BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

domingo, 22 de febrero de 2015

GABRIEL S. BORAGINA, EL PEOR GOBIERNO DE SU HISTORIA, CASO ARGENTINA

Argentina da inicio en el año 2003 al que sería el peor gobierno de su historia desde los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón hasta el día de la fecha. En rigor, hay que hablar de tres gobiernos sucesivos, si tenemos en cuenta la formalidad constitucional, apropiados los tres por el denominado Frente para la Victoria ("FpV"). Hagamos un breve repaso de los hechos.
El "FpV" es el fruto de un disputa interna en el partido peronista entre Eduardo Duhalde y Carlos Menem, en la que el primero trataba de evitar que el segundo accediera a un tercer periodo presidencial. Duhalde detentaba entonces la presidencia de la nación ungido por el congreso como tal, tras la "caída" del brevísimo gobierno de Fernando de la Rúa). Se establece pues un "acuerdo" entre Duhalde y Néstor Kirchner (hasta dicho momento un ignoto gobernador de una provincia argentina -Santa Cruz- en el extremo sur del país) a fin de que este último se presentara como candidato del flamante "FpV". Pero también se establecen alianzas con otros partidos políticos "no-peronistas" para que confluyeran a conformar dicho "frente", aun cuando –indudablemente- el ala dominante de este "FpV" era el sector mayoritario del partido peronista (formalmente designado como "partido justicialista"). El objetivo final -como dijimos- era, en última instancia, restar poder y apoyo popular al candidato Menem, pero -por sobre todas las cosas- hacerse del gobierno a cualquier costo.
En lo que sigue, preferiremos referirnos al "FpV" y no a "los Kirchner" porque podría entenderse que lo sucedido a lo largo de los tres desgraciados gobiernos del "FpV", implicaría eximir de responsabilidad a las otras segmentaciones políticas partidarias que apoyaron el proceso dictatorial que se iniciaba con estos hechos. Y muy lejos está de nuestro ánimo deslindar de responsabilidad alguna a los grupos políticos que contribuyeron -ya sea por acción o por omisión- a la instauración y afianzamiento de la peor tragedia política que ha vivido la Argentina desde los últimos cuatro decenios a esta parte.
En ese año señalado al comienzo, el "FpV" accede al gobierno con un 22 % de los votos, y en medio de un mecanismo electoral bastante polémico y de dudosa constitucionalidad, convocado por Duhalde, (la Constitución de la Nación Argentina exigía entre un 40 % y un 45 % mínimo de los votos para ello).
Sin carisma personal en su candidato, sin liderazgo propio, sin respaldo popular, con un cuestionable resultado electoral y con un apoyo político pobrismo (por no decir nulo) el "FpV", llega al gobierno y comienza (tenuemente al principio y con mayor firmeza en los años subsiguientes) a instalar un proyecto autoritario de poder basado fundamentalmente en el modelo Castro-comunista que Hugo Chávez, hacia la misma época, estaba consolidando en Venezuela.
Circunstancias ajenas y externas al país, le dieron a este cierta "estabilidad" económica en aquel momento que se fue desdibujando a partir de medidas económicas internas que oscilaban entre la torpeza, la improvisación y el afán de lucro desmedido que -más temprano que tarde- afectan en rigor a todo gobierno, sea del color y de la bandera de que se trate.
Simultáneamente el "FpV" comenzó a "instalar temas" en su agenda política que no estaban ni entre los intereses, ni entre los reclamos del conjunto de la ciudadanía. Por ejemplo, uno de esos temas fue el uso y abuso que hizo el "FpV" en torno a la cuestión de los "derechos humanos", que terminó convirtiéndose en una "caza de brujas" contra militares que habían combatido al terrorismo marxista desatado en la década del 70. No estaba esta cuestión -como decimos- ni entre las prioridades, ni siquiera entre las preocupaciones del conjunto de la ciudadanía, que ya vivía aprendiendo a cerrar las heridas producidas por aquel aciago periodo de la historia. A través de un prédica constante, el "FpV" se esforzó por abrir esas heridas y volver a un pasado que estaba comenzando a dejarse atrás para el común de los argentinos, empezando a provocar una división entre la ciudadanía.
Principió a notarse desde ese mismo momento la infiltración entre las filas del "FpV" de elementos que habían integrado las bandas de terroristas y guerrilleros que desataron la violencia de los años 70. Personajes reciclados (otrora peligrosos y de armas tomar) que ocuparon puestos claves no sólo dentro del poder ejecutivo sino también en los otros dos poderes (legislativo y judicial).
Dada la idiosincrasia del argentino promedio, muchas veces propenso a creerse lo que se le repite con suficiente insistencia, no pocos "compraron" el "relato" del "FpV", pero -con todo- hay que reconocer que fueron solamente una minoría ruidosa.
El famoso relato del "FpV" tuvo otras aristas, de las que sobresalen aquellas que, a través de los métodos patrocinados por el marxista Antonio Gramsci, intentaron por todos los medios captar la mente y la voluntad de las personas en su favor. Se produjo en tal sentido todo un proceso (en el sentido más militar de la palabra) por lavar los cerebros de niños, adolescentes, jóvenes y adultos a través de la captación y cooptación de los medios masivos de difusión. Los últimos dos gobiernos del "FpV" fueron particularmente insistentes en estos aspectos, pretendiendo emular nuevamente lo que su admirado comandante Hugo Chávez y su mentor -el comandante Fidel Castro- estaban haciendo, tanto en Venezuela como en Cuba. El canal estatal se transformó en un idóneo instrumento de propaganda para tales efectos. Y los tradicionales centros culturales argentinos fueron copados, poco a poco, por elementos afines al gobierno, en tanto que este hacía prédica de su vocación populista. La propaganda política reemplazó rápidamente la difusión de los actos de gobierno, aunque se pretendió disfrazarlo bajo la máscara de una falsa "transparencia" que -en rigor- ocultaba los que fueron los hechos de corrupción más monstruosos que pueda recordar la historia argentina.
Lo que al principio pareció "torpeza" económica fue quedando al descubierto como lo que realmente era: una fase de estatización gradual pero sostenida de todos los sectores de la economía, a la par que uno a uno iban saliendo a la luz los casos más escandalosos de enriquecimiento ilícito, tanto de quienes detentaron la titularidad del poder ejecutivo durante los tres gobiernos del "FpV" como la de quienes fueron los más estrechos y mas mediatos colaboradores de este régimen de opresión.
Se armaron verdaderos grupos de choque, conformados por "piqueteros", cuya misión fundamental consistió en intimidar a la población pacífica, contando con la colaboración de otros grupos afines, como el que se autodenominó "La Cámpora" en directa alusión a otro ex-presidente argentino del mismo partido peronista con dicho apellido.
Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina

GABRIEL S. BORAGINA, EL PEOR GOBIERNO DE SU HISTORIA, CASO ARGENTINA
Argentina da inicio en el año 2003 al que sería el peor gobierno de su historia desde los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón hasta el día de la fecha. En rigor, hay que hablar de tres gobiernos sucesivos, si tenemos en cuenta la formalidad constitucional, apropiados los tres por el denominado Frente para la Victoria ("FpV"). Hagamos un breve repaso de los hechos.
