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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
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jueves, 27 de febrero de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, EL MOMENTO DE LA VERDAD

La situación en Venezuela se explica por sí misma. El país, a consecuencia de una pésima administración, ha caído en una crisis económica y social de proporciones bíblicas; el pueblo, en una gran mayoría, ha salido a la calle a protestar, aprovechando la iniciativa de los estudiantes que, en las principales ciudades del país, ha vencido el miedo a los grupos paramilitares que el gobierno sostiene para anular toda presencia de gente en los espacios públicos.
Debido al control que el gobierno comunista tiene sobre los medios de comunicación, existe una fuerte censura sobre la información de los acontecimientos; también ha intervenido el espacio radioeléctrico para reducir el acceso de los ciudadanos a la telefonía y el internet, de esta manera nos está obligando prácticamente a maniobrar a ciegas.
Las Fuerzas Armadas que creíamos institucionales hasta el momento, están apoyando al gobierno, permitiendo que elementos extraños a sus componentes, llámense cubanos, guerrilla y grupos paramilitares, actúen en coordinación y colaboración con ellos para aplastar la disidencia, de modo que la represión contra los manifestantes ha sido brutal.
Muchos venezolanos no han internalizado aún que, todas estas operaciones de guerra de los diversos componente de las FFAA en contra de una parte importante del pueblo de Venezuela, es ya una guerra no declarada, que el gobierno pretende manipular el lenguaje y la realidad negándolo o no llamando las cosas por su nombre, pero quiero dejar constancia de mi visión, Venezuela está en guerra y negarlo solo va en nuestra contra, nos exponemos a un exterminio masivo por parte de traidores a la patria dirigidos por un extranjero a quien no le duele que la nación se desangre. 
Ya vamos para dos semanas de disturbios y la situación general del país se deteriora aceleradamente; pero el gobierno sigue en su tónica de provocación y burla, tratando de dividir las fuerzas opositoras y utilizando su poder mediático de manera avasalladora, silenciando sus propios crímenes, restregándole al pueblo la humillación del vencido, bailando en una tarima sin importarle el luto al país.
La oposición al gobierno tiene un gran problema, no tiene liderazgo político asertivo, da la impresión que no está de acuerdo con la reacción del pueblo ante los abusos del gobierno; el más visible es Henrique Capriles, apoyado por factores de la MUD, que sostiene una posición principista de respeto a las reglas democráticas, guiados por un pacifismo a ultranza enfrentado a una fuerza militar corrupta e inmoral, pero no hay una guía para la gente, no hay plan.
El otro líder importante, Leopoldo López, se encuentra detenido en la cárcel al decidir que lo mejor para este gran movimiento de protesta era entregarse y convertirse en símbolo de la resistencia.
Los estudiantes están trocando en ánimo y fuerzas, la gran frustración que sienten ante el momento; afortunadamente, ellos tienen sus líderes naturales, que están aprendiendo rápidamente los rudimentos políticos que necesitan para tratar de lograr una victoria para su movimiento.
La sociedad civil, de manera desorganizada y sin dirección, no abandona a sus muchachos; cuando es convocada por los políticos responde con grandes movilizaciones que, por lo general, solo sirven para alertar al mundo que existimos, la resistencia se ha fragmentado en el país, cada región y población del país actúa por su cuenta.
Pero seguimos sin una estrategia clara, Capriles sigue hablando de programas sociales, de convencer a los que apoyan al gobierno para que estén de nuestro lado, lo cual requeriría de un tiempo que no tenemos; la intención de la MUD pareciera ser la de negociar con el gobierno, coexistir con él para lograr una mayor participación política, cosa que, todos sabemos, el gobierno de Maduro no va a aceptar; el régimen tiene su plan de ruta, Fidel Castro necesita el control absoluto del país y eso pasa por desaparecer a los opositores, lo que sí podemos esperar es que el gobierno nos vuelva a engañar, como ya lo ha hecho antes, tirándole unos huesos a nuestros líderes para mantenerlos ocupados y felices.
La única allá afuera, que tiene una visión clara de lo que está sucediendo es María Corina Machado, una de las mujeres más valientes y coherentes que he conocido y que se ha encontrado del lado de los estudiantes desde el primer momento.
La realidad es muy clara, el país no puede seguir como va, el gobierno de Maduro tiene que salir ¿De qué manera? Ya los abogados y juristas de la oposición deberían estar elaborando la manera más apropiada de terminar con este circo; debería existir una estrategia unificada y común, explicada y con objetivos claros dentro de las actuales circunstancias, no cuando tengamos un co-gobierno Capriles-Maduro, que pareciera ser el sueño húmedo de nuestros estrategas de la MUD.  El plantearse nuevas elecciones en este momento es, simplemente, una locura, aunque creo que si la MUD fuera más decidida, ya debería estar funcionando como un gobierno paralelo, presentarse al mundo de manera organizada como un gobierno en la clandestinidad, para que los países aliados tengan con quien hablar y las ayudas necesarias puedan ser canalizadas.
Si la situación continua cómo va, el gobierno tiene todas las de ganar, controla la chequera petrolera, los canales de suministros de alimentos y combustible, los puertos y aeropuertos; la resistencia necesitaría de algunos eventos espectaculares que nos devuelvan el ánimo y afiance a la oposición, no ya como un “pushing ball” de las fuerzas gubernamentales, sino como un elemento capaz de victorias estratégicas.
Creo que la salida más razonable es obligar a Maduro a renunciar, pero no lo va hacer mientras tenga el respaldo militar, ¿Deberíamos estar negociando una salida con los altos mandos?, ¿Implicaría esto negociar con Diosdado?
El país ha estado prácticamente en guerra desde que se inició la era chavista; hemos pagado 200.000 muertos en lo que va del gobierno rojo, rojito, y el temor a una guerra civil es algo con lo que el gobierno y algunos factores de la oposición han jugado para castrar nuestras esperanzas.  Pero esa gente, los castrocomunistas, sólo entienden un lenguaje y es el lenguaje de la violencia.
Creo, y es mi opinión, que esa carta del enfrentamiento total que nos presenta el chavismo como única opción deberíamos considerarla, ya que la alternativa es un gobierno aún más totalitario, en condiciones de miseria y terror, peor que el de Camboya en tiempos de los Khemer Rouge y el régimen asesino de Pol Pot, y una vez puestos los términos sobre la mesa, veríamos quien en nuestras FFAA están con el pueblo de Venezuela y quien con los cubanos. 
No estoy de acuerdo con la guerra como manera de resolver los conflictos, pero a veces no hay otro camino; en nuestro caso, lidiamos con un oponente que no entiende el preciado regalo de la vida y la libertad y quiere imponernos, a lo que cueste, su reinado de muerte, desolación y miseria.
Creo que lo que más importa es saber que, a estas alturas del juego, el gobierno perdió el apoyo popular, que está replegado utilizando su último recurso, las armas, y jugando a ver quién es el más rudo. Hay una matriz de opinión, rodando por allí y apoyada por algunos personeros de la MUD, tratando de meter miedo a la gente afirmando que el gobierno cuenta, todavía, con una base de apoyo popular importante, eso no es verdad, los estudiantes no hubieran podido llegar a donde han llegado si eso fuera así; creo que la mayor parte de la gente está esperando, descontenta y golpeada por las circunstancias del país, y cada día es más claro que con estos comunistas no vamos a ningún lado. Pero esa gente apuesta a ganador, y Capriles y la MUD no están jugando para ganar, sino para perder lo mínimo; eso se ve, se huele y es muy peligroso, por esta razón creo que ese grupo político debe rectificar para no perder el momento tan importante que vivimos los venezolanos.
Repito, lo anteriormente expresado es mi sentir personal que lo expongo para el análisis de la opinión pública libre y democrática en las peores circunstancias posibles –

saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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viernes, 8 de noviembre de 2013

