Tuve
la oportunidad de ver por estos días Libertador, coproducción hispano
venezolana, dirigida por Alberto Arvelo y protagonizada por Edgar Ramírez. De
extraordinaria factura, la película nos transporta a la Venezuela mantuana en
la que se gestan las luchas de independencia. Narra la vida novelada de Simón
Bolívar sin ningún tipo de rigor histórico. Con un enfoque épico y humano a la
vez, se atreve a comparar al Alejandro Magno que conquista y unifica medio
mundo, con el Simón Bolívar que intenta liberar a la América del Sur.
La
meta de unión que ambos personajes históricos se trazaron en vida, se esfuma
con sus muertes. Ambos se hicieron indispensables y fracasaron en sus propósitos
de una unión que perdurara en el tiempo. Libertador no pretende ser una
película de exactitud histórica. Abarca muchos años y muchos eventos.
Desdibuja
a otros personajes históricos que aparecen en la película. Miranda, Páez y
Santander son vistos a través del angosto lente de la traición imaginada de
Bolívar. Sin embargo, Libertador logra focalizarse en el Bolívar de carne y
hueso y transmitirnos una visión del ser humano a través de eventos que con
seguridad marcaron su vida personal y pública. De extraordinaria fotografía,
actuación y puesta en escena, es una superproducción altamente recomendable.
Rescato
de la película Libertador, la meta de Bolívar de unificar a toda la América del
Sur. Un sueño que sin lugar a dudas será realidad en un futuro lejano, pero que
hace doscientos años no encontró la tierra fértil para desarrollarse. Bolívar
afirma en uno de sus diálogos, que su sueño de unión era diferente al de
Washington y Jefferson porque el pretendía la unión de todas las clases
sociales. En el mejor de los casos una gran licencia histórica pero la realidad
es que Bolívar nunca liberó a los esclavos. Los honores de la liberación de los
esclavos fueron para Abraham Lincoln en Estados Unidos (1863) y José Gregorio
Monagas en Venezuela (1856). El sueño de unión de Bolívar si era igual al de
Washington y Jefferson, y era la forma en que Bolívar intuía que Sur América
podría ser potencia mundial y hacer vida de tú a tú con Estados Unidos y
Europa.
Como
el de Alejandro Magno, el sueño de Bolívar terminó cuando murió. No terminó
antes por respeto a su vida y a sus logros. Washington y Jefferson lograron la
unión al Norte, que Bolívar no pudo al Sur. El éxito de la unión estadounidense
se basó en la descentralización y en la separación de poderes. Poder ejecutivo,
legislativo y judicial separados e igualados. En la película, Santander le
reclama a Bolívar el inmenso poder que amasa al querer ser presidente de tan
vasto imperio. A Bolívar, como a Napoleón, no se les ocurrió que la clave para
el éxito de una unión entre hombres libres era por sobre todo la
descentralización y la separación de poderes. El hombre que se asume libre no
quiere cambiar un sometimiento por otro, aunque éste sea percibido y no real.
Libertador
ilustra las dificultades de la unión, vistas a través del lente de Bolívar. Son
las mismas dificultades que tenemos los venezolanos, guardando las distancias,
al querer conformar la unidad democrática para liberarnos del yugo castro
comunista. La coyuntura actual de la Mesa de la Unidad Democrática, abre las
puertas a nuevas propuestas más completas para perfeccionar la Unidad de la
oposición democrática en Venezuela. Resalto aquí las propuestas de Carlos
Blanco (@carlosblancog) y Agustín Blanco Muñoz (@ablancomunoz), quienes
promueven una unidad descentralizada donde todos sumen, todos puedan sumar, y
todos sean dejados sumar a la unidad.
Agustín Blanco Muñoz lleva años escribiendo sobre la constitución de un Movimiento de Movimientos. Total y absoluta descentralización. Carlos Blanco propone la conformación de un Congreso Ciudadano para el manejo descentralizado de las múltiples propuestas que se generen y una posible estructuración de poderes separados, claves para la unión. En el marco del pensamiento sistémico, el Movimiento de Movimientos y el Congreso Ciudadano son jerarquías creadas para conformar sistemas sociales más robustos.
Las
jerarquías se construyen para servir a los ciudadanos y hacer posible la unión
entre ellos. María Corina Machado, en sus artículos de opinión del 19 de julio
de 2014 y del 02 de agosto de 2014 por este medio, asume el reto de aportar su
esfuerzo al Congreso Ciudadano y al Movimiento de Movimientos. Es el camino a
seguir para lograr una unidad en la oposición. Es por sobre todo, el camino a
seguir para la unión y libertad de la nación.
En
el mundo moderno, el mayor y más exitoso modelo de unión lo vemos en la Unión
Europea. Ejemplo de descentralización extrema. Unión en pleno desarrollo.
Estructuras sociales jerárquicas en un sistema social altamente descentralizado
en términos de poder y en términos geográficos son las bases para que en el
futuro logremos la unión suramericana y cumplamos el sueño de Bolívar.
Pedro
Bernardo Celis
pbcelis@usb.ve
@ProfPBCelis
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