BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

viernes, 11 de mayo de 2012

LUIS MANUEL AGUANA, ACTOS DE FE

Podemos definir como un Acto de Fe a la acción humana de creer sin ninguna explicación racional que respalde esa creencia. Fue un Acto de Fe el que se le pidió a Santo Tomás y no creyó en la Resurrección hasta que el mismo Jesucristo resucitado le dijo que introdujera sus dedos en la herida de los clavos. Solo entonces creyó. De allí en adelante Santo Tomas indicó "La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano".
La Rectora Presidente de CNE, Tibisay Lucena, nos pidió, de acuerdo a sus declaraciones del pasado domingo 6 de Mayo en El Universal (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/120506/el-voto-siempre-ha-sido-secreto-y-lo-seguira-siendo), que “confíen que el voto es secreto, pero no como un Acto de Fe hacia el organismo comicial sino como resultado de las auditorías y pruebas realizadas al sistema”. Ver para creer, diría Santo Tomas. Pues bien, de acuerdo a esa afirmación, solo un grupo selecto de individuos técnicos del gobierno y de la oposición, a quienes la Rectora Presidente ha endosado ese Acto de Fe a que creamos en ellos, tienen la verdad verdadera. Confíen en ellos que su voto será secreto, dijo. Un Acto de Fe, pues.

Por otro lado, la oposición nombra a sus “nuevos” representantes técnicos ante el CNE (http://www.lapatilla.com/site/2012/05/02/comando-venezuela-presenta-equipo-electoral/) y cuyos integrantes, en su mayoría, son los mismos que han levantado la mano al gobierno en el pasado, escondiendo de la opinión pública esas supuestas pruebas y auditorías realizadas al nuevo sistema electoral de la Rectora Presidente del CNE. Debemos pensar también que la oposición nos pide también un Acto de Fe para estos “nuevos” integrantes del Comando Electoral Tricolor. ¿De qué será que nos ven la cara?

De verdad creía que el candidato de la Unidad había entendido lo que hemos gritado, al parecer no lo suficiente: las elecciones aunque las ganes en las calles, las puedes perder en el CNE. Se insiste en que no importa lo técnico, que esto “lo tenemos cubierto”. Que estaremos en todas las mesas (¿?), que “estamos blindados”. ¡Igualito que cuando Rosales! Y a quien se le ocurra dudar de eso es sometido al escarnio de la oposición por dudar de esa fe ciega de que sí ganaremos. ¡No hables de esa vaina! No importa que las credenciales de los programas de asignación de miembros de las mesas sean 80/20 a favor del oficialismo y aprobados por estos “nuevos” miembros del Comando Electoral Tricolor. Debe ser que los programas aleatorios de asignación de miembros están afectados por una semilla que tiene como variable principal el porcentaje de las encuestas del gobierno. Otro Acto de Fe, pues.

Creí, de manera ilusoria (todavía conservo cierto grado de ingenuidad porque si no, sería imposible disfrutar la vida) que con una nueva sangre política al mando de la campaña de la oposición después del 12F, las cosas serían diferentes; y habría al menos una sustitución a fondo de nuestros representantes técnicos ante el CNE como condición “sine qua non” básica para podernos defender de cualquier cosa que estén técnicamente haciendo adentro para asegurar que el candidato del gobierno NO PIERDA LAS ELECCIONES. El desarrollo e implementación de un nuevo sistema electrónico que ha costado a la nación más de 45 millones de dólares y sin ninguna necesidad, debería al menos levantar suspicacias de parte de la oposición democrática. Pero no. Se le dio un cheque en blanco a quienes fueron los primeros en aceptar a las 7 de la noche la derrota de Manuel Rosales cuando muchos estábamos todavía contando votos en los centros electorales. ¿Otro Acto de Fe?

Con un cambio real en nuestra representación (es decir todos nuevos), al menos el Comando Tricolor no correría el riesgo de ser engañado desde adentro como ocurrió en el 2006. Se haría, como me dijo hace poco un amigo cercano, cambiar los jurados en el juicio de Al Capone justo antes de la decisión. “Alguacil, dígale al juez de al lado que me mande su Jurado, que yo le envío el mío”, para la desgracia de Capone. En el juicio de oro de la próxima oportunidad de la democracia venezolana hay que cambiar los jurados. Nótese que digo la próxima oportunidad y no la última. Siempre habrá la oportunidad de cambiar los jurados. Pero la próxima siempre es más difícil que la anterior. Y tal vez en la próxima oportunidad ni siquiera haya un juicio ni un jurado que cambiar.

Algunos dirán, y ¿porque nuestra insistencia en este tema? Porque como dije en el artículo anterior, hay muchas definiciones de la estupidez humana pero la que mejor se adecua ahora es la de Einstein: repetir la misma cosa una y otra vez esperando resultados diferentes. ¿Creerá la MUD que tendrá resultados diferentes con el mismo equipo en el CNE? Un Acto de Fe más…

De nuevo, la antigua manera de hacer política se impuso en el nombramiento del“nuevo” equipo electoral del Comando Tricolor, demostrando que el candidato está convencido o lo han convencido de que “estamos blindados”. Esto no es la primera vez que pasa. Pero desde aquí le recomendamos que vuelva a pasearse por sus integrantes. Que se lea el Informe Guácharo (http://venezuelavetada.blogspot.com/2011/11/ludwin-moreno-informe-guacharo.html) y lo contraste con su discurso de “una nueva manera de hacer política”, y que saque sus propias conclusiones. Los candidatos son una suerte de surfistas que están montados sobre una gran ola de gente. Y para no caerse deben confiar en quienes lo sostienen, pero no todos quienes tienen esa responsabilidad están interesados en que no se caiga. Hay mucha gente de aquí adentro que odia que las nuevas generaciones se empoderen del “nuevo camino” y prefieren seguir con lo mismo aunque eso signifique calarnos a este régimen por 6, 12 o 18 años más. Hay mucha mezquindad escondida en las sombras esperando. Y eso lo debería saber el candidato y si no lo sabe mejor es que el último apague la luz.

Nunca como ahora el demócrata venezolano común ha depositado en su candidato una fe y una esperanza tan grande. Cree de verdad que Henrique puede ser la salida del país. Los 3 millones de votos que se sufragaron el 12F así lo demuestran. Nunca en unas primarias nadie había sacado más votos que Henrique Capriles. Eso le asigna una cuota de responsabilidad adicional, mayor que cualquier otro candidato en la historia democrática del país. Quiero de verdad creer, así como un Acto de Fe, que sabe lo que está haciendo. Pero al ver estas decisiones en las que se designan con la venia del candidato a los mismos que nos llevaron a la capitulación del 2006 teniendo tanta gente nueva, joven y absolutamente capaz en temas electorales y sin rabo’e paja, mi fe se queda en el camino y se desmorona.

