BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

domingo, 5 de agosto de 2012

HEMOS PERDIDO 2.000 MILLONES DE DOLARES EN CINCO EMPRESAS ESTATIZADAS..- RED POR LA DEFENSA AL TRABAJO, LA PROPIEDAD Y LA CONSTITUCIÓN.-

Cuando analizamos el monto de lo que los Venezolanos hemos tenido que gastar en el sostenimiento de las perdidas de las siguientes empresas estatizadas: SIDOR casi 700 millones, CEMEX unos 200 millones, VENALUM mas de 300 millones. SENECA casi 200 millones, ELECTRICIDAD DE CARACAS unos 600 millones. Todo para un gran total de 2.000millones de dólares, 
Estos montos no incluyen las inversiones en equipos ni maquinarias sino las perdidas operativas, financieras y daños por errores técnicos y gerenciales.
Estos están determinados por los aportes directos del gobierno y los auxilios financieros recibidos de PDVSA y Banco Central, así como crédito de la Banca.
Estas empresas fueron adquiridas por unos 4.000 millones de dólares, ellas pagaban de impuestos cuando estaban en manos privadas unos 900 millones de dólares entre ISLR y lo recaudado por IVA, hoy su aporte fiscal es muy inferior, esto unido al aumento de hasta tres veces sus gastos operativos y financieros lo cual las hace su sostenimiento muy costoso para los Venezolanos demuestra el por que el ESTADO EMPRESARIO se ha convertido en el mayor drama para la Nación. Ya que se estiman que el total de las perdidas de las empresas publicas (sin PDVSA) supera los aportes que reciben los estados y municipios vía presupuesto, las cuales estimamos en unos 55.000 millones de bolívares, esto incluye todas las empresas publicas y sus programas de producción agropecuario, industrial, comercial y demás áreas económicas.
Esto demuestra que el estado empresario es el responsable del crecimiento de nuestra deuda pública interna y externa así como de la caída de la producción nacional por los errores cometidos en el manejo del aparato económico público.
Esta a la vista la situación de todas las empresas en manos del gobierno, es para los venezolanos una tragedia.
Vicente Brito
Presidente
raulamiel@gmail.com

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JOSE RAFAEL LOPEZ PADRINO, SOCIALISMO CARICATURESCO,

Con la llegada al poder del tte coronel y su gorilato, la definición doctrinaria del "socialismo" adquirió un carácter ambiguo y nebuloso. Estos milicos iletrados han usurpado el concepto socialista utilizándolo como estandarte ideológico para justificar su fantasmal revolución despótica que ha confiscado las esperanzas de amplios sectores populares excluidos política y socialmente.

El indefinido socialismo del siglo XXI pretende imponer una bastarda revolución la cual se fundamenta en la ritualización del discurso precario del vocinglero de Miraflores. 

Proyecto que promueve la exaltación de un estado capitalista policial dispuesto a utilizar la fuerza del poder militar como medio de solución de los conflictos sociales. Es un “socialismo verde oliva” que demagógicamente utiliza una falaz retórica de inclusión social e independencia nacional cuando en la praxis promueve una mayor exclusión social y política, así como la entrega de nuestra soberanía. Además, promueve una política que atenta contra los intereses de las clases sociales históricamente explotadas.

El socialismo que nos dibujó el viejo Marx antagoniza con la revolución de las “minorías conspirativas cuartelarias” y de “pensamiento único”. Contrasta con las pretensiones de imponer un Estado uniformado y mucho menos con veneraciones supersticiosas para con un Estado despótico y represivo. No hay en Marx, la posibilidad de confundir la construcción del socialismo con el establecimiento de un “régimen que se sustenta en una bota militar pestilente y un fusil amedrentador”.

El falsificado y abyecto socialismo bolivariano impulsa la confiscación de las ilusiones de los más necesitados, el control social de los venezolanos y la imposición de un pensamiento domesticado y servil. Elucubran sobre un inexistente Estado socialista que paradójicamente ha conculcado los derechos laborales y profundizado el grado de explotación mediante la precarización de los puestos de trabajo.  Que ha generado instrumentos jurídicos, como la  recién Ley Orgánica del Trabajo -aprobada al margen de los trabajadores-destinada a desconocer e ignorar los reclamos reivindicativos socio-económicos de los asalariados.

Para esta falsa revolución, que ha dado vida a un régimen neo-oligárquico y autoritario, la palabra socialismo no reviste más que un slogan publicitario y demagógico,  con el que pretenden seguir engañando a amplios sectores de la población venezolana. Representa un proyecto fracasado por su gran orfandad ideológica, por sus abusos confiscatorios de la pluralidad política, por sus praxis fascistas, y por sus afanes militaristas. El socialismo bolivariano es una pobre caricatura y representa el mayor fraude ideológico del siglo XXI

La construcción de una alternativa socialista liberadora y democrática pasa necesariamente por la derrota de las revoluciones reaccionarias y farisea como la bolivariana del siglo XXI.


