BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL
jueves, 24 de septiembre de 2015
RAFAEL GARCÍA MARVEZ, LA ORGANIZACIÓN ES UN COMPROMISO.
miércoles, 12 de agosto de 2015
RAFAEL GARCÍA MARVEZ, ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN, SEIS DE DICIEMBRE, 6D,
viernes, 19 de junio de 2015
CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, LA CELAC, ESTÁ EN MANOS DE UN GRUPO PERVERSO, COSTA RICA DEBERÍA SALIRSE DE ESA ORGANIZACIÓN
viernes, 14 de marzo de 2014
ADOLFO TAYLHARDAT, UNA ORGANIZACIÓN INOPERANTE
Si hasta ahora los gobiernos de América - con tres honrosas excepciones: Panamá, Estados Unidos y Canadá – se mantuvieron indiferentes a lo que sucede en nuestro país, en la reunión del Consejo Permanente evidenciaron el más colosal cinismo. El pánico a las iras del Júpiter criollo II - que ya se habían manifestado con la ruptura de relaciones diplomáticas con Panamá – prácticamente paralizaron el intento de lograr que la OEA tomara cartas para, por lo menos, impedir que la crisis venezolana siga agravándose.
Nuevamente pregunto ¿cuál diálogo? ¿La pantomima montada por el ilegítimo para engañar al mundo, haciendo creer que está propiciando la reconciliación de los venezolanos? Bien mentecatos son los gobernantes que se han tragado el anzuelo y se han dejado engañar con esos cantos sirena. ¿No se han dado cuenta que cada llamado al diálogo va acompañado de un arremetida cada vez más violenta, feroz y cruel contra la población indefensa? Y para colmo califica la dictadura de “gobierno democráticamente electo”
sábado, 21 de diciembre de 2013
CONRADO PEREZ, LA POLÍTICA EN TRUJILLO EXIGE CAMBIOS SIN ORGANIZACIÓN NO HAY OPORTUNIDADES
viernes, 25 de marzo de 2011
OIT INVESTIGARÁ DENUNCIAS SOBRE ATAQUES DEL GOBIERNO VENEZOLANO AL SECTOR PRIVADO NACIONAL
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Antonio Peñalosa |
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viernes, 29 de octubre de 2010
RADICALIZACIÓN, ORGANIZACIÓN Y RESISTENCIA. EDGARD GUTIERREZ
En la mente del Alto Gobierno pareciera que el resultado electoral que arrojó la consulta electoral del pasado 26-S nunca hubiera ocurrido. El país plural que se votó hace semanas pretende ser ignorado. A juzgar por las últimas acciones desarrolladas en los 30 días siguientes a los comicios, la agenda de “radicalización” para “profundizar” y “acelerar” el advenimiento de un régimen comunista no se ha detenido un ápice. En realidad, este propósito está firme desde el 15 de agosto de 2007, fecha en la cual el Presidente Chávez hizo pública su propuesta de Reforma Constitucional y de manera más simple, su visión de cómo debe cambiarse nuestro sistema de vida: en lo económico, en lo social y en lo político. A pesar de los múltiples anuncios y frenos que la sociedad venezolana le ha impuesto por la vía de las urnas, el proyecto sigue avanzando.
En este mes, ya tenemos la mejor demostración de lo que acabo de afirmar: a) Un conjunto de expropiaciones relevantes como las aplicadas a Agroisleña, Fertinitro, Venoco y la más reciente a Owens-Illinois (OI), acción ésta que se constituyó como la número
200. b) La designación de magistrados del TSJ con procedimientos más que cuestionables y c) los atropellos contra diputados electos que aún con inmunidad parlamentaria, siguen detenidos. Todas las anteriores son señales absolutamente nítidas. Además, Aristóbulo Istúriz insiste en su tesis de “desmontar” gobernaciones y alcaldías y aunque fue parcialmente “corregido” por el Vicepresidente Ejecutivo Elías Jaua, este último indicó claramente que alcaldías y gobernaciones sufrirán de una merma en sus ingresos por la “llegada” de las comunas. Para concluir esta oscura semblanza, es el propio Primer Mandatario quien indica –no sin cinismo– que anunciaba sólo la expropiación de OI la noche del lunes 25 de octubre “sólo por hoy”, porque la “lista es larga”. Es decir, la política se mantendrá y probablemente se intensificará.
