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domingo, 2 de marzo de 2008

*EDUARDO MACKENZIE ESCRIBIO: "REHENES DE DE COLOMBIA: HUGO CHAVEZ TIENE LA CLAVE DE SU LIBERACION"


Un journalisme d’investigation


*Eduardo Mackenzie *. Voici son article en espagnol: “OTAGES DE COLOMBIE: HUGO CHAVEZ DETIENT LA CLEF DE LEUR LIBERATION”
REHENES DE COLOMBIA: HUGO CHAVEZ TIENE LA CLAVE DE SU LIBERACIÓN”

¿A QUIEN PRETENDE ENGAÑAR CON ESO EL PRESIDENTE HUGO CHÁVEZ?
Paris, 29 de Febrero de 2008

Las Farc le han cerrado las puertas de la liberación de los rehenes a todos, menos al presidente Hugo Chávez (foto). A la Iglesia católica, a España, a los Estados Unidos, a la Unión Europea, al presidente Alvaro Uribe. Todos ellos están vetados por las Farc. Sobre todo Uribe, su peor enemigo, quien las ha vencido en el terreno militar y político. Las doce o más propuestas de negociación que el jefe de Estado colombiano ha lanzado, incluso aquellas respaldadas por la Unión Europea, son sistemáticamente rechazadas por las Farc.

¿En esas condiciones es razonable hacerle crear a la opinión pública que todo depende de la buena voluntad de Alvaro Uribe? ¿A quien pretende engañar con eso el presidente Hugo Chávez? Decir que Uribe tiene la clave de la liberación de Ingrid Betancourt y de los otros rehenes es colaborar con la barbarie de las Farc. Lo que buscan las Farc es mostrar a Uribe como un hombre recalcitrante. A ellas no les interesa negociar nada con Uribe, ni con nadie. Las Farc sólo buscan que Uribe dé la orden de paralizar el Ejército y la Policía, los jueces y la Defensoría del Pueblo, en una zona que es vital para los planes de las Farc respecto de la ciudad de Cali, la tercera en importancia del país. Pedir a Alvaro Uribe que ceda esas posiciones ante la organización narco-terrorista es hundir aún más a los rehenes en la incertidumbre, es aplazar la solución de ese drama.

Este 27 de febrero, una vez liberado, Luis Eladio Pérez declaró que Ingrid Betancourt “está muy maltratada” por las Farc, que esa guerrilla “se ha ensañado” contra ella. El ex congresista[1] agregó que Ingrid vive en “condiciones infrahumanas, rodeada de personajes que no le han hecho para nada la vida agradable”. La otra rehén liberada ese día, la ex parlamentaria Gloria Polanco[2], precisó que Ingrid “ha quedado en la selva muy enferma” y que podría estar viviendo “sus últimos días”.

Esas terribles revelaciones desataron una ola de indignación en Colombia y en Francia. El caso de los rehenes, en particular la situación dramática que viven Ingrid Betancourt y el coronel Mendieta, muy enfermo él también, cuya carta estremeció de horror a la opinión pública en enero pasado, constituye una prueba más de la barbarie comunista. Pues las Farc no son sólo gangsteres. Las Farc son narcotraficantes por accidente, o por necesidad, y secuestradores leninistas por convicción. Sin embargo, muy pocas personas quieren ven en Francia que el drama de Ingrid Betancourt, y de los demás rehenes en Colombia, es uno de los espectáculos más infames que puede ofrecer el comunismo en el siglo XXI.

Insensibles al clamor de los doce millones de colombianos que salieron a las calles el 4 de febrero de 2008 para repudiar a las Farc y exigir la liberación de todos los secuestrados, los jefes de esa organización criminal reiteraron, el 27 de febrero pasado, que “no habrá más liberaciones unilaterales” hasta que el gobierno del presidente Uribe no “desmilitarice” Pradera y Florida, dos pueblos del suroeste de Colombia, con 110 000 habitantes, a sólo 30 kilometros de Cali.

Uribe respondió que está dispuesto a soltar prisioneros de las Farc si ello sirve a la liberación de los rehenes, pero que no desmilitarizará un sólo metro cuadrado del territorio colombiano ni abandonará la población colombiana a la violencia de las Farc.