GERMAN CABRERA, EL PROLETARIADO Y LA REVOLUCIÓN

Fíjense lo que son las cosas: una de las características más destacadas de la pomposa Revolución Bolivariana, la misma que cacarea Urbi et Orbi su novísimo y creativo Socialismo del Siglo XXI, es su desprecio absoluto por el proletariado.
Flagrante y sorprendente contradicción ésta, ya que el marxismo, como todos sabemos, considera a la clase trabajadora (carente de medios de producción y vendedora de su fuerza de trabajo), como la predestinada para organizarse y ser el germen de la Revolución Socialista, el ariete que se llevará por delante no sólo a los explotadores sino también al capitalismo como sistema económico y político.
Pero resulta que, una vez amos del poder, los autodenominados revolucionarios, portadores de la antorcha de la verdad absoluta, razonan de la siguiente manera: ahora somos gobierno, el gobierno es La Revolución, La Revolución es la única llave hacia una Luminosa Nueva sociedad, y el Estado Burgués, que despedazaremos paulatinamente, es ahora propiedad del gobierno, o mejor dicho Gobierno y Estado son la misma cosa. De este razonamiento cerrado deriva una conclusión inobjetable: contra La Revolución nada es aceptable, por lo tanto el gobierno y el Estado, ahora revolucionarios son inobjetables. De esta primera conclusión deriva una segunda: quien enfrente al Estado-Gobierno estará enfrentando a La Revolución, por lo tanto será un Traidor a La Patria, un fascista, un parásito.
Impecable.
Armado con este bagaje elemental el Estado-Gobierno-Revolucionario no tolerará disensos.
Pero resulta que una Revolución no se hace de un día para otro. De hecho un Gran Ministro del Santo Proceso acaba de afirmar que necesitan 50 años de gobierno para corregir errores. Y mientras tanto tienen que lidiar con las malas costumbres aprendidas por el proletariado durante muchos años de democracia, es decir las malas costumbres de sindicalizarse, de exigir contratos colectivos, mejoras salariales, seguridad social, todos asuntos que El Proceso considera desviaciones burguesas.
Eso se transforma en un gran problema para un Estado-Gobierno-Patrono macrocéfalo y clientelar que ha crecido exponencialmente engordando su nómina hasta el infinito con el objeto de contar con una masa de empleados públicos temerosos que le aseguren su voto.
Con el patrono privado el asunto se le hace fácil, le amenaza, lo multa, lo expropia, o le crea sindicatos oficialistas que le hagan la vida imposible.
Pero ¿cómo debe actuar  el Patrono Revolución contra  el “enemigo en casa”?
Muy simple, se actúa como contra todo “contrarrevolucionario”: se mete preso al sindicalista respondón, o se le somete a los juicios infinitos y arbitrarios de un Poder Judicial abyecto, se le niega reconocimiento a los sindicatos libres, se les pone a competir con sindicatos oficiales financiados con el dinero del Estado, se amenaza a los trabajadores con despido o retiro de beneficios si no aceptan la contratación estipulada unilateralmente por el Gobierno, por La Revolución.
Y hete aquí una Revolución sin proletariado.
Así como también es, de paso, una Revolución sin estudiantes.
¿Cómo nos mantendremos en el poder?, se pregunta el liderazgo iluminado.
Bueno nos queda el lumpen, se responde, y para ponerlo a nuestro servicio tenemos una metodología infalible.
Pero eso será tema del próximo artículo.
german_cabrera_t@yahoo.es                 

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domingo, 7 de abril de 2013

FERNANDO OCHOA ANTICH, ¿SE RECONOCERA EL TRIUNFO DE CAPRILES?

No es fácil responder esta  pregunta. Lo normal en una sociedad democrática, como debería ser la venezolana, es que no hubiera la menor duda en ese reconocimiento. La voluntad popular debería ser respetada escrupulosamente. Dolorosamente, no es así. Las instituciones del Estado han sufrido tal deterioro, en estos catorce años, que es imposible garantizar su imparcialidad. Además, se ha sembrado en los sectores más radicales del oficialismo, la certeza  del seguro triunfo de Maduro. Este complejo panorama, se complica aún más ante el creciente fortalecimiento de la candidatura de Henrique Capriles. Los últimos estudios de opinión señalan que la diferencia de votos entre los dos candidatos es cada día más pequeña. En una situación tan enredada puede ocurrir cualquier cosa.

El desconocimiento de un resultado electoral no sólo ocurre el día de las elecciones. Puede prepararse con mucha anticipación al establecerse unas condiciones absolutamente inequitativas para regular el proceso electoral. En nuestro caso se ha estructurado un sistema automatizado de votación que exige aún mayor transparencia y control. Eso se logra a través de las auditorías que hacen los distintos comandos de campaña. De todas maneras, aun funcionando perfectamente bien las máquinas electorales, puede haber forma de influir en los resultados mediante el abuso de poder. Eso ocurre actualmente. El desbalance en la utilización de los medios públicos de comunicación y en el empleo de los recursos del Estado hace casi imposible la competencia electoral.

Las condiciones electorales son absolutamente inequitativas para Henrique Capriles. De esto, no hay duda. Es una lucha contra un gobierno y un partido que utiliza, sin escrúpulos, todo el poder del Estado el problema más grave que existe es la absoluta falta de independencia de los poderes públicos, que obedecen sin límite las instrucciones del Poder Ejecutivo. Eso permitió que, con la complicidad de la Sala Constitucional, Maduro pudiera ser nombrado presidente encargado para poder presidir las exequias de Chávez y evitar la inhabilitación para ser candidato que producía el cargo de vicepresidente. Para colmo, el Consejo Nacional Electoral no es imparcial. De cinco miembros, cuatro son militantes del PSUV. De allí surgen las dudas sobre la transparencia electoral.

Lo sorprendente es que la candidatura de Henrique Capriles, en medio de condiciones tan adversas, ha continuado fortaleciéndose. Ya fue una sorpresa cuando logró los 6.800.000 votos en medio de todo el ventajismo que utilizó Hugo Chávez. Ahora ocurre lo mismo. 

Nicolás Maduro abusa del poder y de todos los recursos del Estado para ganar las elecciones, pero la candidatura de Capriles continúa creciendo con gran rapidez. Es una lucha contra el tiempo. Lo más delicado para el oficialismo es que Maduro definitivamente no logró impactar a los militantes y simpatizantes del PSUV. La utilización desmedida que se hace de  la memoria  de Hugo Chávez parece que ya no logra tener efecto, sino que al contrario empieza a ser rechazado y mal visto por sus propios partidarios.

En este contexto surgen las permanentes e imprudentes declaraciones del almirante Diego Molero Bellavia, ministro de la Defensa. En verdad, no son fáciles de interpretar. En todas ellas se observa una tendencia a irrespetar el artículo 328 de la Constitución Nacional y a debilitar valores fundamentales de la ética militar en el personal profesional de nuestra Fuerza Armada. Hasta aquí pareciera ser un problema de falta de formación militar del ministro de la Defensa, pero no logro explicarme lo repetitivo de esa posición pública. Las he leído con mucho detenimiento llegando a la conclusión de que en ellas se esconde una amenaza al régimen constitucional venezolano en caso de que nuestro pueblo opte en las elecciones por un camino diferente al revolucionario.

