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jueves, 14 de agosto de 2014

ANÍBAL ROMERO, SOBRE EL ODIO A ISRAEL

En estos mismos días centenares de cristianos son masacrados en Irak, Siria y Nigeria. Como ha sido señalado por diversos comentaristas y agencias de noticias, no son judíos quienes perpetran esos crímenes, sino musulmanes. Ahora bien, en Gran Bretaña, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Alemania, España, Dinamarca, Australia, Estados Unidos, y otros países del mundo occidental, se han realizado manifestaciones callejeras para protestar contra la acción militar de Israel en Gaza, acción basada en un inequívoco derecho de defensa legítima por parte de Israel, y acción que por desgracia produce muertes inocentes. 

Por ningún lado, sin embargo, se observan iguales protestas contra la persecución y asesinato de cristianos y otros grupos religiosos y étnicos a manos de musulmanes en Irán, Afganistán, Pakistán, Libia, Costa de Marfil Indonesia, Sudán, Kenia, Nigeria, Somalia, Tailandia, India, Malasia y Filipinas, para mencionar sitios adicionales.

Las manifestaciones de protesta en Europa y otras partes se llevan a cabo casi exclusivamente contra Israel y los judíos, a pesar de que en términos relativos lo que ocurre en Gaza, por encima de todos los bien documentados esfuerzos de Israel para minimizar en lo posible las víctimas civiles, no puede compararse en intenciones y propósitos a los empeños genocidas de paramilitares musulmanes que estamos viendo en Irak, por ejemplo, en contra de grupos cristianos y de otros credos. Y al decir esto en modo alguno pretendo menoscabar o desdeñar las penurias y el sufrimiento de la población de Gaza, sometida como está a los impulsos suicidas de Hamas y a la retaliación de Israel.
La indignación de Occidente se centra y focaliza en Israel y los judíos. ¿Por qué? No me cabe duda que estamos presenciando otra prueba de la persistencia de los viejos odios antijudíos, que han envenenado por siglos el alma europea en particular, y que están extendiéndose en EE UU y América Latina. El pueblo judío conoce muy bien estos odios ancestrales, de los cuales ha sido muchas veces víctima, y que hallaron su expresión más terrible, imperdonable y demencial en el Holocausto nazi. La creación de Israel está íntimamente vinculada al imperativo existencial del pueblo judío de proveerse de un hogar propio y defenderlo a toda costa, frente a odios que, no importa lo que los judíos hagan o dejen de hacer, parecieran no tener curación.
Lo que en estos tiempos se hace patente con relación a Gaza, Hamas, y la reacción de buena parte de los medios de comunicación occidentales hacia los eventos que allí tienen lugar, amerita un análisis que vaya más allá de las explicaciones basadas en el antijudaísmo silvestre, alimentado de ignorancia y esquizofrenia, del Occidente de raigambre cristiana. La tesis que acá deseo plantear es que la hipocresía y distorsión en la reacción hacia los eventos en Gaza, pone de manifiesto que Israel representa para Europa y Occidente en general un desafío ético y político que los europeos de hoy no desean aceptar, y ni siquiera quieren mirar de frente, prefiriendo evadirlo u ocultarlo mediante el rechazo al chivo expiatorio judío.
Israel, con su indoblegable decisión de defenderse frente a quienes han jurado su liquidación y repetidamente ratificado su voluntad de exterminar a los judíos, reta a Europa y a todo Occidente a entender la verdad: el islamismo radical constituye una amenaza existencial, no meramente episódica y pasajera, a todos los fundamentos de nuestra civilización.
¿Pero qué es lo que resta de esa civilización occidental de origen cristiano? Pues básicamente unos desechos de relativismo moral, de hedonismo, carencia de valores distintos al goce material, y la voluntad de no tomar la vida en serio y dejarse llevar por una incesante cadena de sensaciones efímeras, estimuladas por un consumismo frenético. A esto se suma la decadencia de las élites políticas y económicas entregadas a la más deleznable demagogia. Todo ello choca frontalmente contra el ejemplo de un pueblo, los judíos, y de su patria, Israel, que experimentan en carne propia y día a día el significado del radicalismo islámico, y responden con contundencia y eficacia en defensa de sus tradiciones, valores y sobrevivencia.
Europa, EE UU, y el Occidente en general no desean saber nada de valores, compromisos, sacrificios, o decisiones firmes. Los pueblos del Occidente democrático y capitalista decaen demográfica y espiritualmente, y escapan en lo posible de una realidad que les acosa. ¿Para qué sacrificarse y prolongar la vida hacia el futuro? El objetivo es divertirse aquí y ahora y llegar al fin sin demasiadas preguntas, sin complicarse la existencia.
De paso el odio a Israel, particularmente en Europa, es una forma de atenuar el sentido de culpa por el Holocausto. Decir, como lo he leído, visto y escuchado en diversos periódicos y noticieros de TV y radio de Europa, EE UU y América Latina, que la actual acción militar de Israel en Gaza se asemeja al Holocausto hitleriano de los judíos, no solo es una absurda distorsión y una claudicación de todo sentido de las proporciones, sino una prueba de que la saña contra Israel esconde una vena secreta, por la que circula la ambición de restar importancia a la mortal pesadilla que en su carne y en su alma experimentó el pueblo judío a manos de los Nazis.
Me atrevo a aseverarlo: el odio a Israel también revela envidia; sí, envidia de los inmensos logros del pueblo judío en todos los órdenes del avance y el progreso en nuestro tiempo. Esos logros son primeramente espirituales y tienen que ver con el compromiso con unos valores, con el repudio a la frivolidad política y al relativismo moral que corroen las almas de los occidentales de hoy. Y a esos logros espirituales se añaden las extraordinarias conquistas de Israel y los judíos en todos los planos del conocimiento científico, del desarrollo tecnológico, del arte y la literatura. Impresiona en tal sentido leer la lista de Premios Nobel judíos y su relación con el número total de ese pueblo en Israel y otras partes del mundo.
La civilización islámica, de su lado, padece de una crisis profunda. Yo lo lamento; no se trata de algo que me agrade o que celebre. Es una simple verdad que puede con facilidad constatarse, y es un problema que va más allá de la ausencia de democracia y de la abortada “primavera árabe”, y que se vincula con la libertad interior del ser humano, con lo que Kant llamaría nuestra “autonomía moral”. Para alcanzar ese punto culminante de la dignidad del ser humano Occidente necesitó, entre otros procesos de cambio, la Reforma Protestante. No se observa nada similar en el mundo musulmán, un ámbito donde la separación entre el gobierno politico de las personas y el gobierno espiritual de las conciencias todavía no tiene lugar. El mundo islámico no pareciera tener la fuerza interior necesaria para acceder a una modernidad sustentada en la libertad de conciencia.
De su lado, Europa está descubriendo que las inmensas comunidades musulmanas que viven en su seno, en Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, etc., no son necesariamente susceptibles de asumir los valores de tolerancia y convivencia que proclama la noción occidental de derechos humanos. Los europeos se resisten a admitir esa realidad, continúan refugiándose en la evasión, la “corrección política” y la negación de todo aquello que no complace al prevaleciente hedonismo facilista. De allí que los politicos democráticos en Europa se rehúsen en general a condenar inequívocamente las metas genocidas de Hamas, y continúen con la pantomima de establecer una equivalencia moral entre Israel y sus implacables enemigos. Se trata de politicos de plastilina, de pacotilla, de meros lectores de encuestas incapaces de tomar posiciones claras y valientes, ocupados solamente de ganar elecciones con base en la demagogia y en lo posible enriquecerse personalmente y a sus familias. Un espectáculo deplorable.
Hamas lo establece inequívocamente en sus documentos fundacionales: su meta es liquidar a Israel y exterminar a los judíos. Las decenas de misiles que a diario están disparando contra Israel, los túneles de la muerte por los que transportan sus armas y pretenden penetrar el territorio de Israel para masacrar judíos, todo ello es lo que con sobradas razones los gobernantes y el pueblo de Israel están procurando destruir. Los medios de comunicación occidentales saben muy bien que Hamas esconde armamentos en escuelas, mezquitas y hospitales, que incita a la población civil de Gaza a actuar como “escudos humanos”, que busca activamente la multiplicación de víctimas civiles inocentes para ganar en el plano de la propaganda una guerra que no es capaz de ganar en el plano militar. Todo esto es muy bien conocido por el que se ocupe de estudiar el tema con objetividad y no sobre la base de prejuicios y odios irracionales. Pero ya que el odio hacia Israel prosigue sin tregua, al pueblo judío no le queda más remedio que defenderse.

