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jueves, 3 de febrero de 2011

TRIBUNA LIBERTARIA. COMPENDIO OPINÁTICO. RAUL AMIEL. 02/02/11. OPINIONES DE JONATHAN SCHELL , HÉCTOR ÑAUPARI Y ALONSO MOLEIRO

"Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece." . Ernesto Sábato

1.- EL CONTAGIOSO ESPÍRITU DE RESISTENCIA DEMOCRÁTICA. JONATHAN SCHELL
2.- ¿CÓMO VENCER AL POPULISMO EN AMÉRICA LATINA?. HÉCTOR ÑAUPARI
3.- NADA HAY QUE CELEBRAR EL 4 DE FEBRERO. ALONSO MOLEIRO

Esfuérzate, anímate y trabaja. Solo faltan 702 días. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucional.- @raulamiel

EL CONTAGIOSO ESPÍRITU DE RESISTENCIA DEMOCRÁTICA. JONATHAN SCHELL

Si el mundo tiene un corazón, en este momento palpita por Egipto. Por supuesto que no por el Egipto de Hosni Mubarak -el de las elecciones amañadas, la censura contra la prensa, la supresión de Internet, las fuerzas policiales vestidas de negro y los tanques y las cámaras de tortura- sino el Egipto de los intrépidos ciudadanos comunes, quienes casi sin armas, con poco más que su presencia física en las calles y sus plegarias, están desafiando todo este aparato de intimidación y violencia en nombre de la justicia y de la libertad.

Su valentía y sacrificio han hecho revivir el espíritu de la resistencia democrática y no violenta frente a una dictadura que quedó simbolizada por la caída del Muro de Berlín, en 1989.

De hecho, ese evento histórico fue un símbolo de una oleada más extensa de revoluciones que, como un reguero de pólvora, barrieron a decenas de dictadores del poder, desde Filipinas en 1986 hasta Polonia en 1989, llegando hasta los primeros años del siglo XXI. Sin embargo, en estos últimos años ese fenómeno de contagio parecía estar desactivándose.

Ahora, los dictadores de todo el mundo están en guardia una vez más. En Arabia Saudita, el monarca cuida sus espaldas. Yemen ya está bajo aviso. En China, la palabra "Egipto" ha sido censurada de las búsquedas de Internet.

Egipto es la representación cabal del nunca desentrañado misterio de la revolución. Durante décadas, la estructura de un Estado opresivo se cierne sobre la sociedad, implacable. Las cámaras de tortura funcionan las 24 horas del día. Las riquezas de la nación fluyen hacia cuentas bancarias en el extranjero. Los ricos y privilegiados están satisfechos en sus barrios cerrados. Por lo general, el soberano hace reverencias a un benefactor extranjero. Una nube de propaganda contamina la atmósfera como un gas venenoso. El retrato del Líder cubre las paredes de los edificios gubernamentales. El país queda atrapado en una descomunal burocracia de absurdas regulaciones.

Pero de pronto un temblor recorre desde los cimientos todo el edificio.

Un par de miles de personas salen a las calles, luego decenas de miles, después, como por arte de magia, son cientos de miles y en todo el país. Y de alguna manera, esta rebelión -que estalló en apenas unos días- puede bastar. Su espíritu toca algún nervio de toda la nación, que se despierta, y con sorprendente facilidad se deshace del largamente odiado y sin embargo tolerado régimen.

De repente, todas las reglas cambian, todas las viejas cadenas de mando y servilismo se revierten y las estructuras de poder se empiezan a disolver. Más tarde, los expertos serán los encargados de desentrañar las señales que anticipaban lo que estaba por venir y hasta encontrarán sus "causas", pero el hecho es que las revoluciones son uno de los eventos más impredecibles y siguen tomando al mundo por sorpresa.

De todos modos, sí sabemos algunas de las cosas que ocurren en momentos como ésos. Un pueblo largamente intimidado por la violencia del Estado logra superar el miedo y de un momento a otro empieza a actuar con valentía. La valentía se hace contagiosa del mismo modo que lo fue el miedo y súbitamente millones de personas llevan a la práctica la desobediencia y el desafío.

Egipto ha llegado claramente a esas instancias. Ya se ha convertido en un lugar común decir que ahora todo depende de la intervención o no de las fuerzas armadas. Y por supuesto que es cierto, al menos en parte.

Con mucha frecuencia, la hora de la muerte de una dictadura coincide con la hora en que los militares, arrastrados por el mismo ánimo que cunde en el resto de la población, se niegan a seguir las órdenes del otro bando. Por eso es tan significativo que en Egipto la multitud haya abrazado a los soldados y que los soldados hayan dejado que la gente se trepe a los tanques en las plazas públicas, haciendo con los dedos la V de la victoria.

Pero la verdad es que el ejército es un actor secundario de esta escena, cuyo protagonista fundamental es, como siempre, la gente. Por eso, aunque algunos titulares digan que en Egipto reina el "caos", están equivocados. Nunca antes en Egipto el escenario había tenido un propósito tan claro ni tan decidido.

¿Y el gobierno de Estados Unidos? Hasta anoche, desaparecido en acción. Empezó despotricando contra la "violencia de ambos bandos", sin lograr decidirse entre el pueblo y sus opresores. La reacción tiene el sello distintivo del gobierno de Obama, hasta la caricatura: mantiene relaciones ("carnales", digámoslo sin empacho) con el statu quo del poder. Bienintencionadamente, comienza por aceptar que es inamovible. Y a partir de ahí empieza a negociar.

En este momento, el poder con el que el gobierno de Obama está negociando es el del dictador egipcio Hosni Mubarak, un aliado de Estados Unidos durante 30 años en los que ha recibido unos 50.000 millones de dólares en ayuda norteamericana.

A principios de la semana pasada, mientras la multitud se enfrentaba con la policía en todo Egipto, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que el gobierno de Mubarak era "estable". El vicepresidente Joe Biden siguió la misma línea, con sus declaraciones de que él "no diría que Mubarak es un dictador".

Más recientemente y todavía indecisa, Clinton instó a una "transición ordenada", sin reclamarle a Mubarak que dé un paso al costado. Pero Mohammed el-Baradei, ungido como flamante vocero de la revolución, tuvo razón cuando le respondió: "Para el presidente Obama, sería mejor no quedar como el último en decirle al presidente Mubarak que es tiempo de que se vaya".

Nada en la conducta de los egipcios que se manifiestan en las calles nos obliga a anticipar el curso de los acontecimientos. Pero el momento de las definiciones se acerca. A Estados Unidos le queda muy poco tiempo para decidir de qué lado está.


