lo que de ya por sí constituye un gran éxito para quienes no militamos en las filas del seudosocialismo que representa el Gobierno. El Presidente está reactivo ante cada acción que realiza la oposición.

Una de las acciones recurrentes que suele utilizar el Presidente cuando entra en campaña consiste en sembrar pánico, terror, miedo en la población. Suele para ello señalar que si él no estuviera o dejara de estar en el cargo que ocupa vendría el caos. Se vende a sí mismo como indispensable para la estabilidad del país. Señala que cualquier otro acabaría con cualquier esperanza que tenga un ciudadano de mejorar su vida y además descalifica a cualquier posible candidato a sucederlo, exponiéndolo como a un ser despreciable, que sólo busca su propio lucro e interés personal, entreguista a potencias extranjeras y alejado del sentimiento y las necesidades de los más necesitados.

En diciembre llegó a mi manos un muy buen libro del reconocido psiquiatra Luis José Uzcátegui titulado La Miedocracia. En efecto, vivimos en un régimen signado por el miedo y quien lo lidera se encarga a diario de profundizarlo. El autor señala: "Uno de los efectos del miedo es la dependencia que genera, algo enfermizo y paradójico, pues no es fácil entender la fijación que la mente hace con quien causa daño, pero sucede (... ) Es una sumisión que tiene una aparente faceta de voluntariedad, pero en el fondo no es más que un estado de servidumbre". No son pocos los casos en los que las víctimas de hechos violentos, como la violencia doméstica, sienten que son culpables de lo que les sucede y excusan a sus victimarios; la razón de esto siempre es el miedo.

Ese círculo vicioso que produce el miedo, la negación que por autodefensa realiza el ser humano de estarlo sintiendo y luego la justificación del hecho que le produce ese miedo, sólo se rompe cuando nos damos cuenta de que el miedo existe y que lo padecemos.

Desde las famosas listas excluyentes, con las cuales todos somos medidos en nuestra relación con el Estado, hasta las amenazas reiteradas de que vendrá el caos si quien nos gobierna no continúa en ese cargo, han sido formas explícitas de sembrar en gran parte de los venezolanos miedo a disentir y a expresar su inconformidad con lo que nos ha tocado vivir durante estos 13 años. Cientos de otros métodos han sido a diario usados en nuestra patria por este gobierno para infundir miedo. Es tan real que cuando alguien se rebela y sale a la luz pública oponiéndose con fuerza a alguna acción gubernamental, de inmediato la exclamación pública que primero salta es la de "valiente".

Cuando Chávez sea derrotado el 7 de octubre por nuestro candidato unitario no vendrá el caos, no desaparecerá el país, no desaparecerán los programas sociales rebautizados como Misiones, no se rebelará la Fuerza Armada a la decisión del pueblo, no habrá una guerra civil entre venezolanos. El candidato-presidente ampliará su muy bien estructurada campaña del miedo para intentar que sus partidarios acudan en masa a ratificarlo y para que una parte de quienes no lo siguen se inhiban, se petrifiquen, se abstengan de votar en su contra por temor al caos.

No perdamos el norte ni la visión real de lo que nos sucede. No vendrá el caos, ya vivimos en él. La vida hoy de cualquier venezolano vale menos que la de una persona en aquellos países que han sufrido guerras internas. Los programas sociales que hoy existen pueden mejorarse y superarse sólo redireccionando los inmensos recursos que se destinan hoy a otros países. La Fuerza Armada no desacatará el mandato del pueblo pues sus integrantes y sus familias también son pueblo.

Aquellos que son prisioneros del miedo que sienten deben entender que llevamos 13 años bombardeados por mensajes diarios que lo han sembrado. Esos mensajes ya reaparecieron y se volverán constantes en todos los días de la campaña. Miren a su alrededor el país que tenemos y a dónde hemos caído. Verán que es a esta realidad a la que debe tenérsele miedo y para cambiarla hay que votar.

gblyde@gmail.com / @GerardoBlyde

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

MURRAY ROTHBARD: SEIS MITOS SOBRE EL LIBERTARIANISMO

El libertarianismo es la corriente política de más auge hoy en América. Antes de juzgarla y evaluarla, es de vital importancia dilucidar precisamente en qué consiste la doctrina y, más en concreto, en qué no consiste. Es especialmente relevante aclarar unos cuantos malentendidos que la mayoría de gente tiene acerca del libertarianismo, en particular los conservadores. En este ensayo enumeraré y analizaré críticamente los mitos más comunes en relación con el libertarianismo. Cuando nos hayamos deshecho de éstos, entonces la gente será capaz de discutir sobre el libertarianismo sin fábulas, mitos y malentendidos, y tratar con éste tal y como corresponde: de acuerdo con sus verdaderos méritos y deméritos.

