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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
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miércoles, 30 de octubre de 2013

OLGA RAMOS, ¡EL MOMENTO LLEGÓ!, OPINIÓN PURA Y DURA LO QUE PIENSO, TAL CUAL…

Hora de mi receso vespertino, para variar lo uso para ponerme al día con las noticias del momento, veo con tristeza y preocupación que la situación tiene el mismo tenor que ayer, por lo que, para poder volver al trabajo, con la necesaria concentración, uso la escritura para expresarme. Algunos ya leyeron buena parte de ésto mientras lo escribía en twitter, pero para quiénes no lo hayan leído o para quiénes prefieran verlo completo y revisado, publico este post.

¡Buenas tardes #Twitterlandia!

Hoy era un día para amanecer chalequeando a los caraquistas o sólo concentrada en la llegada de mi hermanita que viene a visitarnos después algún tiempo de haber tomado la decisión de establecer su vida en otros predios, donde estuviera garantizado el derecho a la seguridad y a la vida.

Sin embargo, en Venezuela y en estos tiempos, los motivos de felicidad siempre están acompañados por otros que indignan y preocupan:Venta de leche y azúcar por cucharadas; guarimbas y “protestas” montadas artificialmente para impedir la manifestación de otros, acompañadas de amenazas y amedrentamiento, todo ello protegido por quienes tienen el deber de garantizar los #DDHH de todos (que si a ver vamos, si coinciden manifestaciones de protesta, que coincidan y coexistan, que el derecho a la protesta sea ejercido por todos y garantizado por los órganos de seguridad del Estado y no que la protesta sea criminalizada o protegida, dependiendo de a quién beneficie su presencia) y para rematar, la continuación de la guerra del miedo, ahora empapelando del centro de la ciudad con estos afiches, en los que se pretende convertir en “enemigos” de la gente y “culpables” de lo está sucediendo, a los principales líderes de la oposición




Racionamiento, abuso de poder y amedrentamiento, dibujan un claro ambiente de promoción de la violencia que sólo hace sonreír a los que se valen del miedo para conservar el poder, o a los que se aferran a todo lo que pueda prefigurar una salida mágica que les devuelva el poder perdido o que restablezca un “orden” añorado.

A algunos de ellos, los podemos identificar por sus claros discursos y a otros, porque tienen semanas llamando a la abstención desde el anonimato o haciendo gala de su acostumbrada práctica de sólo reclamo y no acción, en una computadora ubicada en el país o cómodamente en el exterior.

Pero quienes promueven la violencia para justificar o provocar sus salidas deseadas, sólo tendrán éxito si les hacemos el juego, sólo si caemos en la dinámica de la violencia, el miedo, el ensañamiento y la confrontación.

De nosotros depende el camino que tomemos.

Aunque no lo parezca, éste es un momento crucial, el momento de tomar partido, el momento de asumir un rumbo y sostener la decisión; el momento de decidir si le hacemos el juego a los que sólo entienden la violencia y el enfrentamiento como forma de coexistencia, o si optamos por la construcción de una Venezuela diferente, que sea de verdad incluyente, en la que todos, a partir de las diferencias que existen y que tenemos que reconocer y respetar, construyamos un espacio de convivencia.

Venezuela, aunque le disguste a algunos, debe ser hogar para todos, y todos que tenemos el deber y oportunidad de hacerla posible.

¡Este es un momento de definiciones, toma tu decisión y actúa en consecuencia!