MARX VS SMITH
¿CÓMO VENCER AL POPULISMO EN AMÉRICA LATINA?. HÉCTOR ÑAUPARI

Es la pregunta de los diez mil soles, como decimos en el Perú. Pese a su inmensa capacidad de seducción, considero que el populismo latinoamericano puede ser vencido. La pregunta es, ¿cómo hacerlo? Cabe acotar que, siendo el populismo una idea y un sentimiento, se debe enfrentar con ideas y motivaciones superiores y más convocantes que aquéllas que éste promete.

En primer término, para atacar el núcleo ideológico del populismo debemos sostener emotivamente que las sociedades que prosperan no se organizan en torno a la identidad, ni a la nación, ni a la raza, ni a la clase. Se organizan en torno a principios, que sirven para garantizar una convivencia pacífica y fructífera, para que se dicten unas leyes claras, sencillas y comprensibles y para que todos los ciudadanos aptos dispongamos de un mínimo de recursos que nos permitan competir en la sociedad.

¿Cuáles serían estos principios? Libertad, tolerancia, justicia y dignidad del trabajo. Aplicando estos principios, se logra lo que sostuvo Adam Smith en sus Lecciones sobre Jurisprudencia: “Para que un Estado pase de la peor barbarie al mayor grado de opulencia basta prácticamente con garantizar la paz, impuestos estables y una aceptable administración de justicia; el resto vendrá por si solo mediante el curso natural de las cosas”. Alcanzar un consenso en torno a estos principios es una tarea política esencial si queremos vencer al populismo. Esto tiene que hacerse fuera de los partidos políticos, pues todos, en mayor o menor medida, son proclives al virus populista.

Por tanto, este combate debe hacerse en la opinión pública, en los medios de comunicación, y con las instituciones tutelares de nuestros países. De este modo los partidos estarán forzados a enfrentar al populismo y a no cambiar de rumbo. Este consenso tendrá éxito cuando haya un entendimiento, por parte de la sociedad, que no hay vuelta atrás. Que lo contrario es volver a un pasado oprobioso, corrupto, incierto y únicamente rico en pobrezas.

En segundo lugar, el populismo será vencido cuando se convenza a los latinoamericanos que el desarrollo no surge por arte de magia, y que solo nosotros somos responsables de nuestro destino. Enseñar incansablemente que no se pasa de la estera al rascacielos sin esfuerzo, y que el populismo nos estafa haciéndonos creer que el desarrollo es fácil o sin sacrificios. Que, por eso mismo, la historia del populismo en América Latina ha sido la de un engaño: que estábamos exonerados de esforzarnos para ser desarrollados. Así, para combatir al populismo en este aspecto debemos difundir las historias de los emprendedores latinoamericanos. Personas que surgieron de la pobreza y alcanzaron la prosperidad a través del trabajo duro y el esfuerzo. Es únicamente cuando la gente tiene frente a sus ojos el surgimiento del emprendedor, que se vacuna contra el populismo.

Aunado a ello, se pondrá fin al populismo cuando se enfrente la creencia mayoritaria que las masas hacen la historia. Son las personas, únicas en su talento, trabajo, emprendimiento, capacidad, creatividad y esfuerzo, las que en verdad la hacen. ¿Cómo lograrlo? Descubriendo al talentoso, al eficaz, al emprendedor, al estudioso, al más capaz, al mejor deportista, al líder de grupo, desde la más tierna edad, y educándolo en la filosofía de la libertad. En ese sentido, todas las iniciativas de cátedras, cursos en línea o seminarios presenciales para jóvenes de los centros de investigación liberales resultan extraordinarias experiencias, que deben ser enriquecidas con este proceso de descubrimiento de los nuevos líderes latinoamericanos. Debemos sumar a los empresarios y los medios de comunicación en esta iniciativa contra el populismo, promoviendo consensos en torno a principios, difundiendo las virtudes del emprendimiento y educando a los jóvenes latinoamericanos más sobresalientes, dándoles una sola razón: con la derrota del populismo latinoamericano se asegura su supervivencia. Ellos no deben olvidar que los populistas, con independencia de su signo, regresan siempre a nuestros países para expropiar empresas, clausurar periódicos o apagar señales de televisión.

Y es que al populismo se le pueden ganar algunas batallas pero definitivamente se le debe ganar la guerra, porque, como la hidra mitológica, sus cabezas se reproducen una y otra vez. Sólo el fuego inagotable de la libertad puede evitar que esos muñones regeneren en dictadores, hombres fuertes o salvadores de la patria y nos condenen nuevamente al atraso. Sinceramente confío en que estas reflexiones nos ayuden en esa gesta.

NADA HAY QUE CELEBRAR EL 4 DE FEBRERO. ALONSO MOLEIRO

Puede que sea cierto que la polémica en torno a la celebración del 4 de febrero esté destinada a extenderse durante varios años más. El tiempo en el cual exista oxígeno para alimentar la fuerza política del chavismo, su vigencia entre las masas y el corrosivo germen incivil que inspira muchas de sus ejecutorias.

Es decir, durante un tiempo más una parte del país celebrará alborozada la efemérides del primer golpe militar que tuvo que presenciar una generación de venezolanos en décadas, y la otra continuará lamentando su irrupción violenta precedida de su sigilo conspirador.

A quien su suscribe estas líneas, sin embargo, no le cabe la menor duda de que la recuperación de la democracia, la restauración del espíritu del acuerdo y el inicio de la reconstrucción nacional pendientes en la agenda nacional Venezuela a partir de 2013, harán que, con el paso de las décadas, el día de esta asonada termine de ser juzgado por la historia como lo que fue: el detonante de una sonora crisis política que dio inicio a un largo período de decadencia nacional. El que vivimos en los años 90, continuó durante al década siguiente y padecemos hasta la fecha.

Decadencia que tuvo, y tiene aún, expresiones institucionales, económicas, sociales, políticas y militares. Fue el cuatro de febrero el día en el cual quedó legitimado el argumento unilateral de la violencia; el día en el cual muchos compatriotas concluyeron que lo que procedía era saltarse las reglas del juego institucional; el día en el que regresó, como el ave fénix, la figura del caudillo mesiánico; el día en el cual conoció su crisis le hecho público y la figura de la negociación como filamento de las sociedades civilizadas.

El 4 de febrero, si le damos continuidad al análisis de Manuel Caballero en “Las crisis de la Venezuela Contemporánea” le abrió las compuertas, además, a la salida de los militares a los cuarteles y a su tutela en el hecho público nacional. No es cualquier cosa: domeñar la sombra militar, reinsertar a las Fuerzas Armadas dentro de su rol constitucional, subordinarlas a la voluntad nacional, costó décadas y mucho sudor. Las implicaciones de ésta fecha se extendieron en el tiempo y siguen vigentes casi 20 años después: hoy por hoy, la política venezolana, en lugar de civilizarse, se militarizó.