Anibal Romero
aromeroarticulos@yahoo.com

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domingo, 27 de mayo de 2012

MACKY ARENAS, LA GUERRA DEL SIGLO XXI, RELIGIONES

La fobia anticristiana parece ser el signo de un siglo que verá desencadenar las iras del Islam contra la civilización occidental. Trascenderá los problemas de la fe, porque atacando a iglesias, fieles, sacerdotes y religiosos, los islámicos dicen agredir a la democracia y al progreso, tal como Occidente lo conoce

Pertinente el Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla cuando, defendiendo la libertad religiosa de los cristianos en los países de Occidente y Oriente, sentenció que la cristianofobia está ocupando el lugar del antisemitismo del siglo XX. El laicismo y los fundamentalismos islámico e hindú son los responsables. Cada 5 minutos se asesina a un cristiano en el mundo, un verdadero holocausto del que nadie habla.

Los padres y conocidos de una joven la golpearon y expulsaron de su casa por haberse convertido al cristianismo hace algunos meses en una localidad cercana a Calcuta en India, justo el lugar donde por tantos años sirvió la hoy Beata Sor Teresa de Calcuta. Pareciera que el significativo aumento de cristianos en Africa y Asia , aunado al avance del diálogo vaticano con cristianos anglicanos y sus progresos en escenarios como Vietnam y China ha disparado una hostilidad que en días pasados, con gran tino, el Director General Adjunto de Le Figaro de Paris, alertó como el probable comienzo de la “guerra de religiones”. Recordó lo dicho por Malraux: “El siglo XXI será religioso o no será”.

La fobia anticristiana parece ser el signo de un siglo que verá desencadenar las iras del Islam contra la civilización occidental. Trascenderá los problemas de la fe, porque atacando a iglesias, fieles, sacerdotes y religiosos, los islámicos dicen agredir a la democracia y al progreso, tal como Occidente lo conoce.

Si el siglo XX estuvo marcado por el enfrentamiento Este-Oeste -el bloque comunista contra los países libres- el siglo XXI lo estará por la guerra sin piedad contra el cristianismo. Allí están los cristianos asesinados en Bagdad, en Afganistan, Irak, India, Nigeria, sin mencionar a los maronitas del Líbano martirizados por los druzos. Islamistas egipcios asesinan a los coptos en el Valle del Nilo bajo acusaciones de “representantes de Occidente”, de la cultura europea, símbolos vivientes del capitalismo. 

Haciendo gala de una imbecilidad poco común, no reparan en que los coptos son descendientes del pueblo de los faraones y que ya estaban en las riberas del Nilo mucho antes de la conquista árabe y musulmana. Lo mismo puede decirse de los cristianos católicos de Oriente, quienes tienen su casa en Estambul, Alejandría, Jerusalem o Damasco desde hace milenios y aún muchos se expresan en arameo, la lengua de Cristo.

Por estos lados toca soportar presidentes que inoculan rencores ajenos, manipulando un drama tan serio como el del antisemitismo para lanzar sus agravios racistas contra críticos y rivales políticos. Es el caso de la Presidenta argentina que se fue de lengua contra dos reconocidos periodistas de Clarín y La Nación, a quienes llamó “nazis” y “antisemitas”. Igualmente, el bochornoso Presidente venezolano, al mandarse, con todo su ventajismo mediático, contra el candidato de la unidad opositora, por el sólo hecho de tener ascendencia judía. 

Tanto más repugnantes y denigrantes expresiones, como incomprensibles resultan para un pueblo como el nuestro, que no entendemos de esos odios porque jamás los hemos cultivado. No por casualidad tenemos, en esta Venezuela mayoritariamente católica, una calle capitalina donde se levantan -a pocos metros una de otra- una mezquita, una sinagoga y una iglesia católica, en sana y santa paz.-

