BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

miércoles, 14 de octubre de 2015

CARICATURAS DEL martes, 14 de octubre de 2015 EL REPUBLICANO LIBERAL, DIARIO DE OPINION, RAFAEL RIOS Y/O EDUARDO SANTOS, HUMOR, DEL DÍA, FORMA ESPECIAL DE OPINAR, RECOPILACION, MAS RECIENTES, VENEZUELA,








Rafael Rios
rariga2@gmail.com
@rariga

Eduardo Santos
eduardosantos211@gmail.com
@edsantos211


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OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, VENEZUELA EN EL SÓTANO UNIVERSAL

El caso venezolano llena de asombro al mundo entero y nos deja a nosotros un peso muerto, una carga increíble de indignación mezclada con cierta dosis de culpa activa o pasiva, y un anhelo de cambio radical y profundo se respira en el ambiente. 

Diecisiete años han sido suficientes para probar este nuevo fracaso del socialismo comunistoide que alimentó la retórica y los hechos del “socialismo del siglo XXI”. El máximo responsable ha sido Hugo Chávez, tanto por las acciones concretas como por la falta de tino en la escogencia del sucesor Maduro.

Nada funciona bien en Venezuela. Los males sobre diagnosticados avanzan haciendo imposible, dentro de los mismos esquemas, revertir hacia lo positivo las negativas tendencias del presente. En consecuencia se necesita un cambio urgente y profundo. Sólo será posible con una adecuada conjunción de gente competente, ideas claras basadas en la libertad y proyectos concretos para construir la nueva Venezuela a la que aspiramos y el continente necesita. Con más de lo mismo en estos tres aspectos, los resultados serán peores a lo que tenemos. Sin exagerar creo que estamos ante el reto más importante de toda nuestra historia. Se trata de algo existencial.

Los países se las ingenian para superar obstáculos ideológicos o políticos circunstanciales. Lo acabamos de ver con la firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica –TPP-. Perú, México, Chile, Canadá y Estados Unidos con fronteras en el Pacífico logran entenderse entre sí y asociarse al resto de países en situación geofísica similar. Australia, Brunei, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.

Todos juntos representan unos 800 millones de habitantes del planeta que ponen sus esperanzas en un tratado de libre comercio que proyecta beneficios descomunales si todo marcha dentro de lo planeado y pactado.

Basta de consignas fracasadas. Estimulemos la imaginación de los compatriotas que desde las Universidades y centros de estudio e investigación públicos y privados puedan aportar soluciones concretas y a largo plazo a la problemática venezolana.

Repito, con los mismos haciendo lo mismo, los resultados serán iguales o peores a lo existente.

Oswaldo Álvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz

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LEONARDO PADRÓN, UN LENTO Y FEROZ COMIENZO

Será un lento y feroz comienzo. Lento por lo eterno que todavía es. Feroz por todo lo que hay en el camino, dilapidado, roto, exánime. Por la gravedad de las heridas, por la cantidad de escombros, por la cólera que hay untada en las paredes. Un comienzo del tamaño de un día, de un año, de una generación. Ya no importa la dimensión. Importa que ocurra. Ya los venezolanos no pueden tener otra cara más honda que la desesperación. Es tiempo de resolver las estridencias. Hemos sido un atajo de errores. Un país equivocado. ¿Qué país no ha sido un error alguna vez? Hay errores que han costado seis millones de cadáveres. Hay errores que patean la historia y la rompen en dos. Nosotros también. Somos un error de la talla de los caudillos elegidos: enfermos de gloria y ego, intoxicados de resentimiento, frenéticos, deslucidos en su hacer. Somos un error tercermundista, con soluciones frágiles, inciertas y cambiantes. Pero debemos intentarlo otra vez. Ser mejores que nuestro último error. Ser enmienda. Rectificación. De eso nos va la vida hoy.   

                        Ya basta de escaldar nuestras lesiones con tanta saña, de desgastarnos hablando mal de nosotros mismos, enumerando nuestras miserias a voz en cuello, en televisión, en los restaurantes, en las colas de la farmacia o el supermercado. No aguardemos la foto unánime y feliz de nuestros dirigentes. La oposición entera no cabe en el ángulo de una cámara. La oposición son muchas caras, mucha gente, muchos lugares del país. Todo ciudadano de bien se opone a este paisaje de ruina que hoy somos. Todo obrero, maestro, vecino, artista, oficinista, ama de casa o estudiante se opone a  este cataclismo, a esta zona de guerra, a este punzante saqueo de nuestras arcas. Todo venezolano decente se opone a tanto agobio y sordidez. Todo venezolano cuerdo rechaza un nuevo triunfo de la incompetencia. Hoy, ¿quién lo duda?, legiones de simpatizantes del chavismo están alarmados ante este naufragio monumental.

 No esperemos por la aparición del hombre predestinado, del esclarecido que sacudirá a las masas como un flautista de Hamelín en clave de música latina. No dependamos de la llegada de una docena de expertos en campañas electorales, ni de la condena planetaria al régimen. No aguardemos por un futuro premio Nobel que invocará la perfecta estrategia de la redención nacional. Nuestro caos nos pertenece. Entre todos lo hemos hecho prosperar. Con la rapiña y ambición del régimen, con la desidia e impericia de muchos de nosotros. Por eso, entre todos toca remediarlo.

Y ya no importa si a algunos no les gusta la vehemencia de Chuo Torrealba, los arcaísmos de Ramos Allup o la intensidad de María Corina Machado en el flanco de la oposición. No se trata de seguir condenando a Henrique Capriles por lo que hizo o dejó de hacer o a Leopoldo López por la salida a la calle o la entrada a la cárcel. No importa si entre ellos existen desencuentros o apetencias propias. Ni si algunos son poco creativos o asertivos. No interesa ya si no nos entusiasma cómo habla uno o grita el otro. En todo caso, y he aquí el oro, son gente que cree en la alternancia y el disenso. Gente que propone otra forma de vida. Donde el mérito es un valor. Donde el conocimiento importa más que el color de la camisa que vistas. Donde la tolerancia se impone sobre los dogmas. Donde la libertad no es solo un sustantivo que calza en un himno. No interesa ya si este se ha dormido o aquel comete deslices. No importa si alguno suena a reliquia del pasado, a eslogan de derecha, a guerrillero arrepentido, a tecnócrata sin carisma. Importa que son ciudadanos fuera de un cuartel o de una trasnochada ideología (que termina también siendo un cuartel). No importa si señalan la luz en bosques distintos. Lo crucial es que creen en la luz. Y que cada día optan por apostar, no por claudicar. Nuestros líderes están plagados de defectos, como nosotros, como nuestras parejas o amigos. Pero se trata de que nos encontramos en estado de emergencia nacional. O nos salvamos o nos hundimos todos.

