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jueves, 20 de septiembre de 2012

EL PRESIDENTE SANTOS SE REUNIO EN PRIVADO CON HENRIQUE CAPRILES

Santos en reunión con Capriles llamó a los venezolanos a votar el 7-O "masiva y pacíficamente"



El candidato presidencial Henrique Capriles Radonski se reunió en privado con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la ciudad de Bogotá. Periodistas colombianos destacaron la atención que despertó este encuentro en todos los sectores políticos.


Ambos líderes trataron temas como la cooperación judicial, el asunto comercial, y el proceso de paz en Colombia. Santos recalcó "la importancia que tiene para los dos países que las relaciones binacionales estén por encima de las contiendas electorales".

Asimismo, el mandatario colombiano llamó a los venezolanos a acudir de forma "masiva y pacífica" a las urnas electorales el próximo 7 de octubre y reiteró su "neutralidad" frente a estos comicios.

El diario El Tiempo de Colombia señaló que el anuncio de esta reunión desató análisis sobre la importancia que da el presidente Santos a conocer de cerca a los factores más importantes de la política venezolana.

Aseguran que el encuentro sirvió a Capriles para deslindarse aún más de cualquier influencia que -según el chavismo- podría ejercer el expresidente Álvaro Uribe en la estrategia opositora.

Más temprano, el vicepresidente Elías Jaua calificó de “soberana” y “natural” la decisión del mandatario neogranadino.

Comunicado emitido por el gobierno de Colombia al culminar la reunión

Secretaría de Prensa de Colombia

Comunicado

El presidente de la República, Juan Manuel Santos, recibió en su despacho al señor Henrique Capriles, candidato a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.

Durante el encuentro, el Presidente Santos reiteró la neutralidad de Colombia frente al proceso electoral que se desarrolla en el vecino país, al tiempo que manifestó la necesidad de seguir trabajando en forma armónica para estrechar las relaciones entre Colombia y Venezuela.

El Presidente Juan Manuel Santos hizo votos para que el pueblo venezolano acuda en forma masiva y pacífica a las urnas en la jornada electoral del próximo 7 de octubre.

El Jefe de Estado resaltó los significativos resultados de la cooperación en materia de seguridad con el vecino país que ha permitido varias capturas, entre ellas, la de alias el `Loco Barrera`, registrada en las últimas horas.

El Presidente Santos explicó los avances que se vienen dando en los diálogos para poner fin al conflicto armado en Colombia destacando el permanente apoyo y el papel de facilitador que desarrolla el Gobierno de Venezuela.

El Mandatario recalcó la importancia que tiene para los dos países que las relaciones binacionales estén por encima de las contiendas electorales.

Casa de Nariño, Bogotá, 19 de septiembre de 2012

EL PODER DE LA VERDAD VS EL SOCIALISMOEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

jueves, 20 de octubre de 2011

RAFAEL NIETO LOAIZA: COLOMBIA, LA REFORMA QUE NO FUE (SANTOS VS. URIBE)

En su afán de distinguirse de Uribe, el presidente Santos mete las de andar. Así, por ejemplo, ocurre con el proyecto de reforma a la Justicia que se tramita en el Congreso de la República. Por un lado, fiel a su estilo, busca el consenso. Por el otro, evita sistemáticamente la confrontación con las cortes. Como resultado, lo que salió de la Comisión Primera del Senado de la República es un engendro que, de tener vida, espantaría hasta al más guapo.

Aunque antes había sostenido que “los demás poderes debemos someternos a lo que el Congreso diga, porque el Congreso es el que hace las leyes, no las hace el Poder Ejecutivo y no las hace el Poder Judicial, las hace el Congreso de la República y eso hay que respetarlo”, un reconocimiento al papel fundamental que en una democracia debe jugar el Legislativo, y después había agregado que la reforma a la Justicia “se tiene que aprobar”, lo que parecía un mensaje presidencial para impulsar el proyecto aún sin acuerdo con las cortes, al final Santos cedió en toda la línea frente a los altos tribunales. La popularidad y los discursos presidenciales y el acuerdo de Unidad Nacional, que controla el 90% del Congreso de la República, no sirvieron para nada. El Gobierno no ganó ni una.

Miremos: renunció al establecimiento de precedentes judiciales. El precedente judicial, un mecanismo en virtud del cual los jueces no pueden apartarse de la línea jurisprudencial sino en circunstancias excepcionales, buscaba poner fin a la situación actual, de atroz inseguridad jurídica y en la que es imposible saber de qué manera interpretarán los jueces las reglas jurídicas. Hoy la norma es que no hay norma y que los jueces cambian su posición sobre hechos similares de acuerdo con la conveniencia política de la coyuntura.

Se mantienen el Consejo Superior de la Judicatura, un organismo costosísimo, en que la excepción es el juez honesto y bien preparado, y en el que se cruzan los apetitos burocráticos de los congresistas con el clientelismo descarado de los magistrados.

La tutela contra sentencias, fuente de choque de trenes entre las altas cortes, se mantienen intacta. Y el cambio para el juzgamiento de congresistas es cosmético: se introduce la doble instancia, pero en el misma Corte Suprema, de manera que no hay garantía ninguna de independencia e imparcialidad. ¿La prueba? El acuerdo vigente y vergonzoso de los magistrados de la Sala Penal de votar sin disidencias.

Las cortes mantienen su poder de elegir al Fiscal General y de nominar al Procurador y al Contralor, una fuente permanente de politización que les ha hecho un mal inmenso a los tribunales y en nada ha contribuido a mejorar la calidad de los funcionarios. ¿Hacemos la lista de los contralores y procuradores nominados por las cortes y condenados a prisión?

Además, suben su período de ocho a doce años, un premio inmerecido para unos magistrados que, con contadas excepciones, son mediocres, están altamente politizados y se han dedicado a subir sus pensiones de jubilación sin vergüenza o recato. Y si todo ello no bastara, el Gobierno anuncia un billón de pesos más de presupuesto para los próximos años.

Santos calificó los acuerdos alcanzados como un “ejemplo maravilloso de coherencia y armonía entre las instituciones del Estado”. Los magistrados habrán de ser sus nuevos mejores amigos.