Incluso si Uribe dijera sí a esa desmilitarización, el impacto positivo sobre los rehenes tomará mucho tiempo. Pues una “negociación”, como las que suele practicar ese movimiento, tomará meses y hasta años. Fue eso lo que hicieron las Farc durante la presidencia de Andrés Pastrana[3].



En esas condiciones, sólo el presidente Hugo Chávez está en posibilidad de obrar rápidamente. Hugo Chávez tiene en sus manos la solución del caso Ingrid Batancourt y de los otros rehenes. El no puede escapar ahora a esa realidad, a esa responsabilidad. Las Farc han sido vencidas en Colombia. Ellas se han arrimado a Venezuela para evitar el colapso militar definitivo. La supervivencia de las Farc depende de la voluntad de Hugo Chávez. Varios de los jefes más altos de las Farc están escondidos en Venezuela. Las Farc dependen de ese régimen para recibir desde armas y municiones hasta raciones alimenticias y medicamentos.
El presidente Chávez puede obligar a esa gente a liberar todos los rehenes, y rápidamente. Hugo Chávez no puede esconderse detrás de la superchería inventada por él en el sentido de que “todo el mundo está de acuerdo salvo Uribe”[4]. ¿Que los gobiernos de Brasil, Ecuador y Argentina están a favor de entregarle 110 000 colombianos a las Farc bajo el pretexto de unas hipotéticas “negociaciones”? Permíanme dudar. De esos tres gobiernos el único que podria convalidar semejante crimen es el del Ecuador. Rafael Correa, quien también le ha dado santuarios a las Farc, no suele disgustar al dictador venezolano, su patrón.

Gloria Polanco abogó ante Hugo Chávez por la liberación de los policías y soldados rehenes, y por la de los tres estadounidenses cautivos de las Farc. Esa insistencia de Polanco es oportuna, pues las Farc acaban de lanzar una nueva doctrina: negociar únicamente la suerte de los “rehenes civiles”, lo que dejaría por fuera de todo arreglo a los policías y soldados y a los tres nortemericanos. Las Farc quieren hacer de ellos los escudos humanos más expuestos. Eso es ilegal e inadmisible.

El presidente Nicolas Sarkozy exigió a las Farc, desde Sudáfrica, la liberación inmediata de Ingrid Betancourt y dijo estar dispuesto a ir a buscarla a Venezuela, si las Farc se lo exigen. Hace unos meses, las Farc traicionaron al presidente Sarkozy. El había logrado que el presidente Uribe sacara de la cárcel a Rodrigo Granda, un jefe de las Farc. Ese gesto no fue seguido de resultados por parte de las Farc. Sarkozy les había pedido la liberación de Ingrid Betancourt y ellos liberaron, para mejorar la decaída imagen de Hugo Chávez, a Clara Rojas y a Consuelo González. Y pusieron en marcha un dispositivo para entregar por cuenta gotas a ciertos rehenes, haciendo ver que Ingrid sería la última en ser liberada.

Sarkozy no debería equivocarse una segunda vez. La presión de París debería ser puesta sobre el presidente venezolano, quien controla todos los hilos de las Farc. Chávez está, a su vez, atrapado por esa organización, por el cinismo y por la barbarie de esa banda que él acogió y protege.

Chávez puede exigirle al jefe de las Farc, Manuel Marulanda, no el traslado de Ingrid Betancourt a su lado, para que no siga siendo maltratada, pues con el jefe brutal que es Marulanda, ella podría quedar en condiciones peores. Chávez tiene la obligación no sólo de pedirle a Marulanda decisiones ridículas como ese traslado. El puede exigir a Marulanda que libere los 39 o 40 rehenes “políticos”, y sin perder tiempo. La familia Betancourt debería estar interesada en adoptar una estrategia basada en la omnipotencia de Hugo Chávez. Las horas y dias que siguen serán decisivos para la supervivencia de Ingrid Betancourt.

Las Farc creían que tenían todo el tiempo del mundo para crear sus “escenarios”, sus miserables plataformas autojustificadoras. Pero el tiempo se les ha acabado. Sus rehenes están enfermos, agotados, algunos están a punto de morir. Si ello ocurre, la condena será total y universal. Y podría tener consecuencias para el mismo régimen chavista, quien tendrá que responder por esas muertes si no hace ya, ahora mismo, lo que está en sus manos hacer para poner a salvo esas vidas. En Francia, algunos responsables políticos comienzan a criticar la “indulgencia culpable” que se tiene aquí hacia las Farc, como lo hizo, el 28 de febrero, François Bayrou, jefe del Movimiento Democrático (Modem). Las Farc, sin embargo, siguen burlándose de todos. Menos de Hugo Chávez. Ellas no están en capacidad de negarle nada a ese personaje.