                                   Será un lento y feroz comienzo cuando por fin el noticiero, exhausto de su vaho eterno de malas noticias, de su olor a formol y granada, asome una noticia distinta a la de estos últimos 16 años. Una noticia que hable de una nueva oportunidad. Y el camarógrafo triste por la tristeza de todos los días será otro en su mirada. Y el redactor, y la productora, y los televidentes, la doméstica de pies hinchados, el ejecutivo expropiado, el maestro de ruinoso sueldo, el bachiller sin útiles, el mecánico sin repuestos, el médico sin insumos, en fin, todos, qué digo todos, el país entero, agotado en su aliento de animal herido, cansado de sus muertos, de la quejumbre, de las colas y la miseria y el arroz que no hay, que otra vez no llegó, que quizás mañana o tal vez más nunca,  y de la voz en cadena que recita mentiras, que decreta una felicidad imposible, un olor a rosas que no están, un mar que ya no es la utopía, sino una estafa más, como esta turbia historia de militares enriquecidos, de gente yéndose de donde no quiere irse, de gente agazapada detrás de sus puertas, con miedo a la vida porque ahora huele a muerte, de gente que ahora es menos, que ahora tiene un presente donde no cabe el futuro, de gente tensa hasta romperse, de gente que antes sonreía en sus pasillos de cerveza y salsa brava, de gente que no sabe dónde poner la esperanza, de gente que sencillamente no sabe y ya, que eso es mucho, de tan vacío, de tan desierto, gente que se está cansando de ser gente. Todos, sentirán la noticia de una nueva oportunidad.  

            Será un lento y feroz comienzo cuando todo lo que es empiece a no ser, cuando las marchas y las consignas galácticas se evaporen en el clima de una nueva multitud, cuando las amenazas y el oprobio se conviertan en afonía, cuando los carceleros renuncien a su faena, cuando las rotativas abandonen su ruido de mulo domesticado, cuando el odio se vaya volviendo humo y derrota.

Pero para eso habrá que registrar los rincones del país, atizar al perezoso, seducir al indiferente, convocar a los descreídos, a los indecisos, abrazar al decepcionado, insistir con el reticente y convertirnos todos en una tormenta inacabable de votos en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de este pavoroso 2015. Convertirnos en protagonistas de nuestro derecho a volver a ser un país.

Habrá que inventar la mañana. Habrá que hacer el mismo gesto y convertir a la sonrisa en un ejército de ocupación. Habrá que dejarse de silencios y miedos. Y así todas las puertas se abrirán de par en par. Y la vecina bailará sin música, y estremecerá sus ventanas, y todo aquel en la calle, en la orilla, en la calzada, será un gesto de bienvenida y euforia. Habrá que hacer una canción urgente, una melodía de recién llegados, y apurar un tren que aún no existe, un pasillo grande para el regreso grande de los que alguna vez fueron adiós.

            Será un lento y feroz comienzo cuando la niña que tose y la mujer que desanda la farmacia y la urgencia, y el padre colérico, expulsen un grito de fin de la pesadilla, y se toparán con una plaza habitada por abrazos de los que ya no había. Y cada quien,  lustroso en la alegría repentina, sudoroso a fiesta que se acerca, voluminoso en la sonrisa, asomado en sus propios ojos, dirá que todo pasó, que el huracán fue un mal rato de casi dos décadas, que la vida se estrena otra vez. 

Será un lento y feroz comienzo de diciembre. Lento por la larga cuenta regresiva que ya somos. Feroz por todos los obstáculos que tropezaremos. Será un día preciso. Está allí. Afuera. Se le puede señalar con el índice. Ese día es nuestro. Nadie nos lo va a quitar. Será apenas el comienzo. No la resurrección de los justos. No la multiplicación de los panes y las harinas y el café. No el acto final del odio. No la paz conclusiva. No la ultima marea. Será solo eso: el comienzo. Lo que necesitamos con urgencia. Un comienzo. Así sea duro, largo y difícil. Para dejar de ser un país fallido. Un territorio que no funciona para vivir.

Un comienzo. Nuestro comienzo. Lento, feroz y absolutamente posible.

Leonardo Padron
info@leonardopadron.com
@Leonardo_Padron

http://www.el-nacional.com/leonardo_padron/lento-feroz-comienzo_0_716928472.html

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JESÚS CHÚO TORREALBA: CARTA ABIERTA A LOS MILITANTES DE LA UNIDAD

A todos los comandos de campaña regionales, circuitales, y de centros de votación. A todos los comandos familiares. A mis hermanos dirigentes nacionales, regionales y de base de todos los partidos políticos que integran la Unidad Democrática. Al inmenso torrente independiente, al cual pertenezco, que es motor esencial del cambio: 

Este domingo 11 de octubre estamos exactamente a 56 días del 6D, a ocho semanas del cambio. No es éste, pues, tiempo de retórica. Es tiempo de precisiones claras sobre el dispositivo general de lucha y las decisiones específicas de activación y movilización que nos conducirán a obtener, defender y ejercer la victoria el próximo 6 de diciembre. Tales precisiones son las siguientes.

1. Nuestra estrategia está clara

Desde el 23 de enero de 2015 todos los partidos y todos los liderazgos de la Unidad Democrática tenemos una estrategia consensuada, plasmada en una visión compartida de la crisis que enfrentamos. Esa visión compartida tiene tres puntos centrales: La esencia de la crisis es de carácter económico y social, sus consecuencias de tipo político y moral son inaceptables y la solución deseable de la misma será de naturaleza política y electoral. Esta visión compartida esta escrita y fue hecha pública el 23 de enero de 2105 en un evento realizado en El Morro de Petare. Allí estuvimos todos. Allí todos nos comprometimos.

