BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

viernes, 26 de septiembre de 2014

R@f@el, RAFAEL RIOS, CARICATURAS, UNA FORMA ESPECIAL DE OPINAR, RECOPILACION DE LAS MAS RECIENTES,





 




R@f@el
Rafael Rios
rariga2@gmail.com

@rariga

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MERCEDES PULIDO, REALIDAD COMO LABERINTOS

Si bien el Evangelio nos dice que por "los hechos conoceremos la realidad humana", la explosión de señales  cotidianas contradictorias refuerza la visión de un circo con múltiples pistas en acción, cada una con su espectáculo propio, ausentes de coordinación y dirección. 

Ya van ocho meses de permanente y abierta represión: estudiantil, sindical, institucional, empresarial y  ciudadana que finalmente apunta a  un "estado policial".

El tema que domina la opinión pública es la política. De allí que sea necesario indagar la razón de su preeminencia. Dos arterias poderosas  parecen alimentar sin  detenerse ese caudal de incertidumbre que busca asidero. Por una de ellas viajan los temores y las sombras de la represión, el totalitarismo, el comunismo, la supresión de la propiedad privada, los derechos individuales y colectivos, con ello el fin de la esperanza. 

Paralelamente, hay otra arteria que bombea continuamente como es el poderoso aparato informativo oficial, con amenazas, anuncios de profundización de controles y exigencias burocráticas, eliminación de instituciones, criminalización de las diferencias, censura masiva, guerras bacteriológicas y terroristas, cuyo resultado es la supresión de la esperanza y la confianza.  

Estos dos poderosos caudales ocupan casi toda nuestra atención desplazando la urgencia de las penurias económicas y sociales. Es así, que el caos de la realidad construye la percepción de sobrevivencia. Y la percepción será subjetiva al depender de la interpretación que hagamos de la realidad. No es de extrañar que el poderoso asume que los demás no saben….no ven ni sienten y el sometido que nada puede.

Visible o invisible a la opinión pública la economía sigue transitando el eje central del colapso del país y no deja de arrastrarnos hacia un vacío que puede ser peor de todo lo que pudiéramos haber imaginado. Hasta ahora el discutir económico ha estado centrado  en tener o no tener divisas. En dirimir entre la deuda financiera y la deuda comercial. 

Entre la inversión social y la económica; entre categorías socialistas y capitalistas. Y sin embargo cuando nos alejamos del tema político y se escucha  a  empresarios, comerciantes, profesionales  de la economía y la sociedad  descubre que el problema no es de divisas, sino de estructura, de sistema y sobretodo de visión del país. 

Destruido el aparato productivo, para nuevamente arrancar hay que refundarlo, reindustrializando, desmontando la gigantesca burocracia del Estado, Dante Rivas nos señala la existencia de más  de mil trámites en la toma de decisiones. Seguimos pensando en el petróleo cuando el mundo está cambiando. No es solo sembrarlo sino convertirlo en eje de transformación, diversificación, competitividad y abastecimiento. 

Nada de ello es posible sin la libertad y la esperanza para organizar y allí la política  tiene potencial tanto para someter como para transformar los laberintos en esperanza. Actualicémonos…

Mercedes Pulido
mercedes.pulido@gmail.com
@mercedespulidob

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JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO), “COMUNA: CAÑA, PARRILLA Y ANARQUÍA”


El pasado martes, en mi programa de radio, estuvo como invitada la doctora Isabel Pereira. Hablamos de las comunas. Para ella, el Estado comunal es el fin del Estado democrático plural.

Alertó sobre las consecuencias de su aplicación y cómo podría representar el fin de la familia y del individuo, para sustituirlos por un colectivo represivo y sin rostro.
Casi finalizando la entrevista, un oyente, desde Antímano, llamó al estudio. Sin identificarse, le dijo al productor que en la populosa parroquia estaban contentos con las comunas porque ahora tienen “caña, parrilla y anarquía” y, sin esperar respuesta, trancó el teléfono. 
El comentario me pareció tan infeliz. Reflejo de la realidad que viven estas comunidades -que están a merced de delincuentes y colectivos empoderados por el  régimen-  que andan armados y a sus anchas, amedrentando a la gente decente y trabajadora, para que no se atrevan a contravenir sus mandatos, o subvertir este nuevo “¿orden?” repleto de antivalores. ¿Qué es lo que ha logrado este régimen con el venezolano? Porque la expresión “caña, parrilla y anarquía”, para mí, no es más que la caricatura de una sociedad –o de un grupito que a punta de violencia, pistolas, balas y muerte logra imponerse y someter a haraganes de oficio-  despreocupada por su porvenir, sumida en la vagancia y en el ocio absoluto, sin aspiraciones de alcanzar un nivel distinto y mejor.
Pero, qué se puede esperar de un régimen mediocre, cuyos líderes han pregonado que para subsistir “necesitan que los pobres sigan siendo pobres” o “que no los sacarán de la pobreza porque no quieren que se vuelvan escuálidos”. Quizá eso explique el  por qué de la “caña, la parrilla y la anarquía” que según este oyente del programa se promueve en su comuna. Me pregunto si Nicolás, cuando anunció el nuevo sistema presidencial de gobierno con el que pretende hacer avanzar el Estado comunal e instaló el Consejo Presidencial de las Comunas, fue eso lo que ofreció: cervecitas, ron, carne y anarquía pa'tirar p'al techo.
Hace poco se publicó la noticia. Según, con el nuevo sistema presidencial de gobierno, al que Maduro quiere llamar “el sacudón”, la intención es “gobernar con el pueblo, desde los diversos sectores sociales; que el pueblo sea presidente”. Y transcribo las palabras de Nicolás: “Esa es la consigna: el pueblo al poder, a ejercerlo. Ya basta que la burguesía ponga un pelucón en el poder, a un títere de los intereses económicos. Vamos a ir perfeccionando (el sistema). Usted tiene que ser presidente. Plantéese frente al espejo: ¿por qué no puedo ser presidente?”. Y la respuesta es muy simple Nicolás, porque tú eres el mejor ejemplo de cómo una persona con muy escasa preparación, lleva a un país a la quiebra. Con fantasías y cuentos de hadas no se construye una nación. Mucho menos inoculándole al pueblo “pajaritos preñados”. Tener aspiraciones es válido; pero, para ello, también hace falta estudiar, prepararse, nutrirse y adquirir conocimientos, habilidades y herramientas. Aquí, en Venezuela, sobran ejemplos de personas muy valiosas, trabajadoras como nadie, venidas de abajo, pero que lograron lo que tú, y la pandillita que te acompaña no han conseguido: sacarse el rancho de la cabeza. ¡Esos venezolanos humildes; pero trabajadores, lo lograron! Hoy son prósperos y, en algún momento, cuando en nuestro país había democracia, se respetaban las garantías y la propiedad privada, todo lo apostaron y construyeron en nuestro país.
Resulta de todo esto -y es evidente que la revolución no puede esconder más- es que su pretensión radica en ensalzar lo chabacano, lo mediocre, lo vulgar, lo orillero. Incluso, la propaganda del régimen se ha encargado de hacer ver que eso es lo popular. Y con el cuento del drama de la pobreza, ha habido una campaña sistemática para atacar a la democracia venezolana. Una cosa es la justicia social y otra cosa es lograr la depauperación de toda la gente que conforma la sociedad. Este desgobierno, a través de su maléfica propaganda, inyecta mensajes para enaltecer la pobreza. Esta revolución mercadea que la pobreza es chévere. Y nos la impone: es evidente que cada día todos somos más pobres.
Lo lamentable es que en la Venezuela de hoy se necesita trascender esos planos de pobreza. Ya sabemos que hay núcleos de personas inteligentes y de buena voluntad; pero, no consiguen los cauces para incorporar al ser. Tiene que existir un grupo que, con criterio, exponga los escollos que hicieron que el comunismo haya fracasado en todas las naciones donde intentaron imponerlo. Y siempre llego a la conclusión de que ese grupo existe; pero, tiene miedo porque al promover sus ideas, cree que podría ir en contra de los pobres y perder sintonía con esa gente que es la que, al final de cuenta, la que más les importa. Existe una masa de dolor y de necesidades que esta revolución la hace cada vez más grande. Lo trágico es que no vemos, por ahora, una alternativa a este desgobierno con respecto al tema de la pobreza, porque evidentemente no se puede regresar a lo que había antes de Chávez, que hizo implosión. Soy un convencido de que el espíritu de insurgencia debe estar basado y apalancado en un criterio válido que saque a la gente de la indigencia. Ese drama de los desposeídos, que se resume en la frase “caña, parrilla y anarquía,” después de ya casi medio siglo de democracia, pareciera que es poco lo que la sociedad civil venezolana ha aprendido en términos de valoración de la misma pobreza y de las más genuina generación de un sentido de contribución y compasivo frente a ella. Antes de Chávez había pobres y olvidados. 
Hoy, con Maduro, hay más pobres; pero, reconocidos. ¡Qué daño nos ha hecho el caudillaje que a todas luces colma la escena de las expectativas colectivas! Porque en esta revolución se confunden la inclusión y el desprecio, gracias a los lineamientos que impone la maquinaria comunista.

