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sábado, 3 de noviembre de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, YA NO HAY DUDAS SOBRE LA ENFERMEDAD DE CRISTINA, FUENTE EL INFORMADOR PUBLICO, DESDE ARGENTINA


Tan fluida y contradictoria es la situación política, que ayer surgieron dudas acerca de la realidad del estado de salud de la presidente de la ex República Argentina. Tal como lo dijimos, algunos analistas llegaron a sospechar que se trataba de versiones impulsadas desde los aparatos de inteligencia que posee el oficialismo, a los efectos de crear una suerte de aureola alrededor de Cristina W. Fernández, con el hipotético objetivo de generar un sentimiento de compasión sustentado en el grave problema que la aqueja y así, obtener una simpatía en la sociedad que hoy la rechaza. La sospecha tenía sus razones, habida cuenta de la experiencia recogida a lo largo de la actual etapa cristinista, que tanto jugó psicológicamente para obtener réditos políticos. La contradicción ha sido la norma y las mentiras reiteradas u olvidadas según las mediciones que constantemente se hacen sobre la opinión pública.

Sin embargo, con el correr de las horas y en fuentes incuestionables por su seriedad y ubicación en el esquema de poder en vigencia, se pudo comprobar que no sólo son ciertos los comentarios que circulan sobre este importante asunto, sino que el problema es progresivo, con un plazo preciso, mensurable y cada vez más perceptible. Ayer la Presidente tenía previsto participar en un acto para volver a inaugurar obras públicas pero quienes la asisten resolvieron que era conveniente demorar su exposición pública. Lo cierto es que laenfermedad que ayer comentamos ha modificado el ánimo de Cristina y su comportamiento respecto de los temas que debe tratar por su alta investidura. En pocas palabras -y es inevitable reiterar las consecuencias- el problema posee un íntimo contenido político que a esta altura de las circunstancias comenzó a modificar el escenario y por qué no decirlo, el devenir institucional del país.

Esto viene a ocurrir en momentos especialmente importantes para el futuro de la actual administración que debe afrontar, entre otras dificultades de particular incidencia, el acoso judicial de bienes argentinos en el exterior a raíz de la deuda externa impaga, un tema que hoy se ha convertido en un lógico motivo de inquietud. Al respecto, podemos señalar que entre otros efectos de este escenario plagado de tensiones -el caso de la Fragata Libertad es una demostración palpable de lo que mencionamos- es que las obligaciones cuyo pago mensual ha sido pactado, existe el peligro de que, si la correspondiente liquidez es girada a su destino, puede ser interceptada por las demandas de bonistas que poseen un excelente mecanismo jurídico para lograr su embargo. Este asunto puede parecer simple y hasta ajeno al tema central de nuestro informe, pero el hecho es que Cristina, sin profundizar o sin buscar alternativas viables, puede cambiar bruscamente de opinión y resolver que esos pagos se hagan únicamente en el país para evitar que queden bloqueados, generándose así una complicación adicional para el desenvolvimiento administrativo. Por supuesto, ésta no es la única cuestión que está en juego, razón que convierte a la enfermedad que altera las pautas de comportamiento, en una cuestión de Estado de difícil resolución. En la práctica, Cristina ordenó que nada importante puede resolverse sin su intervención, lo que no es nada simple si se tiene en cuenta que sus decisiones suelen modificarse o suspenderse de manera inesperada.

¿Qué decidirán los asesores más amigos de la Presidente? ¿Cómo se solucionarán las limitaciones que ya existen para el ejercicio del cargo? Lo cierto es que hasta los más fieles seguidores del kirchnerismo no atinan a dar una respuesta a lo que ya es un conflicto inocultable. El planteo ante la opinión pública puede demorarse por un lapso limitado, incluso extenderse por varias semanas, pero lo concreto es que ya surgieron divisiones dentro del elenco gubernamental, habida cuenta que no son pocos quienes observan con justificada preocupación las alternativas -las certezas, digamos- que les ofrece el devenir. Entre ellos, tanto los jueces prevaricadores que se destacaron y destacan en el fuero penal, como los que están intensamente presionados por el intento oficialista de reemplazar buena parte de la organización periodística y económica del matutino cuya mayoría pertenece a la señora de Noble. Específicamente, lo que podemos llamar como “el caso Clarín”, o “la obsesión de Cristina”, es un hecho “portador de futuro” y según sea su desarrollo y final, dependerá la vida política e institucional. ¿A quién recurrirá el gobierno si la suerte le resulta adversa en el terreno jurídico? ¿A las Fuerzas de Seguridad que, inquietas, consultan qué deberían hacer si se les imparten órdenes ilegales o simplemente discutibles, o apelará a la organización de activistas para ocupar las plantas de la empresa? Obviamente, el 7 de diciembre no está en juego únicamente el concepto de propiedad o de la libertad de opinión, sino algo más profundo, que a esta altura de las circunstancias toma en cuenta a los gobernadores y a otro de los componentes del Estado: la Suprema Corte de Justicia.

Carlos Manuel Acuña
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sábado, 8 de septiembre de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, SE TENSA LA CUERDA, DESDE ARGENTINA

Poco a poco y mientras avanzaban las semanas, los rumores políticos comenzaron a traslucir una serie de tensiones progresivas que se acumularon para ejercer una presión casi insostenible. Cuando las cosas parecían que iban a estallar y que resultaba imposible una nueva vuelta de tuerca sobre la opinión pública, otra serie de acontecimientos vinieron a demostrar que el desgaste del gobierno carece de un techo definido y que siempre es factible agregar nuevos componentes a la situación.
Sin embargo, desde los últimos días se registró un crecimiento de ese estado de cosas y poco a poco salieron a la luz noticias y comentarios que, casi sin solución de continuidad, trazaron un panorama por demás inquietante. Hay que reconocer que en la mayor parte de los casos ha sido el propio gobierno el mayor contribuyente para un estado de ánimo que hasta llegó a poner en duda la estabilidad de la presidente Cristina. En los hechos, ella misma dio pie a los comentarios generados por los trascendidos relativos a sus quejas por la forma en que la opinión publica tomaba sus reiterados discursos difundidos por la cadena oficial, una medida que se adoptó desde la Casa de Gobierno en la creencia de que tendrían una repercusión altamente favorable. A la inversa, el uso excesivo de esta medida, que siempre es de excepción en épocas normales, vino a destacar que esa normalidad no existe y que por lo contrario las preocupaciones avanzan en todos los sectores.
Pero no son solamente las palabras presidenciales las generadoras de las inquietudes, sino las formas en que son expresadas, formas que llegan acompañadas por versiones concurrentes acerca del estado mental de Cristina W. Fernández. Lo curioso es que las fuentes de estos comentarios no se ubican en la oposición sino que ministros, secretarios y colaboradores directos deslizan una inquietud que muchas veces es detalladamente manifiesta y llega acompañada de relatos demostrativos de la alteración que consignamos. Ya lo señalamos en su momento y lo cierto es que tanto los problemas de familia como los administrativos y políticos tienen a mal traer a la Presidente. Para colmo, la reiteración de sus discursos pronunciados con cualquier excusa fútil se detienen en el trazado de un panorama idílico respecto de la marcha de los asuntos públicos. Esto no pasa inadvertido para nadie y así, mientras celebraba en Tecnópolis el Día de la Industria, en los principales barrios de la Capital Federal se escuchó un sostenido cacerolazo que provenía de personas reunidas en las esquinas, en los balcones o puertas de sus domicilios y hasta se produjeron cornetazos de los automovilistas que marcaron un ritmo de protesta en la ciudad. Hasta los invitados a la celebración, mientras aplaudían bajo el control de personal especializado que los fiscalizaba, expresaban sus críticas en voz baja… pero incontenibles.
Mientras tanto, a través de los correos electrónicos y publicaciones políticas, comenzó a circular una convocatoria para el 13 de este mes, a los efectos de expresar una disconformidad activa por la intención oficial de concretar una reforma de la Constitución Nacional. Al comienzo se señalaba que el verdadero objetivo era impedir la posibilidad de aprobar una reelección presidencial pero con el correr de las horas ese objetivo se amplió y se resolvió impedir lisa y llanamente la modificación de la Carta Magna. Más aún, la convocatoria incorporó otra para el 1° de octubre con idéntica finalidad y ya se indican lugares de reunión para marchar luego a una gran concentración que debe culminar en la Plaza de Mayo.
Lo cierto es que ha surgido un gran malestar en la opinión pública, que mira con recelo la confirmación de aquellos anticipos que meses atrás sostuvieron que el kirchnerismo no abandonaría el poder de ninguna manera, aun perdiendo elecciones. La causa de fondo es, nada más y nada menos, que “huir hacia adelante” para evitar los juicios y las consiguientes sanciones que llegarán, inexorables, como consecuencia del cúmulo de delitos que convirtieron a este gobierno en el más corrupto de toda la historia de la Argentina moderna.
Dicho así puede parecer un simple comentario de disconformidad, pero lo cierto es que la cantidad de hechos y pruebas reunidas a lo largo de los últimos nueve años aportan graves elementos de juicio que van más allá de simples negociados y colocan al historial kirchnerista en un estrado de incompetencia jamás alcanzado, con un quiebre económico sólo superado por la vulneración de las leyes y la existencia de grandes escándalos que abarcan a jueces o miembros del Poder Ejecutivo a partir del notable enriquecimiento de Cristina y sus colaboradores. Concurrentemente puede escribirse un gran diccionario con las irregularidades legales de distinto orden que van desde las insólitas sentencias dictadas en los casos de los presos políticos a quienes se aplicaron leyes retroactivas y otras vulneraciones a la Constitución Nacional, hasta hechos tan extraordinarios como el dictado de leyes que eximen del pago de impuestos a las sucesiones abiertas el año en que murió Néstor Carlos Kirchner. ¿Cómo calificar esta excepción…?
Todo esto se produce entre otros escándalos que se suceden unos a otros, superándose hasta tal punto que desplazan a otros que no desaparecen y únicamente disminuyen en su repercusión para dar paso a otros nuevos. Así ya nadie se asombra si un ministro de la Suprema Corte alquila sus departamentos particulares a una cadena prostibularia o se habla de que su propietario es partidario de la supresión de Derecho Penal, con la acotación de que ese funcionario es el encargado de redactar el proyecto de reforma constitucional.
Como estas cosas nunca vienen solas, podemos hacer un largo listado de irregularidades que son bien conocidas e incorporan una notable dosis de alarma que no se detiene exclusivamente en la formación de tropas especiales formadas por delincuentes comunes o la irrupción de grupos políticos en las escuelas y centros de enseñanza para incidir sobre las generaciones jóvenes. Ahora se suma el rumor indicativo de otra medida más grave que el impedimento de comprar divisas: se trata de la eventual invalidez de los pasaportes junto con cláusulas especiales para controlar los viajes a países limítrofes, iniciativa que hoy día aún puede concretarse libremente mediante la sola presentación del documento de identidad personal. Nada ha sido desmentido y, por lo contrario, detrás de cada rumor, de cada versión, por descabellada que parezca, aparece la medida oficial que lo impone como una alarmante realidad que carece de explicaciones aceptables. El andamiaje que está en plena construcción puede definirse sintéticamente en que se aprovechan los beneficios de la democracia constitucional como una formalidad perversa para imponer un régimen que, de autoritario, alcanza rápidamente la categoría de tiránico.
Como resultado, ha crecido un estado que ya se define como “resistencia” y que por el momento se expresa a través de marchas, artículos y acciones jurídicas que con distinta suerte avanzan por el camino de la historia cotidiana cargada de detalles como, por ejemplo, la insistencia del pope doctrinario Ernesto Laclau, que nuevamente llega desde Londres con la insistencia de recomendarle a Cristina que no abandone la idea de la reforma constitucional y simultáneamente, hacerle creer que puede resultar electa con el voto de los pequeños adolescentes que serían incorporados al padrón electoral. Como es lógico, este conjunto de medidas genera un escalamiento de la oposición, escalamiento que inevitablemente podrá tomar expresiones más precisas que las que dejamos mencionadas. Los límites al derecho de propiedad que se pergeñan en las mentes setentistas, que día a adquieren mayor fuerza y protagonismo, constituyen un extraordinario impulso a la discordia desgarrante de la que ya tenemos sobrada experiencia.
Si decimos que “se tensa la cuerda” corremos el riesgo de no ser lo suficientemente precisos en explicar el ánimo por el que pasa la sociedad argentina que dentro de pocos días volverá a conocer más persecuciones políticas relacionadas con la guerra revolucionaria de hace más de treinta años. Los teóricos de la Casa Rosada y que son recibidos en Olivos consideran que acentuar ese camino le aportará votos para las elecciones del año próximo. Hace unas horas, fueron llevados a los Tribunales de Comodoro Py decenas de legajos militares con esa finalidad, que ahora se extenderá hacia el ámbito de los civiles, exactamente como se inició apenas semanas atrás. Mientras tanto, las detenciones domiciliarias se suspenden y esposados, son llevados a cárceles comunes aquellos ancianos procesados que serán atacados a través de las flamantes publicaciones de La Cámpora y la aparición de otras organizaciones “combatientes” que, como en las peores épocas del pasado, pasarán a ocupar el centro del escenario.
tabano@carlosmanuelacuna.com.ar

