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domingo, 12 de julio de 2015

RICARDO VALENZUELA, REFLEXIONES LIBERTARIAS, QUE TREINTA Y CINCO AÑOS NO ES NADA, SEGUNDA PARTE

El mundo occidental se resiste a seguir colgando a China la etiqueta de comunista. Los estándares de vida de su población se han transformado de forma indescriptible. Los ingresos de su gente se han incrementado aun en las zonas más pobres. En las zonas privilegiadas de la nación, el estilo de vida de sus habitantes podría ser la envidia de muchos países occidentales y ellos disfrutan de los lujos de primer mundo como comunicación vía satélite, el Internet, los mejores centros comerciales con productos de todo el mundo.

El surgimiento de esta revolución económica es el producto de su pragmático líder Den Xiao Ping, quien definía su estilo con su famoso dicho: “No importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que sea buen cazador de ratones.”  Este gigantesco país en su momento contó también con la participación de un excelente Zar económico; Zhu Rongji, quien fuera el responsable de plasmar e implementar la visión de su mentor.

Sin embargo, recientemente China ha enfrentado obstáculos a su desarrollo y los revisionistas americanos se plantan para afirmar, te lo dije. Desde un principio señalamos que China tenía dos opciones: A) Continuar su manejo de autocracia política y capitalismo estatal. B) Iniciar una verdadera reforma política que incluya mayor participación de la sociedad civil, y los verdaderos mercados libres. La bolsa de valores en las últimas semanas ha sufrido una pérdida de valor de más del 30%.

¿Qué pasa en China? En mi opinión el análisis más cercano a la realidad es el de mi amigo Peter Schiff, economista libertario que certeramente predijera la debacle económica de 2008 ganándole una apuesta a Art Laffer.

Schiff afirma que el 90% de los problemas de China son de política monetaria y han sido importados de EEUU. Debido a la presión ejercida por los EEUU, los financieros chinos abandonaron la política monetaria original para colgar el yuan del dólar. Ello ha provocado tipos de interés mantenidos artificialmente bajos. Ante eso, los nuevos ahorradores chinos han buscado alternativas más atractivas y la habían encontrado en la bolsa de valores, provocando una burbuja y, en estos momentos, la sociedad presa del pánico se ha dado a la venta.

Por otra parte, Schiff afirma que algo que ha estado prediciendo por mucho tiempo, piensa está a punto de suceder. China ha estado comprando cantidades impresionantes de oro y se sospecha que en estos momentos deba ser el país con las mayores reservas del mundo. El piensa que se están preparando para asumir el patrón oro respaldando su moneda. Si eso sucede, el dólar y los EEUU están condenados a la mediocridad. Cierra Schiff afirmando, "he sido súper optimista del futuro de China y lo sigo siendo. Sigo pensando China es una de las más interesantes alternativas a futuro. Estoy dispuesto para aceptar otra apuesta".

La corrupción.

Uno de los problemas más graves que ha enfrentado China, es la corrupción rampante entre los miembros de su Poli Buró. ¿Por qué no se corta de tajo semejante tumor?

Pero ¿cómo se las arregló China para lograr un crecimiento tan impresionante estos últimos veinte años, a pesar de esa pesada carga que es la corrupción?. Es probable que la respuesta esté en su “selectocracia”. A diferencia de las democracias, donde los ciudadanos eligen a funcionarios del gobierno según criterios propios, en la selectocracia china, el ascenso de los funcionarios lo decide el Partido Comunista, y se basa en su capacidad de promover los objetivos principales del partido, entre los que destaca el crecimiento. Pareciera ser la corrupción es un sistema de incentivos.

La inquietud más creíble es que los intentos de terminar con la corrupción es que a los funcionarios públicos se les terminen los incentivos para promover el crecimiento. Al fin y al cabo, a mayor crecimiento, grandes rentas que los funcionarios pueden derivar mediante prácticas corruptas hacia sí mismos y hacia sus protegidos y amigos. Según este razonamiento, al eliminar estas prácticas, los funcionarios ya no podrán sacar provecho del crecimiento económico y no tendrán tantos motivos para alentarlo.