El "FpV" es el fruto de un disputa interna en el partido peronista entre Eduardo Duhalde y Carlos Menem, en la que el primero trataba de evitar que el segundo accediera a un tercer periodo presidencial. Duhalde detentaba entonces la presidencia de la nación ungido por el congreso como tal, tras la "caída" del brevísimo gobierno de Fernando de la Rúa). Se establece pues un "acuerdo" entre Duhalde y Néstor Kirchner (hasta dicho momento un ignoto gobernador de una provincia argentina -Santa Cruz- en el extremo sur del país) a fin de que este último se presentara como candidato del flamante "FpV". Pero también se establecen alianzas con otros partidos políticos "no-peronistas" para que confluyeran a conformar dicho "frente", aun cuando –indudablemente- el ala dominante de este "FpV" era el sector mayoritario del partido peronista (formalmente designado como "partido justicialista"). El objetivo final -como dijimos- era, en última instancia, restar poder y apoyo popular al candidato Menem, pero -por sobre todas las cosas- hacerse del gobierno a cualquier costo.
En lo que sigue, preferiremos referirnos al "FpV" y no a "los Kirchner" porque podría entenderse que lo sucedido a lo largo de los tres desgraciados gobiernos del "FpV", implicaría eximir de responsabilidad a las otras segmentaciones políticas partidarias que apoyaron el proceso dictatorial que se iniciaba con estos hechos. Y muy lejos está de nuestro ánimo deslindar de responsabilidad alguna a los grupos políticos que contribuyeron -ya sea por acción o por omisión- a la instauración y afianzamiento de la peor tragedia política que ha vivido la Argentina desde los últimos cuatro decenios a esta parte.
En ese año señalado al comienzo, el "FpV" accede al gobierno con un 22 % de los votos, y en medio de un mecanismo electoral bastante polémico y de dudosa constitucionalidad, convocado por Duhalde, (la Constitución de la Nación Argentina exigía entre un 40 % y un 45 % mínimo de los votos para ello).
Sin carisma personal en su candidato, sin liderazgo propio, sin respaldo popular, con un cuestionable resultado electoral y con un apoyo político pobrismo (por no decir nulo) el "FpV", llega al gobierno y comienza (tenuemente al principio y con mayor firmeza en los años subsiguientes) a instalar un proyecto autoritario de poder basado fundamentalmente en el modelo Castro-comunista que Hugo Chávez, hacia la misma época, estaba consolidando en Venezuela.
Circunstancias ajenas y externas al país, le dieron a este cierta "estabilidad" económica en aquel momento que se fue desdibujando a partir de medidas económicas internas que oscilaban entre la torpeza, la improvisación y el afán de lucro desmedido que -más temprano que tarde- afectan en rigor a todo gobierno, sea del color y de la bandera de que se trate.
Simultáneamente el "FpV" comenzó a "instalar temas" en su agenda política que no estaban ni entre los intereses, ni entre los reclamos del conjunto de la ciudadanía. Por ejemplo, uno de esos temas fue el uso y abuso que hizo el "FpV" en torno a la cuestión de los "derechos humanos", que terminó convirtiéndose en una "caza de brujas" contra militares que habían combatido al terrorismo marxista desatado en la década del 70. No estaba esta cuestión -como decimos- ni entre las prioridades, ni siquiera entre las preocupaciones del conjunto de la ciudadanía, que ya vivía aprendiendo a cerrar las heridas producidas por aquel aciago periodo de la historia. A través de un prédica constante, el "FpV" se esforzó por abrir esas heridas y volver a un pasado que estaba comenzando a dejarse atrás para el común de los argentinos, empezando a provocar una división entre la ciudadanía.
Principió a notarse desde ese mismo momento la infiltración entre las filas del "FpV" de elementos que habían integrado las bandas de terroristas y guerrilleros que desataron la violencia de los años 70. Personajes reciclados (otrora peligrosos y de armas tomar) que ocuparon puestos claves no sólo dentro del poder ejecutivo sino también en los otros dos poderes (legislativo y judicial).
Dada la idiosincrasia del argentino promedio, muchas veces propenso a creerse lo que se le repite con suficiente insistencia, no pocos "compraron" el "relato" del "FpV", pero -con todo- hay que reconocer que fueron solamente una minoría ruidosa.
El famoso relato del "FpV" tuvo otras aristas, de las que sobresalen aquellas que, a través de los métodos patrocinados por el marxista Antonio Gramsci, intentaron por todos los medios captar la mente y la voluntad de las personas en su favor. Se produjo en tal sentido todo un proceso (en el sentido más militar de la palabra) por lavar los cerebros de niños, adolescentes, jóvenes y adultos a través de la captación y cooptación de los medios masivos de difusión. Los últimos dos gobiernos del "FpV" fueron particularmente insistentes en estos aspectos, pretendiendo emular nuevamente lo que su admirado comandante Hugo Chávez y su mentor -el comandante Fidel Castro- estaban haciendo, tanto en Venezuela como en Cuba. El canal estatal se transformó en un idóneo instrumento de propaganda para tales efectos. Y los tradicionales centros culturales argentinos fueron copados, poco a poco, por elementos afines al gobierno, en tanto que este hacía prédica de su vocación populista. La propaganda política reemplazó rápidamente la difusión de los actos de gobierno, aunque se pretendió disfrazarlo bajo la máscara de una falsa "transparencia" que -en rigor- ocultaba los que fueron los hechos de corrupción más monstruosos que pueda recordar la historia argentina.
Lo que al principio pareció "torpeza" económica fue quedando al descubierto como lo que realmente era: una fase de estatización gradual pero sostenida de todos los sectores de la economía, a la par que uno a uno iban saliendo a la luz los casos más escandalosos de enriquecimiento ilícito, tanto de quienes detentaron la titularidad del poder ejecutivo durante los tres gobiernos del "FpV" como la de quienes fueron los más estrechos y mas mediatos colaboradores de este régimen de opresión.
Se armaron verdaderos grupos de choque, conformados por "piqueteros", cuya misión fundamental consistió en intimidar a la población pacífica, contando con la colaboración de otros grupos afines, como el que se autodenominó "La Cámpora" en directa alusión a otro ex-presidente argentino del mismo partido peronista con dicho apellido.
Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
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JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ, POLÍTICA CAMBIARIA AL MARGEN DE UN SISTEMA ECONÓMICO .

El dogmatismo ideológico del denominado socialismo del siglo XXI (fundamento del proceso revolucionario), indisolublemente armonizado con la Tercera Internacional de 1921 (casi 100 años atrás) en lo atinente a que la revolución era el camino para obtener el poder y cuya consolidación sería solo posible mediante la colectivización y nacionalización de los medios de producción, ha generado una insatisfacción e incertidumbre en variados aspectos de la vida nacional venezolana y muy especialmente en cuanto a las posibilidades de crecimiento económico; realidad que a diario cobra más fuerza habida cuenta de haber centrado su atención (que aún mantienen) en el “rescate” del orden y la eficiencia de una democracia amenazada (sostenían) por su pésimo desenvolvimiento económico y una elevada corrupción (¡!) como un mensaje que resultó atractivo para muchos; y en razón de ello han hecho privar el mandar sobre gobernar donde la importancia mayor radica en mantener el “poder salvador” a cualquier costo (¿?); obstaculizando el desenvolvimiento de la economía al fijar unilateralmente los criterios para que el hombre actué (dogma económico) enfocados en el socialismo como sistema entendido como un tipo de organización socioeconómica basada en la propiedad colectiva de los medios de producción (¿demolición del sector privado?), incluida la aspiración de aglutinar casi todo el poder en manos de un partido único, con el implícito riesgo de un agigantamiento desproporcionado del poder central y de la burocracia oficial con altas probabilidades de arribar a un escenario más dañino: la concentración del capital.