reln26@gmail.com 
@jrlopezpadrino


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NELSON MAICA C., BASES DEL LIBERALISMO 4, POLÍTICA,

Nota 4.- La conquista de la libertad avanzo durante la segunda mitad del siglo XX y, naturalmente, continuara otro tanto en el siglo XXI, tal como ha ocurrido en el ámbito de la teoría económica.
Hay un evidente retroceso en un país que se denomino Venezuela y que hoy no existe, debido a 13 años de una involución histórica inexplicable aun, pero en donde supuestamente se lucha por la reconquista de la libertad. 1999-2012.
Se ha demostrado que el socialismo, comunismo, es teóricamente imposible y, además, las ultimas investigaciones en la materia, ponen al descubierto que la política económica en donde el gobierno interviene, a medias, en las actividades del sector privado, como por ejemplo en las denominadas economías mixtas, también van a un rotundo fracaso. Ej. Francia.
Ya es inocultable la profunda crisis por la cual atraviesa el llamado Estado de Bienestar, propiciado por la socialdemocracia internacional, la variante inexplicablemente democrática del socialismo, comunismo, y su internacional socialista, foros, etc.
Se puede repetir, entonces, lo sostenido por el profesor Jesús Huerta de Soto que hoy día el debate teórico ha sido ganado por quienes defienden el liberalismo, la libertad, la economía de mercado.
Ojo, aclaramos, el liberalismo ha ganado el debate teórico, porque en cuanto a la aplicación, la puesta en práctica del liberalismo, todavía no se ha hecho del todo, falta mucho por hacer.
Es innegable la caída, por imposible, del socialismo, comunismo en la Europa del este y, paulatinamente en China, como también lo son todas las reformas que otros países intervencionistas, socialistas comunistas, están haciendo en sus economías y asimismo las grandes dificultades para plantearlas y realizarlas.
Luce poco lógico el hecho de si quedo claro desde el punto de vista teórico cuál es el objetivo final hacia el que hay que tender, sin embargo, se presenta difí­cil iniciar y llevar a la práctica las reformas.
Para los más resistentes en aceptar el triunfo teórico del liberalismo y sus políticas, como las más convenientes desde el punto de vista moral y humano, les tenemos ciertos argumentos.
Empecemos por identificar algunas de esas demostraciones y, posteriormente comentarlas:
01.            Quienes argumentan que muchas reformas liberales no son políticamente posibles y justifican, con ello, el mantenimiento del establecimiento actual.
02.            Quienes aducen que los razona­mientos teóricos que respaldan las políticas liberales son, en general, muy abstractos y difíciles de explicar a la ciudadanía.
03.           Quienes argu­mentan que la gente es muy reacia a los cambios, especialmente cuando éstos se basan en teorías abstractas y en el logro a medio y largo plazo de unos resultados que, aunque se comprenda que van a ser muy favo­rables, se considera, sin embargo, que exigen, de entrada, sacrificios importantes.
04.           Todo esto hace que la presentación y defensa por parte de los políticos de las reformas orientadas en la buena dirección peque, en muchas ocasiones, de timidez y falta de convencimiento: se piensa que los argumentos liberales dejan demasiados flancos abiertos a la crí­tica, en especial frente a una oposición socialista, comunista que, en general, se ha demostrado carente de escrúpulos y no duda a la hora de recurrir a los razonamientos más demagógicos.
05.          Estos y otros argumentos, que son los más comúnmente manejados por los políticos en contra de las reformas liberales, pare­cen haber encontrado, además, respaldo teórico en las aportaciones de la denominada Escuela de la Elección Pública. Esta escuela es representada por James M Buchanan, premio nobel de economía 1986 y busca explicar teóricamente las dificultades de emprender y realizar las reformas liberales. Entre otros aspectos, se refiere a el llamado “efecto de la racionalidad de la igno­rancia”, según el cual, dada la escasa probabilidad de que el votante individual pueda influir con su solo voto en el resultado final de las elecciones, el sistema democrático actual incentiva a que los ciudada­nos consciente o inconscientemente se ahorren el gran esfuerzo que supondría estudiar con la necesaria profundidad los múltiples y com­plicados temas que son objeto de discusión y debate a nivel político. Frente a esta supuesta inhibición del ciudadano se conforman “grupos de presión” que, identificados por un determinado interés en una área concreta, se movilizan con éxito para presionar e influir sobre los pode­res públicos consiguiendo privilegios a costa de la “mayoría silencio­sa” por la que nadie, ningún grupo y/o partido, se preocupa en defender. Es evidente que se corre el grave riesgo de que el análisis teórico de la Escuela de la Elección Pública tienda a fomentar el nihilismo entre aquellos que pretendan dedicar su esfuerzo a impulsar a corto plazo re­formas prácticas orientadas en la buena dirección. En efecto, la teoría de la Escuela de la Elección Publica parece que explica y confirma la existencia de un “círculo vicioso” en el ámbito político que es muy difícil romper: se constata que el político se limita en gran medida a “cosechar” un estado previo de opinión pública que, por otro lado, se considera muy difícil de movilizar a corto plazo en la dirección adecuada, como consecuen­cia de los efectos combinados de la “racionalidad de la ignorancia” y de la actividad de los grupos privilegiados de interés (a los que habría que añadir el “efecto de miopía gubernamental” y la tendencia de los organismos burocráticos a “expandirse” casi sin límite). Si a este círculo vicioso, que la teoría parece explicar, se añaden las múltiples experiencias frustrantes con las que muchos políticos se han topado al intentar llevar adelante reformas liberales, se comprende que sea muy fácil caer en el escepticismo o en el desánimo si es que se llega a pensar que el muro de lo “políticamente no factible” es muy difícil, si no imposible, de franquear.
06.          Además, se ha especulado sobre el efecto de la “miopía guberna­mental”, que supuestamente nace del deseo prioritario de los gobernantes por alcanzar el poder y mantenerlo a toda costa, lo que explica que tomen sus decisiones en base a una visión temporal y cercana (el de las próxi­mas elecciones), siendo casi inevitable que en la mayoría de las ocasiones terminen sacrificando el bienestar a largo plazo del pueblo, de la comunidad que los eligió, a cam­bio de obtener “ventajas políticas” a corto plazo.
07.           Esta demostrado que los organismos burocráticos tienden a expandirse mas allá de donde deben constantemente y auto justificar la necesidad de su existencia y crecimiento, entre otras razones, porque no dependen de una cuenta de pér­didas y ganancias ni se ven forzados cada día a revalidar en el mercado sus servicios como cualquier empresa privada, ya que tienen garanti­zada su existencia con cargo a los Presupuestos del Gobierno, si es que tienen el suficiente apoyo político (generalmente alentado por un grupo de interés muy particular. Por ejemplo, los diversos grupos rojitos en el gobierno y van mas de 26 ministerios, etc.).
Y, sin embargo, existen diversos ejemplos históricos que ponen de manifiesto que es posible impulsar reformas liberales, incluso en contra de circunstancias muy adversas. Seguiremos en el próximo.
Tips:
·        Ojo con la “ceguera voluntaria” dentro de la resistencia y la oposición, sobre todo en el comando del candidato y en él mismo. El secreto, como es del dominio público, es consustancial con el gobierno totalitario y, con frecuencia los propios agentes del mal, sus colaboradores y seguidores, no tienen una visión de conjunto de los hechos malévolos en que están comprometidos.-
·        En estos tiempos, la mayoría rojita, los “de a pié rojitos”, pero que reciben y/o esperan recibir cualquier “migaja” del gobierno y para conservarla no quieren saber nada de los desastres, de las violaciones a la CN, las leyes, los despojos a las personas, a sus vidas, a sus bienes, escases de todo tipo, etc. Toda información sobre esos hechos malévolos viene siendo sofocada por el temor, el deseo de mantenerse y ganar algo, por la ceguera y la estupidez voluntaria.-

Lema histórico de Venezuela: “Dios y Federación”.- Orquídea.- Estado Trujillo: Bucare Anauco.

nelsonmaica@gmail.com  


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FERNANDO MIRES – EL DISCURSO DE CAPRILES

