BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. Mostrar todas las entradas

domingo, 28 de junio de 2015

SIXTO MEDINA, LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

No hay nada que debilite más a una república, a una nación o Estado que la existencia de una justicia comprometida. La inseguridad jurídica que se genera a partir de la quiebra del poder de juzgar, ha sido la rendija a través de la cual se escapa el Estado de Derecho. El poder de juzgar no puede estar interferido en forma tal que la realización de la justicia se transforme en una comedia.

Entre los derechos fundamentales de los hombres se encuentra la presunción de inocencia. La Declaración Universal, proclamada hace más de medio siglo, incluyó este derecho en el artículo 11, señalando que “toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad”. Este derecho humano es aniquilado a diario en Venezuela por los encargados de administrar la justicia y personas dedicadas a las actividades más diversas. La acusación, ya sea que se haga ante la justicia o simplemente en un medio de prensa, que se formule su responsabilidad o sin ella, con ponderación o con escándalo, se ha transformado para muchos ciudadanos venezolanos, sobre todo, si son políticos disidentes, en sinónimo de condena firme  e inapelable. El juicio público conforme a la ley, con las garantías de defensa, carece de vigencia efectiva si el acusado es condenado de antemano y en forma irreversible por una opinión pública de cuya presión no todos los jueces son capaces de evadirse. Cuando la acusación se identifica con la condena, la perdida de la honra y de la honorabilidad es definitiva y no hay para el acusado absolución tardía que pueda reintegrársela.

La presunción de inocencia es un derecho de formulación constitucional que implica que toda persona contra la que sea dirigido un proceso- imputado, procesado o acusado- debe ser tenida como inocente a todos los efectos hasta tanto no sea declarada su culpabilidad en sentencia judicial firme, es decir, que solamente a través de un proceso o juicio en el que se demuestre la culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una pena o sanción.

Venezuela tiene una penosa tradición de no respetar la presunción de inocencia. En los largos periodos de autoritarismo y de autocracia de su historia, ningún perseguido era inocente. Aunque no hubiera contra él acusación ante la justicia, lo que le hubiera permitido, al menos defenderse de las imputaciones, siempre hubo agentes o servicios de informaciones que se encargaban de difundir las supuestas culpas de los disidentes. En décadas despóticas, cuando se ponía a alguien a disposición del poder ejecutivo siempre era causa de una falsa peligrosidad que se le atribuía. Desde luego que la historia de Venezuela da repetidas vueltas, quienes antes reclamaban derechos hoy los niegan. Una democracia, es por naturaleza el régimen donde se realiza la justicia. Un régimen donde no se realice la justicia, ni es jurídico ni es democrático.

La lucha por los derechos humanos nunca ha sido fácil y exige que quienes creen en ella hagan todos los esfuerzos necesarios para velar por el reconocimiento y la vigencia plena de la presunción de inocencia de los acusados mientras no se apruebe la culpabilidad en juicio público con garantías de defensa.

Sixto Medina
sxmed@hotmail.com
@medinasixto

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, TERCERA VIA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD NACIONAL, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, ACTUALIDAD INTERNACIONAL,

sábado, 5 de julio de 2014

MALÚ KIKUCHI, ¿Y LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA?, DESDE ARGENTINA

Sería estupendo si todos nuestros diputados y políticos en general, hubiesen leído, aunque sólo fuera una vez, la Constitución Nacional. Es evidente que si lo hicieron, no la entendieron. Me refiero al juicio político. Juicio que no tiene NADA que ver con un juicio civil, comercial, ni penal. Son DIFERENTES.

Juzgan hechos distintos. Es simple, ¿cómo no lo entendieron? O lo saben, pero gracias a “la obediencia debida” a Cristina, no dejaron que Boudou tuviera la posibilidad de demostrar su inocencia. Si es que lo es. Y hasta que se lo juzgue, la ley sostiene la presunción de inocencia. A Boudou se la negaron los diputados de la comisión de juicio político, por orden de Cristina.

Desde el principio. La Constitución Nacional explica que el juicio político es eso, un juicio político. Se trata de juzgar la idoneidad, la ética y el honor del funcionario juzgado, para saber si es digno de ocupar la función para la cual fue nombrado.

Primero se reúnen los diputados de la comisión de juicio político, ya que la cámara acusadora es la cámara de diputados (artículo 53) y si la comisión encuentra que el tema a juzgar merece pasar al recinto, entonces el acusado puede y debe defender su posición ante los diputados.

