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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

viernes, 13 de febrero de 2009

*EL ATAQUE A LA UPEL DE MARACAY (CONTADO DESDE ADENTRO), ROLANDO NÚÑEZ, VIERNES, 06 DE FEBRERO DE 2009

Saben que en lo que escribo trato de utilizar un estilo moderado. Pero en esta ocasión espero que sientan la crispación de mi relato, porque viene de adentro, del ultraje vivido, y eso no se puede contar con cabeza fría.

Alrededor de las 4 de la tarde del día de hoy (05-02-09), los profesores que trabajábamos en las jornadas de transformación curricular vimos correr a todos los que se encontraban frente a las ventanas, en carreras desordenadas como de aquel que no sabe si buscar refugio o escapatoria.

De inmediato abandonamos nuestra tarea, y al salir del salón donde nos encontrábamos, entre los gritos de alarma, pudimos escuchar las explosiones sordas de los niples y las más secas de las bombas trifásicas de “gas del bueno”. Algunos decidieron escapar de inmediato por la puerta trasera del instituto, otros corrimos hacia la entrada, y allí pudimos sentir de cerca el caos.

Los portones de la entrada delantera de la Upel estaban cerrados. Del lado de adentro un grupo de estudiantes lanzaba piedras hacia fuera, donde se encontraban, lado a lado, juntos en una sola formación, unos 30 policías motorizados y unos 50 individuos ataviados con franelas rojas con el lema “Dile Sí a la enmienda”. Este batallón (tal como le gusta llamarlos nuestro presidente) lanzaba tanto piedras como bombas lacrimógenas hacia dentro del recinto universitario. Aclaro: los policías, al lado de los Franelas Rojas y junto con ellos, tomaban piedras del suelo y las arrojaban hacia adentro, y después salpicaban la acción con gas del bueno, para crear ambiente.

Súbitamente, al batallón atacante se cansó el jueguito inocente de toma y dame, y decidieron dar un paso al frente. Los policías embistieron los portones con sus motos, y una vez que los goznes cedieron, los Franelas Rojas se encargaron de terminar de derribarlos, encaramándose sobre ellos entrando con piedras en las manos, furia desencajada en el rostro y apoyo policial en la retaguardia. La escena me recordó, no sé por que, al Planeta de Los Simios. Quizá por la agresividad animal, y que me perdonen los gorilas, que suficientes ceniceros han puesto a la causa de los derechos de los animales.

Todos los que estábamos enfrente de la escena tuvimos de nuevo la confusa disyuntiva: ¿Buscar una salida o refugiarnos? Desafortunadamente, unas 50 personas decidieron entrar al edificio de la Dirección del instituto. Fui de los últimos en entrar, y detrás de mí, a tan sólo 10 metros, pude ver el unísono salvaje de la horda.

Cuando cerramos las rejas de metal del recinto comenzaron a llover las piedras y las bombas lacrimógenas. El estado de sitio comenzaba.
Durante por lo menos 1 hora estuvimos atrapados dentro del edificio. Los Franelas Rojas lo rodearon por todos los flancos, y la lluvia de peñones y bombas lacrimógenas contaba la historia de un ataque muy bien planificado, con relevo estratégico de municiones y organización terrorista perfecta. El ataque intenso no dejó ventana ilesa. Los computadores de las oficinas, fueron, afortunadamente, los únicos que dejaron su alma de unos y ceros como víctimas fatales. Pero la intensa nube de gas mostaza y la rabia psicopática de los atacantes nos hizo temer por nuestras vidas. Asfixia o contusión podrían haber sido las conclusiones forenses. Sin embargo, en los espíritus, no era el pánico el que cundía. Indignación, asombro e impotencia eran las emociones más fuertes.

El celular, instrumento tecnológico maravilloso para los desesperados, nos sirvió para ponernos en contacto con los seres queridos, para que compartieran nuestra zozobra, sobre todo cuando nos preguntaban qué podían hacer por nosotros… Ese era el quid del asunto: si la policía estaba ahí mismo, a 10 metros de la agresión infame ¿Quién podía ayudarnos? Desesperados, como quién espera un mal resultado que no tarda en llegar, nos desplazábamos por los pasillos, entrábamos en las oficinas despanzurradas, subíamos y bajábamos escaleras, como ratones de un triste experimento.