mackyar@gmail.com

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domingo, 13 de mayo de 2012

JOSÉ BRECHNER, FRANCIA: EXTREMISMO, CAÍDA ECONÓMICA Y ANTISEMITISMO

El título de este artículo parece de la Alemania de pre-guerra. Desgraciadamente éste no es el pasado sino el presente europeo.
De los seis países europeos que están o estarán viviendo procesos electorales: Francia, Alemania, Italia, Grecia, Serbia y Armenia. El resultado de los comicios franceses es el que traerá más enérgicas consecuencias a la Unión por ser Francia la segunda economía de la región y por albergar la mayor cantidad de musulmanes de Europa.
El demagogo socialista Francois Hollande derrotó a Nicolás Sarkozy y se viene con un fardo de medidas económicas contrarias a las que recomienda Alemania, la UE, el FMI y el sentido común. Su propuesta es la tradicional de las izquierdas, copia de la de Barack Obama: endeudar al país hasta el límite, aumentar los impuestos a los ricos, agrandar el gasto estatal y empobrecer a todos.
Obviamente esas decisiones no le afectarán a él quien dijo que donará su salario presidencial, ya que con su módico sueldo anual de US$250.000 puede privarse de sus honorarios mientras habita en su humilde departamento de 2,5 millones de dólares.
El señor Hollande se opone a un presupuesto balanceado y optará por los típicos subsidios y expensas sin respaldo, para brindar ayuda social.
Quien no ve las tribulaciones que están desgarrando el mundo a causa de las izquierdas, es porque fue parido con un Cociente Intelectual con 50 puntos por debajo del promedio.
Lo que el Partido Popular de España está dolorosamente tratando de subsanar, después de la catastrófica gestión de Rodríguez Zapatero; Hollande lo piensa implementar.
Hollande se bautizó como el candidato “normal” en contraposición a Sarkozy que está vinculado consanguíneamente con la nobleza, se casó con la modelo Carla Bruni y se codea con los ricos y famosos. Asunto que según sus críticos lo marginó de las masas.
El “normal” Hollande, dejó a su compañera de 30 años, Segolene Royal, la ex candidata a la presidencia, y se juntó con una atractiva periodista: Valerie Trierweiler, apodada “La Rotwailer”.
El nuevo presidente socialista es notorio por ser evasivo en sus respuestas, de manera que en los próximos meses, después de que empiece a confrontar sus primeros problemas, veremos cómo esquiva a la prensa.
Su vida y sus ideas son una confusa mezcolanza de incongruencias. Nadie sabe con verdadera exactitud qué es lo que piensa y muchos que lo conocen de cerca dicen que ni él mismo lo sabe.
A nivel social los efectos de la izquierda en el Eliseo pueden ser mortales. Los musulmanes radicales son el peligro más serio que enfrenta Francia, Europa y el mundo, y los socialistas son sus mejores amigos. De manera que habrá un crecimiento de su influencia cultural, acompañado del amedrentamiento a la sociedad.
Simultáneamente, el Frente Nacional de Marine Le Pen cobrará mayor fuerza y agresividad a medida que los progres profundicen sus regulaciones migratorias y multiculturales, polarizando la sociedad francesa hasta el resquebrajamiento.
El antisemitismo musulmán sumado al de la ultra derecha, que obtuvo un inusual respaldo electoral, es de cuidado para la comunidad judía francesa --la mayor de Europa Occidental-- a quien más le vale hacer las valijas y abandonar el país pues no tiene quién la proteja.
A nivel de su comercio, si la economía francesa entra en crisis aguda, cosa que es fácil de predecir, el euro tendrá que desaparecer.
Salvar a Grecia, Portugal e Irlanda de una catástrofe mayor con los préstamos que recibieron de los países grandes, ha permitido que el euro siga existiendo. Europa no puede seguir gastando sus reservas para salvar a Francia. Sólo estará China para ir a su rescate, igual que está haciéndolo con los Estados Unidos.
Finalmente, el mundo dependerá financieramente, por lo menos por los próximos años, de la dictadura comunista más poderosa del planeta. Ni a Mao ni a Stalin les dio el cerebro para entender cómo se podía lograr la supremacía global sin disparar un tiro. El método era simple, había que hacer plata.
http://brechner.typepad.com/jose_brechner/2012/05/
francia-extremismo-ca%C3%ADda-econ%C3%B3mica-y-antisemitismo.html
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miércoles, 4 de mayo de 2011

DOMINACION B. NELSON MAICA C. POLÍTICA

 “La pasión de dominar es la mas terrible de todas las enfermedades del espíritu humano”.Voltaíre, 1694-1778, Filósofo y escritor francés.

