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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
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martes, 20 de diciembre de 2011

MARÍA CORINA MACHADO: LA CASA DE MARÍA ESTÁ AL SERVICIO DE LA UNIDAD (EL UNIVERSAL DE CARACAS)

La candidata presidencial a las Primarias, María Corina Machado, inauguró una nueva sede de su comando de campaña e insistió en la unidad de los factores opuestos al régimen.

Caracas.- Durante la inauguración de una nueva sede de La Casa de María en Caracas, la precandidata presidencial María Corina Machado afirmó que las 21 sedes de su comando de campaña están al servicio de la unidad.

Acompañada por dirigentes de los 21 municipios del estado Miranda, Machado agregó que las Casas de María "son el emblema y el lugar de encuentro de una unidad superior. Quiero hacer un llamado a mis compañeros precandidatos para ratificar cada día en nuestros recorridos la vocación de mantenernos unidos, sin distingo de colores o ideologías. Nosotros nos encontramos en los valores".

"El gobierno está obsesionado persiguiendo la utopía de una revolución y eso es una amenaza a la integridad de la Nación. Nuestra obsesión es reunificar a Venezuela. El país nos necesita unidos para enfrentar la amenaza nacional que representa este régimen", expresó.

Machado también se refirió a la explosión de un depósito de armas en el Cuartel Bermúdez, en el estado Zulia, y exigió al gobierno que explique en qué condiciones trabajan los miembros de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, así como la situación de los demás servicios. Recordó que es el segundo incidente de este tipo que ocurre durante 2011.

"Esta será la última Navidad en tiranía", aseguró.

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viernes, 10 de junio de 2011

ANIBAL ROMERO: VENEZUELA - TRIUNFALISMO, MAL CONSEJERO

La victoria de Ollanta Humala arroja significativas lecciones para Venezuela. La más importante es que el triunfalismo resulta mal consejero.

El triunfalismo es una moneda de dos caras: por un lado la subestimación del adversario, por el otro la sobrestimación propia. Lo primero, en el caso peruano, se puso de manifiesto mediante la inicial proliferación de candidaturas de los factores democráticos. Lo segundo a través de la confusión entre deseos y realidades, que se observó en la creencia de parte de personajes como Mario y Álvaro Vargas Llosa y el ex presidente Toledo, según la cual Humala no es quien siempre dijo que es, y además sus paladines de última hora van a cambiarlo y asegurarse que se portará bien. No pocos en Venezuela pensaron lo mismo en su momento sobre Chávez y hoy purgan sus penas, llenos de comprensible arrepentimiento.

El ejemplo de Mario Vargas Llosa es triste y elocuente. La lectura de sus artículos en defensa de Humala revela no sólo una animadversión personal, más que política e ideológica, hacia la señora Fujimori, sino también la convicción absoluta de que la historia de Humala, historia que nos dibuja de manera inequívoca lo que el triunfante candidato representa y se dispone a hacer, es cosa de poca monta, pues Vargas Llosa y otros se convertirán en garantes de su buena conducta.

Haberse equivocado con Chávez fue un grave error que muchos cometieron, pero equivocarse con Humala, más que un error, es una estupidez. Si bien lamento lo que se le avecina al pueblo peruano, no puedo sino recordar que se aprende a los golpes y a veces ni siquiera con ese rudo método. No tardarán en arrepentirse y lo tendrán bien merecido.

En cuanto a los dos Vargas Llosa, cuyo desempeño político está tan lejos de sus talentos literarios, les veremos “llorar lágrimas de sangre”, para usar la gráfica expresión coloquial.

Deberían los numerosos y polifacéticos precandidatos de oposición venezolanos reflexionar sobre lo ocurrido en el Perú. Me atrevo a sugerir algunos puntos que demandan cuidadosa consideración. Primero: la gente se confunde ante tantos rostros y ambiciones. Confiamos que al final uno sólo de ellos enfrentará a Chávez en 2012, pero aún así el camino trazado hasta ahora muestra poca comprensión de las exigencias de este tiempo y circunstancias, y falta por ver cómo se desarrollan unas primarias tan congestionadas.

Segundo, Chávez es un demagogo formidable y un contrincante de singulares aptitudes políticas. Percibo entre los precandidatos de oposición un inocultable triunfalismo; es como si diesen a Chávez por derrotado. Quizás ello explica por qué tanta gente se afana en abanderar a la oposición: ¡Ya ganamos!, dicen, pero temo que no será sencillo.