La candidatura de Henrique Capriles Radonski ha logrado unificar dos dimensiones que en la historia reciente de Venezuela estaban separadas. Una es la lucha por las libertades democráticas. Otra, la lucha por la justicia social. Esa es la razón por la cual la de HCR no sólo es una candidatura. Además, es –o ha llegado a ser- un movimiento nacional, político y social a la vez. 
No toda candidatura posee esa doble dimensión. Si analizamos elecciones recientes en América Latina, veremos que las que dieron como vencedoras a Dilma Rousseff y a Cristina Fernández corresponden con una fuerte demanda social iniciada durante los gobiernos de Lula y Kirchner respectivamente. La elección que llevó a José Mujica al gobierno uruguayo fue también más social que política pues las libertades democráticas estaban, antes de la elección, plenamente garantizadas. La elección que dio triunfador a Humala en la segunda vuelta fue, en cambio, más política que social puesto que para los partidos que lo apoyaron se trataba de evitar lo que ellos consideraban un “mal peor” (retorno del fujimorismo). A su vez, la elección que dio como vencedor al PRI de Peña Nieto, corresponde más bien al modelo clásico mediante el cual diversas opciones compiten entre sí, sin que ninguna logre perfilar una dirección muy distinta a las demás.En fin, en pocas elecciones la dimensión política y la social han estado tan unidas como en la candidatura del HCR. Esa es quizás una de las razones que explican por qué Capriles ya es considerado, y no por pocos, como probable vencedor en las elecciones que tendrán lugar el 7-O. Estamos sin dudas frente a un nuevo fenómeno político.
Para entender el nuevo fenómeno político hay que tomar en cuenta que en todas las elecciones habidas durante su mandato, Chávez, elevado a la categoría de campeón de la justicia social, pudo imponerse sobre una oposición que si bien ha logrado erigirse como defensora de las libertades políticas, no estaba todavía en condiciones de representar los intereses de los sectores sociales más desposeídos.
Chávez, eximio populista, ayudado por la evidente desvinculación entre “lo social” y “lo político” que caracterizó a la democracia pre-chavista, logró crear la imagen simbólica, todavía arraigada, de una oposición “burguesa y oligárquica” opuesta a los intereses del pueblo, frente a la cual, él, supremo justiciero, se erige como histórico vengador.
No importaba que gran parte del contingente chavista no proviniera de ninguna izquierda social, sino de grupos de aventureros sin pasado político, fragmentos adecos y masistas y, no por último, de los más oscuros cuarteles. No importaba tampoco que en la oposición se encontraran destacados luchadores sociales, partidos socialdemócratas, dirigentes obreros y hasta antiguos guerrilleros. Mediante su demagogia, más el uso de dádivas, misiones y concejos comunales, Chávez logró estatizar a diversas organizaciones sociales, dando forma a un sistema corporativo que le permitió aparecer, en el interior y en el exterior de la nación, como líder revolucionario de un pueblo políticamente organizado. De esa falsa imagen ha vivido hasta ahora el chavismo.
Fue así que Capriles, entre otros, entendió que Chávez no podía ser más enfrentado oponiendo el principio de libertad al de necesidad. Así también lo entendieron los electores de las primarias al elegir a Capriles como su abanderado. Capriles, siguiendo ese mandato, decidió desafiar a Chávez en los que se creía eran sus reductos inexpugnables: las aldeas y pueblos: allí donde viven los pobres, los abandonados, los humillados y los ofendidos.
Falta de hospitales, de escuelas, de caminos, de agua, casas de cartones, inseguridad, predios abandonados, ausencia de ayuda estatal, solo una que otra misión donde son repartidos regalos en épocas electorales a cambio de llevar una franela roja. En fin, la revolución social de Chávez nunca había tenido lugar.
De todos los escándalos que ha vivido la Venezuela chavista quizás no hay ninguno más grande que el de la revolución. Porque ni siquiera en términos antimperiales ha realizado Chávez una revolución. Al contrario, Venezuela –víctima del deterioro del aparato productivo- ha llegado a ser uno de los países más dependientes de las importaciones norteamericanas de todo el continente. De las exportaciones, ni hablar. La independencia económica no sólo no ha tenido lugar sino, además, ha sido fortalecida, y todo eso, a costa de los productores y trabajadores venezolanos. Ese hecho, el escándalo de una revolución que nunca fue, ha sido denunciado sistemáticamente en el discurso político de Capriles.
Analizando videos de las masivas manifestaciones que se desatan en todos los lugares donde aparece Capriles, es posible advertir que su discurso emerge de un encuentro entre el candidato y la realidad que lo circunda. Es por eso que, en primer lugar, el de Capriles es un discurso descriptivo. Eso quiere decir que no es un discurso ideológico. En ninguna de sus intervenciones vamos a encontrar frases dedicadas al capitalismo, al comunismo, a la izquierda o a la derecha, al bien o al mal.
Capriles no habla de cambiar el orden económico mundial, ni de salvar al planeta, ni de guerras en contra del imperio. Pero sí de construcción de caminos y puentes, de escuelas y hospitales, en fin, de los temas de la vida cotidiana. Y la gente así lo entiende y así lo siente. En cierto sentido podríamos decir que Capriles está contribuyendo a des-ideologizar el idioma político venezolano. ¿Será esa una de las razones por las cuales sus enemigos dicen que es un mal orador? Sobre ese punto vale la pena detenerse un instante.
Antes que nada debe ser aclarado qué es lo que se entiende por oratoria política. Se trata de algo muy simple: La oratoria política consiste en decir las palabras precisas, en el momento preciso y en el lugar preciso. Luego, el orador político debe ser antes que nada un expositor. Y Capriles lo es. Ahora, desde ese punto de vista, y a diferencia de lo que muchos creen, Chávez es un pésimo orador político. Chávez –eso es muy diferente- es un excelente predicador. Es por esa razón que, cuando Chávez habla, su oratoria adquiere el carácter de una prédica evangélica.
Chávez grita, gesticula, ríe y hace reír, llora y hace llorar a los suyos. Sus fieles son transportados a una suerte de catarsis en esas misas profanas en que convierte cada una de sus apariciones públicas. En ese sentido Chávez apela al inconsciente religioso e incluso mágico de su pueblo. Su mensaje, por lo mismo, no es político. Es, en gran medida, anti-político. No así el de Capriles. Pues la política vive de los problemas concretos de la polis, aunque esa polis no sea más que un poblado perdido entre los montes.
Decir las palabras precisas en el momento y en el lugar preciso requiere de un arte que no domina Chávez: el de la brevedad. Capriles, por su lado, sin aspavientos, ha sabido marcar con frases muy breves su trayectoria electoral. “Yo no vengo aquí a quedarme para siempre”; “Mi gobierno tendrá plazo de vencimiento”; “El proyecto que lidero no es contra nadie, es a favor de todos ustedes”; “Con los recursos que tiene Venezuela es imperdonable que haya ciudadanos que padecen hambre”. Cada una de esas frases impregna la mente ciudadana de un modo mucho más profundo que un discurso de tres horas, chistes viejos, canciones y bailoteos incluido.
Hay, además, otro punto que debe ser remarcado en la sintaxis política de Capriles. En cada  lugar que visita no sólo él hace uso de la palabra. La “sociedad” a través de sus representantes también habla con Capriles y al hablar se articula consigo misma. Capriles hace entonces lo que Chávez nunca ha sabido hacer: escucha. Luego, sobre la base de lo escuchado, Capriles interviene y expone. Su discurso entonces no surge de una simple subjetividad narcisista. Es una respuesta “al otro”. O dicho así: El discurso de Capriles -a diferencias de el de Chávez que es monológico- es dialógico. De este modo la política recupera una de las características sin la cual nunca habría nacido: la dialogicidad, única posibilidad del humano para ser lo que bajo el imperio del monólogo es imposible: un sujeto de sí mismo a través del espejo de los otros.
Que el discurso de Capriles sea dialógico no excluye por cierto el antagonismo con el adversario. Antagonismo que al ser político no recurre al lenguaje de la guerra el que a través de insultos innombrables maneja a la perfección Chávez. “Yo no vengo a pelear aquí con nadie”- dice Capriles. Pero sí, interpela directamente a Chávez. Por ejemplo, cuando comenzó su campaña se refería sólo a “este gobierno”. Mas, poco a poco Capriles ha personalizado sus ataques. Ahora habla de “el otro candidato”, o de “el candidato del gobierno”; y más aún: de “el candidato del pasado”.  A veces, sin mencionar a Chávez, lo descoloca por completo. “Yo quiero ser el presidente de todos los venezolanos, incluyendo a los rojos”. O cuando refiriéndose a la gloriosa frase: “quien no es chavista no es venezolano” responde de modo fulminante: “No es el presidente quien decide quien es venezolano. Son los venezolanos quienes deciden quien es el presidente”. O también cuando denuncia sin nombrarlas, las subvenciones de Chávez al corrupto régimen cubano: “Venezuela no regalará una gota de petróleo más a nadie”. Frases cortas, directas, muy claras. En breve: frases políticas
No deja de llamar la atención que Capriles, el candidato de la derecha según Chávez, recurre a temas que tradicionalmente han sido patrimonio de las izquierdas socialistas. En cambio, los de Chávez son más bien propios a las más rancias derechas del continente. Así, mientras Capriles habla del progreso, Chávez habla del pasado. Mientras Capriles habla al  pueblo multicolor, Chávez se enreda en una racista discusión en torno al rostro de Bolívar. Mientras Capriles habla de la modernización económica, Chávez habla de las glorias militares de la nación. ¿Serán esas las razones por las cuales las marchas populares de Capriles han despertado tanto entusiasmo?
La palabra “entusiasmo” significaba para los griegos antiguos “llevar a un dios dentro de sí”. Traducido al lenguaje moderno, entusiasmo significa transportar el principio de la vida, principio representado en lo nuevo, en lo que aparece y no en lo que perece. Eso no tiene nada que ver con el cuerpo –enfermo o sano- de Chávez. Tiene que ver sí, con un espíritu que ya no es de este tiempo, con un pasado que no volverá, con una ideología que ya está muerta. Capriles, en cambio, ha llegado a convertirse en el significante personificado de un vasto movimiento social y político el que, mientras más se articula consigo mismo, más desarticula al discurso adversario.
Para decirlo todo en una sola frase: Venezuela se encuentra al borde de un nuevo comienzo.
fernando.mires@uni-oldenburg.de