José Domingo Blanco (Mingo),
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1

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CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, JUGAR ADELANTADO

El anuncio de comenzar a recoger firmas que hace el partido político Voluntad Popular, no es otra cosa que “jugar adelantado”, porque piensan que con esa acción van a cobrar políticamente cuando este tema cobre fuerza en la sociedad venezolana.

No entienden que la propuesta constituyente debe surgir de la sociedad y debe servir para los intereses de la sociedad, ese es el planteamiento del MID de Táchira, a cuya cabeza está Enrique Colmenares Finol, que ha recibido apoyo de diversos sectores sociales y políticos del país.

Esta propuesta enfatiza la necesidad del contenido ético, que permita que los diversos sectores del país puedan encontrarse, en un espacio para la reconciliación de los venezolanos.

¿Por qué es necesaria una constituyente? Porque, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), ha quedado para la interpretación de  los diferentes sectores del país. 

En efecto, la asamblea nacional constituyente instalada en el año 1999, nace de unas bases comiciales establecidas por el Presidente Chávez, unilateralmente, y luego la elección de los constituyentistas contó con la presencia de un elemento perverso que fue el quino-Chávez, que dio como resultado  que el 98% de fueran oficialista, es decir, una sola tendencia marcó esta discusión. Lo cual produjo que quienes no estuvieron presentes, luego rechazaran rotundamente el resultado de ese proceso político.

Luego, en el año 2005 en el Foro de Sao Paulo el Presidente Chávez establece como la única forma de enfrentar al capitalismo es con el socialismo. De allí, pretendió una reforma constitucional en el 2007, a la cual la ciudadanía le dijo que NO, pero pese a ello, fue presentando mediante leyes, decretos y ejecutorias otro proyecto político denominado Socialismo del Siglo XXI, que contempla la propiedad social, el estado comunal, economía socialista, centralización del poder, lo cual abiertamente difiere del esquema constitucional descentralizado y federal, propiedad privada, economía planificada de mercado, democrática, participativa y de consulta abierta.  Esto genera desencuentro en un clima de descalificación y desconocimiento permanente. Por ello, es importante ir a un encuentro donde los diferentes sectores de la población se reconozcan y asuman que cada sector tiene un valor, indispensable para que todos en conjunto podamos salir adelante.

No es un problema legal es un problema político en el seno de la sociedad venezolana. Por ello, este planteamiento va más allá de los partidos políticos, de personalidades o de personalismos. Este es un trabajo de la sociedad venezolana a la que le llegó la hora de expresarse, sin esperar soluciones mesiánicas que las conduzcan. Es la sociedad dueña de su propio destino con sus encuentros y desencuentros.

El Proyecto País Venezuela Reconciliada, ha presentado su propuesta que  se fundamenta en el reordenamiento jurídico para redistribuir constitucionalmente el poder político, legislativo, judicial educativo, económico (fuentes de recursos fiscales y la propiedad sobre recursos naturales) entre las tres entidades que conforman el reordenamiento territorial (nacional, estadal y local) y asignarle a la provincia venezolana, constituidas por los Estados Regionales: - competencias constitucionales y legislativas, amplias e integrales en materia política, judicial, tributaria, administrativa y educativa; - creación de la Cámara Alta en el Parlamento Nacional con la representación paritaria de los estados-región constituyéndose en el equilibrio del poder legislativo; - mecanismos de repulsa contra el fraude constitucional, con la institucionalización de normas constitucionales que garanticen las bases del sistema federal, las cuales no podrán ser alteradas, ni modificadas discrecionalmente por ningún poder público; - creación de una instancia o Corte Constitucional, que dirima los conflictos que surjan entre los diferentes poderes públicos y conozca de todas las violaciones de la Constitución; - garantías electorales que brinden legitimidad de origen a los elegidos, como: la doble vuelta, el financiamiento de los partidos políticos y la representación proporcional de las minorías; - desarrollar y profundizar el sistema nacional de participación política de la sociedad en la gestión pública, acercar el poder a la gente, y los instrumentos de participación ciudadana, que existen en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), como son las asambleas ciudadanas, cabildos abiertos, iniciativas legislativas, iniciativas populares… y el fortalecimiento de la democracia interna en la organización comunitaria, sea mediante asociaciones civiles u consejos comunales; - transformación del Poder Judicial mediante la elección pública de los jueces y creación de las Cortes de Justicia Regionales;  - dar mayor poder y capacidad de actuaciones a las locales, implica una gran responsabilidad en su actuación, pero evita los abusos e imposiciones del poder central. Cuyo fin último es la estabilidad y paz social.  En donde nos coloquemos por encima de las diferencias ideológicas y salgamos a desarrollar objetivos comunes, como sociedad, que generen capital social.

Existen otras propuestas, una de ellas, la del Partido Voluntad Popular, perfecto. Ese partido debe explicarle al país cuál su proyecto y trabajar en ese sentido, no como una “salida”, la constituyente no es una “salida”, la constituyente es una vía constitucional para la construcción de un nuevo orden social, la reinstitucionalización del país y una nueva carta fundamental, reflejo de la sociedad venezolana y no de una parcialidad partidista. Pero lo que no debe es salir a destiempo a exigirle a la gente que firme un cheque en blanco, esa acción que genera desconfianza. Esperemos que ese partido político rectifique, así como lo hizo con la “salida” y comience a presentar su propuesta, su proyecto de cara a una asamblea nacional constituyente, que a las firmas les llegará su hora y esa será cuando la sociedad esté clara qué y por qué va a firmar.

