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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
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martes, 8 de noviembre de 2011

MERCEDES MONTERO: ES NECESARIO RECORDAR A LOS PRESOS POLÍTICOS



En Venezuela como en todos los estados en los que la democracia ha desaparecido hay presos políticos
Aunque el primer mandatario venezolano lo trate de negar al decir “En Venezuela no hay presos políticos, sino políticos presos”, en Venezuela como en todos los estados en los que la democracia ha desaparecido hay presos políticos. Gente que ha ido a parar a un calabozo por el simple hecho de disentir, de cumplir un trabajo de acuerdo con la moral, principios y responsabilidades exigidas en el cargo que desempeñaban.
Las “pruebas” que han sido presentadas para condenar a los presos políticos a larguísimos años de cárcel, no pasarían ni el primer tamiz de una justicia que realmente fuera tal.  Como en nuestro país  no existe la independencia de los poderes, las fiscalías, defensorías, procuradurías, tribunales y cortes no son instancias judiciales donde se lleven a cabo las investigaciones pertinentes con neutralidad,  se examinen y presenten verdaderas pruebas de inocencia o culpabilidad y se juzgue, sentencie y apelen fallos de acuerdo con lo establecido por las leyes.
Las leyes de nuestro país han sufrido un vuelco, dejaron atrás la balanza y la igualdad de derechos, para transformarse en instrumentos que favorezcan y apoyen no a los ciudadanos, sino a un estado que pretende imponerle a una nación una determinada ideología.  La ley dejó de ser el brazo ejecutor de la verdadera justicia, para transformarse en el arma de la confiscación que favorece a una de las partes..
Cuando la justicia deja de ser ciega, se transforma en su propia negación, esa misma que en el caso de los presos  políticos permite que
1)      Quien una vez sustentara el cargo de Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez declarara que “Con solo verle los ojos a Giovanny Vásquez, testigo estrella, en el Caso del asesinato del fiscal Danilo Anderson, se podía dar cuenta que el hombre era inocente” . El mimo “inocente testigo” luego declararía que su testimonio había sido falso. Sin embargo por ese caso fueron condenados tres miembros de una misma familia: Juan Bautista, Otoniel y Rolando Guevara a casi 30 años de prisión.
2)      En el Caso de los sucesos del 11 de Abril del 2002, los ciudadanos fuimos testigos de todo lo que pasó, no nos cansaremos de repetir que los comisarios y policías metropolitanos que fueron sentenciados a condenas que van desde los 17 a los 30 años, además de cumplir con su deber de alertar a la población sobre el límite del permiso dado a la marcha, protegieron a la masa que marchó ese día. (De otra forma hubieran sido muchísimas mas las muertos y heridos). Estos seres humanos condenados tan injustamente, presentan serias enfermedades. A Lázaro Forero, Sub- comisario general de la Policía Metropolitana de Caracas  le fue concedida una medida humanitaria de excarcelación debido a un cáncer prostático, otra medida igual le fue concedida al Sargento Julio Rodríguez por la misma causa, La defensa del Comisario Henry Vivas, lleva largo tiempo solicitando lo mismo ya que su defendido tiene una lesión cancerosa, se está quedando sordo, además de otras complicaciones de salud. El Secretario de Seguridad de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, Comisario Iván Simonovis, tiene lesiones graves en la columna vertebral, que han sido probadas médicamente y que además lo pueden dejar inválido. Todos los policías metropolitanos condenados por el mismo caso ya llevan casi  9 años presos, y, esa injusticia ha cobrado un precio alto en su salud física, aunque su moral sea alta.
3)      El Comisario José “Mazuco “ Sánchez, condenado a 19 años de prisión por un asesinato en el que no hay autor material, ocurrido supuestamente en un calabozo en el que apareció un preso colgado, habiendo estado el Comisario  atendiendo toda la tarde a un invitado de Italia. Es de hacer notar que el testigo principal que declararía contra Mazuco, lo hizo encapuchado. ¿Cómo es esto posible?. José Sánchez también tiene cáncer de próstata, necesita ser operado con urgencia y se le ha negado la medida humanitaria, como también se le quitó la inmunidad parlamentaria que le correspondía, ya que salió electo por votación popular como diputado a la Asamblea Nacional por el estado Zulia, su lugar de nacimiento.
4)      El periodista Leocenis García vuelve a estar en prisión, en unas condiciones deplorables, por haber publicado una foto de unas bailarinas del Medio Oeste  con las caras de funcionarias con cargos importantes en el aparato gubernamental.
5)      La juez María de Lourdes Afiuni, continúa privada de libertad, asediada, vejada, haciéndole sumamente difícil la asistencia médica requerida por problemas de tumores en los senos y lesiones en el útero. Se ha cometido la falta de respeto contra la juez, de pretender que se permita la presencia de policías (hombres y mujeres) durante un examen ginecológico. Afortunadamente los médicos tratantes se opusieron a tal barbaridad.
6)      El General Delfín Gómez Parra continúa preso, sin que se le conceda el beneficio de la libertad por haber cumplido más de las dos terceras partes de su condena. Cabe recordar que su abogado defensor fue asesinado en el estado Barinas y que su esposa ha pasado por toda clase de situaciones que pueden calificarse como mínimo de incómodas.
7)      De Gustavo Arraiz ni siquiera se habla. Hay otros presos políticos que se diluyen en las cárceles, que se han quedado en el sistema, y que por lo tanto se borran de la memoria colectiva.
En los países en los que hay democracia de verdad, no hay prisioneros políticos  y mucho menos  de conciencia. 
mechemon99@yahoo.co.uk
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miércoles, 29 de junio de 2011