Las violentas declaraciones de Maduro al anunciar un supuesto sabotaje de la oposición al sistema eléctrico nacional han confirmado en mí las dudas que tengo sobre las imprudentes declaraciones del ministro de la Defensa. Amenazar con enviar a los militantes del PSUV a la calle, junto a la Fuerza Armada, a reprimir a los venezolanos en caso de ocurrir un apagón en todo el territorio nacional, pareciera más una maniobra que busca suspender las elecciones ante la certeza de su derrota. De todas maneras deseo recordar que no creo que la Fuerza Armada se preste para reprimir a nuestro pueblo ni acepte una suspensión de las elecciones. A los venezolanos nos queda un solo camino: votar masivamente por Capriles. A la Fuerza Armada, respetar el resultado electoral.

fochoaantich@gmail.com

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viernes, 1 de marzo de 2013

FRANCISCO JOSÉ VIRTUOSO SJ., INCERTIDUMBRE

La incertidumbre crece y se convierte en misterio. Las explicaciones más que aclarar oscurecen. Información y Constitución se han convertido en nuestras primeras necesidades
Nos gobierna la incertidumbre. Pareciera que aquel personaje estrambótico de las aventuras de Batman y Robin-"el acertijo"-hubiera tomado las riendas de nuestro destino político. Su estrategia de acción, un tanto macabra, consistía en enfrentar a sus potenciales víctimas con la resolución de un determinado acertijo. Si lo resolvía podía salvarse de la celada, de lo contrario moriría en la emboscada.
La forma como ha sido manejada la enfermedad del Presidente de la República y su ausencia del cargo, ha convertido al gobierno en un ente abstracto, confuso, con varias cabezas, bajo la supuesta justificación constitucional, de la "continuidad administrativa." Si tuviéramos en el país una real separación de Poderes Públicos, en donde cada uno de ellos en su rama respectiva ejerce una direccionalidad plena de los asuntos de su competencia, quizás la crisis del Ejecutivo pudiera sobrellevarse en los hombros de ellos. Pero resulta que en Venezuela, se ha estructurado un régimen político dependiente totalmente del Poder Ejecutivo Nacional y éste se ha ejercido personalísimamente por quien lo ha detentado en los últimos años. De tal manera que ausente el presidente Chávez de la escena, no sólo el gobierno sino el Estado entero pareciera caminar sin rienda.
La salud del presidente Chávez se ha manejado en el más estricto secreto, disfrazándolo con comunicados oficiales que nos dejan con más duda que información. La consecuencia lógica ha sido la proliferación de todo tipo de rumores que oscurecen más la incertidumbre. Como además, la cúpula del poder político optó por manejar la crisis fuera de lo pautado en la Constitución, quitando la hoja de ruta para este tipo de casos excepcionales, se nos ha obligado a vivir adivinando qué ocurrirá en el corto y mediano plazo, haciendo uso del único supuesto posible que es ponerse en la cabeza de los que manejan los hilos del poder y sus intereses. Nos hemos vuelto expertos en construir escenarios en base a hipótesis y vaticinios. El deporte favorito de la vida nacional es jugar al acertijo.
Es un derecho ciudadano, constitucionalmente establecido, contar información oportuna y veraz de todos los órganos del Estado. Este derecho, entre otros, garantiza que el poder se distribuya equitativamente porque permite un ejercicio real de participación en pie de igualdad, se favorecen también las posibilidades de cooperación constructiva de la sociedad en la resolución de los problemas que a todos nos aquejan.
La incertidumbre crece y se convierte en misterio. Las explicaciones más que aclarar oscurecen. Información y Constitución se han convertido en nuestras primeras necesidades.
fjvirtuoso@ucab.edu.ve

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lunes, 22 de octubre de 2012

MARTA COLOMINA , GOLPE DE ESTADO A CAPRILES

Que nos digan la verdad sin ocultamiento y sin risitas, como si aquí no hubiera pasado nada
El título pertenece a uno de los más veteranos y "dateados" periodistas del país que dispone de información sobre lo ocurrido el 7-O y la compartió con la cronista.
No hubo fraude en el sentido de que votos de Capriles fueron trasvasados a Chávez, o que las máquinas cambiaron las cifras. "Fraude" no sería la expresión adecuada para definir la monstruosa operación seguida por los poderes públicos el 7-O, sino, golpe de Estado. 
"Todo el aparato del Estado contra mí" dijo Capriles cuando reconoció su derrota. Después de su magnífica campaña, Capriles no compitió el domingo con un Chávez desgastado por su enfermedad y su mal gobierno, sino con el fuerte, adinerado e inescrupuloso Estado venezolano. No fue solo el ventajismo previo del CNE de añadir nuevos centros electorales cuestionables: los obstáculos inhumanos a los venezolanos en el exterior; o cohonestar las cadenas y mensajes de la Ley Resorte devenidos en publicidad electoral para Chávez. 
Tampoco que el viernes 5-O Chávez pagase el bono vacacional a empleados públicos y damnificados o que en solo 8 meses de este año se gastasen más de 15 mil millones en las misiones (200% más que en 2011). Se trata de la "macolla" formada el 7-O entre todos los poderes del Estado (incluidos el CNE y la FAN) para impedir el triunfo de Capriles y poner en marcha un plan que permitiera obligar a votar por Chávez a electores remisos, bien por vía de la coacción o del soborno.
¿Qué pasó con los resultados en la noche de las elecciones venezolanas? Se preguntaba el ABC de Madrid, después de publicar el día anterior el exitpoll que, a las 5 pm, daba ganador a Capriles por 5 puntos. En el foro de los encuestadores (UN) para analizar el 7-O, el vocero del IVAD reconocía que"según las exitpolls, Chávez comenzó arriba fuerte, luego se emparejó la situación, y después de las 5 se abrió". A las 5 pm no estaba "emparejada" la situación, sino que ganaba Capriles, de ahí la sonrisa de Briquet y la preocupación del chavismo. El Gobierno comienza la operación remolque en todo el país. Los coordinadores de Centro del CNE tenían las listas de votantes identificados: PSUV, beneficiarios de misiones, contratistas, funcionarios, becarios y otros. A las 5 pm los militares afectos al régimen daban por perdido el Gobierno. Los autobuses de Pdvsa en Plaza Venezuela listos para transportar electores, seguían vacíos. Hasta que, con la información de los coordinadores de los centros electorales, comenzó una febril captura liderada por los tentáculos del Estado. El PSUV y militares armados, provistos de vehículos del cuerpo, llegaron a los cerros y barriadas lista en mano, para llevarse a quienes no habían votado, con amenazas de que perderían sus prebendas El estímulo de Bs. dos mil por voto movió a muchos. Los milicianos multicedulados podían votar en varios centros con rapidez (la tinta indeleble no era tal). CNE mantuvo abiertos algunos centros sin votantes mientras llegaban los contingentes rojos acarreados en vehículos oficiales El sistema de medios públicos clamaba que se mantuvieran abiertos porque "todavía había gente votando". Tan pronto estuvieron seguros de que la votación de Chávez era superior a la de Capriles, el CNE se apresuró a dar el primer boletín, a despecho de que hubiera gente en cola en diversas partes del país donde habían fallado las máquinas y la tramposa "estación del elector" había represado a los electores. En Canoabo unos 120 campesinos pro Capriles fueron engañados diciendo que la máquina estaba dañada, conminados a firmar el cuaderno de votación y alguien votó por ellos, según nos contase llorando una maestra jubilada enferma a quien aplicaron el mismo robo. El CNE abrió varios centros (sin testigos opositores) en refugios y otros lugares. En el Zulia creó un nuevo centro el mismo 7-O al que el Plan República dejó ingresar al personal de empresas oficiales y militantes chavistas. Grupos armados impidieron paso de testigos y votantes opositores, en el municipio Mara y otros. Violando las normas, miembros del PSUV hacían campaña y formaron focos con motorizados armados que recorrían los centros de votación amedrentando a los electores. El CNE y el Plan República miraban para otro lado. Triste que la MUD y Comando Venezuela, ante el equivocado temor de provocar abstención, declarasen que "todo fluía con normalidad" y mantuvieran silencio sobre las violaciones del CNE, mientras millones de electores estaban represados en las colas por la operación morrocoy y amenazados por los motorizados chavistas.
A los 6,5 millones de electores nos queda el invalorable capital político de Henrique Capriles, pero también nuestro derecho a pedir que nos digan la verdad sin ocultamiento y sin risitas, como si aquí no hubiera pasado nada.
mcolomina@gmail.com