* Eduardo Mackenzie es periodista y escritor. Ultima obra publicada: “Las Farc, fracaso de un terrorismo” (Ediciones Random House Mondadori, Bogotá, 2007)
OTAGES DE COLOMBIE: HUGO CHAVEZ DETIENT LA CLEF DE LEUR LIBERATION 10 22008vEurope/Berlin02bFri, 29 Feb 2008 19:45:21 +0100Europe/Berlin, 2007
Posté par jacquesthomet dans : espagne, PARIS, FRANCE, usa, SARKOZY, FARC, vatican, onu, suisse, ue, Acutalité, PRESIDENCE DE COLOMBIE, COLOMBIE: DERNIERES NOUVELLES, VENEZUELA: DERNIERES NOUVELLES, INGRID BETANCOURT, CICR COLOMBIE, otages, clara rojas, HUGO CHAVEZ, PIEDAD CORDOBA, EGLISE COLOMBIENNE , trackback
C'est l'opinion de l'écrivain et journaliste

*DIARIO LAS AMÉRICAS: “REHENES DE LAS FARC ENLOQUECEN EN CAUTIVERIO”


DIARIO LAS AMÉRICAS: “REHENES DE LAS FARC ENLOQUECEN EN CAUTIVERIO”
Publicado el 02-29-2008
MIENTRAS POR TODO EL MUNDO CRECE EL CLAMOR POR LA LIBERTAD DE INGRID BETANCOURT
Servicios informativos DIARIO LAS AMERICAS
Mientras por todo el mundo crece el clamor por la libertad de Ingrid Betancourt, se ha sabido que varios militares y policías rehenes de las FARC están cayendo en la demencia por las condiciones inhumanas de su largo cautiverio, según aseguró este viernes el ex congresista colombiano Orlando Beltrán, liberado por esa guerrilla junto con otras tres personas.
“Allá vi muchos casos de absoluta demencia, hay suboficiales que ya están prácticamente locos, no han podido soportar ni superar lo terrible que es estar en medio de un secuestro”, declaró Beltrán a radio Caracol desde Caracas, adonde fue llevado tras su liberación el miércoles.
El político, que había sido secuestrado hace seis años, agregó que los rehenes enfrentan enfermedades devastadoras como paludismo y leishmaniasis, y permanecen atados día y noche.
“El paludismo genera fiebres altísimas y escalofríos que hacen delirar, y con la leishmaniasis el tejido se va muriendo, se va cayendo, usted ve que le salen llagas enormes”, contó Beltrán.
“Y agregado a eso estar amarrado a un árbol, y en la noche a la cama, y fuera de eso con pésimas noticias, es una situación terrible, es para volverse loco”, sostuvo.
Se estima que de los cerca de 39 secuestrados que las FARC proponen canjear por 500 de sus prisioneros, 14 son militares y 18 policías, algunos con hasta diez años de cautiverio en la selva.
El ex legislador manifestó que “el único momento agradable” que vivió en los últimos seis años fue cuando los helicópteros enviados por el gobierno venezolano los recogieron a él y a los ex congresistas Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco y Jorge Géchem.
“De resto, desde el momento en que lo cogen a uno es un eterno sufrimiento”, subrayó.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) también retienen a unos siete civiles, entre ellos la política colombo-francesa Ingrid Betancourt y tres estadounidenses.
Los rehenes liberados clamaron al gobierno de Colombia y a la guerrilla que lleven a cabo un canje humanitario de unos cuarenta secuestrados por medio millar de insurgentes presos, y alertaron por el grave estado de salud de la dirigente política Ingrid Betancourt.
En sus testimonios Eladio Pérez, Gloria Polanco, Orlando Beltrán y Eduardo Gechem denunciaron la crueldad del uso del secuestro de inocentes utilizado como arma política.
Pérez calificó a las FARC de “grupo político militar que utiliza prácticas terroristas”, y retó al presidente de Colombia. Álvaro Uribe, a demostrar el éxito de su denominada “política de seguridad democrática” despejando dos municipios en la selva y que “luego de 45 días las Fuerzas Armadas recuperen ese territorio”.
“Estoy pidiendo el acuerdo humanitario, porque el valor se le tiene que dar a la vida, no a un pedazo de tierra”, dijo a su turno Gloria Polanco.
La ex parlamentaria, de 49 años, sostuvo que Uribe debe “entender que si no se despeja los municipios Pradera y Florida (suroeste), que es lo que pide las FARC, nuestros compañeros pueden morir en cautiverio”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reiteró este viernes su oferta de dar atención médica a quienes permanecen secuestrados.
El gobierno colombiano afirma que, además de 39 rehenes políticos que permanecen en la selva, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas) tienen más de 700 personas cautivas para extorsión económica.