Carlota Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar

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PILAR RAHOLA, "CHAMBERLAIN VS SENDLER” AL RECIBIR EL PREMIO MORRIS B. ABRAM ENVIADO A NUESTROS CORREOS POR PAULINA GAMUS

Conferencia de agradecimiento por el premio Morris B. Abram Human Rights Award, que me fue concedido el dia 5 de abril en Ginebra, por la organización UN Watch. Pilar Rahola Martínez

Estimados amigos, buenas noches.

“Zog Nit Keyn Mol!” “Nunca digas que esta senda es la final”... Así empieza el himno de los partisanos del gueto de Varsovia, cuya heroica lucha enaltece el alma humana. Al saber que tendría el honor de recibir el premio que lleva el nombre de Morris Berthold Abram, el gran luchador de los derechos humanos, recordé la belleza de este triste himno. ¿Qué debía pensar Morris Abram cuando formó parte del Tribunal de Nuremberg y los tuvo allí, cerca, ese conjunto de seres humanos convertidos en una masa informe, criminal y malvada? Quizás pensó en el silencio de los buenos, no en vano las mayores crueldades del mundo no se han edificado sobre la maldad de los malos, sino sobre el pesado silencio de los buenos.

Sobre el silencio, sobre la indiferencia y sobre la traición. ¿Cuántas traiciones a los derechos humanos y cuánto silencio acumulan nuestras sociedades libres, nuestros intelectuales, nuestras organizaciones? Miren el magnífico ejemplo de Líbia. ¿Nos preocupaban los derechos humanos cuando le dábamos la mano a Gadafi, lo invitábamos a las fiestas y le vendíamos nuestros juguetes bélicos? No. Gadafi solo nos ha preocupado cuando ha puesto en peligro nuestra estabilidad energética. Y es que un dictador en el poder es un amigo, pero un dictador derrotado, es un dictador. Traición y silencio. Miren el silencio y la traición a los derechos que proyectamos sobre las dictaduras del petro-Islam, con sus mujeres esclavas, sus leyes tiránicas, su odio a la libertad. Miren los miles de muertos por la tiranía sudanesa, ¿a quien importan? Miren la locura de Irán, avanzando en su carrera nuclear para poder asesinar masivamente ¿Dónde están los ruidosos antiisraelíes que vociferan su solidaridad con las víctimas en las calles del mundo, ante estas atrocidades? ¿Por qué no se pasean con sus flotillas de la libertad por las costas iraníes, por las de Arabia Saudita, por las de Siria? Y la magnífica ONU, ¿por qué mantiene a algunas de las dictaduras más feroces en sus Consejo de Derechos Humanos? Silencio y traición. Y así miles de víctimas lloran su tragedia al margen de los focos, de las pancartas, de las manifestaciones, de las resoluciones de Naciones Unidas.

Es por ello, estimados amigos de UNWatch, que agradezco enormemente el galardón que hoy me ofrecen. Porque lo interpreto como un premio contra el silencio, contra la indiferencia y contra la traición. Los premiados que me han precedido honran la memoria de Morris Abram con una categoría que no alcanzo y solo puedo sentirme orgullosa de pertenecer a la misma lista de personas como la iraní Nazanin Afshin-Jam, o la ruandesa Esther Mujawayo o la afgana Massouda Jalal, valientes mujeres de nuestro tiempo, auténticas Nelson Mandelas femeninas que han alzado su voz contra el miedo y contra la tiranía. Soy una humilde seguidora de su legado y de su compromiso, convencida de que las mujeres del siglo XXI seremos las grandes portadoras de la bandera de la libertad.

Permítanme que les explique por qué estoy aquí, en esta encrucijada de causas que me animan a alzar la voz. Primero, porque la única condición moral de un intelectual, es la del compromiso. Pero no el compromiso fácil con las pancartas y las consignas previsibles, sino con los valores que nos configuran como civilización. Un compromiso contra los tiranos. Pero también contra los amigos que prefieren mirar hacia otro lado y disparar a las dianas fáciles, porque el miedo o el prejuicio les impiden saber quiénes son los verdaderos enemigos. Es un compromiso con los valores que nacieron en el primer texto fundacional de nuestra historia moderna, las Tablas de la Ley, el inicio de la modernidad. Y siguiendo el hilo rojo de esas Tablas, continuaron con el Derecho Romano, charlaron con Spinoza, construyeron la Ilustración y aterrizaron en la Carta de Derechos Humanos. Ese es el compromiso moral de nuestros tiempos: la defensa de los valores de nuestra civilización. Es el compromiso de Irene Sandler, de Morris Abram, de Baruj Tenembaum, de Nazanin, Esther o Massouda, no importa la religión o la cultura, porque nos unen esos mismos valores... Y sin ese compromiso, nuestra sociedad no existiría. Aprovecho, pues, este extraordinario honor que me otorga UNWatch para denunciar a todos aquellos colegas del mundo de las ideas y del periodismo que callan ante la esclavitud de la mujer en el Islam, ante la persecución de los homosexuales, de los cristianos, de los librepensadores, ante las ideas totalitarias que pueblan el planeta. Y mientras callan contra las dictaduras y sus tiranos, chillan contra dos grandes democracias, quizás porque gritar, por ejemplo, contra Israel o contra Estados Unidos sale gratis. De hecho, contra Israel se vive mejor. Pero alzar la voz contra el Islam fundamentalista, eso sí que resulta un compromiso de riesgo.

También estoy aquí porque creo que los valores de la libertad están amenazados por una ideología totalitaria que nos ha declarado abiertamente la guerra. Y no hablo de una religión o de una cultura, sino de una ideología, la del islamismo fundamentalista. Si en el siglo XX la humanidad tuvo que enfrentarse al reto totalitario del estalinismo y del nazismo, el siglo XXI se enfrenta a una ideología de muerte que contamina a miles de cerebros y mata a miles de personas. Y no solo se trata de organizaciones terroristas escondidas en las montañas del mundo. También se trata de países felizmente sentados en la Asamblea General de la ONU, y cuya maldad legal esclaviza a sus ciudadanos, mientras financia por todo el mundo a imanes fanáticos. Es una ideología que utiliza y vampiriza la tecnología del siglo XXI pero que aspira a volver a la Edad Media, y que usa nuestra democracia para intentar destruirla. Soy una mujer libre de un país libre, pero a mi lado millones de mujeres no pueden amar a quien quieren, pueden ser mutiladas genitalmente, lapidadas, marcadas con ácido, abusadas, despreciadas, sometidas a la maldad feudal. Esa ideología que las odia, nos odia a todos, porque odia la libertad. Este premio lo dedico a ellas, a las mujeres encarceladas en los burkas de unas leyes malvadas. Los países que las esclavizan, se sientan tranquilamente en la ONU, nadie les monta manifestaciones en contra y hasta forman parte del Consejo de Derechos Humanos. Algún día tendremos que preguntarnos a dónde fue a parar el sueño de Eleanor Roosevelt de una Liga de Naciones que tenía que garantizar la libertad de los pueblos. Hoy la ONU es todo lo contrario, es el blanqueador de las oscuras entrañas de muchas dictaduras.