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domingo, 2 de septiembre de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, EN EL LÍMITE INSTITUCIONAL (CASO ARGENTINA)

Si bien como lo conocen nuestros lectores, el problema se arrastra desde hace un tiempo, cuando concluía el día de ayer el nerviosismo cundía en la Quinta de Olivos y al cierre de este comentario se debatían los pasos a seguir con la presidente de la ex República. Cristina W. Fernández estaba acompañada de su media hermana Giselle, su hijo Máximo, que con severos altibajos afronta un proceso de abstinencia por su problema de adicción (que no lleva adelante con la severidad que merecería), y por personal de la Casa Rosada. Pocos o nadie sabía muy bien lo que estaba en danza, excepto quienes habían ordenado que se alertara en el área neurológica de la Clínica Fleni las comodidades necesarias ante la posibilidad de la internación de la Primer Magistrado. 
Cuando escribíamos estas líneas uno de los principales temas era la insistencia presidencial en mantener y hasta ampliar su conocimiento para resolver sobre los graves asuntos de Estado centralizados bajo su mando férreamente centralizado, en tanto llegaban noticias difíciles y complejas acerca de la crítica situación del país. En realidad, los médicos aconsejaban que se la aparte de los problemas, se le oculten las dificultades, que se organice el retorno de Florencia, disgustada con su madre, y que es imperativo que ingrese en un período de descanso total y un tratamiento tal vez más intenso de lo que pueda suponerse.
Para colmo, sobre las mesas de trabajo bailaban las cifras resultantes de las continuas encuestas que se realizan sobre la discutida imagen de Cristina y la posibilidad de su reelección. Los números, adversos e hirientes ya marcaban porcentajes por debajo del 20 por ciento, especialmente en lo relativo a la intención de voto. Pese a la continua propaganda oficial que no abandona el objetivo de invertir la tendencia negativa, ésta se ha convertido en un grave problema personal para Cristina, en todos los sentidos y con extensión hacia la interna del poder.
Como es obvio, ya comenzaron las evaluaciones y, como inevitablemente sucede en política, es obvio que nadie quiere quedar atado al carro de la derrota, sobre todo cuando se angostan las posibilidades socio-económicas para revertir este camino hacia un final inevitable, pese a la inoperancia de la mayoría de la llamada oposición. Concurrentemente, están los funcionarios que no se resignan a perder su cuota de poder para preservarse legalmente en el futuro inexorable y aquellos otros que exploran, sopesan y arriesgan otras perspectivas para mantenerse dentro de un escenario de participación para prolongar su seguridad y los goces que ofrece la sensualidad del cargo. Esto adquiere mayor relieve en la medida que los involucrados carecen de las condiciones de todo tipo, entre ellas la altura y el estilo indispensables para encarar la situación.
Tal vez por las medicaciones que le suministran, Cristina debe soportar un proceso de pérdida de pelo, cuestión que claramente alteraría el ánimo de toda mujer, sobre todo si la coquetería y la superficialidad del carácter le asignan la relevancia al aspecto formal como es conocido. Cristina, exasperada, quiere mantenerse activa y no se resigna a una internación que podría prolongarse y que, por lo tanto, tendría grandes derivaciones políticas. Si la internación para serenar su ánimo fuera prolongada, inevitablemente debería solicitar una licencia, excepto que el reducido grupo ideologizado que la rodea adoptara medidas para el disimulo, pero éstas no podrían prolongarse indefinidamente por más que las formas y contenidos constitucionales no son, precisamente, una característica saliente de este gobierno.
De allí, que los análisis, cargados de nerviosismo e inquietud con conclusiones todavía controladas por el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, demoren una definición que podría prolongarse por un tiempo, cuestión que, por añadidura, agudizaría la inestabilidad emocional y otros aspectos específicos que hacen a la salud de la Presidente; como no puede ser de otra manera, profundizaría las dificultades administrativas del país, que ya son demasiadas.
Esto último adquiere múltiples alternativas y facetas. Por un lado, los gobernadores -tal como lo adelantamos hace mucho- no podrán desligarse de este proceso que amenaza con un vacío de poder, en tanto las internas partidarias -móviles, incontroladas por momentos- carecen de liderazgos palpables, con peso suficiente como para referenciar un curso de acción realista y factible. Esto que dejamos comentado sinópticamente aún no ha sido advertido en toda su dimensión por las estructuras de acción directa que ha montado el gobierno, pero algunos dirigentes están alertados aunque todavía no puede hablarse del comienzo de un desbande o de otras actitudes inversas que temen muchos de los que están bien informados y a las que nos hemos referido reiteradamente en estas columnas.
Lógicamente, las próximas horas podrán poner de manifiesto o al menos ilustrar respecto del rumbo eventual de los acontecimientos. Con dificultad se los logra demorar, pero lo cierto es que mientras la palabra anarquía ya dejó de mencionarse en voz baja, Cristina debe ser medicada, cosa que sus asesores, asistentes o como quiera llamárseles, hasta ahora disponen para salir del paso pese a que todos temen lo que podría decir Cristina frente a un micrófono. Su última incursión verbal -una conducta que se ha transformado en un vicio incontenible- para defender la salida de los delincuentes presos que se reclutan para integrar el batallón combatiente (llamado Vatayón Militante), no fue precisamente aplaudida, como tampoco la defensa irrestricta que hizo de los excesos juveniles. Sus palabras fueron explicadas como un intento por ingresar en el mundo de los menores, a quienes se desea captar y permitir el voto, toda una señal de preocupación por las elecciones que se desean realizar en mayo del año que viene. La Casa Rosada considera que para sancionar esta ley mantendría el apoyo de quienes desde sus bancas prefieren aferrarse al poder de cualquier modo, aun a riesgo de perder su prestigio, si es que lo tienen. Esto último también forma parte de la intimidad de la crisis del sistema político, pero concretamente debemos subrayar que se acerca lo que podríamos llamar “la hora de la verdad”, aunque el desenlace aún se mantiene relativamente lejano y difícil de dilucidar.
Mientras tanto, los problemas crecen, los podemos mencionar casi al azar y por supuesto muy sucintamente por razones de espacio. Por ejemplo, el director de esta hoja, Dr. Carlos Tórtora, denunció a la flamante subinterventora de la empresa Ciccone Calcográfica, Sra. Katya Daura, por la incompatibilidad de sus funciones con la retención de la presidencia del directorio de la Casa de la Moneda, con la que se firman contratos millonarios. En pocas palabras y sin entrar en detalles, la funcionaria se contrata a sí misma o bien decide en actos comerciales que adquieren el nivel de escándalo y que necesitó de esa denuncia para que comience el proceso judicial con las consiguientes presiones y envidias de otros personajes que hacen cola para intentar sus propios negocios. Otra cuestión sorprendente es el anuncio -luego desmentido pese a que está registrado fehacientemente- del proyecto de vulnerar la propiedad privada y derechos adquiridos mediante la apertura de las normas de seguridad de los countries, barrios cerrados o clubes de campo. La propuesta, inexplicable e incoherente, haría crecer, entre otras consecuencias, la inseguridad pública, los delitos que ya son realidad pese a la vigilancia que se mantiene, la imposibilidad policial para encararlos y, lo que es igualmente grave, consiste en la vertical caída de los valores inmobiliarios de este sistema residencial, al mismo tiempo que frena inversiones similares con la caída económica y ocupacional que esto significa. Como lo dejamos dicho, ahora se niega el disparate, pero el daño ya está hecho. Más aún, por extensión afecta otras iniciativas ya bastante alicaídas, como lo demuestra -sólo en la provincia de Buenos Aires- el volumen de escrituras públicas que cayeron de un promedio de 11 mil mensuales a apenas algo más de cinco mil en lo que va del mes. Paralelamente, se habla de ampliar el cerco al dólar mediante el impedimento del uso de tarjetas de crédito en el exterior, medida que muchos pueden obviar pero que de todos modos es demostrativa de la creciente iliquidez en que se está colocando al Estado. Los operadores turísticos no están de parabienes y tampoco algunos vecinos como lo uruguayos, por razones elementales. Las reservas reales y efectivas del Banco Central no se acercan, ni por asomo, a las que se declaran y lo cierto es que si hubiese una “corrida” no se la podría atender. Las dificultades para comerciar la cosecha de trigo ya disminuyeron en un 40 por ciento la superficie sembrada y con seguridad las excesivas lluvias y el granizo caído este mes, afectaron la siembra.
Podríamos hacer un largo listado de las dificultades que afectan directamente a la producción en todos los rubros, pero detengámonos hoy con preferencia en el problema institucional de un posible alejamiento de Cristina, aunque sea transitorio. Entonces una vez más debemos plantearnos los interrogantes que más de una vez nos hicimos. ¿Puede Boudou (Amado) hacerse cargo del Poder Ejecutivo con la carga de denuncias que soporta? ¿Será el joven Axel Kicillof el conductor de la nueva etapa? ¿Lo tolerarán quienes quedarán desplazados por noveles funcionarios prácticamente desconocidos…? 