2. Nuestro programa de cambios está explícito

El Proyecto-País de la Unidad Democrática es transparente: vamos a construir en Venezuela una economía abierta, libre y productiva, capaz de financiar una sociedad realmente justa, inclusiva y solidaria, que viva y prospere en el marco de una democracia funcional, transparente y de instituciones llenas del pueblo al que se deben. Esa es la Venezuela Unida. Para llegar a ella es preciso transitar un proceso de cambio. Ese proceso tiene un punto de inflexión muy importante el próximo 6D. Al obtener una amplia mayoría en la próxima Asamblea Nacional aplicaremos un programa legislativo que esta discutido, consensuado, aprobado, escrito y publicado: vamos a unir al país, a través de la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional; vamos a impulsar iniciativas legislativas para equilibrar la economía, detener la inflación, mejorar el ingreso, impulsar la producción nacional, garantizar el acceso de todos y en especial de los más pobres a los alimentos y medicinas, para acabar con la impunidad del hampa y castigar la complicidad entre burócratas y pranes, para darle seguridad al pueblo; vamos a promover el cambio político para que esas soluciones que construyamos sean progresivas y sostenibles. Si el Poder Ejecutivo intentara sabotear la construcción de soluciones a la crisis, activaremos los mecanismos que la Constitución Nacional prevé: enmienda constitucional, reforma constitucional, referendo revocatorio o Asamblea Nacional Constituyente. Se escogerá entre estos mecanismos el que más se adecúe a la situación, el que más participación social permita y sobre todo el que más estabilidad y paz proporcione al país.

3. Nuestra campaña es social

En un régimen totalitario, con líderes opositores presos, con zonas del país militarizadas sin que haya conflicto interno o externo que lo justifique y con grupos delincuenciales lanzando atentados con granadas que sólo importa, almacena y custodia el gobierno, las elecciones no son una “fiesta democrática” y el voto es más que un derecho. En esta situación las elecciones son una rebelión, la única posible, la rebelión electoral, y el voto es el arma del hombre libre. Siendo esto así, tampoco la campaña electoral puede ser un evento rutinario, de actos convencionales y cuñas predecibles. Entre otras cosas, porque la censura dificulta o impide la difusión masiva de las propuestas de la Unidad, y trampas como los llamados “estados de excepción” impiden y hasta criminalizan la realización de reuniones, mítines o asambleas. Por eso la Unidad Democrática en vez de hablar de “campaña electoral” esta motorizando una campaña social.

4. Nuestra agenda es la del pueblo, la de la realidad

La agenda de la Campaña Social esta centrada en lo que VENEZUELA QUIERE: que el dinero alcance, que todos tengamos acceso a alimentos y medicinas, que el hampa no siga matando. Esos son nuestros temas, los temas de nuestro discurso y nuestra acción política. Nada de estar cayendo en los peines del gobierno. A esos tipos ya no los escuchan ni lo que queda de sus bases, no les hagamos el favor ¿Pactos, acuerdos, debates, bla bla? ¡No, señor! ¡Aquí quien tiene que hablar es El Soberano, y lo va a hacer fuerte y claro el próximo 6D! Si algún desprevenido, más allá de nuestras fronteras, tuviera alguna duda sobre si la Unidad va a respetar los resultados electorales, le aclaramos dos cosas: primero, en Venezuela los únicos que respetamos los resultados somos los opositores; segundo, el 6D no sólo vamos a respetar los resultados… ¡además vamos a obligar al gobierno a que los respete! ¡y no con un “documento”, sino con el pueblo movilizado!

5. Nuestra movilizaciónes cuerpo a cuerpo, puerta a puerta

En un país con instituciones secuestradas y medios amordazados, el espacio para la lucha política es la calle. Específicamente, la calle con pueblo por convencer. Por eso nuestros dos mecanismos fundamentales de movilización son el contacto directo, cara a cara, en recorridos puerta a puerta y casa por casa, por un lado, y el activismo intenso en las redes sociales, específicamente para divulgar y ampliar el impacto de nuestros recorridos, clave en un país donde 7 de cada 10 internautas son jóvenes, pobres y estudiantes.

6. Así es como vamos a derrotar al Petro-Estado, así es como vamos a defender la victoria del pueblo:

Tales recorridos, además de propagandísticos, tienen un propósito organizativo: Cada “puerta a puerta” debe dejar como saldo miles de nuevos comandos familiares activados y cientos de nuevos comandos de campañas funcionando en las cercanías de los centros de votación. Porque es así, unidos y organizados, como el 6D derrotaremos al ventajismo del Petro-Estado, y como en la noche y en la madrugada del 6D defenderemos y cobraremos esa victoria. ¡ESTA DICHO! ¡PALANTE!

Jesus Torrealba
jesuschtorrealba@gmail.com
@ChuoTorrealba

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EGILDO LUJÁN NAVA, SE VAN LOS MUCHACHOS

Hace poco se celebró  el concurso de Miss Venezuela. Se eligió, entre otras, a la mujer, a la siempre bella mujer venezolana que competirá en otro certamen en el que se escogerá a la mujer más bella del universo. En esta oportunidad, la Reina venezolana que optará por la victoria en ese otro concurso fuera del país, será la espectacularmente bella Mariam Habach, una tocuyana que compitió representando a su estado Lara.     

Viendo esta dura competencia entre 24 jóvenes y glamorosas bellas mujeres, representando  a todos los estados de este hermoso país, es inevitable que se haga presente el agobio, propio, y, por lo demás, legítimo y justificado, cuando el sentimiento lo engendra el hecho de ser padre, de ser abuelo.

¿Cómo  evitar la tristeza si ya no transcurre un solo día en Venezuela sin que las nuevas encuestas que se realizan arrojen el comprensible resultado de que el 60 % de la juventud manifiesta su deseo de abandonar el país? Y que sea huyéndole a la inseguridad, a la zozobra y a la desesperanza, ante la imposibilidad de poder forjarse un futuro distinto. El presente venezolano sólo le ofrece a los muchachos y a las muchachas del país  el reinado del hamponato dominante, de la impunidad convertida en referencia de la administración de justicia en Venezuela, y la imposibilidad de avivar esperanzas entre la incertidumbre y la expansión victoriosa de la mediocridad.

El patrimonio más valioso de cualquier país lo conforma su recurso humano, su gente; principalmente el relevo, las nuevas generaciones. La juventud es garantía de porvenir. Y en Venezuela, hoy, una parte importante de ella, lamentablemente, no quiere estar en su suelo.

Duele, y mucho, demasiado, quizás, apreciar las colas de muchachas y de muchachos en los accesos a los diferentes Consulados de los demás países del mundo representados en Venezuela, en procura de la oportunidad casi salvadora de emigrar. Lo hacen, como diría un acongojado Padre recientemente, en estampida. Quizás, a su juicio, por otra razón: es que aún pudiendo sobrevivir en Venezuela, mañana tampoco podrá desarrollarse profesionalmente, porque el perfil del técnico o del que supera alguna carrera universitaria y al que aspira la Venezuela de los próximos años, no se corresponde siquiera con la posibilidad de triunfar, de alcanzar el éxito, sino con el de la obediencia sumisa a la voluntad del Estado.

