BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta CONSUMISMO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CONSUMISMO. Mostrar todas las entradas

jueves, 28 de noviembre de 2013

PACIANO PADRON, TODOS LOCOS

      Quien ilegítimamente ejerce la presidencia de la República está enloqueciendo a la población, transmite su locura y entre otros desvaríos nos convierte en compradores compulsivos cuando encontramos productos que escasean, los requiramos o no.  Las inmensas colas para comprar cualquier cosa no es que nos hacen perder el tiempo -muchísimo más grave que eso- nos hacen olvidar problemas nuestros y del país muchos más gruesos, para colocarnos a la caza de papel tualé, harina, leche o cualquier otro de los tantísimos productos desaparecidos; y cuando los alcanzamos hasta damos gracias a Dios, y algunos incluso sienten gratitud con el buen gobierno que les ha hecho el favorcito de darles un poco de aquello a lo que tienen pleno derecho.

        
En mis reflexiones de la semana pasada, que titulé “Es una locura hacerlo igual”, recordaba una expresión del genial Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez, y esperar resultados diferentes”.  Maduro continúa empecinado en su locura de acelerar el camino hacia el comunismo, siguiendo los pasos del lamentable caso cubano, de los hermanos Castro que por más de medio siglo han hambreado a su pueblo, haciendo siempre lo mismo, profundizando el estatismo y golpeando a los emprendedores privados. Maduro, en solo siete meses, ha logrado aumentar groseramente la inflación e incrementar el desabastecimiento, cerrar muchas más empresas y agrandar las cifras de importaciones, agotando las reservas de divisas en la adquisición de productos que antes llevaban el sello “Made in Venezuela”.

         El desacierto reiterado y la locura de hacer lo mismo una y otra vez en la industria petrolera, nos han llevado -y es para no creerlo- a aumentar las importaciones de derivados de hidrocarburos, ya que disminuye la refinación del petróleo y su transformación en gasolina, aceites y tantos otros productos esenciales en la vida moderna. Lo más grave es la contradicción de este régimen inepto, cuyos principales voceros no hacen sino echarle palo al capitalismo, particularmente a los EE.UU., y cada vez más dependemos no solo de nuestra venta de petróleo a ese país, sino de la compra de todo tipo de productos, incluyendo los derivados del petróleo, los que se han incrementado en un 15,6% en los siete lamentables meses en que el señor Maduro ha usurpado ilegítimamente el Palacio de Miraflores, mientras se pelea por vivir en La Casona. En efecto, en su nombre la primera combatiente, Doña Cilia, a diario se bate con las hijas del “comandante eterno”, pretendiendo desalojarlas de la residencia presidencial a la que no tienen derecho.

         La locura transmitida por el señor Maduro nos vuelve violentos y agresivos, nos quita la bonhomía característica de nuestro gentilicio, andamos irritados. Los insultos permanentes y las palabras soeces, las agresiones verbales y físicas, los atropellos, el uso de la fuerza pública y de los órganos de justicia para retaliación y sometimiento, nos hacen agresivos y pendencieros. Simultáneamente, el no cumplimiento de la obligación primaria de cuidar la vida y los bienes de los ciudadanos, el permitir que los asesinos y hampones hagan de las suyas libremente, nos llena de sobresalto, nos vuelve paranoicos, lo que, por decir lo menos, desmejora brutalmente nuestra salud física y psíquica, y nuestra calidad de vida.

         Los venezolanos necesitamos reencontrarnos con nosotros mismos y con el país que hemos perdido, recuperar nuestros valores y la forma sana de convivir. No  queremos más locuras ni que nos sigan enloqueciendo. Dentro de pocos días, el 8-D, debemos dar una señal clara de que queremos cambiar. No basta con votar, si bien tenemos que hacerlo; que por amor a Venezuela y a los nuestros nadie falte a la cita en las mesas electorales, y que ese amor nos lleve a la calle ahora y luego, para ponerle punto final a la locura, a quienes quieren seguir haciendo lo mismo: “Si hacemos lo mismo, resulta lo de siempre”.

Twitter: @padronpaciano
E-Mail: pacianopadron@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

domingo, 24 de noviembre de 2013

ALBERTO BARRERA TYSZKA, TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA USURA

Cambio una revolución por una licuadora. Por fin el paraíso ha llegado a nosotros. Ahora resulta que consumir nos devuelve la autoestima, que comprar barato o comprar sin pagar nos da seguridad en nosotros mismos, nos afirma como pueblo. El socialismo del siglo XXI es el antiguo consumismo del siglo XX. Devuélvanse. La utopía queda atrás.

Los hijos de Bolívar son capaces de hacer 30 horas de cola para obtener un televisor rebajado. Y algunos miembros de la Fuerza Armada, revolucionaria y antimperialista, son capaces de organizar las filas y cobrar algún dinero por los cupos. Y, del otro lado de la vitrina, los comerciantes son capaces de esconder la mercancía o de ponerse a re-remarcar los precios a una velocidad insospechada. 

Y el gobierno, mientras tanto, es capaz de declararse víctima de todo este sistema que él mismo promueve, ordena y controla. Si este proceso tenía algo de socialista y de izquierda, Nicolás Maduro lo enterró definitivamente esta semana. En muy pocos días, han convertido la autoproclamada revolución en un gran festival de homenaje al capitalismo.  Ahora, la Venezuela saudita es su bandera.

Es evidente que no se trata de un plan sino de un desespero. Ven venir el colapso total de todos sus gobiernos y quieren salvarse. No saben cómo hacer para que ese 50% de inflación no los manche. 

Basta con realizar un seguimiento de las declaraciones oficiales para darse cuenta de que solo tienen un hipo discursivo. El presidente llama un día a ahorrar, al día siguiente nos insta a consumir de cualquier manera, hasta dejar limpios los anaqueles; luego amenaza a comerciantes y empresarios, después los invita a que inviertan en el país; más tarde nos pide que denunciemos a los saqueadores… 

Maduro practica un extraño aerobics retórico que cambia radicalmente de rutina cada dos segundos. Sus colaboradores lo siguen con entusiasmo. El vicepresidente declara que el dólar paralelo es una “ficción”. El ministro de Comercio afirma que la inflación es “el resultado de una estrategia de la oposición”.  Nadie entiende nada. Necesitamos urgentemente un nuevo Órgano Superior de Traducción Simultánea.

Creo que todos estamos de acuerdo: los especuladores deberían ser perseguidos y castigados. Pero no dejemos fuera al gobierno, que lleva años viviendo y beneficiándose de la especulación. 

Que con un barril a más de 100 dólares diseña su presupuesto a 60 y jamás nos rinde cuentas claras sobre lo que hace o no hace con los otros 40 dólares. 

Que nunca ha sido transparente y nos ha comunicado la lista de empresas a la que les otorga millones de dólares. 

Peor aún: que ha despedido a aquel funcionario que se ha atrevido a denunciar las empresas fantasmas a las que se les dieron más de 20.000 millones de dólares. 

Ese es nuestro gran especulador. El gobierno que recibe y distribuye las divisas. Que cambia y juega a su antojo con el dinero. El gobierno que tiene y ha tenido todo el poder para consolidar un nuevo sistema de privilegios cuyas distorsiones ahora empezamos a sufrir. El mercado negro es rojo. El dólar negro es rojo. La especulación es, también, roja rojita.

¿Alguien recuerda, ahora, cómo se llenaban la boca hablando de los dos modelos, convocando al país a un profundo debate ideológico? Puro descaro. Pura sinvergüenzura vestida de Alí Primera. La revolución bolivariana terminará siendo solo un gran negocio. El socialismo del siglo XXI se está descascarando. Cada vez tiene menos maquillajes. Necesita secuestrar y encarcelar a periodistas. Como lo hizo en estos días con Jim Wyss, reportero del Miami Herald. Necesita la vulgar complicidad del CNE, que sigue sin pronunciarse sobre el decreto oficial del 8D como “Día de la lealtad a Chávez”. Necesita sobornar o extorsionar a diputados, realizar maniobras oscuras, para desconocer cada vez más la voluntad del pueblo. 

¿Acaso eso no es usura? ¿Acaso no nos están robando, día a día, el Estado y la democracia?

abarrera60@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,