BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta TEATRALIDAD. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TEATRALIDAD. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de julio de 2012

ANÍBAL ROMERO, HIPOCRESÍA Y FAN

El Presidente ha cuestionado con teatral indignación el mensaje que el candidato democrático dirigió a los militares venezolanos. Esta pantomima de parte de Hugo Chávez pone de manifiesto notoria hipocresía.

Desde que asumió su magistratura, el Presidente no ha tenido otro objetivo con relación a la FAN que convertirla en instrumento político al servicio de su poder personal y el de su tolda. Semejante propósito viola el artículo 328 de la Constitución, según el cual “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución estrictamente profesional, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación”. Dice además ese artículo que “en el cumplimiento de sus funciones la FAN está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso de persona o parcialidad política alguna”.
¿No fue acaso Hugo Chávez quien declaró que “la Fuerza Armada es chavista”? ¿No ha sido este régimen el que ha politizado la institución, adoctrinándola con un anacrónico marxismo y cubanizándola hasta los tuétanos? ¿No ha sido el régimen revolucionario el que ha subordinado los intereses venezolanos a los del despotismo castrista? ¿Es o no cierto que decenas de agentes de seguridad e inteligencia cubanos se ocupan de vigilar a nuestros militares para garantizar su lealtad al caudillo? ¿Con qué autoridad moral puede el jefe del Estado advertir al candidato democrático sobre los militares?
El Presidente repite una letanía de críticas sobre la presunta situación de los militares bajo la Cuarta República, pero cabe preguntarse: ¿Bajo qué criterios se llevan ahora a cabo los ascensos militares, así como los retrasos en las carreras de los oficiales? ¿No es el principal criterio la profesión de fe hacia el socialismo del siglo XXI y el poder del “Comandante en Jefe”? ¿No fue acaso este régimen el que creó una Milicia paramilitar para defenderle de los cambios en la voluntad popular y asegurar su perdurabilidad por encima del veredicto democrático de los venezolanos? ¿No es violatoria de la Constitución en su artículo 329 la creación de la Milicia como fuerza independiente?
El catálogo de desmanes a la Carta Magna, a los valores tradicionales y profesionalismo de la Fuerza Armada venezolana por parte del Presidente es extenso, y sus actuaciones en este ámbito se le revertirán y serán juzgadas por una Venezuela en la que impere el Estado de Derecho. Chávez no solamente ha politizado el estamento militar, sino que le ha humillado vistiéndole de rojo y haciéndole repetir consignas copiadas del fracaso castrista. Le ha sujeto a la supervisión de agentes extranjeros, forjando en el camino alianzas con Estados forajidos y movimientos subversivos en América Latina y más allá. Tales alianzas podrían  involucrar al país en conflictos que chocan contra nuestros legítimos intereses nacionales y que expondrían a nuestros hombres y mujeres de armas a peligros innecesarios.
Causa vergüenza contemplar lo ocurrido a nuestros  militares durante estos trece años de oprobio y constatar la hipocresía tras la prédica del Presidente acerca del tema. Por desgracia, ante todos los sectores del país, pero en especial ante los más ilustrados y productivos, la FAN ha experimentado un colapso del prestigio que una vez tuvo. En su empreño por doblegarla y hacerla cómplice de su proceso de destrucción nacional, Chávez ha logrado además que la corrupción extienda sus tentáculos en el seno del estamento militar.
Es imperativo derrotar a este régimen destructivo y corrupto, reconquistar la libertad y la democracia y reconstruir el país.

aromeroarticulos@yahoo.com 

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

martes, 12 de junio de 2012

CARLOS R. PADILLA L., TEATRALIDAD, POPULISMO, DEMAGOGIA Y DESPILFARRO

No lo podemos negar, Chávez y el chavismo están haciendo, frente a las adversidades y la perdida del favor popular, un gran esfuerzo para equilibrar las cargas contra la candidatura de la alternativa democrática surgida de unas sorpresivas, cuantitativamente  y cualitativamente,  elecciones primarias.

La teatralidad,  al mejor estilo de Félix B. Caignet, el del derecho de nacer y ya don Rafael hablo, montada desde Cuba, referida a  una situación personal del comandante, se maneja como una telenovela de suspenso con la finalidad de generar sentimientos de lastima fortalecedores de la presencia psicológica afectiva del personaje en la mente  de sus seguidores.

No son extrañas a esa teatralidad muchas de las actuaciones del CNE  y los peligros inherentes al estar  manejado por las cuatro radicales chavistas y el mirón de palo quien a veces con mirada de muchacho regañado discrepa suavemente de las decisiones “electorales” cuyo origen no esta precisamente en la cercanías del edificio del CNE. La última perla conocida es el cierre de los centros de votación en los cuales la oposición  ha ganado históricamente, solo para beneficiar al sector continuista.

Otro montaje teatral es el echarle la culpa a los poquísimos medios de comunicación no oficiales de todo lo malo ocurrido en el país. La hegemonía comunicacional ejercida por el régimen, más los medios oficiosos autocensurados por la tajada publicitaria,   se traduce en manejar a su antojo, para fines electorales e ideológicos,  más de 250 medios públicos entre plantas televisoras, emisoras de radio y periódicos, amén delas cadenas oficiales, mensajes de texto a los teléfonos celulares desde CANTV y cuñas de obligatoria difusión en todos los medios... Se trata de una hegemonía comunicacional  a través de 6 plantas televisoras nacionales, 1 continental y 36 regionales, 2 periódicos nacionales y varios regionales, más de 200 emisoras de radio, todos sufragados por fondos públicos. Este bombardeo propagandístico oficialista manipula los hechos, culpando al imperio y a los 40 años anteriores de los problemas del país como si estuvieran empezando como gobierno  Los problemas en vez de resolverse, se están agravando después de trece años con más de un billón de dólares ingresados al país, más la deuda interna y externa contraída por más de 200.000 millones de dólares entre deuda financiera, laboral e indemnizaciones a empresarios de todos los sectores de la economía nacional.

El opus de la teatralidad lo constituye la avalancha de encuestas de laboratorio prolijamente financiadas por el gobierno las cuales llegan a la desfachatez de otorgarle generosamente  al candidato de la alternativa democrática hasta menos votos de los logrados en las primarias.

Apurados por el incumplimiento en casi catorce años de los graves problemas de la inseguridad, el alto costo de la vida, la estanflación, el desempleo y la falta de construcción de viviendas; el gobierno, a punta de billetazos,  pretende aparentar resolverlos en los últimos días de su moribundo lapso ahíto de demagogia y populismo clientelar,  llenando de expectativas y promesas falsas  a quienes cree incautos y fáciles de engañar.  

El despilfarro representado por  la aprobación de descomunales recursos financieros para ser utilizados  en ofertas electorales, pago de activistas y hasta para “raspara la olla serán para pagar a los Coordinadores de manzanas o cuadras, parroquias y municipios repartidores de hasta 8 mil Bolívares Fuertes a quienes logren censar desde camiones del PSUV o de cualquier organismo gubernamental regalando, además, bolsas de comida, franelas rojas con la campaña del Corazón y línea blanca de electrodomésticos. Cada censado deberá firmar con su cédula y registrarse en su patrulla del PSUV.

De los últimos créditos adicionales aprobados por la mayoría oficialista,  salida del vientre de la salamandra donde mas es menos y menso es mas, de la Asamblea Nacional, se destinan al sistema de medios públicos Bs. 1.196 millones 344 mil 526, dirigidos seguramente para cancelar publicidad y propaganda para Hugo Chávez.

Pero lo más sínico y vergonzoso, es la cantidad aprobada para el Ministerio de Agricultura y Tierras, con la cual se cancelará a 18 mil jóvenes del frente de Misiones Socialistas a través de esa organización, para cumplir con la tarea de hacerle propaganda a Chávez y cambiar bombillos.

Carlos.padilla.carpa@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

martes, 8 de mayo de 2012

ANDRÉS SIMÓN MORENO ARRECHE, LAS 7 CATEGORÍAS CHAVISTAS

Así como se considera al Socialismo del Siglo XXI un concepto inextricable, hay otro concepto robo-lucionario que sí está claro, entendido y aceptado por propios y extraños. Esa conceptualización es el Chavismo.

El Chavismo, como cualquier ‘ismo’ asociado a un liderazgo personal significa, para la Real Academia de la Lengua Española, una doctrina que se desprende del ejemplo, un sistema o método para implantar el régimen de una idea o conjunto de estas, un modo de actuación apegado a las maneras y cualidades del líder cuyo talante reproduce el colectivo como condición para pertenecer a ese ismo, e incluso se reconoce como partido político pero en su acepción bárbara: Partido para obtener provechos personales, ventajas, beneficios y lucro.

