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miércoles, 3 de diciembre de 2014

PEDRO R. GARCÍA M., ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL PETRÓLEO COMO RIQUEZA, Y EL CASI NULO APORTE NUESTRO AL VALOR TRABAJO II.

PEDRO R.  GARCÍA M.
El pensamiento económico de la Grecia Clásica.

Se ha dicho que “excepto por las fuerzas ciegas de la naturaleza, nada mueve a este mundo que no sea de origen griego”. Adam Smith, en La Riqueza de las Naciones hace referencia a Pitágoras, Demócrito, Epicuro, Platón y Aristóteles. Malthus basaba sus trabajos en los trabajos de Platón y Aristóteles. Mill tradujo notas para cuatro diálogos de Platón. Carlos Marx escribió su tesis doctoral sobre la filosofía natural de Demócrito y Epicuro.
Siendo tan rico el legado de los griegos, no es sorprendente encontrar paralelismo entre las ideas griegas y el pensamiento económico desarrollado 2000 años después. El pensamiento económico de los antiguos Hebreos está representado en los mandatos morales de la Biblia. El de los griegos se encuentra en las discusiones de los filósofos. La Biblia se dirige a la gente en general. Por otro lado, el público de los pensadores griegos es un grupo más selecto compuesto primariamente de una élite bien educada. Mientras que el pensamiento económico de la Biblia está inspirado en impulsos religiosos, el pensamiento económico de los grandes pensadores griegos se desarrolló principalmente en conexión con sus ideas políticas.
La Ciudad-Estado Griega.
El escenario de la vida griega era la polis, o ciudad estado, que floreció sobre todo en Atenas. Los griegos eran excesivamente celosos de su participación en la vida política, aún en quebranto de su trabajo productivo. Mucho de éste era efectuado por esclavos y por residentes extranjeros sin los cuales el sistema no hubiera tenido la capacidad de producir el superávit necesario para mantener a tantos políticos.
Ubicando algunas pistas…
Cuatro eventos en la historia económica Griega.
Acontecimientos que destacan en la historia económica griega antigua que habrían de producir profundos efectos en la estructura de la ciudad-estado.
El primero fue la adopción del alfabeto fenicio en el siglo IX A.c. La disponibilidad de la palabra escrita fue un factor altamente significativo en el desarrollo del comercio y en la colocación de las clases económicas.
El segundo evento fue la fundación de colonias griegas alrededor del Mediterráneo y el Mar Negro al final del siglo VIII a.C. Las colonias, independientes políticamente de su ciudad fundadora, se convirtieron en socios comerciales de la última, intercambiando esclavos, granos, y otros artículos.
El tercer evento fue la invención de la moneda acuñada en Lydia, Asia Menor, en el siglo VII a.C., que pronto se extendió a toda Grecia. La introducción de la moneda marca el fin de una era en la que la riqueza se tenía principalmente en tierras, ganado, aceite u otros productos que, o bien eran perecederos o no podían acumularse sin límite. La acuñación de moneda fue un estímulo para la acumulación de riqueza.
El cuarto evento, que ocurrió casi en forma paralela a la aparición de la moneda fue el nacimiento del crédito con interés. El interés probablemente tuvo su origen en los antiguos préstamos de ganado o grano, en los que la naturaleza produce un rendimiento.
Desarrollo económico.
La promoción del comercio y la empresa parece haber ensanchado la brecha entre ricos y pobres en la ciudad-estado, entre grandes terratenientes y pequeños propietarios, y entre las antiguas clases aristocráticas y las nuevas clases adineradas. Existían además otros factores que impedían un desarrollo económico. El crecimiento de la población daba lugar a la emigración más que a un crecimiento de la producción. La esclavitud impedía el desarrollo económico debido a la falta de motivación y capacidad del esclavo y porque bloqueaba a buena parte de la población, tal como trabajadores libres, un reclamo por un mejor nivel de vida. La empresa era pequeña y era mantenida por propietarios de tierras, artesanos, comerciantes y tenderos. La guerra era una actividad económica importante porque producía esclavos y tributos a pagar por el derrotado. No existía desempleo, ni siquiera el término existe en la lengua griega, pero su antónimo, el monopolio, era conocido, practicado y desaprobado.
Las reformas de Solon.
