8000 años después China está allí. En la Venezuela de 2010 hablamos de “la última oportunidad de la democracia” y de estar en “una encrucijada histórica”. Eso lo he oído yo antes.
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La prohibición por parte del gobierno de noticias de carácter “violento” tuvo que ser retirada bajo la presión nacional e internacional para devenir en falsas argumentaciones y en una ridícula promesa de acabar con la delincuencia dentro de veinte años. Las risas del presidente de Telesur hicieron mucho daño ante la opinión pública que esta impactada por la inseguridad personal.
La frecuente ausencia de la electricidad en casi todo el territorio nacional y el racionamiento asistemática del agua ambas achacadas a situaciones climáticas fue desmentida por las propias realidades meteorológicas para establecer como variable independiente la desidia e incompetencia gubernamental.
La situación de los contenedores repletos de comida y medicina en malas condiciones para ser consumidas no pudo ser justificada de ninguna manera por los entes oficiales y oficiosos quedando el gobierno con la macula de dicha realidad que confirma la existencia de una economía de puertos asistemática y sin controles para tratar de paliar la crisis de abastecimiento que sufre el país por las irresponsables expropiaciones al sector productivo.
Ante las acusaciones ante los entes internacionales el gobierno tuvo que dar marcha atrás sobre la confrontación con Colombia intentando recomponer sus relaciones con el vecino país el cual obtuvo importantes logros en materia económica al iniciarse el pago mil millonario de la deuda venezolana para con los exportadores colombianos. Los estrategas de la sala situacional gubernamental han logrado suspender la transmisión del programa semanal del comandante para evitar las confrontaciones que allí se originan.
La afirmación de Fidel Castro de que socialismo es comunismo dejo muy mal parado al afán de ocultar la tendencia marxista leninista de la cúpula ideológica gubernamental en su fallido intento de imponer esquemas marxistas ortodoxos a la realidad nacional. Ello ante el rechazo casi unánime de los venezolanos al esquema fidelista calcado de las metodologías fracasadas de la antigua Unión Soviética.
Ante este cuadro adverso en que el oficialismo continuista alcanza un pírrico treinta por ciento en la aceptación de los venezolanos pretende ganar unas elecciones parlamentarias con base en una organización paramilitar de su militancia, el control del aparato electoral, su ventaja histórica ahora desvencijada y el manejo indiscriminado de los recursos del país.
Por su parte la Alternativa Democrática continua con su campaña paraguas denunciando los graves problemas nacionales lo que genera una confrontación bipolar entre gobierno y disidencia sin enfatizar sobre las problemáticas regionales en la cual las débiles y casi desconocidas candidaturas oficialistas tienen todas las de perder sin el porta aviones presidencial. Esto último daría fuerza a las candidaturas en los circuitos y fortalecería los liderazgos regionales.
Escribo estas líneas conmovido por la muerte de dos grandes amigos. Los conocí hace muchos años y puedo dar fe de la rectitud y vocación democrática de ambos. Me refiero
Estas pérdidas son duras en tiempos de destrucción de
Este señor anda mal. Al menos sin la sindéresis indispensable para gobernar. Es ocioso hacer el inventario al detal de los disparates y desaciertos que conducen a la destrucción del país, a la demolición de todo vestigio de decencia, de ética y de respeto por los principios y valores que fundamentan nuestra nacionalidad sirviendo de soporte a la vida en libertad y democracia.
Después de casi doce años en el poder queda claro que el tipo no es un demócrata, no cree en la libertad como valor esencial del ser humano ni en las distintas instancias de su aplicación en la vida, la cual pareciera que tampoco valora demasiado. Me refiero a la vida de la gente, por supuesto que la de él la sobrevalora a diario, como lo reflejan las exageradas medidas de seguridad que ya son objeto de burlas en el mundo entero.
También queda claro que está enfermo de tiranía, como hemos sostenido muchas veces y que, habiendo liquidado la vigencia de la Constitución y el estado de derecho, se considera con el camino despejado para demoler los obstáculos que considera aún existen para el desarrollo de su proyecto comunista a
Demoler todo lo que moleste a sus propósitos, apelando a la agresión física e institucional, a la mentira, a la calumnia, al fraude moral y material, es la orden dada a sus seguidores incluida la caricatura de unos mandos electorales militarizados, a gobernadores, alcaldes y a toda la amplia gama de burócratas y mantenidos públicos de todo pelaje.
No ha sido suficiente con la destrucción de la ley y el orden, de PDVSA y el negocio petrolero, las industrias básicas de Guayana, el aparato productivo –público y privado-, las fuerzas armadas incluida
Ahora hay que arrasar con la firme decencia que señala la resistencia activa de la mayoría de una nación que no se rinde, ni se rendirá. El 26-S está a la vuelta de la esquina.
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Los intentos del Gobierno por compensar los efectos negativos del ya remoto desplome de los precios del petróleo a fines de 2007 se han desarrollado en un marco de reglas socialistas que no favorecen la actividad económica ni el empleo, generan presiones constantes al alza de precios y castigan la inversión. Las consecuencias las paga la gente común en alto costo de vida, pérdida de calidad de los trabajos y sufriendo el empeoramiento del clima social que todo ello traduce en delincuencia y desasosiego.
Pero las autoridades no le prestan atención a estas penurias. Por el contrario, han arreciado sus embates contra el sistema financiero (que es fundamental para el funcionamiento de una economía semicapitalista como siempre ha sido la nuestra), se han abstenido de corregir grandes errores anteriores y persisten en la mentalidad que las domina, que es tener un pueblo muy pobre y débil, y un gobierno muy fuerte y rico. A pesar de que todos los indicadores señalan una tendencia muy negativa en materia económica y social, las prioridades oficiales siguen colocadas en el plano estrictamente político y electoral.Al revisar algunas de las estadísticas recientes del Banco Central, de las cuales no se puede dudar más allá de lo razonable, uno se encuentra con un cuadro realmente pasmoso. El PIB total muestra 5 trimestres seguidos con resultados negativos, al igual que el PIB no petrolero. El PIB petrolero tiene 6 trimestres corridos con guarismos semejantes. La demanda interna, el consumo privado y la inversión acusan también registros en rojo por 5 trimestres seguidos, al igual que las importaciones Las exportaciones presentan un cuadro aún peor: de los últimos 14 trimestres, ¡ha habido contracción en 13!, en lo que es una de las más largas contracciones económicas de la historia reciente.
Cualquier gobierno del mundo tomaría estas informaciones con la seriedad del caso y buscaría armonizar con sectores empresariales y laborales, políticos y sociales, un conjunto de políticas para detener lo que sin duda es una caída libre, y restablecer las bases para una posterior recuperación y descenso de la inflación. Sabemos que desafortunadamente ese no es el caso. Por el contrario, los dirigentes revolucionarios, ante las elecciones que se avecinan, buscan preservar su dominio parlamentario no para desarrollar la Constitución sino para avalar las decisiones que se tomen desde el Ejecutivo, aunque éstas generen resultados como los señalados.
El país tiene que comenzar a moverse por caminos diferentes en lo social, económico, político y legal. Es evidente que hace falta un modelo distinto para el desenvolvimiento de las actividades humanas que sea compatible con mayores grados de libertad y menores índices de desigualdad. Y ese nuevo modelo tiene que ser construido de forma democrática incorporando lo mejor que ha acumulado el conocimiento mundial sobre las formas de organización social.
En esto reside uno de los aspectos clave de las elecciones parlamentarias del 26S. Porque subir un escalón, o varios, de esa escalera que es el avance de las sociedades, se hace impostergable para la Venezuela de hoy. Uno espera que los candidatos de la democracia cumplan en este inicio de campaña un papel de voceros verticales de las verdaderas aspiraciones de las mayorías.
Hoy 30 de Septiembre de 2010 tenemos: LLUVIAS-RANCHOS-VOTOS.PUEBLO (colectivo). Acabamos de vivir con intensidad dos (2) inmensas lluvias, una de agua que dejó una gran huella de destrucción y con ello de preocupación, pero que termina siendo una gran ALARMA que NO debemos descuidar. Y otra de VOTOS que nos demuestra una vez más, a nosotros mismos y por si quedan dudas al mundo entero, que SI somos un Gran Pais....Que con el voto ganamos TODOS.
El grato olor a tierra mojada depués de un palo de agua, lo relacionamos con campo, frecura, libertad, dulces recuerdos de la niñez, pero que hoy lo vemos transformado en señal de alarma, de tragedia anunciada, hasta entramos en pánico. Lo que es una bendición del cielo, para la supervivencia de los seres vivos, hoy le tememos, cuando vemos todo lo que arrastra con su paso.
Al mencionar pánico, no estoy exagerando. Caracas con su alta densidad de ranchos, nos está alertando que tarde o temprano viene una tragedia de proporciones gigantescas, incalculables, debido a la indolencia, indiferencia y hasta la falta del sentido común como si la misma vida humana NO tuviera valor alguno.
¿Que estamos esperando para cambiar de actitud?
La naturaleza nos está hablando con su lluvia, el Pueblo nos está hablando con sus votos. No podemos ser sordos ante estos llamados, en esos ranchos viven seres humanos todos Peatones, que cuando decidan bajar, será la peor huella dejada, No por causa natural sino por la indiferencia de nosotros mismos. A los gobernantes en ejercicio y a los elegidos, especialmente a los nuevos reperesentantes a La Asamble Nacional, por su mayor cercania al Pueblo y en especial a Los Caraqueños TODOS, se nos dijo claramente, CARACAS ESTÁ VUELTA M.....,¡¡¡¡No me abandones!!!!
Si estas son verdaderas alarmas, cabe la pregunta: ¿Qué estamos haciendo para desactivar, efectivamente, estas alarmas? ¿Qué pasa con el cauce de los rios? ¿Qué pasa con las construcciones indiscriminadas? Y eso por mencionar algunas.
Es deber de TODOS el cambio de ACTITUD, especialmente de nuestros gobernantes y más aún de los recién elegidos, de quienes esperamos ver sus promesas cumplidas.
El socialismo criollo avanza a marchas forzadas hacia el totalitarismo
El régimen es ineficaz en cualquier materia, salvo en la propaganda, por eso ha logrado crear una matriz de opinión que le permite sustentar ante los sectores de menos recursos su carácter populista, escondiendo el verticalismo militarista y la improvisación como regla de conducta. La contracara es una democracia descentralizada, plural, donde la sociedad pueda expresarse con fuerza y tengan activa presencia los estudiantes y los sindicatos, que son el futuro y la realidad cotidiana del empleo, la soberanía alimentaria y la creación de bienes.
Sin embargo, en la práctica nunca se ha importado tanto como ahora y de los dos millones de hectáreas expropiadas, ni siquiera el 5% está en plena producción.
Si le quitamos el disfraz al régimen nos encontramos con un plano inclinado, que nos conduce a la destrucción de los medios de producción, reduciendo a su mínima expresión la clase media, que genera empleo y hace país. Es imposible hablar de socialismo, cuando en la práctica las autoridades han dispuesto de la renta petrolera como les ha dado la gana, lo que hay es capitalismo de Estado y un enfoque de campanario que nos aísla del mundo, mientras la crisis de los servicios, la escasa construcción de viviendas, la inseguridad y un verticalismo suicida nos acerca a Cuba, que 51 años después importa el 80% de lo que consume.
El modelo socialista hegemónico es ineficaz y económicamente inviable, porque ha ido desmantelando la producción, en una estrategia de autoritarismo e intolerancia que convierte al régimen en un símbolo de la incompetencia: se crean las misiones pero no se interconectan con el sistema hospitalario, se votan 20 mil empleados petroleros y Pdvsa gira como una peonza en la ineptitud, se trasladan los grupos armados del 23 de Enero a la Policía Metropolitana y ello incrementa la criminalidad violenta. En fin, cuando se le quita el disfraz al socialismo del siglo XXI, lo que queda es una crisis de gestión por el permanente conflicto entre el poder y la sociedad, lo que explica que la pirámide de asesinatos cope el escenario político, la inflación sea la más alta de Iberoamérica y una minoría radical acompañe la retórica guerrera, las estatizaciones y la persecución de la disidencia. El socialismo criollo avanza a marchas forzadas hacia el totalitarismo.
Cuba, antes de Castro, era la nación más avanzada del Caribe y hoy en día depende de la ayuda venezolana, de las remesas de los exiliados y del turismo: ¿si el comunismo es tan eficiente por qué necesita traer los alimentos de Estados Unidos y recibir tantas ayudas para sobrevivir? El socialismo sui generis, que nos venden como de alta calidad, es un árbol gigantesco carcomido por dentro, que se desplomó hace mucho tiempo y ha debilitado con las instituciones que tarde o temprano va a necesitar: llámense medios de producción, empleo, vialidad, justicia y una AN donde se debata políticamente la gestión de gobierno, se atienden los reclamos de la sociedad y se apliquen correctivos a las reiteradas violaciones de la Carta Magna.
juanmartin@cantv.net
LOS FUSILAMIENTOS
El presidente Chávez fusila moralmente a los que tiene como sus enemigos. Son juicios sumarios, sin derecho a la defensa de los imputados, cocinados en algún lugar secreto y con el indudable sello de del temible G2 cubano, sin que falte el pelotón local encabezado por unos miserables sin regreso. Él tiene su propia morgue moral en la que, como en la otra, apila sus víctimas.
Las revoluciones y las guerras han usado el fusilamiento y el crimen de Estado como actos poéticos, en los cuales la última palabra "del pueblo" coincidía con el último suspiro de los acusados. En medio del entusiasmo por la llegada de la nueva era los paredones se convirtieron en ocasión de mostrar su irreversibilidad. Matar al enemigo no solo era moraleja sino un acto fundacional para el hombre filtrado e higienizado, envuelto en romanticismo criminal, en asesinatos en nombre del amor que se esparce desde las recámaras de los fusiles.Más adelante, el espectáculo de la muerte televisada se convirtió en exceso sobre todo cuando el entusiasmo por la salvación que portaban los criminales que mataban a otros criminales dejó de ser popular. Los paredones se volvieron más discretos: se sabía el inicio con la sentencia y se sabía el final con el cadáver entregado a tres o cuatro familiares desolados.
Sin embargo, cuando los regímenes criminales, afanosos en buscar la felicidad de aquéllos que somete y engrilla necesitaron integrarse al ambiente internacional por lo de las importaciones y exportaciones, las divisas y otras demandas del mundo globalizado, advirtieron que no era de buen ver el uso frecuente de los paredones. Fue así como las ergástulas en las cuales se pudren los seres humanos, presos por décadas sin juicio, se hicieron el instrumento privilegiado. Cárceles para la disidencia que jamás se tendrá como producto de hechos políticos sino de delitos comunes. Véanse las cárceles cubanas cómo se llenan y también como se vacían parcialmente si necesitan hacer gestos al Vaticano o a Moratinos. Trueque puro y simple en el cual la familia Castro entrega seres humanos a cambio de un saludo de algún jerarca mundial.
La era de la información ha cambiado el patrón. La prisión política es muy mal vista e impide negocios. Se usa, pero el repudio es muy fuerte. Obsérvese el caso reciente de Oswaldo Álvarez Paz que fue de comienzo a fin un encarcelamiento político debido a una pataleta del Comandante; se generó un movimiento internacional y nacional que no sólo guardaba relación con la figura del detenido sino también con la impudicia del proceso. Es el caso reciente de Alejandro Peña Esclusa pero, tal vez, con menos solidaridad a su alrededor porque no tiene dolientes en el mundo partidista.
La idea de los fusilamientos morales no es nueva -Stalin, Mao, Hitler fueron maestros en éstos y en los otros. Lo que acontece en Venezuela es que se han convertido en el instrumento privilegiado para la represión oficial.
EN EL PAREDÓN.
Lo que ha ocurrido con Guillermo Zuloaga, Nelson Mezerhane, los directivos de Econoinvest, la jueza María Afiuni, entre muchos otros, es revelador de la lógica represiva y tiránica. Todos son perseguidos personales del Presidente. Los dos primeros por Globovisión; los de la casa de bolsa como víctimas necesarias de terribles conflictos intragubernamentales que necesitaban culpables para satisfacer a Jorge Giordani que, como Girolamo Savonarola, intenta purificar la revolución podrida mediante la ofrenda de víctimas; la jueza Afiuni por haber liberado a Eligio Cedeño, sin juicio por dos años, preso por una bronca peculiar del Comandante. Hay muchos más.
Estos casos ilustran cómo ha sido Chávez, personal y directamente, quien acusa, insulta, condena y persigue a esos ciudadanos. No hay juicio, salvo una mascarada para llenar las formalidades del ajusticiamiento: nombre, cédula, ocupación... Puro trámite de condenados sin apelación posible. Han sido llamados ladrones, conspiradores, traficantes, lavadores de dinero, corruptos, según casos y situaciones, sin ninguna posibilidad de defensa. Saben que su defensa jurídica es un trámite, no sea que después digan que al no defenderse aceptaron las acusaciones; pero conscientes de que son presos del poder, son presos del Presidente.
El mecanismo es clarísimo. El Presidente se enfurece y toma una decisión o los cubanos determinan que, por ejemplo, a Globovisión hay que darle un escarmiento o cerrarlo si se puede; o dicen que como el diferencial cambiario se ha desmandado hay que buscar un responsable, sin tocar a Rafael Ramírez ni a los vivarachos de Finanzas, entonces están los de las casas de bolsa para ofrendarlos en sacrificio y aplacar a los dioses. Una vez que se han determinado los culpables más a la mano, la máquina oficial se pone en marcha: una de las Luisas declara que ya la investigación está adelantada; otra de las Luisas prevenida al bate para desechar recursos; la patética joven que es incapaz de proferir sílaba si no se lo ordenan, desde la Defensoría argumenta que claro, es obvio, los acusados son culpables; todo lo anterior coreado desde el oficialismo. Están condenados de hecho. Unos presos; otros perseguidos; los de más allá exiliados.
En el caso de los militares es diferente y a veces mucho más dramático porque no tienen partidos o grupos organizados que los defiendan. Otto Gebauer, oficial de la FAN, cumplió instrucciones de sus superiores al trasladar al ex presidente Chávez en abril de 2002; entonces le apreció debilidades emocionales y corporales en esos instantes tremendos -lo cual es perfectamente explicable en un ser humano asustado-, pero haber visto la flojedad y fragilidad de un caudillo en trance de temblor se convirtió en crimen y por eso Gebauer está preso.
¿POR QUÉ?
Se dirá, como más arriba se ha sostenido en esta misma columna, que es la lógica de la represión y el autoritarismo que caracteriza a los asaltantes del poder. Sin embargo, cuando se han conocido a muchos de los perseguidores de hoy es inevitable un cortocircuito. Este narrador se pregunta cómo es posible que varios antiguos amigos y compañeros, caracterizados por el discurso de la comprensión y la paz, enemigos de la represión y de la lógica del Estado tiránico hoy sean quienes promuevan y ejecuten la violencia oficial. Por qué han cambiado y qué los ha hecho cambiar. La única explicación plausible es la combinación mortal de una ideología salvacionista y el ejercicio del poder. El poder en su forma más desnuda y criminal se convirtió en su única causa; el poder de policía con sus dineros y sus guardaespaldas, con sus casas y sus viajes sin pasar por Cadivi o por una cola en el Metro. La revolución se hizo puro paisaje de relleno y la "bunkerización" opulenta de sus vidas es lo que defienden los dirigentes aunque se lleven por delante lo que ellos alguna vez quisieron.
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