Rompo la secuencia de artículos sobre los
retos de política económica que tiene el gobierno para presentar un punto de
vista sobre lo que hemos hechos los venezolanos con el petróleo. Una breve
historia ilustra una propuesta para el futuro.
VENEZUELA ES SU PETRÓLEO.
Esta frase sintetiza una era de explotación
del crudo que tiene, como todo, aciertos y errores y sería muy difícil evaluar
en su totalidad, aunque destacan algunos hitos que marcan nuestra historia
petrolera. Por ejemplo, saber pasar inteligentemente de las grandes concesiones
a las reivindicaciones fiscales que caracterizaron los comienzos de siglo y donde estuvieron los
pioneros del nacionalismo petrolero venezolano. Luego el otro gran hito, al
nacionalizar las empresas extranjeras, estatizarlas realmente[1], reconocerle a
quienes manejaron esa transición hacerlo con gran criterio y colocar a PDVSA en
los primeros lugares del ranking mundial petrolero.
Después de esos dos grandes momentos vino
retroceso, tras retroceso, principalmente caracterizado por la pérdida continua
de capacidad productiva, de mercados, de poder de transformación industrial y
de cada vez menos presencia e influencia internacional. Un límite lo marca la
apertura iniciada a mediados de los noventa y revertida dramáticamente desde
los años 2000 a la fecha, repitiéndose el mismo ciclo de pérdidas en todos los frentes, hasta
materializarse en la precaria situación de PDVSA. Venezuela es hoy lo que
hicimos con el recurso y así seguirá si no alteramos la ruta que nos condujo a
ella.
¿SEMBRAR EL PETRÓLEO?
Con esa frase se inaugura el estado de
conciencia del impacto del petróleo en la vida social venezolana y la intención
de romper la inercia que ahoga a Venezuela. Puesta en la opinión pública
tempranamente por Uslar Pietri y seguida por Betancourt, fue el llamado de
atención para no despilfarrar el valioso recurso, convertirlo en ganancia al
impulsar la industria y la agricultura y cerrarle el paso al “festín de los
millones”. Pero no lo hicimos. Hoy nos encontramos casi, para no decir
totalmente, en el mismo lugar que en 1936 porque los resultados económicos y
sociales de la era petrolera ¡son decepcionantes!
Que todavía nuestras ciudades estén rodeadas
de miseria, de millones de ranchos y que el tema de la pobreza no se haya
superado lo demuestran.
¿REPARTIR O INVERTIR LA RENTA?
Evaluando esa trayectoria de uso del recurso,
en especial del excedente económico que
genera y que llamamos renta, esto es el impacto económico y social que ha
tenido en nuestro país, encontramos con que, prácticamente, lo que hemos hecho
es repartir la renta. Hallamos plena justificación para convertirla en la
dádiva paternal y protectora, fuese a través de programas sociales o misiones,
pero descuidamos lamentablemente un principio económico básico: ese excedente
es el ahorro nacional por excelencia y, por tanto, tendría que ser totalmente
invertido[2]. Debimos comprender que es
el medio idóneo para restaurar ese capital, sustituirlo por otras
capacidades productivas que permitan
atenuar todo lo posible la dependencia del petróleo. Por ello propongo como
consiga para los años por venir:
¡INDEPENDIZARNOS DEL PETRÓLEO!
Ahora que los tiempos del petróleo pueden
estarse acabando para Venezuela, no como creyeron nuestros predecesores, que había que
“sembrarlo” antes de que se agotara, sino porque el mercado energético mundial
y continental muestran cambios fundamentales ahora, con carácter de urgencia
debemos Independizarnos del Petróleo y
colocar todo el excedente en un Fondo de Ahorro[3], tal como lo han hecho
muchos países[4] e invertirlo estrictamente en la creación de capacidades
productivas distintas al petróleo y bajo la estricta condición de que generen
divisas alternativas.
Ese Fondo de Ahorro tendría que ser manejado
por una representación significativa de la sociedad venezolana y separarlo de
la administración estatal, además de que el artículo primero de sus estatutos
prohibiría taxativamente cualquier intento de reparto. Solo así Venezuela
podría superar la era de la hegemonía económica y política del petróleo.
maximross@cantv.net
[1] Cuando se llevaron por delante las pocas
iniciativas venezolanas para entrar en su explotación.
2 Reconozco que intentos hubo por romper esa
inercia con la creación de Fondos de Inversión en distintas épocas, pero
terminaron destruidos o convertidos en meros repartos de renta.
3 Propuesta adelantada por otros en
Venezuela, con ciertas diferencias. (Ver Monaldi y Rodriguez. IESA).
4 Noruega, Méjico, Chile, Arabia Saudita,
Emiratos Arabes (Dubai, Abu Dhabi) y
otros lo han logrado
nguaramato@gmail.com
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Durante los últimos cincuenta años el petroleo ha sido utilizado principalmente como instrumento de populismo político barato descuidando la inversión creadora. Esta práctica se acentuó durante los últimos 14 años.....El país, en lugar de progresar, se estancó y retrocedió. Estoy de acuerdo con el planteamiento. Espero que el cambio propuesto sea en esta dirección. Chichen123@gmail.com
ResponderEliminarDurante los últimos cincuenta años el petroleo ha sido utilizado principalmente como instrumento de populismo político barato descuidando la inversión creadora. Esta practica se acentuó durante los últimos 14 años..... El país, en lugar de progresar se estancó y retrocedió. Estoy de acuerdo con el, planteamiento. Espero que el cambio propuesto y esperado sea en esta dirección. chichen123@gmail.com
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