Parte B. Para Goldhagen, las explicaciones vertidas sobre el hecho han dejado una puerta entreabierta que no se ha tenido el coraje intelectual de atravesar. Ya lo sabíamos: sin Hitler y sin los nazis no hubiera habido Holocausto.
Sin las duras reparaciones impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles tras la Gran Guerra y sin la profunda crisis económica de los años 30, los nazis no habrían ascendido al poder.
Sin el antisemitismo latente en Europa, y muy en particular en Alemania, el Holocausto no habría tenido lugar. Tampoco sin la tibieza de las democracias occidentales al callar y no actuar, o hacerlo tarde, ante la tragedia que se desarrollaba y nadie parecía querer ver, que nadie se quería creer. ¡Las democracias occidentales no quieren ver cuanto pasa en Venezuela y en Cuba hace 50 años!
Pero tenía que haber algo más que explicara la inmensidad del desastre, la facilidad con la que se urdió, la banalidad del mal. Las sospechas se han ido transformado en pruebas cada vez más clamorosas.
Goldhagen las ha expuesto con toda su crudeza en el libro antes citado. La evidencia más terrible se hace ya incontestable: sin la participación voluntaria de los alemanes corrientes (ordinary people), el régimen jamás habría podido exterminar a más de seis millones de personas: No obstante, fuera cual fuese la influencia de tales factores en la formación y la puesta en práctica del programa antisemita de los nazis, el origen de la voluntad de los dirigentes nazis y de los alemanes corrientes que llevaron a cabo las políticas de perseguir y matar a los judíos no estriba en esos otros factores sino principalmente en el antisemitismo compartido por todos ellos. Mucho ojo con esto.
La participación de sectores del pueblo alemán no sucedió sólo como resultado de una movilización forzosa. Un gran número actuó por iniciativa propia, incluso al margen de las órdenes militares, o cuando la rendición era inminente o ya se había producido.
El odio contra el judío, contra el enemigo-otro, la persecución, el exterminio se llevaron a cabo por propia voluntad, con fervor. Mientras tanto, el resto, los que no habían huido del horror, los que quedaban y no se sentían sobrevivientes, miraban para otro lado. Y callaban, nada vieron, nada sabía nadie…y, agrego,… luego no corran llorando a las iglesias y a las embajadas y a las potencias actuales…
El resto, esta vez sí, fue silencio. Cómo un pueblo pudo llegar a semejante desvarío moral, a una atrocidad tal, es cuestión que el historiador Goldhagen traslada a otros para su dilucidación.
En su trabajo se limita a instruir el caso y a instruirnos de paso, absteniéndose de juzgar o condenar, entre otras razones, porque muchos verdugos han tenido que compendiar y demasiados dedos acusadores tuvo que contabilizar como para sentirse con ánimo para sancionar algo que afecta a personas particulares pero que conmueve al mismo tiempo a una comunidad o pueblo que asedió y maltrató a individuos concretos por pertenecer a una determinada comunidad o pueblo.
No obstante, el testimonio de su revelación representa una imputación suficientemente estremecedora, que coloca las cosas en su sitio, casi siempre incómodo e incógnito. No es ésta la primera vez que se lanza sobre la mesa de la historia tan seria denuncia.
En el año 1944, aún bajo la tormenta bélica, el filósofo vienés F. A. Hayek participa en la contienda, en el frente intelectual democrático, sin armas, pero sin miramientos, y acusa a la causa profunda que engendró a la bestia, y en la que no todos los afectados querían verse ni reconocerse:
Fue el predominio de las ideas socialistas (comunistas), y no el prusianismo, lo que Alemania tuvo en común con Italia y Rusia; y fue de las masas y no de las clases impregnadas de la tradición prusiana y favorecidas por ella de donde surgió el nacionalsocialismo.
Y, por supuesto, deberíamos tener perennemente presente que el socialismo comunismo ha estado siempre asociado a la represión, al terror, y al crimen. Al escudriñar un poco su historia eso se hace evidente.
Tips:
01.   Y todavía, luego de casi 10 meses, no tapan el hueco en la calle los samanes del paraíso, caracas, y tampoco, por supuesto, abren la calle al transito. ¡Que indolencia e incompetencia! ¡Y en una zona de supuesta seguridad!
02.   ¿Hasta cuando demagogia, populismo, militarismo? ¿Hasta cuando engañar al pueblo? ¿Por qué el gobierno fija precios? Porque: a. el gobierno no tiene una explicación que convenza a la mayoría del pueblo para hacerlo; b. hay escasez de artículos; c. hay exceso de dinero en circulación. Para nadie es un secreto que cuando el gobierno fija precios esta, de inmediato, estimulando la escasez; esta favoreciendo solo a un sector minoritario de la población y esta acabando con productores.
03.   Tampoco es un secreto para nadie, porque ya aconteció durante la segunda guerra mundial, que cuando el gobierno fija precios es porque esta en guerra con otro país (se entiende que la economía debe ser dirigida por el gobierno solo en ese caso) o quiere someter a obediencia, a la esclavitud absoluta al pueblo, por medio del hambre (es una ventaja política para quienes detentan el poder – imposición por la fuerza del socialismo comunismo), entonces instala una política inflacionaria. Siempre acompañan estas imposiciones con una perorata contra la supuesta voracidad de los comerciantes. ¿Este pueblo esta en guerra contra cual otro pueblo? ¿Usted lo conoce? ¿Este pueblo se dejara esclavizar?
04.   Más demagogia: mantener el precio de determinados artículos o grupos de ellos, por debajo del precio del mercado. Argumento: son artículos de primera necesidad y los pobres tienen derecho a adquirirlos. ¿Quiénes y cuantos son los pobre? ¿Dónde esta la definición de “pobre”, en cual ley? Para cuantificar los recursos que se destinan a ellos; de lo contrario nunca se conocerá el monto que se les destina como tampoco si realmente les llega a los necesitados. Las cuentas del gobierno no convencen en esto.
05.   ¿Quién determina la distribución de la carne? ¿El poder adquisitivo y/o la necesidad? Tanto el precio como la necesidad.
06.   Consecuencias de mantener el precio por debajo del mercado: a. incremento de la demanda, por ser barato y porque se puede comprar mas; b. se reduce, de inmediato, la oferta del producto porque al comprar mas las existencias se agotan mas rápido; c. la producción se contrae; d. los márgenes de ganancia y reposición se reducen; e. los productores pequeños y marginales desaparecen; f. los productores mas eficientes tienen perdidas. Hay suficientes experiencias pasadas en todo el mundo sobre esto. Recordemos a Jorge Agustín Nicolas Ruiz de Santayana, 1863-1952, filosofo, poeta y novelista español en ingles: “Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.
07.   Es el gobierno quien provoca la escasez cuando fija el precio y eso entra en contradicción con la cantaleta del propio gobierno de que quiere que todos vivan bien. Acuden al expediente de más controles, más burocracia: racionamiento, control de costos, subsidios y más fijación de precios. Pura demagogia. Populismo. Militarismo. Socialismo comunismo. Control y sometimiento por hambre de toda la población.
08.   Cuando se hace evidente la escasez, tal cual en estos momentos, de algún o algunos productos regulados, el gobierno y su grupo llegan al cinismo de acusar a los consumidores de mayor poder adquisitivo de comprar en demasía, de comprar mas de cuanto consumen y a las empresas de acumularlos, de acapararlos, y aprovecha el momento para establecer prioridades para las compras o a quienes se les asigna o como deben adquirir el producto. Se raciona el producto. Es el racionamiento cubano. Es el racionamiento socialista comunista. Se limita la demanda y se quiebra a los productores.
09.   En la medida en que el gobierno interviene los precios provoca la escasez de los productos. Más racionamiento y más subsidios. Menos producción. Toda una “maroma” porque compra quien tiene recursos. Los contribuyentes, quienes pagan impuestos, se subsidian así mismos. ¿Quién paga los subsidios? El pueblo, el ciudadano, el que paga los impuestos. ¿Se ha inventado alguna forma mediante la cual el pueblo, el ciudadano, obtenga algún bien a cambio de nada? Negativo, hasta el presente. Toda esa perorata justificativa es parte de la demagogia y de la campaña electoral. Cuando un ladrón nos quita el dinero no podemos comprar nada. Cuando nos despojan del dinero mediante impuestos para pagar burocracia inútil pasa lo mismo.
10.   El gobierno ha elaborado toda una campaña informativa para importantizar y justificar su control de precios y el supuesto éxito obtenido. Hasta se atreve, con cinismo, exhibir una falsa consigna sobre “el buen vivir”. Pregona que el control de precios funciona, aderezado, además, en un patrioterismo falso y chabacano y en una supuesta crisis mundial que solo le sirve a sus propósitos. Pero las dificultades económicas, sociales, políticas, nacionales, crecen, no se detienen. La demanda de bienes regulados excede a la oferta. Ahora la escasez se extiende a varios rublos y, por supuesto, todo gobierno totalitario, generalizara el control. El pueblo, el ciudadano buscara sustitutos, los no controlados y racionados: aparecerá, como en efecto ocurre, el mercado negro y se profundiza y generaliza la matraca. Seguirá la inmensa corrupción.
11.   El gobierno estimulara la aparición del mercado negro porque esta o estará en manos de sus acólitos y funcionarios. Seguimos en el próximo.

Voltaíre, 1694-1778, Filósofo y escritor francés.

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martes, 20 de julio de 2010

¡LA GUERRA ES CONTRA LOS ICONOS! , MERCEDES MONTERO

En la Venezuela “revolucionaria” lo único que avanza a paso de vencedores es la destrucción en todos los sentidos. Todos los poderes del Estado, incluyendo los nuevos poderes Electoral y Moral han sido conculcados por el Ejecutivo. Otras instituciones que como principio básico de cualquier Estado que se precie de ser democrático, deben servir a la nación, tales como la Fuerza Armada y el Banco Central, están al servicio del gobierno.

PDVSA ha sido transformada en la caja fuerte del Ejecutivo. La administración descentralizada ha sido tirada al traste. Las libertades relacionadas con la comunicación están seriamente limitadas debido a la abusiva hegemonía de quienes detentan el poder, y, a la guerra sin cuartel a la que son sometidos diariamente los pocos medios que aún siguen representando a la libertad de expresión.

La gestión del actual gobierno se caracteriza por una deplorable corrupción e incapacidad, pero una gran eficiencia en tratar de imponerle a la nación un proyecto castro comunista que la población rechaza, asunto este en el que coinciden la mayoría de las organizaciones serias que se dedican a investigar opinión.

Cabe mencionar los más agudos problemas que aquejan a la nación:

Tenemos una de las tasas de mortalidad a consecuencia de la violencia, más elevadas del Hemisferio. Las epidemias se han agudizado, endemias que otrora estaban bajo control y enfermedades que estaban casi desaparecidas han recrudecido. Sin embargo han sido encontrados contenedores con toneladas de medicinas importadas vencidas adquiridas por PDVAL, en un país en el que los hospitales dan vergüenza por su mal estado, y en los que carecen de los insumos necesarios hasta para atender las emergencias.

En un mundo y en un país en donde hay hambre, la canallada de PDVAL ha quedado al descubierto al ser encontrados continuamente cientos de contenedores con miles de toneladas de alimentos importados podridos por esa filial de la otrora eficiente PDVSA. Tal ha sido el desastre e irresponsabilidad que a esa filial se le ha puesto el sobrenombre de PUDREVAL.

Las expropiaciones hechas en forma personal por el primer mandatario, el ataque a la propiedad privada ha acabado con la mitad de las empresas que existían cuando la revolución llegó al poder. Las empresas del estado están quebradas, deficientemente manejadas, hay una gran ignorancia e incapacidad administrativa, amén de la corrupción que caracteriza a sus respectivas autoridades. Por supuesto esto ha incidido en la tasa de desempleo, la mitad de la población no tiene un trabajo fijo. Y, para colmo de males el gobierno dice que en las empresas no debe haber jerarquía, todo el mundo debe devengar el mismo salario (exceptuándolos por supuesto a ellos). ¿Quién manda a quién, en quien recae la autoridad y la responsabilidad de la toma de decisiones? ¿Quien responderá por presupuesto, planificación, contratación? ¿Quién tendrá estimulo para superarse profesionalmente? Además el Movimiento Sindical sufre el embate del diezmo de sus líderes, es noticia frecuente el asesinato de alguno de ellos.

La deserción escolar es cada día mayor, se ha cambiado universalismo por adoctrinamiento, en un país en el cual no hay respeto alguno por el conocimiento. Además se le restó estimulo a la preparación, ya que de acuerdo con el criterio revolucionario, lo que se estudie es simplemente para “crecimiento personal”, pero no debe ser visto como un medio para llegar a alcanzar una mejor vida, pero eso si los personeros del gobierno envían sus hijos a Europa y USA a estudiar.

En Venezuela hay un problema de escasez de vivienda, son millones los venezolanos que han esperado inútilmente que un gobierno al que no le interesa su pueblo les ofrezca una solución digna, pero ese mismo gobierno le regala urbanizaciones completas a los países amigos.

Aún teniendo al país pisado por su bota, el primer mandatario ansía más poder, sin darse cuenta que mientras más incremente el abuso, más se resquebrajará la base que lo sustenta. No confía en persona alguna y le teme a todos, es por eso que veja a la nación amenazándola con la imposición de una esclavitud estilo fidelista, y, reta públicamente a cualquier ciudadano que al destacarse por cualquier causa, sienta que le hace sombra.

Por eso trata de impedir que los gobernadores y alcaldes de oposición puedan hacer un buen gobierno. Por eso envía a prisión a líderes de oposición que se han destacado internacionalmente, tales como Oswaldo Alvarez Paz, Alejandro Peña Esclusa. Por eso la lista de presos, perseguidos y exiliados políticos crece cada día.

Por eso acusa al Cardenal Urosa y a la Iglesia Católica, es antisemita y molesta a las otras iglesias cristianas. Por eso es que ataca a las universidades de prestigio. Por eso cerró a RCTV y retó a Marcel Granier, por eso quiere cerrar Globovisión, persigue a los Zuloaga, Mezherane, Alberto Federico Ravell. Por eso inventa intentos de magnicidio, cuando a nadie se le ha ocurrido semejante desatino. La nación desea que se vaya, pero por las vías constitucionales. La nación quiere el respeto., libertad, justicia, democracia y paz que en estos últimos once años nos ha sido arrebatada.

mechemon99@yahoo.co.uk

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lunes, 19 de abril de 2010

HABLAR CONTRA ISRAEL, PILAR RAHOLA*

Lunes por la noche, en Barcelona. En el restaurante, un centenar de abogados y jueces. Se han reunido para oír mis opiniones sobre el conflicto de Oriente Medio. Saben que soy un barco heterodoxo, en el naufragio del pensamiento único que impera en mi país, sobre Israel. Quieren escucharme. Alguien razonable como yo, dicen, ¿por qué se arriesga a perder la credibilidad, defendiendo a los malos, a los culpables? Les digo que la verdad es un espejo roto, y que todos tenemos algún fragmento. Y provoco su reacción: “Todos ustedes se creen expertos en política internacional cuando hablan de Israel, pero en realidad no saben nada”.

¿Se atreverían a hablar del conflicto de Ruanda, de Cachemira, de Chechenia? No. Son juristas; su terreno no es la geopolítica. Pero con Israel se atreven. Se atreve todo el mundo. ¿Por qué? Porque Israel está bajo la permanente lupa mediática y su imagen distorsionada, contamina los cerebros del mundo. Y por qué forma parte de lo políticamente correcto, por qué parece solidario, por qué sale gratis hablar contra Israel. Y así, personas cultas, cuando leen sobre Israel están dispuestas a creerse que los judíos tienen seis brazos, como en la Edad Media creían todo tipo de barbaridades. Sobre los judíos de antaño y los israelíes de hoy, todo vale. La primera pregunta, pues, es por qué tanta gente inteligente, cuando habla sobre Israel, se vuelve idiota.
El problema que tenemos quienes no demonizamos a Israel, es que no existe el debate sobre el conflicto, existe la pancarta; no nos cruzamos ideas, nos pegamos con consignas; no gozamos de informaciones serias, sufrimos periodismo de hamburguesa, fast food, lleno de prejuicios, propaganda y simplismo.

El pensamiento intelectual y el periodismo internacional, ha dimitido en Israel. No existe. Es por ello que cuando se intenta ir más allá del pensamiento único pasa a ser sospechoso y reaccionario, y es inmediatamente segregado. ¿Por qué? Hace años que intento responder a esta pregunta: ¿por qué? ¿Por qué de todos los conflictos del mundo, solo interesa éste? ¿Por qué se criminaliza un pequeño país, que lucha por su supervivencia? ¿Por qué triunfa la mentira y la manipulación informativa, con tanta facilidad? ¿Por qué todo es reducido a una simple masa de imperialistas asesinos? ¿Por qué las razones de Israel nunca existen? ¿Por qué nunca existen culpas palestinas? ¿Por qué Arafat es un héroe, y Sharón un monstruo? En definitiva, ¿por qué, siendo el único país del mundo amenazado con la destrucción, es el único al que nadie considera víctima? No creo que exista una única respuesta a estas preguntas. Al igual que es imposible explicar completamente la maldad histórica del antisemitismo, tampoco resulta posible explicar la imbecilidad actual del anti israelismo. Ambas beben de las fuentes de la intolerancia, la mentira y el prejuicio. Si, además, aceptamos que el anti israelismo es la nueva forma de antisemitismo, concluimos que han cambiado las contingencias, pero se mantienen intactos los mitos más profundos, tanto del antisemitismo cristiano medieval, como del antisemitismo político moderno.
Y esos mitos han desembocado en el relato sobre Israel. Por ejemplo, el judío medieval que mataba niños cristianos para beber su sangre, conecta directamente con el judío israelí que mata niños palestinos, para quedarse sus tierras. Siempre son niños inocentes y judíos oscuros. Por ejemplo, los banqueros judíos que querían dominar el mudo a través de la banca europea, según el mito de los Protocolos, conecta directamente con la idea de que los judíos de Wall Street dominan el mundo a través de la Casa Blanca.

El dominio de la prensa, el dominio de las finanzas, la conspiración universal, todo aquello que configuró el odio histórico contra los judíos, desemboca hoy en el odio a los israelíes. En el subconsciente, pues, late el ADN antisemita occidental, que crea un eficaz caldo de cultivo. Pero, ¿qué late en el consciente? ¿Por qué hoy surge con tanta virulencia una renovada intolerancia, ahora centrada, no en el pueblo judío, sino en el Estado judío?

Desde mi punto de vista, ello tiene motivos históricos y geopolíticos, entre otros el cruento papel soviético durante décadas, los intereses árabes, el anti americanismo europeo, la dependencia energética de Occidente y el creciente fenómeno islámico. Pero también surge de un conjunto de derrotas que sufrimos como sociedades libres y que desemboca en un fuerte relativismo ético. Derrota moral de la izquierda. Durante décadas, la izquierda levantó la bandera de la libertad, allí donde existía la injusticia, y fue la depositaria de las esperanzas utópicas de la sociedad. Fue la gran constructora de futuro'

A pesar de que la maldad asesina del estalinismo hundió esas utopías y dejó a la izquierda como el rey desnudo, despojada de atuendos, ha conservado intacta su aureola de lucha, y aún marca las pautas de los buenos y los malos del mundo. Incluso aquellos que nunca votarían posiciones de la izquierda, otorgan un gran prestigio a los intelectuales de izquierda, y permiten que sean ellos los que monopolicen el concepto de solidaridad.

Esa traición histórica a la libertad se reproduce, en el momento actual, con precisión matemática. También hoy, como ayer, esa izquierda perdona ideologías totalitarias, se enamora de dictadores y, en su ofensiva contra Israel, ignora la destrucción de derechos fundamentales. Odia a los rabinos, pero se enamora de los imanes; grita contra Tzáhal, pero aplaude a los terroristas de Hamás; llora por las víctimas palestinas, pero desprecia a las víctimas judías; y cuando se conmueve por los niños palestinos, solamente lo hace si puede culpar a los israelíes. Nunca denunciará la cultura del odio, o su preparación para la muerte, o la esclavitud que sufren sus madres.
Y mientras alza la bandera de Palestina, quema la bandera de Israel. Hace un año, en el Congreso de AIPAC en Washington, hice las siguientes preguntas: “¿Qué patologías profundas alejan a la izquierda de su compromiso moral? ¿Por qué no vemos manifestaciones en París, o en Barcelona en contra de las dictaduras islámicas? ¿Por qué no hay manifestaciones, en contra de la esclavitud de millones de mujeres musulmanas? ¿Por qué no manifiestan en contra del uso de niños bombas, en los conflictos donde el Islam está implicado? ¿por qué la izquierda sólo está obsesionada en luchar contra dos de las democracias más sólidas del planeta, y las que han sufrido atentados más sangrantes: Estados Unidos e Israel?”…
Por qué la izquierda que soñó utopías ha dejado de soñar, quebrada en el Muro de Berlín de su propio fracaso. Ya no tiene ideas, sino consignas. Ya no defiende derechos, sino prejuicios. Y el mayor prejuicio de todos es el que tiene contra Israel. Acuso, pues, de forma clara: la principal responsabilidad del nuevo odio antisemita, disfrazado de anti israelismo, proviene de aquellos que tendrían que defender la libertad, la solidaridad y el progreso. Lejos de ello, defienden a déspotas, olvidan a sus víctimas y callan ante las ideologías medievales que quieren destruir la civilización.

La traición de la izquierda es una auténtica traición a la modernidad. Derrota del periodismo. Tenemos un mundo más informado que nunca, pero no tenemos un mundo mejor informado. Al contrario, las autopistas de la información nos conectan con cualquier punto del planeta, pero no nos conectan ni con la verdad, ni con los hechos.

Los periodistas actuales no necesitan mapas porque tienen Google Earth, no necesitan saber historia porque tienen Wikipedia. Los históricos periodistas que conocían las raíces de un conflicto aún existen, pero son una especie en vías de extinción, devorados por este periodismo de hamburguesa que ofrece noticias fast-food, a lectores que desean información fast-food.

