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sábado, 28 de septiembre de 2013

VÍCTOR SALMERÓN, PAGARAN COMIDA COLOMBIANA CON BONOS

CAÍDA DE RESERVAS OBLIGA A PAGAR ALIMENTOS A COLOMBIA CON BONOS, LOS TÍTULOS DE PDVSA Y LOS EMITIDOS POR LA REPÚBLICA CON TENDENCIA A LA BAJA


La caída de las reservas líquidas, es decir, la cantidad de dólares en efectivo que tiene a mano el Banco Central de Venezuela para cubrir importaciones y pagos de deuda es de tal magnitud que la administración de Nicolás Maduro se dispone a cancelarles a empresarios colombianos la compra de alimentos por 600 millones de dólares con bonos de Pdvsa.

El miércoles de esta semana el ministro de Finanzas de Colombia, Mauricio Cárdenas, explicó en Bogotá que "está en este momento un diálogo entre los empresarios y productores colombianos y el Ministerio de Alimentación de Venezuela. Ya ellos plantearon las necesidades, hay ofertas de exportadores colombianos y falta una última discusión sobre el mecanismo de pago, sobre cómo van a operar los bonos de Pdvsa que es el mecanismo que se ha sugerido inicialmente como forma de pago".

Agregó que "estamos esperando la respuesta a una propuesta que hizo el gobierno colombiano".

El esquema planteado contempla que los empresarios colombianos reciban los bonos y luego los vendan en el exterior para obtener las divisas.

El mecanismo requiere precisar cómo se manejara el hecho de que cuando el empresario colombiano venda el bono en el exterior tendrá que hacerlo al valor que el mercado fije para el bono en ese momento, algo que suele ser variable.

Empresarios colombianos han mostrado dudas sobre la conveniencia de aceptar esta modalidad de pago, sobre todo, después de que Venezuela ha mantenido un constante atraso al momento de cancelar sus compromisos.

En medio del descenso de la producción nacional y el retraso en la entrega de dólares para importaciones los venezolanos sufren fuerte desabastecimiento en 16 alimentos básicos y las compras al vecino país son urgentes.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, precisó el 13 de septiembre que Venezuela planea adquirir "40 mil toneladas de leche en polvo y UHT, 60 mil cabezas de ganado en pie, 42 mil toneladas de carne, 6 mil toneladas de mantequilla y margarina, 20 mil toneladas de aceite de palma, 32 mil cajas de huevos fértiles, y casi 1,7 millones de pollos".

Todo cae

Las reservas líquidas se ubican en menos de 2 mil millones de dólares, un monto históricamente bajo, en un contexto donde los vencimientos de deuda externa se han triplicado respecto a 2012, las importaciones continúan siendo bastante elevadas, el ingreso proveniente de las exportaciones petroleras no crece por la caída en la producción de barriles y Pdvsa vende crudo a descuento a países aliados.

Al observar las reservas internacionales como un todo, incluyendo las barras de oro, posición en el Fondo Monetario Internacional y bonos, las estadísticas del Banco Central registran una caída en el año de 24% para ubicarse en 22 mil 568 millones de dólares al cierre del 25 de septiembre.

Este declive de las reservas, unido al temor de que el gobierno venezolano emita nuevos bonos para cubrir parte de sus compromisos y que la mayor oferta de títulos impacte negativamente el precio de los bonos que están en el portafolio de fondos de inversión comienza a generar efectos.

Los bonos de la República iniciarán la jornada de hoy tras un descenso generalizado que en el caso del Global 27, el título más transado, se ubicó en 2,94 puntos.

La firma Arcanálisis precisa en su reporte que en promedio los bonos de Pdvsa registraron una caída de 1,5 puntos.

Operadores de deuda señalan que cada día cobra más fuerza en el mercado la percepción de que Venezuela se desplaza a una crisis de balanza de pagos porque el Gobierno luce paralizado para tomar decisiones.

El gabinete económico aún no se ha puesto de acuerdo sobre el esquema para abrir un nuevo mercado cambiario que disminuya la gigantesca brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.

vsalmeron@eluniversal.com

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viernes, 23 de agosto de 2013

ROMULO LANDER HOFFMAN, BONOS, BONOS,BONOS, QUE SIGA LA RUMBA

El desgobierno continua endeudándose solo para subsistir. Esta semana nos sorprende, nuevamente, el anuncio de Nelson Merentes, comunicando el inicio de colocación de títulos de deuda pública “previstos” para el tercer trimestre de 2013. Es decir que ya sabían que la iban a lanzar, porque el dinero no les iba a alcanzar. Y cómo les va a alcanzar si aparte de que todo lo malversan, a efectos del presupuesto calculan el barril de petróleo a $60. Y me pregunto yo: ¿quién sabrá, o dónde estarán los cuarenta dólares restantes de cada barril?


