BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL
jueves, 2 de abril de 2015
IVAN OLAIZOLA, ¿PESIMISMO O REALIDAD?, PARANINFO DE LA SEMANA
sábado, 13 de septiembre de 2014
MARIO VARGAS LLOSA, LAS GUERRAS DEL FIN DEL MUNDO
domingo, 11 de mayo de 2014
ELIECER AVENDAÑO RESTREPO , UN PESIMISMO CREADO Y CONVENIENTE, DESDE COLOMBIA,
domingo, 5 de enero de 2014
ZENAIR BRITO CABALLERO, EL OPTIMISMO Y EL PESIMISMO
Con estas “simplezas mías” despedí el año 2013, dándole gracias a Dios, porque el balance de los hechos personales es maravilloso, gracias a que aplico la tolerancia de los principios liberales; además de que aprendí a no meterme en lo que no me importa y a valorar y aplaudir lo bueno que hacen los demás, y a no criticar a nadie. En cuanto a 2014, que se venga como quiera que aquí lo toreamos.
domingo, 19 de agosto de 2012
OSCAR TENREIRO DEGWITZ, ¿PESIMISMO? MIEDO A LA TRAGEDIA
lunes, 2 de enero de 2012
PEDRO PAUL BELLO: REFLEXIONES 2012
sábado, 5 de noviembre de 2011
ZENAIR BRITO CABALLERO: ¡VENEZOLANOS ABRAMOS BIEN LOS OJOS!
lunes, 27 de diciembre de 2010
EL PODER DEL PENSAMIENTO. POR: DANIELA DI SEGNI.
lunes, 13 de septiembre de 2010
TRISTES TIGRES, LUIS BETANCOURT OTEYZA
“Quien no espera vencer, está vencido” Napoleón Bonaparte
Llama mucho la atención la actitud de algunos voceros de la oposición en relación con las próximas elecciones parlamentarias previstas para el 26S. Y más aún llama la atención que son esos voceros y opinadores los más atendidos por los medios de comunicación, tenidos por imparciales o independientes, no oficiales, vamos. Tienen una posición muy curiosa pues parece que le tienen miedo al cuero antes de haber despellejado el tigre que tienen que matar. Están inclinados a lo pobre, al resultado chiquito, al desapercibido, que no levante mucha ola, que no perturbe el avispero, que sea más señal que resultado, más símbolo que solución. Es como si anduvieran por el mundo de la política con pena, adelantando un “yo no fui”.

Ramón Guillermo Aveledo, el secretario de la MUD, ha declarado que estas pueden ser las últimas elecciones de Venezuela y tiene razón. Lo que está en juego no una simple representación parlamentaria sino la posibilidad de enmendar el rumbo de desastre con que ha condenado a la nación el chavismo. El país así lo siente y la gran mayoría lo manifiesta en los sondeos y actitudes del día a día. Existe hastío, hartazgo, desesperación ante tanto problema no atendido y ante tantos otros nacidos gracias a Chávez. La sociedad quiere un cambio, quiere ganar, y eso significa que quiere cobrar; salir de esta gente que ha empobrecido y empequeñecido a Venezuela; que ha acabado con sus Instituciones, incluyendo con sus Fuerzas Armadas; que ha atacado a sus iglesias sin piedad ni justicia, ésa que se ha negado a los vivos y a los muertos; destruido las empresas básicas de Guayana y las generadoras de electricidad en todo el país; que ha fomentado y estimulado el delito y la inseguridad. En fin, todas las plagas.
Pero mientras eso aspira la sociedad, decíamos, algunos no tienen esas metas reivindicatorias, salvadoras, sino que llaman al conformismo y a lo poco, quizás con la excusa del realismo. Sin embargo, se les nota más el jueguito de las presidenciales del 2012 que el empeño por ganarse la polla electoral: no están detrás del premio por el “yo lo dije”, sino en una jugada sucia y despreciable que ralla en la traición y la alcahuetería con el chavismo. Son los que siempre están metiendo miedo con el triunfo. Esos que si Chávez, en otro arranque de culillo tan propio, volviera a renunciar, como aquel glorioso y frustrante 11 de abril de 2002, saldrían en carrera con las enaguas a mano a pedirle que no, que no se vaya, que no los deje sin interlocutor con los marginados, con los desposeídos, con la izquierda, y hasta con la derecha; que el país se va a embochinchar, que les hace falta, y demás sandeces de pobres de espíritu, que es lo que son.
Para muestra hoy domingo 12 de septiembre, tenemos dos actitudes perfectamente antagónicas frente al 26S en los dos principales diarios de la capital: El Universal y El Nacional; mientras en el primero, un constante escribidor, como él se hace llamar, alerta sobre la necesidad de preparar los ánimos y estrategia frente al desesperado fraude que intenta el chavismo para conjurar la inevitable y merecida derrota, en el segundo, otro frecuente opinador desnuda sus miedos y los intenta transmitir sin recato ni vergüenza al electorado, advirtiendo que lo que debemos esperar es el triunfo parlamentario del oficialismo en cualquier hipótesis, y cuyo mejor escenario -que llama de “sentido común”- es el de una mayoría oficialista que permitirá el reino de las celestiales en la tierra y la civilidad del chavismo, un oxímoron vamos, para terminar amenazando a quien ose reclamar sus derechos con todo: kalashnikovs, milicia de civiles armados, militares autómatas y sumisos, el G-2, las FARC y Al Qaeda. Así que chito, sin chistar, una vez más. El tramojo no es otro que la mira puesta en las presidenciales del 2012, el espejismo por excelencia, sin importar la advertencia de Aveledo ni que el país se destruye y reboza de muertos. Están equivocados ¡No hay sustituto para el triunfo! Esos voceros y sus patrones son unos tristes tigres.
juridicolbo@cantv.net
viernes, 3 de septiembre de 2010
OPTIMISTAS FRENTE A PESIMISTAS, DERROTISTAS Y CATASTROFISTAS, CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL
Pesimista es aquella persona que tiene propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable. Derrotista es aquel que tiende a propagar el desaliento en el propio país con noticias o ideas pesimistas acerca del resultado de una guerra o, por extensión, acerca de cualquier otra empresa. Catastrofista el que tiene la actitud de quien, exagerando con fines generalmente intimidatorios, denuncia o pronostica gravísimos males, y en oposición a ellos el optimista, propende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable.

Los pesimistas, derrotistas y catastrofistas -los PDC- son entonces esas personas que tienden a ver la vida y los problemas de forma desfavorable, negativa, propagando el desaliento y exagerando para intimidar como si no hubiera otras maneras de interpretar lo que sucede, son “amargados” por naturaleza y -supongo yo- sufren más.
Mientras que los optimistas -los O- ven la vida y actúan de forma totalmente contraria, miran las cosas en positivo, eso los hace mas alegres, se ven más saludables, menos enfadados con la vida y observan las oportunidades en todas partes incluyendo cuando son afectados por alguna crisis.
Algunas personas famosas han escrito sentencias “lapidarias” donde critican el pesimismo y ponen en evidencia de esa forma lo hecho por los optimistas, por ejemplo, la escritora Hellen Kéller anotó “Ningún pesimista descubrió jamás los secretos de las estrellas, o exploró una tierra no cartografiada, o abrió ningún cielo nuevo para el espíritu humano’ o cuando Dwight Eisenhower dijo “El pesimismo nunca ganó una batalla”
Buena parte de los PDC de hoy día son fanáticos ambientalistas, resentidos sociales, comunistas desilusionados, políticos y gente de izquierda perturbados que no han comprendido los cambios, y que se han quedado en el tiempo, también nos encontramos personas que sufren de baja estima y creen que el mundo que les rodea se cae a pedazos, cuando la realidad es todo lo contrario.
Si hiciéramos un gráfico generalizado sobre la evolución de la humanidad desde hace 10.000 años, veríamos una línea en constante ascendencia que nos indicaría sin duda alguna que la humanidad hoy día está mejor desde cualquier punto que se le analice.
Nunca antes en la historia de la humanidad conocida se había logrado bajar la pobreza extrema en el mundo como bien nos señala el último informe de la ONU.
http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/world/8241081.shtml
Nunca antes en la historia de la humanidad se había tenido las expectativas de vida que se tienen en esta época y nunca antes habíamos tenido tan cerca la igualdad de género, nunca antes tuvimos tanta gente alfabetizada en el mundo como ahora, nunca antes habíamos tenido tantos científicos, médicos, ingenieros y profesionales en general trabajando juntos para mejorar nuestra sociedad, y nunca antes se tuvo mas conciencia ambiental que en esta época en que vivimos.
Nunca antes tantos países decidieron tomar la senda de la democracia en el orbe como en esta época y nunca antes habíamos tenido tantas facilidades para comunicarnos los unos con otros en todo el mundo como lo hacemos con la Internet o la telefonía móvil “motores” de un cambio radical en nuestra historia.
http://carlosvilcheznavamuel.blogspot.com/
carlosvilcheznavamuel@gmail.com
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miércoles, 4 de agosto de 2010
¿ES EL PUEBLO VENEZOLANO PESIMISTA?, PEATONES SIN BARRERAS, IVÁN ENRIQUE LEÓN HERNÁNDEZ
Los pensamientos son las concluciones a las que llegas después de analizar y procesar los datos.
A las personas pesimistas las envuelve un halo de amargura. Su vida oscila entre la desilusión y la tristeza. El optimismo es para ellos una peligrosa enfermedad que hay que erradicar de raiz, porque el mundo fue y será definitivamente una porqueria. El paquete desesperanzador está constituido por una serie de sesgos y actitudes cercanas a la depresión: descalificar lo positivo, magnificar lo negativo y estar preparado siempre "para lo peor". Como resulta obvio, la aplicación de este estilo hace que la vida pierda su encanto. Si Venezuela es un campo de batalla y el futuro es negro, el presente puede llegar a ser insoportable. El fatalismo mata la risa y la esperanza razonable. No digo que haya que adoptar la sonrisa bobalicona de los que viven en el Mundo feliz y niegan los peligros y los inconvenientes del diario vivir (la esperanza llevada al extremo puede ser un mecanismo de escape); lo que sostengo es que el pesimismo acaba por convertirse en un "ave de mal aguero", alguien a quien es mejor no frecuentar demasiado.
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Los pensamientos tipicos del pesimista: "Me va a ir mal", "Podria haber sido mejor", "No hay solución", "Es terrible lo que ocurrio", "Nada va ha mejorar",. O dicho de otra forma: nada está bien y la alegria no es otra cosa que una farsa. La sensación que lo embarga es la de una eterna incompletud: siempre falta algo, siempre hay un detalle que daña el conjunto. Una variación del pesimismo es la anticipación catastrófica, que consiste en adelantarse negativamente al futuro y esperar siempre lo peor. El calculador de probabilidades se daña y la persona comienza a pronosticar tragedia y desastres de todo tipo. Aunque el pesimismo se asocia más a la depresión y la anticipación catastrófica a la ansiedad, ambos muestran el mismo estilo subyacente: Concentrarse más en lo malo , que en lo bueno. Pesimismo y estrés suelen in de la mano.
Peatones, recuerda que la profecia autorrealizada siempre está vigente. Si eres pesimista, las cosas no te saldrán bien porque tú mismo te encargarás de que sea asi ¿Cuantas veces el pesimismo te ha impedido disfrutar con tranquilidad de un momento agradable? ¿Cuántas veces tus anticipaciones te han precipitado a una angustia innecesaria y sin fundamente? ¿Cuántas veces te has preparado para un conflicto totalmente irracional e imaginario? La proxima vez que encares alguna actividad placentera no lleves el salvavida puesto ni el el plan B activado. Los pesimistas no se rien porque la alegria anticipada puede ser una forma de llamar la a la desgracia.
Un Peatón sin Barreras
peatones.sin.barreras@gmail.com
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domingo, 4 de julio de 2010
¿SE NOS PUDRIÓ LA ESPERANZA?, JUAN CARLOS APITZ

La desesperanza aprendida se da cuando una o varias personas han tenido experiencias negativas en el pasado, en las cuales han fracasado varias veces, van a terminar convenciéndose a sí mismas de que toda situación negativa que les toque enfrentar estará fuera de su control. Y por lo tanto, lo único que harán es resignarse, y aceptar lo malo que están viviendo, sin intentar luchar. El elemento más esencial de la desesperanza aprendida es sentir y creer que no se puede hacer nada, que no se tiene ningún control sobre el medio ambiente. Siempre que alguien cae en el conformismo, y no lucha contra una contrariedad, contra la cual, sin embargo, tiene las condiciones para enfrentar y vencer, estamos frente a una situación de desesperanza aprendida. Es decir, es el convencimiento íntimo de que no se puede ejercer ningún control ni cambio en el medio ambiente para mejorar o revertir una situación.
Inocularnos la desesperanza aprendida a los venezolanos es la estrategia del Gobierno nacional, a través de sus malos tratos, la violencia o las experiencias emocionales traumáticas, donde han sido afectados severamente nuestros sentimientos; lo que hace sentirnos acorralados, nos autoinculpamos y justificamos nuestra impotencia, permitiéndole a nuestro agresor que nos siga dominando.