Tal vez ya sea tarde para remendar lo que haya avanzado técnicamente el régimen en el CNE en el envilecimiento del REP, no lo sé. Pero lo que sí sé es que aquellos que lo ayudaron de este lado sin abrir la boca ya no serán más responsables y ya quedará de parte del pueblo venezolano decidir el 8 de Octubre si ese Acto de Fe a su candidato de verdad valió la pena.

Twitter:@laguana


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TRINO MÁRQUEZ, LOS ESCENARIOS DE LA INCERTIDUMBRE

En Venezuela hay millones de videntes. Cada uno pretende adelantarse a los acontecimientos para que las acciones sobrevenidas no los agarren de sorpresa. Las preguntas que estimulan este ejercicio anticipatorio son numerosas: ¿Chávez está o no enfermo? ¿Tiene o no cáncer? ¿Cuán grave se encuentra el hombre de Sabaneta?

¿Será o no candidato presidencial? Si no es el abanderado del Gobierno, ¿quién lo sustituirá? ¿Los narcosoleados están dispuestos a aceptar una derrota del candidato oficialista o le darán un palo a la lámpara, en el supuesto de que pierdan los comicios? ¿Quién será el nuevo Vicepresidente cuando Chávez no pueda seguir gobernando ni siquiera por twitter? ¿Podrá tomar posesión Henrique Capriles en el caso de resultar vencedor el 7-O? ¿Qué estará tramando ese Lucifer llamado Fidel Castro que no se conforma con tiranizar a Cuba, sino que pretende hacerlo también con Venezuela? La lista podría continuar hasta el infinito.

Estas interrogantes trasuntan desasosiego frente al futuro inmediato. ¿Por qué tanta ansiedad e incertidumbre? ¿No se supone que somos una república con una democracia constitucional y, por lo tanto, que la información fluye y los mecanismos de sucesión y traspaso de mando previstos en la Carta Magna deben activarse para que todo transcurra en sana paz? En teoría contamos con la “mejor” Constitución del mundo, en la práctica Venezuela ya no es una república democrática. La intranquilidad evidencia la destrucción institucional llevada adelante por el proyecto hegemónico con pretensiones totalitarias dirigido por Hugo Chávez.

El contraste con el pasado sirve. En 1993, a ocho meses de terminar su mandato constitucional, se produjo la salida de Carlos Andrés Pérez de Miraflores. Una conjura, o rebelión, orquestada por los náufragos, tal como la llamó CAP, sacó al Presidente electo en los comicios de 1988. Los meses anteriores a que se produjera el fallo del Corte Suprema de Justicia fueron tensos. Se especulaba acerca de la decisión que tomaría cada magistrado. Estos guardaron silencio, al menos en público, para respetar el secreto sumarial. En los días decisivos, el Presidente se mantuvo firme al frente del Estado y del Gobierno, pero sin emitir declaraciones que significaran ningún tipo de presiones a los jueces del máximo tribunal.

Cuando se produjo el fallo, en mayo del 93, el Jefe del Estado acató el dictamen a pesar de lo viciado e inconstitucional de la sentencia. El Primer Mandatario prefirió ser víctima de la venganza de sus enemigos políticos que convertirse en artífice de una conspiración que pusiera en peligro el sistema democrático. Colocó los intereses nacionales por encima de los suyos particulares. Luego de su salida forzada, se abrieron las vías contempladas en la Constitución de 1961. Aplicarla era el único escenario. El sistema soportó esa prueba sin traumas.

Ahora ocurre lo contrario. Desde Miraflores se estimula la incertidumbre. La enfermedad de Chávez continúa siendo un misterio. Ningún parte médico oficial da detalles del curso del maligno mal que padece. El Presidente gobierna por twitter desde Cuba donde estableció su gobierno bajo la tutela de Fidel y Raúl Castro, dictadores que se aferran a Venezuela como el náufrago a la tabla de salvación. A lo largo de 2012 el mandatario nacional ha visitado a Venezuela unos pocos días. Aterriza en el país con dos intenciones: decirles a sus partidarios y eventuales competidores que aún vive y evitar que transcurra el período que configura la falta temporal que obligaría a designar al Vicepresidente como Presidente encargado.

Estamos en presencia del personalismo llevado a los extremos del delirio, del más absoluto desprecio por los venezolanos e irrespeto a las instituciones republicanas. Eso que se llama en la moderna Ciencia Política el Buen Gobierno, desapareció. El Presidente, quien desde hace años se alejó de la gente aislado por los anillos de seguridad que lo rodean, ya no forma parte del paisaje nacional. Parece el muñeco de unos ventrílocuos instalados en Cuba, que necesitan las divisas venezolanas para seguir manteniendo el espectáculo.

En medio de esta atmósfera, donde desempolvan a figuras siniestras para que vuelvan a ocupar los primeros planos, ¿cómo no ver con temor el futuro inmediato? Ante el caos gubernamental, una buena noticia proviene de la acera del frente: la alternativa democrática está consolidada. El país sin Chávez no caerá en el caos. Tendremos nuevo Presidente y nuevo Gobierno.

@tmarquezc

trino.marquez@gmail.com

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ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ, GOLPE A DERECHOS HUMANOS, CON VOZ PROPIA