De modo que aunque en China el soborno pueda facilitar el crecimiento, hasta cierto punto, no promueve un entorno empresarial competitivo que haga posibles ganancias a largo plazo. La corrupción supone un impuesto considerable y a menudo arbitrario para las empresas, sobre todo porque quita a los funcionarios incentivos para reducir la burocracia en beneficio de todas ellas, un cambio que realmente impulsaría el crecimiento.

La campaña anticorrupción lanzada por el presidente chino Xi Jinping, que ya se cobró a muchos “tigres” de alto nivel en el gobierno, se promociona como un componente fundamental de las reformas estructurales que China necesita para crear una economía de mercado más sostenible e inclusiva. Pero muchos temen que en un país donde la actuación de los funcionarios públicos es muy importante para el crecimiento económico, eliminar la corrupción atente contra la prosperidad.

La posibilidad ascensos ofrece a los funcionarios fuertes motivos para colaborar en el logro de crecimiento económico. Piénsese en Liu Zhijun, ex ministro de ferrocarriles y promotor del frenesí de tendido de vías férreas de alta velocidad en China. Sus ansias de realización profesional motivaron importantes contribuciones suyas al crecimiento del PIB de China. Pero Liu también se entregó a un abuso de poder a gran escala que provocó importantes pérdidas económicas para el Estado. Su condena a muerte puede disuadir a otros funcionarios de imitar su ejemplo.

Si funcionarios corruptos pueden contribuir tanto al crecimiento ¿cuánto más otros respetuosos de las leyes? Sólo necesitan fuertes incentivos para ser proactivos. En este sentido, la “selectocracia” de China, que promete ascensos a los funcionarios más eficaces en la promoción del crecimiento, puede ser la clave que explique el impresionante historial económico del país

La vida continua e infinidad de fondos internacionales están aprovechando el pánico en la bolsa para adquirir papeles que han perdido porcentajes importantes de su valor. "Eso", afirma Peter Schiff, "es solamente la forma tan positiva de su visión en cuanto al futuro de China". Los inversionistas operando en China, como Schiff, afirman su seguridad de que este enorme país, pronto va iniciar esa segunda etapa inclusiva para la sociedad civil, así como continuar con las privatizaciones pendientes con estrategias distintas.

Los chinos históricamente han sido una raza de grandes emprendedores. En estos momentos el país navega tormentosas aguas pero Schiff no duda, navegan hacia la consolidación de su prosperidad. En la costa del Pacífico de China el experimento de Hong Kong ha sido repetido varias veces, pero lo que ellos visualizan como el modelo para el resto del país, es Guangdon en la provincia de Cantón, que han convertido en un paraíso de libertad y prosperidad—y si esa es la ruta que seguirán a largo plazo, China, en mi opinión, será la estrella del siglo XXI.

Ricardo Valenzuela
chero@refugioliberal.net
@elchero

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jueves, 14 de noviembre de 2013

BEATRIZ DE MAJO, DIPLOMACIA Y GRAVITACIÓN MILITAR, CASO CHINA

El espacio económico que China ocupa en el mundo de hoy es evidente. No lo es tanto la estratégica gravitación militar que el gigante asiático intenta consolidar en el mundo entero. Silenciosamente, este coloso ha comenzado a hacerse de mayores espacios en este terreno, tejiendo una red de solidaridades con países de menor desarrollo y emergentes de manera que el equilibrio que se ha estado produciendo en el área macroeconómica entre las naciones líderes del planeta tenga un equivalente en el grado de  influencia militar global.
Para sentarse en las primeras filas de lo militar, junto a los grandes del planeta, es preciso contar una fortaleza armada y nuclear propia y esa ya la adquirido el país asiático. En atención a ello sesiona con otros de talla equivalente  en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Allí China ha estado pisando duro. Una reciente muestra de su capacidad de influencia en temas de la paz global fue la de vetar junto con Rusia cualquier solución que pusiera en minusvalía a la Siria de Bashar Al Assad, aun después de que se pusiera de bulto el atroz uso de armas químicas  por parte de Damasco que produjo la muerte de más de 1400 ciudadanos sirios.
Otra forma menos visible  pero sin duda determinante, para llevar voz cantante en materia de seguridad planetaria, es el armarse de un entramado de solidaridades militares en la escena global, desarrollando estrechas relaciones bilaterales  desde Beijing con terceros países a través de la venta de armas y de la asistencia tecnológica que está asociada con el uso de las mismas.
Esta determinación China de penetrar mercados en países con capacidad de influencia regional  ha comenzado a generar urticaria por parte de otros países de talla en el campo de la seguridad estratégica mundial y en particular por los miembros de la OTAN. La semana pasada un contrato por cerca de 3,440 millones de dólares  para la compra de un sistema de defensa con misiles y radares  ya adjudicado por el gobierno turco a empresas chinas fue el objeto de gestiones diplomáticas de Washington frente a Ankara, acciones estas que lograron la paralización de la compra a los chinos y la apertura de un nuevo concurso en el que participarían empresas europeas y americanas.
Así es como en los tiempos que corren, por distintas vías la diplomacia del dragón se está asociando a una estrategia de penetración militar con el propósito de consolidar  nuevos estadios de influencia. Por ejemplo, en algunos acuerdos de libre comercio entre países latinoamericanos y China actualmente en negociación, los asiáticos sujetan la concesión de tratamiento favorable a la exportación de productos a China a que las compras de armas provenientes del país asiático también gocen de tratos preferenciales.
Países como Siria, Pakistán, Irán  Libia , Turquía , Sudan y en nuestro continente, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guyana y México  han formado parte de acuerdos de provisión de armamento , algunos ya ejecutados, otros en proceso de ejecución , que además de reportar  importantes ingresos para los fabricantes chinos,  actúan como catalizadores de las relaciones diplomáticas  en épocas de paz  y  pueden llagar a configurar alianzas estratégicas muy trascendentes para China en caso de conflictos.
bdemajo@gmail.com

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domingo, 29 de septiembre de 2013

BEATRIZ DE MAJO, LA BURBUJA QUE NO FUE, CASO CHINA

Cuatro años enteros, entre 2007 y 2011, estuvo China envuelta en políticas restrictivas para evitar una perniciosa burbuja en el sector de vivienda. Un duro frenazo penalizó a los demandantes de primeras y sobre todo de segundas y terceras viviendas. 

Se incrementaron los porcentajes de cuota inicial, se aumentaron las tasas de interés hipotecarias, se desestimuló por diferentes vías a los empresarios desarrolladores del sector, se penalizaron con costosos impuestos a las ganancias sobre las plusvalías y ventas de viviendas. Ello duró hasta la llegada de los dos nuevos líderes, Xi Jinping y Li Keqiang  en marzo pasado.

Pero a la hora actual, la dinámica habitacional no parece quitarles el sueño en Beijing.

Ello puede querer decir que, sabiamente, están prestando atención prioritaria a otros asuntos  para no mostrar una ansiedad inconveniente en un mercado tan sensible. Pero ello puede, también, ser indicativo de que los gobernantes están cómodos con la evolución reciente del sector.

Lo cierto es que  una nueva residencia en ciudades como Beijing, Shanghai o Shenzhen cuesta hoy cerca de 20% más que hace un año y que a escala nacional las nuevas unidades habitacionales tienen precios 8,3% superiores al año pasado. Pero nos es menos cierto que el país no se comporta uniformemente, siendo las grandes urbes las que registran los incrementos desproporcionados. En los pueblos pequeños los nuevos compradores apenas han sido penalizados con incrementos menores a 6%.

A la vez,  el ritmo de expansión de los precios ha venido frenando desde inicios de año a esta parte. En marzo los precios de las viviendas crecían a razón de 1,7% intermensual, mientras que ya para agosto esa tasa había descendido a 0,8%, según las cifras oficiales.

¿Esta suerte de enfriamiento del mercado es suficiente razón para dormir tranquilos? Sin duda que no. Lo que ha provocado confianza de parte de las autoridades es la creencia  que la burbuja inmobiliaria que estuvo efectivamente  en gestación hasta 2011 ha tocado fondo.

Son las cifras manejadas por los emprendedores del sector las que demuestran que las compras especulativas lograron controlarse debidamente con las medidas implementadas. La mitad de las compras de viviendas de hoy en el país, la originan compradores que adquieren por primera vez y solo 6 de cada 100 clientes interesados están por hacerse de una segunda vivienda.

De allí que este cambio en el comportamiento de las variables de consumo  lo que puede estar demostrando es que la oferta de viviendas está haciéndose corta ante el crecimiento de la demanda, lo que solo pudiera ser signo de una mayor bonanza económica de los ciudadanos y confianza en su economía que también se evidencia en otros sectores de actividad.

En dos palabras todo parece indicar que la apreciación de las viviendas que los chinos enfrentan en esta ocasión, responde a razones que pudieran explicar bien las tesis de oferta y demanda de  David Ricardo y Adam Smith. Todo ello son buenas noticias para quienes velan por la salud económica del gigante y para quienes  sienten un razonable resquemor ante las devastadoras crisis que una expansión incontrolada del crédito hipotecario unido a la especulación, puede acarrear.

Hay que dormir, sin embargo,  con un ojo abierto, piensan los chinos…

beatriz@demajo.net.ve

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sábado, 21 de septiembre de 2013

BEATRIZ DE MAJO, IMPUESTOS, UN ASUNTO SERIO, CASO CHINA

El Sistema Tributario de China tiene raíces que se pierden en la noche de los tiempos. Nada hay comparable en el resto del mundo, ni siquiera en los países más antiguos. Lo que es verdaderamente novedoso en el caso del Imperio del Medio es la filosofía que inspira los impuestos y la manera en que ellos son una medida para orientar el desenvolvimiento de la economía y una herramienta ágil para estimular o para deprimir actividades.

CONFUCIO
Pero, más que todo lo demás, es la relación Estado-Ciudadano que se establece entre el contribuyente y el recaudador lo que diferencia a la sociedad china del resto. En ese país existe una subordinación cruzada cuando se trata de tributación. 

El administrado sabe que el Estado es capaz de extraer una tajada de sus beneficios para ser compartidos con la sociedad y se defiende de ellos usando las armas que tiene a la mano. Pero igualmente el Estado tiene una diáfana conciencia de que los instrumentos que están a su alcance para meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos y las empresas son armas capaces de revertirse en su contra si se penaliza a los súbditos más allá de una zona de confort.

El pensamiento chino con respecto a impuestos se remonta a 500 años antes de Cristro. Confucio dejó claramente sentado desde entonces que el emperador chino, “el Hijo del Cielo”, podía perder su poder y su condición divina si reinaba opresivamente. Con ello se refería a abusar de los tributos empobreciendo al pueblo. Los límites para la imposición establecieron, desde aquel entonces, un techo que no podía superar el 10% de la producción.

MENCIO
Mencio, quien heredó las condiciones de sabio de Confucio, estableció que tal porcentaje no era otra cosa que “el Mandato del Cielo”, y dejó sentado el derecho de  insurrección en contra de un gobierno opresivo en este terreno. De allí en adelante, y durante siglos, ha prevalecido el criterio de que a un pueblo no se le puede dirigir bien si las cargas de los tributos son excesivas.

China no es ajena a la  modernidad pero ha hecho un camino diferente al asentar muchas de las actuaciones gubernamentales de los últimos siglos (e incluso a lo largo de los años cuando se instaló la apertura como norma y la economía evolucionó hacia una capitalismo de Estado) en esas máximas de conducta pública consideradas el legado de los sabios.

Lo que es notorio en estos años de modernismo es que el esquema tributario sigue siendo liviano para los contribuyentes. En el caso del Impuesto sobre la Renta, la tasa que cargan a las sociedades nacionales llega a 22%, y la de las extranjeras a 11%, aproximadamente. De hecho, la tasa de Impuestos sobre la Renta de las empresas foráneas es un 50% inferior a la de las domésticas, lo que es proverbial. Y lo que los diferencia notoriamente de los rígidos y engorrosos esquemas occidentales es su agilidad. La tributación es manipulada por el gobierno sin mayores formalidades, tanto para estimular como para deprimir actividades, pero asimismo el sistema de subsidios se usa profusamente  para aliviar la carga de los contribuyentes, como estímulo a la apertura al exterior y para el fomento del desarrollo continuo.

beatriz@demajo.net.ve

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