Mito #1: Los libertarianos creen que cada individuo es un átomo aislado, herméticamente sellado, actuando en un vacío sin influenciarse con los demás.
Ésta es una acusación habitual, pero harto curiosa. En toda una vida de lector de literatura libertariana no me he topado con un solo teórico o autor que sostuviera algo parecido a esta posición. La única posible excepción es el fanático Max Stirner, un alemán individualista de mediados del siglo XIX quien, sin embargo, tuvo una repercusión mínima en el libertarianismo de su tiempo y posterior. Además, la explícita filosofía “la fuerza hace el derecho” de Stirner y su rechazo de todo principio moral incluyendo los derechos individuales, tenidos por “fantasmas mentales”, dudosamente le acreditan como libertariano en cualquier sentido. Aparte de Stirner no hay nadie con una opinión siquiera remotamente similar a la que sugiere esta acusación.
Los libertarianos son metodológica y políticamente individualistas, desde luego. Ellos creen que sólo los individuos piensan, valoran y eligen. Creen que cada individuo tiene derecho a la propiedad sobre su cuerpo, libre de interferencias coercitivas. Pero ningún individualista niega que la gente se influencia mutuamente de forma constante en sus objetivos, en sus valores, en sus iniciativas y en sus ocupaciones. Como Friedrich A. Hayek mencionó en su notable artículo “The Non-Sequitur of the ‘Dependence Effect’”, el asalto de John Kenneth Galbraith a la economía de libre mercado en su best-seller “The Affluent Society” se cimentaba en esta premisa: la economía asume que cada individuo llega a su escala de valores de un modo totalmente independiente, sin estar sujeto a la influencia de nadie más.
Por el contrario, como responde Hayek, todos saben que la mayoría de gente no produce sus propios valores, sino que es instigada a adoptarlos de otras personas.1 Ningún individualista o libertariano niega que la gente se influencie mutuamente todo el tiempo, y por supuesto no hay nada de nocivo en este ineludible proceso. A lo que los libertarianos se oponen no es a la persuasión voluntaria, sino a la imposición coercitiva de valores mediante el uso de la fuerza y el poder policial. Los libertarianos no están en modo alguno en contra de la cooperación voluntaria y la colaboración entre individuos; sólo en contra de la obligatoria pseudo-cooperación impuesta por el Estado.
Mito #2: Los libertarianos son libertinos: son hedonistas que anhelan estilos de vida alternativos.
Este mito ha sido planteado recientemente por Irving Kristol, quien identifica la ética libertariana con el hedonismo y asevera que los libertarianos “veneran el catálogo de Sears Roebuck y todos los estilos de vida alternativa que la afluencia capitalista permite elegir al individuo”.2 El hecho es que el libertarianismo no es ni pretende ser una completa guía moral o ascética, sino sólo una teoría política, esto es, el importante subconjunto de la teoría moral que versa sobre el uso legítimo de la violencia en la vida social. La teoría política se refiere a aquello que es apropiado o inapropiado que el gobierno haga, y el gobierno se distingue de cualquier otro grupo social como la institución de la violencia organizada. El libertarianismo sostiene que el único papel legítimo de la violencia es la defensa de la persona y su propiedad contra la agresión, que cualquier uso de la violencia que vaya más allá de esta legítima defensa resulta agresiva en sí misma, injusta y criminal. El libertarianismo, por tanto, es una teoría que afirma que cada individuo debe estar libre invasiones violentas, debe tener derecho para hacer lo que quiera excepto agredir a otra persona o la propiedad ajena. Lo que haga una persona con su vida es esencial y de suma importancia, pero es simplemente irrelevante para el libertarianismo.