Como ya lo he anunciado en este espacio, en todos los escenarios eso era lo más probable que ocurriera: el gobierno proseguiría su ruta. La diferencia relevante entre las diversas posibilidades de resultados electorales y composición parlamentaria se basaba fundamentalmente en la velocidad e intensidad de esas políticas y cambios promovidos desde el oficialismo. Frente a un resultado políticamente adverso como el del pasado septiembre, el Gobierno tenía dos opciones estratégicas: moderar su comportamiento y buscar la reconexión con las masas descontentas a través de una política agresiva como lo había hecho
en el pasado, o por el contrario, radicalizar. En ambas opciones había una situación dilemática: moderar significaba perder apoyos duros, mientras radicalizar significaba seguir perdiendo apoyos blandos. En mi opinión, su mejor opción, o la “menos mala” era la primera, pero en todo caso las señales del entorno indican algo con claridad: El gobierno ya tomó su decisión y optó por jugar duro. Al menos por los próximos meses. La agresividad persistirá.
El objetivo primario está claro: instaurar otro sistema político y económico en Venezuela, de eso nadie tenga duda. Y eso lo digo porque aún hay algunos que no lo tienen claro. Sin embargo, los objetivos secundarios de las políticas oficiales son también muy relevantes: el gobierno al proceder a toda máquina atropellando a la empresa privada e intentando aplastar a los adversarios, pretende re-moralizar a sus propias filas para generar la sensación de haber logrado algunas “victorias políticas” tan necesarias, mientras que simultáneamente persigue desmoralizar a los contrarios y consecuentemente desmovilizarlos pues intenta sembrar el mensaje que al votar no se cambia nada y que haga lo que haga la oposición, ellos impondrán su voluntad.

Eso ocurrió en 2008 con la retoma de la Reforma por otras vías, en el 2009 con el despojo efectuado a la Alcaldía Metropolitana y ahora en 2010 con esta serie de hechos que he relatado supra. Lo cierto es que la Oposición necesita activarse de manera pronta e inteligente para no contribuir a que esa percepción pueda instalarse en las mentes de los ciudadanos. Si no hay un esfuerzo de contención, el votante promedio puede pensar: ¿para qué vale la pena luchar si esta gente sigue haciendo lo que quiere? Necesario es dar la pelea en diversos frentes.
Las fuerzas opositoras necesitan prontamente pasar de un cierto mutismo e inmovilismo en el que hoy parecieran estar en algunos tópicos, y asumir una ofensiva que permita al menos, comunicar la idea de que no importa cuántos intentos haga el Gobierno para imponer su modelo, siempre habrá una sociedad que se plantará firme ante esas intenciones. Aunque yo mismo he sido partidario de avanzar en la discusión de temas electorales con miras al 2012, esta agenda de “contención” es necesaria activarla paralelamente. De lo contrario, ese 2012 será políticamente inviable, al menos en las condiciones que hoy tenemos. El adversario intentará llegar a ese momento en la mejor forma posible a través de la profundización del ventajismo y la asimetría y eso hay que, al menos, tratar de impedirlo. Creo que el camino de resistencia y la organización es clave para estos días y meses que se avecinan. Un buen comienzo ejemplar podría ser en el plano laboral.
La Oposición por supuesto que debe mantener todas las acciones en su frente parlamentario, organizando a quienes serán la voz de más de 5 millones de personas desde este momento y en particular desde el próximo 5 de enero del año entrante, pero paralelamente, debe estar pensando en por ejemplo, el cómo abordar y optimizar la organización de los miles de trabajadores de empresas expropiadas. Es una masa social que activada y en plena defensa de sus derechos constitucionales, constituyen un frente indispensable en esta difícil lucha.