Estoy aquí porque no creo en el choque de civilizaciones, pero creo en el choque histórico entre civilización y barbarie, y creo también que estamos en un momento delicado y trascendente. Estoy aquí porque amo a los disidentes de la dictadura iraní, pero odio a los bárbaros que gobiernan Irán. Porque amo a los intelectuales, los estudiantes, los jóvenes egipcios, pero temo a los musulmanes fanáticos que quieren usar sus revueltas para instaurar leyes feudales. Estoy aquí porque amo a todas las religiones, pero lucho contra aquellos que usan a Dios para el odio, el fanatismo y la muerte. Y el riesgo de contaminar a miles de cerebros que habitan en Europa, o en América o en cualquier del mundo, es más alto de lo que nos atrevemos a reconocer. Por eso estoy aquí, también, porque la ideología totalitaria que esclaviza seres humanos en las dictaduras teocráticas, también quiere esclavizar sus mentes en las democracias occidentales.

Y sí, estoy aquí porque creo que Israel es la avanzadilla de la lucha por esos valores de libertad. Y que la criminalización que sufre por parte de muchos intelectuales occidentales tiene que ver con una mirada tuerta que ve el mundo al revés y que, en su delirio, está traicionando los valores que dice defender. Estoy aquí porque creo en Albert Camus cuando le dijo a Jean-Paul Sartre que defender a Stalin no era defender la libertad. A los muchos aprendices de Sartre les digo, en homenaje a Camus, lo mismo: defender la libertad no es callar ante las maldades del islamismo fundamentalista, no es minimizar el terrorismo, no es llorar solo por unas víctimas y despreciar a otras, ni es criminalizar a una democracia que lucha por sobrevivir rodeada de dictaduras que quieren verla destruida. Eso no es luchar por la libertad. Eso es perpetuar la peor tradición de izquierdas, la que no lloró por las víctimas de Stalin, miró hacia otro lado con Pol Pot y aún perdona a Castro. Y ahora, del viejo poster  del Che Guevara a la kefia palestina, la misma ceguera y la misma inversión de valores: no lloran por las víctimas del terrorismo islamista, miran hacia otro lado con las Sirias y los Irán y aún perdonan a los Hamas y Hezbollah.

Permitan que mencione a Neville Chamberlain y a Irende Sendler. Son los dos polos del comportamiento humano, ante el reto totalitario. Mientras Chamberlain se fue de paseo con Hitler, le dio la mano y decidió mirar hacia el lado oscuro de su conciencia, Irene Sendler dio la mano a las víctimas, se jugó la vida y salvó vidas. Hoy pasa exactamente lo mismo y mientras unos se esconden en sus miedos y creen que dando la mano a los dictadores teocráticos garantizan su vida opulenta, otros dan la mano a sus víctimas. La gran luchadora por las libertades, la siria Wafa Sultan, me dijo hace unos meses en Estados Unidos, “tenemos un proverbio árabe que dice: si me necesitas, te poseo”. ¿Es eso lo que nos ocurre? Que al necesitar su petróleo, poseen nuestro silencio?¿Es tan frágil nuestro sistema de libertades, que se sustenta en el miedo, el apaciguamiento y el silencio? Sin duda eso es hoy Naciones Unidas y eso es también una parte importante de nuestro mundo intelectual, periodístico y político: miedo, apaciguamiento y silencio.

Contra el miedo, premios como los de UNWatch, que dan honor a la lucha por las libertades. Contra el apaciguamiento, el compromiso de Nazanin Afshin-Jam, de Esther Mujawayo, de Massouda Jalal, de tantos y tantas. Y contra el silencio, la palabra libertad. Dijo Winston Churchill, “El coraje es la primera de las cualidades humanas, porque es la que te garantiza todas las demás”. ¡Coraje! Dedico este premio a ellos, a los hombres y mujeres de la historia que han tenido el coraje de luchar contra la barbarie, el dolor y el miedo para defender la libertad. Gracias.

Muchas gracias.

Pilar Rahola Martínez (Barcelona, 1953). Doctora en Filología Hispánica y también en Filología Catalana (Universidad de Barcelona). Directora de la Editorial catalana Pòrtic (1987 – 1990), Directora de la Fundación Acta, para la difusión del pensamiento y el debate. Vice-alcaldesa de la ciudad de Barcelona, responsable de las áreas de comercio, consumo y turismo. Autora de Aquell estiu color de vent", (1983), Aperitiu nocturn (1985), La questió catalana (1993), Mujer liberada, hombre cabreado ( 2000), Carta a mi hijo adoptado (2001), Historia de Ada (2002), El món actual a través de tres generacions (2003), Catalunya, any zero (2004) y Atrapados en la discordia (2009). Premios: Josep Casanovas de periodismo (1991), Betera en Lilà, (2003) por su lucha a favor de la mujer, Javer Olam ("Amigo del Mundo", 2004), otorgado por la Comunidad Judía de Chile, Derechos Humanos (2011) de UN Watch. Desde hace años sigue de cerca la cuestión de Oriente Medio, cuya geografía física, política y social conoce bien. Su conferencia "Los judíos y las moscas" en la UNESCO de París, en mayo de 2003, fue uno de los primeros textos europeos de denuncia del papel de la izquierda y del periodismo, respecto a Israel, a quienes acusa de fomentar el antisemitismo actual. Ha sido traducida a varios idiomas.

http://www.pilarrahola.com/3_0/CONFERENCIAS/default.cfm?ID=1914
@RaholaOficia

Enviado a nuestros correos por
Paulina Gamus
gamus.paulina@gmail.com
@Paugamus

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FERNANDO FACCHIN B., LA DESCENTRALIZACIÓN

“Las mentiras revelan las intenciones.”

Con verdadero estupor he leído en el espacio “doble/play” de Notitarde del lunes 22, página 4 y bajo la rúbrica de Luis León Guerra lo siguiente: “Proyecto Venezuela a sus 19 años tiene el aval de haber encabezado una de las revoluciones más interesantes de la política venezolana: la descentralización. Su fundador, Henrique Salas Römer, fue un gran innovador…”

Sin pretender desmeritar al gobernador Salas, es necesario decir que la descentralización nace en la Constitución de la República de 1961, donde se establece que Venezuela se define como un Estado Federal, el Sr. Salas llega ser Gobernador de Carabobo gracias a la Ley de Elección y Remoción de Gobernadores de Estado, producto de la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencias del Poder Público, ambas leyes decretadas y sancionadas bajo los gobiernos de Pérez y Lusinchi. Así pues, la afirmación que comentamos, a mi entender, es una actitud de mezquindad, de adulación servil con la idea de convertir al exgobernador en una figura mítica que le sirva de respaldo político y mediático al columnista, deformando la realidad de los hechos históricos contemporáneos.

El proceso fue producto de la suma de las oportunidades para la descentralización política y administrativa permitidas por la Constitución de 1961, las cuales se hicieron evidente tras la sanción de la ley sobre elección y remoción de los gobernadores de Estado, y la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencias del Poder Público, con el apoyo decidido y determinante de AD en funciones legislativas y ejecutivas, allí nace la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE), un verdadero mecanismo de invocación política.

Siguiendo con la historia, en 1984 se publica el VII Plan de la Nación, presentado por el presidente J. Lusinchi el 24 de Febrero de 1984, allí se planteó la estrategia de la construcción de un nuevo pacto social y de la reforma del estado, creándose el 26 de Diciembre de 1984 la COPRE, cuyos objetivos, entre otros aspectos fundamentales, comprendían la democratización de los procesos gubernamentales regionales como lo son la elección universal, directa y secreta de gobernadores y la creación y elección de los alcaldes municipales.