Luego no debe sorprender que haya libertarianos que sean de hecho hedonistas y devotos de estilos de vida alternativos, y que haya también libertarianos que sean firmes adherentes de la moralidad burguesa convencional o religiosa. Hay libertarianos libertinos y hay libertarianos vinculados firmemente a la disciplina de la ley natural o religiosa. Hay otros libertarianos que no tienen ninguna teoría moral en absoluto aparte del imperativo de la no-violación de derechos. Esto es así porque el libertarianismo per se no pregona ninguna teoría moral general o personal. El libertarianismo no ofrece un estilo de vida; ofrece libertad, para que cada persona sea libre de adoptar y actuar de acuerdo con sus propios valores y principios morales. Los libertarianos convienen con Lord Acton en que “la libertad es fin político más alto”, pero no necesariamente el fin más alto en la escala de valores de cada uno.
No hay ninguna duda acerca del hecho, sin embargo, de que el subgrupo de libertarianos que son economistas pro-mercado tienden a mostrarse complacidos cuando el libre mercado dispensa más posibilidades de elección a los consumidores, elevando así su nivel de vida. Incuestionablemente, la idea de que la prosperidad es mejor que la miseria absoluta es una proposición moral, y nos conduce al ámbito de la teoría moral general, pero no es una proposición por la que crea que deba disculparme.
Mito #3: Los libertarianos no creen en los principios morales; se limitan al análisis de costes-beneficios asumiendo que el hombre es siempre racional.
Este mito está desde luego relacionado con la precedente acusación de hedonismo, y en parte puede responderse en la misma línea. Hay libertarianos, particularmente los economistas de la escuela de Chicago, que rechazan la libertad y los derechos individuales como principios morales, y en su lugar intentan llegar a conclusiones de política pública sopesando presuntos costes y beneficios sociales.
En primer lugar, la mayoría de libertarianos son “subjetivistas” en economía, esto es, creen que las utilidades y los costes de los distintos individuos no pueden ser sumados o mesurados. Por tanto, el concepto mismo de costes y beneficios sociales es ilegítimo. Pero, más importante, la mayoría de libertarianos fundamentan su postura en principios morales, en la convicción en los derechos naturales de cada individuo sobre su persona o propiedad. Ellos creen entonces en la absoluta inmoralidad de la violencia agresiva, de la invasión de los derechos sobre la propia persona y propiedad, independientemente de qué individuo o grupo ejerce dicha violencia.
Lejos de ser inmorales, los libertarianos simplemente aplican una ética humana universal al gobierno del mismo modo que cualquier otro aplicaría esta ética a cada persona o institución social. En concreto, como he apuntado antes, el libertarianismo en tanto que filosofía política que versa sobre el uso legítimo de la violencia, toma la ética universal a la que la mayoría de nosotros nos acogemos y la aplica llanamente al gobierno. Los libertarianos no hacen ninguna excepción a la regla de oro y no dejan ninguna laguna moral, no aplican ninguna vara de medir distinta al gobierno. Es decir, los libertarianos creen que un asesinato es un asesinato y que no deviene santificado por razones de estado si es perpetrado por el gobierno. Nosotros creemos que el robo es un robo y que no queda legitimado porque una organización de ladrones decida llamarlo “impuestos”. Nosotros creemos que la esclavitud es esclavitud incluso si la institución que la ejerce la denomina “servicio militar”. En síntesis, la clave en la teoría libertariana es que no concede excepción alguna al gobierno en su ética universal.
Por tanto, lejos de ser indiferentes u hostiles a los principios morales, los libertarianos los consuman siendo el único grupo dispuesto a extender estos principios por todo el espectro hasta al gobierno mismo. 3
Es cierto que los libertarianos permitirían a cada individuo elegir sus valores y actuar acorde con ellos, y reconocerían en suma a cada individuo el derecho a ser moral o inmoral según su juicio particular. El libetarianismo se opone firmemente a la imposición de todo credo moral a cualquier persona o grupo mediante el uso de la violencia – excepto, por supuesto, la prohibición moral de la violencia agresiva en sí misma. Pero debemos percatarnos de que ninguna acción puede considerarse virtuosa a menos que sea emprendida en libertad, habiendo consentido voluntariamente la persona. Como dijera Frank Meyer:
“No puede forzarse a los hombres a ser libres, ni puede forzárseles a ser virtuosos. Hasta cierto punto, es verdad, pueden ser obligados a actuar como si fueran virtuosos. Pero la virtud es el fruto de la libertad bien empleada. Y ningún acto, en la medida en que sea coaccionado, puede implicar virtud – o vicio”4.