Simultáneamente, hay que estar ya pensando y actuando en cómo organizar y respaldar a los miles y miles de trabajadores de empresas que saben que “ya están en la lista” y que “su día está próximo”. La creación de un frente laboral pudiera ser una plataforma para avanzar en esa materia, esto por supuesto bajo métodos de protesta pacíficos e inscritos en lo que dispone la ley. La Constitución misma provee las vías para efectuar esta operación.
Este es un solo ejemplo de las muchas cosas que hay que hacer y que podrían hacerse. La lista sólo puede aumentar con múltiples ideas que deben ser aportadas y escuchadas, pero sobre todo, llevadas a la práctica. Insisto. La Oposición necesita dar señales pronto de que intentará contener al gobierno, aunque sea en la calle.
Edgard Gutierrez - @gedgard Caracas...
miércoles, 29 de septiembre de 2010
NUEVA REALIDAD. VICTOR RODRIGUEZ CEDEÑO
A pesar de la desoconfianza, bien fundada, en el ente electoral y en la organzación de un proceso caracterizado por el ventajismo, las elecciones del pasado domingo confirmaron la vocaciٕón democratica de los venezolanos que buscaron a través del voto construir una Asamblea Nacional independiente, pluralista, representativa de los verdaderos intereses del Estado.
Pero, lo mas importante que se demostró el domingo es que la revolución de Hugo Chavez no tiene el respaldo que el mismo decia tener. Apenas el 30 por ciento de los electores (5,2 millones), de los 17,5 millones de votantes, acompaña el disparatado proyecto comunista del siglo XIX que han querido imponer a lo largo de estos años, con la destrucción de las instituciones y del país. Muchos de ellos simples beneficiarios, otros engañados, muy pocos idealistas que pensaban en que el proyecto traería bienestar y progeso a los venezolanos. Son minoría y, como decía una vez J.V Rangel, deberán ahora acostumbrarse a ello.

La nueva Asamblea se instalará en enero próximo. Incomprensiblemente, durante tres meses habrá dos Asambleas, una decadente y dependiente, de salida o moribunda, brazo del Ejecutivo, incapaz de tener inciativas propias, dedicada a legislar para una minoría de los venezolanos; otra pluralista, que llega por la via popular, en la que las fuerzas democráticas llegan para trabajar por un proyecto nacional único: Venezuela.
Los asambleistas de salida tienen la responsabilidad política y moral de dar paso a la nueva Asamblea. Cometería un gran error el oficialismo si intenta acorralar a la nueva Asamblea, al adoptar decisiones inconsultas y contrarias a los interses del pueblo, expresados el domingo. La nueva Asamblea tendrá que revisar y revertir las decisiones insconsultas e inconvenientes.
El proyecto chavista sale desfavorecido de nuevo, a pesar de las declaraciones de victoria de algunos de sus dirigentes. Hugo Chávez, ahora contra la pared, cometió el gravísimo error de convertir la elección parlamentaria en un referéndum. Su imagen quedó golpeada a pesar de los resultados. El pueblo, harto de incompetencia y arbitariedades, de corrupción, de promesas y engaños, lo castigó con el voto.
Comienza un período lleno de incertidumbre, difícil. Lamentablemente, es bien sabido, Chávez no es un hombre de diálogo, menos de acuerdos. Lo convencional no está contemplado en su estrategia y forma de ser. Es un atropellador que se tratará de imponer pese a ser minoría. Es el reflejo de su naturaleza militarista de hacer política y de gobernar. Difícil que Chavez reflexione y permita que el país avance como quieren los venezolanos, en democracia real; pero, deberá considerar las circunstancias y las nuevas realidades. De su actitud dependerá la paz del país, la reconcilliación, el avance y la tranquilidad de todos.
Los invitados a las elecciones, marginados oficialmente, dan fé de lo ocurrido y saben que a pesar del ventajismo y de otras malas mañas revolucionarias, los venezolanos rechazan en su mayoria el proyecto chavista y la forma de gobernar de Hugo Chávez cuyo mandato vencerá, sin prórroga, el 2012.
vitoco98@hotmail.com
sábado, 5 de diciembre de 2009
NUESTRA VISIÓN DE PAÍS, LEONARDO RAMOS, ORGANIZACION LIBERTAD Y DEMOCRACIA

Creemos que el Gobierno no debe ser el padre proveedor sino más bien un ente propulsor del crecimiento interno de cada uno de los individuos de una sociedad. Un gobierno con verdadera conciencia social debe respetar a unos y otros sin llegar al enfrentamiento de clases.