Cuando sentimos disminuir el tronar de las rocas nos acercamos a las ventanas, y vimos a los Franelas Rojas retroceder lentamente, la expresión de furia salvaje trocada en sonrisa satisfecha. Salimos rápidamente del edificio y los vimos alejarse tranquilamente de la universidad, mientras lanzaban las piedras que le quedaban sobre los autos que estaban a su paso (unos 15 carros quedaron seriamente dañados), abandonar la universidad por la puerta grande, bajo la mirada orgullosa de los policías apostados delante de ellos.

El resto ocurrió con milimetrada precisión. Apareció un autobús en el que se subió la horda y partió con cánticos de júbilo. Los policías arrancaron justo detrás de ellos, y dos minutos después, la Avenida

Las Delicias, que había estado cerrada hasta ese momento, se llenó de automóviles que pasaban delante como si nada hubiera ocurrido.

Miembros de mi familia, chavistas ultra, me explicaron lo ocurrido con los siguientes argumentos, (que quiero tratar de desmontar, porque supongo que serán los mismos que utilizará el gobierno):

Los Rojos son miembros de la ultraderecha-radical-pitiyanqui-imperialista golpista-oligarca-burguesa-puntofijista-puertoriqueña-fascista, que quieren sembrar el caos en el país para evitar la victoria aplastante del Sí. Bueno, digamos que esto pueda ser cierto (con mucha imaginación sesgada por el fanatismo ideológico). Pero hay algo que no cuadra aquí… ¿Cómo pueden haber hecho lo que hicieron (su plan para sembrar el caos en el país) bajo la mirada complaciente de 30 policías fuertemente armados, a las órdenes del Teniente Isea?
La policía no pudo hacer nada porque no pueden violar la autonomía universitaria. Aquí también hay un problema. ¿No es violar la autonomía universitaria tumbar el portón de la entrada? ¿No es violar la autonomía universitaria lanzar piedras y bombas lacrimógenas codo a codo con las hordas de Franelas Rojas?

La policía no intervino porque era un asunto entre estudiantes. No, tampoco me cuadra. ¿Puede un policía observar un crimen, donde sea que esto ocurra, y no detener a los que lo cometieron, por lo menos para preguntarles por qué son tan malitos? ¿Puede un policía abandonar un lugar donde se cometió un salvaje atropello sin siquiera preguntar si alguien necesita ayuda, sin solicitar un permiso de entrada para recoger evidencia de lo ocurrido?

En última instancia, al Gobierno Bolivariano no le conviene la violencia en un período electoral, por tanto, no tienen nada que ver con el ataque. No me hagan reír que tengo el labio partido. El lenguaje de nuestro presidente es lenguaje de guerra (la palabra “guerra” dicen los analistas del discurso que hacen la inimaginablemente insufrible labor de estudiar la verborragia del presidente, se repite un poco más que la palabra “yo”, cosa que, en un ego tan hipertrofiado, es asombrosa). Yo no creo que sea un problema de conveniencia, sino un problema de estilo. Al presidente le interesa bien poco los resultados electorales, las “victorias de mierda” que pueda alcanzar la oposición. Lo suyo es la hegemonía del poder a través del abuso, la agresión, la violación y el terrorismo de Estado.
Como les dije, la cosa no iba suave. Perdón por el asco.

*LA MARCHA DE LOS AUTOBUSES, LA BOLIVAR LES QUEDO GRANDE, 12.02.2009

*GOBIERNO, POLITICA, NELSON MAICA C, 13.02.2009

Continuamos. ¿Es posible la coexistencia pacifica en una sociedad civilizada en donde desde la primera magistratura y por medio de una dictadura mediática se llama y excita a la guerra, a desaparecer al contrario, a la implantación por la fuerza bruta de sus planes, proyectos e ideología? Es muy difícil, por no decir imposible. Así lo vivimos estos diez años, 1999-2009.

Un supuesto. Imagínese en un vecindario de los tantos existentes, a un ser humano, a un ciudadano, a una persona, que tiene que vivir bajo constante amenaza de que cualquiera de sus vecinos lo agreda, por cualquier causa, en cualquier momento. Imagínese a los habitantes del Estado Apure, Barinas, que están, ahora, de acuerdo a denuncias públicas vistas en los medios de comunicación, a merced de la guerrilla, del hampa, de la corrupción policial, de los bandidos.

Ahora imagínese a ese mismo ciudadano viviendo bajo la constante amenaza desde el gobierno, de acuerdo a los discursos públicos, temeroso de que en cualquier momento, se le agreda. ¿Cómo puede haber coexistencia pacifica? ¿Por qué hemos permitido eso? ¿Por qué la dirigencia y la inteligencia del país han permitido tal monstruosidad? El uso de la fuerza contra un hombre, contra un ciudadano, contra una persona, no puede quedar al capricho y a la decisión arbitraria de otro.