Jamás en la historia venezolana se había producido el fenómeno de la migración, mucho menos en forma masiva. Se estima que esa migración, además de las familias que esos venezolanos han formado en el exterior, sobrepasa a los TRES MILLONES de compatriotas radicados en el exterior, y  repartidos por todos los rincones de la Tierra. Y nadie apuesta hoy responsablemente por la cantidad de ellos a los que les resultará atractivo el regreso a su Patria, aun habiendo un cambio político, económico y social en los próximos años. Es que para muchos de esos venezolanos que ya están asentados fuera del país, el asunto no se circunscribe solamente a una buena o a una mala situación en Venezuela. También se trata de tener que enfrentarse a las exigencias de una reconstrucción en un inevitable ambiente de hostilidad.

En Venezuela, debería haber una muy alta preocupación por el hecho de la ausencia en estos términos. También por la progresiva y constante desintegración familiar, a partir de este caso, como por todo lo demás que el Gobierno se ha encargado de hacer para que el estatismo adquiera su peso determinante, apoyado sobre los hombros de las nuevas generaciones, teóricamente más identificadas con la relación Estado-Gobierno-sociedad.

En otras palabras, la desarticulación familiar venezolana está trascendiendo lo obvio: vivir el doloroso momento de  ver partir a los hijos, a los nietos o a los hermanos; sentirlo con el tormento y el susto inevitable que provoca el hecho  de pensar que, tal vez, sea esa  la última vez que vea al ser querido que se ausenta; registrarlo y archivarlo en el alma con  las lagrimas incontenibles que brotan cuando, al abrazarlos con sentimiento, se hace inevitable desearles que les vaya bien, que se cuiden y que no olviden que  “los quiero mucho”.

Sin duda alguna, la huida actual de la juventud venezolana es tan grave como la epidemia que se propagó cuando, a pitazo limpio y sonoro, se le destruyó el cerebro a la Industria Petrolera venezolana, para convertirla finalmente en lo que es hoy, hermanada con la otra destrucción: la de la producción de alimentos, la de la producción de hierro, acero y aluminio; la de la confianza nacional e internacional en la economía de esta parte de América Latina. Desde luego, porque es eso lo que ha sucedido,  es por lo que no son fortuitas ni gratuitas las opiniones que la Cepal y el Fondo Monetario Internacional han emitido hace pocas horas sobre los resultados de la economía venezolana en el 2015 y, posiblemente,  de la del 2016.

Hay un dicho coloquial alusivo al tema y que reza lo siguiente: “uno nunca sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”. Y, para mayor dolor de Venezuela, resulta ser que la migración profesional, en un alto porcentaje, ha sido recibida en el mundo con los brazos abiertos por su preparación académica. De hecho, hoy ya se hace complicado conseguir personal calificado en el país, especialmente en el sector médico, técnicos en múltiples servicios, como en el campo de la docencia. ¿Y cómo impedir que  eso continúe sucediendo, especialmente en el área de la docencia, cuando la respuesta que le ofrece el mercado de trabajo venezolano es la subestimación gubernamental, y la puesta en escena de míseros sueldos en el medio de una vorágine inflacionaria que incrementa el empobrecimiento nacional?.

Por supuesto, nadie que no haya pasado hambre puede permitirse la libertad de menospreciar los Títulos Universitarios y Postgrados nacionales e internacionales de aquellos a los que, por derecho, les corresponde recibir un salario digno. Es comprensible y respetable que cualquier educador venezolano al que se le ofrece un salario diario de $5 en un cálculo del dólar a 700,oo bolívares, acepte la oferta laboral recibida desde otros países, para impartir enseñanza a sus estudiantes. ¿Y preocupa a las autoridades venezolanas  estar contribuyendo a perder año de preparación y de estudio, a la vez que se permite un permanente deterioro y la ausencia de su valioso cuerpo de maestros en todos los niveles del sistema nacional de educación?. Es más fácil acabar también con el cerebro de la buena educación en el país.

Definitivamente, ha llegado el momento de rescatar a Venezuela de entre las tragedias en las que hoy se sume. Pero no hay que hacerlo a partir de ese interesado recurso instrumento de las ideologías. Los problemas no son un asunto de derechas o de izquierdas. Es que Venezuela, progresivamente, ha ido perdiendo su identidad de República, de país y de Nación. Y eso ha sucedido de la peor manera durante los últimos 17 años. Han sido muchos años de retroceso. Millones de venezolanos apostaron por una meta distinta a la que les ofrecía un formato político económico y social de conducción con varias décadas de trayectoria. Apostaron por un atajo y todo fracasó. Ahora hay que retomar el rumbo y hacerlo como venezolanos y en beneficio de Venezuela. Es hora de reflexionar, de unir esfuerzos y de trabajar por el rescate y la reconstrucción del país.

El 6 de diciembre se presenta como una valiosa oportunidad para retomar la ruta perdida: la del progreso, la de la Justicia y la del orden público. Hay recursos y un valioso contingente humano y adecuadamente formado para asumir los retos de la evolución. Nadie puede decir que todo será fácil; tampoco que es imposible. Si votar ese día equivale a dar el primer gran paso hacia los grandes cambios, no hay que abstenerse, negarse; muchos menos resistirse a ponerle el hombro al país. Eso se traduce, desde luego, en impedir que siga siendo el populismo el gran soporte del nuevo punto de partida y del lugar de llegada de la Venezuela del Siglo XXI.

No hacerlo de esa manera y en esos términos, equivaldría a actuar precisamente en contra de los sueños de las muchachas que engalanaron la celebración del Miss Venezuela. Especialmente, de su derecho a hacer familia en Venezuela, a educar a sus hijos en Venezuela, a hacer lo que corresponde para que sus muchachos, una vez formados, antes que migrar,  les sean útiles algún día a su Patria.

Egildo Lujan Navas
egildolujan@gmail.com
@egildolujan

Enviado a nuestros correos por
Edecio Brito Escobar
ebritoe@gmail.com
CNP 314

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FÉLIX R. GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ, LAS ENCUESTAS CASTIGAN A NICOLAS MADURO

Nicolás Maduro vive el peor momento desde que asumió el poder, de acuerdo con los datos de las principales encuestas nacionales. Datanálisis, Hinterlaces, el Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD) son algunas de las que han confirmado el escenario negativo que enfrenta el presidente de la República de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

Para julio de este año, el director de Datanálisis, José Antonio Gil Yepes, aseguraba que desde el 8 de diciembre de 2012 (último discurso que Hugo Chávez dirigió al país), quienes se autodenominaban chavistas pasaron de ser 44% a 22% de la población. El deterioro progresivo ha coincidido con la evaluación negativa que actualmente tienen los venezolanos de la gestión de Maduro.