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ANTONIO SEMPRUN, DESTRUIR LOS MOTORES IMPULSORES DEL DESARROLLO QUE SE HABÍAN ENCENDIDO.

La prepotencia y al ignorancia pasan cuentas muy altas cuando se pretenden usar como atributos. Antonio Semprun
Han transcurrido catorce largos y oscuros años para la historia contemporánea del país desde que Chávez asumió el poder en Venezuela. Ese tiempo le ha servido para expropiarse de sus propios resentimientos, usar el enorme poder del estado para combatir y destruir los motores impulsores del desarrollo que se habían encendido. Sus acciones como presidente y posteriormente como dictador todo poderoso, ha sumido al país en compromisos que comprometen el futuro de Venezuela y de treinta millones de venezolanos.
La interpretación de poder que pulula en el cerebro del dictador consiste en hacer y deshacer sin rendir cuentas, siente que nada está por encima de El, y que nada funciona sin su presencia, eso lo lleva a irrespetar de manera flagrante los derechos humanos, a violar del ordenamiento jurídico lo que convierte al estado de derecho en el país en una farsa. Chávez, gobierna basado en lo que cada día se le ocurre, sustituye las reglas éticas de la convivencia social por las imposiciones propias de un clan de gánsteres.
En Venezuela sus habitantes viven en un estado forajido, sumido en esa lamentable etiqueta por quien incumple las leyes ó las modifica a su conveniencia, ignora los tratados internacionales y desafía a los organismos multilaterales encargados de velar por el orden y la paz del mundo, su poder está respaldado por dinero del que dispone y no le pertenece con el que compra conciencias, favores y complicidad nacional e internacional, el inmenso capital venezolanos le sirve para engrasar y aflojar principios que arrodillan a sus súbditos.
En los últimos catorce años Venezuela ha ido acumulando un grueso prontuario delictivo, es el país con más demandas ante instancias internacionales después de Argentina debido al proceso de nacionalizaciones que lo único que ha hecho es acelerar la crisis interna de desabastecimiento y miseria del país. Ante tan crítico escenario jurídico internacional el dictador venezolano asume la actitud de un envalentonado delincuente que se cree intocable, escudado en el poder usurpado decide retirar al país de organismos con los que ha suscrito acuerdos, creyendo que así se libera de las responsabilidades contraídas, poniendo en evidencia su oceánica ignorancia.
Chávez pretende desmontar un país que antes de su llegada al poder suscribió acuerdos con organismos internacionales, que acataba y cumplía con las normas y reglas suscritas como lo hace un país democrático apegado al ordenamiento jurídico nacional e internacional. Ordenó la salida de Venezuela del Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y la más reciente aberración es el retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El dictador pretende en vano con estas decisiones evadir responsabilidades y una justicia terrenal ó divina que lo alcanzará.
coronelantoniosemprun@gmail.com

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SAMMY LANDAETA MILLÁN, LA DEFENSA INTEGRAL.

Durante los últimos tiempos, hemos oído hablar mucho, sobre la Defensa de la Patria. Tal vez algunos ciudadanos pensaron, que eran frases banales o tareas exclusivas de LOS MILITARES; pero NO es así. Luego comprobaron lo contrario, cuando el DESGOBIERNO nos colocó, en las fauces del COMUNISMO. Ahí observamos   con estupor, que LOS CASTRENSES nos salieron con las patas quebradas y los bolsillos llenos, de TRAICIÓN a la PATRIA.  Esa situación demuestra hoy, que estamos en el deber ciudadano de asistirla, ejerciendo el derecho al VOTO y actuando persuadidos de participar -de ser necesario- en: LA DEFENSA INTEGRAL.

