En
los actuales momentos, las Universidades Nacionales Autónomas (UNA) de nuestro
país, están bajo feroz ataque del gobierno nacional, con el claro objetivo de
intervenirlas desde adentro. Ya no es solamente el ahogo presupuestario y el
diario ataque del hampa oficial y del hampa común. Ahora, es obligarlas a
aceptar estudiantes con dudosa capacidad de poder rendir lo suficiente, como
para poder graduar profesionales creativos, confiables y capaces de empujar al
país hacia la definitiva entrada al
Siglo “1.. y más allá.
La
ausencia de una oposición firme por
parte de la sociedad civil y de su menguada (por no decir inexistente)
dirigencia, a los diferentes despropósitos que durante estos últimos 16 años ha
llevado adelante el castro-chavismo, ahora convertido en madurismo, ha alentado
a la barbarie de Miraflores a adelantar actos de absoluta demencia en contra
del “pueblo” que dice defender: las zonas de paz, la definitiva destrucción de
la infraestructura que produce alimentos junto con su cadena de distribución y
comercialización, la disolución del sistema de salud y ahora, el
desmantelamiento de lo único que quedaba para poder salir de este infierno, una
vez producida la inminente y necesaria transición hacia la democracia y la
modernidad.
No
soporta el gobierno, que las UNA lo pongan en evidencia, cada vez que son
ignorados por el claustro universitario a la hora de elegir autoridades y
representante. Tampoco, cuando los demoledores trabajos de investigación de sus
profesionales dejan en evidencia, no solo la ramplonería intelectual del actual
presidente y su “consejo” de ministros, sino las devastadores consecuencias en
todo el ámbito nacional de sus acciones. Cómo entonces, se pueden salvar las
UNA de este traicionero y miserable ataque??
Esa pregunta, es la entrada de
este nuevo y lamentable laberinto que debe tratar de resolver nuestra sociedad.
Las
UNA pueden hacer muchas cosas para defenderse de esta situación, pero lo único
que no pueden hacer, es aceptarla con resignación y pasividad. Hacerlo, es animar al gobierno
nacional a seguir avanzando en su destrucción. Miremos lo que ha hecho el
gobierno nacional con la educación básica y media, para tener una idea de lo
que es capaz de hacer para logar los objetivos que se ha propuesto. Hoy se está
imponiendo por decreto la entrada de alumnos, que si bien es cierto que son
venezolanos con el inalienable derecho a entrar al sistema de educación
superior estatal, también es cierto, que es claro y evidente que no cumplen con
la capacitación mínima necesaria pada poder estudiar una carrera de cuarto
nivel, porque si los cumpliesen, no sería necesario este desaguisado. La sola
condición socioeconómica de un estudiante no lo califica para ingresar a una
universidad, cualquiera ésta sea. Preparar profesionales capaces es muy caro,
por lo cual, cursar estudios superiores debe ser reservado solo para aquellos
que han demostrado durante la educación media, capacidad para culminarlos de
manera exitosa. El argumento definitivamente mediocre, de que como son pobres
no son capaces de cubrir los requisitos mínimos necesarios para ingresar a las
UNA pasando los exámenes de admisión, no es más que admitir, que el sistema
público de educación media ha sido destruido hasta tal punto, que no es capaz
de producir bachilleres con capacidades y destrezas mínimas necesarias para
ingresar a una universidad.
Hoy
el régimen obliga a las UNA a aceptar alumnos sin el nivel necesario, y mañana,
para evitar la salida de esos alumnos por no dar la talla, pues obligará a las
UNA a modificar sus metodologías de evaluación para evitar su salida por no
poder cumplir con el reglamento de permanencia. Que no les quede la menor duda.
Una vez que esta barbarie decide acabar con algo, lo hace de la manera más
impúdica, metódica y salvaje posible. Pdvsa, Sidor, Corpoelec y un largo
etcétera así lo demuestra.
Y
cual será entonces la salida de este singular laberinto? Pues una sola salida
es posible. Pasarle la raya al gobierno nacional. Decirle alto y claro al
régimen, que sus pretensiones de inundar las UNA con militantes del psuv no
serán permitidas ni toleradas, no solo por inconstitucional porque viola vil y
descaradamente el Articulo 109 de la CRBV, sino por inmoral, ya que su
aceptación reduce al claustro universitario y sus profesores, al papel de
simples celestinas y patriotas cooperantes de la destrucción de la institución
a la cual han dedicado, en muchos casos, toda su vida.
Algunos
dirán que si se desconoce la medida, el gobierno allanará la universidad con el
sebin, el ejército, la gnb, la pn, la ptj, la milicia, los fiscales de tránsito
y los colectivos bolivarianos para imponer (como es normal en ellos) su
voluntad. Pues de ser así, entonces los profesores deberán renunciar, porque a
la final, igual deberán hacerlo; si no por la insoportable situación económica
que sus miserables y risibles sueldos desde ya les impone, también deberán
hacerlo por la dignidad que significa el no cohonestar un crimen imperdonable
que los integrantes de este gobierno más temprano que tarde deberán pagar. Acto
seguido, porque ya la universidad será insegura y dejará de cumplir su función
de formar profesionales, los estudiantes deberán también tomarse un largo
periodo de vacaciones, hasta que la cordura regrese al país. Que el país se quedara solo con el sistema
castro-chavista de ideologización de la población a la que llaman misión sucre??
Pues sí, como sea, si ésa decisión ya está tomada, es muy poco o nada lo que
podrá hacer la sociedad civil colaborando con este despropósito.
La
única acción posible capaz de hacer que el régimen retroceda en sus
pretensiones, es resistir y hacerle saber al gobierno, que pagará el precio que esta loquera tendrá.
Hacerle entender, que las UNA no serán allanadas desde adentro, so pena de
quedarse a la final, sólo con sus despojos institucionales yaciendo en el suelo
después de una cívica, digna, bolivariana y pacífica lucha.
Sólo
en la medida que la sociedad civil muestre los dientes y le haga saber al
gobierno que está dispuesta a usarlos, en esa misma medida, la cobardía oficial
regresará a su sala situacional a seguir
pensando en cómo podrá bozalear a un
país que decidió pasarle la raya.
De
nuevo lo digo, a nuestro país, le llegó la hora de los hombres serios.
Pedro
Antonio Alcalá Avilán
pa2a@hotmail.com
@tazzio1956
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