“Estamos muy preocupados por las informaciones sobre la salud de Ingrid Betancourt”, la ex candidata presidencial franco-colombiana, dijo el jefe de la delegación del CICR en Venezuela, Guy Mellet.
“No hablamos solamente de ella, pero estamos haciendo este llamado urgente a las FARC porque parece que su estado de salud es muy delicado”, dijo a la AFP Bárbara Hintermann, jefe de la delegación en Colombia del CICR.
Sin embargo, aclaró que “como CICR no tenemos información directa de que Ingrid esté enferma, ni eso se desprende de nuestros contactos con las FARC, es una versión de las cuatro personas liberadas”.
El ministro del Interior de Colombia, Carlos Holguín, rechazó el jueves la exigencia de las FARC para que sean desmilitarizados dos municipios del suroeste colombiano para negociar el canje.
Sin embargo hizo una contrapropuesta: “Zona de despeje no es posible, zona de encuentro donde quieran, en una zona despoblada y sin presencia militar ni de ellos (las FARC) ni del Ejército”.
Pérez dijo que la postura de Betancourt, de 46 años, es que “el intercambio tiene que realizarse entre prisioneros de guerra, aplicando la Convención de Ginebra y primordialmente que el presidente Uribe otorgue el reconocimiento de estatus político a las FARC”.
Pérez denunció que en sus más de seis años de cautiverio “sufrimos toda clase de atropellos, fuimos maltratados en nombre de una ficticia revolución (...) encadenados a árboles días y noches”.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, propuso la noche del jueves conformar un grupo de países amigos latinoamericanos y europeos que reciba a emisarios de Colombia y las FARC, para mediar entre las partes.
Ese grupo de países pudiera recibir a un emisario del jefe máximo de las FARC, Manuel Marulanda, ‘Tirofijo’, junto con uno de Colombia “para comenzar a discutir una liberación de todos los secuestrados”, planteó el mandatario.
El mandatario aseguró que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, “está de acuerdo” y que cuenta con el respaldo de Brasil, Argentina, Francia, Ecuador, Bolivia, Cuba y Suiza, pero que Bogotá lo rechaza.
Uribe respondió este viernes: “El gobierno no tiene opinión sobre eso (la propuesta Chávez), pero nosotros seguimos buscando por todos los medios la liberación de nuestros compatriotas secuestrados”.
A base de administrar cuidadosamente las liberaciones de las personas que mantiene secuestradas, la narcoguerrilla colombiana cree que puede hacer olvidar que se trata de un grupo terrorista y que son ellos los que mantienen injustamente prisioneros a personas inocentes cuya vida utilizan a su antojo. Es natural que los rehenes liberados se comporten con cierta gratitud hacia los que finalmente les han liberado de las cadenas, pero eso se llama «síndrome de Estocolmo» y es bien conocido en casos similares. Lo que no es tan comprensible es que se acepte como algo natural que el peso de la responsabilidad de que no haya más liberaciones caiga sobre el presidente colombiano, Álvaro Uribe, que ayer volvió a pedir a los guerrilleros la liberación de todos los secuestrados.
Son las FARC y no Uribe quien está jugando arbitrariamente con la vida de Ingrid Betancourt, cuyo destino se decide según los cálculos de conveniencia política tanto de los terroristas como del presidente Venezolano, Hugo Chávez, que no oculta su voluntad de convertirse en abogado de la guerilla. Por su parte, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, debería encontrar otros caminos más serios si quiere colaborar en la liberación de Betancourt, en lugar de sumarse a esta feria de expediciones a la selva en la que sólo juegan los que aceptan las reglas impuestas por los terroristas.

domingo, 30 de diciembre de 2007

*EDITORIAL DE ABC ESPAÑA: "CHAVEZ, AHORA MERCADER DE REHENES"


EDITORIAL, ABC España
Chávez, ahora mercader de rehenes
NADA convenía más al caudillo venezolano Hugo Chávez que encontrar un hecho para explotar como filón propagandístico de forma que pudiera eclipsar el estruendoso fracaso de sus intentos por imponer una dictadura socialista perpetua a los venezolanos.