Políticamente Grecia alcanza su madurez con Solón. Sus muchas reformas incluyeron también medidas económicas como la cancelación de todas las hipotecas y deudas en las que el deudor hubiera otorgado su persona como garantía, la liberación de todos aquellos esclavizados por razón de deudas, la abolición de la esclavitud por deudas, una limitación al tamaño de las propiedades, y la prohibición de la exportación de productos, excepto el aceite. Las reformas económicas de Solón implicaron una gran bonanza para los pequeños propietarios y los trabajadores sin tierras ya que otorgaban una medida de protección contra la pérdida de la tierra o de la libertad. La prohibición de las exportaciones tenía como objeto evitar la escasez y aumento de precio de los granos en la ciudad.
No  hablaré de los filósofos griegos, porque algunos les hemos dado un repaso a sus aportes al pensamiento. Bien sabemos que Pitágoras, “promovió el estudio de los números, sacándolos de la pura actividad mercantil”, introdujo el sistema de pesos y medidas entre los griegos y sus ideas sirvieron también para el enfoque matemático de la teoría del justo cambio propuesta más tarde por Aristóteles. Ni de otros pensadores presocráticos como Heráclito que pensaba que “la guerra es la madre de todas las cosas”, una idea que ha sido interpretada en el sentido de la lucha entre fuerzas opuestas que genera balance, equilibrio o un orden armonioso; Demócrito con su teoría del valor económico, diciendo que la misma cosa es buena y cierta para todos los hombres, pero su gusto difiere de uno a otro y por tanto que las cosas mas agradables se vuelven desagradables si no prevalece la moderación, con lo que anticipó la noción de la utilidad decreciente y la transformación de los bienes en estorbo cuando se alcanza un nivel de saturación y de su intención de atacar el problema económico de la escasez por el lado de la demanda, o que incluso que la defensa que hace Aristóteles de la propiedad privada esté inspirada en las ideas de Demócrito; o de Platón, el primer comunista elites co que establece una distinción entre la riqueza heredada y la adquirida, por cuanto aquellos que han forjado su propia fortuna están mucho más ligados a ella que otras personas: su riqueza no solamente le es útil, sino que es algo que es su creación, rechazando respecto a la justicia que conforme a su pensamiento es la del contrato social que sostiene que la conducta de todos los individuos está limitada por el interés de todos, o estableciendo la división de los bienes en tres categorías: una clase consiste de placeres y satisfacciones inocuas que recibimos por sí mismas, y que no tienen consecuencias posteriores que la satisfacción del momento. Otra clase está formada por objetivos que en sí mismos son una carga y que no son buscados por sí mismos sino por las consecuencias deseables de sus resultados, tal como realizar el propio trabajo. La tercera y más elevada de las clases está formada por aquellas cosas que son buenas por sí mismas y por sus consecuencias, como el conocimiento y la salud, como aportando uno de sus conceptos centrales, la división del trabajo, que será de importancia suma en la historia del pensamiento económico, al punto que dos mil años después sería la piedra angular del sistema económico propuesto por Adam Smith, aunque existan diferencias en sus enfoques porque para Platón el hecho más importante es la desigualdad humana, que da lugar a la especialización, que en él, se produce la justicia si cada quien se dedica a la ocupación para la que la naturaleza le ha dotado mejor. Es de notar el punto de vista de Platón, de que “todas las guerras se hacen para obtener dinero” (Felón, 66c), por ello la necesidad de contar con una fuerza militar capaz de resistir la agresión, hecho que la lleva a postular el bi clasismo: así a la clase de productores (agricultores, artesanos, comerciantes, tenderos, etc.) que son los gobernados, le suma una segunda clase, la clase gobernante diferenciando en ella a dos subgrupos, los soldados y aquellos que se encuentran en el vértice de la pirámide, los filósofos. Las tres clases de productores, soldados, y filósofos reflejan el punto de vista de Platón respecto a la mente y el alma humana, la que divide en tres partes, “una que procura, otra que lucha, y otra que piensa”. Tal orden armonioso de la sociedad constituye la justicia. Para permitir a los filósofos el obtener y mantener el poder del estado, Platón propone que influyan sobre la población por medio de mentiras “nobles” o “medicinales” en relación a su origen divino y el linaje inferior de las demás clases y por ende, debe liberárseles de la carga de la propiedad privada y la familia a fin de que puedan dedicar sus vidas a los asuntos para los cuales les ha equipado mejor la naturaleza, estableciendo para estas clases una comunidad de propiedad, así como de mujeres. Esto quiere decir que las clases superiores no habitarán en casas privadas sino que vivirán juntos y compartirán alimentos comunes. 
