BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta HIJOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta HIJOS. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de mayo de 2015

ZENAIR BRITO CABALLERO, TRANSMITA FELICIDAD A SUS HIJOS SEA POSITIVO Y NO NEGATIVO

El ser humano tiene dentro de sí mismo la capacidad para ser completamente feliz o terriblemente infeliz. Esa capacidad se desarrolla sobre la marcha dependiendo de la actitud que se tenga para afrontar los obstáculos que se aparezcan en el camino, y de la influencia que tengamos de la familia, la escuela, los amigos, y el ambiente en que nos desarrollemos.

Pero ¿qué sucede en la familia? Pues que los padres siempre se están quejando, “que todo sube de precio, que el dinero no alcanza, que los niños se portan mal, que los abuelos se enferman, que los negocios no caminan, que si llegó tarde o temprano, en fin, a todo siempre le ven únicamente el lado negativo. O lo que es lo mismo: mala actitud.

Por qué mejor no ve todo más positivamente y en lugar de quejarse de las enormes trancas en las carreteras agradezca a Dios que tiene un automóvil, o en lugar de afligirse por las goteras que se meten en su casa, dele gracias por tener donde vivir. Aplique la filosofía de Abraham Lincoln: “Casi todas las personas son tan felices como deciden serlo” y verá un cambio muy positivo en su vida y en la forma de comportarse.

 ¿Saben ustedes quienes son los más afectados con la negatividad de los padres? Sin duda alguna que sus hijos, porque les trasmiten esos impulsos y los “obligan” a absorber toda la basura que ustedes acumulan durante las largas jornadas de trabajo pues, cuando llegan a la casa, en vez de un “¿cómo les fue hoy en la escuela?”, o “¡qué dicha que llegué temprano, para conversar un rato con ustedes!”, lo que sale de sus bocas es: “Eres un burro, inútil,, no sirves para nada, lo hiciste todo mal”, y otra serie de barbaridades, y los pobres niños ni saben qué está ocurriendo.
Entonces ¿qué podemos esperar del futuro de estos muchachos sometidos a tanto insulto? ¡Perdone amigo y amiga lectora, pero ninguna persona cuerda puede pretender que una mata de frijol produzca peras! Ellos, sus hijos e hijas son el reflejo de lo que ustedes los padres le enseñan, de lo que absorbieron durante su proceso de formación familiar, por eso lo que son -para bien o para mal- es culpa suya.

Papás y mamás, nuestras frustraciones no debemos transmitírselas a los niños, ellos son, y deben estar, completamente ajenos a los problemas graves, solo así crecerán con mentalidad positiva. Riamos con ellos, juguemos, estimulémosles para que tengan confianza en cada cosa que hagan.

¿Y qué pasa en la escuela y en el liceo? Algo muy parecido: muchos malos maestros o profesores se “alían” con los padres de familia para enfrentar a los estudiantes con groserías, y en vez de ayudarlos a desarrollarse los hacen sentir mal, hieren su autoestima, y los convierten en rebeldes o sediciosos.

¿Por qué todo debe ser bajo amenazas?, ¿por qué tanta agresión psicológica? Algunos educadores en vez de estar “con” los estudiantes, la cual debería ser su actitud permanente, más bien están “en contra”, al ataque, más que a la defensiva, para mantener una mal entendida disciplina.

En lugar de estimular se vigila en busca de un mal comportamiento para señalarlo. Al final, sin apoyo en su casa ni en el centro de estudios, con la moral baja y la autoestima aún en peor condición, la frustración se apodera de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y la familia y los educadores los convierten en desdichados. 

Zenair Brito Caballero
britozenair@gmail.com
@zenairbrito

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD, NACIONALES, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, INTERNACIONAL, ALEMANIA, ESTADOS UNIDOS, ESPAÑA, COLOMBIA, ARGENTINA,

miércoles, 6 de mayo de 2015

CARLOS E. AGUILERA A., ¡GRACIAS, SU MERCED…!!!

A los colombianos, y de manera particular a los bogotanos, que dejan de lado su intenso frío, para brindar a los venezolanos, una cálida acogida.