Otro supuesto. Una persona pierde un objeto y supone, dado el estado de inseguridad y conmoción en que vive, que se lo robaron. ¿Entrara a cada casa a buscarlo? ¿Eliminara a todo el que encuentre a su paso? ¿Maltratara a todo aquel que lo mire y/o le dirija la palabra porque sospecha de esa mirada, de esa palabra, y por esa mirada y palabra es culpable?

Evidentemente que el uso de la fuerza bruta en acción, como represalia, como defensa legitima, requiere reglas claras, muy objetivas que demuestren, en primer lugar, que se ha cometido un crimen; que determinada persona lo cometió. También reglas claras para conceptuar y definir las maneras, las formas, los procedimientos que se aplicaran como sanciones y castigos.

Cuando una persona, un ciudadano, por su propia mano castiga a un criminal por si solo, sin acudir a quienes tienen la facultad y responsabilidad y función para hacerlo, por delegación y/o mandato en una sociedad civilizada, se comporta de la misma manera que una pandilla de linchamiento, como otro delincuente mas. La sociedad civilizada y organizada le da al gobierno esa responsabilidad y función. Ahí la Constitución. Ahí las leyes. Ahí los tribunales. Ahí los cuerpos policiales. Etc.

Pero si una sociedad civilizada deja el uso de la fuerza bruta, que le correspondería al gobierno de esa sociedad, por delegación, ocupación, responsabilidad, en función de castigo, en manos de los ciudadanos que le son afectos, de las personas, de los individuos, rojos rojitos, indudablemente que ese gobierno degeneraría en un gobierno de bandoleros, de pandilleros, de gángsteres, quienes harían ejecuciones sin juicios previos y una interminable cadena de hechos sangrientos, parecidos a los protagonizados por los enfrentamientos de venganzas privadas o vendettas, vistos en las películas. Pero hoy aquí aparentemente son realidad.

¿Cómo se termina con la violencia en una sociedad? Carecemos de la varita mágica para eso; pero daremos una sugerencia. Deberíamos empezar por coincidir con la existencia de un organismo institución – un gobierno - que se encargue de proteger los derechos de las personas, de los individuos, del pueblo de la población. Ya existe; pero que se ocupe. Los habitantes de este país no sentimos que el actual gobierno se ocupa de eso, de protegernos. Esa es la misión básica, es su justificación moral y es la razón fundamental por la cual las personas, los ciudadanos, el pueblo, la población, necesitan un gobierno. Pero no este gobierno actual. Este gobierno aparentemente no se ocupa de preservarnos la vida sino de quitarnos la vida…allí su slogan… ¿Cuándo las fan tienen como slogan un panegírico al retroceso (socialismo, comunismo, colectivismo) y un culto a la muerte que podemos esperar de ellos? ¿Quién irrespeta a quien? ¿Quién abusa de la fuerza bruta? ¿Qué debemos hacer, en consecuencia?... ¿Quien le entrego esta país y sus recursos a los hermanos Castro indefinidos en el poder porque les dio la gana y además lo llama padre? ¿Quién es el apatrida? ¿Quién es el piticubano?... ¿Acaso el actual gobernante no es hijo de la cuarta republica y/o de donde salio? ¿Acaso no lo educo y lo mantuvo la cuarta republica? ¿Acaso no ha mostrado las mismas y peores mañas que la cuarta republica? ¿Acaso supuestamente no traiciono a la cuarta republica? ¿Quién es y/o fue el “bandido de la montaña”? ¿Quién es el pandillero? Lea la vida desconocida de Mao para que se entere. Dígalo usted. Alternabilidad es garantía republicana. Continuidad es usurpación y tiranía.

Nota: 01. Popularmente se dice… “a confesión de parte relevo de pruebas”… ya se publico lo relacionado con el ataque a una iglesia y con uno de los supuestos grupos armados y funcionarios públicos… todo, aparentemente, según el “señor de la montaña” y sus “bandidos especiales” porque formaban parte de una revolución… los bandidos tradicionales no pueden igualar el terror al que aspira implantar el “señor de la montaña” y ambos se necesitan…¿todo este show será para ocultar la supuesta falsificación y/o emisión de dinero y la hambruna que, también, supuestamente viene?...

“La verdadera civilización es donde todo el mundo da a todos los demás todos los derechos que reclama para si mismo”. Robert G Ingersoll
Caracas, Venezuela, 09/12/08