BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta TERRORISMO DE ESTADO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TERRORISMO DE ESTADO. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de septiembre de 2015

GERMÁN GIL RICO, TERRORISMO DE ESTADO CONDENA A LEOPOLDO Y CALIENTA LA FRONTERA

En la historia abundan casos jueces que anteponen a la verdad sus pasiones políticas, raciales o religiosas, cuando no la preservación de modus vivendi. Todos venales, que apañaron crímenes de Estado. Así tenemos que en la infamante condena y ejecución de la pena impuesta a Jesucristo privaron el interés político y el religioso-mercantilista.  De tal manera que la sentencia dictada por una turba contratada, sirvió a Poncio Pilatos para blindar la alianza del Imperio con el poder económico-religioso judío y presentar ante el Senado Romano resultados de su buen desempeño, ejecutando al líder desestabilizador que perturbaba la paz y advertir a sus seguidores del castigo que les esperaba de proseguir las enseñanzas del crucificado. Pilatos y la canalla vociferante se recuerdan como sinónimos de maldad.

En el transcurso de los siglos posteriores infinidad de casos similares han sido registrados. Así tenemos juicios que invariablemente culminaron con la imposición penas crueles como el fusilamiento o la deportación  a campos de concentración,  asimilable a la pena de muerte, impuestas por seres despreciables que fungieron de jueces, siendo custodios de los regímenes totalitarios: fascista, comunista, nazi, falangista, y castro-comunista.
En Venezuela el castro-comunismo, oculto tras la mampara Maduro-Cabello, no podía echar por la borda el legado histórico de crueldad extrema. La juez Susana Barreiros condenó al preso de consciencia Leopoldo López a cumplir pena de 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de presidio, convalidando un expediente cocinado a fuego lento por la Fiscalía del Ministerio Público, en el cual se le formularon cargos por: “instigación pública, daños a la propiedad en grado de denominador, incendio en grado de denominador y asociación para delinquir”.
Leopoldo López es un joven político que ha construido un liderazgo enfrentando al chavismo castro-comunista. Primero combatiendo al finado Comandante Bellaco en Jefe Hugo Chávez Frías, hombre de paja de los hermanos Castro y luego, en lucha sin pedir cuartel, contra el ilegítimo Presidente Nicolás Maduro, muñeco de ventrílocuo en brazos de los tiranos cubanos.
Recio en la denuncia de la violación de los derechos humanos, del derroche y malversación de los dineros públicos, así como de la impunidad ante tales hechos delincuenciales y la inseguridad reinante que mantiene en permanente “toque de queda” a la población trabajadora y honrada; firme en sus propuestas de cambio para la restitución de la democracia en libertad, donde el disenso ideológico-político no sea criminalizado y cobre vigencia la libertad económica, generadora de riqueza nacional por vía la inversión y el empleo digno, mientras el Estado se ocupe de promover y apalancar nuevos emprendedores.
La denuncia de las corruptelas gubernamentales y la proposición de programas realizables son parte integral de la MUD, dentro de la cual López es relevante figura. Por eso se le encarcela, provocando una reacción que les justifique el Estado de Excepción en todo el país y, la suspensión de de las elecciones del 06-12 en las que, de antemano, se saben derrotados.
Y calientan las fronteras con Guyana y Colombia como táctico electoral. Porque del diferendo con Guyana nunca se ocuparon. Ya el finado Chávez había hecho dejación de ese territorio a cambio de respaldo en organismos internacionales. Con la de Colombia provocan una crisis humanitaria de alto tenor. Destruyen las viviendas de los colombianos que las habitan, los acusan de paramilitares, narcotraficantes y contrabandistas de extracción. Nadie les cree y violan el espacio aéreo del vecino, para ver qué pasa. Porque un disparo les garantizaría mayor tiempo para ejecutar más tropelías y crímenes. 
De tal manera que, por la suerte de la democracia a ser restituida, pidamos a los colombianos la mayor prudencia. Todo plazo se vence y el de los castro-comunista Maduro-Cabello comienza el 06-12. 
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, TERCERA VIA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD NACIONAL, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, ACTUALIDAD INTERNACIONAL,

jueves, 21 de mayo de 2015

JUAN PÁEZ ÁVILA, LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

Frente al cerco económico por parte del gobierno contra las universidades autónomas que las puede conducir a un cierre técnico y a la emigración de su personal docente altamente calificado, por los bajos sueldos asignados a dedo por el Ministro de Educación Universitaria, resulta imprescindible rechazar y condenar la permanente agresión a las primeras casas de estudios del país.

En la totalidad de los países donde se han instaurados regímenes totalitarios, mediante golpes de Estado o a través de elecciones, que una vez en el poder lo utilizan para liquidar las instituciones de la democracia, una de las  primeras medidas represivas las han dirigido contra las universidades, especialmente contra aquellas que disfrutan de autonomía. Y en algunos casos como el que estamos viviendo en nuestro país, cuando  se pretende imponer un régimen de pensamiento único,  pero como no  las pueden controlar desde adentro, tratan de ahogarlas económicamente restringiéndoles el presupuesto que por ley les corresponde, o interviniéndolas por la fuerza para someterlas a los planes dictatoriales del gobierno.
                              
La suma de agresiones a las principales  casas de estudios superiores sin lugar a dudas que responde a una política, por demás equivocada, del gobierno del heredero del Comandante Hugo Chávez para tratar de someterlas y obligarlas a ponerse al servicio de su  proyecto revolucionario, que denomina Socialismo del siglo XXI, a pesar del fracaso que el mismo  experimentó en todos los países del este de Europa y en otras naciones del mundo, donde regímenes tiránicos intentaron implantarlo.
                              
La utilización de grupos paramilitares para aterrorizar a estudiantes y profesores y crear las condiciones de anarquía provocada por la violencia, para después  acusar a las autoridades de ser las responsables de una supuesta  ingobernabilidad, posiblemente esté dirigida para luego propinarles el zarpazo definitivo, utilizando la Asamblea Nacional para que modifique la Ley de Universidades o de Educación en general, para destituir a las autoridades electas democráticamente y proceder a su intervención militar. Y aunque el dogmatismo estalinista les haga creer que poseen la única verdad que existe en el mundo,  para imponerla a los centros de la inteligencia, donde no sólo se cultiva la ciencia, la tecnología y el saber humanístico, sino también el pensamiento crítico, la paz y la democracia, podrán ocuparla militarmente y atropellar estudiantes y profesores, pero no lograrán ponerla al servicio del atraso, del personalismo y del militarismo.

En una época en que el conocimiento se duplica  cada dos años, el grupo de dogmáticos formados en los manuales del estalinismo, que asesora al  heredero del difunto Comandante en Jefe, lo empuja cada día más hacia un desastre, aprobando políticas económicas y sociales que profundizan la recesión económica, la inflación, el desempleo y la inseguridad de las personas y los bienes, liquidando paulatinamente la propiedad privada. Y como la Universidad Autónoma sigue siendo el centro crítico de la política y de la cultura en general, contrariando la verdad única que creía poseer el extinto comandante supremo, y también  quienes le acompañaron en el gobierno, y  hoy controlan el país, no encuentran otra forma de enfrentar la inteligencia que dirige la Universidad, que la utilización del cerco económico.

De allí las múltiples agresiones de que han sido víctimas las Universidades Autónomas, desde que Hugo Chávez decidió radicalizar su proyecto político dirigido a controlar todos los Poderes Públicos y las instituciones de la ciencia y la cultura, históricamente llamadas a enfrentar la barbarie del caudillismo militarista, disfrazado de socialismo del siglo XXI, que el Presidente desaparecido  pretendió, y hoy  sus herederos pretenden, imponerle a los venezolanos. Pero como lo indica la experiencia, todavía reciente, del fracaso de los tiranos que trataron someter a sus naciones a los delirios de sus mesianismos, de sus demencias de grandeza, e incluso de nuestro General dictador, Marcos Pérez Jiménez, que inventó un  ¨ Nuevo Ideal Nacional,¨ buscando engañar incautos y perpetuarse en el poder, cuando agredió a la Universidad también fracasó.

El Comandante Chávez ayer, y hoy Nicolás Maduro, con su socialismo del siglo XXI, impregnado de fascismo,  comunismo y caudillismo tropical, también serán derrotados por la Universidad que propicia la democracia y la paz, entre los venezolanos.

Juan Paez Avila
jpaezavila@gmail.com
@jpaezavila

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD, NACIONALES, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, INTERNACIONAL, ALEMANIA, ESTADOS UNIDOS, ESPAÑA, COLOMBIA, ARGENTINA,

jueves, 29 de enero de 2015

SAÚL GODOY GÓMEZ, LA POLÍTICA DEL MIEDO,

Utilizar el factor miedo en la política es una práctica muy antigua, pero fue el comunismo el que la convirtió en un arte, Mao Tse Tung , en varios de sus escritos recomendaba mantener a la población en estado de constante agitación por medio de amenazas ficticias como invasiones, golpes de estado y otras conspiraciones, de esta manera mantenía a China en estado de permanente movilización y en alerta, que según Mao, hacían imposible planes sediciosos en su contra.

Stalin en Rusia, aunque no escribió sobre ello, no dejaba de ser un verdadero artista en provocar pánico entre el pueblo, en especial entre sus más cercanos colaboradores, manipulándolos para enfrentarlos por medio de la sospecha de traición, declaraba enemigo del estado atoda región o etnia que consolidara su control sobre el país, no letemblaba el pulso en ordenar su exterminio o suprimir a sus líderes, sus discursos y la propaganda que utilizaba, era muy efectiva para fomentar estos “enemigos instantáneos”, quienes resultaban ser simples chivos expiatorios de sus propios errores estratégicos y del modelo productivo soviético, los errores del régimen se desplazaban a otros y estos pagaban los costos.


El miedo juega un papel muy efectivo en la psicología de masas y eso lo entendió Fidel Castro desde el mismo momento que asumió el poder en Cuba, los enemigos de la revolución eran muchos y estaban continuamente atentando contra la revolución y su vida, de allí las continuas limpiezas y cacerías de traidores, los juicios sumarios, encarcelamientos y fusilamientos eran el pan de todos los días.


Durante la Guerra Fría se tomó muy en serio el desarrollo de estas técnicas de control poblacional por medio del terror, para los países detrás de la cortina de hierro, era una necesidad política mantener a las poblaciones que habían hecho rehenes, en control, y debían hacerlo de la manera más eficiente y barata, de allí surgieron una serie de manuales y directrices que conformarían lo que los académicos llaman Terrorismo de Estado y que se apoyaba en la penetración de los medios masivos de comunicación.


El Estado representa, para muchos juristas, la joya de la corona de la civilización humana, su más cara creación desde la invención de la rueda.



Como creación humana al servicio de un mejor mundo, debería elevar al hombre por sobre sus circunstancias y al colectivo más allá de sus intereses grupales. Pero en algunos momentos de la historia y para algunas ideologías, el Estado ha pasado de ser un medio, para convertirse en un fin.


Cuando los hombres en el poder se confunden con el Estado y en su nombre han actuado de manera criminal y violenta en contra del pueblo con el sólo propósito de permanecer en el poder o/y  para implantar una ideología y utilizan las armas del terror, se convierten en unos criminales más, la legislación internacional lo ha llamado terrorismo de Estado y resulta cuando la maquinaria represiva del Estado se voltea, y en vez de proteger a sus ciudadanos, los destruye.


Este tipo de situación se da en regímenes autoritarios, pero aún en democracias la tentación de acabar con la oposición o con minorías, por medios supuestamente legales e institucionales, es una realidad que no ha escapado de la observación de las organizaciones internacionales que se ocupan de proteger los Derechos Humanos.

Los crímenes producto del terrorismo de Estado son especialmente graves debido; primero, al poder que sustenta el Estado en contra de cualquier disidencia es desproporcionado debido entre otras cosas porque tiene el monopolio de la violencia, segundo, jurídicamente el Estado tiene privilegios que ningún otro ciudadano o grupo posee (la hegemonía comunicacional, por ejemplo), tercero, su poder financiero, incluyendo el uso de funcionarios y bienes públicos es de un ventajismo aplastante.


Cuando en un país cualquiera que se dice democrático los poderes del Estado están a disposición de un proyecto y de un líder, es decir, no hay separación de poderes, y las instituciones responden al mandato del tirano o de los grupos en el poder, entonces la posibilidad de que se den prácticas de terrorismo de Estado aumentan exponencialmente.



Pero más grave aún, cuando sistemáticamente y con premeditación, los diferentes poderes públicos se engranan en  quitarle a los ciudadanos medios de defensa en contra de los abuso de autoridad, se acalla cualquier posibilidad de denuncia,  se empeñan en preparar legislaciones y normas que van en contra de las libertades constitucionales, que ilegitiman a los grupos de oposición y criminalizan a las minorías entonces el terrorismo de Estado se hace realidad.


Por un lado empieza el aparato de propaganda gubernamental a fomentar odio y temor en contra de ciertos sectores de la sociedad, hacen aparecer a sus funcionarios como víctima de agresiones ficticias o manipuladas por el mismo Estado, creando diferentes matrices de opiniones sobre amenazas y peligros que acechan la integridad de la nación. Sus investigaciones producen un cúmulo de pruebas y conexiones falsas que indican una serie de conspiraciones y golpes, todo con el fin de aprobar instrumentos jurídicos y preparar escenarios donde la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado, sus fiscales y tribunales tengan “carta blanca” en desmontar tales grupos y situaciones, a veces, con la mayor impunidad y saltándose las garantías y procedimientos de ley.

Cuando vemos al Estado exaltando a “mártires” caídos de sus filas, manipulando crudamente las investigaciones e indicios, cuando se “encadenan” los organismos encargados de una investigación a demostrar alianzas y conexiones improbables, todo esto liderado por algunos programas en los medios, que marcan la opinión gubernamental, y preparan el ambiente para intervenciones y violaciones masivas de derechos humanos.


Los argumentos de que existe un Imperio maléfico que desde el exterior sostiene una guerra psicológica propia de las guerras de cuarta generación, que se están usando métodos para perturbar la tranquilidad y la salud mental de la población, que opositores reciben financiamiento extranjero para operaciones desestabilizadoras, todo esto sin pruebas, sostenido solo por el discurso en los medios.



Al mismo tiempo alegan, que sin ellos, los detentadores del poder, no habrá paz posible, que ellos son la única garantía de estabilidad social, estamos en presencia de una ofensiva de un estado terrorista en contra de su población, de acuerdo al investigador Peter K. Hatemi: 


“Políticos intentan levantar el miedo entre sus seguidores, elevando el espectro de inaceptables e intolerables asaltos en valores tenidos como sagrados por los otros enardecidos. Invocan el miedo para movilizar a los grupos para defender o oponerse a individuos o políticas en particular”


Es el mismo Estado el interesado en preparar el ambiente de terror dentro de la población, creando situaciones de inseguridad pública y exaltando un clima de desasosiego continuo, con el fin de acumular poderes policíacos para controlar y dominar al pueblo, justificando al mismo tiempo el clima de sospecha y miedo.


Todo este cuadro, ya tuvo antecedentes en los tiempos de Hitler, cuando hicieron quemar el edificio de la cancillería y culparon a los comunistas, la investigación corroboró la acusación del gobierno y éste, exterminó a sus molestos adversarios quedándose al final del episodio, con una serie de leyes aprobadas que les permitirían el control absoluto de la población alemana.

Albert Camus en su brillante obra El Rebelde (Alfred A. Knopf, Londres, 1956) nos ilustra: “Hitler, en todo evento, inventó el movimiento perpetuo de la conquista sin la cual no hubiera sido quien fue. Pero el perpetuo enemigo es el perpetuo terror, esta vez a nivel del Estado. El Estado es identificado como “aparato” que es la suma total de los mecanismos de conquista y represión. La conquista dirigida hacia el interior del país toma el nombre de represión o propaganda… Todos los problemas se transforman en militares, puestos en forma de poder y eficiencia. El Comandante supremo determina la política y también se ocupa de los principales problemas administrativos. Este principio, axiomático en lo que a estrategia se refiere, es aplicado a la vida civil en general. Un líder un solo pueblo, quiere decir un amo y millones de esclavos. 

Los intermediarios políticos, quienes son, en todas las sociedades, los que garantizan las libertades, desaparecen para darle lugar a un Dios que calza botas y espuelas sobre las silenciosas masas.” Las limpiezas étnicas e ideológicas son las caras más sucias del terrorismo de Estado, afortunadamente sus perpetradores son perseguidos como delincuentes internacionales y sus crímenes en contra de la humanidad son ventilados en tribunales internacionales; aunque todavía falte mucho para una verdadera justicia global, el camino está marcado y los terroristas de Estado son cazados sin piedad.

 

Saul Godoy Gomez

saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, SIN SOCIALISMO, OTRA VENEZUELA ES POSIBLE, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, ELECCIONES, UNIDAD, ALTERNATIVA, DEMOCRÁTICA, CONTENIDO NOTICIOSO,

jueves, 15 de enero de 2015

PACIANO PADRON, QUE MUERA EL MIEDO

PACIANO PADRON
La siembra de miedo es arma utilizada por los gobiernos despóticos y dictatoriales para mantenerse en el poder, por cuanto el miedo suele impedir que la indignación tome la calle y la protesta produzca el cambio deseado. El miedo inhibe a los molestos, frena el reproche en la calle y permite al régimen ganar tiempo. Que muera el miedo.

En el caso cubano, ya van 56 años de dictadura cruel y asesina, de paredón, muerte y persecución contra la divergencia, y de hambre pareja para todos. El miedo sigue frenando a un pueblo que pareciera ya no tener sangre en las venas, donde muy pocos han dejado oír su voz. En Venezuela ya van 16 años de siembra de miedo bajo la conducción cubana, un proceso iniciado en tiempo de Chávez y acrecentado en el podrido lapso de Nicolás, dócil a los Castro y a las instrucciones y enseñanzas de estos. Que muera el miedo, que se escuche la protesta en la calle.

         Es consustancial a la dictadura sembrar miedo, como lo hizo Hitler con el pueblo alemán y con los otros pueblos que fue sometiendo; como ha ocurrido con todas las dictaduras en América Latina y, por supuesto, con las de Gómez y Pérez Jiménez. En el caso de Gómez -quien muere en el poder sin que hubiese tomado cuerpo la protesta popular- la reacción masiva de alegría por haber concluido la pesadilla, no se produce sino varios días luego de anunciada su muerte, ya que había miedo del muerto, algunos en medio de su terror pensaban que estaba vivo, que solo habían anunciado su desaparición física para ver quién montaba fiesta y castigarlo luego con la severidad que sabía hacerlo el Benemérito. En el caso de Pérez Jiménez, el miedo fue desafiado cuando la gente entendió que ya no podía seguir aguantando atropellos a sus derechos fundamentales, y llegó el 23 de Enero.

         A un buen amigo de Guarenas -cuando hablamos de atropellos, no solo en el plano político sino igualmente en la relación interpersonal- suele decir “Si me ofendes callo, si me persigues corro y si me acorralas me defiendo”. Allí estamos, en ese tercer supuesto, en el acorralamiento. Defendernos es la salida si nos queda sangre en las venas, como ciertamente nos queda. Vamos a defendernos denunciando al opresor, develando la corrupción y la ineficiencia del régimen y exigiendo cambio. Quedarnos callados, seguirnos calando la situación actual del país sin respuesta eficiente, es una torpeza y el dictador apretaría la mano.

         Por ser harto conocida, no es necesario que ahora dibuje la crisis que nos subyuga, donde el desabastecimiento ocupa la escena y la llenaría por largo tiempo si no hay un cambio radical de política o de gobierno. El pueblo está bravo y a esta hora el gobierno desgastado echa sus últimos tiros y amenaza y persigue, llegando al colmo de poner preso a quienes protestan por el desabastecimiento o a quienes toman fotografías de anaqueles vacíos. Es hora de protesta, tenemos que echarnos el miedo a la espalda, reclamar y exigir cambio. En este momento el pueblo chavista acompaña el reclamo, porque el hambre es pareja y en las colas nos encontramos todos. Rechazamos a la indeseable Ministra del Interior, quien burlándose de la necesidad de la gente dijo que quien hace cola desde las dos de la madrugada es porque le da la gana, mientras el Gobernador de Yaracuy prohíbe que los ciudadanos pernocten a las puertas de los supermercados, en intento de ser los primeros en hacer compras al día siguiente.

         El pueblo debe encontrarse en la protesta convocada por él mismo, y no en aquellas que surgen de los laboratorios del régimen, como fue el caso del paro extemporáneo convocado para el pasado lunes 12 de enero. El paro cívico es un arma democrática y puede y debe ser utilizado, pero tiene su hora, y el tiempo no nos lo va a marcar el gobierno.

         Matemos el miedo y que nazca una hora nueva. No más silencio, no sigamos aguantando a quien se burla del pueblo, a quien es capaz en esta hora de penuria de gastar, en un viaje al exterior, un millón 200 mil dólares en disfrute con sus amigos y  familiares y con allegados de la primera combatiente. Ya basta. Que muera el miedo.

Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

martes, 17 de junio de 2014

AMÉRICO GOLLO CHÁVEZ, ¿CAPRILES O LEOPOLDO?

            El gran triunfo de esa cosa que  Chávez  denominó  como su socialismo,  fue el de haber logrado en el ser social venezolano el estado de terror, mediante  la imposición  del terrorismo de estado  como su modo, forma, medio, fin, de perpetuarse en el poder, de imponer su política.  He estudiado este tema con intensidad, pero  es imprescindible  reiterar constantemente, sin cansarse en  la demostración de este modo de destrucción humana, en la medida en que el terrorismo de estado conduce, inexorablemente, al miedo individual y colectivo, a la abulia, y finalmente a la ataraxia.  

Sin desconocer el pensamiento creador de los griegos, de sus debates, ni  los enredos de la piscología, psicoanálisis, asumo la mas diáfana definición de estas patologías, que son,  de la manera mas transparente posible,  la abulia como la pérdida de la capacidad de tomar decisiones, la ataraxia como la indiferencia  absoluta ante cualquier hecho,  la total indiferencia no sólo de cuanto pase y pese al otro, sino cuanto a él  mismo ocurra, pase.  La muerte, la cárcel, etc.… no alcanzan significación alguna.
             Antes de llegar a estos modos de la conducta, límites,  hay situaciones  “intermedias”  muy complejas, entre las cuales se ha de mencionar  siempre, con intensidad,  los variados niveles y formas  de stress, de desesperación, de rabia, de impotencia que son “vehículos” y “caminos” para llegar al miedo y de allí a la abulia y la ataraxia, y otros modos  de alto riesgo  entre los cuales anotemos dos, la absoluta desconfianza en el otro, de quien se espera reacciones muy diversas, desde la indiferencia ante penas, riesgos,  hasta soportar  la arbitrariedad como normal  y recurrir a  la delación como formas de  autoprotección. 
El aislamiento,  que  se justifica por diversas causas, razones, necesidades, hasta llegar a refugiarse en el silencio como prudencia para  su autodefensa o protección personal, familiar; el escepticismo: nada es posible hacer, el estado, el gobierno es todopoderoso, tiene todo en sus manos, es invencible… Pudiéramos continuar, pero sea esto suficiente como ilustración; mas,   lo más decisivo e  importante es verificar cómo el terrorismo de estado, en ese viaje de  deshumanización,  juega  con  muy hábiles maniobras, entre las mas eficaces, imponer una  ideología, que basa su argucia de afirmar que todo cuanto se haga por defender al régimen, es mas que justificable, legítimo, puesto que el bien queda como propiedad “revolucionaria” y quienes la rechazan como herejes, los malos, perversos, contrarrevolucionarios, antipatriotas,   y,  la par, crea una “racionalidad”  que culpa al otro de todos los males  de cada “pobre” y de la sociedad desposeída, puesto que lo que el otro tiene o bien lo adquirió por  pecaminosos medios o bien impidió que el desposeído fuese dueño de lo que  el otro tiene, ello permite, además, lograr que la responsabilidad de cada uno, de cada quien  se diluya, desaparezca  mediante la acusación   a otro u otros de  la desgracia que individual y  socialmente se vive.  Sobre esta visión  se crea, cultiva, desarrolla el odio que une a los secuaces y seguidores, y se organiza  la  venganza, predicada como recompensa, y como el dinamo que impulsa las acciones contra el Otro, que es, en general, quien tenga bienes y quien disienta.
            Pues bien, en el marco de este apretadísimo e incompleto  resumen arriba expuesto, observamos que antes de caer en la abulia, la ataraxia, aparecen   la desesperación, la imponencia, la justa ira, las cuales  conducen, inexorablemente,  a posturas profundamente irracionales, entre las cuales, cabe también el terrorismo, el empleo de la fuerza, el ojo por  ojo. La sustitución de la razón por la irreflexión y de allí al odio.  Entre estos protagonistas  encontramos, a un importante grupo de “teóricos”, intelectuales,  escritores,  filósofos, dirigentes políticos, de la economía,  de partidos  que escriben, teorizan, sobre la imposibilidad de salir del régimen  por medios llamémoslo, situacionalmente,  democráticos,  constitucionales, sino  que se afincan en la fuerza. Fuerza mata fuerza.   La sustentación que se esgrime paree ser  muy evidente.   Si todo el aparato del Estado, sus instituciones, las  AN, las misiones, los colectivos, tribunales, el dinero, la AN, el TSJ, etc., es decir,  todo,   cómo, entonces,  enfrentar al régimen, que controla todo el poder,  todos los resultados se conocen a priori, la razón  está condenada, la justicia está en su ataúd, entonces,  participar en  elecciones, ir a  tribunales, proponer leyes para la paz,  es legitimar al régimen, cohonestar al gobierno. Son comparsa y parte de esta visión un  importante  sector  de la clase media,  profesionales, estudiantes,  y otros que convierten su casa, sus oficinas, sus twitter, sus facebook en el  “teatro de sus operaciones” y aguardan que otros hagan por ellos lo que ellos dicen se necesita hacer y que no hacen.
             Otro sector importante está compuesto por gente del común, también como pasos previos para llegar a la abulia, la ataraxia, son los iconoclastas, que como el perro de Nazoa,
“ruin perro callejero, perro municipal, perro sin amo, que al sol o al aguacero  transitas como un gamo trocado por sarna  en cachicamo”. 
Hasta allí la analogía,  en el resto del poema el  perro  callejero  de Nazoa  construye su felicidad ”conscientemente”, nuestro iconoclasta, en cambio,  se hace feliz en su propia miseria.  Su existencia se reduce al hoy y al sabio  refrán, “como va llegando le van dando”. Los recurrentes al terror, la fuerza, como medio,   la indiferencia como existencia, víctimas del terrorismo  de estado son, en grado de alto riesgo, presas del estado de terror. No falta, bueno es señalarlo, quienes sin ser posesos del terrorismo de estado, juegan al estímulo y cultura del terror para su propio beneficio.  Hacerse líder de estos modos de asalto a la razón, puede producir  dividendos inmediatos, tanto como líder  de la rebelión, cuanto como   mesías héroe, pero, en el fondo, victimas son de cuanto  quieren combatir.
            El terrorismo de estado muy bien acabado y aplicado por todos los regímenes autoritarios, dictaduras, civiles, militares,  teocráticos, nazis   o cristianos, islámicos, (Hitler/Franco) etc., empieza a hacerse  aguas, a hundirse, cuando la consciencia social  va desplazando los estado de alienación que ya hemos anotado, producto del terrorismo de estado.  En la medida en que la consciencia individual y social crece, el poder de la arbitrariedad se reduce.  Pero esta lucha  para que sea eficaz y eficiente tiene que socializarse, llegar a todos  para convertirse en mayoría.   Esta lucha se ha venido dando en Venezuela, quizá de manera menos rápida de cuanto se desea pero más rápida de cuanto  el chavemadurismo preveía.  Se derrotó, primero, el abstencionismo  justificado  con el mismo argumento, el poder todo lo tiene y nada da.  Segundo,  se derrotó la imbecilidad del paro petrolero y los generales de  opereta de la  Altamira,  son terrorismo, light este ultimo, cuasi nazi el primero.
La consciencia social empieza a crecer con la candidatura conscientemente perdedora de Manuel Rolases, los dos episodios de Capriles, lograron, sin duda, tal son los hechos, que el país se ilumine por una nueva aurora, de una  práctica política que derrotó el discurso, tantas veces sui generis, de los terroristas del lado de enfrente como el del régimen, oteado arriba. Un paso mas se ha dado, la lucha de los estudiantes tiene una significación superior a lo ya transitado.  Por una parte se despertó la conscientica  de que el cambio acelerado es posible, pero no en exclusivas manos, sino  si a ellos y ellos se unen todos quienes en común rechazan el régimen, segundo, la lucha gremial pasó a ser lucha política, con una meta clara, el ejercicio de la libertad política, cultural, plena. La demostración inequívoca de que el discurso del llamado socialismo del siglo XXI, del chavemadurismo, no horadó la consciencia de los estudiantes ni de la población joven crecida   en estos quince años de duro fundamentalismo, (Tascón, apartheid, discriminación, criminalización, persecución, cárceles, dominio de los medios…)  es un profundo avance.
            La gran tarea para “salir de Maduro” para  garantizar su material suicidio, puesto que ya políticamente lo alcanzó, porque, por una parte cuando se siente heredero del papá eterno y no hay tal magnicidio, y, por la otra,  porque Maduro como Chávez ya son suicidas ante el tiempo, pues bien, esa dura tarea  está en el esfuerzo de desarrollar una consciencia política con fundamentos éticos, científicos;  estos para dar las respuestas, las soluciones  adecuadas a los problemas reales que demandan  solución, la ética como orientación de la acción política, de la conducta, que implica hoy una propuesta para superar los límites de la democracia. En este sentido,  la dirigencia política debe asumir que la democracia real, tanto en Europa como en Canadá y Estados Unidos, tiene severos límites que deben ser resueltos.  No por cierto los graves de la economía que en algunos países fue casi mortal, Portugal, Grecia, España, las cuales se solucionan según las habilidades políticas, mas que por las propias de la economía,   sino los problemas éticos de como gobernar.  La cualidad del líder y  de manera aun mas transparente  la del funcionario, que debe estar por encima de la alienante voluntad del partido, por una parte y, por la otra, que los funcionarios políticos o de la burocracia en general  tienen  que ser seres idóneos para ejercer el cargo. Los votos no son  la respuesta, ayuda a buscarla si en su uso vive la consciencia.
            Todo cuanto se ha dicho hasta este momento, sirve para darle pie y cabeza al título.  He tomado a Capriles y a Leopoldo porque son formalmente  expresiones tácticas que aparentemente se sustentan en diferencias profundas e irreconciliables.  Sin duda que en este momento las visiones y prácticas  de la política “criolla” pueden sin apremios y sin injusticias enmarcarse en el texto que he desarrollado.  Hay una inmensa desesperación ante el autismo del régimen y la abismal ignorancia en las decisiones políticas, económicas, de la salud, finanzas….  Hay demasiado salvajismo al enfrentar la cuestión de la producción. Hay franca imbecilidad en el manejo de la política  internacional y asquea, francamente, el grotesco y perverso modo de manejar Maduro, Diosdado el poder judicial y su pobreza de palabras. Quien no se arrecha con la descomunal inflación solo  menor a la mortal inseguridad.  Quien humano no se llena de ira al ver como se violan sus derechos esenciales,  quien no se indigna y maldice cuando va a comprar y que si bien hay, no alcanza y, que en las más veces, no hay. Topo ese dan ganas de salir  de Maduro, de Diosdado,   de JVR y de Vladimir…quien humano no se  asquea de las cadenas… de las mentiras a granel.  Quien con elemental amor a estos suelos, no se encoleriza al ver la absoluta dependencia, subordinaron, sumisión   al régimen  fascista, nepotista de  Cuba, que mientras ésta engorda y  pininos da por la apertura al capital y sus mañas buenas y las malas, en Venezuela Maduro y sus secuaces se empecina en aislarnos, acabar con la ciencia, hundir el arte, a pesar de Abreu y su versátil sistema.  Y más!
            Pero,  si se fueran Maduro, Diosdado,  Rodríguez, Giordani,… se tiene el riesgo de  reiterar la historia, como quien dice, el mismo musiù  con diferente ropa.  
Aquí entonces Leopoldo y Henrique tienen que echar el resto, crear e impulsar niveles de confianza mas que en ellos, en todo como se debe  gobernar, que “perfil” se requiere en cada caso,  aquí, pues,  no se trata de dar al cesar lo que es del cesar y a dios lo que es de dios, es mas sencillo, acabar con el césar –el caudillo – y enterrar a dios – el mesías.  
Y este duro combate o lo damos juntos, en medio de la calle,  (yo me honraría ir detrás de María Corina) o Maduro vivirá sobre nuestros cadáveres,   el de los estudiantes y lo mas grave, no dejará  vida, quiero decir la libertad, a aquellos que vendrán.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
@americogollo

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

miércoles, 11 de junio de 2014

RUBÉN MONASTERIOS, EL MIEDO COMO FORMA DE GOBIERNO, QUÉ PASA EN VENEZUELA


En una entrega preliminar de esta serie destacamos que el castrochavismo en Venezuela se vale del terrorismo de Estado; esa forma de ejercer control consiste en la utilización de parte de un gobierno de procedimientos ilegítimos destinados a inducir un estado persistente de  terror en la población civil para alcanzar sus objetivos. ¿Cuáles objetivos?; como en toda forma de terrorismo, son esencialmente psicológicos, y el principal es facilitar la manipulación de la colectividad, al quebrantar la sensación de las personas de estar seguras en cuanto al respeto de sus derechos humanos por el poder y reducir su capacidad de respuesta ante los abusos.  

        
Las evidencias de terrorismo de Estado en Venezuela sobran y cada día se acumulan más; así, vemos que el uso de la coacción o persecución ilegítima se  ha vuelto práctica común en ese país, tanto como la tortura y las ejecuciones extrajudiciales. En Venezuela, como en la Alemania de Hitler y en la Italia fascista, existen organizaciones paramilitares clandestinas respaldadas explícitamente por el gobierno mediante aporte de recursos (armas, vehículos, remuneración...), entrenamiento, organización y negligencia deliberada ante sus operaciones; son los denominados "colectivos", grupos armados de delincuentes que dominan en los barrios y actúan respaldados por la Guardia Nacional y las policías contra las manifestaciones pacíficas de protesta; también es evidente  que dichas fuerzas han recibido instrucciones de reprimir con saña a la población, mostrándose el  gobierno indiferente ante sus atropellos, que abarcan palizas, torturas, amenazas de fusilamiento, violación y destrucción de propiedad privada.

         Existe en Venezuela la impresión generalizada de que la blandura con el hampa desatada también es un recurso terrorista del mismo propósito. La simpatía del gobierno con los delincuentes es notoria y descarada: es el único país del mundo donde una ministra se hace retratar abrazada con los llamados "pranes", los capos delincuentes que controlan las prisiones, y los presos por delitos atroces cuentan con piscinas, discotecas y otras comodidades en las cárceles, donde el poder lo ejercen sus mafias, no la GN.

         Pero lo que  podría ser una simple "impresión" acaba de encontrar una prueba, la cual, además, también parece ser evidencia de la práctica de las ejecuciones extrajudiciales en el país. Es el recientísimo caso de El Gordo Bayón.

         Yormán Márquez Rodríguez (30 años), alias El Gordo Bayón, fue asesinado el pasado lunes 2 de junio en la noche, cuando se dirigía a su residencia, el hotel Alba Caracas, en  una lujosa habitación cuyo costo es de 2.150 bolívares diarios (poco más o menos 400 y tantos US$).

         Márquez es señalado responsable del homicidio de los sindicalistas Richard Carvajal, Maikel Sánchez y José Félix, ocurrido el 29 de febrero de 2012.  A pesar de su prontuario delictivo, en 2012 fue beneficiado por un tribunal de Control del estado Bolívar; en su audiencia de presentación el tribunal 3° de Control de Bolívar le dictó una medida cautelar que lo dejó en libertad, y sólo con la prohibición de salir del estado; a pesar de que lo imputaron por tres homicidios apenas estuvo dos meses detenido. En noviembre estuvo preso otra vez por porte ilícito de armas; en esa oportunidad le incautaron un arma de fuego Glock .40 con los seriales  limados,  que supuestamente está implicada en el homicidio de otro sindicalista, llamado Leo Rafael Díaz. Por esa detención, el tribunal 2° de Control de Bolívar le dictó privativa de libertad y estaba recluido en el retén policial de Cachamay, de donde se fugó en diciembre. Sin embargo, sus vínculos con el sector oficialista le permitieron venir a Caracas como mediador de los conflictos sindicales entre el Estado y las empresas de Bolívar.

Ruben Monasterios

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

martes, 6 de mayo de 2014

ALFREDO MICHELENA, TERRORISMO Y TERRORISTAS EN VENEZUELA

El uso de la palabra terrorista aunque nos parece muy común se usa en asuntos muy diferentes, que van desde la voladura de las Torres Gemelas en Manhattan, hasta un carro-bomba en Nigeria o Bogotá, pasando por unas barricadas estudiantiles en Venezuela.

En su reporte de 2013 el Departamento de Estado norteamericano señala que hay "informes creíbles de que Venezuela mantuvo un ambiente permisivo que permitió el apoyo de actividades que beneficiaron a grupos terroristas". Y se refiere no solo a las FARC y el ELN, sino al movimiento shií libanés Hezbolá.
Ese informe incluye a Cuba como “patrocinador del terrorismo”, junto a otros “aliados estratégicos” del régimen, como Irán y Siria.  Pero Cuba se resiente y pide que sea sacada de esa lista. Claro, estar en ella puede dañar sus negociaciones con la Unión Europea.
No existe una definición internacional, sancionada por Naciones Unidas de terrorismo.  No tanto porque no se sepa a que hechos nos estamos refiriendo, sino porque no se ha podido o querido deslindar esta definición de la de “lucha armada de liberación nacional”. Y en esto los países islámicos y los No-Alineados – de donde Venezuela es parte- han jugado un papel fundamental.
En Venezuela este asunto está establecido por  la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo. Allí la definición de terrorismo es casi una copia carbón de la europea, pero que aquí será juzgada por los “jueces del horror”. Además con un artículo 52  que establece penas de prisión de 25 a 30 años.
Cada vez más a menudo escuchamos a Maduro o a la Fiscal  o al ministro Rodríguez Torres acusar a los que protestan, sea en “guarimbas” o no, de terroristas. El Ministro informaba, por ejemplo, que el 26-A, en Chacao y Santa Fe, se habían arrestado 23 personas por “actos de terrorismo”. No se si él entiende las implicaciones de esas acusaciones.  No es solo equiparar a estos jóvenes a los que secuestraron los aviones el 11 de septiembre o a los que ponen carros bombas, que ya es una locura, sino que está diciendo que ellos deberían estar en prisión de 25 a 30 años.  Pero esa locura no es casual él sabe de aterrorizar, lo hizo con la familia Pérez Rodríguez durante el golpe de 1992. Esto como el envío a los estudiantes a tétricas y violentas cárceles comunes, como Yare III, es parte de una política para aterrorizar a la juventud que se está revelando. Y demuestra que no solo el régimen estaría facilitando el terrorismo sino ejecutando un terrorismo de Estado.
Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