Retribuyo con intenso afecto a los hermanos colombianos mi más sincero agradecimiento, por la generosa hospitalidad que me brindaron durante mi estadía en la ciudad de Bogotá, lugar del reencuentro con mis dos hijos que en busca de nuevos horizontes, abandonaron la Patria que los vio nacer. El varón (Carlos) radicado en la capital colombiana y la hembra (Katiuska) en Miami, ambos profesionales, acordaron como punto equidistante para la inolvidable cita, la moderna ciudad de los “cachacos”, como se autodenominan orgullosamente quienes allí nacieron.
Bogotá, es una ciudad que con sus reformas ha alcanzado una regia remodelación arquitectónica y modernización envidiable. Su transformación en los últimos años es impresionante, y a este humilde cronista que la ha visitado en innumerables ocasiones, más en función profesional que de turista, le sorprende visitar la otrora ciudad, cuya paz idílica se ha transformado en un torbellino que lo arrastra todo, gracias a la visión que han tenido sus Alcaldes, unos liberales, otros conservadores, en quienes han privado más los intereses del  colectivo que los suyos. Una ciudad con alcantarillados, andamios, parques, jardines y pavimentación en excelente estado de conservación, gracias al periódico mantenimiento que realiza un ejército de mujeres y hombres que desde tempranas horas de la madrugada y entre bocanadas del aire que transpiran, cual tras volutas del  humo de cigarrillo, realizan su ardua tarea en una ciudad con más de 10 millones de habitantes, que desde tempranas horas del día colman las más de 1.000 unidades del sistema de transporte urbano denominado Transmilenio, que atraviesa la ciudad de norte a sur y de este a oeste y que en las horas pico sus unidades coinciden en las estaciones y toman forma de tren, con kilómetros de kilómetros por devorar.
Bogotá comenzó a tomar cuerpo hace un par de años, según nos refiere un eminente odontólogo, Javier Gnecco, quien al igual que su hermano, Nelson, Vicerrector Administrativo de la Universidad Central (privada), llevan en su sangre la estirpe genealógica de una honorable familia bogotana. Es una ciudad distinta de los viejos cachacos de hombría y películas de cine mudo y distinta también de los malandros de barrio, que hablan una jerga imposible de entender, en la que la palabra explícita es precisamente malandros. En la Bogotá de hoy en día, en la que se origina una serie de situaciones y circunstancias, que no encuentran una sola forma de ser en ese ir y venir circunspecto y deshilvanado, en la que se dibujan los conflictos y posibilidades, en la que por antonomasia diversa y dispersa, como lo afirma el literato colombiano, Luis Prieto Ocampo: “Es un conglomerado humano, que personifica a todo un país, porque es la patria de todos”.
Bogotá tiene un agujero bajo los zapatos, un traje estrecho que después de la lluvia de la tarde, suelta un espeso vaho de vehículos y aglomeraciones. Sus carreras y calles se inundan con vehículos de todo tipo y marca, y no exageramos si afirmamos que es una ciudad en la que el parque automotor (particulares y taxis) es el más moderno de Latinoamérica, pues circulan automóviles  con no menos de 4 años de uso. Es la vorágine del  desespero para conductores  que serpentean las vías en procura de ganarle la carrera al tiempo, entre vociferaciones, imprecaciones e insultos, como suele ocurrir en otras ciudades de esta parte del continente, vale decir: Caracas, Sao Paul, ciudad de México y otras. Vale significar que los taxis están dotados de taxímetros y localizadores (GPS), que les permite la prestación de un servicio de calidad y con prontitud, pues todos están afiliados a organizaciones gremiales que atienden solícitos las llamadas telefónicas de clientes, necesitados de sus servicios.
El reencuentro con los hijos, me permitió conocer a mis nietos: Sara Estefanía, Lorenzo y Nicola, de 3 años y medio, un medio y 4 años, respectivamente. Tres hermosas criaturitas que me colmaron de alegría, felicidad y dicha, durante los días que compartimos y conocimos sitios turísticos como la Catedral de Sal en Zipaquira, El Museo de Botero, la Plaza de Bolívar, Hacienda Santa Bárbara, Club privado Los Lagartos y 28º Feria Internacional (FILBO), entre muchos otros tantos lugares de interés que ofrece a propios y extraños, la ciudad capital Santa Fe de Bogotá.
Cumplido el compromiso familiar pospuse el retorno a Venezuela por unos días más, a fin de asistir a la 28º Feria Internacional del libro que se realizó desde el pasado 21 de abril hasta el 4 de mayo, en cuyo escenario se levantaron 12 pabellones de dos pisos cada uno sobre una extensión de 4 hectáreas, lo cual obviamente dificulta al visitante recorrerla en pocos días. En el Pabellón 6, nivel 1, el evento cuya notoriedad ya ha alcanzado fama a nivel mundial, se le rindió homenaje al celebre escritor colombiano Gabriel García Márquez, El Gabo y en un escenario especialmente acondicionado con el ambiente de Arataca, incluido una gallera, se realizaron conferencias, foros, charlas, tertulias y diversos actos con participación de prominentes intelectuales, escritores y periodistas nacionales y extranjeros. Compartí un grato momento con Plinio Apuleyo Mendoza, tras su espléndida disertación sobre su amigo e inseparable compañero de luchas en Colombia y en el exilio, enriquecedora conversación como lo fue su conferencia aplaudida con encendido entusiasmo por los asistentes.
No podía ni debía dejar pasar por alto visitar el mayor número de pabellones, para conocer las obras de algunos autores que son un Best Seller, como la del propio Gabo, que alcanza la cifra de 4 millones de ejemplares de todas sus obras. En Colombia un Best Seller debe superar los 10 mil ejemplares vendidos. Fue una regia oportunidad para establecer contactos con empresas editoriales que mostraron interés en la edición de mis tres obras: Bolívar, el Majadero de América; Sucre, El genio de Pichincha y Manuela Sáenz, la amante absuelta, las cuales tuvieron excelente acogida y esperamos verlas pronto en librerías de Venezuela, Colombia y Ecuador.
No deseo extenderme en esta crónica, que además de tocar el tema familiar me permitió disfrutar de la cordialidad y atención de excelentes y nuevos amigos colombianos como César Moncada, socio de mi hijo; Rubén Montoya, Supervisor General del Club privado Los Lagartos; Sandra Espinosa (Editorial Planeta); Clara Inés de Velásquez (Bogotana Bookstore); Gabriel Omar Méndez Torres (Distribuidora edebé); Vladimir González Achury (Oceano Digital); Jimena Lemoine Garzón (Lemoine Editores); Estefanía Trujillo (Grupo Zeta); Diana Johanna Tiria Sánchez, (Diario La República); Oriana Vásquez Jiménez (Villegas Editores); Alfonso López Fernández, (Editorial Trillas); Viviana Calderón Ramos (Ediciones Gaviota) y Diana Mora, (Amazonía) y los venezolanos Gabriel Padilla, profesor de Matemáticas en la Universidad Nacional y Claudio Failache, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad de la Sabana, una de las 14 que existen en Bogotá.
De regreso a la patria me invadió la nostalgia tras la despedida de mis seres queridos, hijos y nietos y afloró en mis deseos encontrar un país en el que el odio, venganza, insultos, agravios y descalificaciones no existan; un país en el que la sonrisa de niños, jóvenes, mujeres y hombres dibuje en sus rostros la alegría y felicidad; un país sin distingos de clases sociales –como lo fue siempre – y ajeno a la violencia; un país, en el que reine la paz, concordia  tranquilidad, y seguridad; un país en el  que estudiantes, obreros y profesionales no sean torturados y privados de su libertad y hagan uso del disfrute de sus derechos ciudadanos y libertad de expresión y por último, una prensa libre sin censura, y ajeno a las chantajistas presiones del gobierno de turno.
Un país como bien lo expresó el Libertador en cierta ocasión: “Corramos a romper las cadenas de aquellas víctimas que gimen, no burléis su confianza, no seas insensibles a los lamentos de vuestros hermanos. Id veloces a vengar al muerto, a dar vida al moribundo, soltura al oprimido y libertad a todos”

Carlos E. Aguilera A.,
careduagui@yahoo.com
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD, NACIONALES, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, INTERNACIONAL, ALEMANIA, ESTADOS UNIDOS, ESPAÑA, COLOMBIA, ARGENTINA,

