BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL
martes, 26 de agosto de 2014
ZULMAIRE GONZÁLEZ, VETO, CENSURA Y OFENSA, CASO EL UNIVERSAL
jueves, 16 de agosto de 2012
ANTONIO SEMPRUN, CHÁVEZ, MENTIRA FRESCA
Un gobierno integrado por borregos que obedecen ciegos a quien los arrea se dirige al precipicio. - Antonio Semprun
jueves, 5 de enero de 2012
ADOLFO R. TAYLHARDAT: 2012 ES EL AÑO DEL CAMBIO
lunes, 17 de octubre de 2011
ANTONIO JOSÉ MONAGAS: PIDO LA PALABRA
Las anomalías devienen de problemas vinculados con la confinada libertad de expresión, la criminalidad o inseguridad, la economía revuelta, así como el menosprecio hacia los derechos humanos.
La jerga política da para todo. Desde la posibilidad de ofender, hasta de elogiar. O peor aún, de execrar. Incluso, de ensalzar con oscuro propósito. Más aún, cuando cae en el plano de la retórica, da para armar, combinar y divulgar mentiras volcadas en informes o discursos que luego sirven para incitar imaginarios desde los cuales estructurar opiniones que apuntalen sectarismo.
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viernes, 15 de julio de 2011
CCRUECSS: DESAGRAVIO A MARIA TERESA CASTILLO
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Miguel Otero Silva acompañado de su esposa María Teresa Castillo y sus dos hijos Mariana y Miguel Henrique | Archivo El Nacional |
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miércoles, 19 de enero de 2011
“HOY ES EL TIEMPO DE LOS OFENDIDOS”. ZENAIR BRITO CABALLERO
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miércoles, 17 de noviembre de 2010
DOBLE AFRENTA A LA FUERZA ARMADA. ADOLFO R. TAYLHARDAT
La negativa -¡oh sorpresa! – de la Asamblea Nacional a debatir las afirmaciones del jefe del CEO (Comando Estratégico Operacional) forma parte de esa afrenta. El diputado Calixto Ortega, Rangel “fue mal interpretado” y que no dijo lo que dijo y escucharon todos los venezolanos. Empleando la consabida táctica de voltear la tortilla sostuvo que el rechazo a las declaraciones de Rangel forma parte de los ataques de la oposición contra el régimen. Según él “Ellos actúan apoyados por terceros países”.

La declaración de Insulsa desencadenó inmediatamente las furias jupiterianas. El mandón de Miraflores no tardó en rechazar lo dicho por el SGOEA "Sus infelices declaraciones no son otra cosa que un irrespeto contra nuestra soberanía", dijo.
Pero el colmo de los colmos, es que ese señor, quien ha sido señalado nacional e internacionalmente de haber estado vinculado con el caso de la valija de los 800.000 dólares, de haber participado en encuentros con la narcoguerrilla terrorista colombiana y, últimamente de complicidad con el supuesto narcotraficante venezolano Walid Makled ha sido premiado con el ascenso a General en Jefe. “Rangel Silva es un general del pueblo. Lo felicito por su claridad estratégica, política y ética” dijo el mandón de Miraflores en el show televisivo que montó desde el Consejo de Ministros. Con el mayor descaro manifestó ante las cámaras de televisión que lo ascendía para recompensar su apoyo irrestricto a la revolución y al régimen. "Tendré el honor y el gusto de ascender ... al general Rangel Silva, mientras la oposición apátrida arremete en contra de generales patriotas como él", dijo en su "Aló Presidente" de este donmingo,
Este caso pasará a la historia como uno más de los tristes y lamentables ejemplos de la adulancia que caracteriza a los secuaces del régimen. Coincido plenamente con el Vice-Almirante Carratú Molina cuando dice que el ascenso de Rangel Silva constituye una “aberración” y una violación flagrante de la Constitución. Yo agrego: es la peor afrenta que se le ha podido infringir no solamente a la Fuerza Armada sino a toda la sociedad venezolana. Es absolutamente imperdonable que el jefe del Estado condone el grave delito cometido por Rangel cuando impúdicamente comprometió la lealtad del estamento militar con el proyecto comunista del tenientecoronelpresidente, profirió una amenaza a la institucionalidad democrática del país e insolentemente amenazó con desconocer los resultados de la elección presidencial si llegara a triunfar un candidato de la oposición.