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sábado, 20 de octubre de 2012

LUIS UGALDE SJ, , NO HAY VIDA SIN RECONCILIACION

Chávez ganó con votos, no con trampa en las máquinas. ¿Pero con qué usos y abusos consiguió parte de esos votos? La dirigencia opositora supo de su derrota temprano en la noche antes del primer boletín del CNE cuando empezaron a llegar las informaciones de sus testigos y miembros de mesas y los conteos rápidos sustituyeron a los alentadores exit polls.
Capriles en la derrota mostró un temple político y espiritual más extraordinario que en su admirable campaña. En la mañana del 7 los venezolanos tuvimos motivos de agrado por la concurrencia, la paz y el respeto; no tanto en la tarde y en la noche. Lo que es totalmente inaceptable en una democracia es el descarado abuso de los recursos del Estado por parte de la candidatura gubernamental, delitos continuados contra la Constitución y básicos principios éticos: uso del dinero público, chantaje, calumnia, miedo y coacción. Por ello el voto de varios millones no fue verdaderamente libre, y sin la amenaza hubieran votado de otro modo. El Gobierno sabía y sabe que sin esos atropellos el voto libre favorece a la alternativa democrática; y echaron el resto. Creo que éste es el duro cuadro real. La democracia venezolana está atrapada por una monstruosa apropiación partidista; es recuperable con realismo, conciencia y mejor trabajo, no con culpabilizaciones de despechados y menos con la siembra de “nunca más votar”.
MUESTRA DEL VENTAJISMO
La maquinaria de los ganadores funcionó con mucha eficacia en la tarde del 7, ayudada indebidamente por la computadora registradora de cédulas y votantes implantada a la entrada del recinto electoral y conectada para el acarreo coactivo de la gente. Es impresionante la voluntad y el esfuerzo físico y mental del seriamente enfermo Chávez y explicable la gran debilidad de millones de votantes pobres sometido vitalmente a las ayudas, imposiciones y amenazas del Gobierno-Estado. Miles de millones para aliviar la pobreza y no para superarla, mantienen la esperanza de muchos. Otros votaron por miedo a perder lo que se tiene y por la errada convicción de que el voto no es secreto.
En el extraordinario esfuerzo unitario por rescatar la normalidad democrática hay que resaltar junto con Capriles el nombre de Ramón Guillermo Aveledo, con muchos equipos de trabajo y millones de ciudadanos que se unieron. ¡Extraordinario!
La multimillonaria gestión fracasada ganó con una maquinaria eficaz en el uso de todo el poder del Estado y violación de derechos y de la Constitución. Tenemos un país que se cae a pedazos bajo un gobierno inepto con un poder concentrado frente a unas tareas gigantes que sólo son enfrentables exitosamente con un país reconciliado y decidido a sincerar la realidad. En el abismo entre el discurso y la realidad, la ineficiencia y la corrupción se reflejan en escuelas, hospitales, viviendas, empresas y servicios básicos, en la ruina de las empresas de Guayana, en Agropatria o en las terribles revelaciones-confesiones de Aponte Aponte y Makled. No hay salida para la pertinaz mayor inflación de América Latina, el alarmante endeudamiento, el déficit fiscal y la devaluación inevitable, sin el rescate de la dinámica productiva con cientos de miles de empresarios con inversión, creatividad y millones de trabajadores bien remunerados, unidos en la transformación educativo-productiva del país.
La trágica violencia desatada, que secuestra y mata, requiere valores de amor al prójimo y una política coherente en todos los frentes. Nada de esto es posible sin una reconciliación nacional que incluya en cada área las mejores fuerzas y talentos, y una conversión espiritual y reconocimiento del otro, en toda su pluralidad. Empezando por los presos políticos. 
Lamentablemente, los “revolucionarios” están atrapados en su afán de implementar un fracasado modelo estatista totalitario a la cubana, para una imposible sociedad sin propiedad, ni iniciativa no estatal ni autonomía personal solidaria. Ellos no pueden reconciliarse con los “enemigos” sentenciados a desaparecer. Así, el desastre está garantizado y continuará la agonía de una sociedad profundamente enferma con un Presidente enfermo. Duele escribirlo.
No hay vida nacional sin reconciliación con el otro y apertura a un horizonte no totalitario. El cambio lo haremos más pronto que tarde los demócratas de todos los colores.

lugalde@ucab.edu.ve

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viernes, 19 de octubre de 2012

ADOLFO R. TAYLHARDAT , ¿QUÉ PASÓ?