Israel es el lugar del mundo más vigilado y, sin embargo, el lugar del mundo menos comprendido. Por supuesto, también influye la presión de los grandes lobbys del petrodólar, cuya influencia en el periodismo es sutil pero profunda.

Cualquier mass media sabe que si habla contra Israel, no tendrá problemas. Pero ¿qué ocurrirá si critica a un país islámico? Sin duda, entonces, se complicará la vida. No nos confundamos. Parte de la prensa que escribe contra Israel, se vería reflejada en una aguda frase de Goethe: “Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre, sin serlo”. O también en otra, más cínica, de Mark Twain: “Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras”. El Código Penal Romano. Y la Carta de Derechos Humanos. Y con estos tres textos, volveríamos a empezar. Estos principios, que nos avalan como sociedad, son relativizados, incluso por aquellos que dicen defenderlos. “No matarás”…, depende de quien sea el objetivo…, piensan aquellos que, por ejemplo en Barcelona, se manifestaron con gritos a favor de Hamás.

“Vivan los derechos humanos”…, depende de a quien se aplican, y por ello no preocupan a millones de mujeres esclavas. “No mentirás”…, depende de si la información es un arma de guerra a favor de una causa. La masa crítica social se ha adelgazado y, al mismo tiempo, ha engordado el dogmatismo ideológico. En ese doble viraje, los valores fuertes de la modernidad han sido sustituidos por un pensamiento débil, vulnerable a la manipulación y al maniqueísmo.
La ONU sólo sirve para que islamofascistas como Ahmadineyad, o demagogos peligrosos como Hugo Chávez, tengan un altavoz planetario desde donde escupir su odio. Y, por supuesto, para atacar sistemáticamente a Israel. También contra Israel, la ONU vive mejor.

Finalmente, derrota del Islam. El Islam de las luces sufre hoy el violento ataque de un virus totalitario que intenta frenar su desarrollo ético. Este virus usa el nombre de Dios para perpetrar los horrores más inimaginables: lapidar mujeres, esclavizarlas, usar embarazadas y jóvenes con retraso mental como bombas humanas, adiestrar en el odio, y declarar la guerra a la libertad. No olvidemos, por ejemplo, que nos matan con móviles vía satélite conectados… con la Edad Media.
Si el estalinismo destruyó a la izquierda, y el nazismo destruyó a Europa, el fundamentalismo islámico está destruyendo al Islam. Y también tiene, como las otras ideologías totalitarias, un ADN antisemita. Quizás el anti isemitismo islámico es el fenómeno intolerante más serio de la actualidad, no en vano afecta a más de 1.300 millones de personas educadas, masivamente, en el odio al judío.

En la encrucijada de estas derrotas, se encuentra Israel. Huérfano de una izquierda razonable, huérfano de un periodismo serio y de una ONU digna, y huérfano de un Islam tolerante, Israel sufre el violento paradigma del siglo XXI: la falta de compromiso sólido con los valores de la libertad.

Nada resulta extraño. La cultura judía encarna, como ninguna, la metáfora de un concepto de civilización que hoy sufre ataques por todos los flancos. Ustedes son el termómetro de la salud del mundo. Siempre que el mundo ha tenido fiebre totalitaria, ustedes han sufrido. En la Edad Media española, en las persecuciones cristianas, en los progroms rusos, en el fascismo europeo, en el fundamentalismo islámico. Siempre, el primer enemigo del totalitarismo ha sido el judío. Y en estos tiempos de dependencia energética y desconcierto social, Israel encarna, en propia carne, al judío de siempre.Una nación paria entre las naciones, para un pueblo paria entre los pueblos. Es por ello que el antisemitismo del siglo XXI se ha vestido con el eficaz disfraz del anti israelismo.

¿Toda la crítica contra Israel es antisemita? No. Pero, todo el antisemitismo actual se ha volcado en el prejuicio y la demonización contra el Estado judío. Un nuevo vestido para un viejo odio. Dijo Benjamin Franklin: “Donde mora la libertad, allí está mi patria”. Y añadió Albert Einstein: “La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”. Este es el doble compromiso aquí y hoy: no sentarse nunca a ver pasar el mal y defender siempre las patrias de la libertad.

*Texto de la conferencia ofrecida en el Global Forum for Combating Antisemitism, que se celebró días atrás en Jerusalem.

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miércoles, 20 de febrero de 2008

*DENUNCIAN ANTISEMITISMO EN MEDIOS OFICIALES




*DENUNCIAN ANTISEMITISMO EN MEDIOS OFICIALES

ANTISEMITISMO

Venezuela
La existencia de focos antisemitas en medios de comunicación oficiales venezolanos, denunció el presidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), Abraham Levy Benshimol.

De acuerdo con Levy, los supuestos mensajes antisemitas "provienen de programas transmitidos en el canal oficial Venezolana de Televisión, en la Radio Nacional de Venezuela y en la emisora YVKE Mundial", dijo en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, que fueron reproducidas por el portal argentino Infobae.com

Aseguró que también hay periódicos afines al Gobierno que tienen una posición antisemita, como el diario VEA y el portal de noticias Aporrea.org

El presidente de la CAIV destacó que en los nueve años de gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, la comunidad judía logró dos entrevistas directas con el mandatario, aunque también tuvo acceso a importantes funcionarios, como el ex vicepresidente José Vicente Rangel, y el ex ministro de Defensa, Raúl Baduel. Sin embargo, consideró que los reclamos realizados de ataques antisemitas "no han tenido eco" en el oficialismo.

"Este gobierno tiene la dificultad de no establecer puentes con importantes sectores del país como los productores y la Iglesia, y la comunidad judía no es la excepción", sostuvo.

Levy dijo además que la vinculación diplomática que mantiene Chávez con su par iraní Mahmoud Ahmadinejad genera "zozobra" en Venezuela. Explicó que Ahmadinejad "es un notorio y abierto enemigo" de Israel, país con el que los judíos venezolanos mantienen "vínculos históricos, espirituales e incluso familiares".

domingo, 30 de diciembre de 2007

*CARLOS BLANCO ESCRIBE PARA EL UNIVERSAL: TIEMPO DE PALABRA "EL ANTISEMITISMO ES UN PROBLEMA QUE AFECTA A LOS JUDIOS Y TAMBIEN A LOS VENEZOLANOS"




Carlos Blanco // Tiempo de Palabra

"El antisemitismo es un problema que afecta a los judíos y también a los venezolanos"
Revolución antisemita

El régimen que encabeza Chávez es antisemita. Las razones para esta posición son diversas, pero concurrentes, y no las desmiente el hecho de que uno que otro judío haga negocios con el gobierno o pueda ser parte de la burguesía emergente. El antisemitismo oficial se expresa en variadas formas, que van desde las actitudes circunstanciales hasta posiciones de mayor fondo y significado. Desde la idiotez de referirse a "los que mataron a Cristo", código nada secreto para referirse a los judíos del imperio romano, hasta la solidaridad con un peligroso malandrín internacional como es el dueño de Irán, Mahmud Ahmadineyad, pasando por las campanadas de alerta que representan los dos allanamientos miserables al Colegio "Moral y Luces".