No existe peor discriminación que aquella que juzga de por sí, como incompetentes o desvalidos, a las personas que por razones políticas, sociales históricas no han tenido la oportunidad de desarrollar su potencial para alcanzar bienestar material. Y que a su vez, juzga como indecentes y depredadores sociales a todos aquellos que honestamente han tenido la oportunidad de alcanzar sus metas materiales.
Un gobierno debe saber diferenciar a las personas pero partiendo de la premisa de que todos son capaces. Un Gobierno que regala es un Gobierno que no ha entendido que la condición socioeconómica de una persona no lo hace ni superdotado ni minusválido. El hombre antes de querer una clasificación como esa prefiere que se le brinden las herramientas necesarias para desarrollarse.
Un gobierno paternalista crea individuos mentalmente incapacitados, es decir, disminuye sus capacidades porque aprueba o da por sentado el hecho de que un ser pobre, es un ser que no tiene la capacidad suficiente de valerse por si mismo cuando debería hacer todo lo contrario. Es decir, un gobierno paternalista alimenta la incapacidad en vez de fomentar y alentar el desarrollo total de sus capacidades.
Las costumbres heredadas o la conveniencia de algunos gobiernos, han creado una incapacidad entre las clases más humildes. En cambio, nosotros creemos fervientemente que un obrero es tan o más valioso que el arquitecto o el ingeniero de la obra. Ambos individuos son en extremo valiosos dentro de una sociedad pero de alguna manera o por alguna causa existe un fenómeno que catalogamos de increíble, y es que a veces no es que el ingeniero se crea por encima del obrero, sino que también es el obrero quien se cree un ser inferior al ingeniero; y esto es una costumbre heredada, esto se ha convertido en una ley en las sociedades, esto ha hecho que aquellas personas que se han creído toda su vida incapacitadas para llegar más lejos se mantengan viviendo muy por debajo de su verdadero potencial.
Un Gobierno debe potenciar el valor de los humildes, ese verdadero valor que todos los humanos tenemos. El valor que cada persona siente de sí misma cuando obtiene retribución justa por su imaginación, sacrificio y trabajo. Creemos firmemente que si se sigue regalando entre los individuos aquello que con su esfuerzo pueden ganar, considerándolos incapaces tan sólo por la su situación socioeconómica, seguiremos creando seres mediocres e indiferentes.
El gobierno debe repetirle una y otra vez a las personas “Tú eres capaz”, “Tú mereces algo mejor”, “Tú eres dueño de tu destino”; y a su vez incentivar su capacidad comenzando con una estrategia básica, como es: cambiar y mejorar su entorno.
La incapacidad de un ser humano a veces es un buen negocio para quienes dirigen el gobierno, una sociedad de seres pensantes buscando su desarrollo es una realidad difícil de manejar para cualquier dirigente. Mientras menos piensen mucho mejor, mientras se crean más débiles mucho mejor y mientras puedas agruparlos en grupos sumisos al mandato de alguien que a medias les explica cuál es su plan, pero los adula, mejor.
Creemos por esto que el gobierno mantiene muchas veces de manera intencional la pobreza como la manera más fácil de mantener una excusa que le permita seguir alimentando la teoría de la supuesta incapacidad y los supuestos mega obstáculos por sortear. Todo para que los individuos se sigan creyendo débiles y dependientes de un estado que les provee de su porción de comida.
Si no es verdad que esta situación de pobreza conviene, ¿Por qué las zonas populares no gozan de todos los beneficios de las llamadas zonas pudientes? ¿Por qué falta la luz, el agua, el gas? ¿Por qué no son zonas seguras? ¿Por qué no hay ornato, vías limpias, asfaltado digno? ¿Será que el entorno determina al ser humano? ¿Será que a los gobernantes no les interesa cambiar el entorno porque eso cambiaría la forma de pensar de los que allí habitan? Particularmente, no vemos sentido alguno de que en las urbanizaciones existan todos los servicios y en los barrios no; ¿Será que las personas de las urbanizaciones valen más que las personas que viven en los barrios? ¿Qué sentido tiene?