En su encuesta nacional más reciente, la empresa que dirige Gil indicó que la aprobación del presidente cayó en 22%, razón por la cual 57,7% de los posibles  votantes apostaría por la oposición en los próximos comicios electorales.

El estudio realizado entre el 10 y el 23 de julio de 2015 en 999 hogares reveló que la Asamblea Nacional pasaría a manos de los partidos opositores, quienes sacarían una diferencia de 31,4 puntos porcentuales a los integrantes del Gran Polo Patriótico. 

La brecha a favor de la oposición implica una respuesta contundente en rechazo a un gobierno que no ha sabido resolver los problemas, según el analista polìtico John Magdaleno.

“Hay un clima de opinión muy negativo que tiene como origen la crisis económica. En segundo lugar hay una pérdida muy significativa de los respaldos del chavismo y, por último, existe una pérdida significativa de los respaldos del PSUV”, explicó el especialista en una entrevista a El Nacional.

El clima de opinión negativo lo reflejó el IVAD en agosto, cuando publicó una encuesta en la cual se demostró que 86,7% de los venezolanos piensan que la situación del país es mala.

La culpa es roja rojita

La mayoría de los venezolanos acusa a un solo grupo de los problemas del país: el gobierno que representan Nicolás Maduro y sus ministros.

El estudio de Datanálisis arrojó que 46,1 % de los encuestados ve al presidente como el responsable de la crisis económica y social de Venezuela, mientras que 13,2% afirmó que son los ministros.

De los 1.200 hogares encuestados por el IVAD, 47,8% responsabilizó al gobierno del desabastecimiento y de la escasez, 14,3% al presidente Maduro y solo 7,1% al contrabando.

El presidente de Hinterlaces, Oscar Schemel, informó que aunque existe un descontento general con el gobierno de Maduro, el “chavismo duro” puede llegar a 40% de la población votante.

“El gobierno le está hablando a los radicales y convencidos, un poco más de 30% de la población. Tiene que hablarle a los indecisos, con un discurso renovado, que hable de la realidad económica. Se están desviando a temas que no corresponden. El chavismo está por encima de 30%, es una comunidad emocional, cultura política”, expresó Schemel hace unos días en una entrevista por Globovisión.

Oposición blindada vs. Chavismo en crisis

“La oposición es más grande que el chavismo”, fue la conclusión de Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, en una reciente entrevista con Globovisión.

La intención de voto para las elecciones parlamentarias tampoco favorece al oficialismo en la encuesta del IVAD. Un total de 57,9% de los venezolanos dijeron que votarían por candidatos de la oposición, frente a 19,3% que apostarían por el oficialismo, mientras que 22,8% prefirió no contestar.

Hercon Consultores, otra firma que estudió las percepciones para el 6 de diciembre, demostró que la oposición ganaría las elecciones con amplios márgenes en 13 estados del país, perdería 5 y terminaría en empate técnico en otros 3, según una encuesta realizada en agosto de este año.

Schemel aseguró que el descontento estaba ganando en los estudios que realiza su marca. “El descontento es un ingrediente fundamental en un proceso electoral, pero a pesar de eso, el chavismo tiene una extraordinaria capacidad de recuperación”, expresó el especialista en una entrevista en Televen el mes pasado.

Esta situación confirma la tendencia que manejaba la empresa Alfredo Keller y Asociados. La  intención de voto para septiembre, según esta firma, era de 53% para la oposición y 27% para el oficialismo, una brecha de más de 25 puntos porcentuales entre ambos bandos políticos.

Actualmente, la oposición es percibida como mayoría por los encuestados de esta firma. Un total de 49% tuvo esta impresión, 14 puntos porcentuales más del registro obtenido en el segundo trimestre de 2015, cuando se ubicó en 35%.

Para Magdaleno, “los cálculos demuestran que si la brecha en intención de voto a favor de la oposición oscila entre 10 y 20 puntos, es muy difícil un fraude”.

A solo 60 días de las parlamentarias, el presidente de Venezuela está consciente de su reto: "Yo creo que las elecciones del 6 de diciembre pudieran ser las más difíciles que ha enfrentado la revolución", confesó este lunes durante la juramentación de los coordinadores de campaña, que buscarán revertir los números que hoy parecen disipar el legado de Chávez y castigar la gestión de Maduro.

Félix R. Gutiérrez Rodríguez
@felixgr71

http://www.el-nacional.com/politica/elecciones-parlamentarias-encuestadoras-Nicolas_Maduro-presidente-electoral-6d_0_715728577.html

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JOSÉ TORO HARDY, CHÁVEZ MURIÓ, EL PETRÓLEO CAYÓ Y MADURO FRACASÓ

Curiosa campaña electoral la que estamos viviendo. En lugar de hablar  del futuro, los candidatos del chavismo  hablan del pasado y se aferran desesperadamente a Chávez: "Chávez vive", repiten. Las loas al "comandante eterno" maximizan su imagen mientras minimizan  la figura del actual.

Quieren crear una religión entorno a la figura de Chávez, como si pretendiesen vender la idea de que va resucitar para venir a rescatarlos de los entuertos creados por el líder que lo remplazó.

Pretenden imitar el culto que los argentinos construyeron entorno a Perón, quien murió el 1 de julio de 1974 -hace 41 años- pero cuyo recuerdo aún  gravita sobre la política argentina. Pero las diferencias entre Chávez y Perón son notorias. El último llegó a gobernar una nación que estuvo a punto de franquear la barrera entre en tercer mundo y el primero. Cuando uno aterriza en Buenos Aires (Ezeiza)  sobrevuela kilómetros y kilómetros repletos de industrias. Y donde hay industrias, hay sindicatos. Ese era el secreto de Perón: sindicatos, enormes y poderosos -que además adoraban a Evita- que le sobrevivieron y  que mantienen  vivo su legado político.

Pero el comandante eterno no cuenta con esa ventaja. En Venezuela hasta los sindicatos fueron arrasados. Por eso Chávez murió y no será revivido.  Quienes lo sustituyeron no tienen la autoridad moral para alimentar ningún mito.

Además, cayeron los precios del petróleo. Chávez llevaba una P de petróleo grabada en la frente. Basó su campaña electoral en una crítica feroz contra PDVSA y la Apertura Petrolera. Contó con la suerte de que el 2 de julio de 1997 estalla una crisis en Bangkok que afectó a Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas, repercutiendo también fuertemente en Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur y en menor grado a Japón e incluso a Singapur. Se la denominó la "primera gran crisis de la globalización". Aquello provocó una caída inesperada en la demanda mundial de petróleo, que disminuyó en dos millones de barriles diarios con respecto a lo esperado. El resultado es que se desplomó el precio de los hidrocarburos.

