BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta VIRTUD. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta VIRTUD. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de noviembre de 2013

CARLA ANGOLA RODRÍGUEZ, NOS SAQUEARON LA VIRTUD

Hicieron mustia la decencia. ¿Qué más le quieren saquear a Venezuela?

No se puede saquear el hastío del país frente un gobierno inútil. Desde el cuartel estaban famélicos de mando. Nunca desearon reivindicar a nadie. Nos hicieron mendigos de paz. Lo asaltaron todo y jamás pensaron compartirlo. Ultrajaron a productores y después pusieron a los pobres en su contra. Los incriminaron por no abastecer, después que ellos mismos les habían dejado las manos vacías. Planearon desvalijarnos lo básico y convertirnos en bárbaros capaces de gruñirle a otro si se atreve a desear la bolsa de harina que logramos tomar primero. Nos robaron hasta el decoro. La ganadería, la agricultura, instituciones, lo industrial, el comercio. Con vileza, dejaron a consciencia uno que otro incauto sin tocar, para culparlo cuando el reclamo colectivo recrudeciera.

Timaron a sus votantes. Estafaron a quienes les compraron el sueño. Controlan precios, lo que se come y lo que no. Hacen agua lo que ganamos y le piden al pueblo que se vengue de quien escogieron para tapar su alevosía. Retan y logran de la gente, su elemental proceder. Los imagino talones en mesa, festejando la arremetida contra los anaqueles. Eufóricos, jubilosos a costa de la voracidad de unos y la zozobra en los demás. Celebrando la confusión. Que se caiga facilito en la trampa de la viveza. Juguetean y ponen a prueba la dignidad. Hacen creer a un grupo que se salió con la suya. Les dan una alegría insignificante que se evaporará tan veloz, como el necio gozo de poseer un simple objeto. Ellos saben muy bien que un televisor, no amortigua el hambre. No borra los asesinatos, las peleas a puños por una piche bolsa de leche en polvo. Pero aún así, desde Miraflores, ríen y veneran el desorden. El único artilugio en el que es pedagogo este gobierno inconsciente. Invitan a un pueblo noble a portarse mal, porque es el único patrón que necesitan instruirles para lograr sus objetivos.

Hicieron mustia la decencia. ¿Qué más le quieren saquear a Venezuela? Nos devuelve la ilusión el saber que, sin remedio, la causa real y determinante que ha hecho perder el poder a los hombres, es ser indignos de ejercerlo. Los medios callan, el gobierno distrae. Sin embargo, la dicha de un pueblo depende únicamente de ser bien gobernado. Y dijo Voltaire: "Yo conozco al pueblo, cambia en un día y, derrocha pródigamente, lo mismo su desprecio que su amor".

@carlaangola
carlaangolarodriguez@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

jueves, 19 de septiembre de 2013

EDISON CHIRINOS, FORTALEZA Y VIRTUD PARA RESTAURAR LAS CRISIS INSTITUCIONALES.

Permítanme comenzar el presente artículo con la siguiente reflexión: 

“El hombre por su condición humana, espiritual y ética está dotado de una dignidad intrínseca. La dignidad constituye un valor de validez universal y es patrimonio común y general de todos y cada uno de los seres humanos. La dignidad del hombre es inalienable e intangible se trata de un valor espiritual y moral inherente a la condición humana  en todas sus dimensiones: religiosa, ontológica, ética y social. El ser humano como persona, y ciudadano, es un sujeto moral que posee una dignidad absoluta y debe ser tratado con el debido respeto”.

Visto el  contenido filosófico de la citada reflexión y algunos  descubrimientos que han realizado personas dedicadas a las ciencias como  el doctor CARL GUSTAV JUNG, en la Universidad de Princeton, relacionado con la conducta humana tomando como referencia la de actores sociales que registra la historia y que este ilustre Maestro lo ejemplifica con el perfil del sanguinario lobo ADOLFO HITLER, quien Padecía una de estas Anomalías llamada PSEUDOLOGIA PHANTASTICA, conocida en términos más domésticos como un MENTIROSO PATOLOGICO, arte que convirtió a este orate rápidamente al llegar al poder en un engañador de oficio, lo que se  conoce  en la actualidad  como un  “DEMAGOGO COMPULSIVO”. Este criminal de guerra era el típico idealista. 

Surge la pregunta ¿Qué es un DEMAGOGO COMPULSIVO? Es el sujeto enamorado de proyectos faraónicos como obras de fácil realización, como tomarse un vaso de agua, este sujeto es un enamorado de sus propias ideas a sabiendas que son UTOPIAS, es un apasionado de la mentira locuaz, es un enfermo patológico, él más que nadie sabe que es un rufián, que es un apasionado por llegar al poder y mantenerse en él a toda costa para darle rienda suelta a sus sentimiento libidinosos y macabros y disfrutar de las mieles del poder como lo que es, como un orate, la historia nos muestra los ejemplos tales como el de NERON, en el Imperio Romano, ADOLFO HITLER, en la Alemania Nacis, IDI AMIN DADA, en UGANDA, el carnicero KADAFI, en LIBIA, sujetos que con su conducta sembraron el pánico en las Naciones que desgobernaron, la actitud de estos criminales y de otros DANTES han marcado ICONOS y FRONTERA entre el bien y el mal, sin embargo, a pesar de esta realidad histórica de quienes han conjugado con el mal no han tenido la oportunidad de disfrutar de las riquezas  mal habida, estos ejemplos no han sido suficiente para que en la órbita terrestre sigan apareciendo MESIAS, que desafíen postulados sagrados del BIEN y se ubican en la infraestructura de los pecados Capitales del, mal para lograr sus objetivos macabros.

  En nuestro país ha comenzado a parecer algunos  indicadores que evidencian que no estamos en el carril del Postulado del  BIEN, se ha venido pisoteando la moral pública, el bien común y la buena fe de una sociedad con la ocurrencia de hechos que ponen en tela de juicio a los  ciudadanos que ocupan cargos públicos, como lo acontecido en el país durante los últimos catorce años, similar a una razia destructiva y sistemática de la economía, de las finanzas públicas, de los servicios públicos, de la Industria Petrolera, las Empresas Básicas, la reserva en oro no está en Banco Central, se desaparecieron por arte de magia, la instauración de una Monumental Corrupción y una deuda pública atorrante. Como se observa esta ha sido la obra maestra de un grupo de vividores de oficio que están en el poder público, y ante tales ocurrencias todo permanece apacible y las instituciones que tiene el  Estado para controlarlo y mantener el orden público no actúan y los  infractores  campean libres como potentados BURGUESES, a pesar que los hechos citados son delitos contra la cosa pública, los mismos no prescriben.

         El Estado es una organización compleja que está estructurado en  tres elementos esenciales como son: Población, Territorio y Orden Jurídico, este  esquema constituye la infraestructura operativa que le permite al ESTADO, la  consecución de sus fines y objetivos de Interés Nacional. Para ello el ESTADO, cuenta con las Instituciones fundamentales, que deberían operar autonómicamente e independiente, por lo menos en el papel, tal como está previsto en la Constitución, esquema  que permitiría el  ejercicio de las atribuciones de los Funcionarios Públicos, las cuales están determinadas en la Constitución y las Leyes y que debe cumplir taxativamente los Funcionarios Públicos designados en la titularidad de cada Institución, con la finalidad de mantener el orden público y la seguridad ciudadana, ya que por el ejercicio de tales cargos devenga elevadísimos sueldos que pagamos los ciudadanos contribuyentes con nuestros impuestos.

      El esquema operativo citado en reiteradas oportunidades se ha visto afectado por Crisis Institucionales, Surge la PREGUNTA ¿Qué son las crisis Institucionales? Son enfermedades que afectan a las Instituciones Republicanas del Estado. Estas crisis son peligrosas por poner en peligro las garantías y derechos Constitucionales de los ciudadanos. Ante tales ocurrencias, los indicadores comienzan a encenderse cuando las Instituciones empiezan a dar muestra que no son eficientes para solucionar los Objetivos de Interés Colectivo que dieron origen a su creación, generalmente  por incapacidad de los funcionarios designados para sus gestiones o estar estos implicados en hechos dolosos, tal como sucedió con el Magistrado APONTE, APONTE ELADIO todo un sicario revolucionario puesto en el cargo indicado para que cumpliera los mandatos del Dante, según “confesión” de este mismo esbirro. Estos hechos quedan grabados en la conciencia del pueblo venezolano y en los anales de  la historia del país. Lo que nos permite inferir la máxima que afirma: “NO SOLO EXISTE LA HISTORIA DEL ARTE; SI NO TAMBIEN EL ARTE DE LA HISTORIA”.

     Tales Manifestaciones permiten pronosticar lo inminente del colapso de la Institución afectada. Dando paso en este orden de prelación al  desorden y el caos, bochinche, bochinche y más bochinche que se ha impuesto en el país, y por consiguiente,  tragándose la competencia de las Instituciones citadas, dando paso de esta manera, a la inseguridad, la criminalidad, la impunidad, la atorrantes corrupción, el homicidio por encargo,  la delincuencia organizada, el tiro por la culata, la puñalada trapera hechos y acciones que constituyen  la agenda que  imponen las nuevas  organizaciones gansteriles, dirigida por PRANES convirtiéndose  el orden público en caos en el bochinche y más bochinche y en  la enfermedad de las Instituciones del  Estado. 

    La situación planteada emplaza a los Funcionarios Públicos que han venido gestionando el Poder Público y en particular los niveles de decisión al asumir las tareas de la transformación de las Instituciones Públicas para que estas sean unas Instituciones con apresto y capacidad para cumplir con sus  Atribuciones. Y, no seguir en la excusa criminal del círculo vicioso de la Crisis Institucional, y condenando de inmediato a los instrumentos legales tales como ocurre en el ámbito criminal, que los partes de guerra dice el funcionario competente,  son consecuencia  del  “Código Orgánico Procesal Penal, como sujeto activo de la perpetración de los partes de guerra que informan la morgue semanalmente y en este orden de ideas  sale el funcionario esbirro a informar para  tratar de lavarse la cara  que los resultados dantesco de criminalidad es culpa del Código ORGANICO PROCESAL PENAL, que hay que fusilarlo en el paredón”.

       En este orden de ideas, la situación planteada permite formular la siguiente pregunta ¿Son posibles estas transformaciones en un Gobierno Militarista, Demagogo y Ramplón? La historia en este continente muestra que los Militares Profesionales son formados para la Gerencia en el Arte Militar, es decir, para administrar los Conflictos Bélicos y la Guerra, y han sido poco exitosos en lo relativo a la Gerencia de los Conflictos Sociales en el ámbito de las Sociedades Civiles Democráticas. Por estas razones al asumir estos JEFES,  VERDE OLIVA, el poder lo primero que hacen es denunciar y retirarse de las Organizaciones e Instituciones Internacionales que vigilan, administran y controlan el respeto de las garantías de los derechos humanos. Tal como lo hizo el lomo plateado de cuba y otros gorilas lomos plateados de este continente.  

     Lo Planteado permite inferir de manera generalizada, que existen dos Gerencias que son en su contenido y en las praxis antagónicas. La primera la militar, caracterizada por el ejercicio del Poder Público de manera vertical y jerarquizada, es decir, administrar la Sociedad con el garrote vil en la mano, el machete para atender y solucionar los conflictos sociales de manera civilizada, negociada con tanques y cañones echándole gas del bueno, a la población como en SIRIA,  estos funcionarios son los auténticos JEFES, es decir los caporales en la administración pública del siglo XXI.  Caracterizados  por gestionar el poder público con  el abuso y el  Desvió,  estos caporales no entienden que la autoridad de la cual están investido no es una patente de corso para pisotear los derechos y garantías Constitucionales de los ciudadanos, estos Gorilas no entienden la discrecionalidad tiene límites que están establecidos en la Constitución para evitar que en el orden vertical y horizontal se imponga la voluntad del esbirro envenenado, quienes al asumir los Cargos Públicos se olvidan que el respeto al derecho ajeno es la Paz.


         EL Gerente Civil (líder) se caracteriza por ser un negociador que utiliza el diálogo como herramienta para resolver conflictos, la negociación, la integración, la unidad, el desarrollo y la estabilidad y sobre todo propicia la paz y el bien común.  Además, señala la historia y quien no revisa la historia tiene que repetirla, con especial atención que no es posible aplicar transformaciones impuestas desde afuera o esquemas foráneos, porque esto implicaría la eliminación de la Soberanía y, por consiguiente, la democracia y la implementación de una autocracia. Los cambios sólo han sido posible en democracia, producto del ingenio de los pueblos, donde las personas que Gerencia y Gestionan las instituciones Públicas pueden auto reformarlas por mandato y pedimentos del pueblo. No por mandato de Gorilas extranjeros o por títeres manipulados por gorilas extranjeros.

   Sin  embargo, en la actualidad en el País han venido aflorando las Crisis Institucionales, que han impactado en la conciencia de la sociedad y comienza a surgir un sentimiento de frustración, que se ha venido generalizando, y la solución que se plantea establece un contraste antagónico entre la realidad y sus posibles soluciones. Fórmula que se plantea el liderazgo Político y lo que se materializa en la práctica, que a pesar de lo que se dice, se decide, se decreta y se legisla, no pasa nada y todo sigue igual, golpeando al ciudadano, a la sociedad con paquetazos y paquetazos económicos en Crisis, Caos, bochinche y más bochinche. De esta manera la sociedad sigue observando como el País sigue siendo conducido al paso redoblado, encaminado su porvenir a un futuro incierto, en el horizonte se asoma el hambre y el desconcierto social, la devastación de la República, indicadores  peligrosos.

         En la actualidad estamos en un punto de no retorno que se ha prolongado en el tiempo y espacio por la mitigación de la crisis  económica y social sustentada en los ingresos petroleros. Entre tanto,  las instituciones Públicas encargadas de atender la crisis conflictual  siguen sumidas en su letargo institucional, mostrando que no sirven y no servirán en un futuro, a sabiendas los Funcionarios Públicos que las tutelan, que tienen la responsabilidad de reformarlas a pesar de que la capacidad que han mostrado hasta el presente los muestran timoratos, indecisos, temerosos como focas y lo más grave, incapaces de emprender una cruzada con ese objetivo para adecuar esas Instituciones a los nuevos retos, a sabiendas los mismos, que esta omisión, son tierra fértil a la violación de los derechos Humanos.

Los  derechos humanos  que deben ser garantizados por el Estado y por los Funcionarios Públicos a quienes les pagan sus sueldos con los impuestos que pagan los contribuyentes.

    Ante esta realidad DANTESCA, y las omisiones del funcionario esbirro es importante recordarles al mismo que, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional  está vigente y que Venezuela es firmante del mismo. Los problemas colectivos que aquejan a las Sociedades no puede resolverse bajo falsas promesas de Mesías y hombres improvisados que patrocinan en sus campañas electorales promesas de desarrollos y proyectos Faraónicos y al conquistar el Poder accionan sus planes personales financiados con dineros Públicos que están previstos para atender las calamidades Públicas de la Sociedad que gobiernan.

  Estos gobernantes en la implementación de estos planes, traspasan las barreras de lo justo y lo legal y se ubican en terrenos del Oscurantismo, creando con los mismos  la infraestructura Maquiavélica que dan al traste con el estado de derecho, la Paz Pública y Ciudadana, dándole paso de esta manera a la  anarquía y a la muerte de las Instituciones de los Estados.

    Ante la realidad citada el PALADIN DE AMERICA  el Libertador, Simón José de la Santísima  Trinidad Bolívar  en el discurso de angostura (15) de febrero de 1819. Nos dejo esta máxima: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecer y él se acostumbra a mandar fuente donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad Republicana; y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo Magistrado que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente”.
   
   Este escrito se formuló fundamentado en la resolución de las Naciones Unidas relativa a la Declaración de los Derechos Humanos de fecha 10 de diciembre de 1948, la cual determina en su artículo Nº 19: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión, este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de ser investigado y el de no ser privado de recibir informaciones y opiniones y de difundirla sin límites de frontera por cualquier medio de expresión”.  (Subraya  Nuestro)

ESTE ESCRITO SE FORMULA EN HONOR DE LOS PRESOS POLITICOS Y EN PARTICULAR EL COMISARIO IVAN SOVONOVIS, QUE SOLITARIOS CRUZAN EL MAR CONFUNDIDO CON EL CIELO.

edison2015@hotmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

sábado, 15 de octubre de 2011

JUAN MIGUEL MATHEUS: LAS VIRTUDES DEL POLÍTICO

En su Opúsculo sobre el gobierno de los príncipes, Tomás de Aquino esculpió una de las mayores verdades políticas de todos los tiempos. Dice: "(...) se requiere mayor virtud para gobernar a la familia o sociedad doméstica que para gobernarse a sí mismo, requiriéndose mucha mayor virtud para gobernar una ciudad o un reino; por consiguiente, se requiere una virtud excelsa para ejercer debidamente los oficios o deberes que impone el gobierno". Esta verdad, que es de perenne actualidad porque pertenece a la esencia de la política, debe ser reconsiderada por los venezolanos. Los tiempos que corren hacen conveniente recordar que el político es, ante todo, un luchador moral, una persona que intenta ejercer la virtud en su propia vida para luego hacerla rebosar sobre la vida de la comunidad.
TOMAS DE AQUINO
La virtud más propia del político es la prudencia, también llamada sabiduría del corazón. Su objeto es el conocimiento racional de aquello que es bueno para los hombres y para la ciudad (Aristóteles). Ello supone un juicio práctico sobre lo que se debe apetecer (bienes) y sobre lo que se debe rehuir (males). Al mismo tiempo, exige una deliberación sobre los medios óptimos para implementar tal juicio. Pero acaso uno de los aspectos más relevantes de la prudencia es la humildad: el reconocimiento de la poquedad personal del político, que ha de moverlo solícitamente a (i) la petición de consejo, (ii) la recta formación de su conciencia moral y (iii) la reverencia de la ley natural.

Otra virtud del político es la amistad. Entre gobernante y gobernado debe existir un vínculo de amistad, en el sentido de que el primero ha de desear siempre el bien del segundo. De hecho, la razón de ser de los gobernantes radica en la concreción de la amistad cívica por medio de la cual estos consagran sus esfuerzos a la búsqueda del bien común y del desarrollo integral -tanto moral como material- de los gobernados. Sin embargo, en este punto hay que hacer una precisión: la amistad cívica tiene que estar precedida de la justicia, vocación común de gobernantes y gobernados. En donde se somete a los ciudadanos a la barbarie de la injusticia no es posible la amistad verdadera entre gobernantes y gobernados. Por eso, no habiendo justicia, no habiendo República, impera una suerte de enemistad entre el tirano y los tiranizados.
Finalmente, la magnanimidad o grandeza de alma, que se opone a la pusilanimidad o encogimiento de ánimo. El objeto de esta virtud es la aspiración de los bienes más nobles. En el caso del político, la aspiración de lo excelente para la ciudad y para sus ciudadanos. Eso solo es posible a través del cultivo concienzudo de un cierto sentido de realismo y de la virtud de la esperanza. Sentido de realismo, porque no se trata de hacer fructificar en los ciudadanos aquello que su tipo humano no puede producir. Todo lo contrario, la cuestión es maximizar sus capacidades de bien sin impostar lo foráneo, lo ajeno. Y virtud de la esperanza, porque aspirar a los bienes más nobles para los gobernados requiere -a pesar de las experiencias negativas que puedan tenerse- confiar en las capacidades de estos, apostar a los talentos constructivos de la gente que se gobierna.
jmatheus@forma.org.ve 
@JuanMMatheus

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

jueves, 17 de marzo de 2011

LA LEALTAD, UNA CUALIDAD EN EXTINCIÓN. ALFREDO R. WEINSTABL DESDE ARGENTINA

La lealtad significa una devoción sincera y espontánea, una obligación que se tiene hacia alguien o hacia algo. Ejemplo de ello es el sentir por la familia, religión, la Patria  o también por un equipo u organización.

Implica fidelidad, franqueza, nobleza, honradez, sinceridad y rectitud. Ser leal en consecuencia, significa tener esas virtudes y ser fiel al compromiso de defender lo que creemos y en quienes creemos, aun en circunstancias cambiantes, ya sean favorables o desfavorables.

Es un valor, una virtud que desarrolla nuestra conciencia y es  importantísimo en la relación, particularmente entre las personas y por ende en organizaciones.       La lealtad no es una consecuencia de un sentimiento afectivo, es el resultado del discernimiento para elegir lo que es correcto. Es considerada una de las virtudes más sinceras y honorables del ser humano       Desarrolla por otra parte, otras virtudes esenciales con las cuales se relaciona estrechamente, tales como la amistad, el respeto, la responsabilidad y la honestidad y la confianza entre otras.

Debe tenerse en cuenta que la lealtad debe ser una relación de doble vía entre las personas. Debe ser mutua entre dos amigos, así como del  jefe al empleado y del empleado a su jefe.

Es particularmente importante, casi esencial en las FF.AA. Casi podríamos afirmar uno de los valores básicos en la conducción.

¿Por qué? Porque el superior por la confianza que surge de la lealtad del subalterno puede disponer mandarlo hacia una misión en la cual peligre su integridad física, inclusive su vida, y el subalterno, por la misma causa, acata sin hesitarla y trata de cumplirla lo mejor posible, porque confía plenamente en su superior.

Por ello la lealtad es un atributo esencial para la conducción de personas, una virtud imprescindible para tener una organización aceitada al máximo para el cumplimiento de sus objetivos  o el logro exitoso  de la misión.
    
Pese a lo sencillo de entender lo expuesto, la lealtad no siempre es bien comprendida. Muchas veces se interpreta como una cualidad del nivel de abajo hacia el más alto, del subalterno o empleado  para con sus jefes o empleadores y no de doble mano como debería ser.

Actualmente esta tergiversación o falsa interpretación de este concepto, hace que la lealtad sea un valor difícil de encontrar.

La ausencia moral y la falta de valores de este gobierno impulsaron en forma  decisiva esta grave falencia en la conducta de los argentinos.

Un ejemplo es el frustrado intento de transversalidad política que intentó el ex presidente Kirchner, mediante la extorsión y la compra de conciencias y voluntades de dirigentes y ciudadanos, para conseguir adeptos o apoyos a su pernicioso experimento político.

 En su corta visión no supo prever que cuando se acaban los recursos o los fondos, también se acaba ese apoyo ficticio, esa “lealtad” comprada.

El kirchnerismo hoy no existiría, pero desde hace ya bastante tiempo, de no haber tenido una situación económica mundial tan favorable a nuestros productos exportables.

El “Primer Trabajador” para algunos, o el “Gran Corruptor” para los más, ya hace más de seis décadas, tenía bien en claro el concepto e importancia del concepto de la “Lealtad”.

Tanto es así que inculcó este valor en sus seguidores e instaló un feriado, el 17 de octubre, como el día de “la Lealtad”, y llegado el momento, sin titubear, echo de la Plaza de Mayo a aquellos que cuestionaban su doctrina política.

Hoy, el kirchnerismo es la expresión de los desleales que Perón repudió en forma pública, tan enérgicamente, en aquella oportunidad.

La Lealtad es un valor escaso, prácticamente ausente en nuestra sociedad.

En este país, con escasa reglas morales y sin ética política en el que vivimos, la falta de lealtad es absolutamente evidente en la “borocotización” política.

Recordemos al Dr. Eduardo Lorenzo “Borocoto”, que tiró su prestigio, honra y dignidad a los perros, al cambiar desvergonzadamente, inclusive antes de jurar en su nuevo cargo como diputado, saltando de su partido político al oficialismo, que era la contracara del partido que lo había votado.

Este pésimo ejemplo, la falta de lealtad a los principios e ideología de un determinado partido, es ahora moneda corriente en nuestra política y causa de la grave degradación de los partidos políticos.

Pero no solo ocurre en la política, también en otras organizaciones, en la cuales estas se apartan descaradamente  y sin disimulo de la esencia y el concepto de la lealtad, abandonando a su gente, a su propia suerte,  solos, en un ambiente hostil y altamente desfavorable.

 Tras más de siete años en esta embestida  maligna y perversa del oficialismo kirchnerista en pos de aferrarse al poder a toda costa, es un valor más que se pierde en nuestra sociedad.

Otro retroceso de la  Argentina, cada vez más lejos de ser un país moderno y civilizado cimentado en valores y principios.

alfredo@weinstabl.com.ar

Este es un reenvío de un mensaje de "Tábano Informa"
Para subscribirse envíe un mensaje a: tabano_informa-subscribe@gruposyahoo.com.ar

 EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

martes, 30 de noviembre de 2010

INTERVENCIONISMO: ¿IDEOLOGÍA O NEGOCIO? ROBERTO CACHANOSKY, CASO ARGENTINA.

Comprendo que la gente no relacione calidad institucional con crecimiento. Lo que no entiendo es que se haya perdido el concepto de decencia, algo que nuestras abuelas conocían sin haber hecho un posgrado.

Considerando que el mundo está lleno de seres mortales con sus virtudes y defectos, y que los funcionarios públicos surgen de ese mundo de seres mortales, resulta difícil imaginar corrupción cero en cualquier país del mundo. Habrá naciones con más corrupción y otras con menos, pero difícilmente haya una corrupción cero por el simple hecho de que la misma existencia del Estado da lugar a un poder que detentan los gobernantes y funcionarios públicos que les permite disponer de los dineros ajenos.

Si aceptamos que es casi imposible llevar la corrupción a cero, al menos puede limitársela. Es decir, buscar esquemas de políticas públicas que disminuyan las posibilidades de corrupción. ¿Cómo puede lograrse ese objetivo?

Cuando uno observa, los casos de corrupción se deben fundamentalmente a dos razones: a) las regulaciones de todo tipo del Estado y b) el estatismo.

Cuando hablo de regulaciones no solo me refiero a los controles de precios o restricciones al ingreso de nuevos competidores al mercado, entre otras medidas, sino también a los subsidios de toda clase. Por ejemplo, es común escuchar denuncias sobre el uso político de los planes sociales que manejan algunos sectores del gobierno u organizaciones que se autodenominan “sociales”.

Mi punto es que a mayor intervención del Estado en la economía, más posibilidades de corrupción. Tomemos el caso de regulaciones que impiden el ingreso de nuevos competidores al mercado. El objetivo de ese tipo de regulaciones consiste en generar una renta extraordinaria en los sectores beneficiados que no obtendrían en condiciones de libre competencia. El funcionario que otorga ese beneficio puede cobrar una coima por otorgarlo y quien lo recibe puede pagarlo porque la renta extraordinaria se lo financia. Se produce así un mercado de tráfico de influencias en que el objetivo no es invertir para ser más competitivo y ganarse el favor del consumidor, sino que todo se centra en hacer el lobby necesario para obtener esa renta extraordinaria. El funcionario sabe que esa renta es un bien escaso y que su firma puede tener un precio, por lo tanto, “vende” ese beneficio gracias a que la sociedad toma como normal que el Estado intervenga en la economía para neutralizar los “efectos negativos” del “mercado salvaje”.

Otro ejemplo podrían ser los controles de precios. Cuando una empresa depende de que un funcionario público firme una autorización para incrementar los precios, su capacidad de subsistencia puede depender de la buena voluntad del funcionario, por lo tanto puede estar dispuesta a pagar para que el burócrata firme a cambio de un precio. En ese caso hay una extorsión del funcionario de turno.

Los escándalos de corrupción que han surgido en los últimos tiempos en las obras sociales sindicales no son otra cosa que el resultado de una fuerte intervención del Estado que, en nombre de la justicia social, le quita compulsivamente a los trabajadores parte de su ingreso para transferírselo a los dirigentes sindicales. No es que los trabajadores libremente eligen aportar a las obras sociales, sino que el Estado les quita por la fuerza parte de su ingreso para transferírselo a los sindicatos. Si no existiera ese “robo legalizado”, como lo denomina Bastiat, el trabajador podría elegir quién le presta el servicio médico, y si quien se lo presta no lo satisface podría cambiar de prestador. Es tal el monto que se mueve mediante este robo legalizado que la corrupción es inevitable bajo este sistema porque los sindicatos no tienen que ganarse la voluntad de los trabajadores sino que obtienen los recursos gracias al aparato de compulsión del Estado.

¿Quién no recuerda, si tiene edad suficiente, el suplicio que era conseguir un teléfono en la época de ENTEL? Tener un amigo que tuviera un amigo en ENTEL que consiguiera un teléfono era la forma de obtenerlo. ¿Quién no recuerda los techos de los edificios del microcentro repletos de cables de teléfonos que usaban las mesas de dinero? Esas líneas se conseguían comprándolas. Y el que las vendían se las quitaba a otros. Y los ejemplos podrían continuar, con las empresas estatales que compraban mucho más caro los insumos que el precio de mercado porque había un negocio cautivo.

En definitiva, a mayor intervención del Estado, más poder del funcionario público para decidir ganadores y perdedores dentro de la economía. Ese poder omnímodo de los burócratas y políticos, que va contra los principios de la democracia republicana, termina generando el tráfico de influencias al que hacía mención antes, porque, insisto, el costo de las coimas lo termina pagando el consumidor. El funcionario que coimea se beneficia y el que paga lo asume como parte del costo de producción gracias a los beneficios extraordinarios que le otorga el Estado le permite trasladar ese costo a precio.

Podemos catalogar a los dirigentes políticos, sindicales, economistas etc. que adscriben al intervencionismo y al estatismo bajo dos grandes categorías: a) los que están convencidos por ideología y b) los que ven un negocio personal en la intervención del Estado y lo promueven no por ideología sino por interés personal. En este caso, la intervención estatal se presenta como una ideología a favor de los pobres o de la soberanía nacional, pero en rigor esos argumentos son solo una pantalla para esconder el enriquecimiento personal que persiguen baja la máscara de defensores de los pobres y de la Nación.

A los que están convencidos por ideología y no los mueve la búsqueda de enriquecimiento personal les diría que no es un problema de personas sino de sistema, además de debatir técnicamente sobre la inconveniencia del intervencionismo y el estatismo. Pero para los que buscan un negocio personal no hay argumentos científicos que valgan, porque sería como tratar de convencer a Al Capone que no es bueno para la sociedad las actividades mafiosas. Su interés personal no pasa por el interés de la sociedad sino por maximizar sus ganancias personales utilizando cualquier mecanismo para obtenerlas. De manera que tratar de convencer a este grupo de personas no tiene ningún sentido.