Si una persona es obligada por la fuerza o la amenaza de la misma a llevar a cabo una determinada acción, entonces ésta ya no supone una elección moral por su parte. La moralidad de una acción sólo puede ser el resultado de una decisión libremente adoptada; una acción difícilmente puede tildarse de moral si uno la acomete a punta de pistola. Imponer las acciones morales o prohibir la acciones inmorales, por tanto, no fomenta la moral o la virtud. Por el contrario, la coerción atrofia la moralidad porque priva al individuo de la libertad para ser moral o inmoral, y entonces necesariamente despoja a la gente de la posibilidad de ser virtuosa. Paradójicamente, pues, la moral obligatoria nos sustrae la oportunidad misma de actuar moralmente.
Es además especialmente grotesco dejar la salvaguarda de la moralidad en manos del aparato estatal, es decir, ni más ni menos que la organización de policías, gendarmes y soldados. Poner al Estado a cargo de los principios morales equivale a poner al zorro al cuidado del gallinero. Prescindiendo de otras consideraciones, los responsables de la violencia organizada en la sociedad jamás se han distinguido por su superior estatura moral o por la rectitud con la que sostienen los principios morales.
Mito #4: El libertarianismo es ateísta y materialista, y desdeña la dimensión espiritual de la vida.
No hay ninguna conexión necesaria entre las adscripción al libertarianismo y la posición religiosa de cada uno. Es verdad que muchos si no la mayoría de los libertarianos en la actualidad son ateos, pero esto tiene que ver con el hecho de que la mayoría de los intelectuales, de la mayoría de credos políticos, son ateos también. Hay muchos libertarianos que son ateos, judíos o cristianos. Entre los liberales clásicos precursores del libertarianismo moderno en una época más religiosa que ésta encontramos una miríada de cristianos: desde John Lilburne, Roger Williams, Anne Hutchinson y John Locke en el siglo XVII hasta Cobden y Bright, Fréderic Bastiat y los liberales franceses del laissez-faire y el gran Lord Acton.
Los libertarianos creen que la libertad es un derecho inserto en una ley natural sobre lo que es adecuado para la humanidad, en conformidad con la naturaleza del hombre. De dónde emanan este conjunto de leyes naturales, si son puramente naturales o fueron prescritas por un creador, es una cuestión ontológica importante pero irrelevante desde el punto de vista de la filosofía política o social. Como el padre Thomas Davitt señaló:
“Si la palabra ‘natural’ significa algo en absoluto se refiere a la naturaleza del hombre, y en conjunción con la palabra ‘ley’, ‘natural’ remite al orden que es manifestado por las inclinaciones de la naturaleza humana y nada más. Por tanto, tomada en sí misma, no hay nada de religioso o teológico en la ‘Ley Natural’ de Aquino”5.
O, como d’Entrèves escribió en el siglo XVII aludiendo al jurista protestante holandés Hugo Grotius:
“La definición de ley natural [de Grotius] no tiene nada de revolucionaria. Cuando mantiene que la ley natural es el cuerpo de normas que el hombre es capaz de descubrir mediante el uso de su razón, no hace otra cosa que reafirmar la noción escolástica de una fundamentación racional de la ética. De hecho, su intención es más bien la de restaurar esta noción debilitada por el augustianismo radical de ciertas corrientes protestantes de pensamiento. Cuando asevera que estas normas son válidas en sí mismas, independientemente de que Dios las dispusiera, repite el aserto que ya fue proclamado por algunos de los escolásticos…”6
El libertarianismo ha sido acusado de ignorar la naturaleza espiritual del hombre. Pero uno fácilmente puede llegar al libertarianismo desde posiciones religiosas o cristianas: enfatizando la importancia del individuo, de su libre voluntad, de sus derechos naturales y de su propiedad privada. Uno puede igualmente llegar al libertarianismo mediante una aproximación secular a los derechos naturales, con la convicción de que el hombre puede alcanzar la comprensión racional de la ley natural.
Atendiendo a la historia, además, no está claro en absoluto que la religión sea un fundamento más sólido del libertarianismo que la ley natural secular. Como Karl Wittfogel nos recuerda en su Oriental Despotism, la unión del trono y el altar ha sido una constante durante décadas que ha facilitado el imperio del despotismo en la sociedad7. Históricamente, la unión de la Iglesia y el Estado ha sido en muchos casos una coalición mutuamente alentadora de la tiranía. El Estado se servía de la Iglesia para santificar sus actos y llamar a la obediencia de su mando, presuntamente sancionado por Dios, y la Iglesia se servía del Estado para obtener ingresos y privilegios. Los Anabaptistas colectivizaron y tiranizaron Münster en nombre de la religión cristiana8. Y, más cerca de nuestro siglo, el socialismo cristiano y el evangelio social jugaron un importante papel en la marcha hacia el estatismo, y el proceder condescendiente de la Iglesia Ortodoxa en la Rusia soviética habla por sí mismo. Algunos obispos católicos en Latinoamérica han proclamado que la única vía hacía el reino de los cielos pasa por el marxismo, y si quisiera ser grosero diría que el reverendo Jim Jones, además de considerarse un leninista, se presentó a sí mismo como la reencarnación de Jesús.