Fuente: El Pais (Colombia)

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lunes, 17 de octubre de 2011

EDITORIAL DE ANALITICA PREMIUM: EL TLC DE COLOMBIA CON LOS EE. UU. LUNES, 17 DE OCTUBRE DE 2011

Mientras que nuestro país va de mal en peor la recuperación de la economía colombiana avanza con pie firme
Colombia ha logrado después de 5 años de congelamiento que la Cámara de Representantes norteamericana aprobara por un margen mayor al que lograron Chile y Centro América, el tratado de libre comercio entre los dos países.
Mientras que nuestro país va de mal en peor la recuperación de la economía colombiana avanza con pie firme. Es cierto que la crisis económica y financiera mundial no es de buen augurio, sin embargo Colombia ya había firmado acuerdos similares con Canadá y Suiza, lo que ciertamente le podría ayudar a amortiguar la caída en las importaciones provenientes de los EE. UU.
Chávez debería pensar por qué , a pesar de su inflamada retórica hacia el Imperio, Colombia Brasil y, en alguna medida, Cuba buscan mejorar sus relaciones comerciales y diplomáticas con el gigante del norte.
Cada día son menos los países de nuestra región los que toman en serio a Chávez y la mayoría de estos consideran que su tiempo pasó y que Venezuela dejó de ser el gran proveedor de recursos financieros para convertirse en un país cada día más endeudado y con menor capacidad de generar ingresos en divisas.
Colombia ya no depende del comercio con Venezuela, ha logrado exportar a otros mercados. Brasil sabe que es poco lo que le puede seguir vendiendo a nuestro país y pronto Argentina se dará cuenta de lo mismo. Las alianzas se resquebrajan y pareciera que lo que nos queda es el ALBA, la preocupación de los chinos por todo lo que han prestado y el oportunismo de última hora de los rusos que no parecen darse cuenta de la fragilidad económica y política del régimen.
Sea cual fuere la verdad sobre la salud del Presidente es evidente que se respira aires de fin de régimen, sin que se sepa a ciencia cierta qué o quién lo va a sustituir.
Hay países como Colombia, Perú y Brasil que prosperan, otros se defienden más o menos satisfactoriamente mientras que Venezuela, Cuba y Haití no ven luz.
Envíe sus comentarios a editor@analitica.com
analiticapremium@gmail.com

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sábado, 17 de septiembre de 2011

RAFAEL NIETO LOAIZA: MEJOR SERÍA CALLAR (CASO SANTOS COLOMBIA)

Uno de los principios fundamentales en política exterior es el de la no intervención en los asuntos internos de los otros estados. Es apenas una consecuencia lógica de la soberanía: en su territorio, los pueblos deben definir libremente su régimen político y económico y, por tanto, nada tienen que hacer otros opinando sobre lo que en ellos ocurre. Y es una necesidad: si los demás estados vivieran con las narices metidas en donde nadie los ha llamado, la convivencia pacífica en la comunidad internacional sería imposible.

Es verdad que en el mundo contemporáneo el principio se ha suavizado. Hoy, por ejemplo, es posible evaluar la conducta de los estados en materia de derechos humanos. Para bien de nuestras sociedades, la soberanía y su corolario, el principio de no intervención, ya no pueden alegarse para cometer toda clase de abusos a la democracia y a los derechos y libertades esenciales a la dignidad de la persona humana. Pero en lo demás, el principio sigue vigente y debe respetarse.

De manera que aunque fuera sólo por el hecho de haber opinado sobre asuntos que son exclusivos de la soberanía venezolana sería posible decir que al presidente Santos se le fueron las luces cuando sostuvo que “Chávez es un factor de estabilidad en Venezuela”. Lo dijo en una entrevista en La Nación de Buenos Aires, durante la visita que concluyera hace pocos días.

Pero ocurre que, además, la afirmación es contra evidente. No ha sufrido el país vecino mayor inestabilidad en los últimos sesenta años que con la irrupción del Teniente Coronel. Primero, con el golpe que encabezó contra Carlos Andrés Pérez en el 92. Diez años después, con la intentona que él mismo sufrió y de la que se salvó no por su actitud personal, lacrimosa y cobarde según describen quienes estuvieron cerca de los acontecimientos, sino por la reacción de hombres que le fueron leales, en especial de quien entonces fuera el comandante de la brigada de paracaidistas, general Raúl Baduel, hoy en la cárcel por orden de Chávez. Así paga el diablo a quienes lo ayudan. Desde entonces, el Teniente Coronel no ha hecho cosa distinta que incentivar la polarización política, atizar el odio de clases y perseguir a sus opositores. De paso, ha concentrado en sí poderes que en las verdaderas democracias están en cabeza de las otras ramas del poder público.

Por tanto, si Santos ha de decir algo sobre lo que sucede dentro de Venezuela, no debiera ser nada distinto que exigir que expulsen a los guerrilleros colombianos que por ahí campean, clamar porque cese la persecución a los medios de comunicación independientes, se respeten desde ya los derechos de la oposición y se garanticen las condiciones mínimas para que las elecciones presidenciales del próximo año sean limpias y transparentes. Opinar sobre ello no le estaría vedado al presidente Santos.

Con seguridad semejante declaración no le gustaría a Chávez y no creo que a Santos le interese incomodar a su nuevo mejor amigo. Pero si de prudencia se trata, entonces sería mejor callar del todo y no hablar para apuntalar en el poder al aprendiz de tiranozuelo, dándole de paso excusas para continuar la represión de sus contradictores políticos.

Al paso que va, si por un milagro Chávez le permitiera a la oposición llegar al poder en Venezuela, Santos la tendría difícil. Está haciendo méritos para que la oposición venezolana, que antes lo admiraba y lo quería, ahora no lo pueda deglutir.


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viernes, 12 de agosto de 2011

ADOLFO R. TAYLHARDAT: CON GUANTES DE SEDA (COLOMBIA Y VENEZUELA)

Parece que entre los mandatarios de Colombia y Venezuela existe un pacto, una entente secreta, expresa o tácita para tratarse recíprocamente con guantes de seda en todo lo que tiene que ver con el tema de la presencia de las FARC en nuestro país.

Ese pacto llevó incluso a Juan Manuel Santos a desconocer la denuncia que hizo Colombia ante el Consejo Permanente de la OEA en las postrimerías del gobierno del presidente Álvaro Uribe, cuando el actual Presidente era todavía ministro de la Defensa.

Aquella denuncia causó revuelo por los detalles específicos que contenía acerca de los lugares exactos donde habían sido detectados los campamentos de irregulares narcoterroristas, los nombres de los jefes guerrilleros y el número de efectivos que se encontraban en suelo venezolano.

Esto llevó al führer a romper "totalmente" las relaciones con Colombia. Pero apenas entronizado en la presidencia, Santos, a quien hasta hacía poco tiempo el inquilino de Miraflores le había dirigido toda clase de agresiones verbales, asumió una actitud pragmática, de borrón y cuenta nueva y propició la reanudación de relaciones. Esa línea le convino al mandatario venezolano.

Nadie duda que el restablecimiento de las relaciones y el clima de armonía que ha prevalecido desde entonces cuenta con el beneplácito de todos nosotros. Pero no deja de causar asombro la manera como los dos mandatarios manejan el tema de la presencia de las FARC en territorio venezolano.

Primero fue la declaración que dio Santos durante una visita a España cuando dijo que los campamentos de las FARC en Venezuela ya no existían. Sin embargo, inmediatamente trató de enmendar la plana y lo que hizo fue enredar más el tema: "Nunca dije que no hubiera presencia de las FARC en Venezuela. Es probable que la guerrilla siga en Venezuela. Lo que dije es que los campamentos de las FARC ya no están allí". O sea, ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario, empleando la célebre frase que le atribuyen al expresidente Pérez.

La semana pasada el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, almirante Edgard Cely, respondiendo a una pregunta relacionada con la denuncia que hiciera Colombia en el Consejo Permanente de la OEA dijo: "En términos muy concretos, sí. Lo que se mostró al final del gobierno del presidente Uribe se mantiene".

Inmediatamente el führer anunció que llamaría por teléfono a Santos y éste no tardó en desautorizar al almirante Cely y desmentir su declaración. Luego el ministro de la Defensa colombiano lo secundó declarando: "Puedo decir que no hay santuarios ni burladeros para que los criminales y los terroristas de las FARC se escondan en ninguna parte del vecindario colombiano".

Resulta difícil entender que un Presidente con el carácter de Santos se deje acoquinar con una simple llamada telefónica de su colega venezolano.

A raíz de esto el padre Orlando Neira, director de Cáritas en el estado Táchira declaró a Radio Caracol: "Yo creo que la guerrilla colombiana está en territorio venezolano, causándonos problemas". "Es obvio que las FARC y el ELN cruzan la frontera y se instalan en Venezuela para escapar de la presión de las fuerzas de seguridad colombiana". El padre Neira agregó que su organización ha pagado rescates por la liberación de secuestrados y hasta por recibir cadáveres. "Han pedido hasta 3 millones de dólares por una niña cuya familia no tiene dinero".

Lo que dice el padre Neira es "vox populi". Por eso considero que los dos presidentes han traspasado el límite del pragmatismo y rayan en el cinismo. Al gobierno colombiano le resulta indiferente que nuestro país sirva de aliviadero a la guerrilla colombiana. La fuerza armada colombiana se ocupará de impedir que regresen para seguir cometiendo sus fechorías. Al führer tampoco le importa que la soberanía de nuestro país esté siendo violada, incluso con la complicidad de altos jefes militares "bolivarianos". No es la única profanación de que es objeto la soberanía por obra del inquilino de Miraflores. Tampoco les importa que esa política de hacerse los desentendidos, de tolerar una situación que está a la vista de todos, tenga como resultado que compatriotas inocentes resulten víctimas de la guerrilla como consecuencia de ese pacto concertado a espaldas de los venezolanos.

adolfotaylhardat@gmail.com
www.adolfotaylhardat.net/indexbis

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domingo, 24 de julio de 2011

EL PARTIDO LIBERAL CUMPLE 163 LUCHANDO POR LAS LIBERTADES DE LOS COLOMBIANOS (CASO COLOMBIA)


El Liberalismo fue fundado en 1848 y desde entonces ha dado una incansable lucha por las libertades públicas, la defensa de los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y la ampliación de la democracia
La independencia, la abolición de la esclavitud, el derecho al voto, la libre expresión, la educación pública, los derechos civiles de la mujeres, la elección popular de alcaldes y la Constitución Política de 1991, son algunos de los aportes que el Liberalismo le ha a Colombia

Este sábado 16 de julio de 2011 se cumple el aniversario número 163 del nacimiento del Partido Liberal Colombiano, colectividad que desde su origen ha liderado los procesos políticos más trascendentales en la historia de Colombia.
“A partir de 1848 los liberales hemos defendido la abolición de la esclavitud, la libertad de expresión y los derechos de los trabajadores. 163 años después, seguimos defendiendo la libertad de la ideas que son las que gobiernan”,dijo Rafael Pardo, jefe único del Liberalismo a propósito de esta conmemoración.
La historia del Partido Liberal Colombiano está ligada a la historia de las ideas liberales. El liberalismo es inicialmente una filosofía del progreso en todos sus aspectos, técnico, intelectual, moral y nace como una garantía de libertad.
Es la lucha por las libertades públicas, por los derechos humanos, por las oportunidades en igualdad de condiciones, la ampliación de la democracia. Con el liberalismo nació un nuevo vocabulario.
Los aportes del Partido Liberal en estos 163 años de historia han sido infinitos definitivos para el desarrollo de los colombianos. La independencia de Colombia en 1819, la abolición de la esclavitud en 1951, la educación pública gratuita en 1836, las luchas por la liberta de expresión 1899 – 1903, la legalización de los sindicatos en 1931, los derechos civiles de la mujer en 1932, el voto universal en 1936, los créditos de vivienda en 1940, los derechos laborales en 1942, la creación de viviendas de interés social en 1961, la creación de Pro Expo, Colcultura y Coldeportes, la lucha contra el narcotráfico en las décadas del ochenta y noventa, la elección popular de alcaldes y la Constitución Política de 1991, se convierten al algunos de las contribuciones que el Liberalismo le ha hecho al país.
Hoy, cuando el Liberalismo hace parte del acuerdo de Unidad Nacional, los colombianos cuentan con una Ley de Primer Empleo que les permite  millones de jóvenes ingresar al mercado laboral, y una la Ley de Víctimas, que busca devolverles la dignidad a más de cuatro millones de colombianos que han sufrido a causa del conflicto armado.

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domingo, 26 de junio de 2011

COLOMBIA: MANO NEGRA ESCRITO POR ERNESTO YAMHIRE


Más desafortunada no pudo ser la intervención del presidente Santos, cuando resolvió hablar de la existencia de unas manos negras de derecha e izquierda. No tenía necesidad de meterse por un camino del que difícilmente podrá salir. Aseguró que la mano negra de la izquierda es la guerrilla. Fácil y simple. Según el presidente, hay otra mano negra, pero a la diestra. Horrible y nauseabunda que, en palabras suyas, se opone a la Ley de Víctimas mientras hace una desmedida alharaca por cuenta de los rebrotes de violencia que se registran a lo largo y ancho del país.Sospechosamente, evita decir el nombre de las organizaciones y de las personas que hacen parte de esa inmunda extremidad de la derecha a la que le endilgó, sin más ni más, la autoría de la bomba en el busto del ilustre expresidente Laureano Gómez.

Entonces, en virtud de la nueva diferenciación acuñada por el gobernante ¿el nivel de terror de los actos criminales se graduará dependiendo del lugar que el delincuente ocupe en el espectro ideológico? Alarmante que el presidente Santos esté desempolvando las caducas tesis que sostienen que una acción de izquierda es altruista y una de la derecha es terrorista.
¿Acaso suenan más bonito las bombas de la izquierda, o matan con romanticismo las balas comunistas, mientras que las “otras” sí son nefastas?
Recordemos la terrible frase pronunciada por Carlos Gaviria en un debate en defensa de la existencia de los delitos políticos. En medio de la discusión, el jurista dijo que una cosa es matar para enriquecerse —“crímenes malos”— y otra muy distinta es matar para buscar una vida mejor —“crímenes buenos”—.
Uno de los grandes avances que logró Colombia durante la implementación de la Seguridad Democrática en el gobierno del presidente Uribe fue el de borrarle el color ideológico a la violencia. Los crímenes hay que enfrentarlos sin distingo alguno.
Santos parece estar avergonzado de la naturaleza de su elección. En su obsesiva carrera por posicionarse como un líder mundial capaz de ocupar los más distinguidos cargos en el multilateralismo, ha hecho hasta lo imposible por demarcarse del uribismo, corriente que algunos califican de derecha y que le puso más de 9 millones de votos hace exactamente un año.
Optó por el viejo truco del espejo retrovisor. Puso a la gente a mirar hacia atrás, para evitar que se fijen en su gestión que muy pocos resultados concretos tiene para mostrar.
Esa estrategia despertó el ánimo revanchista de los liberales que están dichosos con el actual gobierno. ¿Cuándo iban a imaginarse los rojos que el comandante en jefe de la venganza contra el uribismo fuera a ser Juan Manuel Santos y que además de hacerles semejante tarea les iba a encimar eso que tanto gusta a los políticos y que conocemos como burocracia?
Para concretar la arremetida, hace una semana sacó el temita de la mano negra para fustigar a quienes creemos que la Ley de Víctimas es un imposible fiscal. Tampoco son del agrado presidencial las críticas que se han hecho como consecuencia del rebrote de violencia que vivimos y que nos obliga a recordar el horrible gobierno del Caguán, cuando los noticieros abrían sus emisiones con las acciones de barbarie que se registraban en todos los rincones del territorio.
Al presidente Santos le molestan los reclamos políticos y reacciona con agresividad cuando alguien no está de acuerdo con su proceder. La intolerancia es la característica que más lo identifica con su nuevo mejor amigo.

Fuente: El Espectador (Colombia)

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jueves, 9 de junio de 2011

LLEGARON LOS VENEZOLANOS. REPORTAJE EN LA REVISTA SEMANA DE COLOMBIA

La migración de venezolanos hacia Colombia está disparada y ya se hacen sentir en la industria petrolera, el comercio, la cultura y la farándula.



"El mejor presidente que ha tenido Colombia es Hugo Chávez -dice una venezolana de la más refinada élite de Caracas, que decidió mudarse a Bogotá-. Gracias a él, la mayoría de venezolanos bien preparados y con dinero para invertir están hoy aquí".


Y es verdad. La presencia de los venezolanos en Colombia, y en particular en Bogotá, ha dejado de ser una simple curiosidad, para convertirse en un fenómeno. Y aunque muchos colombianos pueden no haberse percatado, lo que está ocurriendo es interesante porque se trata de uno de los pocos casos de migración de alto impacto para Colombia en sus dos siglos de historia republicana.
El éxodo tuvo un primer quiebre pronunciado a partir de 2005, cuando comenzaron a llegar los expertos del petróleo que habían sido despedidos en masa, sin misericordia, de Pdvsa. Pero en realidad, el momento cumbre ha sido 2011, pues cada día hábil el DAS está entregando en promedio 46 cédulas de extranjería a venezolanos para vivir en Colombia.

A pesar de tratarse de una diáspora de apenas cinco años, hay que decir que ya ha dejado una huella significativa en la estructura del país. Y tiene que ver con que un puñado de los cerebros fugados de Pdvsa han sido los protagonistas del boom petrolero de los últimos años en Colombia.

Pero los venezolanos no solo se han metido en el corazón de la economía. La semana pasada se estrenaron las dos nuevas grandes superproducciones de Caracol y RCN, y en las dos aparecieron venezolanos en papeles destacados: en La bruja, Gledys Ibarra es 'la Negra', y en El Joe, Andrés Suárez es Francisco Vergara. Por citar apenas un ejemplo.

En cualquier sector al que se mire hay un venezolano. Desde los más exclusivos, como las galerías de arte, hasta otros más populares, como son los espectáculos musicales o de humor. La galería La Cometa expuso hace un par de meses al venezolano Carlos Cruz Díez, uno de los maestros del arte óptico en el mundo, y vendió las 41 obras por precios hasta de 120.000 euros. "La mitad de las obras fueron compradas por venezolanos. Estoy feliz con ellos", dice Esteban Jaramillo, el dueño de la galería. Y en lo que va corrido del año se han presentado, por lo menos uno cada mes, espectáculos con artistas venezolanos. Yordano, tal vez el más conocido en Colombia, ya ha dado dos conciertos este año en Bogotá. Una cuenta de Twitter que se llama Venezolanos en Bogotá, con casi 7.000 seguidores, ayuda a poner en contacto a la colonia.

Los venezolanos también se han colado en la vida diaria de los colombianos. Como las tiendas de productos para la salud Locatel y Farmatodo, cuya franquicia fue traída por ellos. O restaurantes y cafés como Picollo Venezia, Ciboulette, Positano, Budare's, la Arepería Venezolana, Pan Sueko y Andrea's, por mencionar solo algunos, recién montados por venezolanos. Una revista, El Librero, hecha en Bogotá por el reconocido periodista Sergio Dabhar, exdirector adjunto del diario El Nacional de Caracas. Y hasta un miembro de la Academia de la Lengua del vecino país, Rafael Arráiz Lucca, que ahora es profesor universitario en Colombia.

La primera oleada: el factor P

Esta nueva migración es además interesante porque hasta hace unos años a pocos venezolanos -por no decir a ninguno- se les ocurría poner sus ojos en Colombia. Por el contrario, había una evidente animadversión. "El venezolano no veía a Colombia como una opción de turismo o de inversión. A Venezuela nos llegó lo peor de lo peor: colombianos indocumentados, sin preparación y buscando empleo", explica la venezolana.

¿Qué fue entonces lo que les hizo cambiar de opinión? En un primer momento, sobre todo las clases media y alta, que huían de Chávez, buscaron refugio en Miami. Pero a partir de 2005 los petroleros comenzaron a abrir la puerta.

Todo comenzó cuando a finales de 2002 los trabajadores de Pdvsa se unieron en un paro para pedir la renuncia del presidente Hugo Chávez. Fue uno de los episodios más críticos de la ya larga estancia de Chávez en el poder. Las pérdidas se calcularon en más de diez mil millones de dólares y el presidente, ni corto ni perezoso, despidió de manera fulminante a unos 18.000 empleados, incluidos los que habían llevado a la petrolera a ser la tercera más grande del mundo.

Todos esos cerebros, cargados de experiencia, buscaron otros mercados. Y fue así como llegaron a Colombia, primero Luis Giusti (presidente de Pdvsa 1994-1999), luego Ronald Pantin (el segundo de la petrolera hasta 2000) y Humberto Calderón Berti (quien había sido presidente de Pdvsa, canciller de Venezuela y presidente de la OPEP). Ellos crearon las tres firmas que han sacudido el mundo de los hidrocarburos en Colombia: Pacific Rubiales, Alange y Vectra.

Entre ellas tres producen hoy un buen pedazo del crudo del país. Pero lo más importante es que han sido protagonistas de primera línea del crecimiento de la industria del petróleo en Colombia, que, según informó el gobierno esta semana, está a unos cuantos barriles de producir el millón diario.

Los tres petroleros, consultados por SEMANA, coinciden en que llegaron a Colombia por el cambio del modelo petrolero en el país cuando se creó la Agencia Nacional de Hidrocarburos y se dieron condiciones favorables para los inversionistas. Con ellos se vino una camada de ingenieros, geofísicos y todo tipo de científicos bien calificados. En los datos de inmigración se nota el primer gran salto en 2004, cuando los venezolanos crearon la primera compañía, en ese entonces Pacific Stratus (ver gráfica). "Según informaciones que me llegan, pueden estar laborando en este país cerca de 1.300 petroleros venezolanos", dijo Luis Giusti a esta revista.

Tres años después compraron Petro Rubiales, en 2008 fusionaron las dos compañías y ahí nació Pacific Rubiales. Para dar una idea de la dinámica que le imprimieron los vecinos venezolanos al negocio del petróleo, basta escuchar lo que dice Pantin, presidente de Pacific Rubiales: "Cuando llegamos, en 2007, la compañía producía 24.000 barriles y para finales de este año estaremos en 275.000. Colombia producía 560.000 barriles por día y hoy produce un poco más de 900.000".

Y Humberto Calderón, presidente de Vetra, agrega: "Colombia tardaría muchísimos años en formar el capital humano que ha llegado. Para formar un buen ingeniero de petróleos se requieren 15 o 20 años, y los que llegaron a Colombia son personas con 30 o más años de experiencia".

Sin duda, gracias a los petroleros, se corrió la voz en Caracas de que Colombia era un buen puerto.

La segunda oleada: ¡a salvar la plata!

Sin embargo, el quiebre más pronunciado en el éxodo se ha dado en los últimos meses (ver gráfica). Mientras en 2004 se daban cada semana dos cédulas de extranjería a venezolanos, el promedio en 2010 fue de 162 a la semana y en lo que va de 2011 la cifra ya llegó a 230.

Si en la primera oleada llegaron a Bogotá expertos del petróleo por el despido inclemente de Hugo Chávez, en la segunda fase fue toda la burguesía que había aguantado la que huyó despavorida. "Burguesía apátrida (…) me han declarado la guerra económica. Pues me declaro en guerra económica", dijo en junio del año pasado. "Vamos a ver quién puede más: si ustedes, burgueses de pacotilla, burgueses sin patria, o nosotros", les espetó.

Entusiasmado con ese grito de batalla, Chávez primero eliminó el dólar paralelo o 'cambio permuta', lo cual hizo mucho más difícil el acceso de la gente a las divisas que necesitaban para hacer negocios o para tener sus ahorros a salvo, teniendo en cuenta que estaban viviendo con una inflación del 30 por ciento. Y después, en diciembre, confiscó a empresarios seis conjuntos residenciales que estaban en construcción y ocho más los puso en suspenso.

Por eso no es extraño que desde entonces se haya destapado un particular interés de los venezolanos por hacer negocios en Colombia. Vienen a abrir restaurantes, a instalar negocios, a comprar finca raíz. Lo que les importa es salvar el dinero que les queda.

Y por eso también los que aterrizan en Bogotá son miembros de la más refinada burguesía venezolana. Apellidos como Oteiza, Pocaterra, Priange, Machado, Mussi, Cohen, Mishaan y otros que han sido presidentes, ministros, de la banca, la bolsa, el arte o destacados intelectuales de ese país. Aunque, advierte una de ellos, "en Colombia no están los potentados, sino los hijos de los potentados".

Prueba de ello es que en la ciudad amurallada de Cartagena, por ejemplo, venezolanos han comprado cinco mansiones antiguas, así como uno de los mejores hoteles boutique.

Camilo Herrera, gerente de la firma de consultoría Raddar, le dijo a la revista Dinero que en la historia de su compañía no había tenido tantos pedidos como los que ha recibido desde octubre de 2010. "Hemos tenido requerimientos de al menos 15 compañías o inversionistas venezolanos interesados en estudios de mercado y consultoría".

El mismo frenesí se ha sentido en el sector inmobiliario. Una alianza de las principales constructoras de Colombia, que se llama Casa Propia Colombia G-5, y la página web mudateacolombia.com han hecho solo en este año cuatro ferias en Venezuela. Y también se creó ya un bufete de abogados binacional, Arciniegas, Briceño y Plana, que pretende ayudarles a inversionistas venezolanos a establecerse en Colombia.

La situación ha llegado a tal punto que la principal empresa de alimentos de Venezuela, Polar, a pesar de tener su casa matriz en el país vecino, exporta desde Colombia. En los últimos meses han llegado o han anunciado que van a llegar a Colombia el grupo Dipromuro (concesionarios de vehículos), Ovejita (una tradicional marca de ropa), Proseín (multinacional de remodelación) y Valmy (cosméticos), entre otros. Todos para poner plantas de producción o tiendas. De todas maneras, las cosas no son fáciles para todos. Algunos, como los del café Cotti, no han resistido y han cerrado.

Estamos sin duda en medio de un fenómeno nuevo en Colombia. El éxodo de personas de otras nacionalidades no ha sido común en nuestro país. Las grandes migraciones fueron las de españoles y afros en la Conquista. Y las de árabes -sirios, libaneses y palestinos- a finales del siglo XIX. Las demás han sido de menor tamaño, de manera que apenas si han llegado a convertirse en colonias que pueden tener un impacto en localidades, pero no llegan a permear a la sociedad. ¿Hasta dónde llegarán los venezolanos?

Humberto Calderón berti Ha sido presidente de Pdvsa, canciller de Venezuela y presidente de la OPEP. A raíz de la persecución que hizo Chávez a sus opositores, buscó nuevos horizontes en Colombia. Hoy es la cabeza de Vetra Energía.


Luis Guisti Presidente de Pdvsa (1994-1999), fue el primero de los cerebros petroleros en llegar. Junto con Ronald Pantin y Miguel de la Campa, fue artífice de las firmas que han sacudido el negocio de los hidrocarburos en Colombia.acific Rubiales, Alange, y Vectra.


Ronald Pantin Segundo de Pdvsa hasta 2000. Hoy es el director ejecutivo de Pacific Rubiales, después de Ecopetrol, la mayor productora de petróleo hoy en el país . Tiene 35 bloques de exploración en Colombia.




 
El mundo del arte Carlos Cruz Díez (segundo de izquierda a derecha) expuso su obra en la Galería La Cometa. Se vendieron todas sus 41 obras y más de la mitad fueron compradas por venezolanos.




Carlos Martínez Creó una cuenta en Twitter que se llama Venezolanos en Bogotá. Ya tiene casi 7.000 seguidores. Promueve a los artistas venezolanos, que trae a Colombia a hacer hasta dos o tres presentaciones en un mes.

Ana Carolina Troconis Estudió su posgrado de Odontología en la Universidad Javeriana en 2008 y dice que allí alcanzó a contar a más de 70 compatriotas. Según el DAS, hay 1.036 venezolanos con visa de estudiante. Ana trabaja ahora en Bogotá.


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jueves, 19 de mayo de 2011

VIRGINIA CONTRERAS: LEYES DE PAPEL

Si hay algo que caracteriza a los regímenes democráticos, es su sumisión al Estado de derecho. Estado de derecho no es más que la sujeción del poder del Estado a la Ley.  Uno de los fundamentos del Estado de derecho es el conocido principio de separación de poderes, formulado por Montesquieu (XVIII).  Este ha sido creado en contraposición del Estado absolutista, cuyo ejemplo más palpable fue la célebre frase, atribuía a Luis XIV: “El Estado soy yo” (L’état c’est moi).

A pesar de la ineludible obligación de nuestros gobernantes, de ceñir sus actuaciones al marco de la Ley, la práctica nos ha demostrado cómo, bajo la excusa del “interés del Estado”, dicha obligación suele diluirse, y hasta imponerse por encima de la Ley, bajo la mirada impotente de los gobernados.

Es posible que algunos eventos mundiales hayan distraído nuestra atención respecto a los sucesos que se han venido desarrollando en el Continente Americano. De allí que hayamos escogido algunos ejemplos, a los fines de destacar aquellas circunstancias en las cuales son los gobernantes quienes descaradamente violan las normas que ellos mismos pretenden imponernos, sin que en sus casos haya poder humano capaz de sancionarlos.

El primero de los eventos que vale la pena mencionar se desarrolla en Guatemala, hermoso y colorido país centroamericano, cuyo esfuerzo por salir a flote, después de una cruenta guerra civil, ha sido innegable. Su presidente es Álvaro Colóm, quien comenzó su mandato de cuatro años,  en enero de 2008. Colóm ha sido conocido como un hombre de familia, con un hogar honorable, y  con una relación sentimental con su esposa, Sandra Torres,  desde hace 14 años, si bien su matrimonio data de unos 8 años atrás.

Hace algunas semanas la sociedad guatemalteca fue sorprendida con una información, que de no haber sido ratificada por el propio presidente de la República, bien hubiera parecido alguna de esas noticias salidas de las luces de Hollywood. El presidente Colóm, y su esposa Sandra, han decidido solicitar el divorcio, decían los medios de comunicación.

Como comprenderemos, esta noticia, después de toda esa larga historia de amor que engalanó a la pareja durante la campaña que llevó al ingeniero Colóm a la presidencia, causaba sensación. Es cierto que se venía hablando del interés de la Primera dama de ser candidata presidencial, y de su frustración al constatar el impedimento que la Constitución de la República establece respecto a los parientes del presidente de la República, hasta el cuarto grado de consanguinidad, y segundo de afinidad, mientras éste se encuentre en funciones (literal “c”,art.186). Pero de allí a imaginarse que la pareja terminaría en divorcio, jamás.

El caso es que las noticias eran ciertas, y que el 11 de marzo pasado la pareja presidencial solicitó la disolución de su matrimonio, ante el Juzgado Segundo de Familia de la capital guatemalteca.  ¿La razón? Ninguna de las establecidas en el artículo 155 del Código Civil de Guatemala.  Simplemente, tal y como ellos mismos lo han reconocido, evadir la limitación constitucional antes señalada, a los fines de que la Primera dama pueda postularse como candidata presidencial por el partido oficialista “Unidad Nacional de Esperanza” (UNE), y “Gran Alianza Nacionalista” (GANA), a las elecciones convocadas por el Tribunal Supremo Electoral para el próximo 11 de septiembre.

Esta situación, en la cual la pareja presidencial reconoce tan campante su deseo de divorciarse, no en función de encontrarse su situación dentro de alguno de los supuestos legales, referidos a la disolución del matrimonio, sino de burlar el único obstáculo que los separaba de la continuidad en el poder,  es simple y llanamente un fraude a la Ley.  Esto es tan evidente, que aún hoy en día la ex Primera dama no deja de asombrarnos al reconocer públicamente que la justificación de su divorcio no obedece al mandato de la Ley, sino a otros intereses, no contemplados como supuestos para la disolución de su matrimonio. En efecto, si verificamos las declaraciones rendidas en rueda de prensa el 25 de marzo pasado,  constataremos lo antes afirmado.  Allí la Sra. Torres señala: “Me estoy divorciando del presidente, pero me estoy casando con el pueblo. Esa es la razón por la cual el presidente y yo anteponemos los intereses del país y no los propios” (sic).

Frente a este hecho es poco lo que la sociedad guatemalteca haya podido hacer. Algunos denunciaron la situación, otros interpusieron recursos de amparo, confiando en que la Fiscalía General de la República, y hasta la misma Procuraduría, procederían a investigar lo que para la sociedad de ese país es más que evidente.  Ninguna de estas instituciones hizo nada.  Siendo así, y amparada bajo los designios del poder, la titular del Juzgado Segundo de Familia aprobó la disolución del matrimonio presidencial. Con esto quedaba libre el camino, de la ahora ex Primera dama, para correr en la carrera electoral.-

Otro de los casos que vale la pena mencionar, se desarrolla en otro país centroamericano: Honduras. Allí, a pesar del proceso electoral que llevó al poder al presidente Porfirio Lobo, y de la manera pacífica cómo han tratado de resolver los aspectos vinculados a la crisis política que produjo la salida de la presidencia de Manuel Zelaya, las exigencias de la Organización de los Estados Americanos, -y de algunos de los Estados miembros más influyentes, como Venezuela-, han obligado al nuevo gobierno hondureño a tomar otra serie de medidas poco ortodoxas.

Como ha sido del conocimiento público, Zelaya, al intentar modificar la Constitución de su país a fin de establecer la reelección presidencial (prohibida por la Constitución hondureña), incurrió en el delito de “Traición a la Patria”, tal y como expresamente lo establece la Constitución de esa Nación.  Esta circunstancia dio origen a una primera acción judicial instaurada en su contra.

Posteriormente el ex gobernante fue objeto de varias acusaciones, ahora por hechos de corrupción, por la presunta comisión  de los delitos de “fraude,falsificación de documentos públicos en perjuicio de la fe y de la administración pública y apropiación indebida de 57 millones de lempiras, pertenecientes a la Presidencia y al Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS)”.

El pasado año el presidente Porfirio Lobo, mediante decreto presidencial, sobreseyó los delitos políticos por el cual había sido perseguido el ex gobernante. De igual modo, hace algunas semanas la Corte Suprema de Justicia de Honduras, determinó la “suspensión” de las órdenes de captura expedidas en contra del ex mandatario, por los delitos de corrupción en los cuales habría incurrido Zelaya, durante el ejercicio de sus funciones como presidente de la República. A pesar de ser absolutamente irregular la suspensión de unas órdenes de captura, como si de un acto voluntario se tratara, es evidente que a partir de ese momento no existía impedimento alguno para que el ex gobernante, quien hoy en día vive en República Dominicana, se trasladara físicamente hasta su país a los fines de ejercer su derecho a la defensa en los procesos en su contra.

No obstante, y para asombro de todos, el pasado 2 de mayo, un Tribunal de Apelaciones de la Corte Suprema de Justicia de Honduras, constituido “ad-hoc”, “anuló” los procesos judiciales que por corrupción se le seguían al ex mandatario. Una vez más el poder supremo del Estado podía más que el Estado de derecho, hasta el punto de reconocerle privilegios a un ciudadano, que como tal, debería ser considerado en el mismo plano, y bajo las mismas condiciones, que cualquiera de sus compatriotas.

Ninguna duda queda respecto a la “intervención Divina” en este caso, más aún cuando examinamos las efusivas declaraciones del presidente Lobo, quien al saber la noticia manifestó: “Felicito al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilés, pues la última decisión que se tomó nos abre la posibilidad para que en junio regresemos a la Organización de Estados Americanos” (sic).  Agregando más adelante: “Los dos procesos por presunta corrupción contra Zelaya están enterrados” (sic).  Visto esto, no nos queda sino concluir lo que ha sido vox populi en las instancias internacionales, y es que para que Honduras fuere aceptada ante el organismo hemisférico de nuevo, era necesario romper con el Estado de derecho. Así por lo menos lo ha entendido el presidente Lobo.

Paradójicamente, el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, declaraba en San José de Costa Rica, el pasado 13 de mayo: ”No nos enfrentamos a situaciones de muerte violenta o súbita de la democracia, sino a procesos de muerte lenta. Es decir, a procesos de involución, en donde los elementos constitutivos o esenciales de la democracia se ven erosionados e incluso violados” (sic).   Sabias palabras para quien llevó la voz cantante en la suspensión de Honduras de la OEA, olvidando que el Estado de derecho debía correr por igual para unos y para otros en ese pequeño país, hoy en día víctima de tanto atropello.-

La tercera situación a destacar posee una connotación distinta. Aquí, el poder del Estado se dirige hacia su política exterior, sin que haya nadie que lo denuncie, mucho menos nadie que lo sancione, y al parecer nadie tampoco que lo vea.

Nos referimos a la reciente designación por parte del Consejo de Jefes (a) de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el pasado mes de marzo, del nuevo (a) Secretario General de esta organización regional. Curiosamente, y a diferencia de lo que establece el artículo 10 del Tratado Constitutivo de UNASUR, en vez de designar a una sola persona para cubrir el cargo durante el lapso de DOS (2) años, los Jefes de Estado allí representados, designaron a la ex canciller colombiana, María Emma Mejía, y al ministro de energía eléctrica, venezolano, Alí Rodríguez Araque, para que “ambos”, se desempeñen como Secretarios Generales. Cada uno, durante el lapso de UN (1) año, -hasta completar los dos años- en sustitución de su antecesor, el ex presidente Néstor Kirchner, quien falleciera el 27 de octubre pasado.

Si representáramos gráficamente el caso planteado, tuviéramos que imaginarnos por un momento otras organizaciones multilaterales, como la Organización de las Naciones Unidas, o la Organización de los Estados Americanos (OEA). En cada uno de estos organismos efectivamente existe la figura del Secretario General, cuyo lapso de duración del cargo es de CINCO (5) años. Asimilando el criterio aplicado por los miembros de UNASUR a alguna de estas dos organizaciones, concluiríamos que en vez de designarse al respectivo Secretario General por el lapso de CINCO (5) años, como lo establecen los documentos constitutivos de dichas organizaciones, llegaríamos al absurdo de distribuir el cargo en cinco Secretarios Generales, por cada año de estos cinco que dura su responsabilidad.

Veamos lo que dice el Convenio de UNASUR al respecto. El artículo 26 del Tratado de UNASUR dispone: “Entrada en Vigor: El presente Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas entrará en vigor treinta días después de la fecha de recepción del noveno (9o) instrumento de ratificación.  …Para el Estado Miembro que ratifique el Tratado Constitutivo luego de haber sido depositado el noveno instrumento de ratificación, el mismo entrará en vigor treinta días después de la fecha en que tal Estado Miembro haya depositado su instrumento de ratificación”.

De lo antes expuesto se evidencian dos condiciones para la entrada en vigencia del mencionado instrumento jurídico. La primera, la suscripción del referido Tratado por cada uno de los mandatarios de los doce Estados miembros. La segunda, que una vez suscrito de la manera señalada, el Tratado en cuestión sea “ratificado” por cada uno de los Estados miembros. Esto es, que cada uno de los gobiernos de los Estados miembros, por intermedio de sus Congresos, y/o Asambleas Nacionales, ratifiquen en su seno, el contenido fiel y exacto del mencionado Convenio. Una vez ratificado, entiéndase, asimilado al derecho interno de dichos Estados, (por lo menos hasta llegar al novena de los doce Estados miembros), el Tratado adquirirá plena vigencia, después de transcurridos treinta días.

Por otro lado, el artículo 25 del citado Acuerdo, dispone: “Enmiendas: Cualquier Estado Miembro podrá proponer enmiendas al presente Tratado Constitutivo. Las propuestas de enmienda serán comunicadas a la Secretaría General que las notificará a los Estados Miembros para su consideración por los órganos de UNASUR. Las enmiendas aprobadas por el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, seguirán el procedimiento establecido en el Artículo 26, para su posterior entrada en vigencia”.  Tal y como se evidencia, (regla similar en casi todos los casos de enmiendas a instrumentos jurídicos), para que las enmiendas realizadas a dicho Tratado adquieran validez, es necesario seguir el mismo procedimiento utilizado para la constitución original del Acuerdo.

Esto es, que se comunique la propuesta de enmienda a la Secretaria General; que ésta la transmita a cada uno de los Estados miembros; que la enmienda sea aprobada por el Consejo de Jefas y Jefes de Estado; y que “se siga el procedimiento establecido en el artículo 26”, en el sentido que la enmienda sea ratificada por los Congresos de cada uno de los Estados miembros, a cuyo efecto adquirirá vigencia, pasados 30 días después de la ratificación del noveno estado”.

Al disponer los miembros del Consejo de Jefes (a) de Estado unas condiciones distintas que las establecidas en el Tratado de la organización, para ocupar el cargo de Secretario General de UNASUR, como lo es la designación de “dos” ciudadanos, quienes se desempeñarán como Secretarios Generales; así como al distribuir el lapso de duración del referido cargo, en UN (1) año, para cada una de estas personas, es evidente que el Consejo de Jefes (a) de Estado ha enmendado el contenido del artículo 10 del Tratado Constitutivo de la referida organización. En este sentido, para que dicha enmienda adquiriera validez, se hace necesario aprobar la reforma del artículo 10 del Convenio, así como solicitar la ratificación una vez aprobada, por los Congresos de los distintos Estados miembros.

A pesar de la solicitud expresa establecida en el instrumento jurídico que rige a UNASUR, hemos visto cómo los Jefes de Estado se han limitado a designar a los referidos funcionarios, destacando cada uno de los mandatarios de los Estados representados por los Secretarios Generales designados, el triunfo de su política exterior, sin que al parecer hayan advertido, o les hayan preocupado, las condiciones incumplidas para darle validez al principio del Estado de derecho al que se encuentran obligados.

Tal situación, aparte de resultar violatoria de las normas que los mismos Jefes de Estado aprobaron en la oportunidad de constituir la referida organización, obedece a algo mucho más que un mero trámite sin consecuencias jurídicas. Tanto así, que el artículo 27 del mencionado Convenio, dispone: “Registro: El presente Tratado Constitutivo y sus enmiendas, serán registrados ante la Secretaría de la Organización de Naciones Unidas”.

En efecto, si consideramos las atribuciones establecidas al Secretario General de UNASUR, en los términos del artículo 10 del Acuerdo en mención, verificaremos la trascendencia que conlleva cada una de aquellas, tanto para la organización regional, como para los Estados miembros. Basta con verificar, por ejemplo, que el Secretario General ostenta la representación legal del organismo, para comprenderlo. De allí, que quienes ejerzan dichas atribuciones al margen de la Ley, no solo condenan con la nulidad de sus actos a las instituciones, personas, o Estados con quienes mantengan relación jurídica, sino que se hacen responsables de las consecuencias que pudieran ocasionar sus actos.-

El último de los casos a destacar se ubica nuevamente en territorio centroamericano. Nicaragua, el país latinoamericano con mayor índice de pobreza en la región, después de Haití, casi podría competir también en cuanto a su manera de torcer las Leyes, cuando del poder se trata.

Si bien los hechos se producen en el año 2009, será el próximo 6 de noviembre, oportunidad en que se realizarán las elecciones nacionales en dicho país, en que los efectos de los mismos podrán apreciarse a plenitud.

La circunstancia tiene su origen en la prohibición de la reelección del presidente de la República de Nicaragua. En efecto, el literal a. del artículo 147 de la Constitución de la República, establece  “No podrá ser candidato a Presidente ni Vicepresidente de la República:

El que ejerciere o hubiere ejercido en propiedad la Presidencia de la República en cualquier tiempo del período en que se efectúa la elección para el período siguiente, ni el que la hubiera ejercido por dos períodos presidenciales”.
Bien había sido conocida, desde tiempo atrás, la intención del presidente Ortega de permanecer en el poder, bajo cualquier figura jurídica que se lo garantizara. Si bien inicialmente se especulaba respecto del interés de Ortega, de modificar la Constitución de Nicaragua, a objeto de incluir la figura del Primer Ministro a fin de ocuparla en un futuro, esto nunca se materializó.

Vigente la normativa constitucional antes expuesta, y después de una serie de peripecias jurídicas del gobernante para neutralizarla (ante la Asamblea Nacional, y posteriormente ante el Consejo Supremo Electoral), Ortega obtiene lo que no había logrado hasta la fecha ningún ciudadano dentro de todo el Continente Americano. Y es así, que mediante un recurso de amparo ante un Tribunal de Apelaciones, en Managua, el Jefe de Estado solicita la desaplicación de la norma constitucional prohibitiva de su reelección, bajo el alegato del “Principio de la igualdad ante la Ley” establecido en el artículo 48 de la propia Constitución.

No obstante la existencia de un aspecto tan complejo, como lo es la modificación, eliminación, o desaplicación de una norma constitucional de tanta trascendencia como la que impide la reelección, el caso es que a las 72 horas de haberse iniciado los trámites ante el organismo jurisdiccional, y en menos de 24 horas de terminados éstos, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, “declara inaplicable el citado artículo 147 de la Constitución en la parte íntegra” y ordena al organismo electoral eliminar todos los obstáculos para la inscripción de Ortega como candidato presidencial.

No conforme con esta nueva oportunidad que le ha dado su presencia en el poder, el presidente Ortega no ha dejado al azar ninguna opción de derrota para las próximas elecciones nacionales, en donde los votantes deberán designar también a los nuevos miembros de la Cámara de diputados.  De allí que, de un plumazo,  bajo la excusa de contribuir con el “principio  de proporcionalidad establecido en la Ley Electoral”, Ortega se haya abrogado funciones Legislativas y haya derogado el Decreto 33-2001, -vigente desde hace poco más de diez años,  el cual había incorporado los municipios de “El Rama”, “Muelle de los Bueyes” y “Nueva Guinea” (Zonas de Caribe nicaragüense) a la región autónoma del Atlántico Sur (RAAS).  Así, mediante un Decreto presidencial (1502011),  trasladó las jurisdicciones de los municipios antes señalados, los cuales han sido tradicionalmente contrarios al oficialismo, anexándolos al departamento de Chontales, (Zona Central) y de gran influencia sandinista por corresponder al área de origen del mandatario. Con esto el gobernante se garantizaba la eliminación de uno de los grandes retos que ha tenido que asumir durante su actual presidencia, como lo es el tener que lidiar con una Asamblea adversa, en donde de 90 diputados, únicamente el Frente Sandinista ha contado con 38.

En Nicaragua son cuatro los candidatos que correrán en la contienda electoral del próximo mes de noviembre. Entre los más conocidos tenemos al ex presidente Arnoldo Alemán, juzgado y condenado por hechos de corrupción, y luego liberado gracias a pactos con el propio presidente Ortega.  Otro de los candidatos es el presidente Daniel Ortega.  Con el poder en sus manos resulta más que evidente quién ganará las elecciones.  Una vez más el poder del Estado puede más que el Estado de derecho.-

Son muchos los ejemplos que podríamos señalar, en donde nuestros mandatarios le otorgan poco o ningún valor a lo que representa el Estado de Derecho. Los casos aquí mencionados presentan distintas perspectivas de una misma situación: aquella dirigida a eliminar los obstáculos que el mismo Estado de derecho ha creado frente a los gobernantes, no para molestarlos a ellos-como muchos de éstos parecieran pensar-, sino para preservar la democracia que a ellos tanto les gusta manejar.

Existen infinidad de organizaciones, públicas y privadas, que día a día han venido haciendo seguimiento al desarrollo de nuestras democracias. Todas se enorgullecen al demostrar al mundo, con mapas y diagramas de colores, cómo han evolucionado nuestros pueblos hasta el punto que solo uno, Cuba, se mantiene al margen del régimen de libertades y del sistema democrático que los otros gobiernos ostentan, se equivocan.

Mientras nuestros Estados simplemente se sustenten en función de la denominación de un sistema político, sin que se cumplan con los principios fundamentales que lo garanticen; mientras el Estado de derecho sirva solo para garantizar la permanencia de nuestros gobernantes, pero no para garantizar nuestro derecho a su relevo; mientras las Leyes simplemente sirvan para mantenerse en el papel, seguirán siendo eso y solo eso: Leyes de papel.

virmar23@gmail.com
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