Parafraseando nuestra realidad asociativa con nuestro nuevos dueños el
Imperio Chino, la verdad es que nunca
antes nos habíamos sentido los Venezolanos en este estado de indefensión ante
unas realidades que nos han ido deteriorando la vida.
Estas nos obligan a transitar un laberinto de
circunstancias que en definitiva han dado como
resultado un diferente ciudadano cuyas motivaciones, actitudes y
adaptación de vida nos coloca en la
categoría de la especie humana que ha aprendido a vivir de una forma que en definitiva va canibalizando
nuestra existencia en el País. Cuando me
refiero a que somos unos nuevos ciudadanos SIN SIN, es porque sencillamente nos
hemos ido amoldando a una vida plena de
carestía.
Importantísimo, no solo a la carestía material
de las cosas sino a la misma carestía espiritual de un nuevo ser que el valor
humano sencillamente ya no tiene valor.
Los Venezolanos nos estamos acostumbrando al peor de los males de una
sociedad, que los mismo Griegos estudiaron y quisieron desarrollar, desde el sentido de la transcendencia del
hombres justamente para que el valor de la justicia , de los principios y de la
sabiduría tuvieran la importancia necesaria en el desarrollo de una mejor sociedad
que caminara a la evolución del hombre en el hombre y no por un Estado dueño
del hombre.
Esto lo traduzco en el
sentido, que es verdad que nos hemos ido acostumbrando a vivir sin luz, sin
agua, sin adecuados servicios públicos, sin un eficiente transporte, sin
medicinas y suministros médicos, sin hospitales dignos, sin carreteras seguras, sin alimentos
diversos, sin productos de primera necesidad, sin champú, sin afeitadoras
y un SINfín de vainas que pare Ud. De
contar!!!!!
Pero
el SIN SIN más trágico de los ciudadanos Venezolanos es justamente
que nos estamos acostumbrando a vivir SIN la importancia de los valores
éticos que rigen una sociedad digna.
Sin los valores morales y religioso que le dan estructura y
transcendencia al hombre ; SIN la
valoración de la importancia de la familia;
SIN la necesidad de ser meritocrático en base al logro y al
conocimientos; SIN merecer importancia
el valor de Estudiar en este país y trabajar aquí , y SIN tener exigencia con esos hombres que conducen nuestros destinos
políticos y sociales.
Como
verá ud. , el SIN SIN de este nuevo ciudadano venezolano me inspira a sentir un
profundo orgullo y comprensión de una generación de jóvenes, políticos, ama de
casas, profesionales , obreros , campesinos , productores , empresarios,
buhoneros , ect., que sencillamente
luchan y se enfrentan a esta realidad
con el sueños de volver a tener una sociedad
del CON, con el que aspiramos volver a vivir. Yo en lo particular entiendo que más está
empezando a impulsar un nuevo sentimiento por el CON, que me hace aun mantener esta esperanza de
lucha del rescate de una Venezuela que
impulsa silentemente cada día mas,
la transformación de una Revolución que nos vendieron y nos dejaron a
los venezolanos con SINfin de cosas que
ahora añoramos y deberemos volver a conquistar.
Te pregunto:
¿ quieres seguir siendo un venezolanos SIN SIN??..
Iraida
Villasmil
iraida.villasmil@yahoo.es
@villasmiliraida
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