Por otra parte, ahora que el socialismo ha fracasado de un modo manifiesto, política y económicamente, sus valedores han recurrido a la “moral” y a la “espiritualidad” como último argumento en pro de su causa. El socialista Robert Heilbroner, arguyendo que el socialismo debe ser coactivo y tiene que imponer una “moral colectiva” a la sociedad, opina que: “La cultura burguesa está centrada en los logros materiales del individuo. La cultura socialista debe centrarse en sus logros morales o espirituales”. Lo curioso es que esta tesis de Heilbroner fue elogiada por el escritor conservador y religioso de National Review Dale Vree, que dijo:
“Heilbroner está… diciendo lo que muchos colaboradores del NR han dicho en el último cuarto de siglo: no puedes tener libertad y virtud al mismo tiempo. Tomad nota, tradicionalistas. A pesar de su terminología disonante, Heilbroner está interesado en lo mismo que vosotros: la virtud9.
Vree también está fascinado con la visión de Heilbroner de que una cultura socialista “promueva la primacía de la colectividad” antes que la “primacía del individuo”. Cita a Heilbroner con relación a los logros “morales y espirituales” bajo socialismo en oposición a los burgueses logros “materiales”, y añade acertadamente: “contiene un timbre tradicionalista esta afirmación”. Vree prosigue aplaudiendo el ataque de Heilbroner al capitalismo por no tener “ningún sentido de ‘lo correcto’” y permitir a los “adultos que consienten” hacer aquello que les plazca. En contraste con este retrato de la libertad y la diversidad tolerada, Vree escribe: “Heilbroner dice seductoramente que debido a que la sociedad socialista debe tener un sentido de ‘lo correcto’, no todo estará permitido”. Para Vree, es imposible “tener colectivismo económico junto con individualismo cultural”, y por tanto él está inclinado hacia un nueva fusión socialista-tradicionalista – hacia un colectivismo omnicompresivo.
Cabe apuntar aquí que el socialismo deviene especialmente despótico cuando reemplaza los incentivos “económicos” o “materiales” por los incentivos pretendidamente “morales” o “espirituales”, cuando aparenta promover una indefinible “calidad de vida” antes que la prosperidad económica. Si las remuneraciones son ajustadas a la productividad hay considerablemente más libertad así como estándares de vida más altos. Pero si se fundamentan en la devoción altruista a la madre patria socialista, la devoción tiene que ser regularmente reforzada a golpe de látigo. Un creciente énfasis en los incentivos materiales del individuo suponen ineluctablemente un mayor acento en la propiedad privada y en la preservación de lo que uno gana, y trae consigo una libertad personal superior, como atestigua Yugoslavia en las últimas décadas en contraste con la Rusia soviética. El despotismo más horrible en la faz de la Tierra en los años recientes ha sido sin duda el de Pol Pot en Camboya, donde el “materialismo” fue hasta tal punto desterrado que el dinero fue abolido por el régimen. Habiendo suprimido el dinero y la propiedad privada, cada individuo era totalmente dependiente de las cartillas de racionamiento de subsistencia del Estado y la vida no era sino un completo infierno. Debemos ser prudentes, pues, antes de despreciar los objetivos o incentivos “meramente materiales”.
El cargo de “materialismo” dirigido contra el libre mercado ignora el hecho de que cada acción envuelve la transformación de objetos materiales mediante el uso de la energía humana conforme a ideas y propósitos sostenidos por los actores. Es inaceptable separar lo “mental” o lo “espiritual” de lo “material”. En todas las grandes obras de arte, extraordinarias emanaciones del espíritu humano, se han empleado objetos materiales: ya fueran lienzos, pinceles y pintura, papel e instrumentos musicales, o la construcción de bloques y materia primas para las iglesias. No hay ninguna escisión real entre lo “espiritual” y lo “material” y por tanto cualquier despotismo sobre aquello material sojuzgará también aquello espiritual.