            Quitándose la r a su apellido y buscando que el impaciente-paciente comandante-presidente le asegure un cargo, Germán Saltrón, agente del Estado para los Derechos Humanos ante el Sistema Interamericano, afirma que  criticar la salida de Venezuela de la Cidh es una actitud golpista”. Pues, sin caer en el chantaje, me declaro golpista. Otro acólito, el diputado Elvis Amoroso, hace ostentación del apellido ante su comandante, al sustentar que la CIDH es “brazo ejecutor del imperialismo.
            Ignorancia o desconocimiento, o ambas cosas a la vez, lleva a exaltar el nefasto anuncio presidencial para responder al último Informe de la  Institución. Allí se recomendó mejorar "urgentemente" los fundamentales derechos y al poder judicial, que evidencia "falta de independencia e imparcialidad" y al "uso abusivo del derecho penal". Esas observaciones las viene formulando desde hace una década. Por lo demás es constante la amenaza de abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA), lo cual lograría de cumplirse la orden.  
Para la CIDH en el precitado Informe “existen situaciones que afectan seria y gravemente el goce y disfrute de los derechos fundamentales”, consagrados en nuestra Constitución con gran amplitud. Una “mala señal como lo declaró el portavoz del Departamento de Estado del Imperialismo, Mark Toner.
La “fiscala” general recuerda que en los 40 años de la democracia representativa, se cometieron las masacres de El Amparo, Retén de Catia, Cantaura, Yumare y el Caracazo. Pero ignora que entre las 12 sentencias de la Corte-Idh que incumple el régimen “revolucionario” están esas acciones. Y peor: el militar indiciado en la primera operación criminal, además de contacto con las FARC y el ELN de la hermana República, fue ministro y es dirigente del partido oficial. Y uno de los autores de la masacre de Yumare fue convertido en diputado.
Ya la CIDH había declarado a Venezuela en lista negra. Estadísticas del saltón indican que contra el régimen se abrieron 97casos. Entre los últimos está el paulatino asesinato por policías de Aragua, estado del cual proviene la “fiscala”, de 7 miembros de la familia Barrios.
La bicentenaria Constitución Federal de los Estados de Venezuela, primera del mundo hispanoamericano consagró que los “Derechos del hombre se reconocerán y respetarán en toda la extensión del Estado”. Y a ellos dedicó 59 de los 228 Artículos. Tres años antes de esa Suprema Ley,  e1 Movimiento de Manuel Gual y José María España tomó como bandera tales derechos.
La vigente Carta Magna es considerada la más completa en la protección de derechos humanos. Sin embargo, para el embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton y “su querido” jefe el canciller autobusero, tal lo presenta internacionalmente el comandante, es "una mafia internacional".
Pero en materia de derechos humanos, el régimen “revolucionario socialista” recurre a la especialidad del líder: el golpismo y con su práctica recurre contra tales derechos.
NOTA MARGINAL: En el espacio de Capriles Radonski cabemos todos. Lo pronto es salir del autoritarismo. Después veremos, porque no caeremos en  Guatepeor  

albertojordanh@gmail.com.

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NELSON CASTELLANO HERNÁNDEZ, JÓVENES, "NECESARIO ES VENCER"

Pero no debemos confundirnos. Sacar a Chávez a través de unas elecciones no es el objetivo final; es tan solo una meta para alcanzar lo que verdaderamente queremos reconstruir: el sistema democrático que permita el libre desarrollo personal y colectivo, que restablezca una paz duradera; que reunifique a los venezolanos y transforme la exclusión en inclusión.
Venezuela es un país de jóvenes, con la segunda tasa más alta de asesinados en América Latina.

Aquí se ha instalado un sistema de gobierno castro-chavista sordo al grito de las nuevas generaciones, similar a lo que sucede en Cuba desde haca 50 años.

La juventud venezolana está marcando pautas, los dirigentes estudiantiles no descansan en la lucha por los derechos humanos y los espacios de libertad, otros lanzan gritos porque cese la masacre del capital humano llamado a dirigir la Venezuela futura.

Están convencidos que son parte de las soluciones y tienen la intención de hacerse escuchar Es probable que en ambos países la salida venga de su juventud, la que ha crecido bajo el régimen y que no acepta transigir sobre el futuro, para que no se lo roben como a las generaciones anteriores.

En Cuba no quieren hablar de Castro sino de libertad: utilizan la música a fin de no escuchar los discursos oficiales. Gorki Águila, cantante del grupo de rock "Porno para Ricardo" expresa sus sentimientos con estas estrofas: "el Coma-andante quisiera que yo trabaje y pagarme un salario de miseria. El Coma-andante desea que yo aplauda cuando él habla y vierte su m... delirante". El joven cantante término encarcelado por expresar lo que el cubano de la calle está cansado de practicar: "el silencio obligatorio".

En Venezuela el caudal mayoritario de voto joven será decisivo en el resultado electoral del 7 de octubre.

No olvidemos que los frentes son muchos: universidades; mercados; sindicatos; la opinión pública; la prensa nacional e internacional; la calle y la acción en los barrios. Existen espacios de colaboración en la elaboración de programas y mensajes; con la solidaridad con los presos políticos; con los que han perdido todo; con la Iglesia; con las organizaciones internacionales, con los que luchan por los derechos humanos, con otros países y sus representaciones diplomáticas. Los dirigentes juveniles deberán salir a la calle, promover los encuentros en los cuales se recoja la opinión de la sociedad civil; se presenten soluciones, se discuta, se vaya en búsqueda del contacto humano, el que verdaderamente convence.

Se debe realizar una labor política y de información al lado del pueblo venezolano, con ese que no lee la prensa libre, explicando cuál es la verdadera transformación que queremos, escuchando sus aspiraciones y sus necesidades. Hay que emplazar al Gobierno con cifras, con pruebas, denunciando sus mentiras, su abuso de poder, su corrupción y la traición a la patria, con una divisa: "no perder ni un milímetro más de libertad". Un solo camino para implementarlo todo: consenso, solidaridad, unión de líderes y de ideas.

La juventud puede mostrar el camino para que la sociedad civil venezolana reconozca esa nueva alternativa que el país necesita; la de un líder que encarna la energía del progreso, como un presagio del encuentro futuro entre los ideales y las aspiraciones.

La juventud quiere dejar atrás el odio social que la revolución bolivariana de Chávez sembró en el corazón de algunos, y entendió claramente que de su voluntad depende construir la medida de sus esperanzas.
Ellos representan la reconciliación, única manera de alcanzar la paz, de acabar con la violencia y la impunidad, los mayores problemas de nuestro país. Es imposible que un país avance si el venezolano tiene temor de caminar por la calle.

Pero no debemos confundirnos. Sacar a Chávez a través de unas elecciones no es el objetivo final; es tan solo una meta para alcanzar lo que verdaderamente queremos reconstruir: el sistema democrático que permita el libre desarrollo personal y colectivo, que restablezca una paz duradera; que reunifique a los venezolanos y transforme la exclusión en inclusión.

Hoy se percibe la luz tras una oscura noche. El amanecer dependerá de cada uno de nosotros. Digamos como Bernard Shaw: "hay gente que ven cosas y se preguntan: ¿por qué? Yo en cambio sueño otras y me pregunto, ¿por qué no?

Excónsul de Venezuela en París
Presidente de Venezuela-Futura, Francia

nelsoncastellano@hotmail.com

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ADOLFO R. TAYLHARDAT, UNA DECISIÓN DESCABELLADA

El anuncio, o la amenaza, de retirar a nuestro país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sido objeto, con sobrada razón, de numerosos y enjundiosos análisis por parte de juristas, especialistas en temas internacionales, ex – miembros de la CIDH. y distinguidas personalidades que en el pasado ocuparon la presidencia de ese importante órgano. También ha generado reacciones sumamente firmes a nivel internacional.