Pero a medida que se reflexiona sobre todo esto que ocurre o integra el problemático potencial del futuro complejo y cansadoramente tenso, asoman otras cuestiones colaterales que pasarán a ocupar un papel central. Entre ellas, las denuncias de todo tipo que surgirían sobre lo que vamos a llamar el cristinismo, la modificación de las fuerzas internas que aún se registran bajo el título de peronismo y pugnan entre sí para establecer alianzas o cualquier otro tipo de acuerdos, el peronismo ortodoxo, que busca retomar su propio espacio y que soporta embates similares a los que debilitaron sustantivamente al radicalismo bajo la égida de Raúl Ricardo Alfonsín, en un proceso de similares consecuencias y finalmente, la decisión inquebrantable de la izquierda minoritaria que, como siempre ha sucedido en todas las geografías y momentos, una vez que llega al poder no lo abandona así como así. Como telón de fondo, reina una inseguridad creciente, una descomposición que transita por los tres poderes del Estado y se instaló en el corazón mismo de una sociedad tan enferma, que hasta los maestros escolares tienen miedo de ejercer su tarea ante la violencia de los chicos, de sus padres o de los adolescentes que pondera y defiende Cristina, en tanto la droga comenzó a carcomer los resortes del orden y las jerarquías, el alma misma de los valores que se insiste en cambiar junto con el sentido verdadero y exacto de la historia, cuya alteración cargada de mentiras se utiliza para romper a la Justicia, base sustantiva del Estado.

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sábado, 25 de agosto de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, LA REVOLUCIÓN DE CRISTINA FERNÁNDEZ (II), O EL AMEDRENTAMIENTO COMO SISTEMA, CASO ARGENTINA