Esta pregunta nos la hicimos más 6 millones de venezolanos el domingo 7 de octubre. La misma pregunta se la han hecho muchos analistas y politólogos fuera de Venezuela. ¿Cómo es posible que hasta último momento se daba por seguro el triunfo de Henrique Capriles y de pronto los números se voltearon como si fuera una tortilla?
Acepto la afirmación del propio Capriles, de Leopoldo López, de Ramón Guillermo Aveledo y muchos otros líderes de la oposición quienes aseguran que no hubo fraude y aceptan el resultado de aquella gesta comicial.
Eso no impide, tratar de encontrar la explicación de lo ocurrido. Se han dado muchas interpretaciones. Yo tengo mi propia apreciación. Para mí los principales factores que influyeron en el resultado de la elección fueron dos:
El primero lo encontramos en una frase lapidaria de El Libertador quien dijo: "un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción". No profundizo en esto porque lo que dijo Bolívar se explica por sí solo.
El otro factor lo ubico en otra frase lapidaria, esta vez pronunciada por María Corina Machado, cuando dijo: "el país tiene un sistema electoral perverso" que impide al ciudadano ejercer su derecho a elegir en condiciones de libertad, transparencia y justicia.
Esto me permite traer a colación - sin pretender atribuirme condiciones de visionario que  el 13 de diciembre de 2006  publiqué en este mismo diario un artículo titulado: "Es urgente reformar el sistema electoral" en el cual, entre otras cosas dije, refiriéndome a la elección presidencial del 3 de diciembre de 2006, lo siguiente: "ha quedado evidenciado que el sistema electoral venezolano no ofrece confianza porque no garantiza la transparencia necesaria para ofrecer al elector la seguridad de que su voluntad expresada en las urnas ha sido debidamente respetada".
En el mismo artículo señalé: "algunos observadores internacionales que presenciaron la elección presidencial del 2006 también consideran que el sistema electoral venezolano es inadecuado. Uno de ellos advirtió que si no se modifica el sistema electoral los venezolanos "tendrán a Chávez hasta el año 2040". Estoy totalmente de acuerdo.
La rectora Tibisay Lucena reiteradamente afirma que el sistema electoral venezolano es el mejor del mundo y está totalmente blindado. Lo primero es una manifestación más de la jactancia que caracteriza al régimen, comenzando por el propio gobernante ahora reelecto. Lo segundo puede ser cierto pero no porque proteja el voto del ciudadano sino porque está concebido en forma tal que, como ha quedado demostrado, le otorga al órgano electoral capacidad para legislar y/o interpretar la normativa para favorecer al candidato de su preferencia. Además, permite los abusos de poder, los actos de corrupción, el peculado de uso, las violaciones reiteradas de la Constitución, que han caracterizado todos los eventos electorales realizados en el país en los últimos 14 años.. Ese sistema electoral es el que, como dijo también María Corina, permitió al primer mandatario ganar la elección apoyándose en el uso corrupto de los recursos y el aparato del Estado, la persecución y la intimidación.
Ahora se sabe cómo fue que viéndose perdido a las 5:30 del domingo 7 de octubre, el candidato oficialista lanzó la operación "remolque" o "remate" para llevar a votar mediante soborno, extorsión y hasta amenazas a todos aquellos beneficiarios de las misiones que no habían sufragado, a los damnificados que no habían votado, incluso trayendo del interior a aquellos que estando registrados en Caracas habían sido ubicados en otros lugares del país. La misma operación se llevó a cabo a todo lo largo y ancho de Venezuela. Para ello se valió de la Guardia Nacional, la milicia, los consejos comunales, "colectivos", la "guardia del pueblo", el "frente motorizado", los grupos de choque fascistas, toda clase de medios de transporte y los recursos provenientes del tesoro nacional bajo la mirada cómplice del ente electoral. Si alguien piensa que exagero, le recomiendo el "Expediente" publicado en este mismo diario el domingo pasado (EU, 14/10/12, Pág. 4-4).
Como dijo Henrique Capriles en la entrevista que publicó este periódico el domingo pasado: (EU 14/10/12, Pág. 1-2), "ellos tienen una estructura brutal. El domingo vimos todo, en cuanto a estructura y poder del gobierno, ¡todo! Eso que vimos nunca lo habíamos visto así, botaron la casa por la ventana y obtuvieron el 55% de los votos. Todas las personas que estaban en la Misión Vivienda, las que estaban en todas las misiones, los llamaron una a una".
Esto explica por qué, a todo lo largo de su campaña el candidato oficialista daba por segura su reelección. Tenía bajo la manga un dispositivo diabólico que, gracias al poder omnímodo que detenta, los recursos del Estado y la asistencia técnica cubana, le permitiría alterar cualquier resultado adverso sin necesidad de intervenir el sistema electrónico de votación.
Evidentemente, con un sistema electoral que permite esos abusos y un ente electoral que se hace la vista gorda ante el ventajismo y la corrupción que rodean la campaña de uno de los candidatos será muy difícil restituir la democracia en el país.
Esto no significa que me encuentre desanimado ni pretendo desanimar a nadie. Participaré en los comicios del 16/12, con el mismo optimismo del 7/10 e invito a todos mis compatriotas a votar ese día. Hago mía la siguiente frase tomada también de la entrevista del HCR del domingo: "a pesar de todo eso no es imposible derrotar al gobierno" Votando el 16/12 y eligiendo el mayor número posible de gobernadores de la oposición podremos comenzar a construir un contrapeso al poder absoluto que pretende tener el reelecto.
adolfotaylhardat@gmail.com

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jueves, 18 de octubre de 2012

WILLMER CHIQUÍN SÁNCHEZ, ES UN FRAUDE PORQUE…


He tratado de comprobar que hubo fraude el domingo 7 de Octubre; he pensado argumentos como:

-        Se manipularon las máquinas al momento de mandar la información al cne
-        Se cruzaron cables internos de la máquina para que los votos de un candidato fueran al otro
-        Se forjaron cifras inexistentes.
Lo cierto es que hasta nuestro candidato reconoció que había perdido las elecciones, y en el mismo sentido declaró el jefe de su campaña. Yo confío en Henrique Capriles y conozco y respeto a Ramón Guillermo Aveledo por una vida intachable.
Si el anuncio lo hubiera dado algún politiquero oportunista, que también existen en nuestro lado, yo habría tenido motivos para pensar en algún “negociado” entre las partes, pero no, el anuncio lo hicieron dos personas a quienes respeto y de cuyas trayectorias no tengo ninguna duda.
Un amigo me preguntó mi parecer acerca de los resultados electorales, y pensando mi respuesta, de pronto me dí cuenta de algo. Prefiero justificar el fraude que convencerme de que la mayoría de votantes en mi país escogieron seguir viajando en retroceso en la historia.
El lunes 8 recibí mensajes de  una persona de mi afecto y confianza absoluta, y me permito citar uno de ellos:
-        “No Hubo fraude, se perdió ..!! Busquemos las razones en nuestro alrededor; quizás la respuesta la tengan algunos muy cercanos a nosotros; familiares o amigos que no quisieron discernir para decidir por un futuro limpio y corregir atrocidades como las que en este momento se te vienen a la mente y que no nombro para no darle fuerzas. Sí, nos puede parecer increible que con una participación de 81,90 % , algunos habilitados para hacerlo no votaron; como ejemplo en Chacao y El Cafetal, la participación fué menor que en el 23 de Enero y Catia. De ese 8 % que no votó habìa un 5% rescatable porque estadísticamente el resto correspondería a personas fallecidas y no excluídas aún del Registro, enfermos graves imposibilitados de mover, compatriotas que se mudaron al exterior o al interior que no pudieron hacer el cambio a tiempo y algunos otros casos; sin embargo lo que privó en perjuicio del futuro fué el Voto interesado o bajo promesas, el voto egoísta, el que como dice un amigo, antepuso su miedo a perder prebendas, bajo un "Estado todo" amenazante cubierto por un manto de legítimidad. Así pues hemos perdido, hasta tanto y cuando corresponda en la Perfección del tiempo de Dios, la oportunidad de ser guiados por un hombre noble, ètico y de Principios que ante los insultos mostró su temple para anteponer Venezuela. No caigamos en la campaña del Gobierno y los intrusos extranjeros que vieron también en riesgo sus Petro-prebendas y quieren aniquilar a todos quienes priorizaban a nuestro Pueblo. Pido a nuestro Gran Arquitecto del Universo que nos proteja de peligros y penurias a todos sin excepción. Finalmente, salud para Henrique Capriles Radonsky con mi eterno agradecimiento.
Ante esas palabras, no hay mucho que me reste por decir.
Perdimos ante un estado que se tornó caja chica de la campaña electoral oficialista y puso todos sus inmensos recursos, y hasta sus soldados,  al servicio del autócrata, al más puro estilo Luís XIV “El estado soy yo”.
Perdimos ante un ente “fiscalizador” que nada hizo por evitar los excesos y atropellos legales cometidos, los chantajes, presiones y compra de conciencias.
Pero ante todo, perdimos porque la mayoría de electores así lo quiso. Que haya sido justa nuestra derrota no creo que nadie lo piense, que haya sido legítima, lo dudo, que no haya sido legal, no hay forma de probarlo.
Pero la lucha sigue, y más pronto de lo que se pueda pensar, tendremos el segundo round en esta pelea por un futuro mejor.
Muy, muy pronto tendremos la revancha.-
venezueladigna@hotmail.com   
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lunes, 23 de julio de 2012