sábado, 18 de enero de 2014

JESÚS PETIT DA COSTA, LAS BANDAS CRIMINALES SON EL EJÉRCITO DE OCUPACIÓN

Las bandas criminales son los instrumentos del terrorismo de Estado que practica Cuba en Venezuela para sostener el gobierno títere.
En la URSS y sus países satélites la delincuencia común siempre estuvo bajo control. No se veía, porque prácticamente no existía. En China, Vietnam y Cuba sucede lo mismo. Más aún en Corea del Norte. En los países comunistas se trata al delincuente común como un enemigo del sistema. ¿Porqué en Venezuela la implantación del comunismo ha venido acompañada de una delincuencia desbordada? Hay una explicación política muy sencilla.
Aquí el comunismo es una consecuencia de la entrega de la soberanía a Cuba. Es un acto de traición a la patria cometido por el difunto y sus secuaces. El comunismo nos llega por la vía de la traición con la sumisión voluntaria  a Cuba, en la persona de su Casa Real. No fue por una rebelión cívico-militar que, como en la URSS y Cuba, eliminó la fuerza armada existente y la sustituyó por un ejército comunista. No fue tampoco por una invasión militar que, como en los países satélites de Europa Oriental, liquidó el ejército nacional sustituyéndolo por otro subordinado al mando del invasor.
Al tratarse de una traición el comunismo no contaba de entrada con el respaldo de la FAN ni del pueblo. Había entonces el peligro de una rebelión cívico-militar que derrocara a los traidores, por cuanto subsistía la  misma fuerza armada que venía de la democracia y prevalecía en los civiles los valores sembrados por la tradición democrática de 40 años. Por ello los traidores decidieron organizar y armar a los delincuentes, tal como lo hizo Hitler con la SS, convirtiéndolos en defensores de la revolución. Con ellos constituyeron los Círculos Bolivarianos, encargados de crear un clima de terror. Así comenzó a practicarse el terrorismo de Estado.
La rebelión cívico-militar de 2002 demostró que efectivamente el comunismo importado por la traición no tiene raíces nacionales. No cuenta con la adhesión del pueblo. Y demostró además la ineficacia de los Círculos Bolivarianos, a pesar del genocidio de Puente Llaguno. No fueron estos los que regresaron el difunto a la presidencia. Fueron los militares que le siguieron fieles, olvidando para su desgracia que un jerarca comunista no practica la lealtad ni el agradecimiento. Allí está la prueba más reciente: el general tío del tirano de Corea, condenado a morir descuartizado por perros hambrientos, después de haber sido el que ayudó al sobrino imberbe a consolidarse en el poder.
Como resultado de esta experiencia la monarquía comunista cubana, que ejerce el poder real, convino con sus títeres en Venezuela en proceder a la organización de bandas criminales, las cuales han sido armadas y entrenadas por cubanos, etarras, árabes y militares traidores. Se las llaman “colectivos”. La mejor descripción está en el libro “El Palestino”, escrito por un periodista español que se infiltró en sus filas. Estas bandas criminales dominan territorio dentro de las ciudades, en los cuales ejercen la autoridad con anuencia del gobierno títere. En estos territorios está prohibido el acceso a los demócratas. En el campo actúan los “boliches” o guerrillas bolivarianas, formados militarmente por las FARC. No lo inventamos. Está narrado en publicaciones y reportajes de prensa.
Así, pues, los criminales están organizados militarmente para servir de ejército de ocupación de Cuba en Venezuela. Cuentan hasta con una brigada motorizada integrada por miles de delincuentes con motos. Son el ejército cubano en territorio nacional. Tiene por misión enfrentar a la FAN en caso de rebelión contra la ocupación cubana. La posibilidad de esta rebelión no ha sido descartada porque no ha concluido el proceso de adoctrinamiento y sometimiento de los militares. Aún quedan resabios nacionalistas y democráticos. La otra misión es la de disuadir la rebelión civil infundiendo el terror.
El aforismo: “ejército ocioso, ejército delincuente”, se cumple en este caso. Ante el hecho de que la FAN y la MUD han aceptado el sometimiento a Cuba y han reconocido al gobierno títere, las bandas criminales que forman el ejército de ocupación están ociosas. En esta situación dan rienda suelta a su estado natural de criminales. Y lo hacen porque se saben sostén del gobierno títere, puesto que todo gobierno títere se sostiene en el ejército de ocupación. Por ello todos los criminales se sienten gobierno, actuando con impunidad.
En las bandas criminales, usándolas como ejército de ocupación, se sostienen Cuba y su gobierno títere ante la pasividad de los militares. Sólo con la liberación nacional se podrá desarmarlas y liquidarlas.
petitdacosta@yahoo.com
@petitdacosta

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

jueves, 12 de diciembre de 2013

Víctor Maldonado, Esto es Terrorismo de Estado

"Este tipo de gobiernos sabe que debe pagar el costo. Intentan compensarlo con ideología, propaganda y culto a la personalidad."

El terrorismo de Estado es una calamidad impuesta por quienes detentan el poder institucional aduciendo la defensa de “verdades absolutas” (por ejemplo el socialismo) que no solo excusarían, sino justificarían la aplicación de medidas coactivas violatorias de derechos humanos. Así lo define el filósofo y politólogo Ernesto Garzón Valdés en uno de sus libros llamado “Calamidades”. 

El terrorismo de Estado es una calamidad precisamente porque es una desgracia que resulta de acciones humanas intencionales, de esas que generan responsabilidades porque son acción de gobierno y decisiones que se quieren hacer pasar por políticas públicas.

Estamos sometidos por un régimen que nos quiere imponer por la fuerza un comunismo militar en donde se confunden lo peor de las experiencias izquierdistas con lo peor de las prácticas de la ultra derecha. Al fin y al cabo esos extremos se encuentran en la pretensión de invadir totalmente los espacios de autonomía de los individuos, de las familias, de las empresas, de la cultura, de la sociedad, para reducirnos a ser parte de un plan, o peor aún, de las reflexiones delirantes de un militar, supuestamente recogidas en un libro azul. El terrorismo de Estado es libreto que se aplica sin importar el contexto, sin pensar en atenuantes. Es, en suma, intentar alcanzar los objetivos sin tomar en cuenta ni los costos ni las formas; de una manera brutal.
Lo interesante de seguir los argumentos de Ernesto Garzón Valdés es que nos proporcionan sentido de realidad y nos indican que poco de lo que está ocurriendo es inédito o casual. Porque terrorismo de Estado es un tipo de ejercicio del poder estatal practicado en América Latina (en los períodos de dictadura)  que está caracterizado por las siguientes notas, y en todas ellas nos vemos reflejados con una claridad vergonzosa:

  1. Afirmación de la existencia de una “guerra vertical” con un enemigo infiltrado en todos los niveles de la sociedad, que suele actuar como agente de una confabulación internacional cuya finalidad es la eliminación de valores aceptados como absolutos por quienes detentan el poder. Y la necesidad de responder con el terror y la movilización general a esa guerra. En eso consiste la invocación recalcitrante a la “guerra económica contra el socialismo y el legado de Chávez”. Esa excusa les concede el permiso de ir “con todos los hierros” contra los supuestos conjurados, a los que hay que acabar, con los cuales no cabe consideración alguna.
  2. Delimitación imprecisa de los hechos punibles y eliminación del proceso judicial (y de los derechos humanos concomitantes) para la determinación de un delito. En eso consiste la realización de esas detenciones televisivas, de esas acusaciones de espectáculo, y esas órdenes que exigen vaciar anaqueles por usura. Ninguna de ellas está argumentada en base a la ley pero todas ellas están soportadas por el linchamiento que “merecen” los supuestos enemigos.
  3. Imposición clandestina de medidas de sanción estatal prohibidas por el orden jurídico oficialmente proclamado. De eso se tratan los allanamientos, ocupaciones, desapariciones, extorsiones, torturas e imposición de la Fuerza Armada como principio y finalidad que no tiene límites ni éticos ni mucho menos legales.
  4. Aplicación difusa de medidas violentas de la privación de la libertad, la propiedad, o la vida, sin importar grado de culpabilidad, porque la aplicación de la violencia indiscriminada y desproporcionada a víctimas inocentes contribuye a reforzar la eficacia del “terror”. No solo nos estamos refiriendo a detenciones, expoliaciones y otras arbitrariedades. También aludimos a la presencia activa e impune de colectivos armados que actúan por cuenta del régimen. Este fin de semana vimos como las bandas motorizadas hicieron el trabajo sucio de amedrentar y de oscurecer la parte final del proceso electoral. Allí están las fotos que corren en las redes sociales, las de los motorizados y las de la violencia y homicidio que lamentablemente provocaron.
  5. Infundir en la población el temor fundado de que, en principio, nadie está a salvo de la coacción arbitraria por parte de los órganos gubernamentales y grupos paragubernamentales aliados. Dicen en Venezuela que en ese caso “todos tenemos un número marcado en la frente y en la espalda”. No importa estrato empresarial o condición social. Todos estamos amenazados por la violencia, la exclusión, la persecución, desaparición, involucramiento en procesos viciados, e incluso la muerte. Pregunten a jóvenes periodistas cómo se sienten, cómo viven a partir de una citación en la fiscalía.
  6. La arrogancia con la que se imponen las medidas y la forma como transcurren episodios aparentemente republicanos como unas elecciones. La noche del domingo el CNE dio una demostración de esta característica cuando leyó los resultados con el evidente sesgo y desparpajo de quienes sienten que no tienen que negociar con nadie su falta de decoro. Y un poco antes la intervención de Diosdado, claramente articulado con lo que vendría después. Es la misma prepotencia con la que se desconoce a la mitad del país y con las que se impone un proyecto comunista que nadie quiere. Es la misma petulancia con la que se presentan ministros a insultar antes que a informar, a amenazar antes que responder responsablemente por las consecuencias de sus actos. Es la pedantería del que siente que no tiene que rendir cuentas.
Este tipo de gobiernos sabe que debe pagar el costo. Intentan compensarlo con ideología, propaganda y culto a la personalidad. Aquí hay una buena mezcla de todo, pero aliñada con la cooperación de la ignorancia que compra barato el cuento y se resiste a valorar apropiadamente los datos de la realidad. Empero, es bueno saber en qué consiste lo que estamos viviendo y cuál es la valoración ética que sufre este tipo de regímenes, lamentablemente típico de los populismos latinoamericanos. Son, ni más ni menos, una calamidad insufrible que luego de pasar pagan con creces sus desafueros. Ni uno solo ha pasado el juicio de la historia. Ninguno ha sido recordado por los pueblos que los sufrieron. En nuestro caso, ese será su destino.



EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

domingo, 9 de junio de 2013

FERNANDO FACCHIN B., AMENAZA DE GUERRA CIVIL

“Difícil es templar en el poder a los que por ambición simularon ser probos.” Salustio
Definitivamente, el oficialismo es la expresión de un neo-nazismo/fascismo, la insólita y amenazante expresión que señala que si no van presos Capriles y López, se convocará a una guerra civil, demuestra fehacientemente el uso del terrorismo de estado mediante la vulgar ostentación de un  poderío judicial y militar en fraude del estado de derecho, de ello dan fe, aparte de la amenaza de guerra civil, las recientes denuncias sobre torturas cometidas por la GNB y el ejército     para, sin escrúpulo alguno, anular los derechos básicos de los ciudadanos mediante la represión y las amenazas permanentes.
Lo dicho no es un síntoma de fortaleza, sino por el contrario, es el síntoma de gran debilidad, miedo que ahoga al oficialismo, que no puede sostener  el poder sin esos medios de terrorismo y delincuencia, es un gobierno en descomposición, en crisis permanente y,  para impedir su definitivo hundimiento, adopta el terrorismo y la apología del delito, en definitiva, no se defiende al ciudadano de los abusos del estado sino al estado de los “abusos” de los ciudadanos, impidiendo la utilización de las vías legales, pacíficas y democráticas, manteniendo un estado de aprensión permanente y violación impune de los derechos y libertades fundamentales con el uso indiscriminado de sus fuerzas represivas al mando de innobles militares.
La amenaza contra Capriles y López, puede ser el modo de expresar complejos psicológicos personales, frustraciones y resentimientos. Este tipo de “fraude al Estado de derecho”  utiliza constantemente los tribunales para neutralizar a sus oponentes, enfrentándolos a juicios penales de motivación política, pervirtiendo la justicia.
Mediante el terrorismo y la hegemonía comunicacional se  pretende coartar la libertad de pensamiento, pero ello no es posible,  por cuanto sin liberad de pensamiento no hay imaginación y sin imaginación no se puede conciliar la libertad con la equidad y sin equidad no hay futuro para nadie, la sociedad estará signada por la hostilidad y la perpetua amenaza  a su bienestar y seguridad.
La sociedad no debe perder el rumbo en la búsqueda del sentido en medio del caos y el horror como expresión clara del autoritarismo y la intransigencia autocrática de quien considera que basta contar con una mayoría pírrica en el parlamento para no tener que negociar con los adversarios, cuando la incapacidad para negociar frena la pluralidad, surgen posturas fundamentalistas que excluyen a la disidencia, se desconoce la diversidad humana, desconocen que en democracia se procuran formas para resolver las controversias y moderar las rivalidades sin apelar a la exclusión,  a la hostilidad, a la violencia,  el estilo de bravucón de pueblo y la volubilidad no favorecen la imagen de un liderazgo responsable y confiable, necesitamos tolerancia a la divergencia y respeto a la diversidad, debemos rechazar el fundamentalismo extremo personificado en alguien que niega toda posibilidad de dialogo, en un fanático con el que no se puede hablar, recordemos que una sociedad que rompe de manera rotunda con sus orígenes, su cultura y su historia democrática provoca un fundamentalismo radical que amenaza con llegar a punto de ebullición. 
ffacchinb@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,