El kirchnerismo ha continuado con la ruptura de dos barreras constitucionales: la del derecho de propiedad y la patria potestad de los padres sobre sus hijos. Otras rupturas están en marcha y es posible que los próximos días aporten evidencias de una magnitud considerable. 
En el primer caso, el principal instrumento es la AFIP, el ente recaudador de impuestos, cuya operatividad política ha sido descubierta por la Casa Rosada. El tema está lleno de ejemplos sucedidos y de medidas en plena ejecución además de otras prometidas y planificadas según los trascendidos deslizados desde el mismo gobierno. 
La iliquidez y la exigencia de las primeras provincias por recibir los recursos federales que les corresponden, aceleraron este proceso llamado a generar definiciones políticas cuyo dibujo se inició tiempo atrás y fue vaticinado desde el comienzo del modelo. Hoy ya tienen problemas para los sueldos y encarar algunos gastos inevitables.
A esta altura de las circunstancias es difícil establecer hasta dónde un ciudadano cualquiera puede ejercer las más simples prerrogativas constitucionales en esta materia básica. La AFIP, cuyo titular Echegaray se repone de un disgusto cardíaco provocado por las tensiones en que debe desempeñarse, ha dictado numerosas medidas -y prometido otras- con destino a varios sectores. Para no excedernos, nos detendremos en algunas simples y rápidamente mensurables. Por ejemplo, el uso de las tarjetas de crédito que responde a un contrato inicial entre el usuario y la tarjeta seleccionada, acordado oportunamente y con todas las formalidades clásicas de estos actos. Entre ellas, los límites del gasto -en el caso de las tarjetas de crédito- que obedecen a los riesgos y necesidades evaluados entre las partes. Pues bien, a partir de ahora, el titular de este medio de pago sólo podrá gastar hasta un límite de mil pesos por una operación determinada con una misma tarjeta. Así, si se compra un traje, éste deberá adquirirse por partes -es una forma de describir el hecho- excepto que la venta se concrete mediante el uso de dos o más tarjetas, según sea la capacidad de los clientes. Aún no estamos en condiciones de comentar la reglamentación, si es que existe, pero sí podemos dejar planteados los inconvenientes que aporta esta medida. Quienquiera sea usuario de grandes o pocos gastos, deberá munirse de otros instrumentos complementarios para concretar sus compras, porque hoy por hoy, los argentinos no podemos excedernos de la cifra mencionada. Al margen, recordemos que también existen en plaza tarjetas especiales para clientes también especiales, que pueden gastar sin límite, un tema que hasta ahora no se sabe cómo quedará resuelto. Dejemos por el momento librados a la imaginación de nuestros lectores los problemas de este asunto tan original que también abarca a los extranjeros que residen en el país -transitoria o permanentemente- y reflexionemos que este asunto es premonitor de futuras dificultades de insospechados alcances. Por un momento, nos asalta la figura de los cubanos, que deben recurrir a los servicios de los turistas de buena voluntad para acceder a determinados productos para los que están legalmente vedados.
Otro impedimento a la propiedad es la decisión de un productor agropecuario, que debe informar con antelación las superficies que tiene previsto destinar a su actividades, llenar las planillas correspondientes y elevarlas en tiempo y forma a la AFIP, convertida en una fiel guardiana de las recomendaciones del joven Axel Kicillof y, hoy por hoy, convertida en un organismo mayor para los actos de gobierno. Ya lo tratamos en su momento, pero éste es un asunto que acumula montañas de papeles y horas de trámites y gestiones, sobre todo si las circunstancias obligan sobre la marcha a modificar los proyectos.
En el ínterin, De la Sota, gobernador de Córdoba, se mantiene en sus trece y sin dejarse tentar por variables que surgen del Poder Central. Sus respuestas son “pagan o pagan” y como trasfondo aparece, tenue por ahora, una cuestión cuya gravedad surge automática con su sola mención: la unidad de la ex República Argentina. Tiempo atrás hablamos de esto tan importante pero por ahora diremos que el activo y decidido cordobés no descansa y este fin de semana largo -como también se dice al referirnos a la movilidad del recuerdo institucional del Padre de la Patria- aceleró sus conversaciones para crear un frente con exigencias similares. El de Corrientes ya dio su respaldo expreso y, si bien otros gobernadores respondieron afirmativamente a la inquietud de Cristina W. Fernández de Kirchner, es más que sabido que en su intimidad -sobre todo el de Buenos Aires- también coinciden con esta exigencia que afecta hondamente a la capacidad de maniobra financiera por parte del gobierno central. Daniel Scioli nada hará por el momento para presionar sobre la Casa Rosada o sobre Olivos y dejará que los problemas fluyan y se acumulen en el horizonte kirchnerista -y en el horizonte institucional, hay que decirlo- en tanto mejora día a día su imagen política y, por ende, la de intención de voto para cuando llegue el momento. Por lo que vamos a decir al final de este artículo, es probable y es posible que ese instante llegue más temprano que tarde y no sólo porque se amplía la distancia favorable de Scioli respecto de Cristina.
Entre otras cosas, esto quiere decir que, pese al lanzamiento de una campaña propagandística cada vez menos tenue en favor de una reforma constitucional que facilite tamaña medida, Cristina ve cada vez más lejana la posibilidad de una reelección, pese a los números que arrojan las encuestas que la desvelan y a que el colaborador que más influye en la presidencia, el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, se exprime la imaginación para encontrar nuevas medidas que le permitan maniobrar políticamente. Como en él prima su ideología maoísta -o trotskista, da lo mismo- cada vez tiene más trabajo para decidir un curso de acción más o menos aceptable. Y lo decimos así porque es un hombre inteligente que no puede ignorar que todas las medidas adoptadas para lograr impactos políticos e invertir el retroceso en que se desenvuelve el gobierno siempre terminaron mal y, en los hechos, se volvieron en contra del oficialismo, como si fuera una verdadera maldición. Como es sabido, cuando surgen estas situaciones casi siempre son imparables, los resultados profundizan su contenido negativo y hasta surge una suerte de contagio que para muchos se convierte en un sino de mala suerte, merecido o no.
Así son las cosas y esto ocurre en cualquier circunstancia parecida. Según parece, el pesimismo cunde entre los más serenos y capaces, sobre todo debido a otros componentes de la situación. Por su importancia, vamos a repetir uno de ellos: el estado de la salud mental de la presidente. Aparentemente, más alicaída que nunca por la forma en que afecta a su pequeña familia el alejamiento de Florencia, que decidió quedarse en el exterior, y el descontrol de Máximo que, dicen, estaría realmente muy enfermo, Cristina entiende una parte de este escenario descendente, enfermizo e inestable, pero antes de llegar a las prometidas señales adicionales a lo que sostenemos, no podemos pasar por alto la gravedad de las incursiones de La Cámpora, cuyos jefes bien remunerados -y no Máximo por las razones expuestas- han resuelto en una verdadera acción de amedrentamiento, influir política e ideológicamente en los jóvenes estudiantes hablándoles loas de las presuntas bondades del kirchnerismo. ¿Cómo podrá influir la opinión de los imberbes de los jardines de infantes que visitan los camporistas y que provocan la indignación de los padres? Todo esto ya es sabido y nos exime de más detalles, pero el caso es que ahora estos jóvenes bien remunerados han resuelto invadir -¿qué otro vocablo podemos utilizar?- a las clínicas de salud mental, cualquiera sea su nivel e importancia, pero casi exclusivamente a las privadas. Allí exigen a la administración -por cierto, en algún momento se desliza la temida palabra formada por las siglas de la AFIP- para pedir la lista de pacientes, indagar acerca de sus condiciones socioeconómicas y ofrecer reparos sin sustento ni derecho alguno, respecto de quienes podrían ser dados de alta y devueltos a las familias que corren con los gastos de tratamientos e internación. Curiosamente, hubo ocasiones en que se detuvieron a evaluar los tristes problemas de intentos de suicidio y por ahora propician que estos pacientes sean devueltos a sus casas, sin reparar en que siempre intervienen los jueces en estos problemas. En realidad, una insólita provocación.
Esta curiosidad escandalosa que nos lleva a comentar con este contenido un análisis político que debería tener otras andaduras, sólo puede obedecer a la necesidad de amedrentar en función de alguna desconocida estrategia, pero como lo sostuvimos más arriba, sólo genera reacciones adversas, enojos justificados que se suman a los que derivan de los piquetes, el delictivo Batallón Combatiente -o Vatayón Militante- la basura acumulada, la congestión del tráfico por el corte de calles o rutas y algo en lo que debemos insistir: la agobiante inseguridad y la muerte artera de víctimas civiles o policiales, de gendarmes sacados de sus lugares de trabajo, lo que favorece al narcotráfico, y otro largo listado de calamidades características de una Argentina que se prepara para las elecciones parciales del año que viene con sus partidos políticos destrozados, disminuidos, divididos, casi siempre mudos y obviamente agotados. Por supuesto, siempre hay excepciones que se destacan, aunque casi siempre son los mismos y escasos dirigentes que lo hacen.
Vayamos ahora a lo prometido. Fuentes más que seguras nos comentaron que durante las últimas horas la presidente Cristina mantuvo prolongadas reuniones con escribanos y contadores, con quienes consideró la situación de sus propiedades, especialmente las adquiridas a partir de la llegada al poder. Como se sabe, su fortuna creció notablemente, en especial la que es más fácil reconocer a través de sus bienes físicos. Como no podía ser de otra manera, lo hablado se mantiene en el más absoluto secreto, pero coincidentemente noticias llegadas de El Calafate aseguran que existen demoras en el pago de los sueldos y que no cierran los números respecto de la rentabilidad financiera de la hotelería que en esa zona controla el kirchnerismo. No habría preocupación económica pero, como se sabe, las formas sí quedan alteradas. Y de esto hace mucho.
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viernes, 17 de agosto de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, LA REVOLUCIÓN DE CRISTINA FERNÁNDEZ O "TODA LA CARNE EN EL ASADOR..." DESDE ARGENTINA

La revolución que quiere protagonizar Cristina W. Fernández se desenvuelve en medio de grandes contradicciones. 