Por supuesto, desde el oficialismo se pretende justificar esa disparatada e insensata medida. Los argumentos esgrimidos por sus principales voceros son sino simple repetición “al caletre” del libreto que reiteradamente le hemos escuchado al führer.

Sin embargo, deliberadamente soslayan aquel argumento según el cual la CIDH no se comportó ecuánimemente porque no emitió un juicio suficientemente categórico condenando lo que el chavismo se empeña en calificar como “el golpe del 11 de abril”, pero que en opinión del TSJ, rectificada después bajo presión, lo que hubo fue un vacío de poder con de la renuncia del jefe del Estado, “la cual fue aceptada”.

Es muy poco, o prácticamente nada, lo que yo pudiera agregar a todo lo dicho a través de los medios como condena del anuncio de que el Consejo Federal ha sido encargado de analizar y presentar su opinión acerca del abandono de la CIDH. Como es de esperar, parodiando a García Márquez, el análisis que hará el CdeE y su recomendación, será la crónica de una decisión tomada. Ninguno de sus integrantes se atreverá a contradecir a su jefe máximo. No olvidemos que el órgano judicial más alto del país emitió una sentencia insensata en la cual recomendó el retiro de Venezuela de la CIDH. La presidenta del TSJ es uno de los integrantes del CdeE.

Hay una arista de este tema que pienso debe ser tenida en cuenta.

Figuro entre quienes piensan que un sector del chavismo maneja la opción del fraude y si este no surte efecto, el recurso a la violencia para no entregar al poder. Ese sector lo integra quienes han amasado fortunas cuantiosas mediante actividades de corrupción y negocios dudosos con el gobierno. También están aquellos, sobre todo en el alto estamento militar, cuya “lealtad” al líder de la revolución ha sido premiada con posiciones dentro de la administración en los diferentes órganos del Poder Público. Ante la perspectiva cierta de tener que rendir cuentas a la justicia cuando llegue a su fin este régimen oprobioso, ese sector estaría preparando la reproducción en Venezuela de un escenario similar al de Siria.

Como aquí no ocurre nada sin esté enterado el führer, la inminente decisión de retirar a nuestro país de la CIDH pudiera ser parte de la preparación del terreno para no tener que rendir cuenta a la comunidad regional ni a la mundial. El führer sabe que rechazar un pronunciamiento categórico de la CIDH condenando el empleo de la fuerza y la violencia contra el pueblo estaría en abierta contradicción con la posición asumida por él mismo en el caso del 11A.

A lo mejor estoy hilando demasiado fino, pero creo que las declaraciones del ministro de la defensa según las cuales “candelita que se prenda, candelita que se apaga”; “estoy casado con la revolución; “la FAN está comprometida con el proceso”; “si el presidente es derrotado habrá una guerra civil” y otras similares, no deben ser tomadas a la ligera como simples “trapos rojos”. Detrás de ese trapo se esconde un estoque listo para ser utilizado en el momento preciso.

Fuera de la CIDH el régimen se sentirá con las manos libres para agredir al pueblo indefenso y cualquier reacción internacional individual o colectiva, venga de donde venga, nunca tendría el mismo efecto de un pronunciamiento emitido por una institución de reconocida autoridad con el respaldo de la comunidad regional.

Finalmente, no puede descartarse la intervención en todo esto de la mano peluda de “papá Fidel quien ya ha advertido sobre un probable “rio de sangre” en Venezuela.

adolfotaylhardat@gmail.com

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CARLOS SCHULMAISTER, ¿A DÓNDE MARCHA LA HUMANIDAD?


La mayoría de las naciones y estados actuales no poseen hoy sistemas sociopolíticos claramente definidos en base al tradicional esquema de izquierdas y derechas del siglo XX, ya agotado, inane y fracasado para los supuestos fines que aquellas declamaran y persiguieran por entonces, sino que expresan sincretismos ideológicos y políticos diversos a través de un nuevo populismo, tal como se observa crecientemente no sólo en América latina sino en casi todos los continentes.

Aquellos viejos esquemas constituían expresiones del pensamiento colectivista cuyas raíces pueden hallarse ya en la Antigüedad, antes y después de Cristo, hasta llegar a la Modernidad y especialmente al racionalismo dieciochesco en el cual abrevarían, a favor o en contra, todas las vertientes ideológico-políticas que hemos conocido a partir de entonces.

Más allá de la historia de las ideas todo colectivismo social real expresa tácita y explícitamente la asociación de lo humano y lo material mediante magnitudes crecientes y dinámicas, por lo cual los procesos históricos de este carácter nunca están acabados sino en tránsito a configuraciones sociopolíticas mayores o de magnitudes superiores que los habrán de contener.

Desde el inicio de la civilización agraria todos los procesos históricos representaron procesos de expansión constante de las estructuras sociales.

El espacio es, pues, el correlato imprescindible del colectivismo, entendido más allá de los derechos humanos individuales y colectivos. El espacio personal, el espacio colectivo, el espacio geográfico y el cultural constituyen configuraciones variables pero omnipresentes en los fenómenos y concepciones colectivistas.

Si bien los debates suscitados en la filosofía, la política y la economía han sido numerosos no existe una respuesta unívoca a los problemas que suponen tanto el colectivismo como el individualismo.

Es evidente que la soberanía se encarna primeramente en el individuo, o sea en un espacio personal menor que se correlaciona con otros espacios similares a proporción de las circunstancias individuales, familiares, tribales, etc. Y de allí surgen luego colectivos y espacios de mayor amplitud que van conteniendo a los anteriores en desmedro creciente de la soberanía individual, la cual es transferida de hecho y de derecho a individuos particulares que actúan en nombre del colectivo.

Con todo, llega un momento en que la representación soberana de los colectivos se desprende de los individuos que la componen, o sea de los que la delegan. A partir de ese momento la soberanía del colectivo es representada mediante un artificio  simbólico.

Ergo, la supuesta soberanía del colectivo se connota jerárquicamente respecto a la del individuo; es decir, el poder colectivo se impone de hecho y de derecho sobre el individuo, sobre cada individuo, en función de su magnitud superior… atendiendo al número, a la cantidad de individuos que lo integran.

Vale esta última aclaración porque existe una magnitud cuya atribución al colectivo como ínsitamente natural es muy discutible. Me refiero a la superioridad moral, la que únicamente se puede encarnar realmente en individuos históricos, es decir, sujetos a la evolución y al progreso histórico y por tanto autónomos, es decir, personas, y jamás robots domesticados.

Toda supuesta alma colectiva es simplemente una metáfora literaria o religiosa para designar un inexistente sujeto colectivo moral.