El total del endeudamiento “previsto” es de 10.900 millones de dólares, para con ello alcanzar la astronómica cifra de 236.000 millones de dólares de deuda adquirida durante estos catorce años de desgobierno. (OJO que falta todavía el cuarto trimestre). Y pensar que a Pérez lo tenían crucificado por piches 19.000 millones que fue el aumento neto de la deuda durante su primer quinquenio.
Estos economistas de cafetín que nos desgobiernan se tiran de un plumazo en un solo trimestre, el 60% de lo que Pérez gasto en todo un quinquenio. Por cierto que con un montón de obras a la vista, entre ellas y por nombrar solo algunas; la nacionalización de la industria petrolera, la nacionalización del hierro, el cable submarino a Estado nueva Esparta y el programa de Becas Gran mariscal de Ayacucho. Del cual por cierto disfrutaron muchos de los actuales funcionarios de este gobierno, aunque visto este desastre que han provocado, como que lo disfrutaron, pero no le sacaron ningún provecho de aprendizaje.
Lo grave de este nuevo endeudamiento radica en que está destinado al financiamiento del gasto público, cuya consecuencia inmediata es el aumento de la masa monetaria lo que resulta en mas inflación. Esta es sin duda la peor política económica que puede tener un gobierno dado que lo único que justifica este tipo de endeudamiento son los gastos de inversión, que son los que al final generan riqueza y un crecimiento real del PIB.
Para que tengamos una idea del brete en el que estamos metidos, o mejor dicho, en el que quienes nos desgobiernan nos han metido (ojo y después no se lo vayamos a reclamar a Capriles) Este nuevo saldo de deuda pública ubica la rata deuda/producto interno bruto (PIB) cercano al 70% 12 puntos por encima de lo registrado en año precedente. ¿Se imaginan solo por un momento cuál sería la posición del país si llegáramos a perder a cualquiera de nuestros principales compradores, o que hubiera una disminución mas o menos prolongada de los precios del petróleo? Nótese que no digo debacle de los precios, sino solo una disminución prolongada; con que bajara solo unos 20 dólares sería más que suficiente para que esta caldera mal remachada reventara.
Algo que no parecemos o quizá no queremos, vista la responsabilidad que implicaría sobre el presente que nos acosa, recordar a la hora de enjuiciar, muy ligeramente a mi parecer, al desempeño con todo y sus verrugas de los gobiernos de la mal llamada cuarta República es que los precios petroleros, salvo algunos picos coyunturales oscilaron entre $14 a partir del 1975 a $ 25 en 1997 y me pregunto yo: ¿A cuánto es que lo tenemos ahorita?

La aprobación de nuevas emisiones de bonos por parte de los asambleístas afectos al gobierno resulta criminal. Si quienes desde la Asamblea también nos desgobiernan tuvieran la mas mínima consciencia histórica, en lugar de pedir y reclamar poderes especiales para quien lo que ha hecho es caerle a patadas a lo poco que nos va quedando como economía es reclamarle la repatriación de esos miles de millones de los que ellos mismos jactanciosamente pregonan están en el exterior y que generando ganancias para el país. ¿Y si es así, por qué no las traen?

Así que oído al tambor que gracias a quienes hoy nos desgobiernan tendremos que estar pagando emisiones y trueques hasta el 2031. Emisión que por cierto tiene un valor (por ahora) de 95% y un cupón semestral (intereses que paga) del 11,95% y más allá, quién sabe hasta cuándo, puesto que hay negociaciones que se desconocen totalmente. Ojo y no se lo vayamos a querer estar cobrando a Capriles, que bastante tendrá con enfrentarse a la caterva de facinerosos con reales que quedaran por ahí . Estas emisiones tienen como objetivo financiar la Gran Misión Agro-Venezuela y la Gran Misión Trabajo Venezuela”, dos proyectos – subsidio, para el sector agrícola y la creación de empleo, generalmente improductivos en el país.
¿Estarán actuando de buena fe nuestros congresantes? Por mi parte no lo dudo pero… oyéndolos y leyéndolos uno a uno, la verdad es que suenan a oportunismo político. Conste que aunque tomando en cuenta el destino y resultado de endeudamientos anteriores no estoy emitiendo juicio de valor, que ya habrá tiempo para ello, sino que estoy expresando una percepción que compartimos muchos en la sociedad civil. De cualquier forma, resulta obvio que estos problemas de percepción no son de uno, sino reflejo de quienes abundan en opiniones llenas de retórica pero faltas de contenido..
Queda en manos de la conciencia de los gobernantes y por supuesto en manos de la historia, el verdadero resultado de este desgobierno .
Esta es la única vía (la conciencia histórica) de mantenerse validos y como punto de referencia en la construcción de un país que apenas comienza a nacer.

Amanecerá y veremos

rlander48@yahoo.com


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viernes, 19 de octubre de 2012

JULIO CESAR JIMENEZ, LO PEOR QUE LE PASO A CHAVEZ FUE GANAR,

Todos los venezolanos vivimos y sufrimos grandes problemas, a pesar de eso obtuvimos el resultado electoral ya conocido. Sin embargo, tenemos una situación que es prácticamente desconocida por el electorado, pero que en el fondo podría ser el mayor inconveniente del gobierno y de nuestra sociedad en un futuro no muy lejano. Se trata de la crisis de las finanzas públicas. Lo que ha sonado por allí es que se perdieron unas toneladas de oro y que el dólar paralelo no para de subir, eso es solo el tráiler de una telenovela que puede tener un final trágico.
Nos dicen que PDVSA produce aproximadamente 2.250.000 barriles de petróleo diarios, lo que no dicen es que:

1. Al menos 550.000 barriles de petróleo son para el consumo interno. Ha aumentado exponencialmente el parque automotor y los generadores con los que ponen pañitos de agua tibia al problema eléctrico usan gasoil; esos 550.000 barriles generan pérdidas porque el combustible que se produce con ellos es subsidiado para la venta interna o se usa directamente en las plantas generadoras de electricidad.

2. Al menos 400.000 barriles se van en los convenios China-Venezuela. Por si fuera poco, muchas de las transacciones petroleras y no petroleras con los chinos no se hacen con dólares o euros, se hacen con «Renminbi», bajo las leyes de esta nación. Con esa “moneda” y esos contratos solo puedes comprarles a ellos, porque es una moneda de circulación interna. Sepan ustedes que una de las cosas que ha potenciado el crecimiento económico chino es hacer transacciones internacionales en Renminbi, ya que recicla y acumula su capital interno, y permanece en bajo valor, porque el gobierno de este país oriental se reserva la tasa de cambio con respecto a las otras monedas de intercambio mundial.

3. Al menos otros 300.000 se van en los demás convenios operativos y comerciales -donde se incluye lo que se regala-, teniendo claridad en que todo el petróleo que se extrae en Venezuela es en asociación de PDVSA con transnacionales y esa gente se lleva lo suyo de inmediato.
Como podemos ver, PDVSA solo vende y cobra de manera efectiva aproximadamente 1.000.000 de barriles diarios a precio de la cesta venezolana. Esta es la causa del déficit en el flujo de caja de la estatal petrolera y de la poca reinversión. Agreguemos los recursos que PDVSA destina a los programas gubernamentales y entenderemos por qué la principal fuente de recursos de nuestro país está en crisis latente.

¿Cómo se ha manejado esta crisis? Con una fórmula jurídica y económica brillante pero perversa, perversa porque solo agrava el problema. Les explico:

El problema del flujo de caja de PDVSA es “subsanado” emitiendo bonos y pagarés en dólares, la gran mayoría son comprados por el BCV y unos pocos por sus acreedores y la banca privada. El BCV vende esos bonos a través del SITME, son colocados por la banca privada y obtiene bolívares frescos por encima de la tasa de cambio oficial. A su vez, los acreedores y la banca privada colocan los bonos y pagarés con precios muy por encima de la tasa de cambio oficial de manera discrecional, el BCV paga en bolívares a tasa de cambio oficial a PDVSA y con eso PDVSA cancela gastos de nómina, pago a cooperativas y gastos corrientes, pero sigue retrasando pagos efectivos en dólares a contratistas y subcontratistas quienes costean parte de las obras a precio de dólar SITME o paralelo. Mientras esto ocurre el BCV y PDVSA pagan los intereses respectivos a los tenedores de esos bonos a la tasa de cambio oficial. 

Este juego es posible con la ayudaíta del precepto de «Reservas Internacionales Óptimas», con lo que pueden mover moneda dura y oro de nuestras reservas internacionales a su antojo según las exigencias de mantenimientos de deuda, importaciones “estratégicas” y gastos corrientes del estado. En todo esto quien gana dinero es la banca mientras se profundiza el hueco fiscal.

En paralelo, el mundo atraviesa una crisis cíclica del capital:

Lo que comenzó con el colapso de la cartera crediticia inmobiliaria en Estados Unidos, removió luego los cimientos de la zona euro, trajo la primavera árabe, desencadenó la crisis en Libia, entre otras consecuencias ya conocidas.

Continúa la ocupación de Irak y Afganistán -para seguir destruyendo capital- a pesar de la promesa de cese de las guerras y ocupaciones que Obama hiciera en la campaña electoral para su primer mandato.
China sigue sin revalorizar su moneda.

Hay caída en el crecimiento económico mundial, con excepción de China, India, Brasil y las corporaciones de tecnologías de la comunicación.

Lo que nos interesa realmente es que las crisis del capital se inician con sobreproducción y caída de la tasa de la ganancia. Viene luego la destrucción de capital y las burbujas especulativas, caída en la producción, desempleo, recortes de los gastos nacionales, pero terminan con una caída de los precios de la materia prima. Como podemos ver todo esto ha ocurrido y está ocurriendo.

Nuestro asunto es que Venezuela solo vende materia prima, nuestra economía depende de la renta petrolera. Hasta los momentos Venezuela no ha sufrido el impacto de la crisis del capital porque no tenemos sobreproducción industrial -de hecho, casi no hay industria-, los precios del petróleo se han mantenido altos porque no ha habido sobreproducción petrolera, las guerras y revueltas en el mundo árabe generan incertidumbre en los mercados y no se potencia el aumento en la producción de combustible fósil en las monarquías árabes estables. 

Lo cierto es que el estado venezolano no ha ahorrado nada de las grandes ganancias petroleras que hemos tenido en los últimos años, se ha hecho exactamente lo contrario, se han despilfarrado para preservar la estabilidad política de este régimen.

¿Por qué? Porque el gobierno recién reelecto se sustenta en un gasto público gigantesco, casi inauditable. Con el dinero de la nación se mantienen las misiones sociales, los subsidios al combustible, alimentos, insumos agrarios e industriales, una cartera crediticia tóxica -agraria, comercial y préstamos personales-, gastos inmensos en propaganda oficial, mantenimiento del sistema nacional de medios públicos y ayudas económicas personales por doquier (en efectivo, en electrodomésticos e inmuebles); a esto le sumamos el incremento significativo del gasto público en este año por la campaña electoral, donde el gobierno botó la casa por la ventana para asegurar su reelección. 

Es decir, Chávez ha hecho todo esto con el ingreso de 1.000.000 de barriles de petróleo diarios y con las artimañas jurídicas y financieras para mantener a flote las finanzas públicas mientras las dilapida sin compasión.

¿Qué va a pasar en Venezuela cuando el BCV y PDVSA tengan que pagar la deuda acumulada? ¿Qué sucederá si esto coincide con una caída de los precios del petróleo?

La respuestas no son alentadoras, el gobierno de Chávez, y con él todos los venezolanos, afrontaremos una crisis económica, política y social para la cual no estamos preparados. 

Tiene dos opciones, la primera es recurrir a los organismos multilaterales y aplicar una verdadera receta neoliberal al mejor estilo de CAP en el ’89 de lo cual ya sabemos que ocurrió. La segunda opción es estatizar casi la totalidad del aparato productivo venezolano, generar dinero inorgánico e implementar una moneda de intercambio interno paralelo al Bolívar como lo es el Renminbi respecto al Yuan. 

En ambos escenarios, y las posibles mixturas entre ellos, es imperante reducir y reorientar el gasto público, endeudarse más y con nuevos acreedores (MERCOSUR), reimpulsar su política de importaciones de forma más agresiva. No tendrá capacidad de invertir en los problemas de servicios e infraestructura que tenemos (salud, educación, vivienda, electricidad, agua, carreteras, etc.), deberá costear pasivos laborales con papeles del estado y lo peor es que no estará en condiciones de aumentar la producción petrolera. En cualquiera de los casos, las consecuencias serán más desempleo, mayores índices delictivos, menor calidad de los servicios públicos, reducción del aparato burocrático del estado, ajustes del tipo y modo de cambio.

Lo descrito es el germen para una revuelta social, el gobierno no va a tener capacidad de sostener el aparato clientelar y sus bases se van a rebelar, el vínculo emocional que tiene con la gente que lo apoya se fracturará. Ellos, como todos nosotros, vivirán en carne viva el impacto de la crisis económica con sus consecuencias sociales y políticas, y será Hugo Chávez junto a su gobierno quienes tendrán la responsabilidad política. Serán víctimas de todo el odio que sembraron, de las expectativas no cumplidas, de la desilusión por las esperanzas imposibles, de las armas que circulan por las calles. Tendrán que decidir entre mostrar su verdadera cara fascista y masacrar a un pueblo o abandonar el poder por la puerta de atrás y dejar que otro intente solucionar el desastre.

Por eso cuando me decían “Hay un camino” no me inmutaba, yo sabía que era una sandez, Capriles en la presidencia hubiera tenido que lidiar con este problema y en medio de la crisis los chavistas, junto a buena parte de los que hoy estamos en oposición, lo hubiesen desalojado del poder. Chávez –o uno de los suyos- hubiese regresado triunfante a “salvar a la patria” del desastre capitalista. Por eso es que nuestra derrota no me afectó en lo más mínimo, de ella nos quedó un buen aprendizaje, un crecimiento significativo y perspectivas para una agenda política seria.

La primavera venezolana no tiene fecha, pero se acerca. Aquí los “indignados” no serán pacifistas y el gran responsable será Chávez, no tiene escapatoria. Solo la muerte física podrá salvarlo de una muerte política tan desastrosa, lo peor que le pasó a Chávez fue ganar…

No saben cuanto me gustaría estar equivocado…

Julio César Jiménez
Twitter: @Juliococo
Mail: coco_ujr@hotmail.com

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martes, 15 de mayo de 2012

ALEXANDER GUERRERO E., EL GOBIERNO PREPARA UN COLOSAL LICUADO DE LAS PRESTACIONES SOCIALES

En Gaceta, la creación de los fondos para administrar las prestaciones de los empleados del sector publico; gobiernos, empresas públicas y administración descentralizada. El gobierno se prepara a cancelar esas prestaciones sociales – un volumen aproximado a los 20 mil millones de dólares- con emisiones de deuda publica, como el mismo Presidente lo adelanto un domingo en unos de sus shows dominicales: “les pagaremos con papeles”.

GOBIERNO PAGA CON PAPELES DE DEUDA: HAY QUE EVITAR EL LICUADO!!

De acuerdo con su práctica financiera, es muy probable que el gobierno haya decidido pagar su deuda previsional –prestaciones laborales- con un monumental licuado de esos pasivos; lo cual implica reducir el valor real de esas deuda con una combinación letal característica de la política económica en la ultima dedada: inflación y un devastador régimen de represión financiera establecidos en el 2003, que como colateral, ha servido para destruir el ahorro de los venezolanos; prohibición para accesar la moneda fuerte, el dólar y remuneración del ahorro con intereses reales negativos, todo un esquema financiero para el empobrecimiento de millones de ahorristas.

El control de cambio, un régimen establecido para el racionamiento de las divisas, ha sido el instrumento –político- utilizado por el gobierno para imponer el impuesto inflacionario. Conocemos que la inflación es en esencia un fenómeno monetario -y político-, y que en estas condiciones los gobiernos transfieren poder de compra de los ciudadanos al gobierno –fisco.

El control de cambio hace el milagro de bajar las tasas de interés en un entorno inflacionario, particularmente en condiciones de elevado endeudamiento público, y es de hecho un incentivo fiscal del cual el Banco Central se ocupa al reprimir la capitalización del ahorro de la gente con tasas de interés reales negativas. La deuda que el gobierno emite es licuada –depreciada- por la inflación que el gobierno alimenta. Como puede observarse, es un círculo vicioso de endeudamiento público, inflación y caída del poder adquisitivo de la moneda y descapitalización del ahorro de la gente y sus empresas.

INTERESES REALES NEGATIVOS: EL GOBIERNO PREPARA UN COLOSAL LICUADO

Este ultimo componente de la fijación de las tasas de interés, le permite al gobierno, o al banco Central actuando como su agente de pagos, emitir deuda con intereses por debajo de la inflación, de esta manera la deuda del gobierno se licua –deprecia- y el peso del endeudamiento, al ser nominado con intereses por debajo de la inflación, destruye el ahorro de la gente; es decir, es trasladado al consumidor, al contribuyente, sin distingo en su ingreso. En los hechos ese régimen de represión financiera construido a través del control de cambio se convierte en el vehículo para transferencia de poder de compra de la gente al gobierno, el ahorro se deprecia y el ingreso fiscal en manos del gobierno se expande, es el impuesto inflacionario en pleno desarrollo.

Los incentivos fiscales actúan entonces en base una creciente deuda pública emitida en bonos con rendimientos negativos, los que al pasar a los portafolios y al ahorro de la gente se deprecian en términos reales, los bonos emitidos como deuda pierden valor en el mercado, y su rendimiento es ajustado por debajo de la tasa de inflación. Solo los bancos y algunos fideicomisos compensan el rendimiento negativo de esos instrumentos de deuda publica por la velocidad que ellos imprimen en el mercado del dinero, la elevada rotación de esos papeles, que superan los descuentos en sus precios y en intereses reales negativos, las ganancias en ese mercado permiten a los bancos superar el entorno de represión financiera y recuperar las perdidas producidas en la intermediación del ahorro de la gente. Sin embargo, el ahorrista e inversionista medio hacia abajo pierde por ambos lados, por depreciación del capital –principal- y por rendir por debajo de la inflación.

BONOS QUE PIERDEN VALOR PARA PAGAR PRESTACIONES SOCIALES

En esas circunstancias económico-institucionales el anuncio del pago de las prestaciones sociales, adeudadas a los trabajadores por el Estado, es fundamental alertar a la opinión publica y a los venezolanos directamente afectados, sindicatos y familias, que como sus activos laborales serian cancelados con deuda publica, de acuerdo a aquella amenaza del Presidente en un programa dominical, acerca que “las pagaría con papeles”, aunque no es per se una maldición, pero como los intereses de esos bonos son menores que la inflación, el incentivo básico del gobierno es depreciar el ahorro, al disminuir el valor real de sus deuda, de manera que en su conocida colosal circunvalación de endeudamiento, el servicio y costo de esa deuda disminuya en el tiempo, al mismo ritmo que la gente pierde cuando contabiliza los bonos públicos como parte de su ahorro.

Es parte de la misma ecuación en la economía política que construye a un Estado/Gobierno rico y una población empobrecida bajo una establecida razón política: nomenclatura y burocracia publica, operando bajos los incentivos de diversos socialismos, estatismos, y de la tragedia de los comunes, administra la renta de empresas del Estado e impuestos con los incentivos del derroche, mala asignación de recursos y la corrupción.

INDEXAR LA DEUDA QUE PAGA LAS PRESTACIONES: LA SOLUCIÓN

En esas condiciones, es vital obligar al gobierno a través de los órganos representativos, sindicatos, asamblea nacional, administración descentralizada, a que el pago de los pasivos laborales, o prestaciones sociales se haga con deuda, pero con condiciones financieras apropiadas para combatir la depreciación del ahorro causado por la inflación; es decir, indexando el instrumento de pago de esa deuda laboral, en otras palabras con intereses o rendimientos superiores a la inflación esperada.

La indexación de la deuda publica –bonos públicos- puede darse varias maneras; el objetivo de todas esas formas es la protección del ahorro frente a la depreciación causada por la inflación, los bonos si no son emitidos en moneda extranjera, moneda que el gobierno no emite y por tanto no puede depreciar, se pueden emitir con rendimientos superiores a la inflación o indexando el “principal” o capital. En otras palabras, si la inflación esperada anual evaluada en el Presupuesto es 25%, el rendimiento –tanto a vencimiento como el efectivo- generado por los mecanismos de indexación de esos bonos no podrá ser inferior a esa inflación esperada. El impacto inmediato sobre el ahorro del trabajador que se cuenta como prestaciones sociales en los fondos dispuestos para tales fines es positivo, es decir, el tiempo no se comerá ni el capital ni los rendimientos. El impacto no se detiene acá, en las cuentas fiscales es contundente, el incentivo de endeudamiento disminuye de manera inmediata, el gobierno o se mete la camisa de responsabilidad fiscal, o decide montarse en una plataforma de default.

Seguiremos en una próxima nota en la explicación y descripción de los diferentes mecanismos de indexación de la deuda pública.

@AlexGuerreroE

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