Lo importante que se debe resaltar es que, así como hay una desesperanza aprendida, también puede haber un optimismo aprendido. No es el momento de descalificarnos. Asumamos todos la tarea urgente de convencer a los venezolanos de que a pesar de todos los obstáculos y de todas las amenazas de este populismo reaccionario que se empeña en vivir en el pasado, saldremos adelante como siempre. No dejemos pudrir nuestra esperanza. ¡Sí se pudo y sí se puede!
http://www.juancarlosapitz.com/
justiciapitz@hotmail.com
twitter: @justicapitz
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domingo, 11 de mayo de 2008
*GUSTAVO A. FERNÁNDEZ A. ESCRIBE PARA LA RED: “EL OPTIMISMO, EL PESIMISMO Y EL TRIUNFALISMO”

06/05/2008
Compañeros de Foro, el siguiente escrito es un extracto de diferentes consultas efectuadas en la Red, que considero que ameritan los minutos que le dediquen a su lectura.
Saludos cordiales
EL OPTIMISMO
Es esa chispa mágica que nos ayuda a ver la parte positiva de las personas o de cualquier situación o circunstancia en que nos encontramos; es una de las armas más poderosas para ayudarnos a conseguir nuestras metas, nuestros deseos.
El optimismo es una actitud positiva ante la vida. Es elegir lo más bello y agradable de la vida para disfrutar ¡cada día!
Todos los seres humanos tenemos problemas, pero tenemos que evitar que estos nos amarguen la vida; con una actitud optimista, resolverlos con tranquilidad, sabiendo que todos los problemas tienen solución y sobre todo si confiamos en nosotros mismos, en nuestra capacidad para resolverlos.
Por el contrario, el pesimista se pone lentes negros para ver la vida y hace de la tristeza y la melancolía sus compañeras inseparables.
EL TRIUNFALISMO
Es la actitud real o supuesta, de seguridad en sí mismo y superioridad respecto a los demás, fundada en la propia valía. Es una manifestación pomposa de esta actitud.
¡CUIDADO CON EL TRIUNFALISMO!
Demetrio Boersner
Sábado, 12 de abril de 2008
No cabe duda de que, el 2 de diciembre de 2007, Chávez sufrió un grave revés. Su ultra-radicalismo y su insultante arrogancia y agresividad, aunados a su incompetencia como gobernante y administrador, hicieron que gran parte de su pueblo le diera la espalda.
Pero los demócratas opositores debemos cuidarnos de no caer en el triunfalismo ni subestimar al adversario. El presidente Chávez puede cometer locuras en la interpretación de la historia y proponer el paso al socialismo cuando aquí apenas se plantea un capitalismo nacional desarrollista. Puede adoptar actitudes aparentemente desequilibradas. Pero no es ningún loco (¿?) y su inteligencia –innata, espontanea, rápida- es grande. Su estrategia a largo plazo es utópica, pero sus tácticas suelen ser realistas y posee una certera intuición psicológica. (¿?)
Por otra parte, no es cierto que haya perdido todos sus apoyos externos. El sub-imperio brasileño ha decidido seguir valiéndose de el, alentando su obsesión con el “Sur” y su tendencia a darle la espalda al Norte (y a Colombia y la región andina)... Brasil defenderá a Chávez ante el mundo, a la vez que tratara de persuadirlo a que modere su estilo, y a cambio de ello, aumentara su aprovechamiento de Venezuela y sus recursos. En el seno de la vasta socialdemocracia mundial subsisten veleidades pro-chavistas que podrían reavivarse mediante un poco de “buena conducta” por parte del barines. A ello se agrega la codicia universal de petrodólares venezolanos.
Por ello es importante que la oposición democrática evite el triunfalismo y mantenga una línea de lucha eficaz, que implica: 1) No dividirse por rivalidades electorales; 2) presentar una alternativa ideológica y programática de contenido democrático social, y 3) priorizar la captación de los sectores populares decepcionados y disidentes del chavismo.
EL PESIMISMO
El pesimismo, es la tendencia a ver las cosas en su aspecto desfavorable y negativo. En cierta medida, puede ser útil en tanto se observe moderadamente, manteniéndose alerta en actitud preventiva, atentos para evitar sorpresas y cuidándose de no tocar los extremos causantes de la desmoralización, la desesperanza, la decepción y el desanimo.