De modo que mientras lo individual permanece acotado a la unidad, al hombre individual, fuera del cual no existe lógicamente unidad, lo colectivo varía solamente en cuanto a que de una cantidad determinada de componentes individuales se desprende (metafóricamente) un poder o soberanía individual cuya agregación en los representantes del colectivo les confiere una fuerza o poder práctico que individualmente no poseen.

Esa suerte de hipóstasis (ámbito de creencias) entre lo individual y lo colectivo no es un fenómeno, o sea algo que realmente se produce de hecho, sino una ficción creada mediante dispositivos formales inventados para apropiarse y disponer de aquel poder supuestamente presente en lo colectivo. Tal es, entre otros, una doctrina social, un mecanismo de selección de representantes, un criterio de garantía de la misma (por ejemplo, el principio de la mayoría y el supuesto de su supremacía moral).

Lo cierto es que la supuesta encarnación de una conciencia o de un alma en un colectivo humano, con lo que ello significa a tenor de los términos utilizados, es una falacia desde todo punto de vista pues los colectivos de los que estamos hablando, o sea los del sistema político actual, constituyen una apropiación  más que una transferencia de poderes. Poderes pequeños pero genuinos originados en la autonomía de la persona (sólo el individuo puede serlo) a una o varias personas en relación con la función que ejercen por delegación.

Y la administración de esas magnitudes agregadas de poder (el poder es uno solo pero puede ser analizado desde ópticas varias) la ejerce de hecho –y de derecho- otro individuo, es decir, otra subjetividad, bajo la ficción de que lo hace a nombre de la totalidad de individuos, aquellos que suelen ser llamados “el Pueblo”.

En los hechos, los colectivos políticos estatales no reservan por lo general garantías ni mecanismos de revisión ni de retroversión reales de la soberanía delegada por los individuos, salvo nuevas metáforas como por ejemplo la supuesta por los organismos de control a nombre del Pueblo. Entendiendo aquí este término, con su grafía de nombre y sustantivo propio, como la suma de los individuos más su supuesta alma o conciencia totalizadora.

Ocurre que la relación individuo-colectivo expresa una contradicción real que históricamente se resuelve mediante la concentración y acaparamiento crecientes y constantes del poder colectivo por ciertos individuos.

Ello es así inexorablemente, so riesgo de desaparición del poder mismo y de sus frutos y realizaciones para beneficio de todos, o de ciertas parcialidades hasta incluir los propios individuos.

Ello revela que el poder no admite divisiones, salvo las meramente prácticas que no ponen en peligro su ejercicio por los detentadores monopólicos o con aspiraciones a serlo.

De modo que la concentración del poder puede ser analizada como una ventaja desde un determinado punto de vista, por ejemplo atendiendo a la eficiencia y la eficacia o efectividad de su ejercicio, tal como lo demuestran las crecientes escalas del poder desde los tiempos de la Segunda Revolución Industrial.

No obstante, toda contradicción resuelta de determinada manera engendra otras contradicciones derivadas de esa particular forma de resolución. Así, la escala o magnitud de la concentración del poder de que se trate puede llegar a constituir un aparato muy pesado y con poca flexibilidad para experimentar correcciones y adaptaciones en la realidad. Es lo que alguna vez se advirtió que sucedería con las cajas de jubilación privadas difundidas en la década de 1990, en la medida que su crecimiento se produjera con la velocidad y la capacidad de acumulación que por entonces se preveía.

De hecho, todos los problemas expresan contradicciones y éstas se resuelven mediante mecanismos correctivos que introducen variables de ajustes, o bien no se resuelven inmediatamente sino mediante procesos más o menos disruptivos a través de las llamadas crisis, es decir, produciendo situaciones de ruptura en las que los mecanismos precedentes ya no permiten dar respuestas eficaces a los mismos problemas.

Lo que llevamos dicho nos pone en la situación de admitir la existencia de fenómenos de competencia constante entre poderes múltiples atenidos a las condiciones de sus respectivos espacios geográficos, nacionalidades, confesiones religiosas o campos productivos.

Teniendo en cuenta el progreso sostenido experimentado por el género humano, es decir, por la inteligencia humana sobre las condiciones materiales y naturales de su existencia bien podemos reconocer sin problemas que el sistema colectivo mundial es simultáneamente competitivo entre sus partes, a la vez que éstas son interdependientes. Y que esta interdependencia ha sido así aun en los tiempos de los enfrentamientos de los bloques capitalista y socialista del siglo XX. Y que probablemente continúe siéndolo, por lo menos hasta cierto grado.

En consecuencia, todo ordenamiento entre las partes, en tiempo y espacio, expresa no situaciones estáticas sino enfoques de un proceso indetenible de lucha. Lucha que bajo ciertas condiciones conducirá algún día a un estado de concentración absoluta de todo el poder no ya en pocas manos y cabezas sino en una sola.

En ese momento, las doctrinas y las teorías políticas, junto con los dogmas políticos, ideológicos y religiosos habrán cambiado tantas veces como haya sido necesario para justificar el último ordenamiento mundial.

Pero, como ya hemos dicho, un sistema de tales características habrá de tornarse, más tarde o más temprano, en un sistema con problemas. Si -como es de suponer- el espacio geográfico que éste implique ha de abarcar probablemente todo el planeta Tierra, y el espacio cultural ha de expresar un nuevo sincretismo cultural, en el sentido lato del término cultura, no quedarán ya nuevas variables de ajuste disponibles, a menos que éstas se busquen fuera del planeta, o que si esto no es posible las que se empleen lo hagan a costa de ciertas conquistas de la civilización respecto de la condición humana.

Este último camino no habrá de ser, seguramente, una alternativa ante una nueva expansión para entonces interplanetaria, sino un rasgo predominante de la civilización, al punto de poder llamar con este término a un estado habitual cada vez más regresivo de la condición humana.

Habría que ver, entonces, cómo la razón explicará, llegado el caso, la parábola recorrida por la humanidad desde la hominización que hoy conocemos, y qué se ha de entender en esos momentos por condición humana.

carlos@schulmaister.com

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AGUSTÍN LAJE (*),LA VERDADERA NATURALEZA DEL INDIVIDUALISMO, DESDE ARGENTINA,

Como parte fundamental e ineludible del esfuerzo por hegemonizar culturalmente bajo las premisas del colectivismo a la sociedad, se hizo necesario inyectar en ésta una falsa idea de su opuesto: el individualismo. En efecto, anular la alternativa lógica de un pensamiento, es el camino más efectivo para el posicionamiento hegemónico del mismo.