ARGELIA RÍOS, EL DRAMA DE LAS ENCUESTADORAS

Si los capataces de la revolución han restringido todos los mecanismos de control público sobre su gestión, resultaría ingenuo pensar que sus radares hayan excluido a las empresas encargadas de pulsar los ánimos de la gente
Claro que hay miedo. Negarlo sería desconocer al país que hoy somos... La máquina del terror -activada para doblegar a la sociedad, mientras se solfean inflamados estribillos patriótico-independentistas- ha conseguido triturar la irreverencia que solía distinguir la relación de los venezolanos con el poder. El signo que ahora caracteriza ese nexo es el apocamiento de una robusta franja de ciudadanos, donde caben apretados sectores de todos los estratos socioeconómicos y de todos los oficios conocidos.
El petroestado, devenido en poderoso partido político, es una boa constrictor que estrangula sin distinciones, incluso a quienes parecen y se creen a salvo de sus emboscadas. Nadie tiene privilegios: ni los que mejor entonan sus alabanzas al mandamás, ni mucho menos aquellos cuya actividad envuelve la exposición de las fallas y deficiencias del "proceso". Como se sabe, la fórmula alcanza al periodismo, al igual que otras tantas ocupaciones, y no exime en modo alguno a las empresas encuestadoras.
 El hecho de que los afectados se silencien no significa la ausencia de limitaciones en el ejercicio de la investigación de la opinión pública. Fingir que las cosas les caminan sobre un lecho de rosas -aun en medio del infortunio general-, no libera a los encuestadores de los efectos prácticos del tipo de violencia que supone la aplicación del chantaje y la intimidación. Si los capataces de la revolución han restringido todos los mecanismos de control público sobre su gestión, resultaría ingenuo pensar que sus radares hayan excluido a las empresas encargadas de pulsar los ánimos de la gente. Nada de extraño tiene que, aparentándose privilegiados en estos tiempos de incordios, ellas sean en cambio la expresión de una servidumbre asfixiada con guantes de seda para impedir las delaciones más variadas, incluidas las muy medulares tendencias electorales.
Es imposible descartar que también en este caso tenga cabida la autocensura, cuando no el "cuide" de un negocio manifiestamente próspero... No hay lógica que sustente la idea de que las encuestadoras son hoy un invulnerable reducto de libertad y autonomía: tanto menos en la antesala de la crucial medición de octubre, a la cual asistimos caminando sobre un campo minado.
Las brechas que cada una de estas empresas muestra entre los candidatos huelen a coartada y a comodín. Huelen también al temor encubierto de sus jefes, que creen estar a buen resguardo eludiendo un imperativo del momento: sacudirse el miedo e investigar como Dios manda al muy ensanchado sector de los "NS/NR". 
El país necesita prepararse para aceptar lo que sentencien las urnas, porque un resultado inesperado puede ocasionar una tragedia. No es buen plan hacerse corresponsables de ella.
Argelia.rios@gmail.com

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miércoles, 4 de julio de 2012

FERNANDO MIRES – DEL PRI AL PSUV


Tesis: Sólo una derrota electoral puede salvar políticamente al PSUV como ocurrió en México con el antiguo PRI
El PRI ya no es el PRI dicen en México, frase breve que sintetiza la transformación del PRI. Transformación que en gran medida emergió como resultado de otra: la de la estructura política mexicana. Porque el regreso del PRI al gobierno, ratificado por las elecciones de 01.07.2012 que dieron como vencedor a Enrique Peña Nieto, opera en un escenario multicolor marcado por un partidismo institucionalizado en donde tienen lugar múltiples proyectos e iniciativas civiles.
La antigua dominación estatal ejercida por el que fuera calificado como el partido político más corrupto y anti-democrático de América Latina, ha quedado atrás. Hoy el PRI ha regresado como un partido entre varios: plural, social, competitivo y coalicionable, como deben ser los partidos en un marco democrático. Los caudillismos locales, las mafias, los gobernantes omnímodos, tan propios al antiguo PRI, ya son cosas del pasado.
Así como Hegel indicó que la liberación del oprimido libera al opresor en tanto opresor, en la contienda política suele suceder que la oposición, bajo determinadas condiciones, libera a los partidos no democráticos de su anti-democratismo. En ese sentido la oposición al PRI liberó al nuevo PRI del antiguo PRI. Ese será también, entre otras, una de las tareas que corresponderá indirectamente a la oposición venezolana: la de liberar políticamente al PSUV de su condición estatal (burocrática y militar) a fin de que se convierta en un verdadero partido político como hoy es el PRI.
Pensemos: en el caso de una eventual derrota, el PSUV si es que no se desliza por el tobogán golpista, o si no se pulveriza en múltiples fracciones, será el principal partido de oposición. Pero lo será en un espacio rayado por normas y reglas propias al juego político. En ese contexto, y aplicando de nuevo la lógica hegeliana, el PSUV, al abandonar al estado, no tendrá otra alternativa que la de convertirse en un partido de la “sociedad civil”: uno más entre varios, como son hoy los partidos que apoyan a Henrique Capriles.
No hay que olvidar que la gran coalición caprilista fue también el resultado de un arduo y largo proceso de renovación política. Es que contra la astuta dialéctica de la historia no hay pero que valga. Si un partido político no se transforma de acuerdo al signo de los tiempos, muere. Los cementerios de partidos políticos están –basta echar vistazos a la historia- más que superpoblados.
En cierto modo el PSUV es la versión venezolana de lo que fue el viejo PRI: estatista, corparativista y corrupto. Pero no se trata de una copia fiel. El PSUV es más bien una versión ampliada y empeorada del antiguo PRI. Eso quiere decir que diferenciar entre lo que fue el PRI y lo que es el PSUV es también importante.
Mientras el PRI fue depositario histórico de una auténtica tradición revolucionaria iniciada en 1910, el PSUV no corresponde con ninguna gran tradición. De ahí que haya tenido que buscarla en el pasado más remoto, en ese bolivarismo mitológico cultivado con devoción, pero absolutamente impropio a las condiciones que imperan en el siglo XXl. Pero hay, además, otras diferencias.
Mientras el PRI nunca fue personalista, el PSUV se convirtió desde un comienzo en la prolongación colectiva de un pensamiento individual: el del caudillo. Mientras el PRI, si bien buscó apoyo en los estamentos militares, nunca fue un partido militarista, como es el PSUV. Mientras en el PRI coexistían diversas fracciones (obreras, campesinas) en el PSUV están prácticamente prohibidas. Mientras el PRI logró articular a los más destacados intelectuales y artistas de la nación, el PSUV brilla por su miseria cultural. Mientras el PRI fue, por lo menos en sus comienzos, un partido nacionalista, enfrentado al expansionismo que caracterizó a EEUU hasta la primera mitad del siglo XX, el PSUV no sólo no ha tenido ningún problema (real, no verbal) con los EEUU, sino, además, ha delegado aspectos importantes de la soberanía nacional a Cuba.
Las diferencias mencionadas harán muy difícil la transformación del PSUV de partido-estado en partido político, como ocurrió con el PRI. No obstante, esa transformación será la única alternativa que garantizará la sobrevivencia histórica del PSUV.
Sintetizando: El PSUV, como el antiguo PRI, no es un partido de la sociedad civil. Es un partido nacido y formado en y desde el estado. El triunfo de la oposición traerá inevitablemente consigo la des-estatización del PSUV.
Incorporado en un espacio no estatal, el cívico, el PSUV tendrá una nueva chance: la de encabezar la oposición democrática al nuevo gobierno. Ahí, pensando de modo optimista, puede que sus militantes descubran, como ocurrió al PRI, un nuevo poder: el poder opositor, el que en democracia puede ser más poderoso que el propio poder gubernamental. Pues, mientras el poder gubernamental es más instrumental que político, el de la oposición es más político que instrumental. En fin, sólo un triunfo de Capriles puede salvar al PSUV de sí mismo, o lo que es igual, de sus tres estigmas principales:
° La corrupción de la clase estatal dominante (“boliburguesía”)
° La militarización de las estructuras partidarias
° El personalismo que impide el desarrollo de las ideas, tanto individuales como colectivas
Repitiendo entonces la tesis: Sólo una derrota electoral puede salvar políticamente al PSUV como ocurrió en México con el antiguo PRI.
fernando.mires@uni-oldenburg.de