A veces a los gobernantes no les interesa el orden, prefieren el caos, necesitan del caos para mantener un pueblo obediente. Si no le muestras a un hombre el mar cómo puede anhelar un baño de playa.
Si el Gobierno acaba con las denominadas zonas populares y crea simplemente zonas, donde existan los servicios, la seguridad, el ornato, la recreación, la educación y todos aquellos elementos indispensables para llevar una vida digna, posiblemente las personas comiencen a querer más, a exigir más, a despreocuparse un poco por los problemas cotidianos y empezar a interesarse por su persona, por su desarrollo, por llegar a alcanzar su potencial.
El Gobierno debe partir desde la capacidad del ser, partir de la premisa de que todas las personas son capaces y bajo este concepto generar las herramientas necesarias para que bajo su libre elección las personas puedan desarrollar sus talentos, creatividad e inteligencia, bajo un clima de cooperación entre el gobierno y sus ciudadanos. Un clima en que el Gobierno no regale sino más bien colabore y en que el ciudadano entienda que esa colaboración del gobierno parte del interés de éste y de todos sus conciudadanos, en el desarrollo de sus capacidades para el trabajo.
No porque quieren ser salvadores del pobrecito mundo, sino porque definitivamente nos conviene y nos favorece a todos que se reduzcan los niveles de desigualdad social en nuestro país. Es una cuestión de interés personal y no de teorías.
En estos años ya lo hemos aprendido. Si el que está a mi lado está bien, yo también lo estaré. Es necesario desarrollar cuanto antes un clima de cooperación y combatir la mentira del enemigo acechante.
Un país no es obra del estado ni de quien lo gobierna es producto de la unidad de sus habitantes dirigidos hacia un objetivo en común. Un gobernante por sí solo no puede sacar a un país adelante, un gobernante debe tener fe y creer en el potencial y las capacidades de sus gobernados y de forma conjunta buscar el camino para crear un desarrollo real en donde todos salgan beneficiados.
Después de que un gobierno ha proveído a sus habitantes todas las herramientas para su desarrollo y ha dejado en manos de estos la elección de desarrollarse o no, debe saber diferenciar a aquellos que quieren y se sienten motivados de aquellos que les falta motivación eligiendo un camino contrario al trabajo y el esfuerzo personal.
Tratar de igualar a las personas puede crear conformismo y mediocridad en los que eligen la facilidad de depender del gobierno como ente proveedor, e indiferencia entre aquellos que motivados por las oportunidades ven como aún esforzándose en su cuota de responsabilidad ante su país, son tratados como los enemigos egoístas sin recibir un reconocimiento justo a su esfuerzo.
Es deber del gobierno alentar a los hombres y mujeres que aspiran al desarrollo de sus capacidades y motivar de alguna manera a aquellos que evaden esta realidad. Porque si algo es real en la existencia del hombre digno, es la responsabilidad que tiene de desarrollarse. La conciencia social debe ponerse de manifiesto, el buen ejemplo entre unos y otros debe ser motor impulsador del crecimiento de los habitantes de una nación. Pero no necesariamente hay que ponerle nombres exagerados e ideologizantes a las políticas sociales. Hemos aprendido que la mayoría queremos el bienestar de los demás tanto como el nuestro. El ver a tu conciudadano crecer en base a su esfuerzo de la mano de un estado colaborador y reconocedor de las capacidades de sus habitantes, debe ser motivo de aliento y semilla que impulse el deseo de otros a trabajar, desarrollarse y progresar.
Es deber del Gobierno tanto reconocer el esfuerzo de los que cumplen con el país como crear mecanismos de motivación entre todos los ciudadanos, para convencerlos de que todos, la mayoría, debemos estar bien. El gobierno es la suma de sus habitantes y necesita de la colaboración de todos para salir adelante, todos somos importantes.