Como doctrina que se desprende del ejemplo un buen chavista debe ser, ante cualquier circunstancia y situación, un falsario capacitado para esconder su castro-comunismo desde el inicio de cualquier relación. Ese sofismo le es útil para falsificar la realidad y la historia, para engañar con imposturas, para simular una presunta convicción revolucionaria mientras disimuladamente exagera los eventos con artificiosos argumentos y prepara el golpe artero a todo aquello que le oponga argumentos en contra.

Como sistema o método para implantar un régimen, el chavista debe estar preparado para dividir y romper con todo aquello que obture la instauración del régimen. Para dividir a un país en dos bandos antagónicos (patriotas y escuálidos... chavistas y majunches...) apelando a los más bajos instintos sociales: el apartheid, el racismo, y las clasificaciones. Para romper con las tradiciones y la cultura, al aceptar al líder máximo como alfa y omega de la historia.

Como un modo de actuación apegado a las maneras y cualidades del líder, el buen chavista debe poseer un verbo incendiario, sin medida ni recato; debe agredir en vez de dialogar; tiene que utilizar los giros verbales del líder aun cuando estos sean un galimatías incomprensible, y además de todo lo anterior, debe estar convenientemente entrenado para desdecirse (de lo mismo que se desdiga su líder), para derramar profusas lágrimas falsas.  Y para ejecutar con excelencia estos modos, deberá portar siempre y en todo momento, una camisa roja, un librito de la Constitución, un rosario con crucifijo, el CD de la Lista Tascón y una banderita de Venezuela con el escudo del ‘caballito volteao’ y las 8 estrellas.

Aún con esta doctrina, sistema y modos en correcta ejecución, no es posible comprender al chavismo sí no se conocen sus 7 categorías. Son 7 clases, cada una con sus propias condiciones y cualidades de chavistas que determinan sutiles aunque profundas distinciones y los agrupan en siete géneros, cada uno de ellos con similares calañas, pelajes y castas, como suele suceder en las jaurías salvajes.

1.- Los chavistas que no saben.

Integran una facción numerosa y constituyen la base electoral de Chávez, una base tan importante como los millones de votantes fantasmas que tiene el líder oculto en los intersticios virtuales de la inextricable e inauditable data del Registro Electoral Permanente del ministerio para las elecciones, que es en lo que se ha convertido el Poder Moral en este ex-país a través de las felonías y obsecuencias de los mal llamados Rectores de su Consejo Nacional Electoral. Esta categoría de chavistas ‘no saben’ ni eso ni nada. Ni siquiera saben que son chavistas aun cuando pertenecen a la categoría. Se trata de ex- ciudadanos que dejaron de serlo al subsumirse voluntariamente al oprobioso canje de las limosnas misioneras. Ex-ciudadanos avenidos en habitantes de un territorio arrasado por el castro comunismo y en el que el Estado, omnipotente y tetra millonario, reparte migajas que los de esta categoría de chavista ‘no saben’ que son eso, migajas, pero que las aceptan por aquel decir castizo que retrata su profunda mediocridad: “Algo es algo, porque peor es nada”

2.- Los chavistas que no quieren saber.

Este clúster de chavistas está todavía muy alejado del epicentro donde se bate el chocolate espeso y recaliente de los grandes negociados con el poder, pero están un paso más cerca del líder y del proceso que los de la categoría anterior. Son los llamados chavistas de a pie que poco a poco caen en cuenta de las atrocidades y del latrocinio que se produce dentro del proceso mesmo, pero cierran ojos y oídos (la boca también) como aquellos tres monitos y en silencio se dicen a sí mismos: “Esto es mentira... Chávez no sabe nada... Esto no está ocurriendo”. En estos chavistas que no quieren saber se observan los mayores índices de agresividad contra los ciudadanos. Un ejemplo de esta categoría de chavistas la encontramos en los inicios del chavismo ( Los ‘círculos bolivarianos’) y más recientemente en ‘colectivos’ armados y violentos, como el ‘Colectivo La Piedrita’ del Comandante Valentín, que hace vida política y militar en la Parroquia 23 de Enero de Caracas. (Hay otros colectivos más violentos y peligrosos, como el Fuerzas Revolucionarias Bolivarianas, pero este es el más popular). Es en este segmento donde también está la mayor fuente de votantes que se pliegan al abstencionismo, pues aun cuando una gran cantidad de estos miembros alcanzan altas cotas de decepción con el proceso robo-lucionario, siguen fieles a Chávez, es decir siguen siendo chavistas ‘que no quieren saber’ de elecciones, bien por decepción, bien por desconfianza en que el CNE (el mismo del Poder Moral) a última hora le ‘robe’ votos a ‘micomandantepresidentemesmo’. Es increíble que piensen así, pero sí existen... Son los que no quieren saber de votos pero siguen creyendo en Chávez.