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lunes, 28 de mayo de 2012

ALONSO MOLEIRO, LA ALTERNABILIDAD RESTAURADA, UN OBJETIVO

La crónica crisis política que está planteada en la Venezuela de este tiempo tiene, a mi manera de ver, una falla de origen que presenta tres variantes fundamentales.

Todas son subsidiarias de la misma matriz: la ruptura entre el texto legal que rige la vida de los venezolanos y los verdaderos objetivos de este gobierno. El desmontaje progresivo de ciertos objetivos democráticos por todos compartidos en beneficio de un inconfesado marxismo tardío. La disonancia vigente entre las disposiciones constitucionales y los objetivos revolucionarios. Tenemos un gobierno autodenominado revolucionario que administra un estado que no lo es.

La génesis del problema data de los momentos fundacionales: en los parpadeos iniciales el gobierno presentaba al mundo únicamente una “revolución en democracia”. Un nuevo pacto de coexistencia, la refundación de la república, el programa legal para regir los parámetros de la vida ciudadana. En los estratos más duros de la oposición política existían fundadas dudas de que aquella fuera una iniciativa sincera. Acosado por sus adversarios, el chavismo sobrevivió a todas las crisis planteadas porque, apoyado en la promesa básica de la Constitución, aseguraba tener un pacto democrático con los sectores populares que las élites venezolana no le estaban permitiendo cumplir. Todavía en 2004 el presidente Chávez intentaba tenderle puentes a la administración Bush; no hablaba de socialismo y se autoafirmaba, si bien “revolucionario”, tan sólo “nacionalista y democrático”.

Todas las imposturas oficialistas del gobierno quedaron por completo desenmascaradas en 2007, la segunda parada de la crisis, el año en el cual queda clausurada Radio Caracas Televisión y se le tiende a la opinión pública la celada de la propuesta de Reforma Constitucional.

Una iniciativa que traía consigo el fortalecimiento de la burocracia en detrimento de la autonomía ciudadana y que, sin el menor rubor, estipulaba mandatos de siete años con reelecciones eternas. Fue entonces que comenzó a hablarse de lucha de clases; de plusvalía; a hacerle caratoñas, de forma en general precaria, a la memoria de Carlos Marx. A proponerse como un enemigo de Occidente y muchos de sus valores. El año en el cual expropiar se convirtió en un deporte y la propiedad privada una especie de favor que el gobierno le estaba haciendo a los demás.

La mutación discursiva de este gobierno ha conocido muchos amagos, engañifas y evasivas. Es obvio que el aquel lejano Chávez patriota y democrático, “amigo del empresariado”, que se enorgullecía de una –muy burguesa, por cierto- Carta Magna, “con cinco poderes autónomos” como lo imaginó el libertario Simón Bolívar, dista mucho de este otro, el que observamos ahora, inmortalizando el estribillo “exprópiese” e instando a los miembros de la Fuerza Armada Nacional a autodenominarse “socialistas, bolivarianas y chavistas”, como si aquella fuera su cuadra de caballos.

1999,-2006; 2007-2012. La metamorfosis a la que me estoy refiriendo, la norma corriente de este tiempo histórico, ha sido apreciada, en general, bien por exceso, bien por defecto, de forma muy errática por todo el país. Venezuela se ha ido habituando a hacer suyos valores impuestos, normas no consultadas, fraudes a la legalidad y la comprensión colectiva, falacias conceptuales y toda suerte de discursos superpuestos. Engaños en toda la línea, severas contravenciones con la legalidad y los valores democráticos de la población.

Nuevamente arribamos a un escenario electoral que, al menos en el aspecto teórico, amenaza en ocasiones con llegar con las cartas marcadas. Aqui desembocan las consecuencias de los aspectos que intento describir. Haga lo que haga, la oposición política tiene que ser tratada en todo momento en forma agresiva e irrespetuosa. La condición para organizar elecciones es tener garantías objetivas de ganarla; la “defensa de la revolución” es un horizonte que tiene excesiva validez y peso conceptual entre las autoridades.

Lo que describo no forma parte de una fatalidad: estamos en presencia de un cuadro de múltiples opciones y escenarios. Tenemos un estado colonizado por una parcialidad política pero es obvio que tendría el oficialismo empujar muy duro para imponerle a la nación una imposición extraconstuticional en la arteria aorta de la legalidad.

El país democrático tiene que terminar por imponerse. La alternabilidad política es una conquista de la civilización, no una disposición burguesa de carácter antidialéctico. Restaurar la alternabilidad política como preámbulo de un proceso de reconciliación social y político debe ser, en este momento, el objetivo último de todo este esfuerzo.


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domingo, 22 de abril de 2012