jueves, 9 de octubre de 2014

ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA, CUANDO LA REVOLUCIÓN DEVORA A SUS MEJORES HIJOS

1
                        Dos fuerzas parapoliciales fueron esenciales en el proceso de conquista y asalto del poder por parte de Hitler y su partido, el NSDAP (Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes): las SA o fuerzas de choque y las SS o tropas de asalto. Ernst Röhm, un ex bolchevique, se integró en 1919 y convirtió a las SA en un poderoso amasijo de violencia callejera, colectivo de choque y parapeto propagandístico que llegara a contar con cuatro millones y medio de milicianos, las famosas “camisas pardas”. 
Al extremo de combatir exitosamente a comunistas y socialistas en las barriadas populares alemanas mediante diarios enfrentamientos, saldados con heridos y muertos. Hasta conquistar el control y la absoluta hegemonía de las calles, barrios, pueblos y ciudades alemanas. Se hicieron temibles y extremadamente poderosas, hasta convertirse en un Estado dentro del Estado. Las SS, en cambio, en manos de Himmler, el carnicero del Holocausto, tuvieron más funciones de policía política y represora, debiendo apuntalar a la policía política propiamente tal, la Gestapo o Policía Secreta del Estado. Y supieron subordinarse, bajo la coordinación de Göring y Goebbels,  al control pleno y absoluto de Hitler.
            No sucedió lo mismo con las SA.  Al cabo de un año de dominio pleno de nazismo hitleriano, los hombres de Röhm mantenían mucho mayor fidelidad al socialismo que al nacionalismo, se consideraban parte fundamental del parapeto gobernante y crecieron en tal dimensión, que pretendieron competir con las fuerzas armadas alemanas, hasta entonces discretamente en las sombras pero conscientes del papel fundamental que comenzaban a jugar en el proyecto imperial expansionista del caporal austríaco, despertando su celo hasta exigirle a Hitler la drástica desaparición de las SA del mapa de la política dominante en la Alemania nazi. En su importante obra
Los discípulos del diablo, el historiador Anthony Read, para quien el nazismo fue una suerte de culto religioso centrado en la personalidad de un hombre: el Führer, perseguir a Röhm y su cohorte era una medida desesperada, tanto para Göring como para Hitler. La SA había sido siempre una fuerza antigubernamental desestabilizadora; esa era su raison d’être, y le resultaba imposible cambiarla aunque el partido ya estuviese en el gobierno. Röhm y muchos miembros de su SA, incluido un núcleo duro de líderes, se tomaban muy en serio el “socialismo” del nombre del partido, y en su “segunda revolución” querían destruir al capitalismo, las grandes empresas, las fincas agrícolas, la aristocracia y el antiguo cuerpo de oficiales. Y si Hitler pretendía interponerse en su camino, también lo destruirían. ‘La SA y la SS no permitirán que la revolución alemana languidezca o sea traicionada a medio camino por quienes no combatieron en ella’, proclamó Röhm desde junio de 1933 en la Nationalsozialistische Monatschrift (Revista mensual nacionalsocialista). ‘Les guste o no, continuaremos con nuestra lucha. Si finalmente entienden qué persigue, ¡con ellos! Si no lo quieren, ¡sin ellos! Y si es necesario, ¡contra ellos!’” (Anthony Read, Los discípulos del diablo. El círculo íntimo de Hitler, Oceano, México, 2010, pág. 245).         
2
La reacción de Hitler no se dejó esperar. “La revolución no es un estado permanente, ni debe permitirse que se convierta en eso” – afirmó en una reunión en la Cancillería del Reich con todos sus gobernadores, celebrada el 6 de julio de 1933.  “El torrente de revolución que ha sido liberado debe encauzarse por el seguro canal de la evolución.” Era, a la manera del nacionalsocialismo, la misma reacción de Lenin contra el ultraizquierdismo - aquella enfermedad infantil del comunismo, como lo titulara en su obra dedicada al enojoso asunto - que amenazaba con desbordar la revolución de Octubre y llevara a Stalin a protagonizar las sangrientas purgas que dieran con la eliminación de todos los viejos líderes bolcheviques de la primera hora a todo lo largo de los años 30, culminando con el feroz asesinato de León Trotzky en 1940, en Coyoacán, México. Por cierto: el principal autor intelectual del concepto de “revolución permanente”. Una situación vivida por todos los procesos revolucionarios, desde la revolución francesa, pasando por la soviética, la china y, como no podía ser menos, la castrista. Nada nuevo bajo el sol. Cuando se trata de asegurar lo logrado, particularmente en período de graves zozobras, el peor enemigo puede encontrarse en las propias filas. Es el momento saturniano: devorarse a los mejores hijos.
  1. Hermann Wilhelm Göring
A la cabeza de los enemigos de las SA estaban los propios jerarcas del NSDAP y sus socios de la alta burguesía y la aristocracia alemanes: “Göring no tenía duda de que él encabezaba la lista de Röhm, junto con los grandes industriales, financieros y aristócratas que eran sus amigos y patrocinadores. (…) El mayor peligro de un levantamiento de la SA era que Hitler fuera derrocado y el país se desgarrara en una sangrienta guerra civil, ya que era imposible que el ejército, también bajo amenaza, se mantuviera al margen y no hiciera nada. El ejército contaba únicamente con cien mil hombres, pero todos ellos eran soldados profesionales, bien armados, entrenados y dirigidos. La SA incluía a muchos ex soldados, pero era, en gran medida, una turba rebelde e indisciplinada de matones y rufianes.” (Ibídem, pág. 246). Así llegara a contar en su mejor momento con 4.5 millones de miembros.
            Göring, el segundo hombre del régimen, decidió proceder con toda la dureza que le caracterizaba. Junto a su segundo de a bordo, Diels, “abastecieron a Hitler de gruesos dossiers sobre fechorías de la SA incluidas orgías homosexuales que implicaban al jefe de Estado Mayor de esa organización y a sus lugartenientes, y sobre la corrupción por ellos de miembros de las juventudes hitlerianas. Tras recibir uno de esos dossiers  mediados de diciembre (de 1933) Hitler se volvió hacia Göring y le dijo: ‘Toda la camarilla alrededor del Jefe de Estado Mayor Röhm está corrompida hasta la médula. La SA es la promotora de toda esa inmundicia. Usted debería investigar esto más a fondo; ¡me interesa mucho!’. ”
            Sin saber todavía como hacer frente al inmenso peligro que se cernía desde Röhm y sus SA sobre su proceso, en particular sobre sus relaciones con las fuerzas armadas, pero decidido a tomar la medida necesaria cuando el tiempo lo exigiese, primero honró a Röhm y su Estado Mayor con su clásica política de doble cara, para finalmente, acuciado por el agravamiento de salud del presidente Hindenburg y la necesidad de enfrentar su muerte y su seguro nombramiento a la más alta magistratura en los mejores términos con las Fuerzas Armadas, optar por cortar el nudo gordiano según el clásico consejo de su maestro Maquiavelo: “si haz de hacer el mal, hazlo a fondo y sin vacilaciones”. Decidió, en consecuencia, matar la culebra por la cabeza. Si bien ducho en el arte del engaño alimentó la iracundia de Goebbels contra las oligarquías de la derecha conservadora y permitió los exabruptos mordaces de Röhm contra Göring. Llegando al extremo de armar la perfecta escenografía de un monstruoso asesinato colectivo confabulando a todos sus actores para impedirles cualquier excusa, justificación o acusación post festum. E incitando indirectamente a que algunos pocos miembros de la SA salieran a las calles de Múnich para aparentar un golpe de Estado de Röhm y sus SA en su contra.
3
Edmund Heines
Esta es la narración de Anthony Read del 30 de junio de 1934, “el día más negro de mi vida” como lo calificara el propio Hitler. Luego de convocar a una reunión de urgencia a todo el liderazgo de las SA en Múnich para echarle el guante sin mayores problemas, el primero en la lista fue Röhm: “Estaba profundamente dormido cuando Hitler, pistola en mano, abrió la puerta de su habitación a las seis y media de la mañana y procedió a detenerlo. Tras dejar a dos detectives vigilándolo, Hitler procedió a aporrear las puertas de los demás líderes de la SA que ya habían llegado al hotel y repitió el procedimiento. Sólo uno de ellos hizo escándalo: Edmund Heines, jefe de la SA de Silecia, en Breslau, a quien se halló en la cama con un joven rubio, para extrema repugnancia de Hitler y Goebbels, quien más tarde describió la escena como ‘repulsiva, casi nauseabunda’”.
            “Conforme avanzaba el día, el ánimo en el palacio de Göring era cada vez más febril.(…) Mensajeros entraban y salían a toda prisa del estudio de Göring, donde el ‘comité de ejecución’, formado por el propio Göring, Himmler, Heydrich y Körner, conferenciaban sobre las listas de la muerte, añadiendo un nombre aquí, quitando otro allá, riendo y gritando eufóricamente todo el tiempo…Y los mataron. Se calcula que, durante ese día, ciento cincuenta líderes de la SA fueron arrastrados al cuartel de Lichterfelde, puestos contra la pared y fusilados por tiradores de primera de la SS y el grupo policial general Göring(…) En otras partes del país, aquellos cuyo nombre estaba en la lista fueron despojados de sus insignias, apiñados en camiones y llevados a bosques cercanos, donde se les sacrificó a tiros, usualmente en la parte trasera de la cabeza”.
“Acontecimientos similares se repitieron a menor escala en todo el Reich, pues miembros de SS locales aprovecharon la oportunidad para ajustar rencillas personales. En Breslau, un grupo de oficiales se salió de control y asesinó a varios judíos…” ¿Cuántos fueron los asesinados en la llamado “Noche de los cuchillos largos”, mediante la cual Hitler se libró de los incómodos remanentes de sus revolucionarias Grupos de Choque o Sturm Abteilung (SA)? Cálculos conservadores barajados durante el Juicio de Nüremberg hablan de entre ciento cincuenta y doscientos asesinatos. “Otras estimaciones, que incluyen a los ultimados en asesinatos locales en varias partes del Reich, llegan a casi mil. Y no existe cifra alguna sobre los cientos, quizá incluso miles de hombres de la SA que no fueron asesinados pero que desaparecieron en campos de concentración bajo “custodia preventiva”. En lo que concernía a Göring y a Hitler, los números eran irrelevantes. Lo que en realidad importaba era que las únicas amenazas a su posición habían sido eliminadas, de una vez por todas.” (Op.Cit., pág 261)
Antonio Sanchez Garcia
sanchezgarciacaracas@gmail.com
‏@Sangarccs