Por tal accionar, y muchas cosas más, Venezuela se encuentra ausente de un sistema económico, es decir no cuenta con un conjunto de procesos vinculados funcionalmente mediante políticas, relaciones, reglas, procedimientos e instituciones que perfilen el funcionamiento económico del país en el marco de un ordenamiento jurídico que facilita el desarrollo de las fuerzas productivas en torno a un modelo económico cuya estructura haga viable la interacción del colectivo social (sin distingo) mediante la instrumentación de políticas públicas. Bajo estas premisas, queda claro que la existencia de un sistema económico está condicionada a una eficiente interrelación entre el régimen sociopolítico (concepción y estructuración del Estado) y las formulaciones políticas y administrativas, a la luz de una clara visión de largo plazo sobre el bienestar del pueblo (¡todos!) como respuesta a una concreta estrategia de desarrollo económico-social.
El desequilibrio macroeconómico inducido por la improvisación (¿ausencia?) de un modelo, ha sido permanentemente soslayado (no ataca las causas) a través de políticas de carácter cambiario y monetario, empleadas como “alternativa” para enfrentar uno de los fenómenos más perversos: la inflación, para lo cual se han valido de la sobrevaluación de la moneda con la diabólica finalidad de disminuir el precio de los productos importados, que al propio tiempo tiende a reducir las exportaciones no petroleras (elemento vital del crecimiento) configurándose un escenario sensible para la estabilidad económica del país al verse afectadas negativamente las unidades productivas nacionales, bajo el yugo del influjo populista de priorizar el consumo masivo sobre la inversión, al extremo de distorsionar los precios relativos hasta convertirlos en un indicador de escasez de bienes y servicios en un ambiente alarmante de desabastecimiento, que intentan paliar recurriendo a una ampliación de los controles aunado a una criminalización de los mayoristas y distribuidores supuestamente inmersos en una fantasmagórica guerra económica, cuyos elementos de batalla parecen identificarse más bien con una guerra gubernamental contra la economía.
En presencia de esta situación de vulnerabilidad, proceden a instrumentar un “nuevo” esquema cambiario que igualmente establece 3 TC sin contar con las reservas internacionales para sostenerlos, con el añadido de no haber definido acciones para flexibilizar el control de cambio en aras de favorecer las oportunidades de inversión y la repatriación de capitales (¿los de HSBC?), al igual que la restitución de la autonomía del BCV como vía para obligar a una racionalización del gasto público al controlar la emisión de dinero inorgánico; ni se mencionó en modo alguno la intención de reducir el tamaño y animo contralor del Estado. Desde nuestra óptica, un nuevo esquema cambiario como condición para procurar la estabilidad del sector interno, ha debido orientarse hacia la instrumentación de un cambio fluctuante con un solo TC gestionado entre dos bandas (techo/piso) cuya determinación (del TC) vendría por el  comportamiento del mercado de divisas que ha de ser condicionado por la participación del BCV (flotación sucia). Dentro del campo de la obviedad, este esquema tiene como debilidad para su funcionamiento (con menor intensidad que el anunciado) que actualmente (y a corto plazo) Venezuela no cuenta (ni contará) con divisas; lo que permite inferir un rápido retorno del mercado paralelo y otros males, a menos que se asuma de inmediato un ortodoxo plan de ajuste como condición para la creación de un clima de confianza donde impere la seguridad jurídica, a la luz de un régimen democrático que respete la división de poderes.
Jesús Alexis González
Jagp611@gmail.com     
@jesusalexis2020

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EDUARDO SEMTEI NO CONTABAN CON MI ASTUCIA (5.000 MILLONES DE DÓLARES)

Maduro lo sabe. Lo intuye. Lo huele. Diosdado también. Lo siente en la carne. En los huesos. Le corre por las venas. Hasta Adán Chávez que de política no sabe realmente un cipote lo husmea. El miedo se les mete en el costillar a todos ellos. Cilia Flores lo otea en el horizonte. Si pierden las parlamentarias pueden despedirse del poder. Jaua cuando sale de sus mareos cotidianos lo teme. Tal derrota supone un arrase opositor en las elecciones de gobernadores del año 2016 y consecuencialmente en las municipales de 2017 y finalmente “caput et finis” en las presidenciales. Es un tobogán infernal al cual no se quieren enfrentar. Una bajada llena de hojillas que termina en un depósito de sal.
Si conservan la AN y pierden un bojote de gobernaciones y alcaldías no les pasará nada. Pero si son derrotados en las parlamentarias no tienen salvación alguna. Por eso necesitan dinero fresco, divisas, dólares. Montones de dólares. Billetes al por mayor. Meditan, el precio del petróleo está bajito. No pasa de 45 dólares el barril. Y la cosa va para largo.
En materia de deuda soberana, es decir, la posibilidad de pedir dinero prestado es difícil, muy costosa. Y no hay mucha gente dispuesta a prestar. Ni muchos bancos. La deuda venezolana huele a “default” a quiebra, a atraso. Pdvsa, que está endeudada hasta los tuétanos, tampoco puede pedir dinero en préstamo.  Pdvsa está muy mal administrada. Y le ocurre igual que a Venezuela, nadie confía mucho en ella. Es muy riesgosa. Como sucede en la vida personal, los bancos les adelantan fondos con mayor facilidad crediticia a los ricos que a los pobres. Es una ley no escrita del mundo financiero. Pero el gobierno no quiere perder las elecciones parlamentarias. Quiere ganarlas. Necesita dinero. Por lo menos 5.000 millones de dólares para terminar unas 20.000 casas y comprar comida, medicinas y otros productos de la cesta diaria para venderlos a precios irrisorios. La oposición podría conseguir hasta 1 millón de dólares para las parlamentarias frente a 5.000 que el gobierno quiere disponer. Una verdadera guerra asimétrica.
Para comprar en el exterior, para importar a 6,30 bolívares por dólar. El tomate, ¡ay del tomate!, se cotiza en Venezuela a 150 bolívares el kilo. Si un dólar se fija en 6,30 bolívares, entonces el tomate cuesta relativamente 23,80 dólares (150/6,30) en el mercado venezolano.
Para la cebolla, cuyo precio es 120 bolívares el kilo, su equivalente en dólares sería de 19,05  (120/6,30). Ahora fíjense, esos 2 productos en los mercados norteamericanos y europeos, 2 de los más caros, tienen los siguientes precios. Escojamos Nueva York: un kilo de tomates, 4,15 dólares, y un kilo de cebollas, 2,90 dólares. Comparemos entonces tomate 23,80 versus 4,15, y cebollas 19,05 versus 2,90. Todo en dólares. En billetes verdes. ¿Cómo es posible? Son las distorsiones de la economía, apunta Adam Smith. La economía estúpido. La economía.
Si el gobierno en general, Maduro, los ministros, el INE dicen que el sueldo mínimo venezolano es de 888 dólares (5.600/6,30) entonces el precio del tomate, la cebolla, la carne, las medicinas se debe calcular de igual forma. Si lo uno es verdad, lo otro también. Si, por el contrario, es un embuste gigantesco, rige la misma ley.
Para poder sostener esa locura del tomate y la cebolla y los alimentos en general y terminar un lote de viviendas andan buscando 5.000 millones de dólares que les atempere la crisis, corra la arruga, impida una explosión social. Populismo pa’lante y el que venga atrás que arree. Algo que oculte la realidad hasta las parlamentarias y después que Roma se queme. Tierra arrasada. Crisis total. Hambruna y desabastecimiento.