En  Venezuela el impacto fue brutal. En su peor momento la cesta venezolana llegó a 7 dólares el barril. Muchos creyeron que Chávez lo había previsto y que era un genio. Su popularidad creció como la espuma y en diciembre de 1998 arrasó en las elecciones.  Ocurrió entonces otro fenómeno. La fuerte caída de los precios del petróleo estimuló una aceleración de la economía mundial y una rápida  recuperación de los países afectados por la crisis,  con lo cual se restableció la demanda y se fortalecieron los precios.

En los años siguientes Chávez navegó sobre una ola de precios petroleros nunca antes imaginados. De 7 dólares el barril  llegaron a 116 dólares.  Nunca entendió aquel líder que la característica fundamental de los precios del petróleo es su volatilidad y, en lugar de aprovechar aquel maná caído del cielo para promover una economía sustentable capaz de resolver de manera permanente los problemas sociales, se embarcó en políticas marcadamente populistas que lograron su objetivo: lo transformaron en un fenómeno político que lucía invencible. Pero en realidad  era un ídolo con pies de petróleo, quiero decir de barro.

El sucesor de Chávez se encuentra ahora con dos problemas insuperables: Ya no está el comandante, ni tampoco cuenta con los ingresos petroleros que aquel disfrutó. En la actualidad cayeron hasta uno 40 dólares. Sin esos dos elementos, el legado que intenta mantener vivo ya no es viable.

La economía se hunde en problemas insuperables (al menos dentro del actual modelo): Venezuela padece la inflación más alta del mundo, el déficit fiscal resulta inmanejable, el bolívar fuerte se ha transformado en una de las monedas más débiles del mundo, la escasez –con un aparato productivo destruido por tres quinquenios de expropiaciones, controles y políticas irracionales-  resulta insoportable, las colas que padecen los venezolanos cada día también lo son, ya no hay dólares, sin materias primas ni repuestos la industria se viene abajo, el PIB cae a niveles nunca antes imaginados (10% según estima el FMI), la inseguridad es rampante, faltan las medicinas, la salud  y la educación destrozadas, el endeudamiento del estado y de sus empresas es abrumador, al país se le ha cerrado el crédito, PDVSA está severamente dañada, además la crisis eléctrica y la falta de agua agobian a Venezuela entera, al igual que la corrupción, la ineficiencia y el dogmatismo. La lista de los problemas es casi infinita. Es una crisis inducida por el populismo y el marxismo. Culpar de ellos a la “derecha maltrecha” o a una "guerra económica" supone presumir que el pueblo es idiota.

Y no lo es. Las encuestas nos dicen que la popularidad del actual gobernante ha caído a niveles deprimentes. Según José Antonio Gil -de Datanálsis- entre el 2012 y el 2015, el chavismo se ha reducido a la mitad. Y según nos dice la encuesta Venebarómetro al mes de septiembre el 77,9% de los ciudadanos valoran negativamente la gestión del gobierno de Maduro, el 89,3% piensa que la situación del país es negativa y agrega la encuestadora: casi 9 de cada 10 venezolanos les gustaría que cambiara la conducción del país. Según la encuestadora Hercon, a septiembre el 82,7% de los ciudadanos evaluaba negativamente la gestión de Maduro,  el 82,6% piensa que las cosas van por mal camino y responsabilizan por ello al modelo impuesto por Nicolás Maduro. Según IVAD el 76,9% le tiene poca o ninguna confianza al mandatario en tanto que la encuestadora de Alfredo Keller sostiene que el 80% de los propios chavistas creen que un cambio es necesario.

Tres hechos resultan pues incuestionables: Chávez murió, el petróleo cayó y Maduro fracasó.

José Toro Hardy
petoha@gmail.com
@josetorohardy

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RAFAEL MUCI-MENDOZA, ELOGIO DE LAS ARMAS Y DEL SILENCIO..

Lara o Lala (del griego, "hablar "), la habladora, era el nombre de una náyade, ninfa de los cuerpos de agua dulce, hija del dios río-Almón y famosa tanto por su belleza como por su charlatanería e indiscreción. En castigo por sus defectos, Júpiter le arrancó la lengua y ordenó a <https://es.wikipedia.org/wiki/Mercurio_(mitolog%C3%ADa)> Mercurio que la
encerrase en los  <
https://es.wikipedia.org/wiki/Hades> infiernos. Su opuesta, Laranda o Larunda que es en la mitología romana, Tácita, la diosa silenciosa o muda (Dea Muta). 

Convencidos de que en el buen gobierno de una nación una tal diosa era tan necesaria como la de la elocuencia, a Dea Muta los romanos no solo le pedían que encadenara las lenguas de los maledicentes, sino también que les ayudara a guardar el prudente silencio que se requiere para honrar a los dioses y a menudo en la vida cotidiana para cultivar buenas relaciones conyugales, familiares, vecinales y sociales en general, y en nuestra afligida nación para impedir tanta habladera de bolsería y necias cobas como la fementida ¨guerra económica¨ que ya no engañan a nadie.

En el pasado inmediato, el asesinato en masa ocurrido en una escuela de Roseburg, Oregón, USA pareció impactar al mundo:  ¨La historia criminal previa y la documentación de problemas de salud mental, no impidieron que al menos ocho de los pistoleros en catorce tiroteos masivos recientes en USA pudieran obtener sus armas, después que la verificación de antecedentes federales condujo a la aprobación de las compras de las armas usadas...¨ 

Y es que, como dijo el presidente Barack Obama tras el hecho, ¨estas matanzas ya se han vuelto rutinarias en el país¨. Obama sostuvo que ¨los pensamientos y las oraciones por las víctimas ya no son suficientes¨. Estos homicidios se propagan de forma "contagiosa" y alrededor del 20% a 30% de ellos parecen ser el resultado de una "infección¨ cuyo período de contagio dura alrededor de 13 días, según han determinado investigaciones.

Debo asentar que es muy odioso hacer comparaciones..., pero no me explico por qué nos estremecen y conturban los recientes tiroteos en escuelas públicas de Norteamérica, pareciera que ignoráramos cuántos conciudadanos fallecen diariamente en Caracas: ¡Imagine!, según informa extraoficialmente el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPCI), a un ritmo de 48 homicidios por día se registraron un total de 2841 <
http://www.rpp.com.pe/2014-03-05-venezuela-ministra-confirma-nuevo-muerto-durante-protestas-noticia_674407.html> en los primeros meses del 2014. La
DAEX (Dirección de Armas y Explosivos) hace dos años, calculó que el armamento ilegal alcanzaría 1 millón 878 mil y que más de 1000 granadas podrían estar en manos de los delincuentes...
Ley para el desarme y control de armas y municiones, junio 2013

¨Las armas de fuego importadas, exportadas o en tránsito internacional por la República Bolivariana de Venezuela, deberán contar con la autorización o licencia emitida por el órgano de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con competencia en materia de control de armas...¨

¨...Asimismo, compete a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana las actividades de registro, control, fiscalización, confiscación y destrucción de las armas de fuego y municiones que se encuentren dentro del territorio de la República¨.