Dos conceptos van concatenados en la SOBREVIVENCIA de un País, Estado o Nación. La SEGURIDAD, que es un término que proviene del latín securitas y cotidianamente se puede referir a la seguridad como la ausencia de riesgo o también   la confianza en algo o alguien. Sin embargo, la expresión puede tomar diversos sentidos, según el área o campo a la que haga referencia. Por ejemplo en la pirámide de Maslow, la Seguridad en el hombre ocupa el segundo nivel dentro de las necesidades de déficit y atendiendo a la teoría de las necesidades de Bronisław Malinowski, la Seguridad, es una de las siete necesidades básicas a satisfacer por el hombre. El vocablo DEFENSA, puede referirse a una argumentación contra una imputación, a favor de una idea o posición. Se utiliza como mecanismo de protección contra un peligro. Representa el conjunto de elementos arquitectónicos e ingenieriles, como murallas y torres, que protegen una ciudad o punto fuerte. Puede ser un elemento para proteger los buques y las instalaciones portuarias. También podríamos decir, sobre la base de dichos conceptos, que la Seguridad es la capacidad para persuadir o influir en el comportamiento de un enemigo potencial y la Defensa sería entonces, la manera de controlar, neutralizar, derrotar, expulsar o hacer desistir al adversario; en sus intenciones.
Venezuela está a las puertas de cumplir con un escenario político por excelencia, que representa las Elecciones Presidenciales del 7 de octubre del 2012 y el resultado de ese proceso influirá significativamente en el porvenir del País. Es por ello que todos los venezolanos y extranjeros residentes en nuestro territorio, deben avocarse a cumplir masivamente a ejercer del VOTO, como derecho directo, secreto y universal, que les permitirá cambiar el rumbo de la Patria. En síntesis es un acto de CONCIENCIA CIUDADANA, que significará la diferencia, entre dos aspectos fundamentales: 1.- El CONTINUISMO de la política Castro Comunista, por flagrante invasión de nacionales Cubanos y de otras procedencias, que usufructúan, nuestro Patrimonio. 2.- El PROGRESO, derivado de la oferta, exposición, explicación, demostración y difusión, de una nueva cara política, impulsada por el candidato opositor.   Sería   llover sobre mojado, si tratáramos de destacar las condiciones morales, de candidato unitario de la oposición: Henrique Capriles Radonski y tampoco se hace necesario trillar sobre los atributos de aquel que pretende ser: “El candidato de la Patria, ” cuadro sus demostraciones aplican en los calificativos de: OPRESOR, Tiranuelo,  Esclavista y Dictador o concretan, que ésta última opción sería INVIABLE, para el País, por NO estar acorde con el DESARROLLO aspirado, por los ciudadanos; en un futuro mejor.
En la Defensa de la Patria, juegan un papel muy importante tres postulados que se hace necesario trascribirlos: El Primero se refiere a LO MILITAR inscrito en el Articulo 328: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica.” El Segundo describe la VIGENCIA de la Constitución como marco legal inscrito en el Artículo 333: “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.”  Y el tercero se  refiere  a lo concerniente al ACCIONAR CIUDADANO, esbozado en el Articulo 350: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz, y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.”
Con relación a LOS MILITARES, queda claro que ellos le pertenecen solo a la Nación. Muchos deben desinhibirse del espejismo que proyecta a la Fuerza Armada Nacional -FAN- como un apéndice político: “Socialista, revolucionario, antiimperialistas y chavista” Se sabe, que ese pregón, incide en la gran mayoría de los Altos Mandos Militares, pero en cambio, en los mandos medios se advierte que será cuesta arriba, tratar de influenciarlos, para torcer la voluntad popular, porque NO le deben mucho al desgobierno, depredador, entreguista y Traidor a la Patria. Quizás también, LOS CIUDADANOS; NO tengan EXCUSA, porque llega muy pronto, el momento de darle la cara al País, para erradicar el COMUNISMO y el VOTO se presenta, como elemento regulador y democrático, que también sirve de instrumento de acción,  para aquellos incorporados,  al  “socialismo ajuro,” y  luego: Despedidos. Expropiados. Excluidos. Víctimas de la Inseguridad o la Justicia amañada, en Cárceles. Exilio; sin excluir la Muerte de familiares y amigos.
¡NO HAY LIDERES! Esa frase entró en desuso en el OFICIALISMO, porque se pensaba que por los siglos de los siglos, el iluminado de Sabaneta de Barinas. Estado Barinas, solo competiría con su Sombra. Pero las Elecciones Primarias le dieron un vuelco a la situación. La participación opositora, en dicha jornada, muestra; que el candidato OFICIALISTA, está colocado en la raya de salida, mientras el de la OPOSICIÓN, parte más adelante; porque lleva TRES MILLONES de electores contabilizados y eso: LOS TIENE MUERTOS.  Por eso se dirige la Campaña desde Cuarteles o en sitios maquillados por donde pasa el “Rey y hasta sus propios partidarios, han sido víctimas del escarnio público -caso Anzoátegui- porque el propio Jefe, ordenó BARRERLOS, para “potenciar” a otros conchupantes. Esas acciones, inciden en lo escabroso y crean inquietud, al presagiar escenarios como: La desestabilización. El FRAUDE electoral o El Estado de Excepción. 
Los OPOSITORES en Venezuela, estamos consientes, que somos   MAYORÍA, a partir de la elecciones a la Asamblea Nacional donde para el desgobierno 48%, resultó ser mayor que 52%. Pero ahora la situación es distinta, cada sufragio significa lo mismo; en cualquier sector del País. Entendemos que es PELIGROSO, ARREBATARLE el mandato, por VÍA ELECTORAL a un enloquecido, enceguecido y envilecido individuo, que se arroga la potestad de ser el dueño, del PODER MILITAR. Pero a toda la ciudadanía, le asiste el derecho, a sufragar el 7 de octubre de 2012, en contra del CONTINUISMO, para ERRADICAR el COMUNISMO y de ser necesario invocar el cumplimiento de los Artículos 328, 333 y 350 de la Constitución Nacional vigente, para impedir que una persona o parcialidad politca, pretendan desconocer la voluntad de un Pueblo y esa asistencia, para con la PATRIA, se convertiría, indudablemente; en: LA DEFENSA INTEGRAL.
Cita: “Si nosotros nos dejamos insultar hasta de los débiles, no seremos respetados de nadie, y no merecemos ser naciones.”Simón Bolívar
sammylandaeta@gmail.com
@ProtestaMilitar