Olga Ramos 

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martes, 23 de abril de 2013

OLGA RAMOS, DEL PENSAMIENTO ÚNICO AL PLURALISMO POLÍTICO, OPINIÓN PURA Y DURA, LO QUE PIENSO, TAL CUAL…

En estos días, vivimos un pico en la tensión política del país muy pocas veces, o nunca, experimentado. Esa tensión, como es obvio y normal que suceda, nos está forzando a poner el foco de nuestra atención en la polarización y el conflicto, haciendo que se desvíe de aspectos que son fundamentales para salir de esta crisis y para comprender la naturaleza de lo que nos está sucediendo.
Esto es obvio, porque el candidato del oficialismo, juramentado como presidente de forma apresurada en estos días, ha asumido la misma estrategia que utilizaba con mucha frecuencia Chavez, apelar a la “paz” insultando y amenazando, colocando en “el otro bando” y señalando de “traición y conspiración” a todo el que piense diferente. Y como en algunas de las más tristes épocas de nuestra historia contemporánea, el discurso es aderezado con una “cacería de brujas” que busca identificar y excluir a aquellos que han pasado agachados en su expresión política pública, pero que han manifestado su desacuerdo político mediante el voto. Pésima estrategia en un país cada vez más claramente fracturado en dos mitades prácticamente iguales y peor aún siendo la estrategia de quién debería encabezar, urgentemente, un gran esfuerzo de reconciliación y reconstrucción de espacios de convivencia entre los venezolanos.
Hay muchas cosas que explican esa conducta. Pero de ellas, quiero llamar la atención sobre una en particular.
El pluralismo político que forma parte de nuestra tradición republicana y que es una de las características reconocidas de nuestra república en la Constitución aprobada en 1999, en este momento, no es más que una cualidad emergente del sistema. Es decir, tal como se entendería en el pensamiento complejo o en la teoría de la complejidad, se trata de una cualidad que no se aprecia en las partes que constituyen al sistema, pero que emerge, como cualidad del mismo, cuando se le trata como un todo. Si lo vemos con ojos republicanos, el sistema no reconoce, en la práctica, la existencia del pluralismo político como una expresión natural de los ciudadanos, organizados y no organizados, y de su pensamiento político, a la vez que las instituciones del sistema expresan polarización a ultranza adoptando una de las variantes de la misma; pero el espíritu ciudadano está impregnado de pluralismo a tal punto, que cada vez es mucho más una cualidad que se aprecia en diversos elementos del comportamiento del sistema.
El opacamiento del pluralismo como cualidad del sistema, sucedió a pesar de nuestra idiosincrasia y tradición porque, por una parte, los oficialistas nunca entendieron que la preferencia electoral por un candidato, incluso el apoyo reiterado y el reconocimiento de un liderazgo, no es nunca igual a la construcción de una alternativa única ni en términos de preferencia electoral, ni en términos de organización política y mucho menos en términos de pensamiento político. Muchos esfuerzos han realizado para aglutinar a su gente y para hacerlo de forma organizada desde el nacimiento del MBR, su paso por el MVR y la constitución de los círculos bolivarianos, hasta la actual selección del PSUV como opción electoral del oficialismo y la pretensión de utilizar a las milicias, las comunas y otras figuras de organización de base, como expresión organizada de la población a favor del movimiento oficialista.
Por su parte, el aglutinamiento de los “anti” forjó diversos esfuerzos de unidad que se iniciaron con la Coordinadora Democrática y que hoy se expresan en la MUD. En ese ámbito fueron muchos los que tampoco entendieron la naturaleza del pluralismo a la primera y hay aún muchos que aún no la comprenden, a pesar de que fue justamente ese espíritu es el que orientó la conformación de sus estructuras. En el movimiento opositor, esa falta de comprensión se ha expresado y aún se expresa en algunos casos, en dos tipos de conductas, aquellas de los que pretenden capitalizar los esfuerzos de la unidad a favor de una organización específica y aquellas de los que quieren la anulación de todos, en discurso y propuesta, en favor de un discurso específico y único, que casualmente es el suyo.
En ambos casos, la visión que impera en ellos, oficialistas y opositores, es la que ve a la sociedad expresada como la lucha de un pensamiento-cultura-poder hegemónico versus uno contrahegemónico, una visión anacrónica que nos acompaña hasta nuestros días.
La buena noticia en este caso, es que a pesar de que quiénes están en el liderazgo del oficialismo mantienen esta visión anacrónica, no es el caso de lo que se fragua en la alternativa democrática. Lo vemos en la conducta de quiénes encabezan la vocería de la MUD y de muchas de sus organizaciones y en el discurso y conducta de quién asumió su liderazgo como candidato. Pero también se expresa en la conducta de la ciudadanía como electorado que claramente ha ido evolucionando en la expresión de sus preferencias, tal como se aprecia en esta infografía.