Los Ricos

Chávez dijo hace algún tiempo: "¿El mundo tiene lugar para todos, pues, pero resulta que unas minorías, los descendientes de los mismos que crucificaron a Cristo, se adueñaron de las riquezas del mundo¿ " Como se sabe, la acusación contra los judíos es una mentecatez histórica, pero ha servido para darle un cariz trascendental, originario y eterno, a una supuesta culpabilidad de la cual sería imposible desprenderse ¡Cómo ser inocentes después de haber matado al Hijo del Hombre, a Dios!

Ese señalamiento no por embaucador deja de tener eficacia como música de fondo cuando avanza la retórica antisemita. Se trata de que los directos responsables de aquella muerte -por cierto, necesaria para redimir a los hombres del pecado-, no son sólo homicidas sino que además, en su maldad se han adueñado de las riquezas del mundo. Criminales y además ricos. Se trata de ubicar en los judíos la culpa de las miserias antiguas -por deicidio- y de las nuevas, al ser ricos y excluyentes.

Esta visión, sembrada en vetas llenas de prejuicios e ignorancia en algunas sociedades, entre las que no ha estado la venezolana, sirven para carburar resentimientos, cegueras y políticas.

El Odio

En las sociedades libres viven distintos pueblos, culturas y creencias, en medio del máximo respeto. La diversidad es un signo de orgullo entre seres humanos emancipados. No es así en los regímenes autoritarios, como en la Venezuela de estos tiempos. Las características de éstos son la uniformidad, el terror a la disidencia y el horror a la diferencia. Dos son los instrumentos para aplanar la diversidad: el terror y el odio. El odio hace que se vea al distinto como enemigo; el terror procura la autoanulación del otro, paralizado por el miedo. Esos enemigos requieren ser corporizados, ser representados de manera sustantiva, para que tenga rostro y puedan ser confrontados.

Así en Venezuela están "los oligarcas", "los ricos", los del pasado, "los golpistas", "los neoliberales", los escuálidos, como categorías comunes para suscitar aquellos sentimientos indispensables para tener enemigos a la mano. Sin embargo, hay enemigos transversales que se construyen lentamente: los judíos, los curas, los que viven "en el Este", los médicos venezolanos, entre otros. Es un proceso de selección en el que intervienen elementos de inteligencia policial, para que el enemigo tenga rostro humano y el odio pueda soltarse como un resorte brutal.

En el caso de los judíos, Chávez se aprovecha de las ondas antisemitas que van y vienen, y que se encuentran estimuladas por el irresuelto problema del Medio Oriente. La ignorancia y los intereses de los próceres bolivarianos les impiden desprenderse del estereotipo que manejan acerca de "el judío", totalmente ajeno a la riquísima cultura que expresa ese pueblo, y a su inmenso, continuo y deslumbrante aporte a la ciencia, al arte, a la literatura, a la solidaridad social, al pensamiento moderno, avanzado, progresista, en todos los tiempos. La memez bonapartista del régimen impide ver que los judíos venezolanos, tan venezolanos como cualquiera nacido digamos que en Sabaneta, participan de la creación institucional, política, científica y cultural que ha tenido Venezuela en su historia, sobre todo en la contemporánea.

No deja de ser sorprendente cómo estos autócratas militaristas no advierten que el pensamiento de izquierda; tal vez el más genuino ha sido nutrido por la intelectualidad judía desde siempre.

Alianza con el Forajido

Dentro de la variopinta alianza que Chávez construye, destaca como peculiar forúnculo la que articula con Ahmadineyad. Este personaje ha sostenido que el Holocausto no existió y que el Estado de Israel debe desaparecer. La negación del Holocausto no es para el iraní un problema intelectual, una duda histórica, una titilación del entendimiento; sino una manera de derrumbar los fundamentos del Estado judío, el cual, a continuación, se propone destruir.

No puede venir el caudillo bolivariano a decir que es producto de la simpatía con la causa palestina. Esa simpatía es mera coartada, porque se puede estar de acuerdo con la necesidad de un Estado Palestino y discrepar de las políticas extremas de diversos gobiernos israelíes, sin formar parte del tramado antisemita que Ahmadineyad, Chávez y otros, tejen.

El Estado de Israel es más que un Estado, es la noción del hogar, del refugio, es el nunca-más del Holocausto. El intento de destruirlo es una manera de hostilizar por mampuesto a los judíos del mundo. De esto se hace solidario Chávez en su alianza con el iraní delirante.

No Existen

Por supuesto que el régimen no hace gala de abierto antisemitismo. Usa el mismo método que emplea para pervertir y liquidar la democracia: proclaman su fidelidad al sistema de libertades y lo hacen implosionar, poco a poco.

Cuando hay venezolanos que se enfrentan al régimen y son judíos, en los corrillos oficiales se le atribuye a la condición judía la raíz de su disensión. A los organismos representativos de la comunidad no se les considera interlocutores y, en el marco de las alianzas de Chávez, ya se sabe que han pasado a formar parte de "los otros".

La historia de los judíos los ha hecho muy sensibles a los primeros signos de la intolerancia, el acoso y la persecución. Huelen los tiempos, oyen las pisadas cuando todavía están a la distancia, captan la frecuencia en la que las hienas emiten sus chillidos. Por eso saben que los elogios al "hermano Ahmadineyad" son barruntos de lo que ya ha caído en Venezuela y que afecta a los judíos como ciudadanos venezolanos y, eventualmente, como comunidad.

El antisemitismo no es un problema que atañe sólo a los judíos. Es una cuestión que implica a los venezolanos no sólo en razón de la solidaridad con quienes son o pueden ser señalados por el dedo del déspota, sino porque cuando la libertad, la seguridad y la condición humana de un judío se encuentran amenazadas también lo están la libertad, la seguridad y la condición humana de los demás ciudadanos.

carlos.blanco@comcast.net