La importancia que Platón da al requerimiento de que las clases superiores deban tener sólo una propiedad comunitaria queda de relieve en su discusión de las causas responsables de la degeneración del estado ideal. Tal degeneración puede presentarse principalmente como resultado de la operación de factores económicos. Las clases gobernantes se corromperán al adquirir un gusto por el dinero y las posesiones, y la clase productora, cuyos miembros por su misma naturaleza ya tienen tal gusto, no tendrán deseo de acceder a la posición de gobernantes si esta excluye la acumulación de riqueza. En su conjunto Platón distinguió cinco clases de gobierno: el aristocrático de la comunidad ideal gobernada por los mejores, y cuatro formas degeneradas: timocracia a gobierno de los soldados, oligarquía o plutocracia, gobierno de los ricos; democracia; y despotismo. 
Si el soldado usurpa el poder, el libertinaje subsecuente, envidias y rivalidades, son estimulados por la posesión de tierras, casas, y otros tipos de propiedad. En la escala de valores del público la riqueza alcanza un valor preponderante, reemplazando al conocimiento y la virtud. Al reflejar este cambio en valuación, se requieren calificaciones de riqueza para el ejercicio del poder político, el cual es tomado por los ricos, estableciéndose la plutocracia. Así el estado queda dividido en ricos y pobres, con las dos clases antagónicas. Las filas de los pobres se verán engrosadas por ricos empobrecidos inevitablemente y, finalmente, las clases depauperadas se rebelarán, y al ganar los pobres se establece la democracia. Entonces el deseo imposible de satisfacer por la riqueza pierde su lugar como el bien mas alto y es reemplazado por un también imposible de satisfacer anhelo por una libertad irrestricta. 
A Platón le disgusta este arreglo social en el que todo mundo es libre de hablar y actuar como le parezca, aunque tiene que admitir que una constitución social bajo la cual cada quien puede desarrollar al máximo sus capacidades puede resultar el mejor. Eventualmente, la lucha económica traerá el fin de la democracia, tal como ha destruido otras formas de gobierno. En esta situación se presenta un campeón del pueblo. Este se transforma en un déspota porque es incapaz de mantenerse en el poder por medios distintos del terror, haciendo la guerra igualmente a los ricos, a los que persigue como enemigos del pueblo, y a los hombres de coraje y razón, que le detestan; tampoco hablaré de Aristóteles cuyos escritos cubren la totalidad del tramo del conocimiento humano, su creencia en la desigualdad básica entre los seres humanos, por lo que propone una reglamentación estricta y severa de la sociedad, y en su solución al problema económico pone más énfasis en la mejora moral que en la reglamentación, ya que según él, las personas pueden cambiar por un medio ambiente adecuado, por instituciones adecuadas, y por el poder de persuasión, y si se convierten en mejores hombres, entonces el problema de la escasez de bienes materiales se vuelve menos opresivo. Expresa una forma de pensar en la que define que “desde la hora de nuestro nacimiento, algunos están marcados para la sumisión, otros para gobernar”, arguyendo que el amo puede prever por el ejercicio de su mente; el esclavo puede con su cuerpo dar efecto a tal previsión, por lo que el  término griego economía significa literalmente “administración de la casa”, que la primera tiene la función de usar, que se distingue fundamentalmente de este el “arte de la adquisición”, que tiene la función de proporcionar, identificando en ellas a las naturales, que son aquellas relacionadas funcionalmente con la satisfacción de las necesidades y así producen una riqueza limitada en cantidad por el propósito que sirve, la satisfacción y enfoca los diferentes métodos de adquisición que corresponden a diferentes maneras de vida, que son cinco, que se pueden presentar en su forma pura o combinada: pastoreo, agricultura, pesca, cacería y, sorprendentemente, piratería, que al menos debemos de recordar lo que acontecía en los mares de su época, así como la rapacidad de ingleses, holandeses y franceses durante el largo período colonial y en el de hoy con las metamorfosis que conocemos como las invasiones militares a los países para robar sus recursos naturales de importancia y la actitud de la justicia estadounidense respecto a los llamados fondos buitres. Para Aristóteles la práctica de estas artes de adquisición producen lo que la naturaleza ha proveído para el hombre - verdadera riqueza que es limitada en cantidad por las necesidades del hogar y de la ciudad. “La vida es acción, no producción”. Aristóteles discute otras formas de ejercitar el arte de la adquisición no natural. Los ejercicios