En tercer lugar, el mensaje que hasta ahora transmite el bando opositor me luce gaseoso, gelatinoso y excesivamente centrado en lo económico. Es cierto que la gente vota con el estómago, pero no sólo de pan vive el hombre. Alan García no lo hizo mal; el Perú venía creciendo y la pobreza se había reducido. Sin embargo, Humala conquistó la victoria apelando a vibraciones del alma colectiva que trascienden lo económico.

Insisto: el triunfalismo es mal consejero. Derrotar a Chávez en el plano electoral no será fácil, y esto sin tocar el tema del cambio en el poder y los desafíos que aguardan a un hipotético nuevo gobierno. Hay que perder el miedo y hacer una campaña dura, de convicciones firmes, sin tantos eufemismos, diferenciándose nítidamente del socialismo y sus nefastas consecuencias económicas, ideológicas y políticas.

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viernes, 4 de marzo de 2011

LA OTRA OPOSICIÓN. RAFAEL GROOSCORS CABALLERO

            Si nos damos cuenta de que es lo ocurrido en Venezuela, tanto en cuanto a lo electoral, como en cuanto al tratamiento de la opinión pública por parte de los operadores políticos, en los últimos doce años, no podremos sentirnos felices y ni siquiera esperanzados. Uno tras otro, los acontecimientos nos hablan de un régimen autócrata, dueño de las instituciones, propietario del poder, en aparente enfrentamiento a una débil oposición, más o menos conformista y a una masa de indefinidos,  invisible, la cual sólo se muestra en una persistente abstención y en un inescrutable silencio. Si nos remitimos a las cifras oficiales, dadas por el CNE, en referencia a la última jornada electoral  (26 de Septiembre del año pasado) la Oposición unida (MUD) obtuvo la aprobación de 5.900.000 electores y el Oficialismo reunió 5.300.000 votos, dentro de una extraña, inconstitucional interpretación de la norma, mediante la cual los aliados del régimen consagraron 98 Diputados, contra 67 que fueron adjudicadas a la MUD y al PPT. Más votos, menos Diputados. Pero lo que nos desalienta no es sólo la permisiva  actitud de los oposicionistas burlados, quienes aceptando la ilógica conjugación matemática señalada (33% contra 30%), legitimaron la trampa con su presencia en un cuerpo legislativo que sigue sin representar al pueblo, sino que por razones no imputables a la falta de motivación, más de SEIS MILLONES Y MEDIO de electores no concurrieron a la cita, facilitando con su abstención, la grotesca usurpación parlamentaria.

            Es muy difícil pensar que esta enorme masa de compatriotas, al silenciar su voz, --¡constituyen, nada menos, que el 37% del electorado¡--  le hayan dado la espalda al país, probablemente desinteresados en su suerte, en cierto modo, como si fueran traidores a la patria. Lo hemos dicho más de una vez, por diferentes vías. Es que la gran mayoría de nosotros, opuestos como estamos a la aventura que patrocina el grupo gobernante; convencidos de que navegamos sin rumbo, a riesgo de caer en una sima profunda, similar a la que hunde a Cuba, a la que amenaza a otros pequeños países de nuestro Continente –afortunadamente, muy pocos--  no podemos aplaudir  una estrategia que sólo consiste en aprovechar los espacios que, en nombre de una fatua democracia de palabra, nos permite un régimen que hace mucho tiempo y por múltiples razones, perdió toda legitimidad. Si no adoptamos una actitud valiente, agresiva, inteligente y audaz, como la que por estos tiempos ha hecho despertar al mundo árabe y al norte del continente africano, estaremos condenados a servir de mampuesto a un grupo insignificante de incapaces, quienes, con un proyecto de falaz vínculo ideológico socialista, han abordado el poder, para su propio beneficio, engañando a un pueblo que merece nuestra mayor atención y fracturando a un país que si no se alza a tiempo, terminará por desaparecer.

            El 11 de abril del 2002 probamos que la fuerza real de los autócratas que nos gobiernan es sumamente frágil. La propia de los uniformados que arengan a sus subalternos. La del payaso principal del circo, que grita sus órdenes a las domadas fieras sin garras. Lo probamos, pero no fuimos capaces de imponernos inteligentemente. El 15 de agosto del 2004 probamos, una vez más, que somos mayoría los que no queremos la continuidad de un decadente régimen inspirado en doctrinas del Siglo 19. Pero aceptamos una rectoría electoral que nos inventó la inversión de la norma constitucional y transformó la actitud revocatoria en una traviesa ratificación, fundamentada en aquello del millón de firmas planas, maniobra que hundió el respeto a la ley de leyes y que inhabilitó a valiosos venezolanos, a quienes se les privó su derecho de participar políticamente. Más adelante, en el 2007, dijimos que no queríamos reformas indeseables a la Constitución y que rechazábamos cualquier propuesta para transformar a Venezuela en  una parcela sectaria, inscripta en un viejo socialismo fracasado. Pero tampoco fuimos capaces de responder con contundencia. Por eso es como esa otra oposición, a la que nos sumamos sin vacilaciones, se niega a continuar aceptando lo inaceptable y seguirá absteniéndose de participar en procesos regidos por autoridades ilegítimas. Esto debe ser bien y oportunamente entendido. La última trampa tuvo que ser la del 26S.

            Acaba de producirse otra demostración de la evidente debilidad del  régimen usurpador, tan presuntuoso como los que sometieron por años, casi por siglos, al Egipto de Mubarak y la Libia de Gadafi. Los estudiantes, quienes como en el 28, apenas aparecen en el escenario nacional, provocan estrafalarias reacciones a los pupilos del dictador y a su esencia cobardona. Hace dos años un llamado Parlamento Estudiantil nos colocó expectantes ante lo que pudo ir a más. Ahora,  luego del inútil sacrificio de Franklin Brito, un centenar de jóvenes, de distintos centros universitarios, se declaró en huelga de hambre y obligó al gobierno a liberar a dos Diputados electos por el pueblo, presos de conciencia, a capricho de la gendarmería gobernante. Y apenas unos días después, los mismos estudiantes, sin organización, sin connivencia con la oposición formal, provocaron la reacción de vastos espectros sindicales del país y, ante la amenaza de los trabajadores, el régimen tuvo que dar un paso atrás y liberar a un importante dirigente obrero, inicialmente afiliado a las huestes oficialistas.

          ¿Cuánto supone esta significativa revelación, si no es la extrema debilidad de un factor de poder sin legitimidad? Factor, por lo demás, cada vez más disminuido y cada vez más desautorizado por la realidad. La otra oposición, la que pudo haberse organizado con la propuesta de la Segunda Mesa  de la unidad, oportunamente planteada por nosotros, respondería cabalmente, aportando muchos de los seis millones invisibles, en una próxima jornada electoral, si con los profesionales de la otra mesa, los estudiantes en renovada vigencia y los sindicalistas en rebelión, se va a la protesta en grande, quebrando una de las bases de sustentación del régimen y provocando el surgimiento de un nuevo aval, una nueva garantía, reclamando la integración de un nuevo Consejo Nacional Electoral, que sea verdaderamente representativo y transparente, así como la revisión en profundidad del Registro Electoral Permanente (REP) y de las normas legales asumidas en los últimos años, entre ellas la de la diferenciación por Distritos a lo que la Ley señala en consonancia con la división político territorial del país. Norma que hizo posible que una minoría pudiese tener mayoría en la actual Asamblea Nacional, la cual, por cierto, escogió como Presidente a    un ex guerrillero, quien, en Machurucuto, en 1967, invadió a Venezuela, guiando a una fuerza militar extranjera, enviada por Fidel Castro, desde La Habana, combatida y aplastada exitosamente por nuestra Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) dirigidas para entonces por oficiales leales al credo democrático, concientes de su obligación republicana y constitucional, intérpretes cabales del sentimiento popular venezolano.

            La otra oposición, la cual es mayoría sobre la que ya está organizada en la MUD y la que supera con creces, numérica y electoralmente a las fuerzas del gobierno, se unirá y actuará en consecuencia en la calle, en las urnas, donde quiera que Venezuela la necesite, si cambiamos los paradigmas, la estrategia, la conducta política mantenida hasta ahora y rompemos para siempre la pérfida agenda impuesta por quienes quieren implantarnos una repetición del autoritarismo cubano, gobernante bajo la férula de un psicópata, desde hace más de 50 años en La Habana. Es imprescindible, pues, que esta otra oposición sea incorporada a nuestro quehacer político, inmediatamente, y comencemos a darle un giro diferente, radicalmente distinto, a nuestra expresión ciudadana. Sólo así salvaremos a Venezuela.

grooscors81@gmail.com            


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miércoles, 27 de enero de 2010

SE DERRUMBA LA REVOLUCIÓN DE CHÁVEZ, MARYFLOR SUÁREZ R. , THE WASHINGTON POST

"El socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez ha sido derrotado y va rumbo al colapso", sostiene Jackson Diehl en un artículo publicado el lunes en The Washington Post.

Mientras el mundo se concentraba en la crisis en Haití, América Latina, silenciosamente, "vivió un punto de inflexión en el conflicto ideológico que polarizó la región y que paralizó la diplomacia estadounidense durante la última década", agrega la nota.

Señala el diario estadounidense que durante las últimas dos semanas, justo antes y después del terremoto en Haití, Chávez se vio forzado a devaluar la moneda venezolana, establecer y luego suspender cortes de electricidad masivos en la capital de Venezuela, "mientras el país era golpeado por la recesión, una inflación de dos dígitos y el posible colapso del sistema eléctrico nacional".

En el ámbito internacional, en Honduras, "una crisis de siete meses desencadenada por el intento de un protegido de Chávez (Manuel Zelaya) de romper el orden constitucional terminó silenciosamente", con un acuerdo que le enviará al exilio, mientras un político moderado elegido democráticamente asumirá la presidencia.

Por último, pero no menos importante, en las elecciones presidenciales de Chile, la economía más exitosa de la región, se produjo la primera victoria de un candidato de la derecha desde que el dictador Augusto Pinochet fuera depuesto hace dos décadas. El presidente electo, Sebastián Piñera, un empresario y defensor del libre mercado, ya ha hecho algo que ningún dirigente chileno ni la mayoría de los países latinoamericanos ha estado dispuesto a hacer en los últimos años: confrontar a Chávez.

Venezuela "no es una democracia", dijo Piñera durante su campaña. "Dos grandes modelos se han formado en América Latina: uno está encabezado por gente como Hugo Chávez en Venezuela, (Fidel) Castro en Cuba y (Daniel) Ortega en Nicaragua... Definitivamente, creo que el segundo modelo es mejor para Chile. Y ese es el modelo que vamos a seguir: la democracia, el estado de derecho, la libertad de expresión, la alternabilidad del poder sin el caudillismo", señaló en su momento Piñera, según The Washington Post.

Piñera sólo estaba diciendo lo obvio, pero dijo más de lo que su predecesora socialista, Michelle Bachelet, o el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha estado dispuesto a decir abiertamente. Ese silencio maniató los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama, quienes sentían, con razón o sin ella, que no debían ser los únicos en señalar el ataque de Chávez contra la democracia. "Piñera ya ha facilitado a Washington una oportunidad para denunciar las violaciones de derechos humanos en Venezuela", agrega el artículo.

Las declaraciones de Piñera se producen en un momento en que "Chávez ya se está recuperando de golpes diplomáticos, siendo Honduras uno de ellos". Si bien Honduras es un país pequeño, la lucha de poder entre la élite política establecida y el acólito Chávez, Manuel Zelaya, se convirtió en una batalla regional entre partidarios y opositores de la izquierda chavista, con Brasil y otras democracias de izquierda en el medio.

"El resultado es una victoria para Estados Unidos, que fue prácticamente el único país que apoyó la elección democrática que puso fin al impasse. Honduras es el final de la cruzada de Chávez para exportar su revolución a otros países. Bolivia y Nicaragua seguirán siendo sus únicos aliados seguros", afirma Diehl.

Lula, cuya tolerancia hacia Chávez ha empañado su intento por convertirse en un estadista de peso mundial, dejará su cargo a finales de este año y el candidato de su partido es superado en las encuestas por un aspirante presidencial más conservador.

La tragedia de Haití no hace más que profundizar el hoyo de Chávez. Frente a los ojos del mundo, Estados Unidos está dirigiendo una operación humanitaria masiva y los haitianos literalmente aclaman la llegada de los infantes de marina estadounidenses. "Chávez no tiene manera de conciliar estas imágenes con el mensaje central de su propaganda a los latinoamericanos, según el cual EEUU es un 'imperio' y una fuerza maligna en la región".

Además, Chávez enfrenta una crisis internamente. A pesar de la recuperación de los precios del petróleo, la economía venezolana atraviesa una profunda recesión y sigue hundiéndose aun cuando el resto de América Latina se recupera. Los economistas estiman que la inflación podría elevarse a 60% en los próximos meses. Mientras tanto, debido a una sequía, Venezuela enfrenta la amenaza de cierre de la central hidroeléctrica que abastece el 70% de la electricidad en el país.

Por otro lado, los venezolanos se enfrentan a la epidemia de la delincuencia: los homicidios se ha triplicado desde que Chávez asumió el poder, lo cual ha convertido Caracas una de las ciudades más peligrosas del mundo.

"Chávez despotrica sobre la 'ocupación' de Haití por parte de EEUU, su televisora estatal incluso afirmó que la Marina estadounidense causó el terremoto con una nueva arma secreta".

Adicionalmente, el 24 de enero, el gobierno venezolano ordenó a las empresas operadores de televisión por cable sacar del aire un canal opositor.

Sin embargo, "los índices de aprobación de Chávez siguen desplomándose: Han descendido a menos de 50% en Venezuela y 34% en el resto de la región. El caudillo ha sobrevivido a muchas malas noticias antes y bien pudiera superar esto. Pero el punto de inflexión en la batalla entre el populismo autoritario y la democracia liberal en América Latina ha pasado y Chávez perdió.


Versión: Maryflor Suárez R.
The Washington Post
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domingo, 11 de mayo de 2008

*MANUEL MALAVER ESCRIBE EN EL DIARIO LA RAZÓN (CARACAS-VENEZUELA) “CHÁVEZ DETRÁS DE UNA NUEVA DERROTA EN BOLIVIA



*MANUEL MALAVER ESCRIBE EN EL DIARIO LA RAZÓN (CARACAS-VENEZUELA) “CHÁVEZ DETRÁS DE UNA NUEVA DERROTA EN BOLIVIA


No hay de que preocuparse: Chávez no invadirá Bolivia y si lo hace será para concluir haciendo en los campos de batalla el ridículo que hasta ahora ha limitado a las tribunas y los micrófonos.

De ahí la indiferencia –o más bien la sorna- con que los delegados a la “1era Reunión Ministerial del Consejo Energético de UNASUR”, celebrada en Caracas el jueves pasado, recibieron el pomposo anuncio, aquello de “que Venezuela no se quedará de brazos cruzados en caso de que el imperio lleve a cabo una agresión a Bolivia, con todo lo que ello implica. Ahí si es verdad, acúsenme de injerencia, ya pueden acusarme de injerencia”.

Y es que seguramente los delegados se preguntaron: ¿No hemos oído eso antes, no fue así cómo comenzó la guerra de Chávez contra el gobierno colombiano hace 3 meses, no movilizó en esa ocasión 10 batallones a la frontera, no atizó una crisis que provocó 2 reuniones de emergencia de la OEA en Washington y otra del Grupo de Río en Santo Domingo para terminar trenzado en un jubiloso abrazo con el presidente neogranadino, Álvaro Uribe, mientras dejaba en un ridículo atroz a los dos únicos bobos que creyeron que hablaba en serio, los presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el de Nicaragua, Daniel Ortega?.

De modo que muy tranquilos, y como quien oye llover, continuaron los representantes de los países sudamericanos que asistieron a la “1era Reunión del Consejo Energético de UNASUR” la agenda de la reunión de Caracas y en la cual figuraban temas de tal importancia como los referidos al alza incontrolable de los precios del crudo y el gas y las alianzas a implementar para que Sudamérica desarrolle sus inmensos recursos hidráulicos y de reservas petrolíferas y pase a ser una de las pocas regiones del mundo energéticamente segura.

Pero si no sorprendió el silencio de los asistentes a la reunión de Caracas ante la amenaza de la nueva guerra que Chávez anunció en sus propias narices, sí llamó la atención que el gobierno en cuya defensa se haría la guerra tampoco dijo esta boca es mía, y por supuesto que nos referimos a la administración del presidente boliviano, Evo Morales.

Todo lo cual nos lleva a concluir que Morales sí aprendió la lección de las guerras de Chávez y que seguirle la corriente en eso de invasiones y guerras y batallas contra el imperialismo y los Estados Unidos, es darle oportunidad para vociferar unos cuantos discursos y nada más.

Lo que si resulta real e intragable es que Chávez aprovecha las crisis donde incita a que participen sus aliados, para invadirlos a billetazo limpio, y hacer valer el poder de su chequera que hace estragos entre ministros, gobernadores, alcaldes y funcionarios altos y medios, que pasan a seguirle líneas al presidente invasor, mientras se olvidan del invadido.

Debe provocar, por otra parte, extrema molestia que Chávez intervenga en otros países en tono de padre exitoso y salvador, siendo que su país de origen, Venezuela, rueda por el suelo en uno de los peores momentos de su desempeño institucional y republicano y pidiendo gritos la oportunidad de poner fin al hundimiento a donde lo dirige el “salvador”.

Anotemos, de paso, el mapa con la ruta que marca la ruina del país con el estado más rico del subcontinente, como son desabastecimiento, inflación, inseguridad y una gigantesca e incontrolable corrupción que tienen a Venezuela cayendo hacía los últimos lugares en los índices de desarrollo humano en el mundo, y atareado en un rol en que ya se había destacado, pero en el que Chávez ha reforzado su presencia y desempeño, como es el del país superrrico que nada en la pobreza, con un énfasis alocado en una supuesta importancia que no se compagina con el estado de indefensión, injusticia y desigualdad que asfixia a todo el país, pero en particular a los más pobres.

Eso de una parte, porque de la otra, habría que destacar cómo Chávez ha tomado el pretexto de la revolución para practicar una suerte de mini o subimperialismo saudita y petrolero, que usa el tema de la crisis energética para, a través de una supuesta ayuda en suministros de crudos financiados o de bajo costo, procurarse una dependencia que el teniente coronel aprovecha para imponer sus políticas o lograr que los clientes no lo critiquen, porque de hacerlo, corren el riesgo de quedarse a oscuras, o comprando petróleo a 130 dólares el barril.

La conversación conocida el fin de semana entre el embajador de Uruguay en Caracas, Gerónimo Cardozo, y un grupo de parlamentarios de ese país de visita en Venezuela, según recoge el periodista, Ernesto Tulbovitz, en el semanario “Búsqueda” de Montevideo, pone de nuevo en evidencia lo que le sucede a los gobiernos “aliados” cuando se resisten a plegarse a las líneas chavistas y deciden llevar a cabo políticas de motu propio y que responden intrínsecamente al interés nacional.

Cardozo cuenta, en efecto, cómo a raíz del acercamiento del gobierno del presidente, Tabaré Vásquez, al de Estados Unidos como consecuencia de las tribulaciones que sufre Uruguay como socio menor del MERCOSUR de parte de los tiburones Brasil y Argentina, Chávez y la cancillería venezolana han procedido a hacerle la cruz y ha tratarlo prácticamente como “persona non grata”.

Así, muchos contratos entre los gobiernos de Chávez y Vázquez que estaban para la firma, terminaron siendo concedidos a los argentinos, llegando al extremo de hacerle ataques al gobierno uruguayo y acusarlo de “vendepatria” en la televisión de propiedad y financiamiento chavista que se conoce como Telesur.

Pero si hay un país en el continente donde la injerencia de Chávez ha sido consistente, persistente y disolvente no es otro que la “hermana república” de Colombia, donde por el simple hecho de que el gobierno de Álvaro Uribe ha propiciado un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, se han desencadenado las furias del comandante-presidente, quien de mantener durante años una relación ambigua con su vecino, pasó el año pasado a respaldar a las FARC en su ofensiva contra el gobierno neogranadino, a exigir el status de beligerancia a favor la organización terrorista, y a movilizar batallones a la frontera para una presunta guerra en protesta porque el ejército colombiano había dado muerte al segundo jefe del grupo guerrillero, Raúl Reyes.

Cuán permanentes, fluidos y comprometidos eran los vínculos del gobierno de Chávez con la guerrilla que comanda, Manuel Marulanda Vélez, lo contó el mismo Reyes en el computador que le fue incautado el día de su muerte en territorio ecuatoriano y donde, con cuidado y minucia de contador público, abunda en detalles sobre unas relaciones que no dejan dudas de los peligros en que se ha situado el teniente coronel de cara a la comunidad internacional si se decidiera a aplicar la Carta Democrática de la ONU o de la OEA.

De todas maneras ¿para qué tales ingerencias, intromisiones y amenazas de invasión, si como hemos visto Chávez sale corriendo aun sin que oigan los primeros tiros y todas sus guerras terminan en reconciliación con sus presuntos enemigos y declaraciones en las que le pide perdón y promete no volver e molestarlos ni inmiscuirse en los asuntos internos de sus países?

Pues una buena hipótesis podría ser que Chávez simplemente trata de aplacar las crisis que persistentemente lo rodean en casa y amenazan con aventarlo fuera del poder, fabricando conflictos externos que permitan olvidar los internos, polarizar a la población frente a un enemigo extranjero y evaluar con que cuenta en caso de que realmente tenga enfrentar un choque armado internacional.

Salida que explicaría por qué el último enfrentamiento con Colombia siguió a la derrota de la reforma constitucional en el referendo del 2 de diciembre pasado y Chávez quiso bypasear, en tanto tomaba un segundo aire y se preparaba para la contienda que seguía y que no es otra que las elecciones para alcaldes y gobernadores de noviembre próximo.

Y para prepararse, y aun huir hacia adelante después de la catástrofe de noviembre, Chávez está inventando una nueva guerra, pero ahora en territorio boliviano, que no es que piense hacer, ni mucho menos ganar, pero si para hacer olvidar a los suyos que hace mucho tiempo que el poder se le va de las manos y la única forma de sobrevivencia que le queda son estos espectáculos en los cuales, entre los micrófonos y cámaras de televisión, entre la firma de acuerdos nacionales e internacionales y unas manifestaciones desabridas en locales cerrados, vive de la ilusión de que todavía gobierna y propaga y hace la revolución por América latina y el mundo.
¿Hasta cuándo? Pues hasta que alguien se apiade de él y decida que su capacidad para el ridículo llegó a su fin.

domingo, 6 de enero de 2008

*EMETERIO GÓMEZ ESCRIBE PARA EL UNIVERSAL: “KANT, LA MORAL Y LA CRISIS”




*EMETERIO GÓMEZ ESCRIBE PARA EL UNIVERSAL: “KANT, LA MORAL Y LA CRISIS”
No hay nada ni en la conciencia ni en la Razón que nos imponga una ética
Arranca el 2008, año en el que finalmente derrotaremos a Chávez. No por golpes o guarimbas, sino por la insensatez de su Proyecto Comunista. Y es hasta posible que Hugo siga en Miraflores en enero del 2009, pero es obvio que si ese Proyecto es bloqueado, él ya no podrá gobernar. Caerá, no porque nadie lo tumbe, sino por una impactante autorrenuncia. Y hasta cabría pensar en mantenerlo en la Presidencia unos dos años más; lo suficiente para que por fin quede claro que el Comunismo es una utopía inviable y su soporte intelectual, el marxismo, una visión infantil del mundo.

Era obviamente un chiste malo; Chávez no se mantendrá en el poder mucho más allá de este año, ¡así que mejor es acelerar los preparativos para el poschavismo! A todos los niveles, incluida una reflexión sobre la moral y lo endeble de la condición humana. Impulsaremos esa discusión en varias universidades -seis, por ahora- y con mucha modestia la ofrecemos a todo el país.

Mi punto de partida es Kant. Siguiendo a Karl Jaspers, asumo tres grandes fundadores del pensamiento occidental: Platón, San Agustín y Kant. Cada uno de ellos, superación radical del anterior. Porque no se trata -¡hay que decirlo!- de enseñar filosofía como a veces se la enseña, explicando cada filósofo como si lo esencial de sus ideas no hubiese sido superado por sus sucesores. Como si de verdad fuese cierta aquella famosa frase infeliz: que "toda la filosofía occidental son notas al pie de página de las obras de Platón". Como si se tratara, además, de aprenderse lo que cada uno de ellos dijo y no de entender -¡o medio entender!- lo que significa ser humano.

Kant es mi punto de partida, ¡porque él desmonta lo básico de toda la filosofía anterior! Carece de sentido -repito- seguir estudiando Platón como si su pensamiento y el de Kant fuesen paralelos, como si éste no hubiese anulado lo fundamental de aquél. Mi referente es Kant, además, porque habiéndose evidenciado después de él el fracaso indudable de lo esencial de su filosofía, habiendo Nietzsche y Heidegger mostrado ese fracaso, quedaba claro que la Humanidad confronta una dramática crisis intelectual, amén de moral; una dolorosa incapacidad para entender lo humano.

Pero, ¿qué es lo esencial de Kant? Sin duda, la pretensión de encontrar en el hombre -y en su pensamiento racional, en la Razón- los fundamentos de la ética: una Ley Moral que sería al mismo tiempo libre y necesaria, optativa y obligatoria. El absurdo total: ¡un deber ser racional! Una tesis cuya única falla fue ubicarla en la Razón y no en la Religión; y con la cual Kant estaba sin duda inaugurando una época en la evolución del pensamiento. Una época muy breve, pero una época al fin. Antes de él, la filosofía había instalado los fundamentos de la moral fuera del hombre: en el topos urano, el motor inmóvil, la naturaleza o la sociedad. Para cuando Kant escribe ya era obvio que todos estos presuntos cimientos externos de la ética eran endebles. Él intenta fundarla en la Razón... y fracasa.

Cien años más tarde termina la Era Kantiana al ponerse en evidencia que la Ley Moral carece de sentido, ¡que no hay nada ni en la conciencia ni en la Razón que nos imponga una ética! La brevísima ilusión kantiana había terminado y la Humanidad afrontaba una profunda crisis. En el 2008 -en seis universidades y donde quiera que se pueda- para contribuir en algo a la derrota de Chávez, lanzaremos un fértil debate sobre dicha crisis moral.

sábado, 8 de diciembre de 2007

*THE ECONOMIST: EL COMIENZO DEL FIN. EL SEMANARIO BRITÁNICO DESTACA EN UN EDITORIAL QUE LOS VENEZOLANOS NO PUEDEN COMPRAR LECHE AUNQUE EL PRECIO DEL P





LONDRES EFE
La revista cuestionó eficiencia de la revolución NELSON CASTRO La derrota de Hugo Chávez en el reciente referéndum sobre la reforma constitucional representa "el principio del fin de la revolución bolivariana y su influencia en América Latina", escribe en su último editorial el semanario británico The Economist.
La revista reconoce, sin embargo, que la revolución no va a terminar de modo inmediato, pues el Presidente venezolano "sigue siendo popular, continúa mandando en todas las instituciones del Estado y controla ingresos récord", además de haber "bruñido sus credenciales democráticas reconociendo la derrota" en esa consulta popular.
Chávez anunció, después de conocer el resultado del referéndum, que no se da por vencido y lo intentará de nuevo, pero "si lo hace, probablemente pierda" ya que "algo fundamental ha cambiado en Venezuela", escribe la publicación.
The Economist señala en primer lugar que la oposición "se ha revitalizado gracias a un nuevo y vigoroso movimiento estudiantil, no contaminado por el pasado". Agrega que mientras tanto crecen "la apatía y la desilusión" entre los fieles del chavismo.
Ese último fenómeno se explica, según la revista, como reacción a "la total incompetencia de la revolución bolivariana y a una política económica temerariamente expansionista", que tiene como consecuencia que los venezolanos de a pie no puedan comprar leche aun cuando el petróleo alcanza un precio de 90 dólares el barril.
En tercer lugar, comenta el semanario, la reforma constitucional ha dado lugar a una división en el campo chavista entre "autoritarios y demócratas".
Chávez se enfrenta ahora a una alternativa: pasar rápidamente a una "economía de comando" (centralizada) o cambiar de política, agrega The Economist, según el cual su derrota en el referéndum le dificulta optar por lo primero, pues se arriesga a una división en la Fuerza Armada y al estallido de violencia.
"Su mejor opción, dice la revista, sería dar marcha atrás, hacer las paces con los moderados de su propio campo y enfriar la economía, lo cual requeriría por su parte una exhibición de humildad que aún no ha mostrado y que socavaría su popularidad".
"La mejor noticia es que poderosas figuras tanto de la Fuerza Armada como del movimiento chavista están comprometidas con la democracia", tercera fuerza del país que confía en que Venezuela pueda "navegar pacíficamente hacia la alternancia en el poder".
El periódico considera que las ramificaciones de la derrota de Chávez "van mucho más allá de Venezuela", pues el propio mandatario siempre ha proclamado que la revolución bolivariana es continental.
Las presiones económicas internas pueden obligar a Chávez a recortar antes de que termine su mandato en 2013 su generosa ayuda exterior, incluida la entrega de petróleo barato a Cuba.
Esto confiere mayor urgencia, comenta The Economist, a los esfuerzos del presidente cubano en funciones, Raúl Castro, tendientes a "emprender reformas económicas frente a la aparente oposición de su hermano mayor, Fidel".
En Bolivia, Evo Morales, que es el discípulo más cercano a Chávez, "tropieza con creciente oposición" a su intento de "imponer una nueva Constitución que cimente su poder", mientras que en Ecuador otro "autoproclamado socialista del siglo XXI, Rafael Correa, está marcando rápidamente distancia entre sus ideas y las de Chávez".
El semanario británico concluye señala en el editorial que "aunque de alguna forma amenazan la democracia, gentes como Chávez y Morales pueden haberla ampliado de hecho pues representan a grupos que se habían sentido antes excluidos".
"Su error, agrega, es "aferrarse a un socialismo anticuado, que pasa por la centralización del poder político y el control estatal de la economía", algo "por lo que los venezolanos no sienten entusiasmo".