Jean-Jacques Rousseau 
Mito #5: Los libertarianos son utópicos que creen que toda la gente es buena por naturaleza y que por tanto el control del Estado es innecesario.
Los conservadores tienden a añadir que, puesto que el hombre es vil por naturaleza parcial o totalmente, se hace precisa una severa regulación estatal de la sociedad.
Esta es una opinión muy común acerca de los libertarianos, si bien es difícil identificar la fuente de semejante malentendido. Rousseau, el locus classicus de la idea de que el hombre es bueno pero es corrompido por sus instituciones no era precisamente un libertariano. Aparte de algunos escritos románticos de unos pocos anarco-comunistas, que en ningún caso consideraría libertarianos, no conozco a un solo autor libertariano o liberal clásico que haya defendido esta postura. Por el contrario, la mayoría de escritores libertarianos sostiene que el hombre es una mezcla de bondad y maldad y que lo importante para las instituciones sociales es fomentar lo primero y mitigar lo segundo. El Estado es la única institución social capaz de extraer sus ingresos y su riqueza mediante coerción; todos los demás deben obtener sus rentas o bien vendiendo un producto o servicio a sus clientes o bien recibiendo una donación voluntaria. Y el Estado es la única institución social que puede emplear sus ingresos provinentes del robo organizado para intentar controlar y regular la vida y la propiedad de la gente. Por tanto, la institución del Estado establece un canal socialmente legitimado y santificado para que las personas malvadas cometan sus fechorías, emprendan el robo organizado y manejen poderes dictatoriales. El estatismo, así pues, alienta la maldad, o como mínimo los aspectos criminales de la naturaleza humana.
Como Frank H. Knight mordazmente resalta: “La probabilidad de que los titulares del poder sean individuos que detestan su posesión y su ejercicio es análoga a la probabilidad de que una persona de corazón extremadamente benévolo devenga el patrono de una plantación de esclavos”10.
Una sociedad libre, por el hecho de no instituir un canal legitimado para el robo y la tiranía, desalienta las tendencias criminales de la naturaleza humana y aviva aquéllas que son pacíficas y voluntarias. La libertad y el libre mercado desincentivan la agresión y la compulsión y fomentan la armonía y el beneficio mutuo del intercambio voluntario, en la esfera económica, social y cultural.
Puesto que un sistema de libertad promovería la voluntariedad y desalentaría la criminalidad, además de deponer el único canal legitimado de crimen y agresión, cabe esperar que una sociedad libre padeciera de hecho menos violencia criminal y agresiones de las que padecemos actualmente, aunque no hay razón alguna para asumir que desaparecerían por completo. Esto no es utópico, sino una implicación de sentido común del cambio de lo que socialmente se tiene por legítimo y del cambio de la estructura de premio y castigo en la sociedad.
Podemos aproximarnos a nuestra tesis desde otro ángulo. Si todos los hombres fueran buenos y ninguna tuviera tendencias criminales, entonces no habría ninguna necesidad de un Estado, tal y como conceden los conservadores. Pero si por otro lado todos los hombres son malvados, entonces el caso a favor del Estado es igualmente débil, pues ¿por qué tiene uno que asumir que aquellos hombres que componen el gobierno y retienen todas las armas y el poder para coaccionar a los demás están mágicamente exentos de la maldad que afecta a todas las otras personas que se hallan fuera del gobierno?
Tom Paine, un libertariano clásico a menudo considerado ingenuamente optimista acerca de la naturaleza humana, rebate el argumento conservador de la maldad humana en pro del Estado fuerte como sigue:
“si toda la naturaleza humana fuera corrupta, estaría infundado fortalecer la corrupción instituyendo una sucesión de reyes, a quienes debiera rendirse obediencia aun cuando fueran siempre tan viles…” Paine añadió que “ningún hombre desde el principio de los tiempos ha merecido que se le confiase el poder sobre todos los demás”11.
Y como el libertariano F.A. Harper escribió una vez:
“De acuerdo con el principio de que la autoridad política debe imponerse en proporción a la maldad del hombre, tendremos entonces una sociedad en la cual se demandará una autoridad política completa sobre todos los asuntos humanos… Un hombre gobernará a todos. ¿Pero quién ejercerá de dictador? Quienquiera que sea el elegido para el trono con seguridad será una persona enteramente malvada, puesto que todos los hombres lo son. Y esta sociedad será entonces regida por un dictador absolutamente malvado en posesión de todo el poder político. ¿Y cómo, en nombre de la lógica, puede emanar de ahí algo que no sea pura maldad? ¿Cómo puede ser esto mejor que el que no haya autoridad política alguna en la sociedad?”12
Por último, como hemos visto, puesto que los hombres son en realidad una mezcla de virtud y maldad, un régimen de libertad sirve para alentar la virtud y desalentar la maldad, al menos en el sentido de que la voluntariedad y lo mutuamente beneficioso es bueno y lo criminal es malo. En ninguna teoría de la naturaleza humana, por tanto, ya establezca que el hombre es bueno, malo, o una combinación de ambos, se justifica el estatismo. En el curso de negar que es un conservador, el liberal clásico Friedrich Hayek apuntó:
“El principal mérito del individualismo [que Adam Smith y sus contemporáneos defendieron] es que es un sistema bajo el cual los hombres malvados pueden hacer menos daño. Es un sistema social que no depende para su funcionamiento de que encontremos hombres buenos que lo dirijan, o de que todos los hombres devengan más buenos de lo que son ahora, sino que toma al hombre en su variedad y complejidad dada…”[13]
Es importante señalar qué es lo que diferencia a los libertarianos de los utópicos en el sentido peyorativo. El libertarianismo no se propone remodelar la naturaleza humana. Uno de los objetivos centrales del socialismo fue crear, lo cual en la práctica supone emplear métodos totalitarios, un Hombre Socialista Nuevo, un individuo cuyo primer fin fuera trabajar diligente y altruistamente por la colectividad. El libertarianismo es una filosofía política que dice: dada cualquier naturaleza humana, la libertad es el único sistema político moral y el más efectivo. Obviamente, el libertarianismo – como los demás sistemas sociales – funcionará mejor cuanto más pacíficos y menos agresivos sean los individuos y menos criminales haya. Y los libertarianos, como la mayoría de la otra gente, querrían alcanzar un mundo donde más personas fueran “buenas” y menos criminales hubiera. Pero esta no es la doctrina del libertarianismo per se, que dice que cualesquiera sea la composición de la naturaleza humana en un momento dado, la libertad es lo más deseable.
Mito #6: Los libertarianos creen que cada persona conoce mejor sus propios intereses.
Del mismo modo que la acusación precedente sugería que los libertarianos creen que todos los hombres son perfectamente buenos, este mito les acusa de creer que todos son perfectamente sabios. Pero como esto no es cierto con respecto a mucha gente, se dice, el Estado debe intervenir.
Pero los libertarianos no asumimos la perfecta sabiduría del hombre más de lo que asumimos su perfecta bondad. Hay algo de sentido común en la afirmación de que la mayoría de los hombres conoce mejor que cualquier otro sus propias necesidades e intereses. Pero no se asume en absoluto que todos siempre conocen mejor sus intereses. El libertarianismo propugna que cada uno debe tener el derecho a perseguir sus propios fines como estime oportuno. Lo que se defiende es el derecho a actuar libremente, no la necesaria sensatez de dicha acción.
Es cierto también, no obstante, que el libre mercado – en contraste con el gobierno – ha articulado mecanismos que permiten a las personas acudir a expertos que pueden aconsejar sensatamente acerca de cómo alcanzar los fines propios de la mejor manera posible. Como hemos visto antes, los individuos libres no están separados los unos de los otros. En el libre mercado cualquier individuo, si tiene dudas sobre sus verdaderos intereses, es libre de contratar o consultar a un experto que le ofrezca consejo en base a su conocimiento presumiblemente superior. El individuo puede contratar a este experto y, en el libre mercado, testar continuamente su competencia y su utilidad. Las personas en el mercado, por tanto, pueden patrocinar aquellos expertos cuyos consejos estimen más provechosos. Los buenos doctores, abogados o arquitectos serán recompensados en el libre mercado, mientras que los malos tenderán a ser desplazados. Pero cuando el gobierno interviene, el experto del gobierno obtiene sus ingresos mediante la coacción sobre los contribuyentes. No hay ninguna fórmula de mercado para testar su éxito informando a la gene de sus verdaderos intereses. Sólo necesita tener habilidad para adquirir el apoyo político de la maquinaria coercitiva del Estado.