Maduro ve el cielo y tratando de comunicarse con el Eterno o con su “representación avícola” (birdwatching) exclama “Deus adiuva me paucos menses” que podría traducirse como: “Dios ayúdame unos meses” (no confundir con “Dios multiplica los penes”. Multiplication des pénis). Sabiendo que el desastre es su culpa, su grandísima culpa, utiliza un recurso publicitario. Todo es “Oeconomicae bellum” vale decir, una guerra económica. Anjá pero de dónde sacar los 5.000 millones. Ni el gobierno ni Pdvsa pueden pedir prestado, ya que le cobran intereses impagables.
Venezuela tiene el “Country Risk”, el riesgo país más alto del mundo, mucho más que Grecia y que Haití. Alcanza 12%. Veamos, el bono venezolano con vencimiento el 23 de agosto de 2022, llamado el bono marcador o bono tipo,  se cotiza a 39% y tiene un cupón de rendimiento de 12,75%. Trataré de explicar.
Un bono que tiene un valor facial, un número escrito, una cifra estampada de 100 dólares se puede comprar o vender a un precio distinto. Es como si un billete de 100 bolívares se vendiera en 60 bolívares. Es decir, el bono 2022 de 100 dólares se cotiza hoy en 39 dólares. Usted entrega 39 dólares en efectivo y le dan un bono que dice valer nominalmente 100 dólares. El que tenga ese bono cobra todos los años 12,75%, es decir, 12,75 dólares. Si usted compró el bono en 39 dólares igual cobra sus 12,75 dólares. Por lo tanto, su rendimiento es de 40,38% (12,75/39)  Sabiendo estos cálculos, podemos decir que para nuevos préstamos de Venezuela o de Pdvsa hay que pagar esa tasa de 40,38% que sencillamente es imposible. Repetimos, entonces, ¿de dónde sacar los 5.000 millones de dólares para pagar la campaña electoral de regalar casas, comida y medicinas? Y de paso robarse unos buenos reales... Ummh, ¿de dónde? Pues, Merentes encontró la fórmula. Hizo magia y de paso le vendió el alma al diablo, marchitó la dignidad venezolana, manchó la ética y la moral de la patria. Fueron actos antipatrióticos.
Examinen estas circunstancias. Santo Domingo le adeudaba a Venezuela la suma de 4.027 millones de dólares por compra de petróleo. De una venta a crédito a 1% de interés anual. Prácticamente gratis. Mientras a Venezuela le cobran como vimos 40,38% nosotros prestamos a 1%. Pero de esa deuda de 4.027 millones Santo Domingo solo nos pagó 1.933. Una zanguanga. Un regalo. Una irresponsabilidad. Le descontamos 52%. Le condonamos. Le exoneramos 2.094 millones de dólares. De allí sacó Merentes los primeros 1.933 millones de billetes verdes. Dando descuentos irresponsables, antieconómicos. El resto lo obtuvo sacrificando Citgo. Como no pudieron venderla, la hipotecaron. La inmolaron. Obligaron a Citgo a contratar un préstamo de 1.300 millones de dólares con vencimiento a 24  meses y a emitir bonos a 5 años por otros 1.500 millones. De esa manera, con  1.300 más 1.500 más 1.933 se hicieron de una suma de unos 4.733 millones de dólares que, añadidos a la venta de otra porción de las cuentas por cobrar a los países que nos compran petróleo, como Santo Domingo, de unos 250 millones de dólares, hizo aparecer la mágica cifra de los 5.000 que andaban buscando.
 ¿Cómo Merentes le vendió el alma al Diablo? 1) El préstamo y los bonos vendidos por Citgo están garantizados por las acciones, por el 100% de las acciones que tienen un valor de unos 10.000 millones de dólares. Es decir, para obtener 2.800 millones de dólares dimos en garantía 10.000. 2) Citgo venía pagando por bonos similares a 5 años de vencimiento un interés de 8% y los nuevos bonos pagan 12,50%. Un escandaloso 4,5% más que la deuda normal. ¿Cómo se repartirían esos 4,5%? Vaya usted a saber. 3) Bonos similares de otras empresas petroleras tienen un rendimiento de 4% frente a 12,5% que nosotros empezamos a pagar. 4) Aquí viene lo peor, en caso que Citgo se atrase en los pagos, los acreedores tienen el derecho de asumir el control absoluto, la total administración de Citgo. Es decir, nos la expropian.  En un mundo petrolero en declive no es una locura pensar que Citgo pueda entrar en retraso de los pagos de intereses y de capital. Esta cesión de derechos no tiene historia alguna. Nunca se había firmado un contrato tan leonino, nunca tan entreguista, nunca tan humillante. Pero no olviden que ellos  necesitan esos 5.000 millones de  dólares a como dé lugar. 5) Citgo debe tener una cuenta especial controlada por los acreedores de 12 meses de intereses y pagos de capital, caso contrario no puede enviar dinero a Venezuela. 6) Citgo deber tener una cuenta controlada por los acreedores de 18 meses de intereses y capital como reserva para el pago de deudas.
Dos cosas para finalizar. El pago total de intereses y capital de Citgo para este año es de 6.000 millones de dólares. Por último, ya tienen los 5.000 millones de dólares, además tienen en su nómina el Estado, la Fuerza Armada, el CNE, el Poder Ciudadano, la Asamblea, 20 gobernaciones y 2 centenares de alcaldías. Es un monstruo y pisa fuerte para la desgracia de la gente.
Vamos a ganar las parlamentarias, ya lo creo que sí, pero los rojos ni están mochos ni están dormidos. Unidad y más unidad. Quien rompa la unidad que se pudra en el infierno.
Eduardo Semtei
eduardo.semtei@gmail.com
@eduardo_semtei

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EL ECONOMIST, VENEZUELA, THE REVOLUTION AT BAY, MISMANAGEMENT, CORRUPTION AND THE OIL SLUMP ARE FRAYING HUGO CHÁVEZ’S REGIME, WHOSE OIL IN BRAZIL?


TRADUCCION DEL INGLES AL ESPAÑOL
ADMINISTRACIÓN, CORRUPCIÓN Y RÉGIMEN, REVOLUCION EN CRISIS,  EL PETROLEO SE DESPLOMA,  ESTÁN DESHILACHADOS, HUGO CHÁVEZ, ¿PETROLEO EN BRASIL?
EN un miércoles por la noche unos 30 jubilados se han reunido en una habitación larga, iluminada en una galería comercial en gran parte abandonada en Santa Teresa, un barrio venido a menos y con hacinamiento en el centro de Caracas. Después de un video y algunos anuncios, Alexis Rondón, un funcionario del Ministerio de los movimientos sociales y comunas, comienza a hablar. "Chávez vive," dice. "No se equivoquen: nuestra revolución es más fuerte que nunca."
Palabras incoherentes del Sr. Rondón en los siguientes 45 minutos desmienten esa afirmación. Diciendo que Venezuela se enfrenta a una "guerra económica", dice sobre su audiencia para verificar las colas de alimentos extranjeros, que podrían ser los especuladores o alborotadores, y elaborar un censo del distrito para identificar activistas de la oposición y partidarios del gobierno. "Debemos imponernos fuertes controles", advierte. "Este será un año de lucha".
Sobre esto, al menos, señor Rondón es correcto. Dieciséis años después de que Hugo Chávez asumió el poder en Venezuela y dos años después de su muerte, las más graves amenazas a su supervivencia se enfrenta a su "revolución bolivariana". El régimen se está quedando sin dinero para las necesidades de importación y pagar sus deudas. Hay escasez de productos básicos, leche y harina para pañales champú y desechables. Las colas, a menudo de varios cientos de personas, forman cada día fuera de supermercados. Diez pacientes del Hospital Universitario de Caracas murieron durante el período de Navidad debido a la escasez de las válvulas del corazón.
Tanto impago de la deuda y las medidas que serían necesarias para evitar que se plantean riesgos para el régimen. Está en curso para perder una elección parlamentaria más adelante este año, que podría ser seguido por un referéndum para recordar el sucesor inepto e ignorado de Chávez, Nicolás Maduro. Eso podría traer revolución de Venezuela a un salida pacifica  y democrática tan pronto como 2016. Pero hay otras posibilidades más oscuras. Caracas rumorea con la especulación de que las fuerzas armadas puedn derrocar al Presidente.
Venezuela sufre de la combinación de años de mala administración y corrupción y la caída del precio del petróleo, que representa casi la totalidad de sus exportaciones. Chávez, un oficial del ejército, fue el beneficiario de la bonanza petrolera más grande de la historia. 2000-2012, Venezuela recibió unos $ 800 billones en ingresos del petróleo, o dos-y-uno-mitad veces tanto en términos reales, al igual que en los últimos 13 años. Gastó el dinero en el "socialismo del siglo XXI".
Algunos se fueron en la vivienda de cuidado de la salud y de bajo costo para los pobres, que aclamó a Chávez como un santo secular. Algunos se ha ido en infraestructura: se construyeron unas nuevas carreteras y líneas de metro, años atrasados. Otro pedazo fue entregado en forma de petróleo barato a Cuba y otros países del Caribe, asegurando a leales aliados de Chávez. Tal vez la rebanada más grande era derrochamos o simplemente robada. Llenado de un tanque de 60 litros de gasolina cuesta menos de un dólar al cambio oficial más fuerte. Como era de esperar, gasolina vale $ 2,2 billones al año, según una estimación oficial, es de contrabando a Colombia y Brasil, con la complicidad de las fuerzas armadas.
Además de recompensar a los fanáticos con trabajos de estado (la nómina pública ha más que duplicado en 16 años), Chávez expropió o nacionalizados 1.200 empresas, desde las acerías a un fabricante de productos de limpieza. Ahora la mayoría pierde dinero y requiere préstamos de gobierno sólo para satisfacer su nómina, según Víctor Álvarez, Ministro de industria de Chávez en 2005-06. El estado somete el sector privado todavía es grande a través de controles de precios, que desincentivan la inversión y producción. El resultado es que Venezuela importa gran parte de los alimentos y bienes de consumo que utiliza para producir, aunque no es suficiente para satisfacer la demanda.
Debajo de señor Maduro los controles se han vuelto más draconianos. Culpando a los minoristas de las colas fuera de sus tiendas, este mes el gobierno arrestó a los jefes de una cadena de farmacias grande y una empresa de supermercado, que los cuales ha apoderado. Luego está el laberinto de controles de cambio. Hasta que fue modificado este mes, hubo tres distintas Cotizaciones oficiales, que van desde las 6.30 hasta el dólar para alimentos y medicinas a 50 para muchas otras importaciones. En el mercado negro, un dólar compra 180 bolívares. (Puesto que la denominación más grande es sólo 100 bolívares, transacciones de moneda implican gordos fajos de billetes).
Este sistema es una invitación al fraude: bien conectado que se asignan dólares baratos enviarlos al extranjero o efectivo en el mercado negro. Unos $ 20 billones fue estafado de esta manera en el 2012 solo, según Jorge Giordani, quien como gurú económico de Chávez fue el arquitecto del sistema. Mayor logro del chavismo quizás ha sido la creación de una nueva élite de rentistas del petroleo, apodados "Boliburgueses".
Incluso antes de que se derrumbó el precio del petróleo, "el socialismo del siglo XXI" había llegado a ser inasequible. En lugar de ahorro de los ingresos petroleros extraordinarios, como prudencia dictaría, el gobierno acumuló deuda. Entre ellos, el gobierno y PDVSA, la petrolera estatal, emitió más deuda que cualquier otra economía emergente en 2007-11. El déficit fiscal se dirige a 20% del PIB este año, según economistas independientes.
La economía probablemente contrajo un 4% en 2014 y se encogerá por más que este año (ver tabla 1). En 2013 un tercio de los venezolanos vivían en la pobreza, hasta de un cuarto del año anterior, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. La inflación subió a un 64% en el año hasta noviembre.
Venezuela afronta ahora un abrazo brutal, si el precio de su petróleo (gran parte del cual es pesado y sulfuroso) queda a nivel de esta semana de unos 50 dólares por barril. Incluso si el gobierno reduce aún más las importaciones, con un escueto $ 35 billones (de $ 50 billones en 2014), Venezuela aún enfrentará una brecha de financiamiento externa de $ 30,5 billones este año, según Tamara Herrera de socios GlobalSource, una consultoría económica.
Esto incluye pagos de la deuda por el gobierno y PDVSA añadiendo hasta $ 10,3 billones en 2015. Sin embargo, las reservas internacionales del banco central total sólo $ 21,4 billones. El gobierno se ha comprometido a hacer un pago de deuda de € 1 billón ($ 1,1 billones) vencimiento el 16 de marzo.
Señor Maduro pasó la mayor parte de enero viajar al extranjero buscando préstamos de emergencia, sin éxito tangible. Además de sus reservas oficiales, el gobierno podrá recurrir a otro $ 20 billones en fondos opacos. El 10 de febrero anunció cambios en el régimen de divisas que cobraría unos Importadores más cerca a la tasa del mercado por dólares. Pero el cambio no alcanza a lo que se necesita para ajustar la economía a la escasez de divisas. El gobierno puede ser capaz de tropezar hasta octubre, cuando empezar a pagos de la deuda por un total de $ 5 billones en caída debido. Salvo que haya un aumento en el precio del petróleo, luego enfrentará a una elección dolorosa: impago de su deuda, lo que podría permitir a los acreedores para apoderarse de los activos, incluyendo refinerías extranjeras de PDVSA, o imponer una mayor devaluación y un apretón de importación aún más estrictos.
Un régimen patrimonial
Señor Maduro, un conductor de autobús anterior, carece de atractivo político de astucia y popular de Chávez. Su índice de aprobación ha sumido a alrededor del 20% en las encuestas de opinión. Es por naturaleza indecisa, dice una fuente que le conoce. Pero si se ha negado a tomar cualquiera de las duras medidas necesarias para estabilizar la economía es sin duda porque teme la ira de su propia base política si se retiran las subvenciones. Su primera prioridad es para apuntalar su apoyo dentro del régimen.
Superficialmente, señor Maduro ha sido exitosa. Él había marginado a varios ministros poderosos y reemplazándolas con oficiales militares. Él ha construido una tribu política leal, centrada en su propia familia extendida y la de Chávez, según Margarita López Maya, un sociólogo. Muchos parientes de la esposa del señor Maduro tienen puestos de trabajo en la administración. "Este es un gobierno patrimonial," dice Ms López Maya.
El estado autoritario que ordena que se desliza hacia el totalitarismo. El 27 de enero el Ministro de defensa emitió un decreto inconstitucional permitiendo que las fuerzas armadas a usar sus armas contra protestas si éstos volverse violentos. Agentes cubanos de inteligencia de la policía las fuerzas armadas y los ministerios, atento a cualquier signo de disidencia. Chávez tomó el control de la magistratura y todas las otras ramas constitucionalmente independientes del estado. Un grupo de abogados estudió más de 45.000 sentencias emitidas en 2004-13 por las salas constitucionales, administrativas y electorales del Tribunal Supremo y encontró que en ningún caso hizo la regla contra el gobierno.
Debajo de señor Maduro, ahora es todo lo que el gobierno llama su "hegemonía de los medios de comunicación" pero completa. Los conocedores del régimen, actuando a través de los hombres del frente, compraron medios de oposición después de que estos fueron debilitados financieramente por boicots publicitarios oficialmente promovido y negativa del gobierno a aprobar la importación de papel de periódico. Según Otero, el titular de El Nacional, su periódico es uno de sólo un puñado de independientes que sobreviven. En su caso la supervivencia ha significado reducción de personal de 1.100 en 2008 a 350 ahora y cortando la tirada de 110.000 copias a menos de 50.000.
Incluso a medida que aumenta la represión, el régimen se está debilitando por divisiones internas. Algunos reformistas chavistas, como Sr. Álvarez, sostienen que el gobierno debe desechar el subsidio de la gasolina, unificar el tipo de cambio y confiar en el sector privado para reactivar la economía. Otros critican señor Maduro desde la izquierda. Marea socialista, un grupo de universitarios, acusa al gobierno de ser corrupto y burocrático y señor Maduro de traicionar a Chávez. Se está preparando para dejar la sentencia United partido socialista de Venezuela (PSUV).
Otro signo de decadencia llegó el mes pasado cuando Leamsy Salazar, un capitán naval que durante diez años estuvo a cargo de Chávez personal de seguridad, surgida en los Estados Unidos. Hay reportes de que han dicho a los fiscales que Diosdado Cabello, el jefe de la Asamblea Nacional que es el régimen más potente, conduce un militar el tráfico de drogas "cártel". Sr. Cabello niega la afirmación y dice que demandará.
Una oposición creciente
Una hora de Caracas, en verde rodando país conocida como los Valles del Tuy, Santa Barbara de Dos Lagunas es un barrio de chabolas rural, una solución compartida autoconstruida de pequeño, más o menos terminado casas de ladrillos o concreto. En feroz sol de media mañana, unos 200 residentes, la mayoría de ellos mujeres, se reúnen alrededor de un toldo. Han llegado a conocer a Henrique Capriles, el gobernador de su estado. Sr. Capriles lidera a una facción centrista de la oposición; apenas perdió una elección presidencial a señor Maduro en 2013 (y afirma que en realidad lo ganó).
En esa elección el PSUV ganó cómodamente en Dos Lagunas. Ahora Sr. Capriles, un magro 42 años con ojos vivos y barba oscura, recibe una cálida bienvenida. Reparte vales para materiales de construcción, se compromete a reparar dos campos de deportes y escuchar quejas sobre desbordante de saneamiento y vivienda. Dinero es corto, dice, y debe dar prioridad a los más necesitados. "El gobierno quiere que todos dependen del estado, con el fin de controlarlos y chantajearlos. Eso terminó".
La carta más fuerte del señor Maduro es parte de la oposición. Se divide entre una veintena de partidos y dos corrientes principales. Los radicales, liderados por Leopoldo López, ex alcalde de un acaudalado Distrito de Caracas, quieren expulsar a señor Maduro a través de manifestaciones callejeras. Llevaron a meses de protestas hace un año en el que 43 personas murieron. Sr. López estuvo en la cárcel durante un año en cargos inventados — un preso político, dice.
Estrategia de Sr. Capriles es ganar una elección parlamentaria debido a finales de este año y entonces tal vez desencadenar un referéndum para recordar señor Maduro, que permite la Constitución en el año 2016. Privan de la exposición mediática que Sr. Capriles confía en la política comercial en el que sobresale. Dice que el cambio sólo puede venir por ganar muchos chavistas desilusionados, que ahora ve como sea posible. "El país es muy diferente a hace un año", dice. Las dos alas de la oposición están atrayendo más cerca, con la ayuda de la iglesia católica.
Incluso en el apogeo de la popularidad de Chávez, la oposición contó con el apoyo de un venezolano en tres. Ahora las encuestas sugieren que dos veces como muchos se identifican como simpatizantes de la oposición que como chavistas. Pero muchos se sienten alienados de los líderes de ambos lados.
Los fieles PSUV en repetición de Santa Teresa la línea oficial que Venezuela está amenazada por "el Imperio" (es decir, Estados Unidos) y por los paramilitares colombianos. Sr. López, sostiene la propaganda, es un fascista que se tira de los pobres de todo lo que han adquirido. Señor Maduro se dibuja un paralelo entre su gobierno y el de Salvador Allende de Chile, un marxista electo derrocado por el golpe de estado apoyado por CIA del General Pinochet en 1973.
El paralelo es una falsa. Allende puede haber gobernado mal, pero él gobernó democráticamente, a diferencia de Chávez o señor Maduro. Es la oposición de Venezuela que son los demócratas, a diferencia de algunos de los que conspiraron contra Allende. Y los Estados Unidos, aparte de una reciente iniciativa del Congreso para imponer sanciones a los funcionarios identificados como haber cometido abusos durante las protestas del año pasado, ha mantenido lejos de Venezuela. Un estudio realizado por Datanálisis, una empresa encuestadora, considera que sólo el 22% de los encuestados todavía creer el argumento del gobierno es víctima de una "guerra económica".
Si viene un golpe de estado será porque el ejército decide que señor Maduro ya no es capaz de defender a sus intereses o debido a las dificultades solicita la explosión social es temor más profundo del régimen. La verdadera amenaza que puede venir en las elecciones parlamentarias, que en presentar las tendencias es casi imposible ganar. Por primera vez, chavismo enfrenta a elegir entre perder una elección o recurrir a la venta por mayor fraude electoral — o incluso anular el voto en un autogolpe ("autogolpe").
Incluso una elección limpia no resolverá la cuestión de quién se hará responsable por el doloroso ajuste económico que incompetencia corruptos del régimen ha vuelto inevitable. Se habla de un gobierno de unidad nacional auspiciado por la iglesia después de la votación parlamentaria. Al menos eso aumentaría las posibilidades de una transición pacífica de un régimen fracasado.
http://www.Economist.com/News/Americas/21643223-mismanagement-Corruption-and-Oil-Slump-are-Fraying-Hugo-CH-vezs-regime-Revolution
EL ECONOMIST, VENEZUELA, THE REVOLUTION AT BAY, MISMANAGEMENT, CORRUPTION AND THE OIL SLUMP ARE FRAYING HUGO CHÁVEZ’S REGIME, WHOSE OIL IN BRAZIL?
ON A Wednesday evening around 30 pensioners have gathered for a meeting in a long, brightly lit room in a largely abandoned shopping gallery in Santa Teresa, a rundown and overcrowded district in the centre of Caracas. After a video and some announcements, Alexis Rondón, an official of the Ministry of Social Movements and Communes, begins to speak. “Chávez lives,” he says. “Make no mistake: our revolution is stronger than ever.”
