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lunes, 20 de mayo de 2013

LUIS MANUEL AGUANA, MADURO SABE QUE LA GUAIRA ES LEJOS

No hay dicho venezolano más contundente. Cuando tu mujer te agarra en una y te dice “y como sabes tú que la Guaira es lejos”, te moriste. No hay fórmula de juicio, estás descubierto. No tienes para donde coger, o confiesas o te botan, o las dos. No es ningún chiste. Maduro sabe por quién votamos los venezolanos. ¿Y cómo sabe que La Guaira es lejos? Simple, el CNE chavista nunca garantizó el secreto del voto. O sea, ya tienen la segunda Lista de Tascón.
Y siempre lo supimos. Tarde o temprano el castro-chavismo, y ahora el castro-madurismo, enseñaría los dientes diciendo que sabían por quien habíamos votado los venezolanos. Era solo cuestión de tiempo. Solo cuando se consideraran seguros en sus posiciones lo dirían. Y ya lo están diciendo
(ver http://www.youtube.com/watch?v=WtdlPn7TFQs).
Empezó el terror. O corres o te encaramas. No hay medias tintas. O estas con ellos o en contra de ellos. Y eso es lo que buscan. Aterrorizar a quienes estando a favor de un cambio no pueden sostener una posición contraria porque están arriesgando sus puestos de trabajo, su vivienda de la Misión, su beca o cualquier otro programa del gobierno. Los más débiles son el blanco de esas amenazas cobardes. Es por eso que era necesario hacer público que sabían que La Guaira era lejos.
Después que Mario Torre nos explicó en aquella histórica reunión del Grupo La Colina el “algoritmo de las bolitas” que desordenaba los votos para evitar que no se siguiera la secuencia de identidad-voto en las máquinas, nadie quedo convencido que el gobierno no nos metiera un chuzo, como el de los amigos pranes de Iris Varela. ¿Y porque?
Porque si bien era cierto que ellos vieron un programita funcionando indicando que no sabrían por quien votábamos los venezolanos, pudiera perfectamente correr otro al mismo tiempo escondido en la máquina, que paralelamente indicara todo lo contrario. ¿Qué auditoría iba a impedir eso? ¿Acaso una auto-auditoría como la que se hace el CNE para contar los votos del reclamo?
Hemos indicado en este blog que en un computador de las características de ese equipo SmartMatic CUALQUIER COSA SE PUEDE HACER. De hecho, al no saber las características ni especificaciones técnicas de esos equipos, estos perfectamente podrían transmitir el resultado electoral en tiempo real si cuentan con la electrónica de telecomunicaciones apropiada. Esto ha sido persistentemente denunciado y señalado por el General Carlos Julio Peñaloza, en su blog Puesto de Combate (ver http://www.puestodecombate.org/) y con testigos que la oposición se niega a escuchar.
Maduro confiesa que ya tiene 900.000 cédulas de los venezolanos para iniciar una persecución. Le sale completico el Tribunal de la Haya por delito de lesa Humanidad solo por esa declaración ¡Y no solo por el apartheid político que demuestra, sino por la brutalidad de decir de manera pública que disponían de esa nueva versión ampliada y actualizada de la Lista de Tascón! Pero tarde o temprano los criminales siempre mueren como el pez, por la boca. Tenía que decir que La Guaira era lejos.