Infografía construida con los mapas de El Universal que están elaborados con datos del CNE y lo pueden ver en http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/elecciones-2013/130411/mapa-de-resultados-electorales
Todavía, sin completar la auditoría solicitada, podemos ratificar que el pluralismo político definitivamente se está convirtiendo en una cualidad emergente del sistema, así lo expresan, entre muchas otras cosas, el voto de cientos de miles de ciudadanos que en 2012 dieron apoyaban al oficialismo y que el 14 de abril cambiaron su preferencia, porque el nuevo candidato ya no los convencía o sencillamente porque quería darle la oportunidad a una alternativa en el poder, dado lo malo que ha sido el actual oficialismo en el gobierno. Una alternativa justamente caracterizada por la diversidad, por ser una alianza entre diversos y diferentes.
Creo que una de las cosas en las que debemos poner nuestro foco de atención es en que, a pesar de todos los esfuerzos sostenidos fieramente y con abuso de recursos durante estos 14 años, los venezolanos somos diversos por naturaleza; nuestras organizaciones políticas están constituidas por gente que coincide en algunas cosas y diverge en muchas otras.
Dada esa naturaleza, nuestro punto, nuestro reto, en primer lugar es la reconciliación y el reencuentro y, en segundo lugar, es cómo hacer para construir, más allá del discurso y de estas primeras prácticas, una alternativa política viable, una opción real de poder que se fragüe en torno a las coincidencias y que sea capaz de incorporar las diferencias y propiciar dicho reencuentro; como lograr que ese espíritu, que es el que orientó la conformación de la MUD y se expresa claramente en el discurso de los máximos exponentes del liderazgo de la alternativa democrática, permee para que su expresión llegue realmente hasta las bases y pueda estructurarse en reglas de convivencia claras que nos permitan impulsar el reencuentro y la reconstrucción del país desde ya y también, para que se constituya en cimientos, a la hora de ejercer el poder y ser gobierno.
Olga Ramos
oiramoss@gmail.com

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miércoles, 17 de abril de 2013

OLGA RAMOS, VENTANA DE OPORTUNIDAD VS POLÍTICA A LA MACHIMBERRA, OPINIÓN PURA Y DURA

El ciberespacio, el twitter y los medios de comunicación están plagados de interesantes, y no tan interesantes, análisis y opiniones sobre lo sucedido ayer.

En efecto, hay mucho que procesar y que decir, aunque hay cosas que, desde mi punto de vista, son incuestionables y sobre las que no pienso abundar.

La primera de ellas es la consolidación del liderazgo político de Henrique Capriles y su discurso de primeras horas de la madrugada es la mejor muestra del crecimiento y consolidación del mismo.

La segunda, es el despertar de las redes organizadas del movimiento opositor, que incluyen desde una mejor organización de la MUD y de las estruturas partidistas -las viejas, las no tan viejas y las nuevas- que hicieron la diferencia en el cuidado de los votos y en la participación de un importante grupo de Observadores Internacionales y que garantizaron testigos y logística para el desarrollo del proceso, así como varias declaraciones serias y oportunas en momentos clave; hasta una organización relámpago y voluntaria de los ciudadanos no militantes, en torno a sus familias y grupos de relación directa, para cuidar centros, acompañar a la logística de testigos y votantes y garantizar el traslado de las personas a votar. Creo que por fin estamos entendiendo que la ciudadanía política no se restringe solamente a tener opinión propia y poder expresarla, sino a organizarnos y trabajar, juntos y cotidianamente, para construir una mejor Venezuela.

Y la tercera, es que se afinó el dibujo de la distribución de Venezuela de acuerdo a sus preferencias políticas, ratificando que estamos divididos en dos opciones que se miran de tú a tú, y que una de ellas, no cesa de crecer.

Pero a lo que si me quiero referir con un poco más de detalle, es a que ayer se perfiló más claramente el contenido y mensaje de cada una de esas dos opciones: la opción de una Venezuela del progreso, de la paz y del reencuentro, pero con firmeza, seriedad y vocación de rescate institucional vs la de una Venezuela de la machimberra, la amenaza, el amedrentamiento, la división, la violencia y el manipuleo. Y quiero contrastar esta dimensión de lo sucedido, porque coincido con quiénes opinan que la reconstrucción de Venezuela, pasa obligatoriamente por la reconstrucción de un espacio de encuentro y convivencia entre sus habitantes, aunque, a la luz de lo sucedido ayer, es natural que mucha gente no vea ni esta tarea como factible, ni que ayer se amplió la ventana de oportunidad que tenemos para ello.