PEDRO BENITEZ: EL HOMBRE NUEVO

 12 años después, "... el si yo fuera pobre también robaría..." es más que realidad.

Francisco Ruíz Estanga  apodado “Yoifre”, es uno de los “pranes” que lidera la toma del penal del Rodeo II. En 1998 tenía 8 años de edad.

Por más que lo intenten, no lo pueden disimular. Para los defensores del Gobierno, los sucesos de la cárcel del Rodeo han constituido una cachetada moral. Ahora el cinismo puro y duro es la última línea de  justificación.

Esta situación recuerda  lo que fue la migración del Mariel para el régimen de Fidel Castro en 1980. Para entonces estaba previsto por los teóricos de la revolución cubana que el “hombre nuevo” producto de la nuevas condiciones sociales, educativas y políticas creadas por el socialismo empezara a dejar sentir su presencia en Cuba. Pero muchos de esos jóvenes que habían nacido y crecido en la revolución terminaron en Miami.
Solo ese año, 200.000 cubanos abandonaron en condiciones desesperadas la isla. Pero a diferencia de  la emigración de los primeros tiempos, estos nuevos emigrantes eran todos aquellos a los que la revolución tenía que redimir.

Como en Mariel, la crisis del Rodeo es el símbolo de un fracaso. Ha revelado la verdadera cara del gobierno de Chávez: incompetencia, improvisación, hipocresía y corrupción al más alto grado.

Son los hijos de los pobres lo que van a esos infiernos en la tierra que son los recintos penitenciarios venezolanos. Eso, no es nuevo. Pero es que este Gobierno no sólo  no ha resuelto el problema, lo ha agravado. Y ese, es el punto.

Que un grupo de detenidos súper armados se atrinchere en el penal del Rodeo II, desafiando durante diez días la autoridad del Estado, todos sabemos que es sólo la punta del iceberg de un problema mucho mayor y más aterrador.

Ya lo ha destacado Joaquín Villalobos, refiriéndose precisamente a Venezuela: “que la inseguridad  se multiplique cuando se está distribuyendo la riqueza acaba con uno de los grandes mitos que relacionan pobreza con inseguridad”.

¿Dónde están los frutos de los miles de millones de recursos distribuidos en las misiones sociales?

La clave del problema puede estar en el cáncer de este gobierno: impunidad. Impunidad para mentir, impunidad para robar e impunidad para matar.

Según el informe del Observatorio Venezolano de Violencia, que coordina el sociólogo Roberto Briceño León, entre 1998 y el 2010 se ha abierto una enorme brecha en la relación: homicidios cometidos y  detenciones por homicidios.

Los datos recabados por ese informe indican que en 1998 por 4.550 homicidios ocurridos se detuvieron a 5.017 sospechosos.  En el 2000 por 8.022 homicidios se detuvieron a  1.512 sospechosos. Y así, año tras año, hasta  los 16.047 asesinatos y sólo 1.491 detenidos de 2009. En 2007, 2008, y 2009 por cada 100 homicidios se detuvieron sólo a 9 sospechosos. Es lo que en ese trabajo se denomina como la creciente brecha de impunidad.