Después de haber perdido un referéndum plebiscitario, necesitaba distraer la atención hacia un asunto con el que poder recuperar la iniciativa, borrar la estampa de un golpista derrotado por un movimiento estudiantil y volver a ser el líder continental que quiere recuperar el apoyo de sus decepcionados seguidores.

Y puesto que después de la histórica frase de Don Juan Carlos, en la Cumbre Iberoamericana de Chile los insultos atrabiliarios contra los gobiernos que no se acomodan a sus excentricidades ya no le son rentables, Chávez ha encontrado el perfecto parapeto en una operación pretendidamente humanitaria para aprovecharse de la puesta en libertad de tres rehenes que estaban en manos de la narcoguerrilla colombiana.

Pero en realidad, lo que han planeado Chávez y el jefe guerrillero «Tirofijo», según parece con la asesoría de la dictadura cubana, tiene poco de humanitario. Se trata de una obscena operación de propaganda en la que los criminales que mantienen secuestrados a ciudadanos inocentes durante largos años han pactado la escenificación de un acto que sería de clemencia si hubiera algo de justicia en su origen.

Chávez ha logrado aparecer como un «facilitador» de la liberación de los rehenes, a cambio de ofrecer una justificación política internacional a sus carceleros. Y a aquel que no hace más que defender la ley y el Estado de Derecho luchando contra una banda de salteadores de caminos y de traficantes de drogas, el presidente Álvaro Uribe, lo hacen aparecer como el malvado al que atribuyen prácticamente la causa por la que esos rehenes no pueden ser liberados.

Los rehenes -y qué otra cosa podrían hacer- aparecerán agradeciendo sus esfuerzos a Hugo Chávez, que podrá presentarse así como el gran benefactor, el supuesto héroe de la paz que devuelve los cautivos a su familia. Es sencillamente el mundo al revés.

Hace mucho tiempo que Chávez está buscando involucrar a Colombia en sus delirios hegemónicos, porque es la clave que le ha impedido controlar el Pacto Andino y que le estorba en las alucinaciones en las que él mismo se ve como la reencarnación de Simón Bolívar.

De hecho, tratándose de Chávez no se puede descartar ni siquiera que pudiera intentar una operación con implicaciones militares que en sus ensueños terminaría con la victoria de la narcoguerrilla. El venezolano no ha ocultado que sus simpatías están más cerca de «Tirofijo» que del presidente Uribe y, si esta operación le sale bien, seguramente ya ha calculado que puede cambiar la correlación de fuerzas en la propia Colombia.

Miles de familiares de secuestrados (la guerrilla tiene más de tres mil cautivos en su poder) pueden alzarse pidiendo la intervención de Chávez en la liberación de los suyos y es evidente que los narcoguerrilleros apoyarán cualquier objetivo que pueda debilitar el sistema institucional de Colombia.

El presidente colombiano tiene pocas opciones para oponerse a esta ofensiva. Ha detectado intentos de Chávez de infiltrar su doctrina «bolivariana» entre los generales colombianos y es el primero en darse cuenta de que si permitiese que Chávez campe a sus anchas en Colombia y mantenga una relación abierta con la guerrilla (el apoyo clandestino de Venezuela a los grupos insurgentes es algo que nadie pone en duda), se complicaría enormemente la situación en Colombia.

La utilización de los sentimientos humanitarios para objetivos desestabilizadores es sencillamente un acto rastrero e intolerable.

Es humano que los cautivos se vean sometidos al «síndrome de Estocolmo». Lo que no es de recibo es que esos sentimientos sean instrumentalizados con unos fines políticos infames.

http://www.abc.es/20071229/opinion-editorial/chavez-ahora-mercader-rehenes_200712290255.html