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ADOLFO R. TAYLHARDAT, MI DELIRIO SOBRE BARINITAS

En días pasados estos varios acontecimientos protagonizados por el delirante que ocupa desde hace 14 años la silla de Miraflores. Esos hechos ponen en evidencia algunas de las facetas recurrentes del personaje.
Una de ellas es su arrogante prepotencia que lo lleva a creer que tiene derecho a abusar del poder con el cual lo invistieron quienes creyeron que dedicaría ese poder a gobernar en beneficio del país y de sus ciudadanos y no en beneficio propio y de quienes integran la hueste de incondicionales lame-botas que lo siguen.
Esa prepotencia lo lleva a usar y abusar a su antojo de los símbolos patrios. Primero fue la bandera a la cual le agregó una estrella. Luego fue el escudo en el cual puso al caballo a correr en sentido contrario, sustituyéndolo por una figura que más que un caballo galopando parece un perrito corriendo. Ahora es la imagen del Libertador la que ha sido víctima de sus despropósitos.
¿Quién le dio derecho a profanar el sarcófago en el cual han reposado en la paz de los difuntos lo restos del héroe de la patria? Y todo por satisfacer una curiosidad personal de si el que venerábamos en el Panteón Nacional es efectivamente Simón Bolívar y si había muerto asesinado o por otra causa. El resultado no podía ser otro sino el que nunca antes había sido puesto en duda. Ahora afirman que no sufría de tuberculosis como diagnosticó su médico, sino de "histoplasmosis", una enfermedad respiratoria seguramente desconocida entonces y que con los escasos conocimientos científicos de la época pudo ser identificada como tuberculosis. En todo caso, eso no cambia en nada la historia y mucho menos justifica la profanación de sus restos mortales.
Peor aún, ¿quien lo autorizó a "decapitar" la osamenta del Libertador para retirar su cráneo a fin de que hicieran una reconstrucción de su rostro? También en este caso, la fulana reconstrucción pareciera ser una copia notablemente adulterada, de algunos de los retratos que pintores de la época la hicieron en vida.
El resultado final de todo esto es que la imagen del Libertador ha dejado de ser el ícono sagrado venerado durante siglos por todos los venezolanos para convertirse en un instrumento de política y centro de la campaña electoral del führer. Como dice el historiador Elías Pino Iturrieta en la entrevista que le hizo Roberto Giusti (EU, 29/07/12, Pág. 1-2), "la de Bolívar era una figura dominante que cobijaba a todos los venezolanos... a ella se le presentó como fundamento y esencia de nuestra vida desde el siglo XIX". Ahora "Bolívar divide en lugar de unir y provoca odios antes que concordia, partiendo del mensaje de su profeta" (el  führer).
Peor aún, el inquilino de Miraflores se cree Bolívar redivivo. Está convencido de que es la reencarnación, un clon, del Libertador y que tiene la misión de completar la obra que supuestamente no llegó a realizar plenamente nuestro héroe nacional: lograr la independencia de Venezuela después de más de doscientos años que llevamos viviendo como nación independiente y soberana.
Otro hecho gravísimo protagonizado por el arrogante usurpador que detenta el poder ha sido la decisión de retirar a Venezuela de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. ¿Quién le dio derecho a tomar esa decisión que afecta por igual a todos lo venezolanos violando al mismo tiempo normas expresas de la Constitución Nacional?
No presentó punto de vista sobre ese exabrupto. Muchas han sido las opiniones y numerosos los sólidos argumentos jurídicos que han sido expuestos, los cuales comparto plenamente, acerca de los alcances y consecuencias de esa decisión irracional e injustificada cuya consecuencia más directa es que los venezolanos quedamos "a la buena de Dios" sin nadie a quien recurrir cuando se atropellan nuestros derechos fundamentales porque los órganos del Estado responsables de salvaguardarlos son cómplices en esa decisión. El Consejo de Derechos Humanos de las NU, el secretario general de la OEA, autoridades de diversas ONGs y portavoces de gobiernos de distintas latitudes han expresado también preocupación y manifestado la esperanza de que no se materialice la salida de la CIDH. Sin embargo, la naturaleza irracional del führer ofrece poca esperanza de que ocurra una reconsideración de esa medida descabellada.
Todo esto demuestra fundamentalmente dos cosas: La primera es que la naturaleza prepotente de quien en mala hora rige los destinos del país lo lleva a considerar que está por encima de todo. (El Estado soy yo, sobre mí mi boina roja). Luego de lograr el control total del país con el contubernio de todos los poderes públicos, se siente capaz de cometer el más vil de los abusos de poder. Además. ahora pretende extender ese poder omnímodo más allá de nuestras fronteras valiéndose del caudal de petrodólares que recibe el país, del cual dispone también como si fuera su alcancía personal.
Viendo que el apoyo de la población se esfuma vertiginosamente y que cada día son menos los votantes con que cuenta, envía misiones al exterior a buscar apoyo para su candidatura. Una veintena de elementos de su entorno viajaron a diversos rincones del planeta a hacer campaña para convencer a gobiernos y pobladores de otros países de las bondades de su dictadura y la fortaleza de su candidatura. ¡Qué despilfarro! Seguramente esos emisarios lograrán reunir votos suficientes de gobernantes extranjeros y de izquierdistas fanáticos de otros países como para revertir el caudal creciente de apoyo que respalda al candidato de la Unidad Democrática. ¡Cuánta ridiculez!
Afortunadamente le queda poco tiempo para seguir abusando. Llegado el momento, habrá que exigir cuentas a todos los que tanto daño le ha hecho a nuestro sufrido país.
@taylhardat
adolfotaylhardat@gmail.com 
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LUIS BETANCOURT OTEYZA, SAI O EL FRAUDE DE LAS CAPTA HUELLAS, PARA METER MIEDO

El ministerio de elecciones del gobierno chavista arrancó temprano por una sorpresiva campaña publicitaria para promover un nuevo invento electoral. Un extraño aparatico que no se usa para votar en ningún país y que recuerda uno de los controles implementados por el servicio de seguridad de USA tras los atentados sangrientos del 11 de abril de 2001 para protegerse de terroristas, tratando de identificarlos por sus huellas dactilares. Todos los que han viajado al Imperio, como Nicolás Maduro y otros diputados gozones, han pasado por ese momento tenso de poner su dedo en un aparato de control policial para entrar a territorio americano y para montarse en un avión. Todos se han sentido escrutados, registrados, casi violados en su intimidad por esas capta huellas manejadas por severos, y a veces mal encarados, oficiales de inmigración gringos. Ahora las va a usar Tibisay y su banda para que los venezolanos podamos ser autorizados a ejercer nuestro más importante derecho político: votar.