El “si yo fuera pobre, también robaría” fue más que una frase pronunciada en cadena nacional de radio y televisión por el Presidente en 1999, ha sido una política de Estado, según la cual el delito no se debe reprimir. He aquí las consecuencias.

El Gobierno  pretende justificarse echándole la culpa del auge del crimen en Venezuela al “capitalismo y la pobreza”. No obstante,  en estos mismos años, Colombia y Brasil (donde hay capitalismo y pobreza) las tasas de homicidios por cada 100.000 habitantes han disminuido. Siguen siendo altas para los estándares internacionales, pero se han situado por debajo del nuestro. Mientras que en Venezuela, donde se está combatiendo al capitalismo y la pobreza, no deja de subir. 

En el año 12, las cárceles venezolanas son el depositario humano de todos aquellos a los que la revolución debía redimir.

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jueves, 3 de junio de 2010

MONSTRUO CARCELARIO, JUAN CARLOS APITZ

Las condiciones infrahumanas y deplorables de las cárceles; la deficiencia en los servicios de transporte para el traslado de los reos; el retardo procesal; las violaciones a los derechos humanos y la debida asistencia jurídica de los presos; las muertes violentas de reclusos; el tráfico de armas y drogas; el hacinamiento, etc., nos demuestran que nuestro sistema penitenciario no está interesado en el tratamiento, reeducación, rehabilitación y futura reinserción social de los reclusos, sino más bien en barrer con su dignidad.

En Venezuela existen treinta cárceles nacionales, todas adscritas al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, ubicadas en diferentes regiones, sin embargo siete de ellas están situadas en el área metropolitana y albergan una cuarta parte de toda la población penal del país. Del total de cárceles, solo una es un centro de reclusión exclusivamente femenino, los veintinueve centros restantes son para reclusos masculinos aunque en quince de ellos se encuentran anexos femeninos con un bajo número de reclusas.

Desde 1988 hasta 1996 no se construyeron nuevas prisiones y fue a finales de ese año que se abrieron nuevos centros, como anexos de otras prisiones ya existentes. Esta capacidad adicional se vio desbordada con el cierre y demolición del Reten de Catia en 1997. El deterioro crónico de la infraestructura penitenciaria, la sobrepoblación y la carencia de presupuesto, atentan contra las condiciones mínimas para una vida en cautiverio adecuada. En la mayoría de los centros penitenciarios se evidencian problemas en las tuberías de aguas blancas y negras, acumulación de basura y deterioro de los sanitarios y celdas, además de graves fallas en el suministro eléctrico y de agua potable. El deplorable estado de las edificaciones penitenciarias obedece a su antigüedad, el uso intensivo y la falta de inversiones para su mantenimiento.

La capacidad de las cárceles permite alojar a 12.000 prisioneros, sin embargo la población penal del país alcanza hoy a 32.624 internos, de los cuales 21.825 son procesados y 9.287 son penados. Una consecuencia evidente de esta sobrepoblación es el hacinamiento, la insalubridad, el colapso de los servicios básicos y la violencia.

En cuanto a la alimentación, ella genera mayor número de abusos ya sea por distracción de fondos y/o apropiación indebida de los mismos, lo cual origina una precaria alimentación del recluso, una deficiente preparación de los alimentos y una distribución en condiciones injustas. Muchos internos dependen de sus familias y de la solidaridad entre ellos para su suministro y complemento.

La violencia carcelaria tiene sus orígenes en la infraestructura precaria; el hacinamiento; la falta de clasificación de los reclusos; el trato dado a los visitantes; el retardo procesal; el traslado a los tribunales; la corrupción; los excesos y abusos de custodios y guardias; la impunidad; y el sostenimiento del ocio. Esa violencia se eleva a la enésima potencia por el tráfico y consumo de drogas, los conflictos por control territorial y el tráfico de armas.