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

lunes, 17 de febrero de 2014

DANIEL CHALBAUD LANGE, MADRE PATRIA, HIJOS , HE AQUI A SU MADRE


 ¿Quién te ha creado?
       Dios me ha creado

 ¿Y para qué te ha creado Dios?
       Para darle la vida y recibir las cenizas de mis hijos cuando mueran.

 ¿Y qué haces con esas cenizas”
 “Es la ceniza de los muertos la que crea la Patria”. Soy Madre y soy     Patria.

¿Qué es la Patria?.


Es una mezcla de nuestros sentimientos con las grandes obras de Dios.:

·        “La Patria es el conjunto sagrado de la tierra, la vida presente, y las grandes aspiraciones del país y del pueblo al que unen el nacimiento o la sangre de los padres……” (Cabanellas)
·        “La Patria es el amor… es la tierra…, son las costumbres…es el idioma…es el sentimiento religioso. La Patria en fin, son los artistas, los pensadores y lo héroes….. (Gonzalo Picón Febres)
·        La Patria tiene cuerpo y tiene alma. El alma de la Patria anda por allí flotando entre los acordes del sagrado himno….. El alma de la Patria anda por allí, entre las palabras armoniosas de la lengua en que el hombre dice en la mañana de la vida “te amo” y por la noche “Padre Nuestro que estás por los cielos” (Monseñor Ramón Lizardi)
·        “El cuerpo de la Patria es el territorio… El alma de la Patria está constituida por el acervo común de recuerdos, de sentimientos, de ideas y de voluntades….el verdadero patriotismo es el amor…. Al alma de la Patria pertenecen el hombre de campo, el maestro de escuela, la hermana de la caridad, el humilde periodista, el sacerdote, el estudiante y la Madre, que le da ciudadanos y pone en sus labios las primeras palabras y en sus corazones las primeras semillas de virtud y les enseña a balbucear los nombre de Venezuela y de Bolívar, a amar la Bandera y a preludiar las vibrantes notas marciales de nuestro Himno Nacional”  (Cardenal José Humberto Quintero)
·        “ La Patria es un pedazo de tierra bajo un pedazo de cielo: la tierra en que nacimos y el cielo bajo el cual queremos morir..…La Patria es el pecho de la Madre que nos alimenta, y el brazo del padre que nos sostiene y que nos guía…”  (Carlos Borges)

                      Ahora podrás entender el por qué soy Madre y soy Patria

 ¿Cuándo naciste?

Al sexto día de la creación. Dios fue muy bondadoso conmigo. Me dio mares, lagos, ríos, flora, fauna, montañas, llanuras, médanos, selvas y todo lo necesario para que yo pudiera comenzar a parir a los hijos de mi tierra. Sólo me faltaban los hijos. Y fueron llegando y multiplicándose, por decenas, centenas, miles y millones e, igualmente, con el paso de los años, se fueron convirtiendo en cenizas que fertilizaban tierras y aguas.
 ¿Y tú espacio?
Lo fueron delimitando mis hijos. Por cierto, diferentes unos de otros, como los dedos de las manos.
¿Cuándo se celebra tu día?
 Para mí, todos los días. Para mis hijos, los días que se acuerdan o se alejan de mí.
 ¿Cómo te llamas? 
Por siglos y siglos no tuve nombre. Yo era una Madre en cualquier lugar que, deambulando, ocupara uno de mis hijos. En el año de 1498 llegaron en grandes barcos muchos seres parecidos a mis hijos, más blancos, hablaban y no los entendíamos. Con los años fueron llegando más y más y se fueron apoderando de mí y de mis hijos. Poco a poco fuimos entendiéndolos y supe que primero me llamaron “Tierra de Gracia” y más tarde “Venezuela”. En verdad, no me importaba cómo me llamaran sino cómo me trataban.   
¿Y tus hijos, qué hacían?    

De todo. Pelaban y morían por defender a su Madre, otros, simplemente me abandonaron, a otros se los llevaron y, a los más los esclavizaron para que los ayudaran a violarme. Cuando mis hijos, a los cuales llamaban “indios”, no les eran suficientes, trajeron por montones, de no sé dónde, miles y miles de otros seres humanos, también parecidos a mis hijos y a los blancos, pero de oscuro color, y añado yo “pero de alma blanca”.

Aquellos blancos llegados de otros mundos, se adueñaron de todo y cuanto Dios me otorgó para que bien criara a mis hijos. Me fijaron límites dentro de lo que yo misma no sabía que era mío. Y lo que hicieron conmigo, también lo hicieron con otras Madres quienes me decían que eran mis hermanas. Esos mismos, que también violaron a mis hermanas, me fueron arrancando por la fuerza tierras y aguas con la que alimentaba a mis hijos y me fueron achicando como piel de zapa.

Como era lógico que sucediera, se tocó la fibra de la identidad y de la defensa de lo “mío”, y comenzó la lucha, en todas sus formas, hasta la más sangrienta, entre el coloniaje y la conquista por apoderarse de tierras, vidas y riquezas en contra de los auténticos dueños de su propio destino. Lamentablemente, en esa inicial y desigual lucha, perdí cientos de miles de mis hijos naturales y de los adoptados. Al fin, después de años de lucha, casi toda fratricida, se impuso el valor de David contra Goliat.

No pasó mucho tiempo para que la avaricia y el reclamo por el “valor” de lo que, pensaba yo, gratuitamente se entregó por la conquista de la independencia y libertad, se reflejara en luchas intestinas, lamentablemente entre mis propios hijos, por todo el espacio de mi cuerpo y por los bienes que en un principio eran de todos por igual. A mis hijos indios los asimilaban a los animales, pero algunos de mis hijos blancos y mestizos, dejaban de ser “humanos” para convertirse en animales. Qué Madre puede soportar tanta maldad entre sus hijos.

Yo estoy supeditada a lo que mis hijos hagan y deseen para mí. En principio yo les garantizaba abundante y variada alimentación, poniendo a su disposición tierras fértiles y aptas para el cultivo y la cría de gran variedad de especies. Casi todo eso fue desapareciendo y comenzó, por supuesto, la aparición de enfermedades que coadyuvaron a diezmar la población.