En los últimos meses del gobierno de Jaime Lusinchi y los primeros de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez fue aprobado un conjunto de reformas políticas que iniciaron el proceso de descentralización político-administrativa del país. En diciembre de 1989 y en diciembre de 1992 tuvieron lugar los 2 primeros procesos electorales para la escogencia de Gobernadores de Estado y Alcaldes, que es cuando H. Salas R. compite y gana la Gobernación de Carabobo. 

El proceso de descentralización nació gracias a la voluntad política de la IV República, con la Constitución de 1961 y luego con la Ley Orgánica de de Descentralización, Delimitación y Transferencias del Poder Público y la Ley de Elección y Remoción de Gobernadores, así como la creación de Comisión Para la Reforma del Estado (COPRE), todo ello sucedió con anterioridad a 1989 fecha  cuando se aceptó la necesidad de un cambio político que garantizara la estabilidad del sistema democrático.  Todo ello sucedió con anterioridad al ejercicio de H. Salas R. en la Gobernación de Carabobo, en consecuencia, mal puede éste ser el padre de la descentralización, cuyo nacimiento y puesta en funcionamiento sucedió con anterioridad a su gestión. Es inaceptable que un comunicador social deforme la historia públicamente.

Fernando Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin

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CÉSAR MIGUEL RONDÓN, REMEDIOS CASEROS

El presidente se fue a Naciones Unidas. Ahora, por fin, tiene las condiciones de seguridad ideales para él. Recuerden que esa fue la excusa por la que no visitó la Asamblea anterior. Y en esta oportunidad, ante una sala prácticamente vacía, dio su discurso. 

En este rechazó la llamada economía verde, y, en un acto previo en el Bronx, fue más al punto político y le pidió a Estados Unidos que “rectifique la errática política de acoso contra Venezuela”. La página de Unión Radio le cita: “Dejen de financiar a la oposición fascista”. 

¿Y qué dijo el gobierno de Estados Unidos? En una decisión –creo que inédita– el presidente Barack Obama pidió nada menos que la libertad para Lepoldo López.

Según lo reseña El Nacional: “En un acto de la iniciativa Global Clinton, el presidente de Estados Unidos se refirió a los líderes que han dado su vida por la libertad de sus países y se solidarizó con quienes se encuentran detenidos en este momento. Entre ellos se solidarizó con el político venezolano Leopoldo López”.

Conociendo la manera de actuar de nuestros gobernantes, quizá estas palabras de Obama resulten contraproducentes para la causa de Leopoldo López. Ya veremos qué ocurre.

Mientras el presidente está allá en los gratos aires otoñales de la ciudad de Nueva York, el chikungunya, el zancudo enemigo, sigue haciendo de las suyas en el país. El Correo del Caroní, en Ciudad Guayana: “Baja vigilancia epidémica del país propicia entrada de enfermedades contagiosas. Repunte de casos de dengue, malaria, diarreas y chikungunya en Venezuela evidencia falta de controles sanitarios del gobierno.”

Y, ya que no hay medicinas, fíjense adónde hemos llegado. El Tiempo, en Puerto La Cruz: “Buhoneros del mercado porteño venden acetaminofén a 50 bolívares”. Resulta que el acetaminofén es el medicamento indicado, pero no lo hay. Y como no lo hay, en lugar de ser la Venezuela del siglo XXI, ya pasamos a ser la Venezuela de aquellos tiempos de malaria y paludismo de cuando Juan Vicente Gómez. Ahora, como entonces, las medicinas, los “remedios” son caseros. Ayer El Nacional, en su primera página, nos da una serie de medidas.

“Sumergir clavos de olor en alcohol durante cuatro días y agregar el líquido en crema o en aceite para bebé (…) No utilizarlo en niños.

“Cortar una naranja o limón por la mitad e incorporarle clavos de olor, colocar en aéreas estratégicas para ahuyentar los zancudos.

“Licuar hojas de malojillo o menta con agua o aceite de bebé en iguales cantidades, se cuela y aplicar el líquido sobre la piel.

“Y finalmente poner algunas ramas de crisantemo o flor de jazmín en la casa porque eso aleja los mosquitos.

Ahora se agotarán las ramas de crisantemo y las flores de jazmín. A este paso ya no digo principios de siglo XX: vamos derechito al XIX.

Terminaremos a punta de ramalazos.

Cesar Miguel Rondon
cmrondon@gmail.com
@cmrondon

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VÍCTOR SALMERÓN ENTREVISTA A HÉCTOR SILVA MICHELENA, “LA COMUNA ES UNA SOCIEDAD DE SÚBDITOS”.


La detonación de la República y un férreo sistema de dominadores y dominados, así describe Héctor Silva Michelena en su nuevo libro Estado de Siervos, Desnudando al Estado Comunal (2014, BID & CO),  al plan que Hugo Chávez dejara para Venezuela y que Nicolás Maduro impulsa con nuevas fuerzas colocando a Elías Jaua al frente del Ministerio de las Comunas.
 Individuo de número de la Academia de Ciencias Económicas, ex director del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, doctor en economía, una amplia trayectoria en la docencia en la que destaca el curso impartido en la Universidad de Cambridge y 83 años que incluyen militancia y divorcio con el Partido Comunista. Con este bagaje descose sin piedad el edén prometido a manera de comunas en las  leyes del Poder Popular.
El rompecabezas diseñado en las leyes para normar la economía comunal indica que las comunas serán formadas por agrupaciones de ciudadanos conocidas como consejos comunales, a su vez, cada comuna tendrá empresas que asumirán atribuciones que hoy pertenecen a las gobernaciones y alcaldías, mientras que el banco comunal administrará el dinero que fluirá desde el Estado y el parlamento comunal aprobará las normas que aparecerán en la gaceta comunal.
El Plan de la Patria prevé que en 2019 siete de cada diez venezolanos vivan en una comuna y actualmente ya están registradas 874. Con esta última cifra, Héctor Silva Michelena comprueba que su libro número veintiuno aborda un  tema medular y analiza las ideas centrales de su ensayo.
El Estado que contempla la Constitución tiene al municipio como unidad política primaria de la organización nacional, pero Chávez y ahora Nicolás Maduro impulsan el modelo comunal que  tiene a la comuna como célula fundamental. 
¿Por qué no se optó por acercar el poder municipal al ciudadano, fortalecer la entrega de recursos al municipio y conservar claramente la norma de la elección de los  gobernantes a través del voto universal, directo y secreto?
El establecimiento de las comunas es la demolición de la República porque la República está asentada sobre el municipio que es su célula primaria. Las gobernaciones, consejos municipales, asambleas legislativas, alcaldes son la base de una República democrática. En esta estructura el voto es universal, directo y secreto. En las leyes aprobadas para las comunas se deja ese tema abierto sin mayor precisión, solo se menciona que habrá una elección popular, pero es a mano alzada, consulté con constitucionalistas y personas que han estado en consejos comunales en varios estados del país y es así. Después no hay más elecciones, la votación es de segundo o tercer grado.
 Este es un sistema que sirve para que el chavismo continúe en el poder, la idea es que los voceros elegidos a mano alzada sean representantes del partido. Lo que cuenta es el colectivo, desaparece el individuo y no hay autonomía.
¿Como el autoritarismo está reñido con la descentralización se hace necesario crear unas comunas que dependen de un ministerio y tienen como finalidad servir a la ideología política del partido de gobierno, el socialismo, tal y como dicen las leyes? ¿Qué pasa con quien no es socialista, se acaba con la pluralidad?
Está muy cercano al pensamiento utópico. Se promete la suprema felicidad como dice el Plan de la Patria. Hay un punto óptimo y el óptimo es ser socialista, no puede haber otra preferencia, la pluralidad desaparece, de allí la expresión comuna o nada. No se toma en cuenta que el mundo es esencialmente heterogéneo, no es una masa indiferenciada de personas. Entonces el que no satisface los requisitos de la máxima felicidad que impone el gobierno es reprimido, por eso las utopías tienen una vocación totalitaria, un Estado comunal es esencialmente totalitario.
El Estado comunal depende de la Vicepresidencia de Desarrollo Territorial, del Ministerio de las Comunas y allí desaparece la autonomía individual, elemento fundamental de la democracia. La condición de ciudadano se pierde, desaparecen los ciudadanos y quedan los siervos, los súbditos.
El artículo 64 de la Ley Orgánica de las Comunas dice que la República, los estados y los municipios transferirán a las comunas funciones de gestión, administración, control de servicios y ejecución de obras. ¿Podrían perder toda utilidad las gobernaciones y alcaldías, donde están los gobernantes que son elegidos por el voto universal, directo y secreto?
Algo que es relevante es que el concepto de Estado comunal es contradictorio en sus términos, o Estado o comuna. La comuna va absorbiendo las funciones del Estado.  Entonces se supone que el poder popular va a coexistir con el poder público donde la función del poder popular es confiscar el voto del pueblo.
El madurismo se plantea desmontar el Estado burgués. ¿Existe en Venezuela un Estado burgués?
Esa es una de las cosas que dan risa. Jurídicamente se supone que el Estado y el Gobierno son distintos, que las políticas de Estado continúan, pero en la práctica no hay Estado que no sea modelado por el gobierno para sus necesidades y eso se ve claramente en países donde las instituciones son débiles.
Ellos mismos están manejando el Estado, tendrían que autodestruirse o se están llamando burgueses a sí mismos.
En la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal se adoptan postulados marxistas como la propiedad social de los medios de producción, la eliminación de la división social del trabajo y la reinversión social del excedente. ¿Qué implicaciones tiene plantearse esta estructura y limitar fuertemente la propiedad privada?
Todo el sistema de propiedad social en que se basa la idea de las comunas tiene severos problemas que conocí bastante bien en Yugoslavia, donde mejor funcionó el socialismo.  El primer problema es que es una economía casi cerrada, el comercio exterior es muy limitado, la producción es a pequeña escala, no hay absorción de tecnología. Luego en los consejos obreros había conflictos porque suprimir la división del trabajo implica suprimir la heterogeneidad y los talentos, los directores de las fábricas tenían que ser ingenieros.
En el tema de la propiedad surge otro gran inconveniente. Si es una empresa autogestionaria de tornillos, esa no es la única empresa de tornillos, llegan otras. ¿Van a competir entre sí? ¿Se va a impedir la formación de nuevas empresas? Otro tema clave es que como no se puede despedir obreros las empresas cuyas ventas no son suficientes, quiebran.
Para el chavismo todavía está vigente la teoría del valor-trabajo de Carlos Marx,  la idea de que existe una plusvalía que el empresario le roba al trabajador. ¿Qué opina?
Ese es el corazón del marxismo. Se cree que las cosas deben valer por el tiempo de trabajo. No cuenta la tecnología, el capital, el empresario que  asume el riesgo y combina los factores de producción. El precio de las cosas lo determina el mercado. Marx insiste en que el valor es anterior al mercado pero todos los ejemplos que da son con precios de mercado.
Usted menciona que el fracaso de las economías socialistas se debió a la asignación de la mayoría de los bienes por parte de un aparato administrativo, bajo el cual los productores no compiten, el control directo de las empresas por el partido y sus seccionales políticas y la falta de competitividad, democracia política y libertad. ¿La economía comunal reúne estas características?
Un elemento decisivo es la competencia porque es lo que estimula la generación de tecnología, el conocimiento aplicado a la producción. La restricción presupuestaria blanda, es decir como las empresas no pueden quebrar las rescatan con el presupuesto público, les inyectan más dinero. Eso ya lo vemos. ¿Cómo está Sidor? Guayana es emblemática en este aspecto.
Las leyes ordenan que los organismos del Estado deben favorecer en la contratación de obras, adquisición de bienes y prestación de servicios a las empresas que prevé la economía comunal. ¿Será un rompecabezas atado a la renta petrolera en momentos en que un barril en torno a 90 dólares ya es insuficiente para cubrir los gastos?
Así es, se le carga al presupuesto y cuando no alcanza emites dinero, por eso la inflación es inevitable. En los países socialistas había una gran inflación por esto, lo que pasa es que estaba muy reprimida. Por algo China decide que la solución no está en las comunas sino en la economía de mercado.
¿Qué tan profundas pueden llegar a ser estas transformaciones? En el Primer Plan Socialista 2007-2013 se establece que el modelo estará formado principalmente por las empresas de producción social, donde no habrá división jerárquica del trabajo, los trabajadores se apropiarán del excedente y el sector privado será minimizado, pero el avance ha sido lento.
Ha sido muy poco porque las empresas de producción social son de producción comunitaria para una aldea, de allí no salen, son empresitas que dependen de la renta petrolera y donde no hay demanda no hay producción. Es vital poder adaptarse a los cambios, las necesidades se transforman continuamente, por eso se hacen estudios de mercado, y estas empresas no tienen esta capacidad de adaptación.
¿Si la renta petrolera ya le queda corta a Venezuela entonces es algo insostenible?
Vamos a distinguir entre viabilidad y sostenibilidad. Viable es que puede nacer pero cuánto tiempo se sostiene, no es sostenible. Depende muchísimo de la renta petrolera e internamente no tiene capacidad más allá de la producción comunitaria.
Victor Salmeron
vsalmeron@gmail.com
@vsalmeron

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MILAGROS SOCORRO, ENTREVISTA A JESÚS ‘CHÚO’ TORREALBA

Chúo Torrealba dedica a la política ¿el día entero?, ¿casi toda su vida?, pero dice que no milita porque sabe por experiencia que en los partidos se pierde mucho tiempo “en la maraña interna de las organizaciones”.

¿De dónde salió usted?

Vengo del 23 de enero y de Caricuao. Vengo de mis preciosos viejos, Laureano Torrealba y Marina Rodríguez. Papá se vino caminando desde Güiripa a Caracas para hacerse obrero. Hizo mil cosas hasta que fue a parar a la industria metalmecánica. Fue contactado por el Partido Comunista de Venezuela, que alguna vez fue una organización de impecables credenciales democráticas obtenidas en la lucha contra Gómez y Pérez Jiménez, y junto con Acción Democrática eran las fuerzas fundamentales contra las dictaduras. A ese PCV se incorpora Laureano Torrealba, donde llegó a ser secretario sindical nacional y miembro del buró político del PCV, junto a sindicalistas como Eloy Torres, Cruz Villegas y Carlos Arturo Pardo.

Y Marina venía de Aroa. Su padre, mi abuelo, trabajaba en las minas que alguna vez fueron del Libertador. Estuvo allí hasta que las minas dejaron de producir. Entonces se marchó con su familia a Cocorote y allí se dedicó a la agricultura, que no daba lo suficiente para mantener a 11 hijos. Los mayores empezaron a irse a Caracas para trabajar y ayudar a los que venían detrás. Mi madre era la segunda. Vino y consiguió trabajo en la industria textil, concretamente en la Textilera Lanex. Hacía casimires. Allí se hizo defensora de sus compañeras obreras y terminó siendo dirigente sindical. Ahí también es contactada por el PCV y se transforma en dirigente comunista. Soy, pues, hijo de la lucha política, porque en ella se conocieron mis padres y en ella crecí.

¿Cómo resumiría sus años de infancia y primera juventud?

Yo nací en 1958. Clandestinidad, persecución de la Seguridad Nacional. Prisión y exilio de papá. Lo sacaban del país y se regresaba hasta nadando. Mis padres separados por esas circunstancias, se reencuentran al final de la dictadura. Luego vino la errada decisión del PCV de ir a la guerrilla, con la que los dirigentes obreros no estaban de acuerdo, pero que acataron con disciplina. Vuelta a la persecución. Nos mudamos muchas veces. Vivimos en sitios que ni recuerdo, pero sí sé que en Ciudad Bolívar casi morimos mi mamá y yo por el hambre y el calor. Nos dio una anemia que casi nos mata. Terminamos en Valencia, donde mi mamá tenía familia que nos dio apoyo y solidaridad. Vivíamos en uno de los barrios del sur de Valencia, un lugar muy duro, muy precario. En el año 68 regresamos a Caracas, porque el partido movió a papá para que participara en el UPA (Unión Para Avanzar), pero ya ese es otro cuento…

¿Qué le queda de esos años duros?

Un gran respeto por la gente, por lo solidaria que sé que puede ser; por aquel venezolano que decía con orgullo que era pobre pero honrado y que tenía la certeza de que a punta de estudio, esfuerzo y trabajo podía salir adelante. Me dejó una solidaridad a prueba de bomba con los presos políticos. Yo, que recuero lo que era ir a visitar a mi papá en los calabozos de la Digepol, no puedo ver una foto de Simonovis sin estremecerme.

Me queda la certeza de que uno tiene que hacer lo que buenamente cree que tiene que hacer por su país y por lo que cree. No hablo de abstracciones sino de privaciones y de riesgos.

Me queda saber que mi primo Ramón era obrero de la General Motor, con su salario de obrero especializado levantó 9 hijos y el que quiso estudiar lo hizo y el que quiso estudiar en la UCV se graduó. Y muchos pasaron de barrios en el oeste a urbanizaciones este de Caracas. Movilidad social y movilidad urbana del oeste al este. No necesito estudiar Sociología para saber esto. Yo lo viví con mi familia.

Y me queda la certeza de que el cemento que mantiene unida a una familia es el amor. Yo tuve esa estructura. El resentimiento es cemento para mantener unida una pandilla.

Su programa Radar de los Barrios salió de la pantalla cuando la planta que lo transmitía fue adquirida por empresarios de quienes se dice que son miembros de la boliburguesía. ¿Tiene algún comentario para esto?

No. La salida de nuestros programas de la pantalla de Globovisión es una oportunidad para seguir creciendo, para seguir reinventándonos. De hecho, el Radar de los Barrios se está reconvirtiendo para dar paso a dos nuevas estructuras de servicio público: Una Agencia Comunitaria de Noticias y una Universidad Comunitaria, que serán nuestro regalo a Venezuela en el 2014

¿Cómo llega al periodismo?

Yo siempre había querido aprender cosas para aprender y comunicar, por eso estudié Historia en el Pedagógico de Caracas. En 1973 me separé del PCV y luego me vinculé al MAD y en 1984 me fui de todo eso. Dejé de respetar lo que estaba haciendo. Entonces, como también cuestionaba que los profesores de izquierda usaran el aula como extensión de sus arengas ideológicas, dejé la cátedra. Y en 1986 entré a la UCV a estudiar Comunicación Social.

Mi primera incursión es en el periodismo institucional. En el 90, un amigo a quien habían nombrado jefe de Publicidad del Censo, me contrata. Este amigo se retira y quedo yo en el cargo. En la entonces llamada Oficina Central de Estadísticas e Informática empecé a interactuar con la data estadística de este país. Me di cuenta de que cosas que yo venía repitiendo eran inexactitudes o meras falsedades. Conozco, por ejemplo, que el porcentaje de población venezolana que tenía acceso a agua potable era superior al 90%, solo superado en la región por Costa Rica. Descubro que la expectativa de vida del venezolano había crecido notablemente, que los niños nacían con mucho más peso y talla y que los viejos morían mucho más tarde que en los años de la dictadura; y comprendí, a la vista de los indicadores, que todo ese incremento no solo en la expectativa sino en la calidad de vida de los venezolanos había ocurrido porque en los tempranos años 60 la democracia venezolana había desarrollado cuatro políticas fundamentales: una política petrolera nacionalista; la política de sustitución de importaciones; la democratización de la educación preservando su calidad; y la política sanitaria, que convirtió a muchos hospitales venezolanos en centros de referencia internacional.

De resto trabajé en publicidad; brindé asesoría comunicacional a proyectos de políticas públicas en diversas áreas; fui asesor comunicacional de un gran ministro de Educación, como lo fue Antonio Luis Cárdenas Colmenter; también presté apoyo comunicacional al proyecto de habilitación integral de barrios, liderado desde el CONAVI por Josefina Baldó y Federico Villanueva.

Desde el año 2005 dirijo y conduzco el Radar de los Barrios por Radio Caracas Radio; desde 2007 y hasta 2013 produzco, dirijo y conduzco su versión en TV; y desde 2009 hasta agosto del 2013 hago lo mismo en Del Dicho Al Hecho. Mantengo una página dominical en el diario La Voz y hacemos activismo ciudadano en el mundo 2.0 a través de nuestro blog y nuestra presencia en Twitter

Desde su perspectiva, ¿qué pasó el 8D, día de las más recientes elecciones municipales?

El 8D el pueblo venezolano insistió en utilizar el arma del hombre libre: el voto como mecanismo para dirimir diferencias y construir convivencia, a pesar de que esta cita electoral se produjo en medio de una inmensa crisis económica y de una ola de violencia social estimulada directamente por el gobierno. A pesar de las brutales provocaciones del oficialismo, -y de los cantos de sirena de reducidos grupitos que dicen que “estos comunistas no salen con votos”-, el pueblo venezolano salió a votar. Una participación del 58 % es muy importante en una elección municipal, en Venezuela y en todas partes. Eso es lo primero que hay que registrar.

Lo segundo es que continuó el descenso electoral del proyecto totalitario: En el 2007 el oficialismo perdió el referendo constitucional; en 2008 perdió muchas de las alcaldías y gobernaciones más importantes; en 2010 perdió en el voto popular en las elecciones parlamentarias; en las presidenciales del 2012, la votación opositora se incrementó en dos millones de votos y redujo a la mitad la ventaja que Chávez le había sacado en las presidenciales anteriores; en las presidenciales del 2013 esa ventaja, de apenas 8 puntos, se redujo prácticamente a cero.

Pues bien, de las elecciones del 8D, el oficialismo sale con menos alcaldías y concejales, mientras la Unidad Democrática emerge con muchas más alcaldías (75, cuando antes controlaba más o menos 50) y muchísimos más concejales (900, antes tenía unos 300). Eso sin contar con que en las alcaldías gobernadas por la oposición vive más del 63% del país…

El comportamiento del liderazgo y del electorado, ¿qué le permite augurar para el futuro inmediato?