Si las pruebas que tienen los diputados son muy fuertes y la defensa del acusado muy pobre, la cámara de diputados necesita las dos terceras partes de los miembros (son 259 en total, se necesitan 173 diputados) para elevar el juicio político al senado, que es la cámara revisora (artículo 59).

Ahí se repite lo mismo que en diputados y se necesitan las dos terceras partes, o sea de un total de 72 senadores, 48 deben estar de acuerdo para condenarlo o absolverlo. Pero como es un juicio político, el senado no puede imponer penas. Puede destituir e inhabilitar al sujeto por un tiempo, o de por vida, para ocupar puestos públicos o recibir un sueldo del estado.

Si durante el juicio político se aportaran pruebas que imputaran al sujeto de delitos concernientes a los tribunales ordinarios (penal, civil, etc…), ahí serán enviados. Pero son dos caminos diferentes. ¿Quedó claro?

Cristina, en un gesto de magnanimidad desconocido en ella hacia la república (que hace tiempo no somos), permitió que se reuniera la comisión de juicio político, obviamente con la orden (los miembros del FPV son mayoría), de impedir que el juicio llegara al recinto de la cámara de diputados.

Resumiendo: ella no cree en la inocencia de Boudou. No le permite al vice arriesgarse a que hable de más, o que las pruebas en su contra sean tan abrumadoras que no quede más remedio que pasarlo al senado. ¿Pero si el vice es inocente? Puede existir una posibilidad en millones, pero puede serlo.

Cristina no cree en la inocencia de Boudou, por algo será. Ella está dispuesta a cargar con el peso enorme de un vicepresidente acusado de cohecho (en argentino, coima); su mesa chica está dispuesta a acompañarla aunque no les gusta Boudou; la Cámpora que detesta al vice, también está dispuesta a cargar con la mochila de rocas que representa el “play boy” marplatense.

Lo incomprensible es que el PJ, el partido peronista que tiene muy poco, mejor dicho, nada que ver con el FPV, parece estar dispuesto a tragar ese enorme sapo. ¿Por qué?

Todos sabemos que Cristina no quiere a Perón. Perón era un militar, odiaba el comunismo, su revolución era pacífica, en base a leyes y decretos  (aunque no nos gustaron y alguno de ellos fuera aberrante).

Perón echó a los “maravillosos muchachos idealistas”, los llamó “sicópatas a los que exterminaría uno por uno” (discurso por cadena nacional después del atentado al regimiento de Azul, 20/1/1974) y Perón echó de la Plaza a los “estúpidos imberbes” (1°/5/1974).

Evita es diferente, Cristina la cree revolucionaria, sin recordar que Evita fue la primera y la mayor peronista de la historia. La presidente usa el PJ cuando llegan las elecciones y luego lo guarda en el último cajón de su memoria. Los peronistas lo saben. Entonces ¿por qué cargan con la mochila de Boudou?

Los gobernadores, y los senadores que les responden (se supone que representan a las provincias), acatan lo que sea por el tema de la coparticipación. Pero los diputados que en principio son nuestros representantes, los de los ciudadanos, ¿por qué no responden a lo correcto y defienden el honor, la idoneidad y la ética que nos deben los funcionarios  de la nación,  a los que mantenemos?

¿Por qué los diputados PJ, los ortodoxos, no deciden actuar de otra manera? El año que viene es un año electoral. Es obvio que el FPV no es el predilecto en las encuestas. Es obvio que se va a colgar del PJ. Y también es obvio que la gente va a recordar la posición de los peronistas en el caso del vice que ni siquiera es peronista.  Difícil de entender.

Y qué comprometida debe estar la presidente con el vice, que en los 500 y pico de días que le quedan en la Rosada, no puede volver a viajar sin dejar a un vice acusado de coima en su lugar y con firma. Salvo que se las arregle para viajar a Kuala Lumpur y el mismo día mandarlo a Boudou a Alaska y dejar a Zamora en la presidencia de la nación. Es una posibilidad.

Y qué incomodidad para los senadores que responden a Cristina y no son FPV. Los opositores se retirarán del recinto o le dirán a Boudou lo que piensan de él. ¿Pero los PJ? Va a ser incómodo hasta para Zamora. En qué situación terrible pone Cristina a los senadores, a los políticos decentes (algunos pocos hay), a los ciudadanos y sobre todo y ante todo, al país.

Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,