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viernes, 16 de septiembre de 2011

ELIZABETH BURGOS: UNIVERSIDAD DE CIENCIAS INFORMÁTICAS DE LA HABANA CONSTRUIDA Y COSTEADA POR VENEZUELA

Ya lo dijo Fidel Castro cuando los sandinistas perdieron la elección presidencial que dio paso al gobierno de Violeta Chamorro: “Nunca más “perderemos” una elección. A Fidel Castro nunca más se le tomará desprevenido.

Adivinen con qué dinero fue construida en 106 días la inmensa Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, que ahora controlará todo lo electrónico en… Venezuela, elecciones incluidas.

Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana
Parece inverosímil que en el país en donde el control de la información es absoluto, en donde el uso de computadoras hasta fecha reciente era considerado un delito, en donde el acceso a Internet está sometido al control del Estado y es un privilegio al que sólo tiene acceso libre la oligarquía que detenta el poder, exista una Universidad de ciencias Informáticas. En verdad, en materia de formación académica en Cuba existe la mayoría de las disciplinas de las que debe disponer cualquier país, en particular cuando ese país se jacta de haber formado el mayor número de universitarios de América Latina. Pero la condición es que tanto las instituciones universitarias como el personal que de ellas egresa, deben supeditarse al control absoluto de Fidel Castro. La especificidad de la UCI, como todo en Cuba, se debió a una decisión del Fidel castro quien decidió proveerse de un instrumento que le permitiera formar profesionales en el marco de la llamada “Batalla de las Ideas”, como llamó el artefacto ideológico creado para contrarrestar las ideas de libertad que terminaron por derrocar los regímenes totalitarios de Europa del Este y comenzaban también a hacerse sentir en Cuba.

Fundada en 2002, el objetivo de la UCI es de informatizar el país y desarrollar la industria del software. Construida en 106 días, situada a 15km de La Habana, cuenta con un perímetro de 72 hectáreas, 80 edificios y su acceso está rigurosamente prohibido a quien no sea estudiante o miembro del personal. Las personas extrañas al centro deben contar con una autorización especial. El número de estudiantes alcanza los 10.000. No es necesario ahondar en el origen de los medios para la creación de dicho centro universitario en La Habana, si no es para recordar la reducción presupuestaria de los centros de estudios universitarios de Venezuela.

La Base de Inteligencia

 BASE LOURDES DE RADARES RUSOS 
El otro elemento de interés, es que en ese mismo lugar, desde 1964, estaba emplazada la base de radares soviéticos, Centro de Exploración y Escucha Radio-electrónicos, popularmente llamado Base Lourdes, que le permitía a Moscú someter a control las radiocomunicaciones de EE.UU.; elemento decisivo de la batalla entre ambos imperios durante la Guerra Fría. Método que se impuso tras la crisis de octubre o Crisis de los Misiles. Los radares remplazaron los misiles. El pretexto era velar por el cumplimiento de los acuerdos de desarme nuclear entre la URSS y EE.UU. Washington consideraba al contrario, que se trataba de un centro de espionaje del cual Moscú obtenía información de alto nivel estratégico y militar relativo a la política estadounidense La Habana percibía 200 millones de US Dólares por el alquiler de dicho emplazamiento. Se establecía así una suerte de simetría con la Base de Guantánamo por la cual Cuba percibe también un alquiler que el gobierno de Castro se ha negado cobrar desde 1959.

Al igual que cuando la Crisis de los Misiles, Moscú y Washington negociaron a espaldas de Fidel Castro y tras los atentados de las Torres Gemelas, el gobierno ruso decidió el desmantelamiento de la Base Lourdes, dejando a Fidel Castro al margen de la decision. Una vez más Castro se vio enfrentado a la humillación al constatar que la política mesiánica que había pretendido imponer en América Latina y en África se convertía en una quimera, pues dependía de los medios provenientes de la ex URSS. Fue solo después de la llegada al poder de Hugo Chávez cuando al disponer del petro-Estado venezolano, Fidel Castro pudo con toda independencia dedicarse de nuevo a su proyecto de convertir a Cuba en el País-Faro del cual ha pretendido imponer su “destino manifiesto”.

Para Fidel Castro, la Base Lourdes significó solventar la decepción del despojo de los misiles. Demás está decir que la Universidad de las Ciencias Informáticas está dedicada a la formación de expertos en la guerra cibernética y al espionaje cibernético.

El pilar del total totalitarismo cubano, el Minint, contará desde ahora con expertos y con una dotación técnica del nivel de cualquier superpotencia, lo cual no deja de recordar el centro que abriga los locales de la CIA.