Estoy seguro de que muchos oficiales y soldados patriotas y decentes contienen la indignación que les provoca la conducta de Rangel Silva, íntimamente rechazan que los catalogue como cónyuges del régimen y desde los cuarteles, en silencio saturado de pena ajena, desaprueban ese inmerecido ascenso. Además reprochan el comportamiento del jefe del Estado.
www.adolfotaylhardat.net/indexbis
sábado, 10 de julio de 2010
COMUNICADO DEL CONSEJO PRESBITERAL DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS
“Si sufre un miembro todos sufren con él…” (1Cor 12,26)
A los presbíteros y diáconos, religiosas y religiosos, fieles laicos de la arquidiócesis y a la opinión pública:
En el Sermón de la Montaña Nuestro, Señor Jesucristo proclama:
“Bienaventurados los que trabajan por la Paz porque se llamarán hijos de Dios” (Mt 5, 9), por eso los católicos somos una comunidad llamada a trabajar por el don inestimable de la paz verdadera y a no aceptar la cultura de la violencia y de la muerte que se expresa en la confrontación
entre hermanos, la descalificación, las ofensas por pensar diferente y la persecución por motivos ideológicos.
Nos mueve también la enseñanza del Apóstol San Pedro en su primera carta: “… No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendigan, pues han sido llamados a heredar la bendición” (1Pe 2,9)
Con estas motivaciones de fe, los miembros del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis de
Caracas, como legítimos voceros del clero que atiende pastoralmente a los fieles en las más diversas realidades (Cf. can. 495 §1), desea dirigirse a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de nuestra amada ciudad, en los siguientes términos:

1.- Lamentamos y rechazamos profundamente que el Presidente de la República, presidente de todos los venezolanos, utilice los medios de comunicación, en cadena nacional y en una fecha patria tan significativa como el pasado 5 de julio, fecha cuyo significado está llamado a unir a todos los venezolanos que queremos a este país, para ofender y exponer al escarnio público a un ciudadano venezolano, ampliamente conocido a nivel nacional e internacional por su trayectoria cívica, como Arzobispo de Caracas y luego como Cardenal de la Iglesia Católica;
2.- Como ciudadano venezolano el Sr. Cardenal Jorge Urosa Savino tiene pleno derecho y deber de opinar y contribuir al bien común, según su amplia preparación cultural y sus convicciones personales. Como Arzobispo de Caracas tiene pleno derecho, más aún, tiene el sagrado deber de orientar a todos los católicos acerca de los principios y valores religiosos y morales que están en juego en la actual coyuntura social y política de nuestro país. Esto es parte irrenunciable de su oficio de Pastor principal de nuestra Iglesia caraqueña y de miembro eminente del episcopado venezolano;
3.- En este sentido es de destacar que todas sus declaraciones públicas en temas que afectan a la colectividad y por tanto al bien común, han sido muy puntuales y específicas y han sido hechas desde el plano de los grandes principios del Evangelio, y desde la aplicación sistemática de éste al campo de los temas sociales, es decir, desde la doctrina social de la Iglesia (Cf. GS 76);
4.- En sus palabras, el Sr. Presidente de la República, ha desconocido públicamente y ha exhortado a desconocer, la legitimidad de los pastores que han sido elegidos por el Santo Padre el Papa, Sucesor de San Pedro. En tal sentido, rechazamos la pretensión de injerencia del Primer Magistrado sobre las decisiones internas de la Iglesia, en lo que concierne a la designación de los miembros de su Jerarquía. El Santo Padre, como Pastor Universal de la Iglesia Católica, goza de total autonomía y libertad para nombrar a los obispos para las diversas sedes diocesanas en el mundo entero (Cf. can. 377 §1) y para instituir a los miembros del Colegio Cardenalicio (Cf. can. 351 §§ 1 –2).
5.- El clero de la Arquidiócesis, junto con sus feligreses, reitera su inquebrantable comunión con el Arzobispo de Caracas, el Cardenal Jorge Urosa Savino, nuestro legítimo Pastor;
6.- Finalmente, con esta declaración, manifestamos que no queremos distraer la atención del pueblo de Dios sobre los urgentes y graves problemas que agobian al país.
Que la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, siga intercediendo ante Nuestro Señor Jesucristo, como lo hizo en los albores de nuestra evangelización, para que en esta tierra de gracia, todos unidos seamos constructores de una nueva sociedad.
Caracas, 06 de julio de 2010.
