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martes, 10 de mayo de 2011

COSTA ORIENTAL DEL LAGO. OSWALDO ÁLVAREZ PAZ. DESDE EL PUENTE

La Costa Oriental del Lago de Maracaibo (COLM) está compuesta por siete municipios y cerca de un millón de habitantes, en un territorio de 9.293 kilómetros cuadrados. La columna vertebral de su economía es la actividad petrolera desde principios del siglo pasado, complementada por  actividades agropecuarias, pesqueras, comerciales e industriales. Ha sido el centro operacional de la industria del petróleo y, en consecuencia, el soporte fundamental de la economía nacional. La historia contemporánea empezó en 1914 con el descubrimiento del pozo Zumaque I en Mene Grande, reforzada en 1922 con el reventón del pozo Los Barroso en Cabimas. La pesca tradicional y artesanal, sin desaparecer, le dio paso a un progreso que considerábamos irreversible.

Las grandes trasnacionales primero, PDVSA después de la nacionalización con sus correspondientes operadoras, jugaron un rol insustituible en el desarrollo de esta sub-región zuliana. A ella me unen vínculos indestructibles personales, familiares y políticos. Con la estrecha colaboración de los alcaldes de la zona y de las operadoras, incluidas las llamadas contratistas del sector privado, se completó un trabajo de crecimiento económico y desarrollo social que ha resistido las agresiones de la barbarie actual e impedido caer en la más completa miseria. La semana pasada estuve varios días allá. Teniendo como base a Ciudad Ojeda, Lagunillas, conversamos a fondo nuevamente con las fuerzas motrices de la zona. Comerciantes, industriales, ganaderos, universitarios, dirigentes políticos y gremiales, mujeres y jóvenes. En todos ellos un sentimiento de rabia indignada, anhelo de cambio profundo y disposición a trabajar para lograrlo. Ahora hay retroceso, desinversión, abandono, incompetencia máxima, desempleo, inseguridad hasta límites indescriptibles e incertidumbre con relación, no sólo frente al futuro, sino con relación al día a día que los asfixia.

En todas partes encontramos a la Gente del Petróleo, así con mayúscula. Buena parte de los veinte mil botados de PDVSA, víctimas del más espantoso genocidio laboral de la historia. Crimen que reclama justicia. Pueden tener la seguridad de que sus derechos serán reconocidos y los sufrimientos compensados. Pero también, sus verdugos, sobre todo el verdugo mayor, tendrán que responder y saldar la deuda que tiene con tanta gente al mismo tiempo.

A los males anteriores se suman los derivados de la decisión de mayo de 2009 de asaltar las empresas contratistas privadas de la industria. No se trató de expropiaciones, ni de confiscaciones. Al margen de la ley hubo apropiación indebida calificada, es decir, robo a mano armada de instalaciones, equipos, recursos y nuevos despidos de personal. Fueron afectados unos diez mil empleos directos y cerca de treinta mil, derivados de esas actividades. Muchos quedaron fuera de la promesa de ser reenganchados. Ahora están también sin ingresos, contratación colectiva, ni seguridad social. La situación es explosiva.

oalvarezpaz@gmail.com  
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domingo, 2 de enero de 2011

AL SUR DE LA CONCIENCIA. JUAN CARLOS APITZ (CASO ESTADO ZULIA)

os hechos acaecidos en el Sur del lago de Maracaibo, en el Zulia, en los que por orden del moderno Prometeo de Sabaneta se intervinieron 47 fincas, los cuales derivaron en la protesta de los productores agropecuarios que obstaculizaron con sus carros, tractores y camionetas la Carretera Panamericana que comunica con El Vigía, y de los trabajadores del Hato "El Peonío" que impidieron a los funcionarios del Instituto Nacional de Tierras tomaran posesión de ese fundo, demuestran palmariamente por qué este régimen todavía se mantiene en pie a pesar de su disposición totalitaria.

Primeramente, hemos sido testigos de que el 2 de diciembre de 2007 la mayoría de los venezolanos rechazó la Reforma Constitucional propuesta por el Presidente de la República y la Asamblea Nacional, que planteaba el socialismo como único modelo económico, al Poder Popular como nueva rama del Poder Público, la nueva geometría del poder, la nueva ética socialista y la creación de la Fuerza Armada Bolivariana. También, que a pesar de tal rechazo electoral el Gobierno Nacional ha implementado la reforma negada a través de la promulgación de 26 Decretos-Leyes por la Ley Habilitante de 2007-2008.

Segundo, toleramos la sanción por la Asamblea Nacional de la cuestionada Ley de Procesos Electorales, y la emisión de sus inconsultos reglamentos por el Consejo Nacional Electoral, que significan la hiperrepresentación de las mayorías en desmedro de la representación proporcional; lo que explica porqué el oficialismo sacando menos votos tiene más diputados en el próximo Parlamento.

En tercer lugar, hemos visto cómo la moribunda Asamblea Nacional ha transformado nuestra República en un mamarracho bautizado Estado Comunal, por no decir comunista, mediante la sanción de la Ley Orgánica del Poder Popular; la Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular; la Ley de Comunas; la Ley de Contraloría Social, y la Ley Orgánica para el Sistema Económico Comunal. No obstante, en plena agonía legislativa, y entre gallos y medianoche, ese mismo Congreso entrega todo el poder a su amo aprobando la reforma de la Ley de Responsabilidad en Radio, Televisión y Medios Electrónicos; la Ley de Bancos; la Ley de Telecomunicaciones; la Ley de la Defensa de la Soberanía Política y Autodeterminación Nacional; la Ley de regularización de los períodos constitucionales y legales de los poderes públicos estadales y municipales; la Ley de Educación Universitaria; la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, y la Ley Orgánica del Sistema de Transferencia de Competencias y Atribuciones de los Estados y Municipios.

Luego, por cuarta vez, se le otorgó por 18 meses al Presidente de la República una nueva Ley habilitante, para que gobierne en solitario mediante decretos-leyes e impida a los nuevos diputados de oposición cumplir con su misión parlamentaria. Ahora bien, la despedida se la dieron los propios legisladores con la reincidente reforma de su Reglamento Interior y de Debates, que esta vez significa ahogarlos en el mar del silencio.

A pesar de todo lo narrado y soportado, ¿cómo es que el gobierno aún es gobierno? La respuesta es muy sencilla: todo se debe al perverso individualismo o egoísmo de los venezolanos, que se manifiesta en la permanente indiferencia; en la desunión; en la preeminencia de la agenda personal y las ambiciones privadas sobre el destino colectivo. Todo ello se resume en las últimas declaraciones del productor agropecuario Jesús "Chucho" Meleán: "…les dije, quieren la tierra, me pagan las bienechurías y estamos listos". Ese individualismo, mal entendido, se erige en obstáculo para conquistar definitivamente nuestros derechos humanos y la propia democracia.

Como en la película de Oliver Stone, Al sur de la frontera, que intenta ser un documental en el que explora el (supuesto) resurgimiento de los movimientos progresistas latinoamericanos, y termina siendo una patética biografía del caudillo golpista; una retahíla de mentiras que no es ni chicha ni limona'a, que sólo es adulación y ego. En cambio, los venezolanos demócratas debemos pensar y actuar en colectivo, sólo así podremos transitar los caminos de la resistencia, o la desobediencia como posibles salidas efectivas a este agobiante presente. Es el momento de dejar de estar "al sur de la conciencia" de todo lo que nos sucede.

www.juancarlosapitz.com
justiciapitz@hotmail.com
Twitter: @justiciapitz

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sábado, 16 de mayo de 2009

*EL ASALTO A LA COSTA ORIENTAL DEL LAGO, MARCOS R. CARRILLO P., EL UNIVERSAL 15/05/2009

Hace años un gran amigo tomó una decisión de vida: Luego de haber sido educado en excelentes centros académicos, y teniendo la posibilidad de salir a estudiar al exterior o de seguir disfrutando de una placentera vida en la ciudad capital, asumió la responsabilidad de irse a la costa oriental del lago de Maracaibo a proseguir con la obra que su padre comenzó 52 años atrás. Como todo emprendedor, el padre de mi amigo tomó riesgos a los que pocos se hubieran atrevido: invirtió su escaso capital en un olvidado pueblo apartado de todo y sumido en la precariedad que vivía el interior del país en los años 50. Luego de medio siglo de arduo trabajo, de arriesgar su dinero, de sacrificar a su familia, de creer en el país, en el pueblo que adoptó como morada y en los ciudadanos, levantó una empresa ejemplar que, aún en medio de las incertidumbres creadas por este gobierno, siguió invirtiendo en el país hasta que entre gallos y medianoche, como actúan los hampones, una horda de militares y civiles (entre los cuales se encontraban personas despedidas de la empresa por ladrones) tomaron las instalaciones construidas a lo largo de tantos años, apadrinados por una orden arbitraria del presidente y por una ley abiertamente inconstitucional y antidemocrática que permite la expropiación (léase confiscación) de las empresas que prestan servicios petroleros. A mi amigo se le permite la entrada a su propia oficina sólo bajo vigilancia y no puede sacar ni siquiera sus bienes personales. Sobra decir que durante esta semana, nada se ha producido.

La arbitrariedad y el abuso de esta acción son tan patentes y grotescos que no vale la pena ni siquiera comentarlo. Es preferible concentrarse en la estupidez que ello significa. Confiscarle la empresa a quienes la han trabajado con dedicación, empeño y, sobre todo, conocimiento del oficio es tan inútil como robarle el violoncello a Pablo Casals o decomisarle la Filarmónica de Berlín a Sir Simon Rattle. ¿Qué podría hacer un mequetrefe con el instrumento del maestro catalán? ¿A pesar de lo virtuoso que puedan ser los músicos de la mejor orquesta del mundo, cuánto tiempo podrían seguir manteniendo ese estatus al ser dirigidos por un incompetente con un cambur en la oreja que crea que dirigir una orquesta se limita a "mover una varita" y piensa que "eso lo hace cualquiera"? ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que los músicos emigraran a otras orquestas en otros países? ¿Creen los cobardes que tomaron esas instalaciones que hay alguna diferencia entre dirigir una sofisticada empresa y los casos planteados? Las respuestas son tan obvias que las podemos ver día a día en la propia industria petrolera y en las tierras quitadas a los ganaderos.

Pero, además del innegable fracaso que se avecina y sus nefastas consecuencias prácticas, como la escasez de gasolina y la quiebra del país, el asalto de la costa oriental tiene serias connotaciones políticas y jurídicas. Se confirma el carácter totalitario y antidemocrático del más inepto de los gobiernos. Se patea, una vez más, la constitución: se violenta la propiedad privada, se utilizan vías de hecho (ausencia absoluta de procedimientos que garanticen el derecho a la defensa), se cercenan el derecho al trabajo y el de dedicarse a la actividad lícita de preferencia. El problema no se trata de un grupito de empresas que han sido confiscadas. Se trata de una política de gobierno dirigida a la abolición de los derechos ciudadanos, tal y como queda comprobado no sólo por este hecho sino por los asaltos a los productores agropecuarios, las tomas a la industria agroalimentaria, las invasiones urbanas y rurales, las inhabilitaciones políticas y el robo de la voluntad popular mediante el atropello a los gobernadores y alcaldes de oposición.

El drama de todo esto es que a estos tipos jamás les sonará el instrumento, pero persistirán. Los ciudadanos y la fuerza armada tenemos el mandato constitucional de restaurar la efectiva vigencia de la constitución.

mrcarrillop@gmail.com