Mr Rondón’s rambling remarks over the next 45 minutes belie that claim. Saying Venezuela is faced with an “economic war”, he calls on his audience to check food queues for outsiders, who might be profiteers or troublemakers, and to draw up a census of the district to identify opposition activists and government supporters. “We must impose harsh controls,” he warns. “This will be a year of struggle”.
CARACAS, HENRIQUE CAPRILES, VENEZUELA, HUGO CHAVEZ, NICOLAS MADURO,
About this, at least, Mr Rondón is correct. Sixteen years after Hugo Chávez took power in Venezuela, and two years after he died, his “Bolivarian Revolution” faces the gravest threats yet to its survival. The regime is running out of money to import necessities and pay its debts. There are shortages of basic goods, from milk and flour to shampoo and disposable nappies. Queues, often of several hundred people, form each day outside supermarkets. Ten patients of the University Hospital in Caracas died over the Christmas period because of a shortage of heart valves.
Both debt default and the measures that would be required to avoid one pose risks to the regime. It is on course to lose a parliamentary election later this year, which might then be followed by a referendum to recall Chávez’s inept and unloved successor, Nicolás Maduro. That could bring Venezuela’s revolution to a peaceful and democratic end as early as 2016. But there are darker possibilities. Caracas buzzes with speculation that the armed forces will oust the president.
Venezuela is suffering from the combination of years of mismanagement and corruption, and the collapse in the price of oil, which accounts for almost all of its exports. Chávez, an army officer, was the beneficiary of the greatest oil boom in history. From 2000 to 2012, Venezuela received around $800 billion in oil revenue, or two-and-a-half times as much in real terms as in the previous 13 years. He spent the money on “21st-century socialism”.
Some went on health care and low-cost housing for the poor, who hailed Chávez as a secular saint. Some has gone on infrastructure: a few new roads and metro lines were built, years behind schedule. Another chunk was given away in the form of cheap oil to Cuba and to other Caribbean countries, assuring Chávez loyal allies. Perhaps the biggest slice was frittered away or simply stolen. Filling a 60-litre tank with petrol costs less than a dollar at the strongest official exchange rate. Unsurprisingly, petrol worth $2.2 billion a year, according to an official estimate, is smuggled to Colombia and Brazil, with the complicity of the armed forces.
As well as rewarding supporters with state jobs (the public payroll has more than doubled in 16 years), Chávez expropriated or nationalised 1,200 companies, from steelworks to a maker of cleaning products. Most now lose money and require government loans just to meet their payroll, according to Víctor Álvarez, Chávez’s industry minister in 2005-06. The state subjugates the still-large private sector through price controls, which discourage investment and production. The result is that Venezuela imports much of the food and consumer goods it used to produce, though not enough to meet demand.
Under Mr Maduro the controls have become more draconian. Blaming retailers for the queues outside their shops, this month the government arrested the bosses of a big pharmacy chain and a supermarket company, both of which it has commandeered. Then there is the labyrinth of exchange controls. Until it was modified this month, there were three separate official exchange rates, ranging from 6.30 to the dollar for food and medicines to 50 for many other imports. On the black market, a dollar will buy 180 bolívares. (Since the largest denomination is only 100 bolívares, currency transactions involve fat wads of banknotes.)
This system is an invitation to fraud: the well-connected who are assigned cheap dollars send them abroad or cash them on the black market. Some $20-25 billion was swindled in this way in 2012 alone, according to Jorge Giordani, who as Chávez’s economic guru was the architect of the system. Chavismo’s biggest achievement has perhaps been the creation of a new elite of oil rentiers, dubbed the “Bolibourgeoisie”.
Even before the oil price collapsed, “21st-century socialism” had become unaffordable. Instead of saving windfall oil revenues, as prudence would dictate, the government racked up debt. Between them, the government and PDVSA, the state oil company, issued more debt than any other emerging economy in 2007-11. The fiscal deficit is heading for 20% of GDP this year, according to independent economists.
The economy probably contracted by 4% in 2014 and will shrink by more than that this year (see chart 1). In 2013 a third of Venezuelans were living in poverty, up from a quarter the previous year, according to the UN Economic Commission for Latin America and the Caribbean. Inflation climbed to 64% in the year to November.
Now Venezuela faces a brutal squeeze, if the price of its oil (much of which is heavy and sulphurous) stays at this week’s level of around $50 a barrel. Even if the government slashes imports further, to a bare-bones $35 billion (from $50 billion in 2014), Venezuela will still face an external financing gap of $30.5 billion this year, according to Tamara Herrera of GlobalSource Partners, an economic consultancy.
This includes debt payments by the government and PDVSA adding up to $10.3 billion in 2015. However the central bank’s international reserves total just $21.4 billion. The government has vowed to make a €1 billion ($1.1 billion) debt payment due on March 16th.  
Mr Maduro spent most of January travelling abroad seeking emergency loans, without tangible success. In addition to its official reserves, the government may be able to draw on another $20 billion held in opaque funds. On February 10th it announced changes to the foreign-exchange regime that would charge some importers closer to the market rate for dollars. But the change falls short of what is needed to adjust the economy to the scarcity of hard currency. The government may be able to stumble on until October, when debt payments totalling $5 billion start falling due. Barring an increase in the oil price, it will then face a painful choice: default on its debt, which might allow creditors to seize assets, including PDVSA’s foreign refineries, or impose a bigger devaluation and an even tighter import squeeze.
A patrimonial regime
Mr Maduro, a former bus driver, lacks Chávez’s political cunning and popular appeal. His approval rating has plunged to around 20% in opinion polls. He is by nature indecisive, says a source who knows him. But if he has refused to take any of the tough measures required to stabilise the economy it is doubtless because he fears the anger of his own political base if subsidies are withdrawn. His first priority is to shore up his support within the regime.
Superficially, Mr Maduro has been successful. He sidelined several powerful ministers and replaced them with military officers. He has built a loyal political tribe, centred on his own extended family and that of Chávez, according to Margarita López Maya, a sociologist. Many relatives of Mr Maduro’s wife have jobs in the administration. “This is a patrimonial government,” says Ms López Maya.
The authoritarian state he commands is sliding towards totalitarianism. On January 27th the defence minister issued an unconstitutional decree allowing the armed forces to use their weapons against protests if these turn violent. Cuban intelligence agents police the armed forces and the ministries, alert for any sign of dissent. Chávez seized control of the judiciary and all the other constitutionally independent branches of the state. A group of lawyers studied more than 45,000 rulings issued in 2004-13 by the constitutional, administrative and electoral chambers of the supreme court and found that in no case did they rule against the government.
Under Mr Maduro, what the government calls its “media hegemony” is now all but complete. Regime insiders, acting through front men, have bought up opposition media after these were financially weakened by officially promoted advertising boycotts and government refusal to approve the import of newsprint. According to Miguel Henrique Otero, the proprietor of El Nacional, his newspaper is one of only a handful of independent ones that survive. In its case survival has meant shrinking from 1,100 staff in 2008 to 350 now, and cutting the print run from 110,000 copies to fewer than 50,000.
Even as repression increases, the regime is being weakened by internal divisions. Some reform-minded chavistas, like Mr Álvarez, argue that the government should scrap the petrol subsidy, unify the exchange rate and rely on the private sector to reactivate the economy. Others criticise Mr Maduro from the left. Socialist Tide, a university-based group, accuses the government of being corrupt and bureaucratic, and Mr Maduro of betraying Chávez. It is preparing to leave the ruling United Socialist Party of Venezuela (PSUV).