Firman los miembros del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis de Caracas
Doy fe,
P. Miguel Acevedo Secretario del Consejo Presbiteral
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miércoles, 7 de julio de 2010
OTRO ULTRAJE AL ALTAR DE LA PATRIA, ADOLFO R. TAYLHARDAT, EL UNIVERSAL, 07 DE JULIO DE 2010

No discuto el papel que pudo haber jugado Manuela Sáenz en la vida del Libertador ni los méritos que haya podido acumular para que la bautizaran “la libertadora de El Libertador”. Tampoco tengo problema con el papel que le atribuyen como una de las pioneras del feminismo de América Latina por su conducta extrovertida y avanzada para la época. No pretendo alardear de moralista, pero me niego a aceptar que en nuestro altar de la patria se venere, aunque sea sólo simbólicamente, a quien fue simple y llanamente la amante de Simón Bolívar y por lo tanto un personaje, por decir lo menos, controvertido.
Todo eso es sumamente grave porque desnaturaliza el destino sagrado al cual está dedicado y debe ser reservado el templo de nuestra historia patria.
Por otra parte, a propósito del traslado de los “restos simbólicos” de Manuela Sáenz, no puedo dejar de referirme al ridículo espectáculo montado por el régimen para rendir honores a ese puñado de tierra traído desde Ecuador.
La parafernalia comprendió honores militares de Jefe de Estado presididos por el Ministro de la Defensa, discursos de parlamentarios, condecoraciones “post mortem” (¿a un puñado de tierra?), cadena humana de figuras del “proceso” desde la escalerilla del avión hasta la carroza fúnebre en el aeropuerto, declaración de día de júbilo, parada militar, procesión del cofre contentivo del puñado de tierra cubierto con la bandera nacional montado en la cureña de un cañón escoltado por cadetes, caravana funeral desde el aeropuerto hasta Caracas, colocación del cofre en capilla ardiente en la casa natal del Libertador, velorio hasta media noche, misa solemne, honores en la plaza Bolívar presididos por el Jefe de Estado y colocación del cofre en el Panteón Nacional al lado de sarcófago que contiene los restos del Libertador en otra ceremonia en la cual estuvo presente el presidente ecuatoriano.
Para el momento en que remito este artículo al diario no se comenzado los actos contemplados para el 5 de julio en la continuación del programa de este show mediático pero me imagino que seguirán el mismo guión ridículo y estrafalario de todos los anteriores.
Estoy seguro de que la gran mayoría de los venezolanos coinciden conmigo en que es una afrenta a toda la Nación que el Panteón Nacional sea utilizado para satisfacer los antojos del teniente coronel presidente.
Me pregunto cómo se habrán sentido los oficiales de nuestra fuerza armada y los cadetes de los institutos militares que participaron en ese bochornoso espectáculo, en esa grotesca burla al sentimiento patriótico de todos los venezolanos, obligados a rendir honores a un puñado de tierra sin ningún valor histórico. ¡Qué triste el papel para el que han quedado nuestros soldados!
domingo, 31 de agosto de 2008
*TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ ESCRIBIÓ: CONTEXTO DE LA OFENSA

La experimentada educadora venezolana (doctorados, conferencias, proyectos realizados y otros realizándose) me dice entre café y café: “Cada vez que habla yo me siento ofendida”. Y agrega: “Mi hija se sintió muy ofendida cuando dijo que cada venezolano debe aprender a manejar un arma o tener una. Dijo que prefería no ver más a sus hijos antes que verlos con un arma”.
Desde ese momento cargo conmigo la palabra ofensa y he aquí que la única manera de exorcizarla es escribiendo. La condición de escritor me lleva primero a preguntarme sobre el origen de la palabra. Ofensa viene del griego eskándalo, tiene que ver con hacer tropezar y llevar a la víctima a una trampa. Me digo que la mayor ofensa del mundo antiguo fue el rapto de Helena, esposa de Menelao, por parte de París, con la consecuencia de la guerra de Troya. Aquí, y ante nuestros ojos, raptaron a Ἑλένη δημοκρατία que no es otra que nuestra Helena Democracia.
Me voy al campo de la moral y de la ética para determinar que ofensa en un daño al honor o a la dignidad. La ofensa puede tomar la forma de una burla, de un desprecio, de un insulto. En la ofensa hay injusticia y exige reparación. El ofensor es un deudor.