Por tanto, el experto privado tenderá a florecer en proporción a su habilidad, mientras que el experto del gobierno florecerá en proporción a su destreza en obtener prebendas políticas. Además, el experto del gobierno no será más virtuoso que el privado; su única superioridad radica en el arte de conseguir favores de aquellos que retienen el poder político. Pero una diferencia crucial entre ambos es que el experto privado tiene todos los incentivos para velar por sus clientes o pacientes, obrando del mejor modo posible. El experto del gobierno carece por completo de semejantes incentivos; él obtiene sus ingresos de todos modos. Luego el libre mercado tenderá a satisfacer mejor al consumidor.
Espero que este artículo haya contribuido a limpiar el libertarianismo de mitos y malentendidos. Los conservadores y todos los demás deben ser educadamente advertidos de que los libertarianos no creemos que los hombres son buenos por naturaleza, ni que todos están perfectamente informados acerca de sus propios intereses, ni que cada individuo es un átomo aislado y herméticamente sellado. Los libertarianos no son necesariamente libertinos o hedonistas, ni son necesariamente ateos; y los libertarianos enfáticamente creen en principios morales. Dejemos ahora que cada uno de nosotros se disponga a examinar el libertarianismo tal cual es, sin temor ni partidismos. Yo estoy seguro de que, allí donde este examen tenga lugar, el libertarianismo gozará de un auge impresionante en el número de sus seguidores.
Traducido por Albert Esplugas Boter
Editado por Daniel Duarte
Este artículo, publicado inicialmente en Modern Age, 24, 1 (Invierno 1980), pág. 9-15, como “Mito y verdad acerca del libertaranismo”*, está basado en una ponencia presentada en abril de 1979 en el congreso nacional de la Philadephia Society de Chicago. El tema del encuentro fue “Conservadurismo y Libertarianismo”. (Puede leerse el original en LewRockwell.com).
[1] John Kenneth Galbraith, The Affluent Society (Boston: Houghton Mifflin, 1958); F. A. Hayek, “The Non-Sequitur of the ‘Dependence Effect,’” Southern Economic Journal (Abril, 1961), pp. 346-48.
[2] Irving Kristol, “No Cheers for the Profit Motive,” Wall Street Journal (Feb. 21, 1979).
[3] Para un llamamiento a aplicar estándares éticos universales al gobierno, véase Pitirim A. Sorokin and Walter A. Lunden, Power and Morality: Who Shall Guard the Guardians? (Boston: Porter Sargent, 1959), pp. 16-30.
[4] Frank S. Meyer, In Defense of Freedom: A Conservative Credo (Chicago: Henry Regnery, 1962), p. 66.
[5] Thomas E. Davitt, S.J., “St. Thomas Aquinas and the Natural Law,” in Arthur L. Harding, ed., Origins of the Natural Law Tradition (Dallas, Tex: Southern Methodist University Press, 1954), p. 39
[6] A. P d’Entrèves, Natural Law (London: Hutchinson University Library, 1951), pp. 51-52.
[7] Karl Wittfogel, Oriental Despotism (New Haven: Yale University Press, 1957), esp. pp. 87-100.
[8] Acerca de esto y otras sectas cristianas totalitarias, véase Norman Cohn, Pursuit of the Millenium (Fairlawn, N.J.: Essential Books, 1957).
[9] Dale Vree, “Against Socialist Fusionism,” National Review (Diciembre 8, 1978), p. 1547. El artículo de Heilbroner se publicó en Dissent, Verano 1978. Más sobre el artículo de Vree en Murray N. Rothbard, “Statism, Left, Right, and Center,” Libertarian Review (Enero 1979), pp. 14-15.
[10] Journal of Political Economy (Diciembre 1938), p. 869. Citado en Friedrich A. Hayek, The Road to Serfdom (Chicago: University of Chicago Press, 1944), p. 152.
[11] “The Forester’s Letters, III,”(orig. in Pennsylvania Journal, Apr. 24, 1776), en The Writings of Thomas Paine (ed. M. D. Conway, New York: G. P. Putnam’s Sons, 1906), I, 149-150.
[12] F. A. Harper, “Try This On Your Friends”, Faith and Freedom (January, 1955), p. 19.
[13] F. A. Hayek, Individualism and Economic Order (Chicago: University of Chicago Press, 1948), enfatizado en el curso de su “Why I Am Not a Conservative,” The Constitution of Liberty (Chicago: University of Chicago Press, 1960), p. 529.
11 JUNIO 2011 PUBLICADO POR: DANIEL via orden voluntario

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA