BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL
lunes, 31 de agosto de 2015
CLAUDIO FERMÍN, COBARDE Y VIL AUTORIDAD
miércoles, 22 de octubre de 2014
ENRIQUE MELÉNDEZ, EN EL PARAÍSO DE LOS COLECTIVOS
domingo, 19 de octubre de 2014
ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ, PARAMILITARES EN GUERRA, CON VOZ PROPIA
jueves, 22 de mayo de 2014
SEBASTIANA BARRÁEZ PÉREZ, MINISTRO, HE AHÍ A SUS TERRORISTAS
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JOVENES REBELDES |
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GUERRILLEROS - PARAMILITARES |
Permítame decirle, con el debido respeto, que en la frontera sí sabemos dónde están los terroristas y dónde están los campamentos. La guerrilla colombiana (ELN, FARC) y la venezolana (FBL, FPLN), los paramilitares (Los Urabeños, Los Rastrojos) sí usan armas, también drogas, explosivos, aplican el sicariato, el secuestro y la extorsión. Y ni usted ni la Fuerza Armada les tiran un triquitraqui.
martes, 18 de febrero de 2014
ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA, LOS DÍAS DE LA IRA, MADURO Y LOS PARAMILITARES
martes, 1 de octubre de 2013
RUBEN DARIO ACEVEDO CARMONA, JUSTICIA ASIMÉTRICA II, CASO COLOMBIA
sábado, 27 de abril de 2013
DARIO ACEVEDO CARMONA, DE SANTAFE DE RALITO A LA HABANA, DESDE COLOMBIA
En conclusión, lo que muchos criticamos de este proceso no es que sea imperfecto o que se haya iniciado una negociación sino que se haya comenzado sin la voluntad expresa de dejación de armas y cese de acciones violentas por parte de las guerrillas. Se espera que haya algo de cárcel, que no se les dé elegibilidad política, que reconozcan a las víctimas, contribuyan a la verdad, reparen y pidan perdón. Lo mismo que se les aplicó a los grupos paramilitares y sin falta: dejación y entrega de armas.
sábado, 3 de diciembre de 2011
ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ: GUERRA A LA UCV, MILICIANOS (CON VOZ PROPIA)
martes, 5 de octubre de 2010
JOROPO SIN ALPARGATAS. ENRIQUE PEREIRA
Comenzó la revancha. Sálvese el que pueda armarán a las milicias.
Escucharlo provoca nauseas. Revuelve el gentilicio observar de la manera despótica, humillante, revanchista y matona en que anunció la expropiación de la organización Agroisleña, una firma muy tradicional que maneja una familia que ha dedicado su vida a desarrollar esa cadena de suministros agropecuarios. Tienen un punto de ventas en casi cualquier lugar de esta patria. Demasiado deseable para el confiscador de oficio. Ni siquiera se atrevió a justificar la acción, tal como lo hizo antes con otras expropiaciones.

Si alguien piensa que expropiando esa compañía mejorará la situación agropecuaria del país, permítame decirle que está completamente equivocado. Aquí no hay nada que este gobierno haya expropiado que produzca más de lo que lograban sus dueños originales. A las pruebas me remito. En ocasiones sólo producen nuevos millonarios, que tal como el hijo de una funcionaria de gobierno, puede pagar un Maseratti de más de cien mil verdes, en el estado de Florida al tiempo que vive en un condo de alta factura.
Pregúntese usted cuanto cemento y cabillas producimos ahora, después de que al Gobierno se le ocurriera la brillante idea de nacionalizar esas dos industrias, tal como lo hizo con la electricidad y con una catajarria de bancos, que pronto veremos haciendo agua. Ahora importamos café, y casi cualquier alimento de nuestra dieta, como la demostración más palpable de que expropiación es un claro sinónimo de destrucción de producción. Acérquese a los grandes hatos que se expropiaron y trate de entender que han producido esas expropiaciones a mansalva. La primera y más notable expropiación de tierras, el hato La Marqueseña, que debía haber generado un centro de genética para crianza de animales, que promete a cada rato aportar cien mil animales al rebaño nacional, no produce sino esperanzas.
La asignación de dinero de ayer, en su programa televisivo, para la reparación construcción de vías en Guárico parecía el reparto de un botín de maleantes. Gerenciar un país por televisión, repartiendo dinero a proyectos, sin un esquema de presupuesto, de necesidades y de jerarquización de propósitos, es un simple show que lo deja muy mal parado. Ni siquiera la pulpería de la esquina puede sobrevivir con esos criterios de manejo tan poco profesionales. Vayan sumando ahí… ¿Cuánto llevo?...aprobado. Este no, éste me parece mucho dinero.
Nos van a salir callos bailando joropo sin alpargatas, pues hasta esa artesanía va a desaparecer bajo la mano de este aprendiz de gerente, que piensa que un país es un rebaño, que sigue las órdenes al ritmo de sus gritos y de sus empujones. Creo que no ha caído en cuenta de que una masa creciente de venezolanos adversa sus propósitos. Sigue actuando como si todavía el pueblo creyera en sus mentiras y esa actitud, lo seguirá hundiendo. Camina en la dirección equivocada y terminará chocando con una pared, en un callejón sin salida.
Milicias armadas no le servirán para meter nuestras conciencias en una botella. Este es un país de genética libertaria.
@pereiralibre
sábado, 25 de septiembre de 2010
NO SE HABLE MÁS. ENRIQUE PEREIRA. VIERNES, 24 DE SEPTIEMBRE DE 2010
El que aspire que a estas alturas del juego todavía se consigan votos y nuevas adhesiones está equivocado de largo. Las decisiones de voto se tomaron hace tiempo y son el resultado de la acción sostenida –bien de gobierno, bien de oposición- para demostrarnos que lo que nos ofrecen, se parece a lo que nosotros aspiramos.

El oficialismo se ha convertido en una maquina de producir personas descontentas y la lista es interminable: Las madres que han perdido un hijo en manos de la permisiva violencia que ha generado este gobierno. Los militares que han tenido que bajar su cabeza ante las órdenes de personal cubano. Las familias que tuvieron que pedir prestado para arreglar su nevera y su televisor, dañados en un apagón. Los venezolanos que confiaron su voto en líderes de la oposición venezolana y han visto con sus ojos como se desconoce esa voluntad popular. Los familiares de presos políticos que se preguntan cada día por qué no está presa Lina Ron o los integrantes de La Piedrita.
Los que compraron y pagaron, con los ahorros de su vida, un local en Sambil de La Candelaria y ahora ven arruinado su esfuerzo bajo los efectos de los caprichos de un presidente. Los obreros accionistas de Sidor. Los que no entienden porque regalamos dinero afuera. Los médicos que reciben sueldos míseros. Los finqueros y sus peones, que perdieron sus propiedades. Los obreros estatales, que ven con indignación como este gobierno burla sus contratos sindicales y niega la discusión de los vencidos. Los obreros de la empresa petrolera, que desde adentro perciben el deterioro institucional. Los empleados y obreros del complejo Hilton en la isla de Margarita. Los técnicos del Banco Central, que ven con sorpresa como se desprecian sus informes y recomendaciones en manos de políticos sin preparación.
Los maestros y profesores obligados a cambiar la noción histórica y la enseñanza, bajo un nuevo perfil socialistoide. Los trabajadores de la Maternidad, de los Hospitales públicos y en general del sistema de salud. Los que ahora añoran a sus familiares, que buscaron refugio en otras tierras huyéndole a esta incapacidad manifiesta de producir progreso y calidad de vida. Los que saben cómo se ha perdido dinero en esta nación, malgastado en equipos bélicos rusos que yacen arrumados listos para ser convertidos en chatarra. Los que alguna vez trabajaron en Radio Caracas Televisión o en alguna de las emisoras de radio que el gobierno decidió cerrar, para apagar sus disidentes voces. Los millones de usuarios del Metro. Los que pierden su sábado para buscar arroz, caraotas y pollo, en largas colas al más propio estilo cubano.
La lista es larga, muy larga. Estos votos no tienen precio, no se compran con mentiras ni con promesas. Nos vemos el domingo.
vienegrande@yahoo.es
miércoles, 14 de abril de 2010
GUERRILLAS COMUNICACIONALES: NUEVA HERRAMIENTA DEL GOBIERNO PARA PROMOVER LA POLARIZACIÓN Y EL LENGUAJE DE GUERRA EN VENEZUELA. OLGA RAMOS

Las iniciativas del segundo tipo, las seguimos viendo periódicamente cada vez que se presenta una ocasión para ello y, a pesar de que esto sucede cada vez con mayor frecuencia, no se ha logrado una manifestación de rechazo colectiva, que las cuestione y las ponga en tela de juicio de forma efectiva.
No obstante, a lo largo de estos 11 años hemos presenciado lo que quizá constituye el mayor daño a la población de cualquier edad y a la convivencia en el país, que es el uso reiterado de una lógica y un lenguaje de guerra, que determina el tenor de las relaciones políticas e impacta de forma nada despreciable, las relaciones familiares y sociales de todos los venezolanos. Estos, lógica y lenguaje de guerra, son utilizados y promovidos por el presidente de forma cotidiana y constituyen una clara herramienta para cimentar la estrategia de polarización política con la que ha sustentado su permanencia en el poder.
Estos son los antecedentes de lo que presenciamos ayer, lunes 12 de abril, en Caracas: Los ministros de educación y de comunicación y la denominada “jefa del gobierno” de Caracas, en un acto público, constituyeron las llamadas “guerrillas comunicacionales” que están formadas por jóvenes estudiantes de 3 liceos y tienen como propósito hacerle la guerra a los medios de comunicación privados y garantizar la difusión del “mensaje presidencial”.
Las reacciones no se han hecho esperar, como es natural ante un evento inaceptable como éste, inaceptable por varias razones. La primera de ellas tiene que ver con el motivo de creación de estas organizaciones que le imprime un carácter peculiar a la misión que se les asigna. De acuerdo a la declaración de los dos ministros presentes en el acto, se trata de una organización diseñada para combatir a lo que ellos denominan “los monopolios mediáticos” de las empresas privadas que son dueñas de los medios de comunicación. Al respecto, cabe resaltar que el Estado es el mayor propietario de los medios de comunicación en Venezuela y que, por la intencional confusión que existe entre Estado, gobierno y partido, los utiliza con fines proselitistas, en lugar de estar al servicio del país tal como corresponde. Pero ese es uno de los problemas asociados con esta razón, el otro, el más importante, es la pretensión de que los jóvenes se enfrasquen en una batalla por la información, estableciendo que es la confrontación permanente, la única vía válida para dirimir las diferencias y el elemento esencial que determine el tenor de nuestras relaciones.
La segunda de ellas, muy en consonancia con esta pretensión, es el tipo de organización que se promueve: la guerrilla. Como es por todos conocido, la guerrilla es una táctica de guerra que se usa, fundamentalmente, cuando quién pelea está en manifiesta desventaja, ya sea porque se encuentra en inferioridad numérica, o porque no cuenta con las armas y la organización suficiente para vencer a su enemigo en franca batalla. Los guerrilleros combaten y sabotean para vencer al enemigo. En Venezuela existe una larga tradición guerrillera asociada a las luchas “anti-sistema” protagonizadas por grupos de extrema izquierda. Por cierto, muchos de los que hoy tienen en sus manos la conducción del Estado, formaron parte de los pequeños focos de guerrilla urbana que, en las adyacencias de las universidades, hicieron vida en las dos décadas previas al inicio de este gobierno. ¿Se pretende entonces que nuestros estudiantes terminen su formación básica con una experiencia activa, de combate y saboteo, utilizando herramientas de comunicación? ¿Esa es la mejor experiencia que podemos brindarle a los estudiantes en su proceso de incorporación a la vida republicana? ¿Esa es la base deseable para construir convivencia?
La tercera razón, no menos importante que las anteriores, es la que mayor peso ha tenido en los reclamos hechos públicamente hasta el momento: la utilización de los estudiantes expresamente para difundir el mensaje de un líder político, para hacer proselitismo y propaganda política, que es como técnicamente se le llama. ¿Se trata entonces de promover la formación de partidarios, en lugar de ciudadanos críticos que tengan capacidad para discernir y tomar decisiones propias sobre sus preferencias políticas? O ¿se trata de utilizar a esos estudiantes para que hagan el trabajo de calle que los militantes del PSUV deberían hacer? Creo que ni siquiera eso. Lo que vimos ayer, es algo mucho más triste, se trata de convertirlos sólo en amplificadores y altavoces de una voz y de un mensaje que, de acuerdo a esta lógica “revolucionaria”, es el único que se debe escuchar.