Y, para no perder la costumbre, puedo imaginar a todo el que llegado este punto dice: ¿y qué hace Olga  escribiendo en este tono, en lugar de estar caceroleando o en la calle? Pues debo decir que la proclamación ilegítima me interrumpió, pero después de escucharla disciplinadamente, retomo la escritura y sí, se amplió la ventana de oportunidad para la reconstrucción de un espacio de encuentro y convivencia en Venezuela. ¿A qué me refiero con ésto?

El contraste de las dos opciones en Venezuela, se expresó en los discursos, pero fundamentalmente en la narrativa que se puede leer en algunas intervenciones y especialmente en las prácticas utilizadas. Además, la expresión de esas opciones se puede apreciar también en diversos niveles, que son los mismos en los que debemos analizar si se puede y cómo construir el espacio de encuentro y convivencia en el país.

Sin la pretensión de hacer una taxonomía al respecto, podemos identificar 3 niveles de relación entre las partes: el alto liderazgo político, la vanguardia activa y la ciudadanía en general.

Voy a comenzar por el nivel de relación entre el liderazgo político de una y otra opción. Fueron muy claros los discursos de la madrugada, el del candidato del gobierno, el de Henrique Capriles y el del alto mando militar.

El centro del discurso de candidato del gobierno, fue el mantenimiento de la división como política desde el Estado, de la separación entre los “malos” y los “buenos”, la típica visión maniquea de la política y la exclusión obligada de la mitad del país, en consecuencia. Para este candidato, no importa la cantidad de quiénes no favorecemos su opción política, porque para él la minúscula diferencia señalada por el CNE en su conteo, se lee como una “amplia” mayoría que tiene todo el derecho del mundo a imponer a la minoría su proyecto y su punto de vista. Eso aderezado de cursilería y amenazas que no son novedad en su discurso, indica una precaria o inexistente visión de lo que significa vivir en democracia. (Les confieso que pensé que iba a tener que modificar alguna letra de este párrafo después de escuchar a Nicolás en la “proclamación ilegítima”, pero más de lo mismo, aderezado con lo que ya vivimos ayer, el apuro por “darle visos de institucionalidad” a algo que es ilegítimo y una expresión de la copia a su ídolo, la vocación por “reescribir” la historia).

Por su parte, el alto mando militar, quién constitucionalmente, así como el CNE (que triste el papelito de Tibisay hoy, por cierto), le corresponde mantener su imparcialidad y garantizar el reino de la institucionalidad, obligatoriamente tiene que incluirse como parte del liderazgo político de una de las dos opciones, porque desde hace tiempo, pero cada vez con más fuerza, se ha expresado abiertamente como seguidor de uno de los dos grupos.

Su vocería incluyó dos elementos que vale la pena mencionar: el primero es la absoluta contradicción al decir que haría respetar la voluntad del pueblo, pero, acto seguido, proclamando y felicitando el “triunfo” del candidato del gobierno; y el segundo fueron las “clases” sobre democracia que intentaron impartirnos. Es obvio que en eso, como país, no hemos cambiado nadita, porque siempre en nuestra Fuerza Armada, hay un grupo de efectivos que tienen vocación de “hermano mayor” de los ciudadanos, en cuanto a la construcción de la vida democrática del país, pero que en el fondo se creen con el poder y la moral para decidir nuestro destino. El problema de siempre agudizado porque, en este caso, no tienen mucha idea de lo que significa una vida en democracia. Creo que no les vendría mal tomar unas clasecitas con Elías Pino, por ejemplo.

Tanto el candidato del gobierno como los militares, en sus intervenciones, hicieron referencia a la Constitución, incluso blandieron el librito azul. No obstante, parece que no les queda claro que sabemos que no basta con mencionarla o blandirla como bandera, hay que cumplirla para poder comenzar a hablar de ella y de institucionalidad.

En contraste con esos discursos, el del candidato Hernique Capriles fue apegado a la institucionalidad y firme, sin remilgos ni cursilerías, retando al poder a jugar de verdad dentro de la democracia.

Pero en ese nivel, el del liderazgo, no sólo apreciamos la actuación y los discursos de los candidatos y el alto mando, sino también otros voceros. Ayer, los voceros del Comando Simón Bolívar y de la MUD, en su mayoría hicieron muy bien su trabajo con intervenciones oportunas, sensatas y bien argumentadas. Fue así ayer, pero también en los días precedentes en los que destacó por su seriedad y contenido, el acto de los Artistas en apoyo a Henrique Capriles, en el que hubo impecables intervenciones, entre las que destacan las de Elías Pino y Leonardo Padrón.