En nuestro país ya se ha identificado un germen, un microrganismo procarionte, el Chavistetracoccus sanguinarius, curiosamente adquirido por el oído a través de la membrana timpánica, mediante palabras de incitación a la violencia homicida, vomitadas desde el altar de la república, que desde el inicio del socialismo hace más de tres lustros se ha ido replicando y adquiriendo virulencia agravada, cada vez más recia, al punto que necesita un período de incubación de tan solo minutos para inyectar su ponzoña a
través de algún arma asesina que se atraviese al paso de un ciudadano común... Caracas es la segunda ciudad más peligrosa del mundo -según el informe 2015 de la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal-. 

Ello sin lugar a dudas, es para mí el resultado de una perversa política de estado: mantenernos en zozobra permanente, más pendientes de protegernos que de rebelarnos ante el estado de cosas: Nos matan con la anuencia de Miraflores, del Ejército, del Ministerio de la Defensa y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; ¿o es que el control del armamento en Venezuela no está en sus exclusivas manos? Los recientes ataques con granadas, como si no supiera nada del asunto, han sido catalogadas por Nicolás Maduro de "crimen contra el pueblo de Venezuela", pero hay otros, esos que se cometen dos veces por día, pero no hará nada por impedirlo y del dicho al hecho hay mucho trecho. Veamos, que ha ocurrido a pesar de cientos de miles de personas asesinadas, más de 20 ministretes de Relaciones Interiores, más de 20 planes de seguridad, la incorporación de
una Policía Nacional -carne de cañón ante el mejor pertrecho de la delincuencia-, y apenas hace pocos días aprovechando la ausencia del capitán, fue discutido por vez primera, el tema en la Asamblea Nacional haciendo mutis ante la arremetida de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones que realizó entre febrero de 2014 y julio de 2015, 20 violaciones a la libertad de prensa, mil páginas web bloqueadas dentro del territorio y 34 emisoras de radio del espectro compradas a sus dueños bajo presión.

A los sonidos sin los cortes del silencio los llamamos ruido, estridencia o monotonía, y nos molestan por ser atropelladores o persistentes. Un silencio que duró 45 segundos fue el recurso utilizado hace pocos días ante la Asamblea General de la ONU por el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para subrayar de manera dramática su oposición
<
http://www.emol.com/noticias/Internacional/2015/07/14/725897/Los-puntos-cla
ve-del-historico-acuerdo-nuclear-entre-Iran-y-el-Grupo-51.html
> al acuerdo nuclear entre potencias mundiales e Irán.

Todos hemos experimentado o padecido el silencio de la ausencia, de la espera, de la duda, de la reflexión y de la introspección. El silencio del reconocimiento, el silencio prudente y el de la aceptación. El silencio del miedo, del terror, del pánico, del rechazo o de la hostilidad y también sufrimos cuando nuestro discurso se detiene ante la página en blanco... Más aterrador es el silencio del régimen ante los que mueren por falta de
acondicionamiento de los hospitales, por los médicos que migran, por los pobres que mueren de mengua... En silencio nos trabamos ante el nombre o la palabra que se nos escapa en el lapsus linguæ, pero también nos quedamos en silencio y sin palabras por fallas en la memoria o porque conservándola, tenemos temor o nos conviene decirlas... Y hemos también presenciado el «silencio de las estrellas» que, al decir de Lacan, «esperan a que el ser humano les otorgue una significación», por el simple hecho de que su
presencia nos precede, y porque suponemos que estarán ahí después de nuestra desaparición: a las estrellas se les ha hecho significar la Eternidad; la Eternidad, unida a la distancia que nos separa de ellas, propician que se conviertan en significantes del destino del hombre, testigos de su historia, representantes de las divinidades y lugar ideal para situar el más allá. Se les atribuye también el ser protectoras porque el ser humano, en la medida que padece su desprotección, necesita de estos testigos lejanos y luminosos, significantes de guía y protección. Una vez que el hombre ha hecho a las
estrellas responsables de su destino, les pide que rompan el silencio. Los sacerdotes, los adivinos y los astrólogos han tratado de ser, en todos los tiempos, los lectores y traductores de ese silencio...

Nos han matado, nos están matando, nuestros jóvenes de zonas marginales han sacado la peor parte, nuestras vidas dependen de un instante infeliz, de una equivocación de Átropos cuando corta el hilo de una vida por accidente, de un gobierno cruel y despiadado, irresponsable e indiferente a quien más Importa el poder por la detención del poder y el usufructo de las riquezas que ello trae aparejado, que el bien de los gobernados.

Iremos todos a votar el 6 de diciembre, pero debemos preguntarle a nuestros dirigentes qué haremos cuando el triunfo nos sea negado en virtud de la trampa o del arrebato... 

No nos engañemos, esta macabra burla ha sido fraguada en el crisol de las potencias que nos poseen: especialmente Cuba y sus dos decrépitos conductores cual rameras,  se han  vendido ya al imperialismo...

Rafael Muci Mendoza
rafaelmuci@gmail.com
@MuciMendoza

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NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ, HUMANIDAD

Reflexionaba sobre lo que en Venezuela estamos perdiendo, como individuos pertenecientes a esta especie. La revolución bolivariana nos arrastró en una espiral destructiva, que nos alejó de nuestra condición natural, intentar hacer un recuento de las desgracias físicas, psíquicas, morales y culturales que hemos vivido, se hace difícil.

