BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

martes, 28 de abril de 2015

NELSON ACOSTA ESPINOZA, ¿DOLARIZAR O CAMBIAR DE RÉGIMEN POLÍTICO?

¿Un salario  en dólares es mejor que uno en bolívares? Bien, amigo lector, la respuesta es fácil de adivinar. Desde luego,  es más atractivo ganar en dólares. Inicio este breve escrito con esta interrogante debido a que en los últimos años se ha venido publicitando la idea de dolarizar la economía venezolana. Esta medida, de corte monetarista, es asumida como el instrumento apropiado para superar la crisis de carácter sistémico que confronta la sociedad venezolana.

¡Porque ahora? En otras palabras, ¿desde cuando se habla de esta providencia como instrumento para enfrentar la crisis social, política y económica del país? La pregunta es pertinente. Por ejemplo, Venezuela experimento un largo periodo de estabilidad económica sin necesidad de implementar medidas de corte monetaristas como la caja de conversión o la dolarización. En ochenta años, por ejemplo, (1913-1992) el crecimiento económico promedio anual (2,7%) fue superior al incremento registrado por una diversidad de economías desarrolladas en la región; sin dolarización.

Bien, es indudable que la actual inestabilidad económica y las elevadas tasas de inflación empujan a los agentes económicos a  cambiar activos en moneda nacional por activos en monedad extranjeras, en especial, el dólar americano. Como alternativa personal, es absolutamente racional y recomendable. La interrogante, de nuevo, ¿lo es para el país?

Bien, sobre este tema existen opiniones cruzadas y contradictorias. En el plano estrictamente monetario se reconoce que una de sus bondades es poner freno a la inflación e imponer una cierta disciplina fiscal. Esta medida, sin lugar a dudas, establece barreras “practicas, políticas y financieras para nuevas devaluaciones de la moneda respecto al dólar”. Igualmente, su aplicación implicaría “que la inflación no debería ser muy superior a la de los EE.UU, se elimina la posibilidad de financiar políticas fiscales deficitarias con emisión de dinero sin respaldo”. Entre sus efectos negativos, los expertos mencionan, “se renuncia a las herramientas de política monetaria, como la fijación de las tasas de interés y el control exclusivo de la liquidez monetaria, y también dificulta el rol del Banco Central como prestamista de último recurso en crisis bancarias”.

Amigo lector, como usted ya se habrá dado cuenta no soy un especialista en el tema. Sin embargo, me atrevo a postular lo siguiente: la raíz de los problemas que esta política monetaria pretende solucionar se ubican en otro campo: en el modelo político e institucional que ha prevalecido en el país en las últimas décadas. En fin, la dolarización por sí misma no será capaz de resolver el problema del agotamiento de un modelo político y de pensamiento que es responsable de los desajustes e irresponsabilidades que prevalecen en todas las instancias del poder público.

Para recuperar nuestra institucionalidad y lo que conlleva este restablecimiento es indispensable focalizar el accionar político en lo fundamental y evitar distracciones que suelen se desmovilizadoras. Tengámoslo claro. Para establecer y mantener disciplina fiscal se requiere de una fuerte voluntad política e institucional. Ambas condiciones son inexistentes en el país y, desde luego, no brotaran mágicamente por dolarizar la economía.

La dirigencia del bloque democrático debería posar la mirada en el país: en sus contradicciones y en los signos de agotamientos que brotan por todos los ámbitos del quehacer público y privado. Los ciudadanos demandan que  ejerza con fuerza su rol de oposición.

En lo personal, me gustaría ganar en dólares. Fantasear no cuesta nada y, a veces, es provechoso para ajustar la mente a la dura realidad a la que tenemos que enfrentarnos diariamente. Discutir sobre este tema es interesante, como todo fisgoneo intelectual.

Sin la menor duda, la política ahora es así.

Nelson Acosta Espinoza
acostnelson@gmail.com
@nelsonacosta64

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD, VENEZUELA, INTERNACIONAL, NOTICIAS, ENCUESTAS,

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.