Me digo que el maniqueismo lleva al sectarismo ¿Por qué el cuerpo social venezolano no se da por ofendido? ¿Pueden los venezolanos borrar la realidad de la ofensa continua simplemente con un manotón? ¿Es que el horror tiene la extraña posibilidad de convertirse en parte de la cotidianeidad? Ciertamente que puede y lo hemos visto en todos los regímenes totalitarios. Lo que hacen los venezolanos que no se ofenden frente a la diatriba permanente es integrarse a una deformación cultural y convertirla en una especie de divertimento perverso. Lo vemos en la burla permanente que se hace de la ofensa, una que es un retorcimiento del espíritu que logra en lo sardónico evitar darse por ofendido. El escritor que soy recuerda la descripción de Roberto Bolaños en Un narrador en la intimidad donde se describe como alguien que siempre está luchando aunque sabe que siempre, haga lo que haga, será derrotado, pero se enfrenta a su oponente. Ofendido, agrego yo, por la sencilla razón de que con mi amiga plena de sabiduría educativa, yo sí reacciono ante la ofensa.
El abogado que también soy se da cuenta que, sin proponérselo, al titular “contexto de la ofensa”, está utilizando un término jurídico. Es la laxitud absoluta de los límites institucionales lo que permite el delito de la ofensa. Me pregunto sobre la pena a este delito, uno que no requiere de prueba. Esta ofensa objetiva, pues está en todos los discursos, o en forma de insulto o en forma de burla, no puede ser llevada a los tribunales de la justicia ordinaria y no quiero caer en la rimbombante expresión del “tribunal de la historia”. No hay otro tribunal que aquél que definiremos como el de los que se sienten ofendidos y cobran la afrenta mediante su incorporación a la propia jerarquía existencial y piensan en un proyecto de vida sin que el máximo representante del Estado ofenda. Se trata de pertenecer a un territorio donde se está dispuesto a dar una lucha por vencer a la ofensa y al ofensor no permitiendo que la ofensa se haga parte de la cotidianeidad hasta el grado de no percibirla.
Vivimos en el territorio de la violencia que impone el ofensor y los venezolanos parecen no darse cuenta que se requiere una medicina. Quienes no se ofenden son cómplices. No ver la ofensa pasa a ser un ejercicio del día a día. Podemos entonces hablar de un cuerpo social ajurídico, amoral, enfermo.
En el plano de la ética filosófíca-jurídica-política se requiere una pena para la trasgresión llamada ofensa que va sobre los valores sociales y que conforme al Derecho Natural es menester preservar para el bienestar de los hombres. Como no estamos en el campo del Derecho Penal hay que ir a lo ético, a lo axiológico, y concluir que el terror de la ofensa terminará cuando los venezolanos se den por ofendidos, cuando cambien la intromisión normalizada de la ofensa en sus vidas cotidianas por la reacción airada del agredido.
Estamos en un terreno extrajurídico, porque el ofensor ha violado todo ordenamiento con saña. Estamos en el territorio de los valores que los venezolanos deben rescatar. La pena que debemos imponer al trasgresor es impedirle que actúe en la comisión de su delito.
Salimos entonces de las consideraciones jurídicas para entrar de lleno en las consideraciones políticas. La condición política para salir del estado de violencia es la determinación de no permitirla más. Cuando un cuerpo social decide no autorizar la injuria, la burla torpe y descabellada, la ofensa, llegamos al territorio del reclamo moral que no es otro que la solicitud de justicia. Ese estado moral es la plataforma desde la cual se construyen las alternativas políticas frente al régimen ofensor.
Los venezolanos contestan la ofensa con burlas en la intimidad de la protección representada por familia y amigos. Los venezolanos se muestran gente de bien recurriendo al derecho cuando derecho no hay, cuando Estado de Derecho no hay, y llenan así, a la justicia perforada por el poder, de demandas que invariablemente son resueltas en contrario. Los venezolanos se aferran, por cobardía o por convicciones, a procedimientos democráticos formales para evitar la injuria insostenible de “golpìstas, “oligarcas”, escuálidos”. Los venezolanos miran al exterior en procura de ayuda desconociendo absolutamente las realidades de la política internacional. Sucede que los venezolanos han estado olvidando, o, tal vez escondiendo en los pliegues del recule, el asunto fundamental: toda resistencia política tiene una base moral, una base de defensa de la dignidad propia y que se puede resumir diciendo “no permito más las ofensas diarias de Chávez, las burlas de Chávez, los delitos éticos de Chávez”. Cuando los venezolanos decidan darse por ofendidos, cuando se sientan ofendidos frente al ofensor-agresor, entonces comenzará el fin de la pesadilla, porque la traducción de la resistencia moral a acciones políticas concretas será tan transparente y fluida como el agua y no será necesario que este ciudadano en ejercicio de lo político les recuerde que están siendo ofendidos.
Autor: Teódulo López Meléndez