Perdimos como seres humanos y como ciudadanos, victimas del odio sembrado para dividirnos.
Para entender la inmensa crisis, tendríamos que remontarnos al inicio, cuando un grupo de militares, traicionando la Patria que habían jurado defender, intentaron un golpe de Estado, con el fin de instalarse en el poder para siempre.
Tenían acuerdos ocultos con Fidel Castro, entregaron los mecanismos de control ciudadano y colocaron un paragua castrista sobre las Fuerzas Armadas, permitiendo la invasión de espías, disimulados entre médicos y entrenadores deportivos, para finalizar regalándoles gran parte de los ingresos petroleros.
Violaron la Constitución y las leyes, con el objetivo de destruir la democracia y los mecanismos con los cuales los civiles podían enfrentar el régimen autoritario. La separación de poderes, la imparcialidad del Poder Judicial y del Consejo Nacional Electoral, rápidamente fueron un recuerdo de una época, en que se podían cambiar gobiernos malos a través del voto popular.
Terminaron por aprobar, de manera anticonstitucional, las reformas rechazadas por el pueblo a través del referéndum nacional, necesarias para atornillarse en la silla y seguir golpeando hacia adentro.
Buscando apoyo de otros países y el vergonzoso silencio internacional, financiaron campañas electorales, regalando y comprometiendo lo que quedaba de la producción petrolera. Evidentemente después de tomar la tajada, que enriqueció a enchufados y a los chavistas “de arriba”.
Al resto había que mantenerlos pobres, para que no se volvieran “escuálidos”… a pasar hambre pues… fue la orden, que la revolución solo se mantiene viva con gente “pelando”. Para garantizarlo destruyeron la producción nacional, expropiaron todo lo que producía, acapararon los centros de distribución de alimentos, los expendios de comida y de semillas para cultivos… con el despreciable objetivo de someternos por el estómago.
Ahora asfixian la Polar, espejo de eficiencia frente al desastre improductivo de las empresas expropiadas por el régimen.
En la Venezuela bolivariana lo que no escasea son las balas y granadas que reciben, milicias, colectivos y bandas organizadas. Las que gozan de impunidad para amedrentar, chantajear, extorsionar, secuestrar y asesinar.
La corrupción ha sido la mejor característica de los políticos bolivarianos. Los que se sienten populares porque se ponen franela roja, los que de manera cínica bailan y cantan por televisión, los que detrás de un uniforme lanzan eructos, arrastran por los cabellos a damas indefensas o le caen a golpes con cascos y patadas, a mujeres, jóvenes y estudiantes… los videos trasmitidos por las redes, dicen más del horror que las palabras.
Aquellos que afirmaban que “ser rico es malo”, en pocos años compraron mansiones, se dan lujos, viajan con divisas sin control, cuando no utilizan aviones del Estado para sus niñeras, poseen los suyos privados. Tienen casas y caballos en Miami, yates y sobre todo muchos dólares depositados en cuentas extranjeras, ubicadas en paraísos fiscales.
Chavista que “se redondea” una suma, corre a instalarse en el Imperio y a abrir su cuenta en Andorra, si comienzan a molestarlo se convierte en “patriota cooperante del norte” y se asegura un futuro tranquilo, a expensas de lo “recolectado” dentro del tesoro nacional. Son expertos en espionaje, extorsión, corrupción, narcotráfico y contrabando, todos son amigos, familiares o testaferros del proceso revolucionario.
Mientras, gracias al gobierno que nos disminuye como personas, no conseguimos comida, hacemos colas denigrantes por un mendrugo y por papel higiénico; no tenemos repuestos, ni medicinas, solo desesperación… sabemos que todo se pondrá peor. Hasta las próximas elecciones, donde a cambio de hundir más al país, conseguirán dinero de sus secuaces internacionales a cambio de hipotecar más nuestro futuro.
Siguen creyendo que somos un pueblo estúpido, que regalando e inundando el mercado con productos baratos días antes de las elecciones, conseguirán los votos mínimos para mantener la fachada… que permita el fraude.
La compleja crisis, va más allá del desastre económico, la agresividad, las malas costumbres, el cinismo, la mentira, el atropello, el irrespeto del otro, de su trabajo y libertad, todo ello televisado y aplaudido por el régimen, son distorsiones a los verdaderos valores del pueblo venezolano. Actitudes que se hicieron costumbre en la boca de Chávez, Maduro, Lina Ron, Diosdado, Iris Valera, Izarra, Acosta Carlez, o un Mario Silva como sus mejores exponentes.
Quienes entre eructos, groserías, burlas e insultos se ocuparon de denigrar la condición humana de cualquiera que no estuviera de acuerdo con lo que estaba pasando.
Tenemos un problema de humanidad, de respeto, de distorsión de principios, de falta de profesionalidad, de esfuerzo, de trabajo. Que enfrenta un gobierno de mediocres y ladrones con ese venezolano de siempre, que se levanta temprano a trabajar, que se esfuerza estudiando en universidades cada vez más estranguladas, que hace colas interminables para llevar comida a su hogar, que creyó una vez y fue traicionado.
Me interpelaban las angustiosas interrogantes de una lectora, que frente al peso del poderoso aparato del estado, sentía sus fuerzas decaer, se sentía cansada mental, emocional y espiritualmente. No es para menos, la debacle es de tal magnitud que no vemos salida posible, algo de nuestra humanidad se pierde frente al inescrupuloso poderío del régimen.
El punto focal de la solución, será la capacidad de reacción, permanecerán los venezolanos como una masa inerme, desorganizada e indiferente o por el contrario reaccionarán.
¿Estará la sociedad contaminada con la ignorancia instalada en funciones de gobierno? ¿Será la propaganda oficial más poderosa que los valores inherentes a nuestra idiosincrasia? ¿La lucha por obtener los bienes que garanticen la subsistencia, pasará por encima de cualquier sentido de ciudadanía, de los principios, valores y normas que dan formas a la civilidad?
Digan lo que digan los escépticos, sí creo que existe un pueblo que puede ser humilde, necesitado, pero decente; un pueblo que tiene dignidad y sabe lo que quiere. Cansado de la burla, harto de la inseguridad y del abuso, Consciente que después de 16 años nos encontramos en el mismo punto, pero cada vez más hondo.
El venezolano necesita ánimo para mitigar el desaliento, serenidad producto de la seguridad, recuperar el optimismo, gracias a la esperanza y sentirse en armonía con el país y con sus semejantes. Allí el punto central de la enseñanza que debemos concluir de la experiencia vivida, la gran tarea de quien pretenda dirigir este país hacia la salida de la crisis.
Recuperar nuestra humanidad a través de nuestros actos individuales y colectivos. Pasa por sanear la economía, exigir legalidad, respeto mutuo, honor y decencia.
Somos un pueblo mestizo, de orígenes diversos, con costumbres, comidas y acentos. Con una historia común, un territorio donde encontramos lagos, ríos, montañas, crespúsculos y amaneceres.
Con horizontes infinitos, playas y naturaleza exuberante, donde siempre supimos salir adelante con brío y entusiasmo, por eso tengo fe, en este pueblo producto de una fusión de culturas, que manifiesta maneras diferentes de ser, pero que cuenta con una sola humanidad.
Nelson Castellano-Hernández
nelsoncastellano@hotmail.com

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