FRANCISCO GARCÍA SAMANIEGO / CUANDO LA CORRUPCIÓN SE APODERA DEL ESTADO

Como se sabe en los estudios de Ciencia Política, el Estado es el garante y el motor central para el desarrollo, en tiempo y en el espacio, de la Nación. Pero además el Estado debe estar conformado por condiciones jurídicas e institucionales que se respeten por los políticos y por sus ciudadanos. Es decir, bajo los deberes y derechos que de un pacto de unión constitucional se dan ambos para el desempeño del buen gobierno.
Lamentablemente en la Venezuela actual, el Estado pasa a formar parte del gobierno y no de una nación en general. Lo que conlleva al declive del Estado en sus formas institucionales para su buen desempeño, dando como resultado formas de gobiernos personales, en donde los políticos de turno toman el Estado para sí. De allí se genera todo un cúmulo de problemas dentro de la sociedad y las representaciones sociales quedan a la deriva por excesivas demandas de los ciudadanos a un Estado que no responde por el manejo inoportuno de quienes detentan el poder en el gobierno en su momento.
De hecho es una concepción que destaca la política anti-institucional desplegada por los actores neopopulistas dirigida contra los partidos y las elites políticas del sistema presidencialista de gobierno. Siendo así el sistema presidencialista de gobierno un sistema que ha generado formas populistas en un comienzo, hacia formas neopupulistas apoyadas en los discursos mediáticos sin contenidos en políticas públicas claras de gobernabilidad. Tendiendo de esa forma a generar la desgobernaza en los ejecutivos y en especial el caso venezolano que nos ocupa hacia las formas de descontrol institucional por la personificación de la corrupción en todos los entes administrativos del Estado en manos de militares incompetentes.
Es decir, en nuestros días (de agudos dislates y genuflexiones abiertas) el desgobierno se nos presenta atropellador de toda disidencia, de toda pluralidad de pensamiento y sobre todo, de respeto a la institucionalidad y al Estado de derecho en el juego político de toda democracia. En sí, los desafueros del señor presidente y sus Tartufos, (arlequines) caen en una suerte de extremismo político que evidencia una política de la desesperación. Política que refleja el irrespeto a la coexistencia pacífica de la diversidad. Por eso ataca a los medios de comunicación, porque saben muy bien el poder de reflexión que generan en la opinión pública, mucho más en tiempos de crisis. Así, ataca la democracia social. En sí, no creé en la democracia porque no respeta a sus oponentes.
De hecho, la hostilidad del verbo tórrido y del discurso leguleyo permite procesar la idea en la cual en nuestro país el mercado de las ideas por parte del gobierno se encuentra totalmente clausurado. Como clausurada se encuentra nuestra economía a causa de tanta retórica intrusa y acusatoria de fantasmas ya enterados por la historia. Un Morbo que de tanto irrespeto se transforma en una constante conspiración en la mente de quien se le otorga la duda, para no decir su falta de toda capacidad de gestión en el manejo del Estado.
Esa es la mayor evidencia de la corrupción en todos los órdenes dentro de la administración pública, de burócratas  jaladores de charreteras, y tan sólo con esas expresiones bastaba para acabar constitucionalmente con los dislates del poder del delirante pasajero visitante a Venezuela, de vez en vez, desde su terruño en la Cuba Fidelista.
Así, se recrudece la antipolítica, fenómeno inscrito en tipos de desgobierno autoritario, en donde se niega todo consenso, y su distinción básica es el antipluralismo. Actitud esta que por el desprecio a toda discusión política racional coherente y de respeto a la autonomía de las instituciones, viola todo fundamento jurídico. Es un lenguaje y práctica corrupta que no se adaptada a los preceptos constitucionales. Además, de acuerdo con Seymor Martín Lipset son “cualidades” inherentes a todo populismo autoritario, que valiéndose de su poder carismático se propone desde el ejecutivo acabar con la mediación entre el pueblo y la jefatura política.
Pero resulta que al desgaste de 14 años de desgobierno, la sociedad, y en especial la Nación, que el propio poder personal, militar-militarista desprecia, al vivir y convivir en Cuba, comienza a rescatar (la sociedad civil) su civilidad por las condicionantes de la corrupción del mal llamado proceso revolucionario del socialismo del siglo XXI.
Es decir, Y como bien señalara hace ya tiempo ese gran pensador español José Ortega y Gasset a sus suscriptores en su reflexión, La democracia Morbosa en el Espectador: (1917) “La democracia, como democracia, es decir, estricta y exclusivamente como norma del derecho político, parece una cosa óptima. Pero la democracia exasperada y fuera de sí, la democracia en religión o en arte, la democracia en el pensamiento y en el gesto, la democracia en el corazón y en la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad”.
En tal sentido, se presenta un Estado fraudulento, un Estado en su desgobierno ejecutivo, corrupto y corruptor de las instituciones, un Estado incapaz, manejado por delincuentes que sin tener escrúpulos destruyen una nación, un país, una sociedad, que años atrás le dio legitimidad para mejorar las condiciones de vida, pero que no cumplieron con sus propuestas políticas y administrativas. Acabaron en prácticas políticas desfasadas de las realidades de la economía global y todo ello ha producido una sociedad diezmada, empobrecida, inadaptada, violenta y enferma.
Pero  la propia sociedad comienza a recuperar su civilidad, y comienza a despertar, precisamente por todos los problemas registrados en el país, y la sociedad misma (el pueblo) será el garante de rescatar nuestro sistema republicano de gobierno. Porque el ataque de Chávez y su grupúsculo, corrupto y corruptor del Estado de derecho, ya no atacan a la democracia, atacan al Estado republicano liberal que un día Bolívar y muchos próceres defendieron con la vida, y que a partir de ése 19 de abril de 1810 comenzó a tomar forma en el compás de las naciones para conformarse como el Estado, en la República de Venezuela.
franciscogarcia_samaniego@hotmail.com
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miércoles, 11 de abril de 2012

NOEL ALEJANDRO LEAL ROJAS / CHÁVEZ, EL CÁNCER DE UNA NACIÓN.

Sé que es ridículo comenzar un artículo haciéndole una corrección al título, pero en realidad, Chávez sólo es la metástasis. El cáncer de Venezuela es la ausencia del Sentido Común.
Lo vivido durante el periodo chavizta es el continuar, sólo que a máxima revolución, de un proceso de destrucción de lo correcto y de lo lógico, todo dentro del marco de la dialéctica socialista tan alabada por las Ilustres nulidades de siempre, esas que en nombre de la libertad imponen el libertinaje y en nombre del “progresismo” eliminan la institucionalidad e impulsan la provisionalidad constante, esas que conducen la nación en una vorágine de destrucción de la cual Chávez sólo es un subproducto, un bagazo putrefacto que termina por contaminar lo poco que había quedado en pie.
Es simplemente inaceptable dentro del marco de lo posible que estemos viviendo esta situación, pero por mas que parezca inconcebible ésta es nuestra realidad, la cual tiene como sustento la aceptación y la tolerancia de lo anormal, ya no hablamos de lo ilegal, ese dique se rompió y quedó muy atrás, en lo que estamos sumidos es tan espantoso y nauseabundo que certificamos que nuestra imaginación se quedo corta cuando vemos el noticiero del día siguiente o cuando intentamos tener una conversación coherente con cualquier conocido. La anarquía priva y en el constante denigrar de la excelencia seguimos aplaudiendo lo que no nos lleva a ningún lado, nuestro sentido critico se apagó y esto oscureció el camino a la realidad manteniendo a la nación drogada en la fatuidad.
Y frente a esta realidad el pensamiento del país sigue siendo guiado por una profunda ausencia de Sentido Común, se pretende obtener un triunfo electoral contra un comunista que es amo y señor del ente rector comicial, al cual sólo se le señala el ventajismo político que le avalan a su dueño, sin querer mirar que son los casi 5 millones de votos virtuales el verdadero ejército que aplastará cualquier ventaja electoral que se pudiese obtener, a pesar de las migraciones selectivas y el miedo intrínseco que significa votar en la democrática republica de pendejos en la que hemos convertido a la tierra de Bolívar, Bello, Vargas, Sucre y Miranda.
En resumidas cuentas, el país se adormece nuevamente en el espejismo electoral o le reza al “cáncer” magnicida, pero lo importante, lo neurálgico, lo real se deja atrás, hoy el escenario donde se presenta esta farsa democrática hay que mantenerlo, ningún motivo ya sea la continuación del genocidio vía apartheid, o el hipotecamiento del futuro sumado a la entrega descarada de nuestra soberanía es suficiente para tratar a Chávez como lo que es, lo correcto según los iluminados ductores de la sociedad es preparar su sitial como líder de la oposición que vendrá luego de la “legitima” justa electoral próxima. La incapacidad de pensar con Sentido Común es garantía de triunfo para la revolución.
Pero salir de este profundo marasmo es menos complicado de lo que parece y pasa por algo tan simple como comprender la realidad, desoír la estupidez, señalar lo podrido e identificar lo dañino, en fin, despertar.
editor@venezuelavetada.com

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