¿Por qué lo quieren hacer si ya nos han captado nuestras huellas para dotarnos del único instrumento legalmente indispensable para votar: nuestra cédula de identidad? La cédula nos la suministra en gobierno, supuestamente después de comprobar nuestros datos identificatorios, de nacimiento y filiación, y verificar que no tenemos otro registro con otro nombre o edad. Para eso nos recogen las huellas, y nos conceden una credencial oficial que conocemos como cédula de identidad, respaldada por toda la autoridad del Estado venezolano. No nos hace falta más para identificarnos ante autoridades, como el CNE, u otras instituciones, como bancos y servicios de salud.
Nos dicen que el aparatico se instalará para evitar que votemos más de una vez, en la misma mesa o en cualquier otra a donde nos pudiéramos desplazar  el día de la votación, a pesar de que nos van a embadurnar el dedo con una tinta especial preparada para evitarlo, por el CNE en sus estrictos laboratorios de asesores cubanos del G-2.
En su campaña sorpresiva para promover el aparatico decían algo tan extraño  como “tu huella es tu voto”, casi afirmando que se votaba con la huella, afirmación por demás incomprensible pero posible luego que hemos pasado de votar, como en todo el mundo, con una papeleta que se contaba en una caja que se abría al terminar la jornada, a hacerlo con una tecla en otra maquinita.  Extraña la campaña pero en nada inocente ni torpe. Lo que nos estaban sembrando en la imaginación y el inconsciente era lo que querían que entendiéramos: que con esa huella que nos volvían a obligar a registrar registrábamos nuestro voto, y de allí a hacernos ver que se preparaba otra lista Tascón no quedaba ninguna duda. Con el aparatico que recogía nuestra inocente huella conectada a la máquina que registraría nuestro voto “nuestra huella identificaba nuestro voto” y no al votante. Más claro no cantó ninguna de las gallinas del CNE. Ante esta campaña hubo un desconcierto inicial como el que sigue a todo invento: el avión, el bombillo, la radio, etc., y dos reacciones políticas: los que no quieren atacar al CNE rojo rojito porque, de buena fe, creen que eso espanta a los votantes y los que olieron que algo podrido se traía el nuevo aparatico para las huellas, y se pusieron a pensar. Los últimos, “diablos radicales de la oposición”, estudiaron el aparatico, las excusas del CNE para tanta innovación y el costo de la nueva compra, para llegar a conclusiones interesantes, a saber: “no es posible que el aparatico identifique mi huella entre los 19 millones de inscritos en el REP; no puede indicar a la mesa de al lado en el mismo centro de votación que yo ya voté en otra mesa, y menos aún a otro aparatico en otro centro de votación en la misma ciudad o en el mismo estado; a lo mejor me puede denunciar con un pito o alarma si vuelvo a votar en mi misma mesa porque me limpié el dedo embadurnado con la tinta y me puse barba y peluca de distinto color que el de mi pelo original.”  Lo que los llevó a concluir que el aparatico no servía para casi nada pero el casi tiene dos caras, más duras que las de los rectores del CNE; una, que el aparatico es otro negoción millonario de algún valido boliburgues, otro chip gasolinero, porque un aparatico multiplicado por 40.000 mesas son 40.000 aparaticos que valen muchos dólares; otro Pudreval, vamos.
La otra cara, más tenebrosa y muy propia de estos malandros que nos gobiernan, socios del narcotráfico con las FARC, organizadores de colectivos asesinos, liberadores de pranes secuestradores, cómplices de la entrega de Venezuela al comunismo cubano, es la del manejo del miedo; ese instrumento que han utilizado siempre los tiranos para someter a sus ciudadanos. Miedo a ver, miedo a ser testigo, miedo a opinar, miedo a defender a un inocente, miedo a decir, en fin, miedo a votar de acuerdo con la conciencia y la esperanza personal.  Y ése es el verdadero objetivo y justificación del costoso aparatico “capta huella” llamado SAI, más nada. No sirve para más nada, y eso hay que decirlo porque el pueblo, no sólo lo entiende, sino que lo sabe desde el mismo día de la primera cuña. Están equivocados los que se empeñan en quitarle importancia al aparatico y hasta lo quieren vender desde las trincheras de la oposición; no, el pueblo no es tonto y no le gusta que lo tomen por tal. El pueblo quiere ser protagonista y no grey; no quiere que lo tomen por manada útil de pastores bobos. El pueblo quiere pelear y lo está demostrando cuando acompaña a Henrique Capriles a cara limpia en todos los actos públicos. El pueblo sabe lo que es el miedo después de 160.000 asesinados, millones de bombas lacrimógenas respiradas en sus protestas legítimas, pero el pueblo no quiere más miedo ni bobos que los consuelen. Quiere la verdad y luchar por y junto a ella; por eso está en la calle. Acompañémosle denunciando los aparaticos que no sirven sino para querer meter miedo. Espantemos nosotros a las Sayonas del CNE y a su jefe agónico que el resto de los espantos corren solos ¡Ya basta!
betaluis@gmail.com

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ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA, LA CRISIS VENEZOLANA Y LA BANALIZACIÓN DE LO POLÍTICO