Eso no es precisamente lo que podemos decir de los voceros del gobierno y el alto mando que llenaron de insultos y amenazas sus intervenciones durante el tiempo de campaña. Los militares declarando su adscripción a una opción política específica, lo cual, como ya mencioné y todos sabemos, es violatorio de la Constitución y los civiles, con múltiples y descaradas intervenciones haciendo campaña durante el proceso electoral y fraguando amenazas abiertas y soterradas, hasta con chistecitos tristes como el de una ministro que, más que un chiste, constituye una apología a la violencia. (Aquí les dejo esta captura de pantalla para los que no sepan a qué me refiero)

Antes de pasar al segundo y tercer nivel de esta relación, debo agregar que, en este momento, se está iniciando una nueva violación, por parte del liderazgo del grupo del gobierno, de la institucionalidad del país, al forzar y apurar la proclamación de su candidato como presidente electo. Una clara maniobra por tratar de imponer a la machimberra un resultado electoral dudoso, pretendiendo ganar con fuera de las urnas unas elecciones altamente cuestionadas. (algunos agregados que encontrarán entre paréntesis los acabo de poner a propósito de la ”proclamación ilegítima”)

El segundo nivel sobre el que quiero hacer algunas apreciaciones, es al que denomino la vanguardia activa. Se trata de un nivel intermedio de relación entre los dos grupos, que se da entre los exponentes de los activistas, militantes o no, de ambos sectores.

En este nivel, por un lado tenemos a los voluntarios, cientos de miles de personas que participaron como testigos que cuidaron las mesas, grupos organizados que trabajaron en la logística de los centros, en las salas situacionales organizando el apoyo y recopilando las denuncias, movilizadores de sus grupos de familiares y amigos o de desconocidos y por el otro, a los malandros de oficio, armados, paseándose a pié o en moto, encapuchados o no, amedrentando a la gente para que no se quedara sin votar, pero obligándola a marcar la cara de un candidato.

En este segundo nivel es importante aclarar que hay voluntarios que actúan de buena fe en los grupos que apoyan al candidato del gobierno, pero, lamentablemente, en ese ámbito, son una minoría, porque entre ellos predominan los “activistas a sueldo” y los “malandros de oficio”, que pueden ser pagados o no, pero que están armados y se divierten cumpliendo su labor de amedrentar.

En este nivel vivimos las más claras expresiones de diferencia entre las prácticas de ambas opciones, porque, por una parte tuvimos el placer de apreciar la entrega y madurez de muchos, su dedicación a pesar del temor que podían sentir por cumplir con su voluntariado en situaciones de riesgo, de tensión o simplemente adversas; y por la otra, vivimos la saña y agresión de los violentos, tratando de conservar el espacio político del grupo de gobierno, en las calles y con amedrentamiento.

Vimos grupos de motorizados pasando a amedrentar desde tempranas horas por los centros electorales, vimos personeros del gobierno plantados en algunos centros obligando a los ciudadanos a practicar un “voto asistido”, vimos a los malandros amenazar, disparar, agredir. Muchos son los casos, las denuncias, los videos, los relatos y las fotos que nos quedaron de ello. Vimos como también, esas prácticas aumentaban en la medida que avanzaba el día y se acercaban los escrutinios, pero vimos como se arreciaron a la hora del conteo y los cierres de mesa, cuando se agredieron a testigos para sacarlos de los centros y evitar que se hicieran las auditorías. No se trató de hechos aislados, sino de una práctica orquestada y organizada desde el poder.

En este nivel hay muchas cosas que decir, pero quiero hacer referencia a tres que creo deben prender más nuestras alarmas: la primera es la agresión a las personas que estaban presentes a la hora del cierre de los centros y que, como en el caso del Liceo Bicentenario de Turmero del Estado Aragua, sacaron a tiro limpio.