3.- Los chavistas que odian saber.

Los chavistas que odian saber están literalmente ‘adentro’ aunque convenientemente próximos a la periferia; Son aquellos que no piden nada específico a Chávez; tan solo que los ponga ‘donde-hay’ pero no muy lejos de las puertas de escape.  Ellos provienen del ‘saber’ que obtuvieron en los centros de enseñanza y Universidades antes de que Chávez insurgiera con su golpe fallido al Gobierno constitucional y democrático de Venezuela, allá en el lejanísimo pero muy próximo 1992. Este segmento lo integran profesionales universitarios, técnicos y empresarios de distinto cuño y valencia política que acompañaron a Chávez desde su re-inicio público por la vía democrática, mismos personajes que se han lucrado a más no poder con las facilidades y el pragmatismo que encontraron en el proceso robo-lucionario. Odian saber, pero saben que ese odio es el precio ético a pagar por los favores recibidos. Usted puede identificarlos fácilmente cuando les ve, de hace unos meses a estas fechas, de aquí para allá buscando cómo zafarse de las ligazones económicas, financieras y personales con todo aquello que los ate al régimen y sus burócratas. Son muy fácil de identificar porque se les ve cazando testaferros en las elegantes barras de los no menos elegantes restaurantes de Venezuela. Lo más reciente que odian saber está relacionado con la salud y los pronósticos de vida del ‘coma-andante’. Odian eso tanto como el saber que muchos saben que ellos, elegantísimos chavistas de cuello blanco, odian saber lo que saben pero ¡Como les da provecho!

4.- Los chavistas que sufren por no saber

A diferencia del primer clúster (los chavistas que no saben que son chavistas), estos sí lo saben. Lo aceptan. Es más, saben que saben pero no saben por qué ni para qué, entonces sufren los rigores que impone la ignorancia del pragmatismo chavista. Es como una relación amor-sufrimiento. Una relación masoquista que necesita de un sádico para que los flagele inmisericordemente. Con interminables cadenas de televisión y radio. Un enfermo que los someta a la participación obligada en giras, caminatas, concentraciones humanas, aun a costa de sus trabajos y de su salud. Son los chavistas que sufren por no saber cuándo les darán su casa asignada y malviven en la letrina de un campamento, a la espera de una dádiva de Chávez. Sufren por no saber sí habrá energía eléctrica en el campamento de refugiados. Sufren por no saber sí aquel soldado que les vigila de día es o no es el mismo que vestido de civil, les viola de noche a sus hijas. Sufren por no saber sí micomandantepresidentemesmo está o no enfermo de cáncer, pues en la vorágine de su ignorancia, instigada y acrecentada por las campañas de desinformación que urden los pillines del G2, han llegado a aceptar que el cáncer de Chávez es zodiacal y que sí muere de cáncer no importa: Como Jesús, también Chávez resucitará al tercer día.  Y por no saber nada de nada, son los chavistas que más sufren. 

5.- Los chavistas que aparentan que saben:

En esta categoría de chavistas se manifiestan dos subgrupos: Los que desde adentro del chavismo aparentan que saben parcialmente qué sucede, pero sucede que lo saben todo y están conscientes de lo que pasa, y aún así aparentan que saben poco o casi nada, y los que no liban las mieles del proceso, los chavistas que por variadas razones y circunstancias están del ‘lao-de-afuera’ pero que algo saben (mucho o poco) y que se consideran afectos a Chávez.  Como aquellos otros, aparentan que saben aunque desconocen lo que sucede en sus detalles.  Ambos grupos hacen de la apariencia del saber una fórmula para captar incautos, hacer ‘negociados’ y servir de ‘enlace’ entre los regentes titulares del poder chavista y los que desean ‘bañarse en ese charquito’ pero no encuentran la oportunidad ni el contacto. Cada uno de estos subgrupos tiene una razón de ser y de existir dentro de un Chavismo entendido como estructura de poder. Cada uno cumple una función específica en el aparataje persuasivo de la desinformación y fungen de guías para el tránsito de lisonjas y coimas dentro de los recovecos burocráticos para que los de afuera puedan acceder al contacto y los jerarcas de las diferentes vertientes del chavismo l negociado de licencias, favores y prebendas, exquisitamente rociadas con escocés de 18 años con las que se riegan sólidas y convenientes transacciones bancarias electrónicas.