no naturales del arte de la adquisición, por otro lado, persiguen la ganancia monetaria, y la riqueza que rinden es potencialmente ilimitada, ya que la acumulación de riqueza se vuelve un fin en sí misma más que como un medio -la satisfacción de las necesidades que pondría un límite a tal acumulación. Añade Aristóteles que tal riqueza no conoce límites porque el deseo de las personas por bienes materiales tampoco tiene límite. Es lo que en palabras más acordes de este tiempo llamamos voracidad. Aristóteles hace una importante distinción entre uso e intercambio, lo que mas tarde ampliaría para distinguir entre valor de uso y valor de cambio, argumentando que el uso verdadero y adecuado de las cosas es la satisfacción de las necesidades naturales. En sus propias palabras, “es mas necesario limitar la población que la propiedad”. La negligencia en este sentido es inevitablemente causa de pobreza y “la pobreza es madre de la revolución y del crimen”. “Sería mas importante igualar los deseos de la gente que sus propiedades”. Esto podría lograrse con la ayuda de la educación; pero una educación que tuviera en cuenta las diferencias individuales más que una que ofreciera el mismo programa para todos. Mas aún, la desigualdad económica, aunque es una causa importante del disgusto social, no es la única causa. La desigualdad de cargo o prestigio son también importantes, pero operan de manera distinta: las masas son incitadas a la revolución por una desigual distribución de la propiedad, mientras que la élite es incitada de igual manera por una desigual distribución de cargos y prestigio. No todos los crímenes son causados por la ambición, especialmente los grandes: “los hombres no se vuelven tiranos para no sufrir frío”. Por tanto, el factor económico, aunque importante, no es el único que opera en la historia. Después de este vendrá Diógenes, el fundador de los Cínicos, que buscaban “liberarse de la ambición”, no produciendo bienes, sino extinguiendo el deseo y renunciando a las posesiones y establecieron el estándar del mínimo, para demostrar que la vida puede ser vivida bajo las más humildes y miserables circunstancias; bajo la Stoa o Pórtico de Atenas, Zenón fundará la escuela de los estoicos que enseñaban que existía sólo un bien, la virtud, y que su práctica sola asegura la felicidad, por lo que para ellos la virtud significaba una conducta libre de emociones y pasiones, cuyo rechazo traería al individuo una serenidad de mente que ningún evento externo podría perturbar. Las ideas de los estoicos pasaron a la posteridad gracias al Derecho Romano, que recogió el concepto de ley natural, implicando por ésta todas las razones que gobiernan este mundo y reflejan la naturaleza de las cosas. La ley natural vino a ser usada como la piedra de toque para probar las leyes del derecho positivo. 
Le seguirá Epicuro quién sugiere: “Si deseas hacer rica a una persona, no le des mas dinero, sino disminuye su ambición”. Los deseos los divide en tres categorías: Los deseos básicos que son naturales y necesarios, otros naturales pero no necesarios, y otros más ni naturales ni necesarios. Sólo los deseos naturales y sólo aquellos que no sean dañinos merecen satisfacción y aconseja a sus seguidores conformarse con muy poco en todas las circunstancias. Más bien predica la satisfacción con lo poco si no hay suficiente.
Pedro R. Garcia M.
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domingo, 30 de noviembre de 2014

PEDRO R GARCÍA M., ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL PETRÓLEO COMO RIQUEZA, Y EL CASI NULO APORTE NUESTRO AL VALOR TRABAJO

“Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté”.(Coronel Miguel de Cervantes Saavedra Don Quijote de la Mancha).

PEDRO R GARCÍA M.,
El aceite de la “roca” en el mundo antiguo:
Los griegos lo conocían. Homero (Siglo VIII a.C.) en la Ilíada refiere que “los troyanos arrojaron sobre el rápido navío un fuego incansable tras el cual se extendían unas llamas que no podían extinguir”. Se refiere al Fuego Griego. El padre de la historia, Herodoto de Halicarnaso (484 y 425 a.C.), en su obra Nueve libros de la historia habla “del aceite negro y maloliente que los persas extraían de los pozos con sal y asfalto”. Luego, Alejandro Magno (356 a 323 a.C.) refiere que sus enviados han hallado asfalto en Mesopotamia. Diodoro (Siglo I, a.C.), refiriéndose a Babilonia, afirmaba: “Aunque en Babilonia se han producido gran cantidad de milagros increíbles, no hay nada como la gran cantidad de asfalto que se encuentra allí”. Plutarco (46-120 d.C.) apunta haber sabido de emanaciones en Ecbátana y en su biografía de Alejandro (en Vidas paralelas) refiere que el héroe recibía masajes con nafta, lo que le provocaba “desahogo y diversión”.
En la India se guardan referencias todavía más antiguas de la existencia de afloramientos, cuyo líquido viscoso era usado en las construcciones para juntar ladrillos, alrededor de 3.000 años antes de Cristo. En China y Japón también se recogen referencias sobre el Aceite de Piedra. En Indonesia, el petróleo era conocido y hasta objeto de presentes del rey de Sumatra al emperador chino, como ocurrió en 971. En Birmania era frecuente el uso del petróleo, al que llamaban “agua que hiede”.
En la Biblia, en el Antiguo Testamento y en el Segundo Libro de los Macabeos hay una referencia precisa a un “líquido espeso” que fue rociado sobre la leña y prendió la fogata y, por supuesto, no se trataba de agua sino de un líquido negro, viscoso y de olor repugnante. En el libro del Génesis, capítulo ocho, se refiere que Noé utilizó petróleo para impermeabilizar el Arca donde salvó a los animales del diluvio universal. En el capítulo 11 del
mismo libro se hallan referencias al uso de petróleo para las juntas de ladrillos en la construcción de la Torre de Babel.
Pero de todas las referencias antiguas la más lejana es la de Asiria y Babilonia (4000 a.C.), donde se utilizaba el Aceite de Piedra para cala- fatear las embarcaciones, mientras en Egipto se usaba para mantener engrasadas las pieles y, también, en el proceso de momificación de los cadáveres. De hecho, en la tablilla XI del poema épico de Gilgamesh (2650 a.C.), cuando se relata el diluvio ya se menciona el betún para el calafateo del Arca: “Seis “sar” (medidas) de betún eché en el horno, Gen 6,14; Tres “sar” de asfalto [también] eché en el interior, Tres “sar” de aceite los portadores de cestas transportaron, Aparte de un “sar” de aceite que la calafateadura consumió, y los dos “sar” de aceite [que] el barquero estibó”. De modo que en la antigüedad el petróleo era usado para estimular el fuego, para alumbrar, para aliviar y curar dolencias. Plinio (23-79 d.C.) llega a establecer hasta 30 utilidades terapéuticas, teniéndosele como la panacea universal. Afirma: “Corta hemorragias, cicatriza heridas, trata las cataratas, sirve como linimento para la gota, cura el dolor de muelas, cura el catarro crónico, alivia la fatiga al respirar, corta la diarrea, corrige los desgarros musculares y alivia el reumatismo y la fiebre”. También fue usado para mantener las antorchas encendidas, lo que le daba una supremacía guerrera a quien lo utilizaba en las contiendas. Sobre todo a partir del siglo VII, cuando los bizantinos lo utilizaron como Oleum incendiarium (Fuego Griego). Esto consistía en una combinación de petróleo con cal que al colisionar con lo húmedo estallaba en llamas. De allí que los bizantinos lo dispararan puesto en la punta de sus flechas o como una suerte de granadas. El Fuego Griego era considerado un secreto de Estado, ya que le atribuía una supremacía notable a quien sabía utilizarlo. De hecho, Constantino logra salvar a Constantinopla de la flota musulmana de Moaviah al usar el Fuego Griego, con el que pudo poner a raya a los invasores. De allí en adelante la supremacía bizantina sobre los mares se funda en esta herramienta.
Ubicando algunas pistas…
En estos días no he podido evitar centrar la atención en algunas plumillas de retaguardia sobre el controvertido tema del petróleo y uno de sus derivados más sensibles la gasolina, cuyos puntos de vistas profusamente nos llegan al correo electrónico y en cuyos autores puede observarse la aviesa intencionalidad política, que turba considerablemente cualquier orientación seria y responsable. Su sola lógica de exposición llenaría de tribulación a hombres como Leonardo Ruiz Pineda o Alberto Carnevalli o Antonio Pinto Salinas, Alberto Adriani, que fueron hombres íntegros, de una honestidad intelectual lindante con los más altos valores de la especie humana, que se expusieron, a riesgo de sus vidas, en la defensa de los ideales que habían abrazado desde aquellos momentos de la convicción juvenil de luchar.
La mayoría de esos artículos son una falsificación burda, y quiero aprovechar para una intermisión,  sin ingresar en el terreno escabroso de las babiecadas dónde se desdoblan diariamente quienes se arrogan esa visión anacrónica, que contamina a la nueva derecha e incluso al centro que le es más cercano, hacerlo solo nos trasladaría a la permisiva actitud del cretinismo, de quienes en este agónico lapso, permanecen anclados inalterablemente en la obsesión que les paraliza viendo al mundo como si fuera la punta de su nariz, y con ello evitando la incontestable muestra de irresponsabilidad, como lo es no pugnar por constituirse en opción, que  resiste indefectiblemente la asunción de riesgos, pero que le evitarían el contagio de esa perversidad que dan los influjos de sus placeres solitarios imaginativos, tan en boga en esos círculos abanderados del atraso tendido y de la impostura histórica; me disculpan que al intentar señalar algunas temáticas sobre el álgido tema del aumento de la gasolina, no podemos circunscribirnos solo a el sin abordar antecedentes de nuestro oro negro, ya que persisten en el permisivo empeño de vendernos como guías a un tipo de “tecnócratas” ejemplo: un expresidente de Pdvsa (expulsado de Colombia por falsificación de cifras) y a un flamante exministro de Energía y Minas rey del mercado spot,  punto de vista que solo permite demostrar que en temas de Estado como este en algunos sectores sigue primando la chatura intelectual.
Este es un tema que seguramente todos  recordaran, en el pensum que tuvimos que aprobar en el bachillerato, la materia económica nos la daban bajo la denominación de Geografía Económica de Venezuela. Y tenían mucha razón los formuladores del pensum, porque el petróleo es, como lo fueron en el pasado otras fuentes de energía que le precedieron, el producto globalizado por excelencia, como sigue siendo actualmente. Es esa misma materia en sus clases, nuestros docentes, que eran excelentes pedagógicamente, nos explicaban que Venezuela importaba para la refinería de Curazao, el petróleo liviano árabe a fin de procesar el nuestro, por su alto contenido de cuantioso azufre, y poder obtener una gasolina de Standard internacional. Hoy me alarmo cuando aparecen  en la prensa titulares que enfatizan que “Venezuela por primera vez en su historia importa petróleo”. La única explicación es que con toda probabilidad ese tipo de información proviene de periodistas o “analistas” que o bien fueron formados en los colegios privados dónde se les excluye de la verdad, o porque han obtenido sus borlas universitarias en los incontables Institutos universitarios públicos y privados, que no superan ser un deficiente sexto año de bachillerato). No estar al corriente que esa tecnocracia petrolera que muchos definían como “meritócratas” robándole la autoría del término a Renny Ottolina quien acuñó legítimamente fortunas precisamente del negocio de la importación de petróleos livianos para el procesamiento del criollo. Quien le interese el tema lo puede profundizar en los añejos trabajos expuestos y publicados por Hugo Pérez La Salvia, a quien no le profeso fervor político, o de Pedro Miguel Páreles o de Rubén Sader Pérez.
Una responsable formulación de fondo del tema con ocasión de la previsible caída de los precios petroleros y el aumento de la gasolina debe ajustarse a trazar los distintos escenarios que confluyen sobre una visión de Estado.
Por ejemplo, en prima facie se debería proponer un acuerdo mínimo en torno al lenguaje que se utilizaría para una perspectiva del debate en el mediano y largo plazo. Yo como ciudadano de a pie voy a hacer algunos comentarios:
Las fuentes de la civilización occidental: La Biblia.
Se ha dicho que la Historia es un campo de estudio en el que es necesario apelar al principio. Si hemos de buscar los antecedentes del pensamiento económico deberemos remontarnos a la prehistoria. Encontramos indicaciones de él durante las Eras de Piedra, Bronce y Hierro. Ya 3000 a.C. prosperaba una civilización en la India que rivalizaría con las de Egipto y Babilonia. Todas ellas han desaparecido. Subsiste apenas un leve eslabón entre sus sistemas de valores y sus logros con los de “nuestra civilización occidental”.
La llamada Civilización Occidental no tiene su origen no en la antigua India, Babilonia o Egipto sino más bien en los hebreos de los tiempos bíblicos desde las ciudades-estado sumerias, ubicadas en el actual Irak, de la cual emigró Abraham en busca de Canaán y en los Griegos de la Edad Clásica. De los hebreos se ha heredado a las Tres Religiones monoteístas de alcance mundial, así como la ley moral que poseemos son de estricta herencia hebraica. De Grecia tenemos ese legado que nos inspiró el amor por la belleza y la búsqueda de la sabiduría. Con los griegos empieza la era lógica del hombre, esto es, su emancipación de la magia y la astrología, que marca también el surgimiento de la individualidad y el pensamiento ético, es decir, de esa revolución del pensamiento que aún en este momento apelamos.
Pensamiento económico en la Biblia:
Muchos pasajes de la Biblia confirman el valor de una buena vida. Dios promete a los hijos de Israel la abundancia en la tierra que mana leche y miel y nadie sufrirá necesidad (Deuteronomio 3:8, 15:4). Surge el principio moral “Ama a tu prójimo como a ti mismo” dando nacimiento a razón moral que toma en cuenta tanto nuestro interés como el de los demás.
Existen numerosas provisiones para la protección de los pobres que mandan realizar actos de caridad así como provisiones para proteger al hombre que trabaja, el patrón no le debe negar su salario al término de la jornada (Levítico 19:13). La jornada del mismo no debe requerir un alto número de horas, aún cuando se pague un salario alto. Un artesano empleado por sus habilidades no debe ser sujeto a labores distintas de las de su profesión.
El sábado: 
La piedra angular de la legislación social bíblica es la institución del sábado, el día de descanso semanal para el patrón, sus trabajadores, esclavos y extranjeros. Esta institución no tiene paralelo en las civilizaciones griega, romana o más antiguas.
La esclavitud:
Otro aspecto distintivo de la legislación bíblica requiere la liberación periódica de los esclavos de raza israelita. No deberán estar sujetos por más de seis años, debiendo ser liberados al séptimo y proporcionársele liberalmente comida y otros bienes para que pueda iniciar una vida nueva (Deuteronomio 15:12). El esclavo israelita escapado no debe ser devuelto a su amo sino que podrá vivir sin ser molestado, provisión que se interpreta como primer paso en la abolición de la esclavitud (Deuteronomio 23:16; Jeremías 34:8-22; Levítico 25:39). Otras provisiones prohibían al amo tratar al esclavo con violencia. Contrasta esto con las instituciones de Roma. Si un esclavo es muerto por la violencia de su amo, este es a su vez reo de muerte (Éxodo. 21:20,26).
El año sabático.
El año sabático, en el que ha de liberarse a los esclavos, tenía una significación adicional. Era también el año en que debían cancelarse todas las deudas (Deuteronomio 15:2) y debía permitirse a los pobres comer de la tierra ajena (Éxodo 23:10).
El año jubilar.
Los derechos del propietario de la tierra, ya limitados por el año sabático, lo era aún más por la institución del año jubilar, el que establecía la liberación de la tierra después de 50 años (Levítico. 25:13). Estas provisiones tendían a impedir la concentración de la tierra por latifundistas, si bien tal concentración de propiedad se daba con frecuencia (Isaías 5: y Miqueas 2:2).
Las instituciones del año sabático y el año jubilar pueden ser interpretadas como instrumentos para aliviar periódicamente las tensiones sociales.
Protección del débil.
El individuo económicamente débil era protegido por provisiones de las cuales la liberación de las deudas en el año sabático era sólo una. Bajo las condiciones económicas primitivas se contraían compromisos frecuentemente sólo para el consumo, más que para efectos productivos, lo que colocaba al moroso en una posición de negociación débil. La Biblia toma en cuenta esta posibilidad declarando ilegales los préstamos con interés en estos casos (Deuteronomio 23:20).
El trabajo.
La Biblia coloca un énfasis especial para la dignidad y el valor del trabajo humano. Más que una condenación, el trabajo es considerado como una bendición (Proverbios 10:16), y la dignidad del humano se deriva del trabajo de Dios mismo, realizado por el hombre. Contrasta esto con Platón, que consideraba el empleo y las artes manuales como denigrantes. (Volveremos sobre el tema).
Es posible licenciarse en ciencias económicas en Estados Unidos y, a la vez que se aprende un montón de teoría económica, y no aprender nada de economía. (Douglas Down)
Pedro R. Garcia M.
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