Somos un país con un gobierno rico pero con un pueblo pobre, cuya población reclusa es una marginalidad dentro de una marginalidad. La indiferencia para resolver nuestra situación penitenciaria ha generado un monstruo. Es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente, como entonaba Mercedes Sosa.

justiciapitz@hotmail.com
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domingo, 15 de noviembre de 2009

¿JUSTICIA CIEGA? RICHARD BLANCO PREFECTO DE CARACAS, PRESO



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martes, 6 de mayo de 2008

*ESCRIBE IVAN SIMONOVIS: DESDE MI CALABOZO



*ESCRIBE IVAN SIMONOVIS: DESDE MI CALABOZO

Hoy es mi deseo dirigirme a todos los venezolanos. A los de nacimiento, a los venezolanos de corazón, a los de aquí­ y a los que vinieron a confiar su destino y el de sus hijos al futuro de un país libre. A los venezolanos mayores y a aquellos que son jóvenes e inician una vida independiente.
A los venezolanos todos, sin importar su raza, credo, ubicación, tendencia política, actividad económica o creencia personal. En fin, a todos los que realmente constituyen una Patria, Hasta, Mi Patria.
Deseo hacerlo para dar utilidad al secuestro ilegal e injusto al que estoy, al igual que otros, siendo sometido, y es por eso que escribo este mensaje.
Quiero hablarles de algo que nos involucra y nos afecta a todos, sin distinción, sin excepción. Quiero hablarles de la Justicia. De esa Justicia que debe hacernos a todos iguales ante ella; de la que esperamos de manera fluida y natural cuando las instituciones de un país son confiables. De esa Justicia que constituye la base de la Democracia; de la que nos hace andar por el camino correcto; de la que permite que los inversionistas crean en nuestro país; de la Justicia que le permite a usted trabajar y recibir un salario digno y justo, que permite el respeto de sus Derechos Humanos, el Derecho a la Vida. De la Justicia que nos permite crecer como personas, que nos permite asegurar nuestro propio futuro y que nos garantiza vivir en nuestra Patria sin temor. Por eso también este mensaje es para aquellos que han tenido que salir de la Patria a buscar ese futuro en otro país.
Yo sé lo que es la Justicia, se cuanto vale, se lo importante que es para un país y una sociedad. Durante muchos años luché por ella, algunas veces hasta expuse mi vida junto a la de mis subalternos para defender el derecho de justicia de los ciudadanos ante el crimen. Eso es lo que hace un verdadero Policía. Y por eso les alerto que la Justicia en nuestro país se está perdiendo.
El concepto de Justicia se ha transformado en la decisión de unos pocos en función de intereses particulares. No importa en que lado estás, si has estado cerca del poder, si lo has adversado, si eres inocente, si nunca te has metido en política, si solo te dedicas a tu actividad comercial o laboral, si solo eres un ciudadano, si alguna vez has votado, si no te importa la política o incluso si vistes con camisa roja. Basta que algo que hagas, con o sin intención, afecte el interés de quienes han secuestrado a la justicia para que seas un objetivo.
Hay sobrados casos hoy en día, en cualquier Ámbito, incluso en los círculos más allegados al poder. Cualquiera puede ser un objetivo, a cualquiera le pueden fabricar un expediente. A cualquiera le pueden confiscar su empresa, su finca, su tienda. Lo pueden acusar y lo pueden detener, siempre bajo la manipulación de una Ley o sencillamente creándola para ese fin.
Gracias a los medios de comunicación que aún luchan por mantener el cumplimiento de su deber de informar con la verdad, todos ustedes han conocido la situación que enfrento junto a otros venezolanos, Únicamente por razones políticas.
Aunque el juicio que se nos sigue a 2 Comisarios, 8 PM y a mi­ no ha concluido, puede decirse que hemos sido condenados a priori por 3 personas fallecidas y 19 personas heridas durante los lamentables hechos del 11-A. Me atrevo a incluir el término "a priori", pues se trata de una condena aplicada no en virtud de la verdad, no por ser culpables, no en razón de la justicia. Por el contrario, nuestra condena busca satisfacer deseos de venganza y trata de cubrir la verdad de los hechos. Eso nos hace Presos Políticos.