6.- Los chavistas que triunfan sin saber:

A este grupo pertenecen los ‘enchufados’, y como el anterior, también se divide en dos subgrupos: Los burócratas venezolanos de comprobada y ratificada fidelidad perruna a Chávez, que rotan groseramente de Ministerio en Ministerio, sin saber  ni conocer de qué se trata ni para qué existe esa cartera ministerial, y los burócratas cubanos, de ratificada y perruna fidelidad a Fidel, que están colocados ahí, donde Fidel los necesita para ‘marcar’ muy de cerca a Chávez y sus burócratas, y que como aquellos triunfan sin saber;  nomás por el simple acto físico de salir de Cuba, para encontrarse acá como pequeños capos di tutti capi, viviendo el sueño de todo cubano castrista que se precie de tal, y que no es otro sueño que el de mandar a otro sin saber de ‘ná ni ná’ ¡Cosa más grande, hermano!
El primer subgrupo (los burócratas venezolanos de comprobada y ratificada fidelidad perruna a Chávez,) es un club exclusivo, casi una cofradía sacramental, pero notoria, muy notoria. Casi cualquier habitante en Venezuela conoce sus nombres porque son los mismos que se manosean, de aquí para allá, como Ministros, Directores Generales, Presidentes de Institutos autónomos, Gobernadores, Alcaldes, Diputados, otra vez Ministro, nombres que se repiten porque han completado ‘la ronda’ de cargos unas tres veces cada uno. También se les conoce sus rostros, aunque con el tiempo (y la buena comida, y los trajes, y las joyas) se hayan modificado con implantes, liftings, ceras, colágenos, ampollas, peluquines y dos decenas más de artilugios y potingues. También se les conocen sus gustos y hasta sus más íntimas debilidades. No son más de 50 chavistas privilegiados pero todos, sin excepción alguna, triunfan sin saber que esos triunfos serán, tarde o temprano el más pesado fardo con el que cargarán el día que enfrenten a la verdadera señora ciega de la balanza justa.

7.­ Los chavistas que viven gracias a que los demás no saben:

Más que una categoría, vivir gracias a que los demás no saben es una condición esencial para cualquier chavista; sin embargo, como clúster se trata de una categoría supremamente elitista. Un petit comité de notabilísimos integrantes, entre los que se encuentra -encabezándolo- el mismísimo teniente coronel. Ellos comprendieron, desde el fallido y sangriento golpe al Estado de 1992, que para tomar el poder era y sigue siendo imprescindible que los demás no sepamos, ni sus planes ni sus objetivos. Esa y no otra es la razón para que hayan desarrollado una mitología política falsaria y estrambótica (el árbol de las tres raíces... El delirio del teniente coronel en su Chimborazo carcelario), una mitología pretendidamente fantástica y única en la que han combinado en una mescolanza rimbombante, a Simón Bolívar con Marx y Jesús... A Ezequiel Zamora con Simón Rodríguez... A la ‘Tercera Vía’ de Blair con el bolivarianismo avenido en Socialismo del Siglo XXI... Y todos esos ingredientes incompatibles entre sí, fueron sazonados con el más rancio populismo y el fuego atizado con inimaginadas cantidades de petrodólares, y ofrecieron ese brebaje a sus conciudadanos votantes como sopa macabra cocida en el oscuro caldero de la ignorancia colectiva. 

Ahora ya sabes, estimado lector, que el chavismo SÍ existe y solo te resta ubicar a los chavistas que conozcas en cualquiera de estas siete categorías. Pero ten presente que de acuerdo a la experiencia, más de un chavista puede ser ubicado en más de una categoría, lo cual hará más amena e interesante tu pesquisa, una indagación que también te puede conducir a la sorprendente 8ª categoría: Los conchupantes, también conocidos como ‘demo-chavistas’. Se trata de oposicionistas ultrosos (de la boca para afuera) y algunos militares que medran en el amniótico gel de los que se oponen a Chávez pero sin convicción. Son aquellos que se disfrazan de demócratas, pero que le hacen el juego al totalitarismo, proponiendo como solución las mismas misiones castro-chavistas. Son quienes te invitan a votar sin las debidas garantías del secreto de tu voto... ¡A votar! gritan, sin mediar una auditoría confiable de la data del CNE... ¡Al 7 de Octubre!, incitan... pero lo hacen prometiendo las mismas ofertas engañosas y populistas ‘Esteban’ en sus buenos tiempos. Como sí se tratara del Octavo Infierno de Dante, esta categoría también está full... ¡Y ya tú sabes quiénes son!

andresmorenoarreche@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA