¿Cómo son los que gobiernan actualmente? ¿Libertarios, ingeniosos, creativos, inventores? No, no son inventores, ni ingeniosos, ni creativos. Están en esos cargos porque un grupo de electores los colocaron allí. Su acción, generalmente, salvo demostración en contrario, estaría básicamente dirigida a gobernar, por consensos en las democracias plurales, a los demás, a sostenerse sobre los demás, a existir por medio de los demás. Son tan dependientes como el ladrón, como el mendigo.
Pero ha pasado y esta pasando ahora en Venezuela que quienes gobiernan, para seguir en eso, mediante permanentes cantaletas encadenadas por los medios de comunicación y exclusivamente para su propio ego y provecho y para justificar lo injustificable como la implantación del colectivismo, socialista, comunista, tratan de hacerle ver y creer al pueblo, al ciudadano, que los “vividores”, los dictadores, emperadores, anteriores gobernantes, han sido y son los principales exponentes del egoísmo individual, del liberalismo. Son unos artistas para el fraude ideológico e histórico. Justificaciones basadas en la mentira descarada.
Así explican, además, todas las acciones dirigidas a la destrucción y/o el sometimiento sistemático y continuado del ego de cada ciudadano, de cada integrante del pueblo, de sus inmediatos y mediatos colaboradores, de sus seguidores incondicionales y, por supuesto, de los libertarios, creadores, pensadores.
Dos antagonismos se hacen presentes cuando revisamos el quehacer del hombre: el genio y el “vividor”, o como mejor le parezca, el inventor y el aprovechador, el libertario y el dictador, el demócrata y el déspota, etc. Cuando el genio inventó algo el “vividor” ideó como aprovecharse, sin esfuerzo, de ese invento y obtener reconocimiento, claro esta, no merecido.
El genio, el creador, el innovador, el libertario, ha sido un faro guía para la humanidad a pesar de ser severamente combatido por los colectivistas, socialistas, comunistas. El “vividor” ha existido siempre aprovechándose de la creación. En estos momentos podemos cambiar los términos de expresión de ese antagonismo, dadas las actuales circunstancias, y denominarlos: lo individual contra lo colectivo.
Toda tiranía, incluyendo la actual, la que estamos viviendo en Venezuela, pretende justificarse y arroparse bajo la búsqueda y consecución del supuesto “bien común” para el país. Recordemos que las peores tiranías que se han conocido han sido en nombre del “bien común”, en nombre del colectivismo, socialismo, comunismo. ¿Lo hemos olvidado? ¿Olvidamos que las mayores crueldades y matanzas humanas han sido perpetuadas por los seguidores del colectivismo, socialismo, comunismo? ¿Olvidamos que los mayores carniceros humanos se han presentado como los más sinceros, los más creíbles, los mayores defensores del “bien común”?
¿Qué pregonaban, qué decían esos matarifes humanos? Decían creer, pregonar e implantar la sociedad perfecta, la felicidad perfecta para todos. ¿Qué usaron para “implantar la sociedad perfecta”? Usaron la guillotina, el pelotón de fusilamiento, la eliminación del oponente, el chantaje, todo tipo de recurso y arma de todo tipo y naturaleza contra las personas.
¿Quién o quienes se le opusieron desde el comienzo? ¡Muy pocos! ¿Por qué? Porque asesinaban y eliminaban con un propósito: “el bien común”, por el supuesto bienestar colectivo, socialista, comunista. Parte del mundo acepto el sacrificio del pueblo, de los ciudadanos, en aras del supuesto bien común.
Los colectivistas, socialistas, comunistas, ensalzan el humanismo, no se lo quitan de la boca, lo arropan con el termino amor por el pueblo, por el individuo, por la sociedad, por la familia, por los niños, ancianos, etc., y terminan, acaban con el pueblo, con el individuo, con la sociedad, en un perfecto e inmedible baño de sangre, de crimen, de verdadero ajusticiamiento, de verdadera barbarie. Y esta acción la consideran buena porque no es libertaria, producto del ego, del individuo.
Los colectivistas, socialistas, comunistas, actúan y obligan a sus victimas a soportarlo todo. Los van acostumbrando. Los van acorralando. Gritan a los cuatro vientos que no piden nada para ellos; pero basta observar los resultados de su accionar. Quieren el poder.
Revisemos una sociedad basada en el individualismo, en los creativos, en el egoísmo, en la libertad, y la comparamos con una basada en el colectivismo, socialismo, comunismo. Estados Unidos y Urss. ¿Cuál es más progresista? ¿Cuál tiene en su haber más logros? ¿Cuál alcanzo más prosperidad? ¿Cuál garantiza mayor libertad? ¿Cuál le presta mejores garantías y servicios a su pueblo, a los ciudadanos? ¿Cuál tiene mejor salud, educación? ¿Cuál presenta más defectos? ¿Para donde quiere irse y se van gran parte de los latinos?
La sociedad de los Estados Unidos no esta basada en el servicio desinteresado, en el sacrificio del ciudadano por los demás; esta basada en el derecho del ciudadano a la búsqueda de su felicidad, de su realización con libertad, con seguridad, con su trabajo, con su esfuerzo, con su intelecto. Sus motivos son personales y privados, egoístas, libertarios, creativos. El antagonismo entre individuo y colectivo nos ha mantenido en un conflicto permanente. Y las civilizaciones se levantan y caen; nacen, crecen y desaparecen. Descubren y proclaman una verdad la cual es sustituida por otra, la más cercana, la más nueva. La civilización progresa.
El salvaje se rigió por sus leyes. La civilización ahora busca la liberación del hombre del hombre. Hoy toca a la puerta la necesidad imperiosa de que la inteligencia venezolana y todos los trabajadores, los creadores, los productores, los libertarios, los constructores de sueños y naciones, recuerden su compromiso con la civilización, den un paso al frente y combatan con todo rigor este colectivismo, socialismo, comunismo cavernícola, retrogrado, “vividor”, corruptor de la inteligencia.
La crisis de abastecimiento y electricidad, luego de 10 años de gobierno y con inmensos recursos hasta para botar al exterior no solo evidencia y simboliza el total fracaso de este gobierno sino que coloca a la vista del mundo la escalada de horror sin precedentes de que es capaz de hacernos sufrir este gobierno colectivista, socialista, comunista, que “usted ahora lo conoce” y sus rojos, rojitos. Dejar que la guerrilla ocupe e imponga su dominio, vacuna y su crimen en el país es parte de la escalada de horror. Ídem producción. Ídem alimentos. Ídem comunicaciones. Ídem inseguridad. Etc.
“El argumento se semeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano”. Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.
Caracas, Venezuela, 12/09/08. 11/11/08.
Pero ha pasado y esta pasando ahora en Venezuela que quienes gobiernan, para seguir en eso, mediante permanentes cantaletas encadenadas por los medios de comunicación y exclusivamente para su propio ego y provecho y para justificar lo injustificable como la implantación del colectivismo, socialista, comunista, tratan de hacerle ver y creer al pueblo, al ciudadano, que los “vividores”, los dictadores, emperadores, anteriores gobernantes, han sido y son los principales exponentes del egoísmo individual, del liberalismo. Son unos artistas para el fraude ideológico e histórico. Justificaciones basadas en la mentira descarada.
Así explican, además, todas las acciones dirigidas a la destrucción y/o el sometimiento sistemático y continuado del ego de cada ciudadano, de cada integrante del pueblo, de sus inmediatos y mediatos colaboradores, de sus seguidores incondicionales y, por supuesto, de los libertarios, creadores, pensadores.
Dos antagonismos se hacen presentes cuando revisamos el quehacer del hombre: el genio y el “vividor”, o como mejor le parezca, el inventor y el aprovechador, el libertario y el dictador, el demócrata y el déspota, etc. Cuando el genio inventó algo el “vividor” ideó como aprovecharse, sin esfuerzo, de ese invento y obtener reconocimiento, claro esta, no merecido.
El genio, el creador, el innovador, el libertario, ha sido un faro guía para la humanidad a pesar de ser severamente combatido por los colectivistas, socialistas, comunistas. El “vividor” ha existido siempre aprovechándose de la creación. En estos momentos podemos cambiar los términos de expresión de ese antagonismo, dadas las actuales circunstancias, y denominarlos: lo individual contra lo colectivo.
Toda tiranía, incluyendo la actual, la que estamos viviendo en Venezuela, pretende justificarse y arroparse bajo la búsqueda y consecución del supuesto “bien común” para el país. Recordemos que las peores tiranías que se han conocido han sido en nombre del “bien común”, en nombre del colectivismo, socialismo, comunismo. ¿Lo hemos olvidado? ¿Olvidamos que las mayores crueldades y matanzas humanas han sido perpetuadas por los seguidores del colectivismo, socialismo, comunismo? ¿Olvidamos que los mayores carniceros humanos se han presentado como los más sinceros, los más creíbles, los mayores defensores del “bien común”?
¿Qué pregonaban, qué decían esos matarifes humanos? Decían creer, pregonar e implantar la sociedad perfecta, la felicidad perfecta para todos. ¿Qué usaron para “implantar la sociedad perfecta”? Usaron la guillotina, el pelotón de fusilamiento, la eliminación del oponente, el chantaje, todo tipo de recurso y arma de todo tipo y naturaleza contra las personas.
¿Quién o quienes se le opusieron desde el comienzo? ¡Muy pocos! ¿Por qué? Porque asesinaban y eliminaban con un propósito: “el bien común”, por el supuesto bienestar colectivo, socialista, comunista. Parte del mundo acepto el sacrificio del pueblo, de los ciudadanos, en aras del supuesto bien común.
Los colectivistas, socialistas, comunistas, ensalzan el humanismo, no se lo quitan de la boca, lo arropan con el termino amor por el pueblo, por el individuo, por la sociedad, por la familia, por los niños, ancianos, etc., y terminan, acaban con el pueblo, con el individuo, con la sociedad, en un perfecto e inmedible baño de sangre, de crimen, de verdadero ajusticiamiento, de verdadera barbarie. Y esta acción la consideran buena porque no es libertaria, producto del ego, del individuo.
Los colectivistas, socialistas, comunistas, actúan y obligan a sus victimas a soportarlo todo. Los van acostumbrando. Los van acorralando. Gritan a los cuatro vientos que no piden nada para ellos; pero basta observar los resultados de su accionar. Quieren el poder.
Revisemos una sociedad basada en el individualismo, en los creativos, en el egoísmo, en la libertad, y la comparamos con una basada en el colectivismo, socialismo, comunismo. Estados Unidos y Urss. ¿Cuál es más progresista? ¿Cuál tiene en su haber más logros? ¿Cuál alcanzo más prosperidad? ¿Cuál garantiza mayor libertad? ¿Cuál le presta mejores garantías y servicios a su pueblo, a los ciudadanos? ¿Cuál tiene mejor salud, educación? ¿Cuál presenta más defectos? ¿Para donde quiere irse y se van gran parte de los latinos?
La sociedad de los Estados Unidos no esta basada en el servicio desinteresado, en el sacrificio del ciudadano por los demás; esta basada en el derecho del ciudadano a la búsqueda de su felicidad, de su realización con libertad, con seguridad, con su trabajo, con su esfuerzo, con su intelecto. Sus motivos son personales y privados, egoístas, libertarios, creativos. El antagonismo entre individuo y colectivo nos ha mantenido en un conflicto permanente. Y las civilizaciones se levantan y caen; nacen, crecen y desaparecen. Descubren y proclaman una verdad la cual es sustituida por otra, la más cercana, la más nueva. La civilización progresa.
El salvaje se rigió por sus leyes. La civilización ahora busca la liberación del hombre del hombre. Hoy toca a la puerta la necesidad imperiosa de que la inteligencia venezolana y todos los trabajadores, los creadores, los productores, los libertarios, los constructores de sueños y naciones, recuerden su compromiso con la civilización, den un paso al frente y combatan con todo rigor este colectivismo, socialismo, comunismo cavernícola, retrogrado, “vividor”, corruptor de la inteligencia.
La crisis de abastecimiento y electricidad, luego de 10 años de gobierno y con inmensos recursos hasta para botar al exterior no solo evidencia y simboliza el total fracaso de este gobierno sino que coloca a la vista del mundo la escalada de horror sin precedentes de que es capaz de hacernos sufrir este gobierno colectivista, socialista, comunista, que “usted ahora lo conoce” y sus rojos, rojitos. Dejar que la guerrilla ocupe e imponga su dominio, vacuna y su crimen en el país es parte de la escalada de horror. Ídem producción. Ídem alimentos. Ídem comunicaciones. Ídem inseguridad. Etc.
“El argumento se semeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano”. Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.
Caracas, Venezuela, 12/09/08. 11/11/08.
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