La segunda es la, sin precedentes, agresión a la sede donde estaba funcionando la Red de Observación Electoral que coordina Asamblea de Educación. En ese caso específico, llegaron 20 motorizados armados, a agredir a los voluntarios que allí prestaban su colaboración recibiendo y procesando el desarrollo del proceso electoral en una muestra de centros, en los que la Red despliega sus Observadores y documentando las irregularidades que se producían a lo largo del proceso. Una Red de Observadores acreditada por el CNE con una larga tradición cumpliendo esa función en nuestros procesos electorales. Allí llegaron, amenazaron, golpearon a uno de los que trató de oponerse a su agresión, rompieron y robaron equipos. No pudieron paralizar el trabajo de la Observación Electoral, porque se encontraron con un grupo de gente que no más salieron los malandros por la puerta, con mucha indignación y temor, pero con mucho más entereza y carácter, se reintegraron a sus funciones, recuperaron la estructura de la operación y continuaron cumpliendo con su trabajo. Quiero aquí expresar mi agradecimiento y reconocimiento a todos ellos. Aquí pueden leer una reseña de lo sucedido.

Y la tercera, es a la unidad “cívico-militar” que tanto ha sido cacareada por esta gobierno como parte estructurante de su propuesta política y que ayer se expresó, lamentablemente, con el apoyo irrestricto de algunos grupos de militares y milicianos a los actos de agresión a amedrentamiento de los malandros, aunque estuvieran encapuchados. Esta actuación, además de ilegal, es inadmisible en cualquier país que se denomine democrático, porque no es más que la expresión de la puesta de las armas al servicio de una parcialidad política y condena a todo el que no se identifique a la imposibilidad de participación.

¿Esta es la única cara que tiene para mostrar la tan cacareada unidad cívico-militar?

Este nivel obviamente, contrasta por la naturaleza de sus prácticas. No resulta fácil el encuentro y en algunos casos, lo posible, tendrá espacio cuando se recobre la institucionalidad y las cosas se llamen y se traten por sus nombres.

Y finalmente, hay un tercer nivel, el más importante, el nivel de relación ciudadano-ciudadano que es dónde estoy segura que podemos fraguar con mucha más firmeza nuestro espacio de encuentro, éste es, aunque no lo parezca, el más importante, el que permite reconstruir los puentes para la convivencia de verdad, pero además, es el que podemos trabajar directa y cotidianamente. Este, en el que se puede concentrar el mayor desconcierto y la molestia, es el nivel en el que tenemos la mayor ventana de oportunidad para el reencuentro con el otro.

Y para reencontrarnos, no tenemos que ignorar las cosas que nos separan o nos enfrentan políticamente. No, por el contrario, tenemos que reconocernos diferentes, pero también identificar las coincidencias y trabajar a partir de ellas. Podemos estar ejerciendo nuestro derecho a la protesta, exigiendo la auditoría del 100% de los votos como estamos convocados para hacerlo en estos días, pero debemos hacerlo dialogando con el otro, expresando nuestras razones y debatiendo argumentos.

Ese es parte de nuestro trabajo ahora. Así como hablamos de convencer al que pensaba diferente y conquistar votos de los que apoyaban al gobierno pero eran sus críticos en estas elecciones, nos corresponde ahora, conversar con todos los que tengamos cerca y podamos explicarles por qué no se puede ignorar el resultado de estas elecciones y qué tipo de dinámica debería promoverse desde el poder para construir un país en el que entremos todos.

En este nivel, aunque provoque, no podemos dejarnos llevar por las pasiones y seguirle el juego a los violentos, encabezados en su discurso por el candidato del gobierno (así lo seguiré llamando hasta que se terminen de realizar las auditorías) En éste, estamos todos como ciudadanos y por ello estamos llamados a ubicar a nuestros familiares, amigos y conocidos que piensan diferente y que ayer expresaron su voluntad con o sin presiones y conversar con ellos sobre lo sucedido, sobre los resultados y sobre la intención del gobierno de legitimar, por la vía de la imposición, un resultado electoral sobre el que ellos mismos tienen dudas e invitarlos a participar con nosotros.

En éste nivel, podemos, con nuestras prácticas democráticas desmontar poco a poco la dinámica de la mentira, del miedo y la violencia como política de Estado y acompañar a nuestro liderazgo en la tarea que se propuso, con la que coincidimos y en la que aún se mantiene.

En este nivel, de tú a tú, tenemos una ventana de oportunidad que aprovechar.

oiramoss@gmail.com

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