Particularmente, fui secuestrado por instrucciones del Gral. Castor Pérez Leal el 22 de noviembre de 2004 a las 7:30 AM en Maracaibo, cuando me disponía a montarme en un avión, luego de haber pasado todos los controles de seguridad e inmigración, cosa que demuestra que nadie me estaba buscando y que yo no me estaba escondiendo. Fui llevado a una base militar en Barquisimeto y allí­ permanecí­ incomunicado, mientras en el Ministerio Público los entonces fiscales Oliver Naveda y Luisa Ortega Díaz armaban (literalmente armaban) un parapeto de expediente para justificar mi supuesta detención. Tan evidente fue el parapeto, que ni siquiera consta en el libro diario donde deben hacerse todas las anotaciones referentes a causas penales.
El entonces Juez, Maikel Moreno, fue quien ordeno mi "detención" por el caso 11-A. Maikel Moreno, que había sido parte del juicio, pues fue el abogado de los conocidos como "Pistoleros de Puente Llaguno", a quienes el mundo entero vio, gracias a la TV, disparando contra personas desarmadas. ¡Vaya descaro! Por si fuera poco, el juicio ya estaba radicado en la ciudad de Maracay por instrucciones del TSJ, por lo que el Juez Maikel Moreno, con competencia en
Caracas, no podía conocer de la causa.
La Fiscalía extorsiona a los 8 funcionarios de la PM para que declararan en mi contra y en contra de Henry Vivas y Lázaro Forero para crear una justificación de nuestra detención. Testigos manipulados por la misma Fiscalía han dado falso testimonio y han mentido deliberadamente. Todo esto ha sido denunciado por la defensa durante cada audiencia, pero como se ha hecho costumbre, el reclamo no surte efecto alguno.
Pero el descaro no acaba aquí­. En el auto 2005, el para entonces Fiscal General de la República, Isaías Rodriguez, recibió en su despacho a mi esposa, y luego de una larga conversación le dijo: ..."Yo sé que su esposo no está involucrado en los hechos del 11-A, así­ me lo hizo saber la Fiscal del caso Luisa Ortega Díaz, pero debemos esperar el juicio"... El Fiscal Isaías Rodriguez reconoció mi inocencia pero las palabras quedaron tras la puerta de su despacho y 40 meses más tarde, y después de haberme tenido privado ilegalmente de mi libertad, la Fiscalía sigue manipulando, tergiversando y alterando todo cuanto sea posible para ocultar el hecho de que todavía no hay una sola evidencia en el juicio que demuestre ninguna responsabilidad de mi parte en los hechos del 11-A.
Producto de lo que he experimentado en estos más de 3 años, ya no puedo confiar en el sistema de justicia venezolano. Lo he visto por dentro, lo he vivido y por eso me he negado a seguir asistiendo a las audiencias de un juicio descaradamente manipulado por la Juez 4to de Juicio de Maracay, Marjorie Calderón Guerrero.
He querido relatar parte de mi caso particular, pero aquí­ en los pasillos "A y B" de DISIP y en Ramo Verde hay otros policías, banqueros, militares, deportistas y profesionales de toda Índole, cuyo Único factor común es ser representantes de la Venezuela que no apoya la mentira de este Gobierno. Somos una muestra de lo que son ustedes allí afuera. Somos seres humanos con religiones diferentes, con maneras de pensar distintas, con actividades diversas, con puntos de vista diferentes, pero unidos en este infierno común, secuestrados de nuestra familia y de nuestra cotidianidad.
La Fiscalía forja, manipula y altera las pruebas para, en complicidad con los Jueces, "fabricar" un caso que justifique nuestra detención, en el caso de algunos, por años. Como es rutina ya, el oficialismo y sus personeros (o deberá decir sus títeres necesarios) manipulan la Ley a su conveniencia, haciendo caso omiso de sus disposiciones expresas. Se desconoce el debido proceso, se violan sistemáticamente principios y normas legales; y se ultrajan los Derechos Humanos de quienes estamos siendo juzgados. Todo esto sin importar a quien se dañe o a quien se engañe.
Debo agradecer a los medios de comunicación social, que aun resisten la mordaza totalitaria, el que den difusión a este mensaje. Yo debo permanecer en mi calabozo, bajo un claustro físico, pero no mental. Podrán encerrarme a mi­, pero no a mi dignidad.
Les pido a ustedes, que están allá afuera, que abran los ojos, que despierten. A cualquiera le puede pasar un día, cada vez más cercano, el ser víctima de esta supuesta justicia. No pienses que a ti no te va a pasar.
La lucha debe ser para poder confiar otra vez en las instituciones, para poder rescatar el Estado de Derecho, para asegurar el futuro de tus hijos. Para que puedas verlos crecer junto a ti. Para que tengan un país. Un país donde quepamos todos y donde no nos odiemos entre nosotros.
No dejen en otro la responsabilidad. No esperen que sus hijos les reclamen mañana.

Iván Simonovis