En líneas generales, dos han sido principalmente las versiones ofrecidas sobre la naturaleza del individualismo. La primera, lo trata como un desvío moral según el cual todo hombre debe vivir para sí mismo, a pesar de que en ese intento deba sacrificar a los demás: es la idea del caníbal. La segunda, lo trata como un error analítico según el cual todo hombre es considerado como una suerte de átomo aislado actuando en el vacío donde la interacción con los demás no debe tenerse en cuenta: es la idea del náufrago aislado del mundo social.

Ambas caracterizaciones son intencionadamente erradas por cuestiones que se hace necesario explicar, en virtud de la magnitud del adoctrinamiento colectivizante que programa a las personas para pensar automáticamente en el individualismo en los términos antedichos.

La primera definición que incluye una completa desatención del individuo por sus semejantes al punto de poder sacrificarlos en aras de sus propios fines, contiene en sus raíces −paradójicamente− la lógica colectivista: la negación de que todo hombre sea un fin en sí mismo y que, por consiguiente, existan hombres pasibles de ser reducidos a la condición de “medio”.

La segunda definición por su parte, al explicar que una visión individualista de la realidad divorcia al individuo de su medio social, está nuevamente insinuando que se trata de la idea según la cual el otro no existe. Pero sólo un ingenuo arriesgaría a descartar la influencia de los individuos entre sí en el marco de sus interacciones.

Dicho lo que el individualismo no es (ni una reivindicación del canibalismo ni una defensa del atomismo aislacionista), de inmediato surge el inevitable interrogante: ¿Entonces de qué se trata el individualismo? Pues se trata del reconocimiento de que cada individuo es un ser único, inigualable e irrepetible en interacción con otros seres únicos, inigualables e irrepetibles; que es el dueño de su existencia y que, por tanto, su vida no le pertenece a su prójimo ni su prójimo le pertenece a él; que es parte componente de una sociedad −esto es, de un conjunto de individuos en permanente interacción−, y no un engranaje de un todo superior que en cualquier momento puede reclamar su descarte; en concreto, que un individuo es un fin en sí mismo y no un medio de los demás.

Tal es la naturaleza del individualismo. Tal es la naturaleza de una idea que, lejos de disociar al individuo de su dimensión social, la tiene tan en consideración que sólo admite que las interacciones entre los hombres se den en forma de intercambios voluntarios y cooperativos (la solidaridad, por caso, es una viva expresión de la individualidad) donde nadie deba sacrificar ni ser sacrificado. Y a estos efectos, el individualismo reclama no la anarquía, sino un sistema ordenado donde los derechos del individuo sean el centro de gravedad del ordenamiento social.

Así como toda acción humana es precedida por una idea, toda sociedad es conducida por una filosofía que aparece relativamente implícita en su seno y de la cual emanan aquellas ideas que los individuos consideran al momento de actuar. La tragedia de nuestro tiempo se puede resumir en la intencionada desnaturalización del individualismo, alternativa lógica del colectivismo, que posiciona a éste último como filosofía hegemónica en la sociedad.

Las bases del colectivismo están sostenidas por la idea de que la sociedad, lejos de ser un mero conjunto de individuos y sus interacciones, se trata de una entidad superior al individuo con fines propios distintos a los de éste. El corolario fundamental de esta idea es que el individuo no tiene derecho a existir para su propio bien sino para cumplir con lo que la sociedad “dispone” y le “exige”, y que por lo tanto ni su vida ni su trabajo le pertenecen. La gran estafa de esta elucubración intelectual es deificar una abstracción como la sociedad poniéndola al margen de cualquier voluntad individual: cuando nos dicen que aquella tiene “fines”, en verdad se están refiriendo a los fines que tiene un grupo de individuos que se adjudica arbitrariamente la voz de este dios moderno.

Observe por un instante a su alrededor y advertirá que las premisas colectivistas están dando forma a lo que nos sucede: el individuo está siendo progresivamente despersonalizado dentro de la masa; la soberanía que tiene sobre su existencia se está diluyendo para ser subordinado a lo que se considera como el “bien” de la “sociedad” (eufemismo que cada vez se asemeja más al bien de todos menos el suyo); su vida y su trabajo están siendo hipotecados en favor de todo aquel que, arguyendo falsos derechos, reclame aquello que no le pertenece; y las interacciones entre los individuos están siendo cada vez menos voluntarias, y más coercitivas.

En la medida en que no se recupere y reivindique la verdadera naturaleza del individualismo, la filosofía colectivista empujará cada vez con mayor fuerza al hombre a jugar el papel de animal de sacrificio. Y existe sólo una manera de corromper al hombre en tal grado que, además de aceptar este juego de caníbales morales, lo haga desprevenida y hasta gustosamente: destruyendo su individualidad. Verdad ésta, que han comprendido a pie juntillas aquellos que vislumbran la conquista del poder del Estado como método, y el saqueo como propósito.

(*) Autor del libro “Los mitos setentistas”.
@agustinlaje

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CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, CIUDADANOS DEL MUNDO, DESDE COSTA RICA,

¿Quién no ha pensado alguna vez en un mundo sin fronteras geopolíticas? ¿Qué pasaría si no existieran estos límites que conforman los actuales países que nos identifican y nos separan entre otras personas en todo el planeta?

Ciertas personas pensarán que esto es una utopía y que difícilmente podría realizarse, sin embargo como verán más adelante, a la fecha existen grupos que piensan diferente, aspiran a una ciudadanía mundial y ya están trabajando por conseguirlo. 

La historia nos dice que los primeros en identificarse como ciudadanos del mundo fueron los filósofos estoicos, ellos acuñaron palabras como cosmópolis o ciudad universal de la que se deriva la palabra cosmopolita.

En el siglo pasado, en el año 1966, un grupo de personas redactó un documento que se conoce como “El Manifiesto de los trece” entre otras cosas allí se dice que  “Los progresos científicos y técnicos permiten la organización de una comunidad mundial en la que reinarían la paz y la abundancia, siendo garantizadas las libertades fundamentales de los individuos, de los pueblos y de las naciones.” Y más adelante agrega esta declaración: “La salvación, pues, depende únicamente del pueblo del mundo, de los individuos que lo componen, de cada uno de nosotros.  