 “La política es nuestro destino.” Carl Schmitt
1
            No hay mal que por bien no venga. Y en ese, y sólo en ese sentido, rescato el principal valor de la invasión de la barbarie a manos del militarismo autocrático y caudillesco: en la visceral reivindicación de lo político. Así haya irrumpido por la puerta trasera de los cuarteles. Pues ese fue el efecto directo de su frustrado golpe de Estado: barrer con la indiferencia, la apatía, la banalización de la vida pública venezolana y hacer tabula rasa de la forma más degradada de la política que entonces sufriéramos: la de la catalepsia de la política nacional y su rebaja a mera administración de los ingresos del rentismo petrolero por élites clientelares; la conversión de la participación ciudadana en ritual electorero y la desvalorización de la democracia representativa. Vale decir: la delegación del poder de las mayorías a cúpulas partidistas a cambio de granjerías y subvenciones, institucionalizadas desde el Estado.
Pues se tiende a desconocer que la razón última del golpe de Estado y el dramático giro de la vida política venezolana fue de naturaleza socio-económica, no política o militar. Si buscamos un hecho concreto al que culpar por haber propiciado el inicio de los acontecimientos sociopolíticos que desembocan en el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 y abren la historia al trágico proceso que estamos viviendo desde pronto hará 14 años, nos vemos obligados a retrotraernos al 27 de febrero de 1983 cuando al fragor del tristemente célebre Viernes Negro sucumbiera como aventado por los Dioses una mítica aunque postiza realidad de más de medio siglo de existencia: el dólar a 4.30. Bastó la súbita desaparición del poder adquisitivo de los venezolanos mediante la devaluación del dólar – y el absoluto desconcierto del gobierno de turno - para que éstos sufrieran la inmediata desafección respecto del régimen instaurado por los firmantes del Pacto de Punto Fijo. Dicho inversamente: el pacto democrático surgido a la caída del régimen dictatorial de Pérez Jiménez hizo aguas en cuando sus firmantes se mostraron incapaces de seguir subvencionando a sus principales beneficiarios. Esa variopinta representación de nuestra sociedad cuya utopía no tenía nada que ver con los valores esenciales de la democracia entonces conquistada, como creyeran los apologetas del sistema: la justicia, la libertad, la igualdad, sino con la posibilidad inmediata de disfrutar del valor adquisitivo del Bolívar, garantizado por un deus ex machina ajeno a nuestra verdadera capacidad de generar riqueza, y consumir del elixir del capitalismo post industrial sin haber aportado con una sola gota de sudor. Dicho folklóricamente: todos nosotros, los tá barato.
2
Revísese la historia de la Venezuela democrática y se verá que los conflictos sociales anteriores al viernes negro no sacuden ni mucho menos resquebrajan la costra de conformismo y satisfacción que inflamaba de orgullo a los venezolanos de la era democrática. Que hasta se podían dar el lujo de recibir con los brazos abiertos a los pobres infelices aventados de sus países por feroces dictaduras militares. Las razones de dichos conflictos, incluso la existencia de grupos y partidos contestatarios, no rasguñaban la costra de certidumbre que protegía a los dos partidos garantes del sistema de dominación política. Los partidos de proveniencia marxista en que se refugiara la derrotada subversión de los sesenta jamás superaron la barrera del 5% de representación electoral. ¿Quién le tenía miedo al marxismo o podía imaginarse una volcánica rebelión del caudillismo autocrático? ¿Quién se imaginó un golpe de Estado militar o una revolución castrista en la Venezuela que la derrotara a palos y votos en los sesenta?
Ya es una historia vieja, ha pasado demasiada agua bajos los puentes y mencionarlo no rinde muchas simpatías. Pero ¿podremos olvidar que Petkoff y JV Rangel sufrieran derrota tras derrota y paliza tras paliza cantando una melodía que en Venezuela nadie quería escuchar? Pues se trataba del cansón sonsonete que recurría a mensajes estrictamente políticos, ideológicos, ya desfasados y casi metafísicos. La revolución no le calentaba los cascos a nadie extramuros de la UCV, reducto inconmovible de los últimos mohicanos. Sobraban las escuálidas vanguardias revolucionarias amamantadas por el marxismo ucevista – aquellas que asaltaban bancos para sobrevivir y hoy en el gobierno se han enriquecido hasta la náusea - pero faltaban el proletariado y el campesinado necesarios como para hacer una revolución verdaderamente socialista. Bastaba con que CAP aleteara sus promesas sauditas y Caldera o Herrera Campins soltaran sus greguerías preconciliares para que las masas corrieran a darles sus votos. ¿Cuál era el mensaje? Garantizar el reparto. Asegurar la bonanza. Blindar el tá barato.
Fue la grave crisis económica que irrumpiera a fines del primer gobierno de CAP y al comienzo del de Herrera, magnificada por los sucesos posteriores hasta alcanzar dimensiones planetarias con el golpe y la bancarrota financiera de Caldera, la que puso al castro golpismo folklórico a las puertas del asalto al Poder. Retroalimentado por los coroneles facciosos y la promesa electoral de la fritura de las indolentes cabezas de ADecos y COPEIanos. Fue el momento en que la política, represada entre las cuatro paredes del bunker de AD y las oficinas de COPEI, rompió todos los diques, la fantasía del inter clasismo y la solidaridad de clases se hicieran añicos y el enfrentamiento por el Poder de factores definitivamente enemistados se hiciera carne de nuestra historia. Fue cuando la política – con sus vicios y sus virtudes – irrumpió en nuestros hogares y la discusión en torno a proyectos estratégicos, la esencia nacional, la identidad del venezolano, las constituyentes y toda suerte de reflexiones y empeños de índole estrictamente política se apoderaron de la fascinación de los venezolanos. O de su rechazo, que naufragar en la confrontación permanente provoca stress, fatiga, desesperación e incluso angustia. ¿A quién le gusta que le suspendan sus certidumbres y lo suman en un mar de contradicciones y desesperanzas? ¿A quién, que le jalen la alfombra en que reposan todas sus certezas y lo dejen en la indigencia, en la orfandad, sin saber qué defender ni cómo?
3
Fue así como tras los últimos intentos por maquillar al antiguo con una reina de belleza o un prócer de la centro derecha ilustrada, irrumpió como una tromba entre fumarolas de carne en vara, cantantes de cervecería, telenovelas y poliédricos amaneceres llaneros una cosa pegostosa, amorfa, circense, ridícula y fascistoide llamada MVR 200. El último recurso del stablishment, las cachuchas, respaldadas por gran parte del empresariado y las clases medias, bajo el acompañamiento de un pequeño coro de desarrapados, se hacían del coroto con un camión de promesas. Todas, reconozcámoslo, de índole y naturaleza estrictamente política: lucha contra la corrupción, venganza, fritura de adecopeyanos, Constituyente, reformulación radical del Estado.  Ni una sola promesa de índole económica. Gracias a unos cañonazos, la política volvía a ocupar nuestros corazones.
Pues no fueron los venezolanos quienes increpamos a Chávez. Fue Chávez quien increpó a los venezolanos. No fueron los venezolanos quienes quisieron hacer de la política el eje de sus preocupaciones. Fue Chávez quien nos la impuso. Exactamente como lo hicieran Hitler y Mussolini con italianos y alemanes. De un solo golpe situó el problema del Poder en el centro de sus y nuestros afanes y la discusión en torno al sentido del Estado y sus instituciones, la educación, la salud y la cultura en el centro de nuestros desvelos. Desde Chávez no hemos hecho otra cosa que política. Olvidándonos expresa y malévolamente de la economía. Vale decir: preocupándonos por nuestra vida como colectivo, por nuestro destino como Nación, por nuestro futuro como conglomerado social. Y olvidándonos de la administración de lo poco que somos.
Así no quisiéramos confrontarnos, nos han obligado a ello. Es, en cierto sentido, terriblemente castrador y frustrante que se nos impida volver a nuestro anonimato apolítico, a ocuparnos exclusivamente de nuestros asuntos, a delegar la administración de los asuntos públicos en las élites gobernantes. Y a fundirnos en la masa silenciosa que vive sus vidas del nacimiento a la muerte, sin mayores cosas que destacar.
Pero así ha sido. Querámoslo o no, nos hemos visto obligados a hacernos copartícipes de nuestro destino histórico. Tomar posición, decidir el bando, responder a nuestras grandes interrogantes con nuestras grandes respuestas. Pero puestos en esta circunstancia, convertidos en protagonistas de la gran historia, no tenemos otra alternativa que politizarnos y politizar, apostar a nuestras propias decisiones y contribuir con nuestro modesto aporte a construir una Patria llamada Venezuela.
La política, tan ausente en el pasado de nuestras sobremesas, se ha convertido hoy en la reina de la casa. Venezuela dejó de ser el cómodo territorio que gracias a un hecho fortuito podía mantenernos la ficción de pertenecer, sin el sudor de la frente, al Primer Mundo. Para problematizársenos existencialmente. Se ha convertido, muy a nuestro pesar, en nuestro más íntimo destino. Hoy por hoy nadie se salva de tener que asumir una posición política. Así sea bajo la forma de esquivarla y hacer como que no queremos enfrentarnos – esencia última e ineludible de toda política, si lo es de verdad. Vuelve a adquirir relevancia la extraordinaria definición de lo político, dada por uno de los más grandes especialistas en derecho público del último siglo, Carl Schmitt: “Pues bien, la distinción política específica, aquella a la que pueden reconducirse todas las acciones y motivos políticos, es la distinción de amigo y enemigo.”
Hay quienes, por comodidad intelectual y flojera moral, quisieran rebajarla a escarceo de náufragos y extraviados. Y nos piden que, para vencer a nuestro mortal enemigo, hagamos como que está dormido y le arrebatemos, como Pulgarcito, las llaves del reino mientras ronca sus canibalescos desafueros. Creo, muy por el contrario, que es el momento de politizarnos sin complejos. Que nuestro desafío consiste en participar de una cruzada hondamente política, vale decir teológica y moral: reconstruir la democracia venezolana sobre bases prístinas, transparentes, radicales. Con plena conciencia de que estamos haciendo política. Es un desafío del todo o nada. Cuya victoria depende de la verdad, no del engaño.
La política ha vuelto a reinar por sus fueros. Gracias le sean dadas a quien nos despertó del letargo.

 sanchezgarciacaracas@gmail.com 

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