Por un lado, la presidente de la ex República Argentina no deja de cometer desatinos que socavan decididamente su imagen y capacidad de maniobra. Valga un ejemplo ilustrativo del descontrol con que toma sus decisiones. Hace poco -casi unas horas- el personal de la AFIP de la delegación de Bahía Blanca inició una protesta gremial en reclamo de haberes atrasados y aumentos no concretados, que paralizó totalmente las actividades en ese centro de gran recaudación. El propio titular del organismo, Ricardo Echegaray, debió intervenir personalmente y logró un acuerdo que permitió solucionar el problema y reanudar el trabajo. Todos contentos, pero el caso es que alguien le habló a Cristina al oído para comentarle que el dirigente bahiense de los recaudadores pertenecía al ala gremial que responde a Hugo Moyano. Ni corta ni perezosa, la Presidente llamó al titular de la AFIP y le ordenó por teléfono que suspendiera el entendimiento logrado y para que entendiera mejor, entre otras cosas, le dijo algo así como “no le daré ninguna oportunidad política al enemigo…”
Otro hecho reciente. Mientras los deportistas argentinos se preparaban para viajar a Londres, Sebastián Crismanich rechazó de plano las presiones del gobierno y de las mismas Madres de la Plaza de Mayo para que se prestara a una publicidad favorable. Crismanich se negó y en consecuencia el gobierno se negó a pagarle los pasajes y la estadía. Crismanich resolvió vender su automóvil, rompió la alcancía de sus ahorros y viajó un día antes del comienzo el torneo pues carecía de recursos para pagarse el hotel. Ganó la única medalla de oro de la que podamos ufanarnos pero al regreso, junto con los restantes atletas argentinos, Crismanich debió participar de la reunión con la que Cristina los recibió y muy suelta de cuerpo aseguró que su gobierno continuaría con el apoyo de dinero a los actos deportivos “como lo hizo hasta ahora”.
Podríamos repetir el lugar común que sostiene que “para muestra basta un botón”, pero el caso es que hechos similares se repiten a diario y cada vez con mayor frecuencia. Esto hace que se multipliquen las versiones sobre los anormales cambios de carácter de Cristina Fernández y que sus colaboradores teman las reacciones imprevistas y fuera de lugar de la titular del Poder Ejecutivo. Incluso hay ministros y secretarios de Estado que lo comentan entre sí y no ocultan sus temores por lo que pueda ocurrir el día de mañana. Capitanich, gobernador del Chaco, que goza de la simpatía presidencial, es un fiel testigo de lo que decimos, con el agregado de que abiertamente, delante de testigos importantes y por medios periodísticos electrónicos, la Presidente tuvo palabras impropias -por así decirlo- que pusieron a todos en aprietos y hasta los aplaudidores que siempre actúan cuando habla Cristina batieron nerviosamente sus palmas mientras sonreían nerviosos y se miraban entre sí. Como lo saben nuestros lectores, Capitanich se mordió los labios e hizo esfuerzos para superar el incidente. Esfuerzos parecidos a los que en su momento tuvo que hacer cuando se enteró de que no iba a ser el candidato a la vicepresidencia y que su reemplazante sería el guitarrista rockero.
Episodios como los relatados suceden todos los días y en relación con temas superiores que hacen a los actos de gobierno, lo que abona los rumores acerca de la profundidad de la inestabilidad emocional de Cristina. Para qué decir si recibe malas noticias o simples relatos adversos. Hay quienes explican que contribuye el grave problema de la adicción de su hijo Máximo, que ha llegado al punto de agredir a la madre de su novia y a esta misma, con el agregado de que se niega rotundamente a aceptar un tratamiento para recuperarse. Hace poco, Cristina debió utilizar antes de la madrugada el avión presidencial Tango 01 para buscarlo a Río Gallegos con el fin de internarlo en Buenos Aires en un establecimiento de prestigio, asunto que despertó severas críticas por utilizar particularmente un bien del Estado a un costo muy alto. Lo hizo personalmente y el suceso aceleró la caída de la imagen de Cristina que, como lo saben quienes nos leen, tiene un setenta por ciento de rechazo, lo cual intensificó la tarea de los encuestadores y medios de comunicación periodísticos que responden al oficialismo, para ejercer la propaganda y alcanzar un porcentaje incierto del 50 por ciento, en el que nadie cree.
Ya existen legisladores que diplomáticamente se enferman o simplemente no se presentan en ocasiones de importancia. Ayer, el Senado aprobó por cuarenta votos contra veintiocho la media sanción para expropiar la empresa Ciccone, en uno de los actos más insólitos que se recuerdan. Menem, Reutemann y otros estuvieron ausentes y no son pocos quienes le encuentran significado a las bancas que quedaron vacías. Además la sesión fue presidida por Boudou (Amado), quien está seriamente complicado en este escandaloso asunto que ofrece otra particularidad extraordinaria: se expropia un bien del que se desconoce quién es su propietario. En el kirchnerismo se tiene la esperanza de que no surjan nuevas complicaciones y que, como siempre sucede, la opinión pública se olvidará de este suceso organizado para rescatar la imagen del trovador, cuyo desprestigio, de todos modos, está en boca de todo el mundo.
Como lo explicamos en su momento, esta carga moral tiene un notable contenido político, porque le cierra al oficialismo la posibilidad de una sucesión -todavía imprevista- pero siempre posible. Comentarios como éste rondan en el mundo político y forman parte de los encuentros reservados entre dirigentes de los sectores más distintos. Por ejemplo, Hugo Moyano con Francisco de Narváez y otros que evalúan la realidad política desde distintos puntos de vista. Uno de ellos es el desprestigio en que cayeron los dirigentes y otro, la ausencia de soluciones a los múltiples problemas que crecen día a día. Por ejemplo, el agotamiento de la liquidez para continuar con los subsidios y contener cualquier estallido que potencialmente se anida en la sociedad. Para ello y con la mirada en el corto plazo, se resolvió presionar a los exportadores de cereales para que vendan los diez millones de toneladas remanentes de la última cosecha, que podrían generar unos 2.100 millones de dólares. El apuro obedece a que después del pago de los Bonos de la deuda este 3 de agosto, se esperaba que de los 2.200 millones una parte mayoritaria reingresara al mercado local, pero la Casa Rosada y el ministerio de Economía -Axel Kicillof incluido- olvidaron que el 70 por ciento de los tenedores de esos papeles eran extranjeros o argentinos con cuentas en el exterior. Todos resolvieron llevar sus capitales al exterior.
En materia de granos, se ha producido otra novedad revolucionaria: los productores deben anticipar a la AFIP las superficies destinadas a la siembra, las especies elegidas y finalmente los resultados obtenidos. Nada se aclaró acerca de cómo deberá actuarse en el caso de cambios de opinión, pérdidas por pestes, inundaciones, sequías o cualquier otro motivo según la voluntad del propietario, mediero o arrendatario. En concreto, un anticipo de lo que dijimos desde hace mucho y que en su momento no se concretó con motivo de la famosa 125: el dirigismo con que se espera doblegar a un sector que ejerce un estilo y una cultura muy propia de la Argentina e incluso una independencia política. Como será que hasta en alguna oportunidad desoyó los consejos y votó a favor del gobierno, lo que tal vez no volverá a suceder nunca jamás. En el gobierno, la doctrina colectivista está por encima de las conveniencias.
Otro hecho significativo fue la celebración del centenario de la fundación de la Federación Agraria, a la que se quiere separar de las restantes entidades que representan al campo. De todos modos, la fiesta fue un éxito al que contribuyó la pluralidad de concurrentes que abarcaron un horizonte diverso y movido. Desde Moyano, el “Momo” Venegas, Reutemann, Binner -curiosamente el gobernador Bonfatti no concurrió, pese a que anticipó su concurrencia- radicales de variado pelaje y otras líneas políticas, gremiales, personalidades representativas del campo y de la industria, aunque no lo hicieron aquellos empresarios que, como De Mendiguren, siempre son oficialistas. Se habló de todo pero el tema que primó giró en torno de la grave situación institucional, el futuro de Cristina, la rebelión fiscal de los gobernadores de Córdoba y Corrientes, de otros que se aprestan a sumarse y del papel que podría tener el presidente de la Suprema Corte, Lorenzetti, en un futuro que se muestra brumoso. La niebla contribuyó a ese estado de ánimo y no faltaron los comentarios sobre el Batallón Combatiente -o Vatayón Militante, si se quiere- la formación de elementos de choque con delincuentes o el hecho indignante de los avances de La Cámpora en los jardines de infantes, establecimientos primarios y secundarios de educación. Fueron muchos y variados los comentarios pero sobre todo se destacó una coincidencia: “ellos -el cristinismo- están poniendo toda la carne en el asador…”
tabano@carlosmanuelacuna.com.ar

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lunes, 13 de agosto de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, CRISTINA SE CONVIRTIÓ EN SU PROPIA DESTITUYENTE, CASO ARGENTINA

Pocas veces la vida de los argentinos enfrenta una situación tan inestable y riesgosa como la actual y pocas veces también la opinión pública vislumbra correctamente los alcances que podrá adquirir esta situación. De todos modos, una suerte de reacción comienza a advertirse en distintos sectores con buen acceso a la información pero ese conocimiento aún no plasmó en comportamientos adecuados. De todos modos, podemos destacar que en el país se encuentra en formación un escenario decididamente contestatario con una evolución cada vez más acelerada y destinada a adquirir una fuerza y dinamismo inimaginable.
Desde tiempo atrás advertimos que ingresaríamos en una atmósfera de tensiones, protestas y enfrentamientos derivada especialmente de la evolución económica y su negativo impacto social. Así, ya es una realidad que pone a prueba la paciencia de la población de todos los niveles, como resultado de la reducción progresiva de los subsidios y los impedimentos cambiarios que adquieren matices que podríamos calificar de ridículos si no fuera por la gravedad que entrañan. Desde las quejas más elementales hasta la parálisis progresiva de muchas e importantes actividades, son realidades que pasaron la frontera de lo tolerable, en tanto comienzan a conocerse hechos cargados de alarma. Por ejemplo, los avances de La Cámpora en determinados establecimientos de enseñanza como ocurrió hace muy poco en Tandil a título de prueba, no sería el primero pero sirvió para que se conozcan presiones similares ocurridas en establecimientos del interior, leves al comienzo pero cada vez más profundas.
Esto viene a agregarse al escándalo del llamado Vatayón Militante que ha venido a alterar el orden y seguridad de las cárceles, además de conocerse que responsable es el mismo Director del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel, quien no disimula la política de reclutamiento que efectúa con peligrosos delincuentes “para defender el modelo kirchnerista”. Cómo serán las intimidades de este proceso que reúne a la inseguridad, con relaciones sexuales entre la población carcelaria, preferencias y favores a presos seleccionados, la ruptura del orden interno y la alteración de lo que debe ser una mínima política en la materia, que hasta organizaciones afines al gobierno no ocultaron su alarma, sea para guardar las apariencias o porque realmente aprecian que las cosas avanzan demasiado rápidamente.
A todo esto se confirman nuestros anticipos en el sentido de que la estabilidad mental de la presidente Cristina está tan alterada, que tiene exteriorizaciones tan agudas que el personal que la rodea no se atreve a contradecirla y ya en un nivel de mayor intimidad, sus asesores eluden trasmitirle las verdaderas dificultades por las que transita el país y el impacto negativo que esta realidad produce en la imagen presidencial. Con igual sentido, algunas consultoras que viven del presupuesto oficial, le arriman encuestas con cifras alentadoras, especialmente en lo que hace a su persona, pero la verdad es que otras empresas independientes, como Poliarquía, Giaccobe o Management & Fit, con realismo, informan que la vocación de voto ya bajó al 28 por ciento comparada con otras figuras como Scioli o Macri y que su imagen negativa ronda el 60 por ciento con una tendencia en aumento. Realmente es difícil gobernar con estos números.
Menos todavía, con la tensa situación familiar que aqueja a los Kirchner a raíz de lo comentado y por la insistencia de Cristina en encerrarse, marginarse hasta de la información y en consecuencia dar órdenes contradictorias o atadas a encandilamientos, como sucede con el viceministro de Economía Axel Kicillof que comienza a adquirir un perfil dominante, incluso sobre hombres y mujeres K que ingresaron a la función pública de la mano de Néstor Carlos. Florencia se niega a volver a Buenos Aires y Máximo elude la lucha contra la adicción que quieren, necesariamente, imponerle.
Este combo pesa tanto en el ánimo de Cristina como la falta de inversiones, cuestión que deriva en el crecimiento de la desocupación en lo inmediato, el corto, el mediano y el largo plazo, con una caída de la recaudación fiscal que ya es preocupante para todos. Al respecto, podemos reiterar que entre los gobernadores existe un creciente movimiento de resistencia que está encabezado por el cordobés de la Sota cuya legislatura ya resolvió quedarse con el 15 por ciento de la recaudación que le corresponde y que el Poder Central le niega o retacea. Tanto es así, que al Titular de la AFIP, Echegaray, la semana pasada tuvo severos problemas cardíacos que motivaron su internación en el Sanatorio Austral.
Mire por donde se mire, los problemas crecen día a día. Hace muy poco, anunciamos en esta misma columna que se registrará un aumento de la parálisis industrial, especialmente la automotriz que en Córdoba, precisamente, hizo que Renault ya suspenda sus actividades en tanto otras firmas anticipan vacaciones, recortan las horas extras y reducen su producción, mientras los tamberos presionan ante la industria láctea en reclamo del demorado aumento que les permitirá reducir su trabajo a pérdida o la clausura de sus establecimientos. Para colmo, los favores del oficialismo a Caló en la CGT no pueden deslindarse de que este candidato a la secretaría de una CGT paralela, provenga de los gremios metalúrgicos, todo lo cual forma un verdadero y problemático rompecabezas. Así las cosas, el fantasma de la devaluación avanza a pasos redoblados aunque será, a no dudarlo, el joven Kicillof el encargado de la correspondiente definición.
Ya en un terreno más político, podemos decir tal como lo desarrolla el IP en otra columna, que el gobierno avanzará en la quita de los subsidios a los camioneros e insumos que éstos utilizan, para retacear el poder de Moyano, un tema que no concluirá así como así y que promete nuevas exteriorizaciones aún no totalmente perfiladas. Más definidas están las acciones contra Mauricio Macri a quien se lo llevará los próximos días al juicio oral, lo que automáticamente dejará inhabilitada su candidatura presidencial, una “piedra en el zapato” que la tiene enferma a Cristina que no acepta competitividad alguna, exactamente igual como sucede con Scioli.
Mientras tanto -para salvar las apariencias que salpicaron para siempre a Amado (Boudou) hasta tal punto, que el sonriente vicepresidente quedó descolocado para convertirse en una solución si se diera el caso de un reemplazo en la Casa Rosada que diera garantías a los comprometidos con el régimen- la expropiación de Ciccone profundiza aún más el escándalo. Para concluir por hoy, diremos que todo lo que se dijo de una marcha de la sociedad argentina a convertirse en una mezcla de chavismo con el comunismo que reina desde hace años en Cuba, es fácil relacionar a las actividades de La Cámpora, el Vatayón Militante, Negros de Mierda, Luis D’Elía, la aspirante a la gobernación de Jujuy Milagro Sala y demás organizaciones piqueteras, con una estructura que dirige la Casa de la Amistad Argentino Cubana, Alsina 1744, para llevar adelante Talleres de Formación Política. Como lo informa nuestro colega Augusto Padilla en su columna cibernética, el adoctrinamiento, verdadera avanzada revolucionaria en su nueva etapa, se efectuará en la dirección consignada más arriba o en el segundo piso de la Avenida Corrientes 1543.
Como puede observarse, todos los anticipos que formulamos en la materia antes o más tarde, se concretan amplia y sistemáticamente e incluso superan las expectativas con que en su momento los comentamos. Quienes consideraban al comienzo que se daban interpretaciones exageradas sobre las orientaciones ideológicas y políticas del kirchnerismo, no repararon en que los pasos de la nueva estrategia son diferentes a la estrategia frontal de los años setenta. Despaciosa y pausadamente, todos los días se avanza en el sentido que lo informamos, aunque puede darse el imprevisto o acumulación de imprevistos como casi siempre se produce en el campo político. Así, la sumatoria de todos estos factores económicos, los que hacen a la inseguridad creciente, a la desaparición de la política en el contenido superior del concepto, a la descomposición social, a la rebelión juvenil y a tantos componentes que sería un exceso mencionarlos aquí, converjan en otro componente que apenas si se ha asomado pero que se anuncia con firmeza: la anarquía.
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jueves, 2 de agosto de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, EL PERONISMO SE APARTARÁ DE CRISTINA PARA EVITAR SU DISOLUCIÓN, DESDE ARGENTINA

Hace mucho tiempo y de manera reiterada dijimos en estas columnas que una de las salidas posibles de la crisis en que el kirchnerismo colocó a la Argentina sería a través de un acuerdo entre los principales gobernadores, cualesquiera fuesen sus matices ideológicos, pero siempre dentro de un marco peronista. 
Hoy, habida cuenta de la imposibilidad de que el vacío de poder sea cubierto por un vicepresidente que no existe políticamente y está acusado de corrupción sin que se le mueva un pelo, la tercera figura en la sucesión, Beatriz Rojkés de Alperovich, debería convocar a elecciones en el supuesto de que le alcance la obligación de hacerlo, pero la senadora por Tucumán tampoco está en condiciones de asumir una responsabilidad que le excede. Incluso si cumpliera con la obligación de llamar a elecciones presidenciales, el lapso que se abriría para la lucha política terminaría por acelerar un estado de anarquía que ya comenzó. Dicho esto, nuestros lectores podrán tomarle el pulso a la gravedad de la situación incontrolable en que caería nuestra ex República, un tema al que, con palabras parecidas, nos hemos referido más de una vez sin que se produjera desmentido alguno.
A esta altura de las circunstancias, es innecesario repasar los contenidos de este escenario donde reina la improvisación, la incapacidad, la inconstitucionalidad de las medidas que se adoptan, la inseguridad física y jurídica y un futuro de descomposición social que ahondará el proceso que se agrava por momentos. Sopesados estos componentes de la realidad que nos agobia, se hace necesario regresar al comienzo de este informe para entender aquello que asegura que en política no existe el vacío y que si éste se produjera, surgirían de inmediato las medidas para lograr el equilibrio posible. No más de una decena de hombres se ha dedicado a intentar el camino que, obligadamente, deberá concluir con el alejamiento legal de Cristina W. Fernández, legalidad que prevé la posibilidad de caer en una situación contestataria y violenta, según sean los intentos finales de la todavía Presidente para mantenerse en un poder que se le escapa de las manos.
Lamentablemente, todavía no se llama a las cosas por su nombre y se mantienen las incógnitas que desvelan a las cabezas más serenas del justicialismo y que obviamente no desean que su agrupamiento se descomponga con las mismas honduras que afectan a otros grupos partidarios. Antes de avanzar, repetiremos que “la historia se repite” y que, con algunas variantes -muchas de ellas de importancia-, ocurrirán los hechos en términos parecidos a lo que vivió el país en las décadas de los años sesenta y setenta. En síntesis, que las izquierdas serán enfrentadas por el movimiento obrero con Hugo Moyano a la cabeza, la ortodoxia doctrinaria y una amplitud de criterio que abarcará a otras corrientes, lo que producirá alianzas que todavía ni siquiera se han perfilado. Por caso, el papel protagónico que una vez más le tocará al campo.
El gobierno sospecha los pasos que han comenzado a darse y coincidentemente está decidido, de acuerdo con el ánimo que impulsa el alterado comportamiento de Cristina W. Fernández de Kirchner, a acentuar un proceso de propaganda, convencido de que es la vía apta para revertir la marcha hacia el derrumbe. Así, se multiplican los discursos presidenciales a través de la cadena comunicacional que siempre se reserva para los grandes anuncios y acontecimientos pero que ahora se desgasta hasta llegar al hartazgo de la población. Como si esto no ocurriera a simple vista -y antes de entrar de lleno en la información de los hechos-, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, firmó un convenio con la Agencia Nacional de Noticias Télam S.A., con el objeto de llegar directamente a un público joven de alrededor de tres millones de estudiantes que representan a otros tantos hogares, a quienes se les regalaron computadoras de mala calidad pero que funcionan. Quienes las poseen podrán recibir una carga psicológica, ideológica, doctrinaria y partidaria especialmente elaborada y para tener una idea de lo que comenzará a desarrollarse de un momento a otro, la conducción de esta tarea está organizada por el titular de Télam, Martín García, quien no dudó en comparar a Néstor Kirchner con el Libertador general D. José de San Martín y con nuestro señor Jesucristo, como ha sido público y criticado. De todos modos, huelgan los comentarios, pues no caben las palabras para definir tamaño dislate.
De todos modos, sería interesante -interesante y necesario- que se escuche la voz de la Iglesia, de las Academia de Historia y de otros sectores que, como expresión de la decadencia, todavía no se han pronunciado como es debido. Nos referimos a esto tan directa y sencillamente pues no podemos caer en la sospecha de que rige el miedo que todo lo domina, así que corresponde esperar que se levanten las voces que requiere la recuperación del país.
Como si esto fuera poco -poco e insuficiente para definir un estado de cosas que requiere de un cierto esfuerzo para hacerlo-, debemos reiterar que está oficialmente confirmado que el director del Servicio Penitenciario, Sr. Hortel, conduce un programa de orientación política a reclusos que salen en libertad para aplaudir los discursos presidenciales y hacer número en las concentraciones oficiales que concentran a más “aplaudidores” y concurrentes pagos para hacer número y cobrar por su entusiasmo.
Hace un tiempo dimos a conocer estas insólitas novedades acompañadas por coloridas fotografías que, pese a todo, al comienzo no tuvieron la repercusión que merecían, hasta que fueron ampliadas con más y más noticias que alarman a la población, a las Fuerzas de Seguridad y Policiales y a determinados políticos que presentaron en los ámbitos legislativos los correspondientes pedidos de informes que no fueron respondidos. En otra parte de este trabajo consignamos más elementos de juicio que en un país normal ya habrían producido las consiguientes reacciones, por cierto ausentes en la Argentina de la decadencia.
Vayamos ahora a los gobernadores que esperan el momento justo para pronunciarse, aunque desconocemos todavía cómo serán los pasos que significarán el intento de recuperar al peronismo tradicional, establecer acuerdos y superar el caos en que estamos sumidos. Desde hace varias semanas y en coincidencia con lo que parecen actos de desorden en la conducta de Cristina, se pusieron en marcha conversaciones cuyo contenido ya se había tanteado en distintas reuniones iniciadas a fines del año pasado o comienzos de éste. Apenas avanzados los ataques de la Casa Rosada contra el gobernador de Buenos Aires, ingresó en la atmósfera política un aire conflictivo y tenso que llevó a un intercambio de ideas, sobre todo cuando la imagen de Daniel Scioli subía mientras bajaba la de Cristina Fernández. Fue cuando avanzaron los ataques destituyentes contra el jefe político de la principal provincia Argentina, quien resolvió no modificar en un ápice la táctica de no enfrentar al poder central. Esto exasperó a Cristina, a Carlos Zannini -el secretario que realmente traza los grandes lineamientos del gobierno pese a que la viuda suele actuar a veces sin su consejo- y a la “mesa chica” del kirchnerismo, que enfrentaba problemas colaterales. Por ejemplo, la violencia del comportamiento de Máximo para con su pareja y quien vendría a ser su suegra, lo que hace poco derivó en su internación en una clínica muy importante a donde llegó después del famoso viaje en el Tango 01.
Scioli, también atado a las encuestas, pudo apreciar que la persecución a la que era sometido le daba ventajas sobre Cristina, circunstancia que lo llevó a intercambiar ideas y los primeros acuerdos -en realidad fueron difíciles y con altibajos- con Mauricio Macri. Así, los dos distritos electorales más importantes iniciaban un acuerdo potencial que, con la reserva del caso, prometía y promete modificar el horizonte político del país. Simultáneamente y ya en época más cercana, se sumó a estas inquietudes el gobernador de Córdoba, el “Gallego” de la Sota, quien avanzó varios pasos en su firme desacuerdo con el poder central, que no le giraba (igual que a Scioli) los fondos de la coparticipación que le corresponden. El centralismo fiscal siempre ha sido motivo de grandes cambios políticos, revoluciones y enfrentamientos.
En el ínterin, la imagen de Cristina y los problemas del país se complicaban más y más, lo que amplió el círculo de preocupados interlocutores con la presencia del gobernador socialista y principales dirigentes justicialistas de Santa Fe. El socialista Binner y su actual reemplazante no fueron ajenos a estos contactos, que produjeron consultas adicionales con la Corte Suprema de Justicia, donde comenzó a analizarse el comportamiento contra determinados jueces que resultaron antipáticos al más cerrado poder del kirchnerismo. Como lo veremos en su momento, esto último amenaza con convertirse en un escándalo internacional pero facilitó los análisis realizados con la máxima autoridad judicial del país y así el Dr. Lorenzetti recibió varias consultas que fueron simultáneas con su opinión contraria a la reforma constitucional pensada para facilitar la reelección para un nuevo período de Cristina Fernández. Sus palabras fueron publicadas y despertaron una tormenta silenciosa pero intensa.
En vez de buscar acuerdos y desplegar una flexibilidad política, el gobierno endureció su posición en todos los sentidos, aumentó el malestar entre quienes eran enfrentados, “ninguneados” o dejados a un lado en el ejercicio de sus funciones, hasta que llegó la desprolija incautación de YPF y el surgimiento al estrellato del joven viceministro de Economía Axel Kicillof, quien rápidamente supo granjearse enemistades y diferencias ideológicas entre las que se destacaron su simultánea admiración por Keynes y Carlos Marx. Al mismo tiempo y pese al ensalzamiento de la figura de Néstor Kirchner -ÉL, en la jerga presidencial- mencionado como el verdadero gestor de la independencia Argentina, se debilitó progresivamente a varias figuras representativas del kirchnerismo de los primeros tiempos y entre ellas, la del mismo ministro de Planificación De Vido, pese a ser el dueño de los mayores secretos de este insólito gobierno. La decepción crecía y aumenta en las propias filas.
El panorama comenzó a acentuar la incertidumbre dentro del mismo oficialismo, donde algunos ministros no ocultaron ni ocultan su preocupación por las actitudes contradictorias de Cristina, sus salidas extemporáneas, las curiosas frases que llenan sus discursos, lo vacuo de sus afirmaciones o negativas y la obviedad del montaje de los aplausos, interjecciones y salidas que caracterizan a sus discursos que nada serio aportan. Esto último es más que un simple detalle, habida cuenta de la gravedad de la situación mundial y el desorden interno que vive la Argentina. Mucho más podría agregarse sin olvidarnos de los papelones de Timerman, la carencia de entidad de funcionarios, secretarios y ministros, la ya mencionada renuncia en masa de los embajadores de carrera, la indefensión del país, el retiro de la Gendarmería de las fronteras y el crecimiento del narcotráfico y otros asuntos que llenarían páginas enteras, como ser la expresa molestia de los gobernadores de las provincias petroleras, marginados de las decisiones sobre YPF y su futuro. Podríamos agregar los pequeños y grandes negocios de los jóvenes de La Cámpora, que ingresan a la administración y desplazan a viejos y probos funcionarios o el crecimiento desordenado del gasto público, que inexorablemente concluirá con la suspensión de los subsidios a quienes, acostumbrados, los reciben como un derecho que reemplaza a la obligación moral del trabajo.
tabano@carlosmanuelacuna.com.ar

lunes, 30 de julio de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, “PRIMERO LA GENTE”, DESDE ARGENTINA

La decadencia argentina puede medirse desde distintos ángulos, con parámetros diversos y con idéntica incertidumbre. Como siempre, lo más visible, perceptible y mensurable pasa por la economía y al respecto nos remitimos a los comentarios externos que ya hablan de un descontrol que, dicho sea de paso, a los argentinos no nos asombra. 
Al promediar el verano algunos comentarios audaces ubicaban el atraso cambiario en una posición de ascenso brusco en busca de su verdadero nivel y no faltaron los audaces que aventuraban lo que parecía imposible: un dólar arañando los diez pesos. Ahora quienes se ocupan brevemente de la mala suerte de nuestro país ya escriben esta perspectiva tal como lo consignamos en otra parte de este número del IP. Ya ni siquiera es un síntoma y mezclan la escalada del deterioro por razones propias con la alarmante situación externa que ya afecta al Brasil, mercado importante para nuestra economía y país donde acaban de cerrar sus puertas nada menos que ocho subsidiarias de la General Motors. Por cierto, nuestros responsables del área local nada dicen y parecen ignorar una realidad que los mantiene acorralados sin saber qué rumbo tomar. Cristina, con signos evidentes de alteración en su ánimo combativo, sólo tiene en la mira a sus potenciales competidores. Hace unas horas dejó sin energía y convirtió en enormes “bocas de lobo” a importantes zonas de la Capital Federal, en tanto con la quita de subsidios -tema que anticipamos esta semana- hace imposibles los aumentos prometidos por el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, tan complicado es el escenario, que las encuestas que la desvelan demuestran que la situación acentúa su propia caída, a la inversa de lo que sucede con Daniel Scioli.
De allí el título que elegimos para hoy, que viene a coincidir con una organización política que en Córdoba organiza Sebastián García Díaz. Ayer logró sumar alrededor de 10 mil manifestantes frente a la Legislatura para expresarse contra el intento reeleccionista mediante una reforma constitucional como lo desea Cristina W. Fernández. Exasperada, la Presidente se siente -y está- acorralada y mantiene su actitud combativa gracias a los impulsos de los pocos asesores con los que habla. Poco a poco, los más sensatos piensan en abandonar el barco y así, después del ingreso de los jóvenes de La Cámpora al Banco de la Nación -donde ocupan un sillón en el directorio- su presidente anunció a la Casa Rosada que se aprestaba a renunciar. Como no obtuvo respuesta alguna, lo hizo mediante una carta que, ignorada, fue girada al despacho del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El diálogo telefónico fue patético. “Me voy del Banco pues no puedo avalar los millones de pesos que ordena La Cámpora en créditos que jamás serán levantados. Ya llegan a dos mil millones… No quiero ir preso…” La respuesta de Moreno fue precisa y tajante: “Vos no te vas… Sólo muerto. Irás preso, sí, pero por los créditos anteriores que firmaste…” Fábrega sigue todavía en su puesto.
El tema es significativo porque se repite en otras áreas y el primero en recibir este trato fue el mismísimo De Vido, el hombre de mayor confianza del matrimonio Kirchner y dueño de los secretos más pesados que existen en el poder. Son los que se comentan en los salones reservados del subsuelo de un sofisticado restaurante de la calle Moreno, cerca del bajo. El kirchnerismo no cuida a su gente. Cuando Scioli previó un impuesto al juego para atender su hueco financiero, Cristina amenazó con su estatización y Cristóbal López, el rey de los casinos, se sintió abandonado y puso el grito en el cielo. Por el momento existe un impasse determinado por los intereses creados.
El submundo del oficialismo gobernante pasa por estas cosas, por la droga, el lavado y las operaciones oscuras. Hasta hoy no existen los límites. La corrupción se derrama e impone las únicas reglas que se respetan. La descomposición avanza pero la gente comienza a pensar por sí misma. Lo ocurrido ayer en Córdoba era impensable meses atrás e inició un proceso contagioso, imparable, que se hace cada vez más evidente para la intuición femenina de la que hace gala la ocupante de Olivos.

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domingo, 22 de julio de 2012

CARLOS MANUEL ACUÑA, COLAPSO BOLIVARIANO, TABANO ASESORES, DESDE ARGENTINA

Quienes crean que la expulsión constitucional del ex presidente del Paraguay, Fernando Lugo, es ajena a otros acontecimientos que ocurren y ocurrirán en la región, se equivocan totalmente. Más de una vez señalamos que el proceso que busca la izquierdización de nuestros países obedece a un proyecto cuyos distintos pasos están interrelacionados y forman parte de las decisiones de izquierda adoptadas desde años atrás por el llamado Foro de San Pablo que ya logró asentarse a través de distintos gobiernos. El más destacado por la importancia económica y el desarrollo que había alcanzado su país, era Venezuela convertida por Hugo Chávez Frías en un centro propulsor que ahora entró en crisis con motivo de la irreversible enfermedad que carcome al teniente coronel devenido en dictador. La proximidad de este descenlace aceleró a su vez el dinamismo de una situación cuyos otros exponentes iban dede el derrocado Zelaya en Honduras hasta Fernando Lugo en Paraguay, un extraño obispo católico que decidió abandonar los hábitos para dedicarse a la política y las mujeres.
Como aprendieron a hacerlo después de las derrotas militares ocurridas en intentos anteriores - especialmente en el Brasil, Chile, el Uruguay y nuestra ex República - la estrategia adoptada, salvo en Colombia, fue más prudente, menos agresiva y adoptó las formas democráticas para alcanzar el poder. Ya en esta segunda etapa, excepto Chile donde se afirmó una política de definidos perfiles capitalistas y entre los más importantes, el Perú donde se impuso la moderación, en las restantes repúblicas se desplegó una suerte de anclaje con el pasado al que se reivindicó o reivindica para orientarse doctrinariamente. Aunque más reducido, las FARC colombianas mantienen su protagonismo alimentador de violencia. Sin embargo, la situación creada por los bolivarianos no resultó fácil por los sucesivos y constantes fracasos económicos simultáneos o paralelos a una definida orientación autoritaria,  generó resistencias internas de dificil pronóstico. El primer gobierno en ser removido mediante recursos constitucionales que legalizaron la sucesión, fue el de Honduras donde la Justicia sacó del poder a Zelaya para reemplazarlo por Porfirio Lobos. Fue el primer cimbronazo. Ahora, el Congreso del Paraguay colocó en el poder al vicepresidente, generándose críticas y resistencias de los los gobiernos más orientados hacia la izquierda y adheridos con mayor o menor intensidad al Socialismo del Siglo XXI inventado por Chávez.  Ahora éste sobrevive en medio de una enorme fragilidad económica y de constantes viajes entre Caracas y La Habana para intentar lo imposible: revertir su cruel enfermedad.
Ante la certeza de que las próximas elecciones venezolanas le darían el triunfo al candidato opositor, los esfuerzos por encontrar un referente latinoamericano de envergadura desesperó a la izquierda internacionalista. Desechado Evo Morales por sus limitaciones de distinta índole y las tensiones que soporta su gobierno - anoche se incendiaron dependencias públicas vecinas del Palacio Presidencial - Fernando Lugo podía ser una alternativa más folclórica que otra cosa pero alternativa al fin, habida cuenta que el ecuatorino Rafael Correa carece del necesario relieve, pese a que es un importante productor de petróleo que es vendido en su totalidad a China Continental. Mientras escribíamos éstas líneas, la situación sobre el territorio de la vecina Bolivia avanzaba una rebelión policial y enfrentamientos entre las distintas etnias que el mestizo Morales se empeña en agrupar para una acción común en que adoptó la nominación de indigenismo. Quedaba, entonces, la Argentina con Cristina W. Fernández, pero su estabilidad está seriamente cuestionada por obvias razones sobre las que volveremos enseguida. En consecuencia, Fernando Lugo era un candidato aceptable, refugiado casi en el extremo del Cono Sur incorporaba, además, un cuestionado factor religioso, tema de especial interés para quienes propician el nuevo bautismo simulador elegido por las izquierdas: somos progresistas.
Llegó entonces el momento de las contradicciones. Elementos brasileños pertenecientes al extremista Movimiento de los Sin Tierra que opera en el Brasil, ocupó tierras fronterizas de propiedad paraguaya, lo que determinó el 15 de este mes la intervención policial con trágicos resultados de varios muertos. La izquierda puso el grito en el cielo, Lugo fue acusado seriamente y se le pidieron explicaciones. Complicadas las cosas, derivaron en el pedido de juicio político que se convirtió en el mecanismo que dispone la Constitución para removerlo del Palacio López. Concretada hace unas horas, el caso se extendió con un contenido de protesta política a los organismos internacionales Una Sur y MercoSur. En la práctica, las resistencias que se esperaba que se produjeran, comenzaron a demorarse esta madrugada, a la inversa de lo que hizo una demacrada viuda de Kirhner, quien anticipó que la Argentina no reconocería al gobierno de Luis Federico Franco Gomez que tiene por delante nueve meses para concluir el plazo constitucional hasta las próximas elecciones que podrían anticiparse.
Queda esperar la evolución de los acontecimientos. El periodismo en general se mostró crítico de lo ocurrido. En la OEA las izquierdas hacen lo posible por debilitar los mecanismos de defensa de los "derechos humanos" y surge la evidencia de que nos encontramos frente a cambios que sería un arror anticipar, aunque no es arriesgado hablar como lo hacemos con el título utilizado en este comentario.
Esto le da al precipitado juicio manifestado por Cristina W. Fernández un perfil arriesgado. Su negativa a reconocer al nuevo gobierno de un país que posee importancia estratégica, particularmente para el Brasil y la Argentina, aparece cargado de irreflexión y desconocimiento de todo lo que significa. Concurrentemente, a nadie se le escapa las simpatías kirchneristas por Hugo Chávez con quien tan excelentes negocios personales mantienen hombres de su gobierno. En su discurso de despedida, Lugo hizo una forzada mención al narcotráfico, tema en el que nuestro país ofrece un progresivo descontrol que, quiérase o no, enlaza el problema con la liberación al consumo que propicia otro presidente que tiene su importancia para el Foro de San Pablo: el uruguayo Mujica.
Todos estos componentes integran un escenario que nada tiene de novedoso pero sí de agravamiento. Cristina aparece alterada en los registros fotográficos y televisivos. No es para menos pese a que aún no habría medido en toda su dimensión la trascendencia que tendrá la concentración multisectorial que el próximo miércoles se realizará en la Plaza de Mayo. Hugo Moyano, convertido ahora en el máximo enemigo elegido, ha demostrado una capacidad estratégica virtualmente inédita en la historia política del país durante los últimos decenios. Hasta anoche no sólo sumó más de un medio centenar de gremios a la convocatoria, sino que también a diversos sectores empresarios y sociales - incluída la izquierda sindical - que resolvieron acompañar el reclamo por una corrección fiscal que convierte en un espejismo la realidad de los salarios y de toda otra clase de ingresos productivos. Entre tanto, en el Chubut, los desmanes cometidos por un grupo de la UOCRA desprendido de todo control orgánico, ha producido la destrucción de bienes destinados a la producción del 15 por ciento del petróleo crudo que produce el país. Así, amplios sectores del territorio podrán sufrir el faltante de combustibles, un hecho de inusitada incidencia ante la crudeza del invierno que se ha comenzado a vivir. 
tabano@carlosmanuelacuna.com.ar

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