Pero el problema de fondo es que una amplia mayoría de la población cree que el intervencionismo estatal la beneficiará y que el mercado libre la perjudicará, al tiempo se escandaliza con la corrupción y cree que el problema se resuelve reemplazando a un intervencionista corrupto por un intervencionista honesto. Para la inmensa mayoría de la sociedad la corrupción no es fruto de los poderes omnímodos que manejan los burócratas y políticos, sino que es un tema de personas. Y la realidad es que si en el medio de un océano de corrupción cae un intervencionista honesto, la mafia de la corrupción se lo come vivo. Y en el caso que se consiguiera un ejército de intervencionistas honestos que pusieran en retirada a los intervencionistas corruptos, igual tendríamos un serio problema de eficiencia económica. Tema que dejaré para otra nota.

Si uno mira la oferta electoral de hoy día en Argentina, salvo excepciones, se va a encontrar con que la oposición denuncia al gobierno de corrupto y sin respeto por la democracia republicana, pero no propone un cambio de sistema. El argumento se limita a decir: ellos son corruptos y autócratas, yo soy honesto y democrático. Una especie de kirchnerismo al revés. De ambos bandos parecen tirarse con el argumento de la honestidad y el respeto a las instituciones, pero, sinceramente, del lado de la oposición no veo, a grandes rasgos, propuestas de políticas públicas tan diferentes a lo que actualmente se hace. Solo se argumenta sacando la chapa de honesto.

La democracia republicana se construye limitando el poder del Estado. Sin un límite claro al monopolio de la fuerza que le delegamos al gobierno, no hay democracia republicana posible y sí muchas posibilidades de corrupción. Y como la corrupción necesita de la impunidad para subsistir, el paso siguiente es la destrucción de la república.

Pero tal vez sea el mismo mercado electoral, es decir las preferencias políticas de la gente, lo que hace que impere este tipo de sistema. Comprendo que no todo el mundo tiene que conocer la relación entre calidad institucional y progreso económico y personal. También comprendo que no todo el mundo tiene que entender porque son perjudiciales los controles de precios, las restricciones a la competencia, el despilfarro en subsidios, el estatismo, etc. Lo que me resulta más difícil de comprender es que hayamos llegado a un punto en que la gente no pueda comprender un concepto básico que es el de decencia o prefiera dejar de lado la decencia a cambio de un artificial y transitorio nivel de consumo. Digo, no pido que la gente entienda la relación entre instituciones y crecimiento, sino que valore la decencia, que es algo que nuestras abuelas lo comprendían sin haber hecho un MBA o un PHD. Ser decente es vivir del trabajo propio y no del ajeno. Ser decente no es pretender vivir de las dádivas del Estado. Ser decente es esforzarse para progresar sin pedirle al Estado que le robe a otro para que me lo de a mí. Ser decente es respetar al otro, es la buena educación en el trato. El saber que uno no debe robar, en forma directa o mediante el Estado gracias al lobby. Ser decente es no avasallarlo los derechos de los demás en nombre de la justicia social o de la soberanía nacional.

Esta orgía de creciente corrupción que vive el país, podría ser el resultado de haber perdido el concepto de decencia. Posiblemente, quienes ven el intervencionismo como un negocio personal y lo disfrazan de ideología a favor de los más desposeídos, aprovechan esa pérdida del concepto de decencia porque amplios sectores de la sociedad está dispuesto a cambiarlo por una fiesta de consumo transitorio o de vivir de la ilusión que una autócrata bueno nos evitará el trabajoso camino de construir el país con trabajo, inversiones y respeto por las instituciones, y cuando digo instituciones pongo el acento en el Estado limitado.

En definitiva, me parece que es imposible que tanta corrupción pueda sostenerse sin una sociedad que ya no se escandaliza por ella. Y si no se escandaliza, es porque se perdió el concepto de decencia. Y si se perdió el concepto de decencia, queda el campo listo para el negociado corrupto del intervencionismo.

Tal vez, si comprendemos que la existencia de un Estado limitado no es solo más eficiente para poder crecer, sino un imperativo moral, es que logremos el sueño de una Argentina diferente.

Este es un reenvío de un mensaje de "Tábano Informa"
Para subscribirse envíe un mensaje a: tabano_informa-subscribe@gruposyahoo.com.ar
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

domingo, 20 de diciembre de 2009

Abrazo Fraternal de Navidad, Desde El Puente, Oswaldo Álvarez Paz

El año próximo a terminar ha sido el peor de cuantos ha soportado la reciedumbre del pueblo venezolano. Ha sumado a la tragedia colectiva de la nación nuevas y más graves circunstancias políticas, económicas y financieras, sociales, militares, legales y con relación al continente y al mundo. No hay ninguna razón que justifique celebrar lo que hemos vivido este año. Añadido a los anteriores diez del ejercicio presidencial de Hugo Chávez, contemplamos como la tragedia se prolonga sin que los esfuerzos que se hacen desde distintos frentes sean suficientes para ponerle punto final o, al menos, detenerla en el dramático punto en que se encuentra.