Another sign of decay came last month when Leamsy Salazar, a naval captain who for ten years was in charge of Chávez’s personal security, surfaced in the United States. He is reported to have told prosecutors that Diosdado Cabello, the head of the National Assembly who is the regime’s second-most powerful figure, leads a military drug-trafficking “cartel”. Mr Cabello denies the claim and says he will sue.
A rising opposition
An hour out of Caracas, in green rolling country known as Valles del Tuy, Santa Barbara de Dos Lagunas is a rural shantytown, a self-built dormitory settlement of small, roughly finished houses of brick or concrete. In fierce mid-morning sunshine, some 200 residents, most of them women, gather around an awning. They have come to meet Henrique Capriles, their state governor. Mr Capriles leads a centrist faction of the opposition; he narrowly lost a presidential election to Mr Maduro in 2013 (and claims that in fact he won it).
In that election the PSUV won in Dos Lagunas comfortably. Now Mr Capriles, a lean 42-year-old with lively eyes and dark stubble, gets a warm welcome. He hands out vouchers for building materials, promises to repair two sports pitches, and listens to complaints about overflowing sewerage and poor housing. Money is short, he says, and priority must go to the neediest. “The government wants everyone to depend on the state, in order to control them and blackmail them. That’s over.”
Mr Maduro’s strongest card is the opposition’s splits. It is divided among a score of parties and two main currents. The radicals, led by Leopoldo López, a former mayor of a wealthy Caracas district, want to oust Mr Maduro through street demonstrations. They led to months of protests a year ago in which 43 people died. Mr López has been in jail for a year on trumped-up charges—a political prisoner, he says.
Mr Capriles’s strategy is to win a parliamentary election due by the end of this year, and then perhaps trigger a referendum to recall Mr Maduro, which the constitution allows in 2016. Deprived of media exposure Mr Capriles trusts in the retail politics at which he excels. He says change can only come by winning over many disillusioned chavistas, which he now sees as possible. “The country is very different from a year ago,” he says. The two wings of the opposition are drawing closer, with the help of the Catholic church.
Even at the height of Chávez’s popularity, the opposition had the support of one Venezuelan in three. Now polls suggest that twice as many identify themselves as opposition supporters than as chavistas. But many feel alienated from the leaders on both sides.
The PSUV faithful in Santa Teresa repeat the official line that Venezuela is threatened by “the empire” (ie, the United States) and by Colombian paramilitaries. Mr López, the propaganda holds, is a fascist who would strip the poor of everything they have gained. Mr Maduro himself draws a parallel between his government and that of Chile’s Salvador Allende, an elected Marxist toppled by General Pinochet’s CIA-supported coup in 1973.
The parallel is a false one. Allende may have governed badly, but he governed democratically, unlike Chávez or Mr Maduro. It is Venezuela’s opposition who are the democrats, unlike some of those who plotted against Allende. And the United States, apart from a recent congressional initiative to impose sanctions on officials identified as having committed abuses during last year’s protests, has kept well away from Venezuela. A survey by Datanálisis, a polling company, finds that only 22% of respondents still believe the government’s argument that it is the victim of an “economic war”.
If a coup comes it will be because the army decides that Mr Maduro is no longer capable of defending its interests or because hardship prompts the social explosion that is the regime’s deepest fear. The real threat to it may come in the parliamentary election, which on present trends it is all but impossible for it to win. For the first time, chavismo faces the choice between losing an election or resorting to wholesale electoral fraud—or even cancelling the vote in an autogolpe (“self-coup”).
Even a clean election will not settle the question of who will take responsibility for the painful economic adjustment that the regime’s corrupt incompetence has rendered inevitable. There is talk of a church-brokered government of national unity after the parliamentary vote. That would at least increase the chances of a peaceful transition from a failed regime.
Enviado a nuestros correos por
Alberto Rodriguez Barrera
albrobar@gmail.com
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ADALBERTO ORTA ROSA, ¿ LA HORA DE LOS GORILAS?, GOTAS DE ALBORADA.

El llamado socialismo del siglo 21 se quedo en el verbo o en tal caso su desarrollo práctico es la acumulación de políticas desacertadas que han ido llevando frustración y desaliento a la mayoría de la sociedad venezolana. Las ansias de poder de una élite que gobierna para saciar sus propios intereses, es más que manifiesta. 
Esto se aprecia con el despilfarro de los 25 mil millones de dolares en Cadivi, denunciados por Giordani, a lo cual los organismos responsables de investigar y apresar a los privilegiados que se adueñaron de esta astronómica cifra; no mueven ni una paja para cumplir con sus funciones. 
Al igual que la política de puertos, donde importan productos de distinta índole los allegados al régimen quienes si reciben sus dolares al día, mientras que el aparato productor del pais, las aerolineas, sector automotriz, Puerto Libre de Margarita y otras áreas económicas  languidecen por la inoperante acción torpe y en desuso de un equipo económico que se quedo con las libros de un comunismo retrógrado y desaparecido en la práctica.  
Venezuela vive hoy en día una inflación descomunal que sigue su rumbo ascendente, sumado a una escasez que no da tregua y mantiene a las familias en zozobra buscando los productos desaparecidos de los anaqueles, las medicinas que no se encuentran, las colas que cada vez son mayores, un mísero salario y para colmo de males una inseguridad desbordada, donde el hampa en muchos casos esta vestida de funcionarios públicos.  
La mixtificacion de valores se hace presente y la corrupción hace metástasis en la estructura del estado. 
El sueño de tener un país pujante de bienestar y progresos se  ha convertido en pesadilla. 
Venezuela que se quedo en el pasado y la élite gobernante no tiene el mayor interés de superar toda esta falacia ideológica, pues su pensar  es perpetuarse en el poder, a tal efecto las instituciones públicos están sumisas al aparato político del régimen y la impunidad es notoria. 
Todo alto funcionario que se salga del carril es echado del gobierno y si algún magistrado de justicia toma alguna decisión que no cuente con el aval de la cúpula gobernante le sale carcel; como también a quienes disientan del régimen.  
¿Será esta la la hora de los gorilas?, quienes una vez pensaron en la redención  hoy actuan de espaldas a la justicia social. El discurso de magnicidio, intervención imperial y golpes de estado; es una constante para justificar todo tipo de atropello y violación a los derechos humanos. 
Un guión que desarrollo Fidel Castro y que el G-2 le pudo como tarea a la élite gobernante.  ¿La inquisición de los gorilas esta en desarrollo ?: presos políticos, estudiantes en régimen de presentación, exiliados, procesos judiciales en marcha, allanamiento de inmunidad parlamentarias, funcionarios electos por voluntad del pueblo encarcelados y todo aquel que levante la voz reclamando sus derechos constitucionales,  recibe como respuesta la descalificación de los grupos  acólitos al régimen y en muchas ocasiones hasta introducen denuncias en la Fiscalia  para amedrentar y silenciar "el derecho a opinar". 
Venezuela vive tiempos difíciles, momentos de oscuridad y pesadumbre pero la luz siempre se impone a quienes se amparan en las sombras de las tinieblas. 
Se burlan de la iglesia y el castigo divino les llega gota a gota. La libertad resplandecera y la justicia será el norte de la patria que todos juntos debemos construir. Reflexionemos por el   Pais que nos corresponde salvar, para lograr sonrisas en los ancianos, alegría en los niños,  realizaciones en los jóvenes y unidad en la familia. Paz y reconciliación para la Venezuela por venir.
@adalbertomas
Adalberto Orta     

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