Es Hugo Chávez el autor de ésta novisima técnica, en principio muy efectiva para sus fines, pero completamente nociva para una nación que aspira a salir del subdesarrollo: los adversarios se volvieron enemigos; los argumentos, artillería; los proyectos, tácticos y estratégicos; los militantes y ciudadanos, contingentes de batallones. El argumento de la violencia, una amenaza subyacente. Los rumores, parte del decorado. Acordar es capitular; al enemigo ni agua. La letra constitucional está pintada en la pared. La política es una guerra, el campo donde gana el que tenga más agallas y haga mejor uso de la estratagema. De ese tamaño es el pantanal en el cual estamos hoy sumergidos.

Se argumentará que en esta fecha lo que hizo terminar de reventar un pasivo que estaba siendo cultivado durante décadas: el que tuvo su capítulo inicial en la devaluación del bolívar, en 1983, y los desastrosos gobiernos de la última parte de la democracia representativa. Fue el 4 de febrero una consecuencia antes que una causa.

No tengo nada que objetar a ésta apreciación. No niega ella el epicentro de mi argumentación. El golpe militar del 4 de febrero, que a este servidor tomó por sorpresa un lunes por la noche, siendo un estudiante de 21 años de edad, y a quien jamás deslumbró la alocución posterior del “por ahora”, ha sido la efemérides más nefasta, contraproducente y lamentable jornadas de la historia contemporánea de éste país, y una de las más aciagas de la historia nacional.

Sin nostalgias con el pasado, consciente de sus orígenes, perfectamente claro los próximos horizontes a conquistar, a la mayoría de éste país, a la fecha, le va quedando completamente claro lo que estoy afirmando. Dentro de poco tal convicción se hará unánime, no me cabe la menos duda. No termina de explicarse uno cómo es posible que quienes hagan ascos del complot fraguado el 11 de abril de 2002 salgan a celebrar campantes el triunfo de una felonía tan artera: un “putcsh” clásico inspirado en los manuales castrenses negadores de las libertades públicas.

Vamos a concluir con lo obvio: para terminar de calzar los pantalones largos de una nación civilizada, para aspirar al desarrollo, jamás debe producirse entre nosotros, por los siglos de los siglos, eventos como el del 4 de febrero de 1992.

raulamiel@gmail.com
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miércoles, 2 de febrero de 2011

SE ORGANIZA EL FRENTE LIBERAL DE VENEZUELA F.L.V

NOTA DE PRENSA DEL FRENTE LIBERAL DE VENEZUELA (F.L.V.)

Algunos liberales venezolanos han convenido concurrir, sin desligarse de sus originales organizaciones y compromisos, en el FRENTE LIBERAL VENEZOLANO (FLV) y realizar un llamado publico para que todos los liberales formemos parte de el. Todos somos liberales y con diferentes matices. Somos pluralistas y nos respetamos y toleramos.

Nuestros principios básicos se reflejan en lo que se establece como OBJETIVO, MISIÓN Y VISIÓN DEL FRENTE LIBERAL DE VENEZUELA

OBJETIVO: Se constituye El Frente Liberal de Venezuela, un movimiento por la libertad, con el fin de fortalecer la cooperación y coordinación entre los liberales en nuestro país. Se busca ganar más espacio público en posiciones de decisión, aprovechar y compartir experiencias y transformarse en un contrapeso del socialismo.

LA MISIÓN: Hacer del Frente Liberal de Venezuela una organización beligerante y eficiente, que ayude a convertir a Venezuela en una nación con una democracia liberal y en una sociedad próspera y comprometida con los principios de libertad, responsabilidad individual, respeto a la propiedad privada, economía de mercado, gobierno limitado, descentralización y autonomia, primacía del Estado de Derecho y paz, a fin de lograr elevar los estándares de vida de todos los que convivimos en este país. Todo ello mediante la emisión de opiniones y eventos que expresen el sentir liberal venezolano.

LA VISIÓN: Consolidar al liberalismo como el eje sobre el cual se tomen las decisiones y las acciones políticas en nuestro país.

El grupo promotor esta integrado, por ahora, por Carlos Padilla, Morelia Carrero Castillo, Nelson Maica C., Iván León, Raúl Amiel, Víctor Lorenzo Machado Bártoli, Carlos Yépez, Gamal Sol, Rubén Oronoz, Dayana Duzoglou, Pedro E. Hernández, Ronny Padrón y una buena lista mas de liberales.

¿Por qué?

Porque unidos y/o coordinados y/o acordados y/o con un objetivo estratégico común rendiremos y visualizaremos mejor las oportunidades mas eficientemente que separados.

Porque analizando juntos la realidad política del país, seguramente, también encontraremos mejores y oportunas propuestas de solución a los problemas del país.

Porque es, según nuestra lectura, el momento oportuno para contrastar en lo ideológico y lo practico la realidad histórica, aquí, entre socialismo comunismo y liberalismo, capitalismo.

Porque es evidente, luego de 12 años de gobierno, que la sociedad venezolana se niega a darle continuidad al fracaso del estatismo empobrecedor y del populismo hacedor de mendigos.

Porque los Liberales creemos en un país cuya máxima autoridad y representatividad pública debe ser elegida periódicamente por los ciudadanos.

Porque profesamos el credo de la independencia de los poderes públicos y de la descentralización y entendemos que no hay otra riqueza distinta a la que es fruto del trabajo.

Porque hacemos nuestros los principios fundamentales que defienden la igualdad de las personas ante la ley, los derechos de propiedad y la libre empresa.

Porque creemos que el gobierno más eficaz, responsable y sensible es aquel que se encuentra más cerca del pueblo.

Porque no queremos que nos gobierne ni represente un grupo basado en la sucesión, en ideologías caducas ni en los privilegios del poder o en la exclusión de un sector de la población por otro y nos oponemos a cualquier dictadura que desconozca al concepto "República" y no proteja los valores de la familia, la religión, la moral y la ética.

¿Para que?

Para optar a las posiciones políticas a las cuales tenemos perfecto derecho.

Para realizar la labor política que lleve soluciones practicas a todos los venezolanos sin distinciones de ninguna clase y darle cabal interpretación y cumplimiento a nuestra Constitución.

Para convertirnos en un canal de movilidad política para las nuevas generaciones que deben formarse para la política.

Para, en la presente coyuntura, contribuir al cambio del presente régimen socialista, comunista, hacia la democracia liberal.

Para consolidar al liberalismo como el eje sobre el cual se tomen las decisiones y las acciones políticas en nuestro país.

Para divulgar que el liberalismo sigue siendo la alternativa ideológica frente a los socialismos de todos los apellidos que han desgobernado este país durante medio siglo veinte y lo que va del presente.

Para sumar, sumar y sumar, personalidades de pensamiento liberal como paso decisivo al nuevo y moderno mundo global.

Para lograr un país en donde la creatividad, el emprendedor, el trabajador tenaz y responsable tengan la suficiente seguridad de poder alcanzar sus aspiraciones con un gobierno limitado, controlado por el pueblo y en una Venezuela en donde sus habitantes se sientan que viven en paz, con bienestar y libertad.

el.liberal.ve@gmail.com

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SOCIALISMO Y MUJER. ELINOR MONTES

Este régimen se ha jactado de “reivindicar los derechos de la mujer con igualdad”, sin embargo, esta propaganda engañosa, como el resto, se cae por los hechos.

La política del régimen evidencia su desprecio por la familia y la mujer. Hoy todas las instituciones y organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos humanos de la mujer están siendo atacadas por éste directa o indirectamente -digo “todas”, porque las afectas al régimen forman parte de la estrategia de apariencia de democracia, mientras aparentan “dignificar a la mujer”, hay hasta un Ministerio de la Mujer, cumplen su verdadero fin, el uso de las mujeres para su propaganda engañosa, para construir el comunismo, para que sirvan de relleno en los actos de la Jefatura y su partido, para adoctrinarlas y someterlas, entre otros, a través de los supuestos planes sociales, cuya condición de acceso es que sean incondicionales al castro comunismo-.

Una de las tácticas para anular dichas instituciones y organizaciones ha sido el ahogo económico, lo cual, no sólo viola las convenciones internacionales que protegen los derechos humanos de la mujer, suscritas por lo que fue la República de Venezuela, sino que constituye el delito de violencia institucional.

Para documentar lo expresado, tenemos el caso del Instituto Metropolitano de la Mujer, INMEMUJER, adscrito a la Alcaldía Mayor. Cuando el régimen mutiló el presupuesto y las competencias de ésta, también mutiló el presupuesto de INMEMUJER, que hoy no tiene ni para pagar el personal, el cual tuvo que reducir  drásticamente -no puede contratar una defensora por municipio, ni las 2 psicólogas, la trabajadora social, las promotoras de las charlas y talleres para la prevención de la violencia y de capacitación para el trabajo, etc-, lo cual desmejora el servicio de prevención y atención que ha venido prestando eficientemente el Instituto, pese a las dificultades. 

Por supuesto, al régimen no le interesa el perjuicio para las usuarias, quienes tendrán que pedir cita en algunos municipios del área Metropolitana de Caracas y que el informe psicológico ya no podrá entregarse con la misma celeridad que antes -en la medicatura forense las citas tardan 6 meses y más, así trabaja el socialismo-. Pero no contento con eso, en la Asamblea, que sirve de apariencia de parlamento, eliminaron a la mujer de la comisión de la Familia, -presidida por la oposición ¿Qué tal? La mayoría son unos monigotes que dejan que los camaradas hagan y deshagan. 

Recordemos que durante la democracia la mujer logró su propia comisión, la cual fue sustituida por los camaradas en el 2000 por la comisión de la familia, la mujer y la juventud-. Claro que en este escenario totalitario, el que eliminen a la mujer de la comisión de familia no me quita el sueño pues todas sus leyes son comunistas y seguramente el régimen va a aprovechar la protesta de los movimientos de mujeres para incluirla en una comisión presidida por algún camarada que siga usando a la mujer para sus fines comunistas con apariencia de democracia.

Elinor Montes
elmon35@gmail.com
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CARTA ENVIADA POR RECIVEX PIDIENDO APERTURA DE REP EN EL EXTERIOR.

Registro Electoral de los Venezolanos en el Exterior
 
Desde hace algún tiempo hemos estado conversando con  diferentes organizaciones y ciudadanos que desean una salida democrática del régimen que aliena a la nación venezolana, sobre la necesidad de realizar una campaña para exigir la apertura del Registro Electoral Permanente(REP)  en los Consulados de Venezuela y lograr que el mayor número posible de venezolanos residentes en el exterior se registre en el REP del consulado que les corresponda. .
 
Consideramos que esta iniciativa es muy válida y necesaria para la preservación de nuestro derecho al voto independientemente de la salida constitucional que se produzca, por esta misma razón suministramos información que todo venezolano residente en el exterior debe conocer para asegurar el ejercicio de su derecho.

Sobre el derecho al registro electoral y los requisitos exigidos:
 
Todo ciudadano venezolano mayor de 18 años y poseedor de Cédula de Identidad Venezolana tiene el derecho a registrase en el REP, del Centro Electoral correspondiente al área en la que reside.
 
De acuerdo con la ley, la inscripción en el REP hay que hacerla personalmente, En el caso de los venezolanos en el exterior, hay que presentar la Cédula de Identidad Venezolana y  tiene que haber hecho previamente su debido registro  consular (que no es el  REP).  Si quiere registrarse en el REP del consulado correspondiente, tiene que solicitar el cambio de Centro Electoral a través del mismo consulado, que es el organismo encargado de efectuar el trámite ante el Consejo Nacional Electoral
 
Lo expuesto en el párrafo precedente es absolutamente necesario ya que un ciudadano no puede tener dos registros electorales 
 
Hay que dejar bien claro, que solo podrán votar en el consulado:
1-      Aquellos ciudadanos que estén registrados en el REP del consulado
2-      Aquellos que tengan cédula venezolana, aunque esté vencida.  El pasaporte no es aceptado como identificación para registrase en el REP, ni para votar..
 
Nota: Los consulados no emiten, ni  renuevan cédulas de identidad, el único organismo que emite cédulas de identidad es la ONIDEX en Venezuela.
 
Sobre el Registro Electoral Permanente
 
Los consulados venezolanos funcionan como centros electorales en el exterior. Los centros electorales tienen la función del Registro Electoral Permanente, no vemos porque razón los consulados no cumplen con su deber de mantenerlo abierto, especialmente cuando en el caso de los venezolanos en el exterior se hace necesario el cambio de centro electoral. Al no mantener el REP abierto el Consulado  está limitando un derecho fundamental de los venezolanos, como es el de elegir a los representantes de cargos por elección popular..
  
Sobre los Consulados o Centros Electorales en el Exterior
 
Los consulados venezolanos están ubicados para la mayoría de los países con los que Venezuela tiene relaciones diplomáticas y consulares en las ciudades capitales y también en ciudades grandes, tales son los casos de países como los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, España, Colombia. Esto quiere decir que el consulado cubre la población de venezolanos en todo un país o áreas geográficas de gran extensión.
 