Las trece personalidades de renombre universal que firmaron el manifiesto en favor de la Ciudadanía Mundial son: Lord BOYD ORR (Gran Bretaña) ex premio Novel de la Paz 1966. JOSUE DE CASTRO (Brasil), ex-presidente de la F.A.O.  DANILO DOLCI (Italia), pionero del desarrollo social-económico de Sicilia, premio Lenin. SHINZO HAMAI (Japón), alcalde de Hiroshima. Prof. J.-L.HROMADKA (Checoeslovaquia), decano de la facultad de Teología de Praga. Prof. ALFRED KASTLER (Francia), miembro del Instituto (Academia de Ciencias), premio Nobel de Física 1966.. Señora RAJAN NEHRU (India) escritora. Prof. LINUS PAULING (EE.UU.) premio Nóbel de Química 1954, premio Nóbel de la Paz 1962. Abate PIERRE (Francia) JEAN ROSTAND (Francia). Lord BERTRAND RUSSEL (Gran Bretaña), premio Nóbel de Literatura 1949. Prof. IVAN SUPEK (Yugoslavia), miembro de la Academia de Ciencias y de Letras de Zagreb. Prof. HANS THIRRING (Austria), miembro de la Academia de Ciencias Austriaca. http://www.recim.org/cdm/cit13hi.htm

Basados en este manifiesto, existe un sitio en Internet denominado “Ciudadanos del mundo”   El grupo aboga por una ciudadanía mundial, un registro de los ciudadanos del mundo, instituciones mundiales que tengan el poder de elaborar Leyes, aplicarlas y hacerlas respetar, y una Asamblea Constituyente de los democráticamente  elegida por los Pueblos de todo el Mundo, encargada de definir y poner a punto las primeras Instituciones Mundiales. Entre los conceptos que tienen hay algunos muy claros, como los que siguen:  “Frente a los problemas mundiales, soluciones mundiales.” O “¿No es hora ya de tomar conciencia de nuestra condición de ciudadanos del mundo?”   http://www.recim.org/cdm/ciudadano.htm

¿Quiénes serían ciudadanos del mundo y cual su definición?

Otra página en Internet denominada también Ciudadanos del Mundo, nos dice que  “Un ciudadano del mundo es aquel que desea trascender la división geopolítica que es inherente a las ciudadanías nacionales de los diferentes estados y países soberanos. Al negarse a aceptar la identidad patriótica dictada por los gobiernos nacionales y afirmarse cada ciudadano como representante de sí mismo, los ciudadanos del mundo afirman su independencia como ciudadanos de la Tierra, del mundo o el cosmos.”    http://www.ciudadanosmundo.com/p/bienvenido.html


Bandera del ciudadano del mundo

Wikipedia nos amplía el concepto y nos dice que “La ciudadanía del mundo rechaza entonces las divisiones estatales, y la misma pertenencia obligatoria como ciudadanos de un Estado, es un concepto internacionalista pero no es solamente una aspiración bien intencionada de dejar a un lado las diferencias por nacionalidad, es también un proyecto político con propuestas de cómo establecer una nueva ciudadanía de aplicación global.” Y añade que “Los principios de la ciudadanía global serían primeramente que sea una ciudadanía de aplicación local y de adhesión voluntaria, y que a través de pactos federativos estas unidades territoriales locales por decisión de sus propios ciudadanos aceptarían entre sí a las ciudadanías de las demás localidades.”

La misma fuente nos dice que “Los ciudadanos del mundo no quieren ser clasificados mediante la imposición de categorías artificiales, gustan de identificarse a sí mismos principalmente como seres humanos y después como pertenecientes a cualquier grupo o grupos a los que crean pertenecer.” Y añade que “Algunos ciudadanos del mundo pueden trabajar o querer trabajar para unas Naciones Unidas reformadas que representen y respondan a la voluntad de los pueblos del mundo, más que a los regateos y disputas entre gobiernos, y se adhieren a los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.”    http://es.wikipedia.org/wiki/Ciudadano_del_mundo

Pero, ¿Cómo formaríamos  a los ciudadanos para ser ciudadanos del mundo? La respuesta la podríamos encontrar en el otro lado del planeta,  una información anónima que ronda la red nos dice lo siguiente: “Se está probando en Japón, un revolucionario plan piloto llamado "Cambio Valiente" (Futoji no henko), basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius. Es un cambio conceptual que rompe todos los paradigmas.  Es tan revolucionario que forma a los niños como "Ciudadanos del mundo", no como japoneses. En esas escuelas, no se rinde culto a la bandera, no se canta el himno, no se vanagloria a héroes inventados por la historia. Los alumnos ya no creen que su país es superior a otros por el solo hecho de haber nacido allí. Ya no irán a la guerra para defender los intereses económicos de los grupos de poder, disfrazados de "patriotismo". Entenderán y aceptarán diferentes culturas y sus horizontes serán globales, no nacionales.”

Cierto o no lo anterior -aún no lo hemos podido comprobar- los lineamientos que se indican en la nota serían los correctos para obtener una ciudadanía mundial. 

¿Llegaremos a ser ciudadanos del mundo en algún momento? Nosotros pensamos que sí. ¿Y usted? 

carlosvilcheznavamuel@gmail.com

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IVÁN OLAIZOLA D’ALESSANDRO, SUIZOS, BELGAS O CIBERNÉTICOS, PARANINFO

Urgente, urgente, se solicita nuevo presidente. Requisitos: que sea Vargas y no Carujo. Y que no pretenda ser el Bolívar II.

JOSE MARIA VARGAS
En una ocasión el compañero Manuel Peñalver, recién fallecido, dijo que nosotros no éramos suizos. Verdad catedralicia. Eso fue dicho en la era democrática. Pero si uno observa el comportamiento actual del país, en la era revolucionaria castro comunista, y entendiendo que Suiza y Bélgica son vecinos y de alguna manera bien parecidos, ahora se podría decir que somos suizos o al menos belgas. Y claro que somos más belgas. Los belgas tuvieron casi dos años sin poder formar gobierno. Nosotros, desde hache ya muchos años no tenemos gobierno, lo que se dice gobierno. Es decir una institución que se ocupe de atender los problemas del país. Que se ciña a las disposiciones establecidas en la carta magna, valga decir Constitución. Que dialogue con todo el país. Que respete a todos. Que acepte las críticas, las divergencias, que acepte a la oposición. Que le rinda cuentas a la nación. Que respete los otros poderes del Estado. Que actúe con sindéresis. Que se ocupe de la seguridad de los ciudadanos. Que invierta los recursos dentro de su geografía y para resolver los problemas de sus nacionales. Que cada nivel de gobierno tenga sus propis funciones y que ellas sean respetadas. Bueno que sea un gobierno que gobierne. Y eso no lo hemos tenido en Venezuela desde que el teniente coronel felón se montó en el coroto. Hemos tenido otra cosa. Y, como los belgas, de alguna manera, hemos seguido siendo país. Bueno hay opiniones al respecto. Y como dice el amigo Blanco Muñoz, parece que más bien somos un ex país.