Poco a poco, algunos de mis hijos se fueron imponiendo y también, poco a poco, los demás fueron aprendiendo que unidos se vive mejor. Nuevamente los campos comenzaron a dar sus frutos en alimentos y en cada conuco no faltaba la siembra de frijol, maíz, topocho, yuca, ñame, ocumo, auyama, papas, tomates, etc. y la cría de ganado para la obtención de la blanca leche con que se ayudaba a amamantar a los hijos de los hijos. Yo seguí siendo la Madre de todos los venezolanos, como llamaban a mis hijos.
No todo es perfecto y la dicha no es eterna. De repente, del mismo suelo de donde brotaba el agua para la vida, comenzó a brotar una “negra leche”, en varias partes de mi cuerpo y que poco se sabía lo que era y mucho menos que hacer con ella. Fue tanto el alboroto que se formó, que la noticia pasó a otras  Madres, allende los mares, y sus hijos, capacitados en ordeñar suelos para extraer leche negra, vinieron por miles - técnicos, máquinas y conocimientos- y comenzaron a ordeñar mi leche negra y a llevársela para sus tierras.  

Esa actividad, para su época, requería de mucha mano de obra, la cual, con salarios muy por encima de lo que un hijo ganaba en el campo, motivó el desplazamiento de muchos de mis hijos, del oriente, del llano, y de los Andes para ayudar, en el occidente, a seguir perforándome el vientre. A la vuelta de pocos años, nuestros campos quedaron abandonados y la agricultura y la cría casi desaparecieron. Nuestras exportaciones no eran el café y el cacao, sino la negra leche que se convertía en dólares y que nos permitía comprarle a otras Madres el café y el cacao que necesitamos, amén de muchos otros productos.
Y yo, como la Madre Venezuela y con la previsiva intuición que tiene todas las Madres, le hacía ver a mis hijos el oscuro futuro que nuevamente nos esperaba y, algunos de ellos, oyéndome, fueron mi voz para todos y uno gritó: “sembremos la negra leche en la tierra de mi madre” y otro, recorrió parte del mundo para hablar con otras Madres quienes tenían el mismo problema, para la defensa conjunta del valor y de las reservas. El grito y el resultado de los viajes, en parte dieron su fruto y, un poco más que menos, comenzó el proceso de sembrar la leche negra con la construcción de vías de comunicación, institutos educacionales, fabricas industriales, aeropuertos, hoteles, centros de salud, adquisición de tecnologías, interacción entre mis hijos, atracción para miles de hijos de otras Madres en tierras lejanas para la explotación agrícola y pecuaria, que, en un todo, le dieron calor a mi hogar.
Nuevamente mis hijos hacían y deshacían, y en ese vaivén, como péndulo de reloj, desunidos, regresaban a las antiguas luchas, quizás no tan sangrientas, pero que requerían la presencia de un mal necesario, el Gendarme. Cuando ya no soportaban el látigo que suprimía lo más sagrado que tiene un ser humano, su libertad, volvían a luchar y triunfaban. No más de cuarenta años duró la última hermandad, hasta que, animados como en fiesta de carnaval, se plegaron al nuevo Dios Momo, quién con su carisma se ganó a la gran mayoría y lo colocaron en un pedestal.
Poco a poco, el Dios Momo, se fue quitando la careta, hasta que, siendo, como todos, MI HIJO, sin decirlo, me enteré que tenía una Madre adoptiva.  Desde entonces, ya no le importé y tampoco a algunos de sus hermanos..

Trataba de comprender la actitud de mis hijos de finales del siglo XIX, cuando luchaban y morían entre ellos por las tetas de su Madre, verdaderamente, ahora si lo comprendo; lo que no puedo aceptar como Madre de todos los venezolanos, es que unos hijos, de quienes parece que su padrino es Mandinga, y que Dios me perdone por referirme a ellos así, le estén entregando parte de mi cuerpo, como si fuera un trofeo, a otras Madres. Recuerden, aunque “ …¡son iguales la madre de Cristo y la madre de Judas, porque ambas están hechas de pulpa milagrosa”(A.E.B.), me llamo VENEZUELA y la madrina de todos es LA VIRGEN DE COROMOTO.

Por sus hijos y, por los hijos de sus hijos: HAGAN LO QUE DEBEN HACER para evitar la desagradable vivencia de Andrés Eloy Blanco, expresada en este recuerdo a su Madre Patria en donde “el hijo vil se le eterniza adentro y el hijo grande se le muere afuera”. El mejor regalo que me pueden ofrecer, en cualquier día del año, es verlos a todos unidos, como el puño de una mano, para devolverme la salud y repetir con alegría:
¡HIJOS, he aquí a su MADRE!

Daniel Chalbaud Lange.                                    
@danielchalbaudl

 EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

domingo, 2 de febrero de 2014

MERCEDES MALAVE, MUCHO PERDÓN A LOS HIJOS DE LA REVOLUCIÓN

Me contaba una amiga, profesora universitaria que vive en un país ex-soviético, concretamente en Kazakstán, que le costó diez años hacer entender a una antigua alumna, luego gran amiga, el valor del perdón. Me decía que durante tres generaciones la familia de esta kazaja había alimentado el odio, el resentimiento y el deseo de reivindicar antiguos derechos ultrajados. El comunismo los había despojado de todo: bienes, propiedades, lengua, tradiciones, deseos y libertades. En su lugar, había dejado una profunda herida casi tan fuerte como el pecado original: se transmitía de generación en generación.

Algo similar narra Tim Genard en su libro “Más fuerte que el odio”. Hijo de madre adolescente y drogadicta, abandonado, maltratado por su padre alcohólico, y luego recogido por las autoridades civiles, Tim fue un hijo de la supuesta revolución hippie y neomarxista que arrastró a tantos jóvenes durante los años sesenta y en adelante.  Violentado de mil maneras, intentó suicidarse en varias oportunidades, hasta que decidió vivir por tres motivos: convertirse en el hombre más temido de las calles de París, escapar de todos los reformatorios y asesinar a su padre. Con el tiempo perdonó a su padre y ahora se dedica a rehabilitar niños de la calle.

Un último testimonio que recuerdo es el de Magdi Allan. Hijo de otra revolución ideológica, decidió abandonar las filas del fundamentalismo islámico. Así describía su experiencia en una carta abierta que publicó en el diario italiano Corriere della Sera: “Mi mente se ha liberado del oscurantismo de una ideología que legitima la mentira y la disimulación, la muerte violenta que induce al homicidio y al suicidio, la ciega sumisión y la tiranía”.

Tres casos de personas sufridas pero afortunadas, que pudieron liberarse de la opresión interior que ocasionan las ideologías políticas y religiosas.

Han pasado los años y parece que ha llegado la hora de hacer balance acerca de los logros de la llamada Revolución Bolivariana, para proyectarnos a futuro. Aunque no estemos presenciando los extremos de los relatos anteriores, existe una generación que ya comienza a mostrar rasgos preocupantes y heridas que serán difíciles de curar. ¿Son acaso los hijos de la “Revolución Bonita” como le gustaba decir a Hugo Chávez? Por la coyuntura histórica, todo parece indicar que sí. Veamos sus características.

Los hijos de la revolución se involucraron en la contienda política desde muy pequeños; no para conocer el debate de ideas y propuestas, sino el de la violencia verbal, los insultos, las difamaciones, las arbitrariedades en el uso del poder y las decepciones humanas. Ellos han tenido una infancia menos feliz que la de sus padres: unos porque se han tenido que ir del país huyendo de un gobierno que no los quiere, que los llama apátridas, burgueses, etc., y que no les dará oportunidades en un futuro; otros en cambio son menos felices porque han crecido pensando que hay una clase de venezolanos malos, que los quieren fregar, pisotear y aprovecharse de ellos. Ambos son hijos del resentimiento social.

Los hijos de esta revolución viven las consecuencias de políticas públicas fracasadas y corrompidas para combatir la pobreza. Algunos han visto la destrucción de su patrimonio familiar, de sus tierras o de las empresas que, con gran esfuerzo, emprendieron sus abuelos o tatarabuelos. Para otros, en cambio, su primera cuna fue, quizás, una caja de cartón o un cesto de ropa, como dolorosamente se ha denunciado en varias ocasiones. Los atropellos a su delicada persona comenzaron tal vez desde el seno materno, cuando sus madres sufrieron algún trauma producto de un embarazo adolescente, del abandono del padre de familia, del estrés, la inexperiencia, el miedo, un dolor muy agudo por la pérdida de un ser querido, agotamiento físico, etc. Aquí parece que no se respeta ningún bien familiar, ni siquiera un vientre bendecido por la maternidad. Lo que se ha llamado empoderamiento femenino, se debería llamar más bien violencia de género.

Políticas educativas y laborales frustradas. Los hijos de la revolución, a diferencia de sus padres, reciben una educación primaria y secundaria mediocre e intermitente, plagada de interferencias ideológicas que no enseñan a pensar sino a gritar consignas políticas. Han llegado a decir que su misión es llegar al corazón de cada niño, de cada joven. Me uno a las declaraciones de Paola Bautista, madre de familia y dirigente político, a la ex-ministra de Educación Maryann Hanson: “Permítame decirle con firmeza que esta misión, además de ser abiertamente inconstitucional, ofende a las familias venezolanas ¡El corazón de nuestros hijos no le pertenece Ministra Hanson! El corazón de cada niño es responsabilidad natural y esencial de sus padres y de cada familia. El cargo temporal que usted ocupa no la habilita a ir por la conciencia de nuestros hijos”.

En cuanto a los planes de educación superior, sigue empeñada la Revolución en sustituir la universidad por pseudo-academias de adoctrinamiento marxista. Las letras y las ciencias han sido sustituidas por el pensamiento del "comandante eterno" y la ingeniería satelital.

Los hijos de esta revolución no conocen la dignidad del trabajo, ni del mérito profesional. Sólo ven la negligencia, la vagancia y el superlativo de la viveza, o sea al vivísimo, que de un tiempo a acá le llaman el “enchufado”. Se han acostumbrado al dinero fácil y a la idea de que, para trabajar bien, no hace falta saber mucho sino recitar una versión criolla del credo comunista cantando “¡Patria! ¡Patria! ¡Patria querida!” y anteponiendo el susodicho sujeto de la Patria a cada frase que dicen. Con razón decía la intelectual Carlota Sosaque en Venezuela se habían producido dos deslaves en los últimos tiempos: uno natural, el de Vargas, y otro intelectual: la destrucción del capital intelectual del país. Por su parte, la periodista Grisel Guerra denunciaba que “entre otras cosas queda claro que para ser ministro no hace falta saber de temas del ministerio”. Son sólo ejemplos.

Los hijos de esta revolución no conocen el significado de la palabra ley, pero sí saben muy bien la orden ¡fuego! ¡plomo! ¡no volverán! que no merecen escribirse ni con mayúsculas. Aunque suene duro decirlo, uno tiene miedo a quedarse corto cuando afirma que ellos no han vivido propiamente en un estado de derecho, sino en una especie de anarquía que cada día se torna más violenta. “La ley soy yo”: así parecen funcionar estos hijos de la “Revolución Bonita” que andan en sus motos, armados –uno de cada tantos– robando, insultando, imponiéndose, arriesgándose, desafiando todo tipo de respeto o de comportamiento cívico... y matando. El arma de la civilidad ha sido sustituida por el arma de fuego “para defender a la Patria”. Y uno se pregunta: ¿qué Patria? ¿Cuál es el significado de esta noble realidad humana que reúne a los de un mismo pueblo bajo un mismo Padre fundador y le otorga una identidad común?  Una prole que desconoce las leyes de su país es el mejor reflejo de que aquí lo que se está perdiendo es justamente el sentido de lo que es patria.

@mercedesmalave
mmmalave@gmail.com

http://tiempocaminoymemoria.blogspot.com/2014/01/mucho-perdon-los-hijos-de-la-revolucion.html

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

jueves, 9 de enero de 2014

MAUREEN GUBBINS VÁSQUEZ, POR QUÉ SE VAN LOS HIJOS DE VENEZUELA?

Hasta hace unos años nuestros hijos se iban del hogar porque se casaban. Alquilaban o compraban una vivienda para comenzar su propia familia. Generalmente, cerca de los padres para poder almorzar juntos los domingos o para que les cuidaran el bebé. Esto sucedía cuando terminaban la Universidad y/o eran independientes económicamente.

Hoy en día, los muchachos terminan el bachillerato y ya están pensando en irse del país. Otros hacen el pregrado en Venezuela, con la intención de continuar un diplomado, posgrado o revalidar el título en el exterior.

Las razones que esgrimen los hijos para una separación de este tipo es la inseguridad, en primer término. Temen un secuestro, atraco, asesinato y desean disfrutar de su juventud. No quieren vivir encerrados, estilo "toque de queda" permanente.

En segundo término está el factor económico. Los profesionales recién graduados ganan tan poco, que no les alcanza para alquilar una vivienda; pero si les alcanzara, con la nueva Ley de Arrendamientos, nadie quiere alquilar. Comprar una vivienda, con una inflación oficial anual sobre 56%, les es imposible. Además de no poseer la inicial, la experiencia crediticia, ni el salario mensual que requieren los bancos para otorgar un crédito tan alto. Alquilar una habitación con baño para una persona cuesta alrededor de Bs. 6.000 en una zona clase media de Caracas. Lo mismo, aproximadamente, que gana un Odontólogo General recién egresado.

 Los vehículos están carísimos y no se consiguen. La comida es costosísima; ir a un cine, comprar una pizza y un refresco en la feria de cualquier centro comercial, le puede costar a una pareja unos Bs. 600. Si observamos que el salario mínimo no llega a los Bs. 3.000, resulta muy cuesta arriba comenzar una vida independiente para la juventud.

 Nuestros hijos no quieren vivir así; aducen que estudiaron muchos años y leen que en otros países hay oportunidades, siendo todo más fácil. Saben que la gente no teme por su seguridad. Por ejemplo, en varios países, pueden sacar su celular en cualquier parte o abrir el laptop en el Metro, sin que se los roben.

 Pueden alquilar una vivienda a un precio razonable y comprarse un vehículo con una mínima inicial. Pueden salir a divertirse hasta la hora que quieran y el costo de la comida es accesible.

 Los lugares preferidos para estudiar son (índice inflacionario entre paréntesis): España (1%), Canadá (1,5%), Estados Unidos (2%), Colombia (3%), Chile (3%), México (3,5%), Australia (3,5%) y Argentina (25%).

 ¡En estas fiestas decembrinas he visto tantos padres solos! En cada familia faltan por lo menos uno o dos hijos. "Están en el exterior". Los padres  no siempre pueden ir o los muchachos venir.

 Algunos padres deciden vender todo y emigrar junto a sus hijos; otros no se atreven. No disponen de un patrimonio como para "botar todo por la borda" y comenzar de cero en otro país. Se sacrifican dándoles esa oportunidad a sus descendientes.

 La situación en que el socialismo ha sumido a Venezuela, ha logrado la separación de nuestras familias, de sus tradiciones y raíces. Debido a la enorme inseguridad e inflación, las familias están pagando además del costo material, un costo emocional, sentimental y hogareño. Enormes sacrificios deben hacer muchos padres para alejar a sus hijos de "esta" Venezuela.

 Habiendo sido Venezuela un país de inmigrantes, el chavismo lo convirtió en un país de emigrantes.  Un país en donde su juventud, ya no quiere estar.

 @maureengubbins

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

lunes, 18 de noviembre de 2013

DANIEL CHALBAUD LANGE, ¡HIJOS, HE AQUÍ A SU MADRE!

 ¿Quién te ha creado?
       Dios me ha creado
 ¿Y para qué te ha creado Dios?
       Para darle la vida y recibir las cenizas de mis hijos cuando mueran.
 ¿Y qué haces con esas cenizas”
 “Es la ceniza de los muertos la que crea la Patria”. Soy Madre y soy     Patria.
¿Qué es la Patria?.
Es una mezcla de nuestros sentimientos con las grandes obras de Dios.:
•        “La Patria es el conjunto sagrado de la tierra, la vida presente, y las grandes aspiraciones del país y del pueblo al que unen el nacimiento o la sangre de los padres……” (Cabanellas)
•        “La Patria es el amor… es la tierra…, son las costumbres…es el idioma…es el sentimiento religioso. La Patria en fin, son los artistas, los pensadores y lo héroes….. (Gonzalo Picón Febres)
•        La Patria tiene cuerpo y tiene alma. El alma de la Patria anda por allí flotando entre los acordes del sagrado himno….. El alma de la Patria anda por allí, entre las palabras armoniosas de la lengua en que el hombre dice en la mañana de la vida “te amo” y por la noche “Padre Nuestro que estás por los cielos” (Monseñor Ramón Lizardi)
•        “El cuerpo de la Patria es el territorio… El alma de la Patria está constituida por el acervo común de recuerdos, de sentimientos, de ideas y de voluntades….el verdadero patriotismo es el amor…. Al alma de la Patria pertenecen el hombre de campo, el maestro de escuela, la hermana de la caridad, el humilde periodista, el sacerdote, el estudiante y la Madre, que le da ciudadanos y pone en sus labios las primeras palabras y en sus corazones las primeras semillas de virtud y les enseña a balbucear los nombre de Venezuela y de Bolívar, a amar la Bandera y a preludiar las vibrantes notas marciales de nuestro Himno Nacional”  (Cardenal José Humberto Quintero)
•        “ La Patria es un pedazo de tierra bajo un pedazo de cielo: la tierra en que nacimos y el cielo bajo el cual queremos morir..…La Patria es el pecho de la Madre que nos alimenta, y el brazo del padre que nos sostiene y que nos guía…”  (Carlos Borges)
                      Ahora podrás entender el por qué soy Madre y soy Patria