No todos los venezolanos viven en las capitales o grandes ciudades en las que hay consulados. Es necesario entonces comprender,  que el venezolano que quiere ejercer su derecho al voto, y, que no tiene un consulado cerca tiene que viajar por avión, por tren u horas de carretera para ir a votar. Tiene que pagar pernocta (hotel), comidas, permisos en el trabajo, etc. Para clarificar aún más lo que las distancias implican citamos el caso de los venezolanos residentes en Alberta – Canadá. En esta región hay tres ciudades  que son Edmonton, Calgary y Fort Mc Murray,  las que en conjunto tienen una población electoral de aproximadamente mil electores, el consulado venezolano más cercano está en Ottawa a 3.500 KM de distancia, lo cual implica dos viajes de cuatro horas en avión, (uno para inscribirse en el REP y otro para ir a vota)r, con un costo de $600 el boleto, o sea serían $ 1.200 para poder ir a votar, cuando en los países democráticos se facilita el ejercicio del voto..En el mismo caso están los venezolanos que viven en North y South Carolina que deben ir a votar al consulado de Miami.
 
Es necesario clarificar que aunque se está en países con moneda fuerte, también son fuertes los gastos, y no todo el mundo gana sueldos elevados, la mayoría gana lo suficiente para vivir al día, no tienen las posibilidades reales para  trasladarse.
 
En este sentido consideramos necesario que los grupos de venezolanos en cada país, área o ciudad entablen conversaciones con el respectivo consulado venezolano con la finalidad de llegar a un acuerdo que facilite el ejercicio del derecho al voto, tal y como sería por ejemplo establecer una mesa de votación en un lugar equidistante para los ciudadanos venezolanos residenciados en determinada región, que estén debidamente  registrados en el REP de ese consulado. .
 
Sobre el número de venezolanos que han emigrado.
 
Se dice que ha habido una emigración de 800.000 a un millón de venezolanos. Aunque es notoria la cantidad de venezolanos que han salido del país,  la cifra anterior tendría que ser  revisada con  más detenimiento, a fin de poder hacer una proyección lo más ajustada posible a la realidad.
 
El REP actual en el exterior comprende un número de votantes entre los 55 y 60 mil votantes, y, no todos los registrados han sufragado, esto último es una ocurrencia normal.
 
Al analizar los resultados de los últimos procesos electorales en el exterior, encontramos que la población registrada para votar es mayoritariamente simpatizante  con la oposición. Sin embargo tampoco se puede ignorar el hecho de que hay venezolanos consumidos por el día a día, otros que se han distanciado  de la realidad del país y también hay simpatizantes del oficialismo. Por lo tanto las proyecciones sobre resultados electorales en el exterior deben ser hechas tomando  en cuenta todos los factores anteriormente mencionados.  

Sobre  los resultados electorales en el exterior
 
Los resultados electorales obtenidos en el exterior no han sido publicados por el CNE. RECIVEX ha sido la única organización en el exterior que ha solicitado formalmente y por escrito, con entrega de documento a mano al CNE  la publicación de los resultados electorales.
 
La organización SUMATE publicó en las pasadas Elecciones Parlamentarias los resultados del exterior, que no han sido publicados por el CNE, así como el reclamo cursado por miembros de nuestra organización al respecto.
 
Los venezolanos en el exterior han luchado por lograr la inscripción en el REP, han defendido todos y cada uno de los votos, por esta misma razón es necesario que exijamos al CNE la publicación de los resultados electorales obtenidos en el exterior, porque es la única prueba de que la voluntad de los ciudadanos venezolanos residentes en el exterior ha sido respetada
 
La Constitución Venezolana establece varias formas de salida constitucional para solucionar la crisis política que envuelve a nuestro país, por lo tanto todas ellas son un derecho de  los  venezolanos
 
Somos Resistencia Civil de Venezolanos en el Exterior, Somos RECIVEX
 
Firmas en reserva
 
Esta carta fue entregada al Consejo Nacional Electoral el día 1ro de Febrero de 2011
 
RECIVEX - Resistencia Civil de Venezolanos en el Exterior es una organización sin fines de lucro, conformada por voluntarios Venezolanos, con representación en diferentes ciudades alrededor del mundo. Una de nuestras tareas principales es informar a la comunidad internacional sobre la realidad venezolana, con especial énfasis en aquellos asuntos y circunstancias que amenacen o quebranten los principios democráticos en nuestro paí­s.  RECIVEX está registrado en el estado de Connecticut, EEUU.  311 Eastern Street.  New Haven , CT 06513.  RECIVEX trabaja por una Venezuela democrática, armónica, plena en justicia y libertad.                                                                  
http://www.recivex.org, http://groups.yahoo.com/group/resistenciacivilexterior/
recivex@gmail. com

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LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA EN EL MUNDO ÁRABE. FERNANDO MIRES. DESDE ALEMANIA

El título de este artículo invoca un concepto problemático: el de revolución. Para evitar discutir sobre ese punto, declaro de inmediato que estoy utilizándolo en su sentido más amplio: como sinónimo de cambio brusco de régimen y nada más. De régimen, entiéndase, no de sistema socioeconómico ni de nada parecido. Y si hablo de cambio de régimen me estoy refiriendo, por cierto, a una revolución política.

En los momentos en que redacto estas líneas está teniendo lugar una revolución política en algunos países del mundo árabe. Si se me pidiera más precisión diría, predominantemente política, y en un segundo lugar social, y quizás en un tercer lugar –no se sabe bien- económica. Con ello estoy afirmando que la palabra revolución es sólo el nombre de un apellido. Y el apellido de la revolución que presenciamos es, política.

Pero, además, el título de este artículo invoca a un concepto tanto o más problemático que el de revolución: el de democracia. Debó aclarar por lo tanto, que en la terminología historiográfica la caracterización de una revolución como democrática no tiene que ver con el hecho de que de ella surja una democracia o no (y la verdad es que pocas veces surge) sino de lo que niega una revolución.

Ahora, las revoluciones árabes de los últimos días han surgido, sin lugar a dudas, como negación de largas y cruentas dictaduras. El concepto revolución democrática, quiero decir, es esencialmente negativo. Por ejemplo, la revolución francesa fue llamada democrática porque negó una monarquía, pero ni los gobiernos de Robespierre ni de Napoleón fueron democráticos. La revolución rusa durante Kerensky fue llamada democrática porque negó al zarismo y no porque Kerensky ni mucho menos Lenin hubiesen construido una democracia. La revolución de Fidel Castro fue llamada al comienzo democrática porque derrocó al dictador Batista y sólo un ignorante podría decir que en Cuba surgió una democracia.

Y así sucesivamente. Ni siquiera de la norteamericana de 1776 -si se toma en cuenta la supervivencia de la esclavitud- surgió inmediatamente una verdadera democracia política.