No obstante es una realidad que existen personas que no logran la consecución de sus objetivos o el desarrollo pleno de su potencialidad. La frustración puede ser un enemigo poderoso porque
puede arrancarnos de raíz la motivación y obligarnos a expresar envidia. A veces la frustración viene a consecuencia de las influencias externas, es decir, el éxito personal es medido más por lo
que la sociedad dicte que lo por lo que el ciudadano es como persona.
Sabemos que eso sucede en sociedades con desigualdades muy marcadas. Pero esta situación empeora si quien gobierna en vez de solucionar el conflicto con acciones y obras duraderas en el entorno de los más desposeídos, acentúa las diferencias pero de carácter material menospreciando las similitudes que tenemos como nacionales, hijos de una misma patria.
Un gobierno que entienda esta realidad debe fomentar y crear una sociedad donde el respeto sea primordial. El estado debe promover el respeto, dando valor a todos y cada uno de los miembros de la sociedad, entender que la realización plena del ser no puede ser medida en términos económicos, ni sociales, ni culturales puesto que la realización es tan personal que nadie debe catalogar a otro a causa de lo que él considere el deber ser. El respeto entre los ciudadanos fomentado por el gobierno debe ser el más alto valor de un país.
Cuando entendamos que todas las personas son en extremo valiosas por su aporte a la nación, sin menospreciar ni etiquetar, sino dándole el valor justo a nuestro hermano por su esfuerzo, entonces estaremos frente a una verdadera libertad de conciencia, libre de prejuicios y recelos. Entonces trabajaremos en conjunto, como ciudadanos libres para lograr el progreso de nuestra nación.
Cuando exista respeto no sólo ayudaremos a quien lo necesita, sino que serán motivo de orgullo aquellos quienes han alcanzado su potencialidad, empezaremos a ver con respeto a nuestros hermanos que han crecido económicamente con honestidad, admiraremos las obras de aquellos que decidieron alcanzar un mayor nivel cultural y artístico; disfrutaremos de los triunfos de nuestros hermanos deportistas; valoraremos el ser bien atendidos en un lugar; reconoceremos el valor de los obreros, carpinteros, electricistas y todos aquellos que con sus manos hacen realidad las grandes obras. Otros países lo han logrado en cuestión de una generación. Pero primero tuvieron que sufrir fuertes procesos de polarización, para después hacer un plan de convergencia entre las ideologías. Es este el caso de España y Chile por ejemplo. Ya es el momento unirnos quienes estamos cansados de tanta falta de respeto y mal trato entre los venezolanos. Ya no creemos en que esa sea la fórmula ganadora.
Un gobierno debe velar y garantizar a sus ciudadanos una patria de respeto y reconocer el valor que tiene cada uno de los habitantes de un país.
Y entonces comenzaremos una revolución, una verdadera revolución, un cambio total de paradigmas. Entraremos en la era del pensamiento, de la creatividad, de la cooperación, del respeto y de la conciencia social. Si todos contamos con igualdad de oportunidades e igualdad
ante la ley, si existe un respeto mutuo, si nos entendemos como parte de un todo entonces trabajaremos en base al bien común.
Para bien o para mal es el Gobierno el principal propulsor de estos cambios de conducta, porque si bien la familia es base fundamental del pensamiento de un individuo es el gobierno el que determina finalmente los destinos de una patria. De nada vale ser el mejor beisbolista si vives en un país que limita o prohíbe el juego de pelota, ser el mejor obrero si el gobierno no promueve la inversión para la construcción de obras; el mejor cirujano sin no cuentas con las herramientas
necesarias para realizar una operación.
Sabemos que es posible, estamos seguros que no hacen falta milagros sino buenas gestiones.
La ideología es la que crea y estimula los verdaderos cambios en una sociedad moderna. Una idea, un concepto, una filosofía una creencia es tan poderosa como un fusil. Si no volvamos la mirada a las miles de personas que han muerto por un ideal. Las ideas se combaten con ideas, combatir las ideas con armas es simplemente multiplicar la cantidad de mártires en las páginas de nuestra historia.