 ¿Cuándo naciste?
Al sexto día de la creación. Dios fue muy bondadoso conmigo. Me dio mares, lagos, ríos, flora, fauna, montañas, llanuras, médanos, selvas y todo lo necesario para que yo pudiera comenzar a parir a los hijos de mi tierra. Sólo me faltaban los hijos. Y fueron llegando y multiplicándose, por decenas, centenas, miles y millones e, igualmente, con el paso de los años, se fueron convirtiendo en cenizas que fertilizaban tierras y aguas.
 ¿Y tú espacio?
Lo fueron delimitando mis hijos. Por cierto, diferentes unos de otros, como los dedos de las manos.
¿Cuándo se celebra tu día?
 Para mí, todos los días. Para mis hijos, los días que se acuerdan o se alejan de mí.
 ¿Cómo te llamas? 
Por siglos y siglos no tuve nombre. Yo era una Madre en cualquier lugar que, deambulando, ocupara uno de mis hijos. En el año de 1498 llegaron en grandes barcos muchos seres parecidos a mis hijos, más blancos, hablaban y no los entendíamos. Con los años fueron llegando más y más y se fueron apoderando de mí y de mis hijos. Poco a poco fuimos entendiéndolos y supe que primero me llamaron “Tierra de Gracia” y más tarde “Venezuela”. En verdad, no me importaba cómo me llamaran sino cómo me trataban.  
¿Y tus hijos, qué hacían?   
De todo. Pelaban y morían por defender a su Madre, otros, simplemente me abandonaron, a otros se los llevaron y, a los más los esclavizaron para que los ayudaran a violarme. Cuando mis hijos, a los cuales llamaban “indios”, no les eran suficientes, trajeron por montones, de no sé dónde, miles y miles de otros seres humanos, también parecidos a mis hijos y a los blancos, pero de oscuro color, y añado yo “pero de alma blanca”.
Aquellos blancos llegados de otros mundos, se adueñaron de todo y cuanto Dios me otorgó para que bien criara a mis hijos. Me fijaron límites dentro de lo que yo misma no sabía que era mío. Y lo que hicieron conmigo, también lo hicieron con otras Madres quienes me decían que eran mis hermanas. Esos mismos, que también violaron a mis hermanas, me fueron arrancando por la fuerza tierras y aguas con la que alimentaba a mis hijos y me fueron achicando como piel de zapa.
Como era lógico que sucediera, se tocó la fibra de la identidad y de la defensa de lo “mío”, y comenzó la lucha, en todas sus formas, hasta la más sangrienta, entre el coloniaje y la conquista por apoderarse de tierras, vidas y riquezas en contra de los auténticos dueños de su propio destino. Lamentablemente, en esa inicial y desigual lucha, perdí cientos de miles de mis hijos naturales y de los adoptados. Al fin, después de años de lucha, casi toda fratricida, se impuso el valor de David contra Goliat.
No pasó mucho tiempo para que la avaricia y el reclamo por el “valor” de lo que, pensaba yo, gratuitamente se entregó por la conquista de la independencia y libertad, se reflejara en luchas intestinas, lamentablemente entre mis propios hijos, por todo el espacio de mi cuerpo y por los bienes que en un principio eran de todos por igual. A mis hijos indios los asimilaban a los animales, pero algunos de mis hijos blancos y mestizos, dejaban de ser “humanos” para convertirse en animales. Qué Madre puede soportar tanta maldad entre sus hijos.
Yo estoy supeditada a lo que mis hijos hagan y deseen para mí. En principio yo les garantizaba abundante y variada alimentación, poniendo a su disposición tierras fértiles y aptas para el cultivo y la cría de gran variedad de especies. Casi todo eso fue desapareciendo y comenzó, por supuesto, la aparición de enfermedades que coadyuvaron a diezmar la población.
Poco a poco, algunos de mis hijos se fueron imponiendo y también, poco a poco, los demás fueron aprendiendo que unidos se vive mejor. Nuevamente los campos comenzaron a dar sus frutos en alimentos y en cada conuco no faltaba la siembra de frijol, maíz, topocho, yuca, ñame, ocumo, auyama, papas, tomates, etc. y la cría de ganado para la obtención de la blanca leche con que se ayudaba a amamantar a los hijos de los hijos. Yo seguí siendo la Madre de todos los venezolanos, como llamaban a mis hijos.
No todo es perfecto y la dicha no es eterna. De repente, del mismo suelo de donde brotaba el agua para la vida, comenzó a brotar una “negra leche”, en varias partes de mi cuerpo y que poco se sabía lo que era y mucho menos que hacer con ella. Fue tanto el alboroto que se formó, que la noticia pasó a otras  Madres, allende los mares, y sus hijos, capacitados en ordeñar suelos para extraer leche negra, vinieron por miles - técnicos, máquinas y conocimientos- y comenzaron a ordeñar mi leche negra y a llevársela para sus tierras.  Esa actividad, para su época, requería de mucha mano de obra, la cual, con salarios muy por encima de lo que un hijo ganaba en el campo, motivó el desplazamiento de muchos de mis hijos, del oriente, del llano, y de los Andes para ayudar, en el occidente, a seguir perforándome el vientre. A la vuelta de pocos años, nuestros campos quedaron abandonados y la agricultura y la cría casi desaparecieron. Nuestras exportaciones no eran el café y el cacao, sino la negra leche que se convertía en dólares y que nos permitía comprarle a otras Madres el café y el cacao que necesitamos, amén de muchos otros productos.
Y yo, como la Madre Venezuela y con la previsiva intuición que tiene todas las Madres, le hacía ver a mis hijos el oscuro futuro que nuevamente nos esperaba y, algunos de ellos, oyéndome, fueron mi voz para todos y uno gritó: “sembremos la negra leche en la tierra de mi madre” y otro, recorrió parte del mundo para hablar con otras Madres quienes tenían el mismo problema, para la defensa conjunta del valor y de las reservas. El grito y el resultado de los viajes, en parte dieron su fruto y, un poco más que menos, comenzó el proceso de sembrar la leche negra con la construcción de vías de comunicación, institutos educacionales, fabricas industriales, aeropuertos, hoteles, centros de salud, adquisición de tecnologías, interacción entre mis hijos, atracción para miles de hijos de otras Madres en tierras lejanas para la explotación agrícola y pecuaria, que, en un todo, le dieron calor a mi hogar.
Nuevamente mis hijos hacían y deshacían, y en ese vaivén, como péndulo de reloj, desunidos, regresaban a las antiguas luchas, quizás no tan sangrientas, pero que requerían la presencia de un mal necesario, el Gendarme. Cuando ya no soportaban el látigo que suprimía lo más sagrado que tiene un ser humano, su libertad, volvían a luchar y triunfaban. No más de cuarenta años duró la última hermandad, hasta que, animados como en fiesta de carnaval, se plegaron al nuevo Dios Momo, quién con su carisma se ganó a la gran mayoría y lo colocaron en un pedestal.
Poco a poco, el Dios Momo, se fue quitando la careta, hasta que, siendo, como todos, MI HIJO, sin decirlo, me enteré que tenía una Madre adoptiva.  Desde entonces, ya no le importé y tampoco a algunos de sus hermanos..
Trataba de comprender la actitud de mis hijos de finales del siglo XIX, cuando luchaban y morían entre ellos por las tetas de su Madre, verdaderamente, ahora si lo comprendo; lo que no puedo aceptar como Madre de todos los venezolanos, es que unos hijos, de quienes parece que su padrino es Mandinga, y que Dios me perdone por referirme a ellos así, le estén entregando parte de mi cuerpo, como si fuera un trofeo, a otras Madres. Recuerden, aunque “ …¡son iguales la madre de Cristo y la madre de Judas, porque ambas están hechas de pulpa milagrosa”(A.E.B.), me llamo VENEZUELA y la madrina de todos es LA VIRGEN DE COROMOTO.
Por sus hijos y, por los hijos de sus hijos: HAGAN LO QUE DEBEN HACER para evitar la desagradable vivencia de Andrés Eloy Blanco, expresada en este recuerdo a su Madre Patria en donde “el hijo vil se le eterniza adentro y el hijo grande se le muere afuera”. El mejor regalo que me pueden ofrecer, en cualquier día del año, es verlos a todos unidos, como el puño de una mano, para devolverme la salud y repetir con alegría:
¡HIJOS, he aquí a su MADRE!

Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

lunes, 15 de julio de 2013

RICHARD CASANOVA, LOS HIJOS DE CHAVEZ

Después que Mario Silva informó a su jefe cubano -y se hizo público- que el Ministro de Defensa Diego Molero presuntamente estaba promoviendo un golpe, naturalmente se complicó su permanencia en el cargo.  En efecto, salió del Ministerio pero fue premiado con una Embajada, tal como hicieron con aquel que dijo que "se le solicitó la renuncia al Presidente, la cual aceptó".  Si había renunciado no era un golpe y si la renuncia era mentira entonces el golpista era él, por eso mejor fue enviarlo a Portugal.

En todo caso, a nadie debe sorprender que en un "gobierno" de golpistas tengamos a gente acariciando la idea de darle un zarpazo a la Constitución.  Por supuesto, los golpistas del 4F y sus herederos tienen 14 años diciendo que los golpistas somos nosotros, es decir los que pensamos distinto y ejercemos democráticamente la disidencia política.  Son ellos los que han endeudado obscenamente a la Republica y se la han entregado al poder cubano pero nosotros somos los traidores a la patria.  Son ellos quienes ejercen el poder y han asaltado las arcas de la Nación pero los corruptos son los que se oponen a este desfalco.  Por fortuna, el viejo truco de robar y acusar al otro de ladrón, ya no es creíble.  Nicolás Maduro raya en lo ridículo repitiendo las mismas necedades, sin la credibilidad que tuvo Chávez en su público.  El país está claro en quienes son los golpistas, corruptos y traidores a la patria.

Con suma candidez, algunos pensaban que la Almirante Carmen Meléndez como Ministro de la Defensa podría ser un avance para la institucionalidad de nuestra FAN, pero la foto que circuló de ella colgada del brazo de Raúl Castro dio al traste con semejante ingenuidad. Ella misma se encargó de minimizar sus méritos cuando presentó como su mejor credencial que era "hija de Chávez".  Lo mismo que Nicolás, quien no está capacitado para ser Presidente y procura que el país justifique su incompetencia porque es "hijo de Chávez". Así las cosas, según la cursilería oficialista, "El Ilegítimo" puso a su hermana como Ministro. 

Lo cierto es que nadie cree que la cubanización de la FAN se detenga, el propio Nicolás habló de "Cuidar cada detalle de la formación ideológica de nuestros soldados" y eso precisamente es lo que hacen los cubanos.  Incluso es vox populi que los ascensos militares fueron consultados con La Habana. Por cierto, el otro "hermano" -el Tte Diosdado Cabello- ya no es anticastrista. Al contrario, jala mecate en Cuba, viaja a China y hace negocios con el Partido Comunista, a pesar de que el Tío Mario ha revelado a su comandante Castro todas las andanzas del cabecilla de la "Derecha Endógena" (Dixit Luis Tascón). En definitiva, los enchufados pretenden justificar su fracaso, el desangramiento del país y la entrega de nuestra patria porque son “hijos de Chávez”.   Por lo visto, nunca lo dejaran descansar en paz!

richcasanova@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,