Ahora que todos los venezolanos sabemos de cierto que el gobierno YA SABE por quién votamos, ¿qué hacer? ¿Esperar pacientemente que el gobierno venga a castigarnos por no haber votado por él? ¿Contar con que la oposición defienda judicialmente los casos? ¿Arrepentirse? Creo que esa es una decisión muy personal de cada uno. Sólo puedo contar lo que hicimos un grupo de trabajadores en un caso similar.
En el año 2002 un grupo de trabajadores y ejecutivos del Metro de Caracas fuimos expulsados de esa empresa porque nos negamos a que fuese conducida por delincuentes y maleantes-los famosos colectivos-, en detrimento de la seguridad del transporte de las miles de personas que viajan todos los días por ese medio. No era que el gobierno sabía que no lo queríamos por alguna lista sino peor, se lo dijimos por las cámaras de televisión y así se dieron cuenta.
Muchos trabajadores fuimos despedidos sin contemplaciones y así fue que nos unimos en una ONG llamada AC Familiametro (http://acfamiliametro.blogspot.com/). Llevamos ya más de 10 años combatiendo al gobierno y denunciándolo en sus trapacerías y corrupción en todas sus ejecutorias en relación a la conducción de ese importante medio de transporte. Escapa a esta nota lo que hemos hecho, nuestros éxitos o fracasos, pero no nos quedamos tranquilos, ni callados, ni dejamos que pensaran que teníamos miedo.
En lo personal creo que esos trabajadores han ganado mucho. Han ganado el respeto y la admiración de sus antiguos compañeros de trabajo porque se constituyeron en la primera línea de defensa de los atropellos cometidos posteriormente en la empresa. Es posible que las cosas hubiesen sido peores para todos si cada uno se hubiera ido para su casa con miedo, derrotado y apaleado por un gobierno cobarde. Aquí el tema ES NO TENER MIEDO. Lo dijo Juan Pablo II…
Si 900.000 chavistas tuvieron el valor de votar en contra del gobierno, a pesar de las captahuellas intimidatorias y del sistema electoral tramposo, estoy seguro que tienen la madera para convertirse en 900.000 defensores del sistema democrático. ¡900.000 personas es mucha gente! Por eso el gobierno no solo tiene miedo, TIENE PANICO. Pánico de que el deslave sea monumental y la única manera que encuentra el totalitarismo para sobrevivir a eso es perseguir a quienes se atreven a desafiarlo.
A cada una de estas 900.000 personas les digo lo siguiente: ya no vale la pena esconderse de estos delincuentes, nunca se puede uno esconder de eso. Lo que sí se puede hacer es demostrarles que no se les tiene miedo y que pueden hacer lo que les venga en gana porque el país cambió y que hay otros que te seguirán.
Sólo imagínense si esas 900.000 personas reafirman su condición valiente del 14A y firman con el resto de la sociedad democrática el llamado a una Asamblea Nacional Constituyente para refundar al país, retomando la promesa de cambio de un candidato que les mintió en 1998. No solo tendrían la oportunidad de rebelarse ante la nueva amenaza de este gobierno, sino que tendrían en sus manos el poder de cambiarlo.
Pero aunque incluso eso no sea así, lo que no se puede hacer nunca es demostrarles miedo ni ponerles la espalda para que se monten encima. Esa es la dignidad del pueblo venezolano, vencedor de dictaduras y libertador de naciones.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana

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domingo, 5 de agosto de 2012

LUIS BETANCOURT OTEYZA, SAI O EL FRAUDE DE LAS CAPTA HUELLAS, PARA METER MIEDO

El ministerio de elecciones del gobierno chavista arrancó temprano por una sorpresiva campaña publicitaria para promover un nuevo invento electoral. Un extraño aparatico que no se usa para votar en ningún país y que recuerda uno de los controles implementados por el servicio de seguridad de USA tras los atentados sangrientos del 11 de abril de 2001 para protegerse de terroristas, tratando de identificarlos por sus huellas dactilares. Todos los que han viajado al Imperio, como Nicolás Maduro y otros diputados gozones, han pasado por ese momento tenso de poner su dedo en un aparato de control policial para entrar a territorio americano y para montarse en un avión. Todos se han sentido escrutados, registrados, casi violados en su intimidad por esas capta huellas manejadas por severos, y a veces mal encarados, oficiales de inmigración gringos. Ahora las va a usar Tibisay y su banda para que los venezolanos podamos ser autorizados a ejercer nuestro más importante derecho político: votar.

¿Por qué lo quieren hacer si ya nos han captado nuestras huellas para dotarnos del único instrumento legalmente indispensable para votar: nuestra cédula de identidad? La cédula nos la suministra en gobierno, supuestamente después de comprobar nuestros datos identificatorios, de nacimiento y filiación, y verificar que no tenemos otro registro con otro nombre o edad. Para eso nos recogen las huellas, y nos conceden una credencial oficial que conocemos como cédula de identidad, respaldada por toda la autoridad del Estado venezolano. No nos hace falta más para identificarnos ante autoridades, como el CNE, u otras instituciones, como bancos y servicios de salud.
Nos dicen que el aparatico se instalará para evitar que votemos más de una vez, en la misma mesa o en cualquier otra a donde nos pudiéramos desplazar  el día de la votación, a pesar de que nos van a embadurnar el dedo con una tinta especial preparada para evitarlo, por el CNE en sus estrictos laboratorios de asesores cubanos del G-2.
En su campaña sorpresiva para promover el aparatico decían algo tan extraño  como “tu huella es tu voto”, casi afirmando que se votaba con la huella, afirmación por demás incomprensible pero posible luego que hemos pasado de votar, como en todo el mundo, con una papeleta que se contaba en una caja que se abría al terminar la jornada, a hacerlo con una tecla en otra maquinita.  Extraña la campaña pero en nada inocente ni torpe. Lo que nos estaban sembrando en la imaginación y el inconsciente era lo que querían que entendiéramos: que con esa huella que nos volvían a obligar a registrar registrábamos nuestro voto, y de allí a hacernos ver que se preparaba otra lista Tascón no quedaba ninguna duda. Con el aparatico que recogía nuestra inocente huella conectada a la máquina que registraría nuestro voto “nuestra huella identificaba nuestro voto” y no al votante. Más claro no cantó ninguna de las gallinas del CNE. Ante esta campaña hubo un desconcierto inicial como el que sigue a todo invento: el avión, el bombillo, la radio, etc., y dos reacciones políticas: los que no quieren atacar al CNE rojo rojito porque, de buena fe, creen que eso espanta a los votantes y los que olieron que algo podrido se traía el nuevo aparatico para las huellas, y se pusieron a pensar. Los últimos, “diablos radicales de la oposición”, estudiaron el aparatico, las excusas del CNE para tanta innovación y el costo de la nueva compra, para llegar a conclusiones interesantes, a saber: “no es posible que el aparatico identifique mi huella entre los 19 millones de inscritos en el REP; no puede indicar a la mesa de al lado en el mismo centro de votación que yo ya voté en otra mesa, y menos aún a otro aparatico en otro centro de votación en la misma ciudad o en el mismo estado; a lo mejor me puede denunciar con un pito o alarma si vuelvo a votar en mi misma mesa porque me limpié el dedo embadurnado con la tinta y me puse barba y peluca de distinto color que el de mi pelo original.”  Lo que los llevó a concluir que el aparatico no servía para casi nada pero el casi tiene dos caras, más duras que las de los rectores del CNE; una, que el aparatico es otro negoción millonario de algún valido boliburgues, otro chip gasolinero, porque un aparatico multiplicado por 40.000 mesas son 40.000 aparaticos que valen muchos dólares; otro Pudreval, vamos.
La otra cara, más tenebrosa y muy propia de estos malandros que nos gobiernan, socios del narcotráfico con las FARC, organizadores de colectivos asesinos, liberadores de pranes secuestradores, cómplices de la entrega de Venezuela al comunismo cubano, es la del manejo del miedo; ese instrumento que han utilizado siempre los tiranos para someter a sus ciudadanos. Miedo a ver, miedo a ser testigo, miedo a opinar, miedo a defender a un inocente, miedo a decir, en fin, miedo a votar de acuerdo con la conciencia y la esperanza personal.  Y ése es el verdadero objetivo y justificación del costoso aparatico “capta huella” llamado SAI, más nada. No sirve para más nada, y eso hay que decirlo porque el pueblo, no sólo lo entiende, sino que lo sabe desde el mismo día de la primera cuña. Están equivocados los que se empeñan en quitarle importancia al aparatico y hasta lo quieren vender desde las trincheras de la oposición; no, el pueblo no es tonto y no le gusta que lo tomen por tal. El pueblo quiere ser protagonista y no grey; no quiere que lo tomen por manada útil de pastores bobos. El pueblo quiere pelear y lo está demostrando cuando acompaña a Henrique Capriles a cara limpia en todos los actos públicos. El pueblo sabe lo que es el miedo después de 160.000 asesinados, millones de bombas lacrimógenas respiradas en sus protestas legítimas, pero el pueblo no quiere más miedo ni bobos que los consuelen. Quiere la verdad y luchar por y junto a ella; por eso está en la calle. Acompañémosle denunciando los aparaticos que no sirven sino para querer meter miedo. Espantemos nosotros a las Sayonas del CNE y a su jefe agónico que el resto de los espantos corren solos ¡Ya basta!
betaluis@gmail.com

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