En cierto modo las revoluciones democráticas al ser realizadas contra gobiernos no democráticos anticipan un orden democrático pero casi nunca lo realizan. Seríamos muy injustos entonces con las naciones árabes si exigiéramos de ellas, después de la caída de algunos dictadores, la instauración de un orden democrático perfecto, el que apenas existe en occidente.

Ahora, lo que sí originan las revoluciones democráticas, son condiciones para que después de ellas, a veces mucho después, sean erigidas verdaderas democracias. Las revoluciones democráticas son, si se quiere, la base política desde donde surgen las democracias.

Hecha esta reflexión, corresponde ahora precisar el tipo de dictaduras contra las cuales se levantan las actuales revoluciones del mundo árabe. Para decirlo en breves palabras, ellas están siendo realizadas en contra de dictaduras “post- nasseristas”. Naturalmente me estoy refiriendo a la tradición inaugurada por quien fuera el máximo líder del mundo árabe: Gamal Abdel Nasser. Nasser, miembro de la revolución militar que derribó al corrupto rey Faruk en 1952, erigió su gobierno después de desbancar al general de tendencias liberales Naguib, en 1953. Al nacionalizar el Canal de Suez -apoyado por la URSS y los EE UU en contra de Inglaterra y Francia- Nasser pasaría a convertirse en un líder nacional y arabista a la vez. El distanciamiento con respecto a los EE UU ocurrió cuando Nasser desarrolló una política de agresión hacia Israel. De este modo surgió aquel tipo de gobierno dictatorial llamado “nasserismo”, concepto utilizado por la politología tradicional para designar a dictaduras militares que reúnen los siguientes requisitos: militarismo, estatismo, nacionalismo, pan-arabismo, laicismo, socialismo ideológico, y adhesión al imperio soviético. En lo económico se caracterizaron por un gigantomanía expresada en mega-proyectos industrialistas en el mejor estilo estaliniano, incluyendo deportaciones masivas y campos de concentración.

A esa especie dictatorial pertenecieron entre otros Sadam Hussein en Irak, Hafez el Assad en Siria, Zine El Abidene Ben Alí en Tunez, Muamar –al -Gadaffi en Libia, Alí Abdala Saleh en Yemen, Abedaliz Butefilka en Argelia, etc.

En síntesis, todas esas dictaduras eran, en términos políticos, hijas de la Guerra Fría y en términos económicos, hijas de la industria pesada. Hoy, en plena globalización, la mayoría de las dictaduras “arabistas” han sobrevivido pero sin las condiciones históricas que les dieron origen, es decir, se han vuelto anacrónicas. Conscientes de eso, algunas han experimentado ciertas mutaciones, pero sólo con el objetivo de permanecer en el poder. Por ejemplo, han realizado concesiones a quien durante mucho tiempo fuera su enemigo mortal: el islamismo radical. La dictadura egipcia fue más lejos aún: después de haber sido durante Nasser vanguardia regional en la lucha en contra de los EE UU e Israel, pasó a convertirse desde el periodo del predecesor de Mubarak, Anwar El- Sadat, en “el mejor nuevo amigo” de los EE UU e Israel. De más está decir que para los ciudadanos de las “naciones post-nasseristas”, más importante que los reacomodos geopolíticos de sus respectivos gobiernos ha sido la desmedida corrupción que ostentan, la ineficacia administrativa, los nepotismos y tendencias dinásticas y, sobre todo, la terrible represión ejercida en contra de opositores y disidentes.

Para poner un ejemplo, en la mayoría de esas naciones existen universidades bien dotadas desde donde egresan profesionales que después no logran insertarse en la vida económica y civil puesto que tanto la economía como la política están asfixiadas por un Estado burocrático y militar. Eso explica que estudiantes y jóvenes profesionales han sido, si no la vanguardia social, por lo menos el detonante de la actual revolución democrática y popular. En términos generales, aquello que desean, es liberar a la sociedad del peso del Estado. Podemos pues afirmar que una de las olas de la revolución democrática de nuestro tiempo ha llegado a las arenas árabes. No es frase literaria. Quiero simplemente remarcar que las diferentes revoluciones democráticas, incluyendo a las árabes, pueden ser consideradas desde una perspectiva macro-histórica, como momentos de una sola revolución, una que comenzó con la Declaración de los Derechos Humanos en los EE UU y Francia, o quizás antes, con la revolución parlamentaria inglesa (1642-1689).

Esa al menos era la idea de Tocqueville que desarrolló después Claude Lefort para mencionar la contradicción fundamental del siglo XX: la de totalitarismo – democracia (La Invención Democrática, Nueva Visión, Buenos Aires 1984)Al referirme a las olas de la revolución democrática estoy tomando, aunque sólo en parte, una propuesta de Samuel Hungtinton quien en su famoso libro “La Tercera ola”, nos habla de diferentes oleadas democráticas (Paidos, Madrid 1984).La imagen de las “olas” es excelente. Corresponde muy bien al modo como ha tenido lugar la expansión democrática en la era moderna. Sin embargo, Huntington, al imaginar la periodización en forma de olas, se refiere no a las revoluciones democráticas sino a los diferentes procesos de democratización que han tenido lugar, lo que es algo diferente.


De este modo, Hungtinton distingue tres grandes “olas democratizadoras”: (1828-1926; 1943-1962; 1974 .....)Ahora bien, la imagen de las “olas” puede ser extrapolada hacia las llamadas revoluciones democráticas. En ese sentido podríamos intentar una periodización algo diferente a la de Hungtinton; a saber, en lugar de tres, “clasificar” cinco grandes olas.

DANTON Y ROBESPIERRE
La primera ola habría tenido lugar a partir de las dos revoluciones democráticas fundadoras de la modernidad política: la norteamericana de 1776 y la Francesa de 1789 cuyos influjos se expandieron de modo parcial a la España de las “Juntas” y aún más allá, hacia los países sudamericanos en donde la revolución fue independista, democrática en sus declaraciones, y antidemocrática en la práctica (hegemonía de ejércitos oligárquicos). Con Hungtinton es posible coincidir que a la primera ola democrática sucedió una fuerte contra-ola a la que aquí llamaré, la contrarrevolución totalitaria, la que en su forma fascista y nazi tuvo lugar en Turquía, Japón, Italia, y sobre todo Alemania; y en su forma comunista, en la URSS y los países que después ocupó. En ese sentido, tanto el fascismo y/o el nazismo como el comunismo, intentaron ser presentados por sus gestores como revoluciones, pero desde la perspectiva de la revolución democrática fueron las contrarrevoluciones más brutales que conoce la historia.

La segunda ola de la revolución democrática es posible localizarla en las revoluciones y democratizaciones que tuvieron lugar en Europa del Sur a mediados de los setenta del pasado siglo, particularmente en la Grecia de los coroneles, en el Portugal de Oliveira Salazar y en la España post-franquista.

La tercera ola tuvo lugar en las revoluciones democráticas de la URSS y de sus países satélites, sobre todo en Europa del Este y Central. A primera vista la revolución anticomunista fue iniciada a partir del ascenso de Michael Gorbachov al poder. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, esa revolución venía arrastrándose lentamente, comenzando en la sangrienta Hungría de 1956, en la Primavera de Praga de 1968, pero sobre todo en la Polonia de Solidarnosc. Como suele suceder, después de la revolución democrática ha seguido una ola si no contrarrevolucionaria, por lo menos, restauradora. El “putinismo” (de Putin) representa en gran medida la contra-ola restauradora. Por lo menos intenta restaurar una noción estatista de la política, un personalismo extremadamente autoritario, amén de amenazas expansionistas en contra de países que pertenecieron a la ex URSS.

En los países políticamente menos desarrollados de Europa del Este y Central (Bulgaria, Rumania, Albania e incluso Hungría) se observan fenómenos similares a la restauración “putinista”.

La cuarta ola de la revolución democrática tuvo lugar en Sudamérica a fines de los años ochenta, como consecuencia del descenso de los gobiernos militares, particularmente en el Cono Sur.

Por último, la quinta ola de la revolución democrática es la que en estos días está ocurriendo en el mundo árabe. Y pese a que estamos sólo presenciando sus momentos iniciales, ya asoman algunas de sus características principales. Una de ellas es que no se trata de revoluciones típicamente “clasistas”. Si bien fueron iniciadas por estudiantes y profesionales, han sido asumidas por sectores de “clase media”, por obreros y por campesinos. Esto es, se trata de auténticas revoluciones populares. Quizás por la misma razón no pueden ser clasificadas como de “izquierda” o de “derecha”.

Al igual que todas las verdaderas revoluciones rompen los esquemas políticos en uso. Tampoco siguen la directriz de una oposición establecida. Por el contrario, esa oposición sometida a permanentes fraudes electorales, se ha visto obligada a ponerse detrás de un movimiento con el cual nunca contaron.

Ha sido dicho que se trata de revoluciones que sin Internet y teléfonos móviles no hubieran sido posibles. Esa es una exageración. Cuando un pueblo comienza a comunicarse consigo, siempre encontrará medios apropiados para organizarse. En las primeras revoluciones fueron el periódico clandestino, el pasquín, el volante y el panfleto pegado en las paredes. Después hubo revoluciones radiales. Las de Europa del Este fueron televisivas. Las de ahora son, naturalmente, digitales. Lo importante es que siempre han sido mayoritarias y multitudinarias y, mientras más lo son, menor ha sido su grado de violencia. Hecho muy interesante.

La característica más decisiva de las revoluciones árabes reside, sin embargo, en que ellas representan una “tercera fuerza”. ¿Qué quiero decir con eso? Algo ya evidente: ellas están situadas más allá de esa contradicción que aparecía como fundamental, contradicción representada en la falsa alternativa: “o dictadura militar o dictadura islamista”. Los propios dictadores se encargaban de divulgar esa falsa alternativa como si fuera la única posible. Gracias a ella, chantajeaban al gobierno de los EE UU y a los gobiernos europeos. “O nos apoyan, o la gente que sigue a Bin Laden se tomará el poder”.

Todavía hay escépticos que piensan que después de la revolución democrática los islamistas llegarán al poder en los países árabes. En el fondo siguen el pre-juicio, en cierto modo racista, de que los pueblos árabes y musulmanes están incapacitados para el ejercicio de la democracia. El trauma de la “revolución de los Ayatolah” todavía persigue a muchos políticos occidentales. Pero la diferencia es muy grande, y hay que considerarla. Aparte de que en los países árabes no existe un clero islámico como en Irán, ninguna de las revoluciones que hoy tienen lugar asume formas religiosas. Ni siquiera son anti-modernas, ni mucho menos anti-occidentales, como desde el primer momento se presentó, sin tapujos, la revolución iraní (y hasta ahora no ha sido quemada ninguna bandera estadounidense; hecho inédito en la región) La población musulmana participa en el proceso revolucionario y es lógico, natural y necesario que así sea. Lo más probable es que el “Islam político” deberá tener representación en la reorganización de esos países, lugar que le corresponde históricamente. Entre los creyentes islámicos y quienes siguen el islamismo como ideología, hay muchas diferencias. El occidente político, sobre todo el gobierno de los EE UU, está llamado a tender puentes hacia los nuevos escenarios políticos que surgirán de la revolución, sea cuales sean. Nunca hay que olvidar, en ese sentido, que democratización y pacificación son dos procesos que marchan casi siempre juntos.

El antiguo ideal kantiano relativo a que en un orden mundial republicano no puede haber guerras, no ha perdido vigencia (Kant entendía por república algo muy parecido a lo que hoy se entiende bajo el concepto de “democracia institucional”) Por lo menos sabemos que nunca, o casi nunca, ha habido guerra entre dos naciones democráticas. Luego, mientras más avanza la ola democrática, mayores serán las posibilidades de establecer relaciones, si no de paz, por lo menos de cierta convivencia, en esa tan compleja y tan importante región del mundo. Al fin y al cabo, nunca las dictaduras serán garantía de paz. En ninguna parte.

fernando.mires@uni-oldenburg.de

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CHÁVEZ VERSUS CHÁVEZ. ENRIQUE PEREIRA

El gran enemigo de Hugo Chávez, es él. Yo con yo, diría un amigo mío.

Doce años en el poder. Se dice fácil, pero ese tiempo es más largo que piropo de tartamudo. Son una docena de años en que los venezolanos hemos aguantado lo que jamás soñamos que podíamos aguantar. Doce años de promesas y más promesas, de futuro y más futuro. Doce años de destrucción de nuestra infraestructura, de nuestra industria, de nuestras posibilidades agropecuarias y de algo que me produce más dolor: de la estirpe libertaria de un pueblo que ha bajado paulatinamente su cerviz ante el peso de una autocracia militarista que persigue a la disidencia con los típicos métodos que clásicamente los acompañan.

PURA PAJA
Poco tiene que celebrar. No han logrado ningún merito capaz de ser exhibido, salvo los que quieren vendernos con cifras trucadas. En eso son buenos, todo se lee en millones y en toneladas, para desfigurar una realidad que se nos estrella en la cara cada mañana. Al carajo el bolívar fuerte, la economía blindada, la producción de cinco millones de barriles de petróleo y la construcción de viviendas. Pura paja dibujaría Rayma, sagaz caricaturista del diario El Universal, por cuatro días consecutivos, usando la figura que mejor les luce.

Ministros van y vienen, dan la vuelta, se refrescan y regresan de nuevo. Enroque tras enroque, para seguir cometiendo los mismos errores. Desprecio por lo que saben, aprecio por los que no cuestionan nada. Pensamiento militar que castra el pensamiento creativo.

Chávez no ha caído en cuenta que el enemigo mayor de la revolución es él. Es Chávez que no entiende como sumar y se maneja con códigos que desmultiplican los esfuerzos colectivos. Es su personalismo y su liderazgo a gritos el que condena al fracaso cualquier gestión de la sociedad o de sus segundos, para sacar algo adelante. Es su incapacidad para reconocer la importancia de escuchar a alguien diferente a su propio ego. Mientras continúe haciendo lo mismo, seguirá logrando los mismos resultados. Yo con yo.

Difícil producir un cambio, al que no antecede una profunda y verdadera reflexión acerca de los errores cometidos. No estoy hablando de esos golpecitos en el pecho en los tiempos que anteceden a una elección para decir que:”hemos fallado, tenemos que rectificar”. “…yo los llamo a todos a practicar el amor”.

Doce años es la cuarta parte de lo que han gobernado los Castro en Cuba o casi la mitad de lo que lo ha hecho Mubarak en Egipto. Se cansan los pueblos de escuchar las mismas fantasías, refrescadas con nuevas canciones. Ahora es la misión agrícola la que está de moda. Otra parafernalia que llenará el tiempo de los canales oficiales y la producción de afiches y trípticos. No termina de obtener ningún logro en ninguna de las tareas que acomete, pero sigue escuchando sólo desde adentro de sí mismo, convencido de que tiene en su mano el poder de lograr que las cosas sucedan. Yo con yo.

La docena de velas que trae la cajita, cubrirá el pastel de celebración. No faltará ninguna, pero tampoco sobrarán. Sonrían para que no se refleje el nerviosismo en las cámaras.

Enrique Pereira
vienegrande@yahoo.es
@pereiralibre
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DIÁLOGO. ADOLFO R. TAYLHARDAT

Lugar: El despacho presidencial en Miraflores.

Participantes: MUD (Mesa de la Unidad Democrática) - El Presidente.

MUD: Presidente, venimos a dialogar con usted atendiendo la invitación que nos hizo cuando presentó su des-Memoria y des-Cuenta en la Asamblea Nacional.

El Presidente: Muy bien. Efectivamente, yo propuse hacer borrón y cuenta nueva y entablar un diálogo. ¿Y quiénes son ustedes? ¡Eh!

MUD: Somos los diputados de la oposición designados por la MUD para participar en el diálogo.

El Presidente: ¿Y quién es la MUDA? ¿Se están burlando de mí porque hablo durante horas y horas sin parar? ¡Eh!

MUD: Presidente, no es la MUDA. Es la M-U-D, la Mesa de la Unidad Democrática, en la cual está representado más del 80% del país. Además, de muda no tiene nada porque sistemáticamente denunciamos los atropellos, los abusos, las violaciones de la Constitución y todos los desmanes y tropelías que usted y su régimen cometen a diario.

El Presidente: Entonces con más razón. ¿Cómo puedo dialogar con quienes me critican? Ustedes son mis enemigos. Aquí estamos en guerra permanente y sin cuartel. Cuando yo reculo, como lo hice en la Asamblea, es para coger impulso. ¿Quién les dijo a ustedes que la MUD puede designar a quienes van a dialogar conmigo? Mis interlocutores los designo yo y ya los escogí. Serán: Sicilia Florero, Diablodado Melena, Iracunda Valeriana, Ariscóbulo Bisturí, Panchito Aires Cardones y Nicki Podrido. Todos son personas ecuánimes, desapasionadas e imparciales que apoyan y aplauden sin chistar lo que yo digo o decido. ¡Eh!

MUD: Pero Presidente, eso es ningún diálogo. Será un monólogo. Además nosotros venimos a proponerle una agenda que atiende los principales reclamos de la sociedad y abarca, entre otros temas, los siguientes: la seguridad ciudadana; la seguridad alimentaria; el control de las dádivas a gobiernos y entidades extranjeras afines a su proyecto político; la devolución a la Asamblea de la ley habilitante; la revocatoria de las leyes inconstitucionales sancionadas por la Asamblea Nacional moribunda a fines del año pasado; la restitución a las gobernaciones y alcaldías de las competencias y poderes que usted les incautó; la revisión de los tratados, acuerdos y "alianzas estratégicas" concluidas con países gobernados por sus amigos y colegas dictadores; el problema de la vivienda; la situación de la infraestructura física del país; la libertad de los presos políticos; la independencia y autonomía de los poderes públicos, la libertad de comunica…

El Presidente: ¡Ah no! ¡Un momento! ¡Párense ahí! ¡Ustedes creen que yo soy pendej...! Los pendej... son ustedes que hace doce años me entregaron el gobierno mediante elecciones democráticas y ahora creen que yo les voy a entregar el gobierno si pierdo la elección en el 2012. Aquí el único que puede proponer una agenda para dialogar soy yo y ya la tengo preparada. Tendrá dos temas: mi reelección hasta que me muera o esté tan decrépito que no pueda seguir gobernando, en cuyo caso designaré a quien me sustituirá, y la extensión de la Ley Habilitante por todo el tiempo que yo sea Presidente. Este último punto no es prioritario porque de todos modos yo hago lo que me da la gana con o sin ley habilitante. ¡Eh!

MUD: Pero Presidente esto es un atrope…

El Presidente: ¡Aquí no hay peros que valgan! ¡O lo toman o lo dejan! Además el resultado del diálogo ya está decidido. Por unanimidad se aprobarán los dos puntos de la Agenda y luego proclamaré el resultado desde el "balcón del pueblo" para que lo ratifique una sesión de parlamentarismo de calle con la participación voluntaria de la masa popular roja rojita traída en autobuses desde todos los confines del país, previo pago de una buena suma de dinero y suministro de rancho y caña. ¡Eh!

MUD: ¡Usted nos ha engañado¡ ¡Usted nunca ha querido dialogar!

Dicho eso, los representantes de la MUD se levantaron y se retiraron.


Al salir del palacio de Miraflores los esperaba la consabida banda de malandros asalariados con camisas y boinas rojas que les lanzaron una lluvia de piedras, botellas, huevos podridos y otras inmundicias al grito de ¡Traidores! ¡Vendepatrias! ¡Pitiyanquis! ¡Escuálidos! ¡Patria, socialismo o muerte! ¡Viva nuestro querido comandante en jefe presidente! ¡Mueran los oligarcas!

Adolfo Taylhardat
adolfotaylhardat@gmail.com
www.adolfotaylhardat.net/indexbis
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