Algunos pensarán que esta nota está cargada de pesimismo. No es así. En las circunstancias actuales un pesimista es un optimista realista. En mi caso el análisis de la realidad nacional más bien proporciona ánimo y energía para seguir adelante con redoblados bríos, con fe en el destino superior de Venezuela que impide la parálisis o la resignación que se ha apoderado de algunos espíritus débiles o complacientes. El objetivo continúa siendo que este régimen dure lo menos posible y, consciente de su verdadera naturaleza, entendemos que jamás saldremos de él “por las buenas”, como ocurriría en una verdadera democracia plural y alternativa. ¿Cuánto es el menor tiempo posible? No lo sabemos. El necesario para alcanzar el objetivo sin descansar ni un minuto en el empeño. Sin descartar los procesos electorales en agenda, cada día está más claro que esa verdadera naturaleza del problema no es electoral sino existencial, de principios y valores que desaparecen en una República destruida y saqueada por los bárbaros más caros de la historia. La unidad que necesitamos tiene que ser alrededor del propósito señalado, utilizando en la lucha todos los recursos que la Constitución señala y el derecho natural autoriza. Si esto no está claro continuarán diluyéndose esfuerzos que solo responden a intereses personales o de grupo, siempre circunstanciales y extemporáneos ante situaciones como las que tenemos que enfrentar. Lo seguiremos intentando seguros de que la victoria definitiva llegará más temprano que tarde.

Esta semana es Navidad. El abrazo fraterno para todos los venezolanos y extranjeros que viven con nosotros. Para la institucionalidad democrática de Colombia, para su pueblo y su gobierno. Para los demócratas del continente y del mundo. En particular, un mensaje de profundo respeto para Honduras por sus enseñanzas y su ejemplo. Pero, por encima de todo, nuestro sincero abrazo navideño para los presos políticos, y para cuantos sufren acoso y persecución por parte de este gobierno forajido. Un canto de esperanza para los exilados. Para los familiares de todos, la certeza de que la justicia brillará pronto. Sus verdugos serán procesados. La promesa es formal. No habrá borrón y cuenta nueva. Quien la debe que la tema, quien no la debe, pues nada que temer.

Oswaldo Álvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
Lunes, 21 de diciembre de 2009
ENVIADO A NUESTROS CORREOS RECOMENDANDO PUBLICACION
ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, MOVIMIENTO REPUBLICANO MR, REPUBLICANO, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO,POLÍTICA, INTERNACIONAL,

martes, 25 de diciembre de 2007

*EDITORIAL DE 2001 “VIRTUD Y TOLERANCIA”


Caracas, Diciembre 24 de 2007
"La virtud reconcilia a uno consigo mismo"
William Thackeray (poeta inglés)

Para los cristianos en particular y el mundo en general, hoy es un día muy especial de la Humanidad, es un día de reflexión y rectificación y en especial de amor y tolerancia.

Tradicionalmente en nuestra Venezuela son propicias estas fechas para el acercamiento y la reconciliación, a la vez que apartar odios y resentimientos, y una de las acciones que ha caracterizado a nuestros gobiernos democráticos es una declaración de aministía general a los presos políticos. Ojalá sea una realidad y esperamos que el Gobierno no use como respuesta aquel chiste de mal gusto del ex llamado defensor del Pueblo, Germán Mundaraín, quien afirmó que en Venezuela no había presos políticos sino políticos presos.

Esta nota editorial la escribimos antes del 24 de diciembre, día éste del nacimiento del Niño Dios, del Niño Jesús. En editorial anterior hicimos un llamado a los mandantes para que mantengan la tradición y declararan una amnistía de presos políticos, igualmente se han expresado otras voces, la Iglesia Católica, gremios, individuales y ONG,s. La respuesta ha sido el silencio.

No obstante, guardamos la esperanza que los presos políticos que están tras las rejas salgan libres. Entre ellos, los comisarios policiales Simonovis, Vivas y Forero, a quienes tienen jugando una perversa ruleta judicial; el general Usón, quien purga condena y quien, según la Ley, debió salir en libertad meses atrás por haber cumplido más de la mitad de la sentencia, está preso por el hecho de opinar sobre el uso de los lanzallamas.
Muy discutibles las razones para que después de varios años los mencionados como tantos otros, sigan privados de libertad. Recuerden los ahora gobernantes que en lo que ellos llaman la IV República, tan vilipendiada, fueron amnistiados a pesar de que se alzaron en armas contra las Constitución.
Grande para los cristianos por haber nacido este día Nuestro Señor Jesús, trasciende además porque por antonomasia es fecha para compartir con la familia, de la reconciliación, de olvidar resquemores y ofensas y hacer de la tristeza alegría y de las lágrimas sonrisas.

Compartimos las angustias de los familiares y de aquellos detenidos que por pensar distinto o actuar dentro de la legalidad, cumplen penas injustas e injustamente también que los tengan separados de sus familias.

Deseamos, si no ha ocurrido antes, que para el 31 de diciembre al menos, no quede ningún preso político condenado a la soledad y la miseria del calabozo. ¡Feliz Navidad Venezuela, para ti y tus hijos!