Pero ahora somos más belgas, de un año para acá, no solo no tenemos gobierno sino que no tenemos presidente. A belga tan buena. O será que tenemos dos presidentes como se dijo tiempo ha. Lo cierto es que el que se llama jefe de Estado y de gobierno, jefe del partido único, comandante en jefe, supremo líder del proceso, tiene tiempo que no vive por estos lares. Pero además de belgas y suizos, somos también cibernéticos. País de alto avance tecnológico, de punta pues. Somos el primer país del globo terráqueo y a lo mejor del sistema solar y de nuestra galaxia, que se gobierna a través de un celular o mejor de un pajarito. Claro en lo que si no parece que somos muy belgas, ni suizos, ni cibernéticos, ni a ningún otro país, es en algunos detallitos de la cotidianeidad. Ejemplifiquemos. Nuestras carreteras tienen ahora algunos pocas partes sin huecos. De vez en cuando se pueden adquirir (no adquerir) algunos productos de primera necesidad en lo que se llaman supermercados, que ahora, gracias a la revolución, se parecen más a las otrora llamadas pulperías. En algunos fines de semana se puede salir a la calle y regresar vivos a la casa. No hay policías y ladrones, como es normal no solo en Bélgica y en Suiza, sino en todos los países del planeta, aquí solo tenemos policías. Tenemos más petróleo que Bélgica y Suiza juntos, pero hay fines de semana que  no tenemos gasolina. Claro tenemos farmacias como los belgas y los suizos, pero, y siempre hay un pero, no tenemos remedios, me recuerdan mucho a las antigua boticas de pueblo. Hay mucho trabajo, sobre todo trabajo por hacer, pero no hay empleos. Construimos más viviendas que Bélgica y Suiza, pero como decía un viejo slogan turístico, son el secreto mejor guardado del caribe. Tenemos más ministerios que Suiza y todos los países bajos, pero ningún ministro despacha, solo el jefe supremo lo hace, bueno en realidad no hace nada solo parla. Es posible que tengamos más médicos que los que tienen en esos dos países de referencia, pero ninguno sabe de oncología, claro que los que estamos graduando vía fast track, me informan, que ya saben hasta poner inyecciones. Como los belgas y suizos, hablamos varios idiomas. Además de los dialectos nuestros, maracucho, oriental, andino, hablamos cubiche y groserías, sobre todo los jerarcas del régimen, incluidos el comandante en jefe, el silva y el enano. También nos diferenciamos de los suizos y belgas porque tenemos dos capitales: La Habana y la Caracas de techos rojos, ahora más rojos que nunca. “A según dicen” tenemos el mayor salario mínimo, pero parece que nuestros billetes son como los del juego de Monopolio.

Y cuando estoy a punto de terminar de escribir este paraninfo, me entero que hay otro país al cual también nos podemos parecer. Me refiero a Grecia, pero no a la Grecia de Sócrates, Platón o Aristóteles, sino más bien a la Grecia de Amanecer Dorado.

Iolaizola@hotmail.com

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RONNY PADRÓN, MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

Harto conocido ese adagio que refiere a la sola apariencia en contradicción con una realidad que se pretende ocultar. Al efecto, tenemos la situación que intenta consolidar el socialismo en gobierno al tiempo presente en Venezuela. 

Resulta que, los imponderables de la política dieron lugar a que el líder único del régimen, el teniente coronel Hugo Chávez, se haya visto limitado en su accionar, debido según sus palabras a un grave problema de salud, lo que a todo evento permitió desnudar la verdad política del régimen por él instaurado a partir del 2 de febrero de 1999: una autocracia sin fórmula válida de relevo. 

Lo anterior ha hecho posible el que a partir del primer trimestre del año en curso, todas y cada una de las tratativas relevantes del régimen en gobierno se definan por su carencia de profundidad política, a contracorriente de aquella prédica por hacer del 2012 el año de la consolidación del socialismo tal como otrora se amenazó, ello por supuesto en otra violación flagrante de la Carta Magna, una costumbre a manos del socialismo. 

En lugar de sostener aquella amenaza, se evidencia una muy estudiada estrategia distraccionista ¿en pos de ganar tiempo para que el teniente coronel socialista retome a plenitud el mando ya perdido? Es así como, sobremanera, en las últimas semanas el socialismo en gobierno presentó una ley del trabajo reformada por el propio caudillo, sin mayores aportaciones hacia la prosperidad nacional, pero tampoco a favor de la miseria socialista. En el mismo sentido fue activado el llamado Consejo de Estado, órgano superior de consulta del Gobierno y de la Administración Pública Nacional, conforme al artículo 251 constitucional, luego de 13 años durmiendo el sueño de los justos, sin contar siquiera para ello con una ley que regule sus funciones y atribuciones, en el mejor estilo del régimen. 

Todo lo anterior bajo un marco de escándalo nacional e internacional en razón de las muy recientes declaraciones públicas del exmagistrado coronel Eladio Ramón Aponte Aponte, que en su actual condición de "colaborador" de la agencia Antidrogas de EEUU (DEA) por sus siglas en idioma inglés, ha descrito con particular certeza la realidad judicial de la República Bolivariana de Venezuela, escenario éste que la describe cuando menos como un Estado forajido con todas las consecuencias implícitas en tal condición. Acá con su silencio, el régimen se declaró de hecho impotente para contrarrestar ese otro frente. 

El escenario que tan someramente acabamos de esbozar nos permite concluir primeramente la incapacidad actual del socialismo gobernante para romper con la fachada democrática construida por Hugo Chávez estos 13 años, y dar lugar a una tiranía oficial a la usanza de la isla-cárcel Cuba o ese infierno en la tierra llamado Corea del Norte. Afortunadamente la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no tiene capacidad ni siquiera para eso. He allí una buena noticia. 

En segundo término el afán populista del régimen, que regala y ofrece en ésta campaña electoral presidencial más allá de la capacidad fáctica de un país como Venezuela, junto a su voluntad real por desacreditar sin destruir, a la candidatura demócrata, evidencia una posibilidad fundada de restaurar la constitucionalidad democrática con base en el sufragio, para éste mismo año. 

Las apuestas juegan a nuestro favor si entendemos que las posibilidades del régimen por recuperar la capacidad política de su líder único son nugatorias, al tiempo que la fórmula del populismo clase "Don Regalón" tiene también su techo de efectividad, frente al colapso institucional del país, destacando la inseguridad pública que nos ha convertido en territorio hostil en términos de civilización. De éste lado, a la llamada Alternativa Democrática, con nuestro candidato de la Unidad, lo que nos resta es crecer y avanzar, para ganar y cobrar. Ora y Labora. 


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