Barrio adentro y algo más

En relación a América Latina y a los países del ALBA, se han firmado convenios, en particular con Venezuela a la que la UCI proveerá de “soluciones tecnológicas integrales”. Y lo que no podía faltar. “La UCI respalda la Misión Médica Cubana en Venezuela garantizando el adecuado funcionamiento de los sistemas informáticos, hay un estudiante en cada Centro de Diagnóstico Integral y en cada Centro Médico de Alta Tecnología donde están instaladas las aplicaciones informáticas que desarrolla la UCI, un estudiante se integra al personal de la Misión Médica cubana para atender los temas informáticos”.

Ante un aparato de tecnología informática de esa envergadura, costeado por Venezuela, y la instalación del cable óptico entre Caracas y La Habana, no hace falta adivinar desde dónde se controlará el sistema de votación del cual se ha equipado Venezuela.

Ya lo dijo Fidel Castro cuando los sandinistas perdieron la elección presidencial que dio paso al gobierno de Violeta Chamorro: “Nunca más “perderemos” una elección. A Fidel Castro nunca más se le tomará desprevenido.

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martes, 15 de febrero de 2011

EL “CABLE UMBILICAL” DE CUBA. ORLANDO OCHOA TERÁN

Con la conexión submarina entre Cuba y Venezuela se consolida un fenómeno histórico sin precedentes; un pequeño país subdesarrollado económica y culturalmente, en virtud de una imposición ideológica comunista, domina a otro país con mayor población, territorio y desarrollo económico con la ayuda de instituciones y poderes públicos.

El proyecto de fibra óptica fue secretamente concebido en 2003 por la empresa estatal china Potevio, a requerimiento del Grupo de la Electrónica de Cuba. A finales de 2005, una delegación de Potevio y GEC presentaron la propuesta al presidente Chávez y al director de Conatel.

Con el visto bueno presidencial el proyecto sería totalmente financiado por el Estado pero sin la participación de técnicos venezolanos o de Cantv. Potevio firmó contratos de cooperación con CAMC Ingeniería de China, Alcatel Shanghai y el Grupo de Electrónica de Cuba que en virtud de su relación con Potevio serviría como “integradora” del proyecto.

“El sistema instalado” – indicaba el estudio – “tendrá la capacidad de ofrecer servicios de voz, datos e internet, así como servicios de banda ancha de comunicación fija y móvil” (…) “la ejecución de esta obra cambiará el estado comunicativo de la zona caribeña y ofrecerá una garantía confiable de comunicación para los intercambios y desarrollos políticos y económicos en Cuba, Venezuela y otros países latinoamericanos” (…) “rompiéndose el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos a Cuba”.

Cuba en control

El gobierno bolivariano ha declarado que el costo ha sido de millones. Sin embargo, el documento del proyecto estimaba “alrededor de 150/180 millones de dólares proporcionados por el Banco de Desarrollo de China”. Esto ha dado pié para que se comente en la industria que el cable no se detiene en Siboney sino que llega hasta los bolsillos de un general cubano.

Por razones “estratégicas” se descartó Caracas y se optó por crear la empresa Gran Caribe Telecomunicaciones S.A. con sede en Cuba, presidida por el ingeniero cubano, Wilfredo Morales, subordinado al general Ramiro Valdés.

Ramiro Valdés recorrió el Centro Telefónico de la playa de Siboney.
El acuerdo final fue protocolizado el 24 de enero de 2007. Por Venezuela firmaron la actual rectora del Consejo Nacional Electoral, Socorro Hernández y Julio Durán, presidente de CVG/Telecom. Aparentemente esta fue la única “participación” de venezolanos en el proyecto. Por Cuba firmó Waldo Reboredo, presidente de Transbit, también bajo las órdenes del “comandante histórico” Ramiro Valdés. Cuando Wilfredo Morales habló se refirió a un proyecto “altamente estratégico”. Entonces prevalecía en la Casa Blanca la pintoresca idea de que Cuba nunca alcanzaría a tener una estructura de telecomunicaciones sin la aquiescencia de EE UU.
…y ellos se juntan

Es bien sabido que China no ha podido controlar una rampante corrupción en sus empresas estatales y mucho menos Cuba. Los presidentes de las empresas de tecnología como Etecsa, Copextel, así como el vice ministro de informática, Nelson Ferrer, fueron removidos y acusados de actos de corrupción. Alcatel, por su parte, es famosa por sus sobornos. El pasado mes de diciembre se transó con una multa de 7 millones en EE UU para evitar ir a un juicio penal. La Comisión de Valores de NY había comprobado sobornos de Alcatel en Costa Rica, Honduras, Taiwán y Malaysia.

Curiosamente el cable submarino multiplicará en más de 3.000 la capacidad de comunicaciones de Cuba, un país con una de las densidades telefónicas más bajas del planeta y un número de conexiones a Internet (0,9x100hab.) más insignificantes del mundo. Cuba está en lista de los 13 países con la más estricta censura en Internet. Estas reflexiones se las hacía hace algún tiempo Antonio Pasquali en una entrevista a La Vanguardia de España que lo describía como “uno de los más notables investigadores mundiales de la comunicación”. “¿Cuál es el verdadero fin de ese potente cable que enlazará Venezuela con la isla?” se preguntaba el experto.

El general Antonio Rivero, quien proviene del vientre de la FAN bolivariana, parece tener algunas respuestas: “Una vez que comiencen las operaciones, los cubanos tendrán acceso a los datos de venezolanos” (…) “lo que considero grave, en particular cuando se efectúen las elecciones presidenciales de 2012” declaró Rivero a El Nacional.

“Ya no será necesaria la presencia física de funcionarios cubanos, sino que un hombre como Ramiro Valdés  contará con un enlace directo y podrá controlar las áreas estratégicas de defensa del país” agregó el general.
Un alivio para los soldados venezolanos pues sólo tendrán que saludar a los oficiales cubanos, pararse firmes e invocar el “patria o muerte” sólo por Internet.

14/2/2011
Diario de América

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domingo, 13 de febrero de 2011

¿FRAUDE O CEGUERA? VIRGINIA CONTRERAS

Los acontecimientos políticos, durante la última década en el mundo, demuestran la coincidencia en cuanto a las razones de las crisis existentes.

Si nombráramos al azar ciertos gobiernos, como el de Irak con Saddam Hussein, Irán, Costa de Marfil, Zimbabue, Túnez, Egipto, y Nicaragua y Haití en este lado del mundo, apreciaremos una constante; y es que sus gobernados: sociedad civil, partidos políticos, y demás sectores representativos, han insistido en acusar a estos regímenes de violación de los derechos humanos, irrespeto al Estado de Derecho,  condiciones infrahumanas para su subsistencia debido al desempleo y alto costo de la vida, y “fraude electoral”.

En todos estos casos también ha habido otra coincidencia, y es que los distintos sectores de la sociedad civil, como se ha evidenciado recientemente en los casos de Túnez y Egipto, han manifestado públicamente a fin de demostrar hasta qué punto están hartos de tanta burla a la soberanía popular por parte de sus respectivos gobiernos. Estos últimos, aprovechándose de su absoluto poder, y bajo la mirada impotente de los electores, han impuesto condiciones electorales contrarias a sus leyes, garantizándose la permanencia indefinida en el poder.

Si comparáramos todas estas circunstancias con el caso de Venezuela, encontraríamos una situación excepcional, y es que en los casos mencionados anteriormente, es la sociedad civil, opositora a estos regímenes, quien reacciona enérgicamente frente a la existencia de un fraude masivo en sus procesos electorales, mientras que en Venezuela la situación pareciera ser a la inversa.

Si bien es cierto que en ciertas oportunidades, algunos sectores de la sociedad habían denunciado el fraude electoral en Venezuela,  en la actualidad, en vez de ser el gobierno bolivariano –por razones obvias- el primer detractor de dichas denuncias de fraude, son los partidos políticos opositores, algunas ONG, e individualidades, quienes frente a tales denuncias se comportan como si los acusados fueran ellos, o como si de la comprobación de dichos fraudes dependiera su desaparición del espectro político venezolano.

Quienes otrora acusaban al régimen venezolano, así como a los organismos electorales, de la utilización del fraude para garantizar el triunfo de sus partidarios, actualmente no sólo parecen haberlo olvidado, sino que reaccionan en contra de quienes de alguna forma se atreven siquiera a mencionar tal posibilidad.

Partidos políticos que con anterioridad afirmaban poseer pruebas de dichos fraudes, hoy en día no sólo ni mencionan la posibilidad remota de su existencia, sino que propician abiertamente la participación electoral. No importa que desde la época de sus denuncias, hasta el momento, las condiciones de falta de transparencia, equidad y objetividad hayan empeorado, y haya sido modificada en diversas oportunidades la legislación electoral en beneficio del régimen, y en detrimento de la ciudadanía. Lo importante “es votar”, dicen ellos. Esto ha llegado hasta el extremo de justificar tal actuación bajo la excusa de que así, si votamos masivamente, las condiciones negativas desaparecerán, e incluso hasta podrían revertirse en contra del gobierno, como si por arte de magia, el registro electoral permanente irregular (y secreto), la cedulación masiva de ciudadanos, las nacionalizaciones a extranjeros sin cumplir los requisitos legales, las migraciones de electores de sus centros de votación hasta lugares extremos del país, la participación de una dudosa empresa de facilitación de la votación, como “Smartmatic”, sin la obligatoria existencia de un proceso de licitación, entre muchos otros vicios, pudieran desaparecer.

Conocidas ONG, cuyo objetivo fundamental- razón por la cual habían recibido cuantiosas sumas de dinero como aportes- era la “lucha en beneficio de la transparencia electoral”, han modificado su discurso; de tal manera que lo que en el pasado fue un fraude electoral, en el presente simplemente es un mero “abuso” del gobierno.

Individualidades que se habían hecho eco de tales denuncias de fraude, no sólo han olvidado los fundamentos de sus afirmaciones, sino que incluso, hasta se presentan como candidatos electorales.

Medios de comunicación que en el pasado facilitaban, o por lo menos permitían, la divulgación de algunos de estos elementos que vician de nulidad dichos procesos electorales, ya no le dan cabida a tales circunstancias.

Sectores de la sociedad que regularmente han servido de plataforma en defensa de los valores fundamentales de la democracia en el país, si bien han sido capaces de organizar manifestaciones, marchas, y todo tipo de operativos a fin de defender el derecho a la vida, la denuncia por la existencia de presos políticos, el derecho al trabajo, a la autonomía universitaria, a la propiedad, a la independencia de los poderes públicos, a la necesidad de unas condiciones dignas de vida,  en ningún momento, en doce años de gobierno, se han atrevido a participar organizando eventos en la búsqueda de la “transparencia electoral como garantía de la soberanía popular”.

Faltan 23 meses para que se produzca uno de los procesos electorales más importantes al cual se haya tenido que enfrentar la sociedad venezolana, como es el de las elecciones generales, a fin de designar al presidente de la República y demás autoridades de la organización político territorial del país.  Durante todo este tiempo los venezolanos tendremos que enfrentarnos a infinidad de retos, producto del interés de nuestro gobernante Hugo Chávez, de destruir al país mediante la eliminación de los factores de producción, del derecho al trabajo, a la educación, a la propiedad, al libre tránsito, y en general, de todos aquellos derechos inherentes a la persona humana y a la institucionalidad democrática.

Los ejemplos sobran, pero basta con señalar la Ley Habilitante dictada recientemente por la Asamblea Nacional al presidente de la República, para entender hasta qué punto llega la acción aniquiladora de la democracia, como política de Estado. Pero así como los retos señalados son una realidad, otro no menos importante, e incluso de mucha más trascendencia en el tiempo, es la necesidad de la lucha por adecuar las condiciones electorales a lo que establecen la Constitución y Leyes de la República.  De su observancia dependerá la escogencia y el triunfo de un candidato presidencial capaz de sustituir la política de destrucción de la Patria, por otra que restablezca los valores democráticos y el espíritu de superación que los venezolanos siempre habíamos mantenido.

Para ello es importante no sólo nuestra participación exigiendo el cumplimiento de los principios electorales reconocidos mundialmente, sino la presencia del sector democrático que actualmente nos representa en la Asamblea Nacional. No es posible que hasta el momento nos limitemos a escuchar larguísimos discursos respecto a los vicios y virtudes de los diputados electos, o a lo que dijo o no dijo el Mandatario Nacional en su discurso ante el organismo legislativo, mientras el tiempo pasa irremediablemente y nadie se acuerda de las garantías electorales vitales para revertir cualquier posibilidad de fraude.

Para quienes insisten en defender lo indefendible, ofuscándose cada vez que se habla de este tema,  debemos recordarles que frente a la duda de fraude no existe mejor antídoto que la existencia de un proceso rigurosamente transparente. De allí que, indistintamente de sus posiciones, bastaría con preguntarles; ¿Cuál es el problema de exigir la adecuación del organismo electoral (CNE) a los principios que establece nuestro ordenamiento jurídico en materia electoral?  ¿Cuál es el miedo de luchar porque se cumpla le Ley y se garantice el respeto a nuestra voluntad popular?  ¿Será que tienen algo que perder; o es que no se dan cuenta que al final perderemos todos? 

trinitron208@aol.com

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