Si lo que se quería lograr era la democratización de los medios de comunicación social, se pudo hacer una campaña para convertir a VTV, realmente, en el canal de todos los venezolanos o para garantizar la incorporación de productores independientes, sin importar las tendencias políticas, en la programación de todos los medios que son propiedad del Estado. Si se trataba de lograr el desarrollo de competencias comunicativas en los estudiantes y el manejo de herramientas asociadas a la comunicación social, se podrían fortalecer los periódicos escolares o crear clubes de comunicación para ampliar los medios utilizados. Si lo que se quería era abrir espacio para la difusión de buenas noticias, o de las noticias locales y comunitarias, se podría promover la investigación y el énfasis del trabajo de los estudiantes, en esos aspectos. Pero como lo que se quiere, tristemente, es tener mano de obra “combatiente” para el volanteo y la realización de murales, “partidarios” del proyecto revolucionario para hacer labor de propaganda, se crearon las guerrillas comunicacionales, cuya primera tarea, de acuerdo a las instrucciones de la nueva ministro de comunicación es "realizar labores de volanteo, perifoneo y empapelado de las estaciones del metro, línea 1" para “dar a conocer el mensaje del gobierno”, casualmente en vísperas de un importante proceso electoral.
Olga Ramos
13042010
olgaramos62@gmail.com
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sábado, 17 de mayo de 2008
EDITORIAL DE EL PAÍS DE ESPAÑA: URIBE JUEGA FUERTE “LA SÚBITA EXTRADICIÓN DE LOS JEFES PARAMILITARES MIRA TANTO HACIA EE UU COMO A COLOMBIA”

CHÁVEZ DESCALIFICA EL INFORME DE LA INTERPOL QUE RELACIONA A VENEZUELA CON LAS FARC
Al extraditar por sorpresa a Estados Unidos a los máximos jefes paramilitares colombianos encarcelados, a los que acusa de incumplir sus compromisos y seguir infringiendo la ley, el presidente Álvaro Uribe ha dado un audaz golpe de mano. Su propósito, granjearse el máximo apoyo de EE UU en momentos delicados -el Congreso discute un tratado de libre comercio crucial para Bogotá- y de paso fortalecer sus posibilidades como aspirante a un excepcional tercer mandato, eventualidad que el conservador Uribe no confirma pero tampoco desmiente.
CHÁVEZ DESCALIFICA EL INFORME DE LA INTERPOL QUE RELACIONA A VENEZUELA CON LAS FARC
La popularidad de Uribe ha venido básicamente del acorralamiento de las FARC, la guerrilla terrorista y narcotraficante. La han acrecentado su firmeza con el caudillo venezolano Hugo Chávez en la cuestión de los rehenes y el golpe de los comandos colombianos que dieron muerte en Ecuador, en marzo, a uno de sus jefes máximos, Raúl Reyes. Interpol avalaba ayer, tras el análisis de expertos internacionales, que no han sido manipulados los ordenadores aprehendidos entonces a la guerrilla, en los que había pistas valiosas sobre el apoyo militar y económico venezolano y ecuatoriano a las FARC. A Chávez le faltaba tiempo para calificar de títere de Washington al organismo policial. Con la entrega a EE UU de los jefes ultraderechistas, Uribe golpea al otro extremo del arco del crimen. Los pistoleros extraditados, que negociaron con el Gobierno su reinserción a cambio de penas de cárcel simbólicas y de cooperar con la justicia, destaparon el escándalo denominado parapolítica. Como consecuencia del mismo, una parte sustancial del Parlamento colombiano, diputados uribistas, incluso familiares directos del presidente, están en prisión o son investigados por sus vínculos mafiosos. Es previsible que ante los jueces estadounidenses, los extraditados, cuya entrega Uribe había dejado en suspenso, hablen más de narcotráfico que de corrupción en Colombia.
Los argumentos de Uribe -que los paras seguían dirigiendo desde la cárcel sus redes delictivas, que no resarcían económicamente a sus víctimas- certifican, entre otras cosas, el fracaso del llamado proceso de Justicia y Paz y la inoperancia del sistema penitenciario colombiano. Bogotá debe obtener ahora garantías de EE UU para que el probablemente largo encierro allí de los paramilitares no arroje una definitiva cortina de humo sobre sus horrendos crímenes aún por esclarecer.