El mandato del electorado al país político ha sido claro: Convivan, conversen, pónganse de acuerdo. El 8D el oficialismo se graduó de minoría, pero es una minoría muy grande; también ese día el país no oficialista se graduó de mayoría, pero una mayoría aun no suficientemente cohesionada.

Un país donde el oficialismo tiene el 48% y las fuerzas distintas al oficialismo suman el 52% es una sociedad obligada a entenderse. Así lo confirman muchísimas alcaldías, como las de Barquisimeto y La Victoria, donde el alcalde es de un bloque político y la mayoría de la cámara municipal, de otro. El pueblo les ha dicho: “¡Entiéndase!”. Si el mensaje hubiera sido “¡Mátense!”, no hubiera usado el voto.

Las reacciones del país político han sido hasta ahora de distinto signo: Capriles, la misma madrugada del domingo 8 para el lunes 9, llamó al necesario diálogo nacional en beneficio del pueblo. Por su parte, el bicéfalo liderazgo gobiernero (Maduro-Cabello) ha gastado tiempo, saliva y energía desestimando el logro opositor y tratando de explicar el 8D como un supuesto triunfo oficialista, sin entender que con las victorias ocurre lo mismo que con los chistes: si tienes que explicarlo es porque no funciona.

¿Qué evaluación hace usted de las siguientes figuras: Henrique Capriles Radonski, Nicolás Maduro, Ramón Guillermo Aveledo y le propongo una cuarta figura que sea usted quien la menciones y analice.

Henrique Capriles no solo es el líder formal de una alianza de partidos. También es (sobre todo) el líder afectivo, el referente emocional del partido opositor. Como Jefe de Campaña de la Alternativa Democrática en las municipales, le retuvieron en tierra las avionetas donde viajaba, le bloquearon autopistas y carreteras para que no llegara a su destino, le decomisaron tarimas para que no tuviera desde donde hablarle al pueblo e incluso llegaron al intento de incendio del vehículo donde solía desplazarse… ¡con él adentro! Aun así, logró el resultado de avance que hoy la Venezuela democrática puede inventariar.

Aveledo es la ponderación, la sobriedad, la consistencia, la credibilidad.

Maduro es el desespero, la angustiosa lucha de mantenerse en el poder por el poder mismo, con un horizonte de futuro de horas, días, dispuesto siempre a sacrificar sectores enteros de la población o de la economía si eso resulta para él en unos minutos más en el poder. Es difícil ubicar otra figura interesante de analizar en el ámbito oficialista, ya que es demasiado plano, demasiado uniforme en su escaso peso social y su precariedad política. Quizá no para analizar sino para echar en falta valdría la pena referirse a Alí Rodríguez Araque. Es una gran lástima para el oficialismo que Alí no tenga diez años menos. Es decir, que no tengan activo a un político que sepa leer y escribir, que aun teniendo afinidad con los cubanos tenga con ellos una relación que no sea de subalternidad y sepa que la política es algo más que hacer negocios.

¿Qué es lo que más sobrevalorado en la política venezolana y, por contraste, menos valorado (aún cuando debería tenerse en mayor aprecio)?

En la política venezolana esta muy sobrevalorada la “viveza”, el confundir la histeria con la historia y la creencia de que el desplante, el hablar golpeao o la gerencia de marketing sustituye el necesario conocimiento del país. Hay un problema de formación gravísimo. Antes los partidos eran escuelas de política, de alguna manera escuelas de ciudadanía. Hoy, el PSUV tiene una visión tan extranjera, tan antinacional de ese proceso, que los “intelectuales” que lo asesoran son alquilados en España; el Frente Francisco de Miranda forma sus activistas en Cuba y el proyecto de una Escuela de Cuadros lo están gestando en alianza con China. En la oposición, aunque los problemas son de otra naturaleza, también son severos: los antiguos partidos, venidos a menos, ya no forman de manera sistemática a sus cuadros; las organizaciones políticas emergentes, más franquicias que partidos verdaderos, ven la política más como una carrera en la que hay que tener suerte y conexiones que un apostolado que exige formación y entrega. Por eso, antes un político podía corromperse en décadas. Ahora lo hacen en meses.

A partir de lo que usted ha visto desde el Radar de los Barrios, ¿qué quieren los venezolanos?

Este es un país mucho más homogéneo de lo que cabe suponer desde las atalayas de la polarización. Chavistas, opositores e independientes quieren un país que funcione, justo, solidario, inclusivo. Unos y otros quieren una Venezuela donde los precios no suban por el ascensor mientras los sueldos se arrastran por las escaleras; donde los hijos tengan iguales o mayores oportunidades que las que tuvieron sus padres y no al revés; donde la gente pueda vivir su vida en vez de temer por su vida.

Hace 15 años, cuando usted le preguntaba a una madre en el barrio qué quería para su hijo, ella declaraba su aspiración de que su hijo fuera médico, ingeniero o abogado. Ante esa pregunta, una madre en ese mismo barrio lo más probable es que responda: “Que no me lo maten”.

Desde 1999 hasta el año 2006, buena parte del país creyó que ese país anhelado era posible siguiendo la prédica de un líder carismático. Ese líder construyó una fórmula que durante mucho tiempo le funcionó: colonizar el Estado y ponerlo a su servicio, mientras enviaba a las empobrecidas mayorías un mensaje que mezclaba la gratificación simbólica con la material, proporción que variaba según la proximidad de una contienda electoral.

A partir de 2006 esa formula ha venido decayendo, y el oficialismo pasó de traficante de esperanzas a dispensador de excusas. Tras la desaparición física de Chávez, el país sigue esperando del oficialismo (ahora sin carisma, sin dinero y sin unidad de comando) lo que se le ofreció en 1998: Nada más y nada menos que redención social. Pero ahora en el “balcón del pueblo” no está quien inspiraba confianza, sino quien genera duda. Chávez representaba un sueño. Maduro, un pantalla plana…

¿Podría usted hacer un retrato robot del nuevo liderazgo necesario en Venezuela?


El nuevo liderazgo venezolano tiene que estar casado con los pobres: la pobreza en Venezuela no es incidental sino mayoritaria, no es casual sino estructural. Siete de cada diez venezolanos vive en espacios económicamente deprimidos y socialmente segregados. Si ese nuevo liderazgo quiere ser democrático, debe pensar-con, actuar-con y generar resultados-para esa mayoría. Si ese nuevo liderazgo quiere ser poder y no solamente acceder al gobierno, debe ser progresista: un proyecto político democrático, para ser exitoso, debe estar referido al centro político de la sociedad.

Y ese centro no es una categoría geográfica, un supuesto punto equidistante entre dos extremos. Es una categoría social, política y cultural, es ese espacio donde la mayoría del país se encuentra y se reconoce. En Venezuela, desde los años 40 del siglo XX y con mucha mas fuerza desde finales de los 90, el centro político del país esta asociado a los valores y principios de la centro izquierda, del “progresismo”, de la justicia social.

Ese nuevo liderazgo debe ser, finalmente, ético (no santurrón). Se trata de que el líder exprese en su testimonio de vida lo que su discurso propone. Congruencia de pensar, decir y hacer. Así es, a mi juicio, el nuevo liderazgo que puede vencer en la presente circunstancia y construir una Venezuela económicamente productiva, socialmente justa y políticamente democrática.

Milagros Socorro
socorromilagros@gmail.com
@MilagrosSocorro

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