El debate de ideas es la única forma posible, pero ya hemos presenciado qué pasa cuando queremos imponer por un lado o rechazar por el otro, a la fuerza. Hemos aprendido que debemos cooperar y coexistir. Hemos aprendido que el problema no es que existan personas de una tendencia u otra. El problema es la pérdida del respeto por la diversidad y los valores. En fin hemos aprendido que es peor y más difícil tratar de eliminar y borrar contrarios a la fuerza, que entablar conversaciones y diálogos constructivos. Pero sin camisas de fuerza. Si de antemano una de las partes exige como si tuviera la verdad, no habrá convergencia.
Debemos adoptar entonces una vía diferente que entienda los tiempos modernos, que sea consciente de la globalización, que no sea apática a las realidades sociales y a las necesidades del común de las personas. Que crea en el respeto del ser humano como parte valiosa de una sociedad, que estimule el crecimiento y el desarrollo de las capacidades internas de cada individuo, que aplauda los logros, que crea en la justicia, que haga partícipe y protagonista a los
ciudadanos de su futuro, pero no sólo con la simple utilización del voto como vehículo de expresión. El voto no es lo único que determina el futuro de un ciudadano.
Creemos que el voto dentro de la llamada democracia es una asignatura más dentro de un pensum mucho más complejo. Decir que votar es estar en democracia es un error. La democracia es mucho más extensa. Decir que tenemos un buen gobierno solo porque se ocupa de regalar comida, salud o educación es una bomba de humo, se conoce por países desarrollados en los que el sentido social y las políticas aplicadas en éste sentido van muchísimo más allá del populismo enmascarado.
En Venezuela estamos a las puertas de una nueva visión de modelo político y económico en donde el ser humano será el centro principal del desarrollo pero como parte fundamental del mismo, no como una pieza movida por los intereses de quien gobierna.
Es momento de retomar las ideologías pero para no cometer los mismos errores. No es solución adaptarlas a estos tiempos modernos.
Reconocer los pensamientos e ideas de aquellos grandes filósofos creadores de las actuales corrientes políticas, pero usando de ellas lo que satisfaga las necesidades actuales. Las corrientes de pensamientos no son excluyentes unas de otras por el contrario creemos que estamos en el momento de usarlas y complementarlas, debemos recordar que vivimos en una era de constantes cambios. Atarnos a una sola forma de pensar, sería desperdiciar la variedad de herramientas que la actualidad nos ofrece.
Depende de nosotros hacer realidad ese camino, buscar la forma de construirlo sin esperar el concurso de actores políticos desgastados, sin caer en manos de aquellos que olvidándose de los verdaderos valores de una sociedad adoptan la ideología de turno para asegurar su permanencia, practicando lo que denominamos la ideología del poder.
Nuestros brazos ya no están cruzados, los tiempos nos invitan a la acción, depende de nosotros nuestro futuro. Hay que empezar a escribir otra historia, una totalmente diferente, es momento de entender que Venezuela no puede seguir condenada por un pasado que nunca debió ser. No se puede cambiar lo que fue, pero siempre se puede forjar un futuro en base a nuestras acciones presentes. Queremos empezar a disfrutar de nuestro presente en paz pero en movimiento. No un futuro soñado que llegará sólo si adaptamos la sociedad a un libro, a una teoría. Es hora de que sean los libros los que se acomoden a la sociedad actual y no al revés.
Estamos viviendo tiempos fascinantes, tiempos de cambios profundos en nuestra conciencia, nos acercamos a un despertar como nunca antes en la humanidad. Muchos saben que el futuro está en aceptar la diversidad. Los problemas actuales, los sociopolíticos y económicos al igual que los ecológicos necesitan solución urgente. ¿Por qué esperar a que todos quepamos en una teoría, sea cual sea?
Debe ser distinto, debemos salir de la bruma y de la oscuridad para iniciar un camino de luz. Pero por sobre todas las cosas un camino de verdadera libertad, el único posible para que una nación se desarrolle y progrese para el beneficio de sus ciudadanos.
Oportunidades hay de esos estamos seguros. ¡Estamos a tiempo!
¡Otra Venezuela es posible!

Leonardo Ramos
Organización Libertad y Democracia
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